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POTASH

PRESIDENCIA DE AGUSTÍN P. JUSTO

(1932-1938)

// Recordar: desde los años 30 Argentina vuelve a la liga de las Naciones (presidencia de Justo), se incorpora
a la política internacional que había abandonado antes con Yrigoyen cdo no entró en la liga de las Naciones. //

Su vicepresidente fue Julio A. Roca (h).

Justo trató de destacar el aspecto civil de su carácter y borrar la impresión de que representaba una
continuación del gno de Uriburu. Asumió en febrero de 1932. Tenía casi 56 años, era un hombre inquieto,
ambicioso, estudioso y un político práctico. Se le concedió el retiro del servicio militar activo pocos días antes
de asumir. En la asunción se vistió de civil y cdo Uriburu le entregó el mando “junto con sus planes de
reforma constitucional”, Justo le dejó bien claro que “la revolución como fuerza y como régimen había
desaparecido totalmente” (¡que se olvidara de la reforma!).

En las designaciones para puestos importantes, privilegió a los civiles, salvo el caso del ministro de guerra, de
marina y la jefatura de la policía federal. El nuevo presidente se mostró decidido a desalentar la participación
de los militares en política y esperaba recuperar la disciplina y el cumplimiento del deber. Pero se necesitaban
más que palabras para mantener a los militares alejados de la política.

El presidente se rodeó de políticos-abogados que habían servido en otros gabinetes anteriores, ya sea radicales
o conservadores, pero antiyrigoyenistas y contrarios tbn a las tendencias dictatoriales de Uriburu (en general,
estos hombres eran miembros de la clase gobernante tradicional). El único diferente fue Antonio de Tomaso,
quien fue el fundador del partido socialista independiente (cdo se apartó del socialismo en 1927. Se separaron
por el proyecto del diputado Dickman: intervenir Bs As, en consulta con Melo – antipersonalista – y los
conservadores dte el gno de Alvear). Tomaso aportó una nota más popular ante el resto que era de clase alta.

Justo se apoyó mucho en él y en el gral. Manuel Rodríguez, ministro de guerra, aunque ambos murieron antes
de terminar su mandato (de Tomaso alcanzó a estar 18 meses). Rodríguez fue la clave del control de Justo
sobre el cuerpo de oficiales y fue prácticamente su mano derecha.

Dte los primeros años de gno afrontó graves problemas económicos originados por la crisis mundial y en
parte por la mala administración de las finanzas nacionales:

 El sector agrícola se vio perjudicado por el derrumbe de los precios mundiales y por la pérdida de
mercados tradicionales.
 El sistema bancario soportaba grandes tensiones y estaba al borde del derrumbe.
 Se acentuaba la desocupación y la inquietud social y el propio gno privado de ingresos tradicionales,
cumplía con atraso los pagos a empleados y proveedores y afrontaba una considerable deuda
nacional y extranjera.

Para resolver estos problemas se tomaron ciertas medidas:

 El gno creó una serie de controles sobre la producción y la comercialización de las cosechas (junta
nacional de carnes, junta nacional de granos)
 Hizo acuerdos comerciales bilaterales
 Aplicó un rígido control sobre las divisas extranjeras
 Unificó la recaudación de impuestos (realizada antes por las provincias)
 Inició la aplicación de un impuesto a los réditos
 Creó el banco central argentino para regular el crédito, coordinar el sistema bancario y actuar como
agente fiscal del gno (ya lo veremos dessp).
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Son medidas proteccionistas (¡chau liberalismo económico!). El problema con estas medidas es la creencia
que hubo de que los principales beneficiarios eran los grandes intereses agrícolas y mercantiles, más que los
empresarios medianos o las masas del pueblo. Como sea, hacia 1936 Argentina se había recuperado bien de la
crisis. Los principales blancos de las críticas fueron:

 El acuerdo comercial o pacto RR de 1933


 La legislación bancaria de 1935
 La coordinación del transporte urbano

Sobre el pacto RR: las críticas formuladas contra el gno de Justo ante la aceptación de los términos tendían a
ignorar el hecho de que carecía de alternativas, pues Argentina no tenía otros mercados para sus exportaciones
de carne y grano, de modo que no estaba en condiciones de negociar más eficazmente, según Potash. La
severidad de los términos del tratado contribuyó a provocar una reacción nacionalista, especialmente en las
generaciones más jóvenes, que habría de influir en los hechos de la década siguiente.

Sobre la legislación bancaria y particularmente sobre la creación del banco central: tbn destacó el papel de la
influencia británica y se le criticó que le convenía a los británicos aunque las ideas del perito británico Otto
Niemeyer fueron rechazadas, el gno de Justo sabía (reconoció Pinedo más tarde) que si las ideas eran
presentadas como coincidiendo con las del perito inglés, serían aceptadas por esa costumbre o actitud que hay
hacia los modelos extranjeros. Es por eso que el plan de Prebisch tiene semejanzas con las de Niemeyer.

Así entonces nació el banco central como una empresa mixta en la cual eran accionistas los bancos privados y
el Estado. Su presidente y vice debían ser ciudadanos argentinos, elegidos por el presidente de la Nación con
aprobación del senado de una lista de candidatos propuesta por los bancos accionistas, pero su directorio
estaba dominado por los intereses bancarios privados y se garantizaba la representación en el organismo a los
bancos extranjeros, era como introducir el caballo de Troya en una institución que asumía la responsabilidad
de aplicar la política monetaria nacional. Igualmente, la creación del banco fue importante incluso para gnos
posteriores.

Transportes

Parte del pacto RR era dar un tratamiento favorable las empresas de capital británico: las líneas ferroviarias y
los tranvías de capital. Ambos eran criticados por servicios insuficientes.

En cuanto al sistema ferroviario, Justo hizo oídos sordos a la nacionalización pero construyó una gran red de
caminos (muy importante para unir el interior con los puertos), esto le hizo competencia a los trenes.

En cuanto al sistema ferroviario el tema fue diferente. Lo positivo que había hacho con los caminos pasó a
segundo plano porq en capital el gno tuvo la iniciativa de obligar a las distintas empresas competidoras de
transporte urbano a unirse en un gran holding, denominado Corporación de Transporte. Cada empresa
participante, así como la municipalidad de Bs As y el gno federal recibirían acciones acorde a los bienes de
capital aportados. Por supuesto, las empresas privadas extranjeras eran las que más bienes de capital tenían
por lo que recibieron más acciones.

En el caso de los organismos gubernamentales se capitalizarían los impuestos aplicados a las empresas,
puesto que se suspendería su recaudación.

La corporación gozaría del monopolio de todos los servicios de transporte de capital y se le garantizaría un
beneficio del 7% sobre el capital.

Las dos posturas frente a la ley: los que estaban a favor decían que era para terminar con una situación caótica
y antieconómica y para brindar mayores servicios. Los que estaban en contra decían que era un intento, mal
disimulado, de rescatar a la compañía anglo-argentina de tranvías a expensas de sus competidores, ya que la
compañía venía mal porq realmente los colectivos y taxis eran competencia porq no pagaban impuestos y
cargas fijas que la compañía anglo-argentina sí pagaba. Era nuevamente lo nacional contra lo extranjero.
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Los propietarios de colectivos tenían que elegir entre ser accionistas minoritarios o la expropiación de sus
vehículos (que no se hizo hasta 1942 dte el gno de R. Castillo).

El paso previo a la organización de la corporación fue que por ley en 1936 se creó una comisión especial bajo
control del gno, encargada de evaluar los activos de las empresas participantes (un proceso que se prolongó
hasta 1938). Tbn determinaba la creación de una comisión de control, que debía regular las actividades de la
corporación, estaba integrada por 3 miembros argentinos nativos, nombrados por el presidente con acuerdo
del senado.

Justo mantuvo el control del poder político facilitado por el control (boicot) que se le hizo al partido radical.
La política de abstención del radicalismo se mantuvo hasta 1935 y fue acompañada de varios intentos de
conquistar el poder por la fuerza. Así, el congreso estuvo controlado pues estaban los radicales
antipersonalistas, los socialistas independientes y los conservadores en las elecciones de 1934 y no hizo falta
el fraude.

Pero en 1935 cambia la situación política porq vuelven los radicales. Ante el riesgo de perder en Bs As, Justo
permitió que los conservadores de Bs As manipularan las elecciones de gobernador. Esto se repitió en 1936
en las elecciones parlamentarias y luego en 1937 en las elecciones presidenciales, donde quedaron los
candidatos de la Concordancia: Ortiz y Castillo. Veamos la relación de Justo con los militares: Justo siempre
se mostró sensible ante el problema del apoyo militar. Había, en general, 2 fuentes de peligro:

 Los oficiales que pertenecían a la UCR o simpatizaban con ésta


 Los oficiales que habían estado cerca de Uriburu

Una de las medidas de Justo para controlar esto fue la designación de Manuel Rodríguez como ministro de
guerra. Hombre de gran prestigio que se dedicó a aislar a los militares de la política y a recuperar la disciplina
(más entretenimientos, etc…).

Pero para los que sí eran propensos a meterse en política hubo que hacer otra cosa: se organizó un sistema de
vigilancia con intercepción de llamadas, vigilancia de los contactos entre los oficiales y los políticos y gracias
a esto, Justo se libraba de los posibles conspiradores mediante traslados a cargos sin importancia o bajo la
promesa de ascenso los mantenía quietitos y los separaba de sus aliados. Tbn arrestos y retiro para los que
extremaban su oposición.

Tbn una forma fue mantener la mutua hostilidad entre los 2 grupos (los de la UCR y los urburistas). Dte los
primeros 2 años, los intentos por derrocar a Justo se dieron desde el grupo de la UCR impulsados por
Cattáneo. Hubo un intento e 1932 que terminó con Cattáneo preso. Luego otro intento en 1933 pero tbn se
frustró. Los principales encuentros se produjeron en Santa Fe, Corrientes y en Bs As. Se proclamó el estado
de sitio en todo el país y Justo aprovechó la situación para perseguir a todo el partido radical arrestando a
Alvear y a otros dirigentes moderados que deseaban el retorno a la política electoral, así como a quienes
preconizaban francamente la aplicación de métodos revolucionarios. Como los radicales no pudieron
recuperar el poder no sería peligroso para la carrera militar de nadie. Decían que ellos (tanto con Yrigoyen
como con Alvear) siempre habían tenido buenas relaciones con los militares.

Los radicales pidieron a Justo, en vista del fraude hecho en las elecciones de 1936 para el congreso, que el
ejército actuara como veedor en las mesas electorales, pero Justo lo rechazó. Los radicales no abandonaban la
idea de que el ejército controlara los procedimientos electorales. Los esfuerzos de los radicales en relación
con el cuerpo de oficiales no fracasaron del todo porq al morir el ministro de guerra, M. Rodríguez, se
designó al gral. Partiné, que simpatizaba más con los radicales. Tbn hubo otros como por ejemplo: Ramón
Molina, hombre de gran prestigio, era general de división que apoyaba la celebración de elecciones limpias y
se oponía a los extremismos. Insistía en el mantenimiento de la constitución. A Justo no le gustó mucho
tenerlo entre las filas, entonces le dieron el retiro forzoso y se afilió al partido radical, pero sus posibilidades
de obtener el apoyo del ejército desaparecieron.

Mientras la UCR hacía sus esfuerzos para influir sobre el ejército, los uriburistas reaccionaron a su modo ante
los actos de gno de Justo. No les gustaba cualquier medida que pudiera significar el retorno de los radicales.
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Más todavía cdo Justo intentó una conciliación con la UCR. Hubo enfrentamientos privados entre militares
nacionalistas y el presidente en 1932.

Pero la oposición de los uriburistas al gno no se atenuaba, tbn desde aquí hubo conspiraciones contra Justo y
su sucesor. Juan Bautista Molina (coronel, luego general) fue conspirador en 1936 muy influido por el
nazismo. Curiosamente fue ascendido a general luego de descubrirse la conspiración pero a otro conspirador,
al gral Francisco Fasola Castaño sí lo arrestaron. Luego de ese intento de golpe, los implicados fueron o bien
reemplazados por otros oficiales o trasladados y así se eliminó el peligro de golpe.

De esta manera, hacia 1937 Justo controlaba el proceso político en la medida suficiente para manipular la
elección de su sucesor sin necesidad de tener intervención militar. Los reclamos de los radicales al ejército
para que controlara las elecciones no suscitaron respuesta visible. El cuerpo de oficiales se atuvo a lo que
pedía Justo: que no se metieran en política. Esto tbn sucedió porq la aprobación por parte del cuerpo de
oficiales (por eso le hicieron caso digamos). Por ejemplo: el proceso de modernización de las FFAA,
interrumpido desp de 1928, alcanzó niveles sin precedentes. Aumentó los gastos destinados a las FFAA,
reanudó la construcción de fábricas de armas, etc, no aumentó los sueldos pero se opuso a la reducción de los
mismos. Tbn se opuso a la reducción que proponía hacer del ejército.

La actitud de aquiescencia ante las maniobras políticas de Justo se extendió tbn a sus medidas de carácter
económico. Aunque algunas medidas recibieron ciertas críticas como, por ejemplo, el pacto RR. El apoyo de
las FFAA a Justo disimuló pero no impidió la acentuación del sentimiento nacionalista en el cuerpo de
oficiales y el desarrollo de la convicción cada vez más firme de que los militares debían representar un papel
más importante en la eleaboración de la política pública. Salían artículos en la “Revista militar” y en la
“Revista de Informaciones”, en donde se hablaba del elevado destino que se le esperaba a la Argentina. Un
ingeniero militar, el mayor Ricardo Maraimbo, hablaba de la autarquía industrial y del fortalecimiento del
ejército en tiempos de paz.

Tbn pensaban que tenían derecho de actuar en política extranjera. Muchos civiles apoyaban estas ideas,
Leopoldo Lugones por ejemplo, que veían a los militares como los “creadores de la nación”. Pensaban que los
militares tenían superioridad moral con respecto a los políticos prácticos. Por todo esto no es de sorprender
que algunos militares manifestaran una actitud despectiva hacia los políticos civiles. A medida que se
acercaba el fin el gno de Justo se acentuaba la distancia entre el concepto oficial del papel del ejército (no
meterse en política) y el que tenía un número cada vez mayor de militares (que los políticos civiles no podían
manejar las cosas). Oficialmente el ejército aceptaba la subordinación a las autoridades constituidas y sus
intereses eran los de la Nación.

Pero el escepticismo de los militares acerca de la capacidad de los civiles para manejar los asuntos nacionales
era ya muy grande cdo asumió el poder la fórmula Ortiz-Castillo, elegidos en comicios fraudulentos. Los 6
años de gno de Justo habían postergado, pero no resuelto el delicado problema del lugar de los militares en el
proceso político.

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