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Controversias epistemológicas y metodológicas entre el paradigma cualitativo y

cuantitativo en Psicología.

En la actualidad en la Psicología conviven diversas metodologías para la obtención de


conocimiento con validez científica, que por discrepancias epistemológicas básicas mantienen
una tensión entre sus receptores y detractores.
La distinción entre la metodología cuantitativa y cualitativa define dos campos de investigación
que profesan postulados paradigmáticos opuestos, entendiéndose por paradigma aquellas
orientaciones de una disciplina constituidas por supuestos ontológicos, epistemológicos,
axiológicos y metodológicos (Sautu, 2003).
Es sumamente importante para una disciplina lograr un relativo consenso en lo concerniente a
las cuestiones metodológicas, ya que estas no se limitan a las técnicas empleadas, sino que la
metodología de la investigación discute los fundamentos epistemológicos del conocimiento, el
papel de los valores, la idea de causalidad, el rol de la teoría y su vinculación con lo empírico, el
uso y la función de los razonamientos deductivos, inductivos y abductivos, así como los criterios
de verificación y falsación de las hipótesis de trabajo.

Conocimiento científico y sus relaciones con el paradigma cualitativo y cuantitativo.


Mario Bunge (1973) establece que el conocimiento científico, con la excepción de las ciencias
formales, se caracteriza por ser racional y objetivo, fáctico y verificable. Implica que la ciencia
fáctica es empírica, en el sentido de que la comprobación depende de la experiencia. Además,
establece que se trata de una clase de conocimiento metódico, predictivo, comunicable y legal,
entendiéndose por esto último que tiene por objetivo arribar a leyes o a generalidades del
fenómeno en cuestión.
Arnau Graus (1978) caracteriza al conocimiento científico por:
A) El origen empírico de los datos
B) La existencia de una acuerdo inter e intraobservadores
C) La capacidad de que el hecho sea replicable
D) La objetividad y
E) Que se trate de datos comunicables
Otro requisito es que sea posible poner a prueba la hipótesis de trabajo, los diseños deben ser
replicables en el sentido de que otros investigadores deben poder realizar ellos mismos la
experiencia de confirmar o rechazar la hipótesis de estudio.
Esta caracterización propuesta sintoniza, en buena medida, con los atributos del método
cuantitativo. El mismo utiliza la recolección y el análisis de datos para contestar preguntas de
investigación y probar hipótesis establecidas previamente. A su vez confía en la medición
numérica, el conteo y frecuentemente en el uso de la estadística para establecer y estimar con
exactitud patrones de comportamiento en una población determinada. Se apoya en el supuesto
de que es posible y válido abstraer aspectos teóricamente relevantes de la realidad para
analizarlos en su conjunto, en busca de regularidades o leyes que sostengan generalizaciones
teóricas. (Hernández, S.; Fernández, C. Baptista, L. 2004).
Se proponen algunos aspectos generales que parecieran ser comunes entre las vertientes. El
enfoque cualitativo se utiliza para descubrir y refinar preguntas de investigación, más que para
hallar las respuestas a esos interrogantes.
(Max Weber 81864-1920), quien introduce el término wersteben o entendimiento, reconociendo
que, además de la descripción y medición de las variables sociales, deben considerarse los
significados subjetivos y la comprensión del contexto donde ocurre un fenómeno. Su propósito
es “reconstruir” la realidad tal y como la observan los actores de un sistema social previamente
definido (Hernández, S. 2004). Se le denomina holístico, porque se precia de considerar el
“todo” de su fenómeno de interés, sin reducirlo analíticamente al estudio de sus partes.
El análisis cualitativo busca comprender los fenómenos dentro de su ambiente usual, utilizando
como datos a las descripciones detalladas de situaciones, eventos, personas, interacciones,
conductas observadas, documentos, etc. la investigación cualitativa se apoya sobre la idea de
la unidad de la realidad, de ahí que sea holística, y en la fidelidad de la perspectiva de los
actores involucrados en esa realidad (Hernández, S. 2004).
La condición de verificación fáctica no se limita a la recolección de datos empíricos, sino a una
posterior elaboración de posibles explicaciones a modo de hipótesis, y su ulterior contrastación.
Habitualmente, los metodólogos cualitativos emplean el razonamiento abductivo como modo de
justificar las interpretaciones que los conducen de los casos a conjeturas teóricas. El tipo de
razonamiento abductivo fue ampliamente estudiado por Charles Peirce como un modo de
adaptar una hipótesis que sea en sí misma factible y que torne los hechos plausibles, por lo que
permite la elaboración de hipótesis a partir de datos observables (Peirce, 1997).en este sentido,
la abducción puede ser entendida como un modo de razonamiento cuya conclusión es una
hipótesis, una clase de razonamiento que consiste en observar una masa de hechos y que
estos sugieran una teoría, brindando nuevas ideas (Debrock, 1998).
La metodología cuantitativa intenta aproximarse a la objetividad por medio del empleo de la
teoría de la medición, basada en el operacionalismo, para el registro de una realidad que existe
con independencia del investigador, y contrasta de modo controlado las predicciones que se
siguen de las hipótesis teóricas previamente planteadas.
En los métodos cualitativos se enfatiza la característica única, irrepetible y subjetiva del
fenómeno explorado, por lo que no intenta arribar a leyes o generalidades. Esto dificulta la
verificación de sus teorías, ya que, si bien se intenta captar el sentido o significado de lo
estudiado, no puede esclarecerse en qué medida las conclusiones responden al fenómeno, a
los prejuicios o preconceptos del investigador, o a una interacción entre ambos. El paradigma
cualitativo no se sujeta tan fuertemente, como el cuantitativo, a una concepción realista del
mundo, lo cual pone en entredicho la existencia del objeto a ser conocido. Las posturas más
extremas asumen la construcción subjetiva de la realidad, sosteniendo la creencia de que no
existe una realidad independiente del observador, sino que esta posee muchas interpretaciones
validadas por las experiencias asociadas con la explicación a través del lenguaje. (Maturana,
1992,2007).
La mente y la subjetividad humana, con sus sesgos característicos, desempeñan un papel
decisivo al constituir un conocimiento o conceptos sobre algo, pero las posturas en extremo
constructivistas se equivocan en el pensar que lo constituido son los objetos.
Desde un punto de vista epistemológico (Klimovsky 1994) propuso que el hecho científico debe
ser susceptible de ser observado por más de un investigador. Esta postura, que apela a la
intersubjetividad para acercarse a la objetividad, abre la posibilidad de estudios con
metodologías cualitativas que, con sus propios métodos y técnicas de recolección y análisis de
datos, comparen las conclusiones presentadas por distintos investigadores en un mismo
campo.
La validez de la investigación en la Psicología
La validez interna y externa son dos conceptos importante en la evaluación de toda teoría
científica. La validez interna está relacionada con el grado de control que se realiza a la hora de
llevar a cabo la investigación (Arnau, G. 1978). Las técnicas de control experimental garantizan
que los resultados efectivamente deriven de una relación entre las variables de estudio y que no
sean consecuencia de la influencia de variables extrañas.
Sin embargo dentro del paradigma cuantitativo en psicología, muchos campos carecen de la
oportunidad de control y manipulación experimental, ej. los estudios psicosociales con técnicas
psicométricas. Y más alejadas aún parecieran estar las posibilidades de la metodología
cualitativa, que no intenta explicar de modo causal sus fenómenos sino “comprenderlos”.
(Kornblit, 2007).
Los métodos cuantitativos son muy potentes en términos de validez externa, dado que con una
muestra representativa de la población realizan inferencias sobre dicha población con una
seguridad y precisión definidas. Es decir fundamenta su validez externa en el muestreo
representativo y está fuertemente apoyada en la estadística y en la teoría de la probabilidad.
Por el contrario, en la metodología cualitativa no existe el objetivo de generalizar los resultados,
sino que su interés reside en arrojar luz sobre las particularidades y especificidades de los
fenómenos, por ejemplo: en el caso de acontecimientos sociales. (Cuenya, L.; Ruetti, 2010).
En la metodología cualitativa el concepto de saturación teórica promueve la recolección de
datos hasta que los mismos nos añadan más categorías conceptuales a la teoría propuesta.
(Manzelli, J.; Pcheny, 2007).
Varios autores postulan de acuerdo a la controversia planteada la necesidad de un abordaje de
método pluralista al momento de estudiar el comportamiento (Dawson; Fischer; Stein 2006)
según el cual de acuerdo al tema u objetivo del estudio en cuestión, se selecciona la
metodología más adecuada para su análisis. Dándose así la combinación de ambos tipos de
metodologías en enfoques mixtos o de triangulación (Hernández, S. 2004).
Conclusiones y comentarios
Actualmente la metodología cuantitativa suele ser la más comúnmente empleada, debido a su
mayor alcance explicativo y predictivo, así como a su rigurosa empresa de considerar o estimar
el error propio de toda inferencia. De este modo, no sólo reconoce el componente subjetivo
inherente a toda conceptualización teórica, sino que también lo incluye dentro del proceso de
verificación. Un abordaje cualitativo que pudiera, de modo desprejuiciado, acercarse al contexto
natural y usual en el que se expresan las conductas, podría aportar las categorías conceptuales
a partir de las cuales empezar a pensar sus relaciones. No obstante cuando el objetivo del
estudio es explicar y generalizar las conclusiones, la rigurosidad y precisión de los métodos
cuantitativos deberían ser siempre tenidas en cuenta, aún para confirmar o refutar hipótesis
planteadas por enfoques cualitativos.
En resumen, el estudio de los fenómenos del comportamiento requiere que se planteen
interrogantes que dirijan y orienten el análisis del problema, pero también es preciso contrastar
esas preguntas con los hechos de la realidad. Y el avance de la ciencia, en psicología, va a
estar determinado por las nuevas preguntas que surjan al poner a prueba las primeras. Por ello
es fundamental que el conocimiento de un problema conduzca a un intento de explicación del
mismo, para poder abordar futuros interrogantes. (Cuenya, L.; Ruetti, E. 2010).

1. Perspectivas cualitativa y cuantitativa en investigación


¿inconmensurables?
Desde una perspectiva cuantitativa:
La epistemología se encarga del estudio del conocimiento científico, descubrimiento y la
justificación de sus teorías. Bunge define la epistemología como “un conjunto de disciplinas que
estudian el problema del conocimiento científico desde múltiples perspectivas, es decir una
ciencia de la ciencia. La epistemología cuenta con varias ramas, entre las que se podrían
mencionar, la lógica de la ciencia, la metodología de la ciencia, la ontología de la ciencia, entre
otras (Cortada de K.; Macbeth; López, A. 2008. p 55).
En un intento por buscar criterios de demarcación entre conocimientos científicos y no
científicos, Karl Popper planteó en la época de 1930 una solución que aún hoy se considera
satisfactoria. Sostuvo que los conocimientos científicos pueden identificarse por su falsabilidad
que al ser puestas a prueba en estudios empíricos, pueden resultar erróneas. Por lo tanto las
teorías científicas son siempre provisorias, están siempre expuestas a ser reemplazadas por
otras teorías que puedan dar explicación a aquellos hechos que las teorías anteriores no
pudieron explicar.
El conocimiento científico es falible y abierto, continuamente en movimiento, es imposible
acceder a un conocimiento absolutamente seguro y cierto pero también existe la posibilidad de
desarrollo y crecimiento permanente del acceso humano al conocimiento de la realidad
(Popper, 1945).
Popper en un primer momento planteó el problema de la demarcación como la separación entre
la ciencia y la metafísica, luego, se centró en la demarcación entre ciencia y no ciencia (Popper,
1945). El problema de la demarcación era uno de los temas centrales de la epistemología, el
otro fundamental era la inducción. Así que podían construirse teorías científicas hacia final del
siglo XIX y comienzo del XX de manera inductiva y deductiva. Dichas “hacen referencia al
movimiento del pensamiento, a su desplazamiento por diversos niveles de abstracción,
acercamiento o alejamiento de lo empírico, evento particular y concreto determinado por
coordenadas espaciales y temporales específicas” (Cortada de K.; Macbeth; López, A. 2008 pp.
57).
De acuerdo a los planteos popperianos, este procedimiento inductivo es erróneo, es imposible a
través de la generalización de observaciones construir teorías científicas, ya que se desconoce
el universo de observaciones por lo tanto siempre puede ocurrir que alguno de los casos no
conocidos, sea contrario a los observados y por lo tanto, se invalida la teoría.(Cuenya, L; Ruetti,
E. 2010).
Popper propuso una solución, la formulación de un método especial para la ciencia, el método
hipotético deductivo. Su lógica es anti-inductivista, aunque no deja de dar un lugar relevante a
la experiencia, donde lo importante es el carácter conjetural de las teorías, su condición
provisoria, falsable, su carácter de búsqueda y aproximación (Popper, 1959,1963,1972; Cortada
de K. Macbeth; López, A. 2008; Briones, 2002).
Los experimentos psicológicos típicos intentan ofrecer evidencias del rechazo de la hipótesis
nula, definida como aquella hipótesis planteada por teorías anteriores en el tiempo. Sólo se
concluye que se rechaza o no la hipótesis nula, no afirmando como verdadera la hipótesis
alternativa, sino aportando nuevos elementos para que se comience una nueva investigación en
la que se intentará rechazar la nueva hipótesis puesta a prueba. Popper insiste en el carácter
crítico de esta visión que denomina –racionalismo crítico- (Popper, 1959; Schuster, 2004).
Desde una perspectiva cuantitativa, los fundamentos epistemológicos que permiten al
investigador optar por determinada manera de ver la realidad, y que, por lo tanto caracterizan y
definen los modos y los medios de producir conocimiento científico son el Positivismo y el
Postpositivismo. Entendiéndose la realidad como aquellas identidades o cosas (objetos)
independientes del pensamiento: objetiva, material y estable, dirigida por leyes y mecanismos
naturales (realidad empírica). De este modo, el investigador debe asumir una posición distante
del objeto de estudio, con la finalidad de lograr un conocimiento objetivo de esa realidad, lo cual
permitiría excluir juicios valorativos tanto del investigador como de los sujetos investigados
(Padrón Guillén, 1992).
Miguel Martínez Miguélez plantea que, más allá que la literatura positivista tradicional define
diferentes tipos de validez (validez de construcción, interna, externa), todas pretenden
determinar si lo que se está midiendo, es lo que se desea medir. O bien la confiabilidad tiene
como finalidad asegurarse que un investigador, siguiendo o llevando el mismo estudio, llegue a
resultados y conclusiones similares. Respecto de la confiabilidad Martínez Miguélez plantea que
es aquella investigación que es estable confiable segura, congruente, igual a sí misma en
diferentes tiempos y previsible para el futuro (Martínez Miguélez, 2006).
El Positivismo y el Postpositivismo son las bases epistemológicas en las que se basa la
metodología de la investigación desde una perspectiva netamente cuantitativa, en la que se
pretende explicar y predecir la realidad vista desde una perspectiva externa utilizando la
estadística y el experimento como herramientas principales para la construcción del
conocimiento (Padrón Guillén, 1992).
Hacia una perspectiva cualitativa.
Uno de los discípulos que crítico a Popper fue Thomas Kuhn. A su ciencia se le puede
considerar anti-ortodoxa ya que se aleja del énfasis en la consideración de la estructura y
reconstrucción lógica de la ciencia, que es particular del enfoque ortodoxo. Pone gran énfasis
en lo “histórico y lo social de las comunidades científicas” Plantea que el desarrollo del
conocimiento científico se da a través de revoluciones científicas, e incorpora la noción de
paradigma, definiendo al mismo “como un modelo de ciencia que plantea problemas y formas
de solución para estos”. (Cortada de K.; Macbeth y López A, 2008 p. 59).
Kuhn plantea que “la mayor parte de las actividades científicas están determinadas por los
lineamientos temáticos y metodológicos de los paradigmas” (Cortada de K.; Macbeth; López A.
2008 p. 59). Afirma que los diferentes paradigmas son inconmensurables, es decir que “tienen
visiones radicalmente incompatibles de la disciplina, e incluso del mundo” (Cortada de K.,
Macbeth y López Alonso, 2008 p.59).
Desde una perspectiva cualitativa en investigación se pretende comprender la realidad social,
entendiendo a esta como resultado de un proceso histórico, considerado desde la lógica y sentir
de sus protagonistas. La realidad epistémica, lo que significa que es una construcción, por lo
tanto requiere del sujeto que la conoce y además, reconoce que ese sujeto es contextualizado,
influido por la cultura, el momento histórico y las relaciones sociales. El conocimiento de la
realidad depende del sujeto que la conoce, de sus formas de percibir, sentir, actuar, propias de
ese sujeto. Esta realidad se considera dinámica, cambiante, en movimiento. (Cuenya, L.; Ruetti,
E. 2010).
El conocimiento es una construcción compartida a partir de la relación del investigador y del
objeto investigado. Por lo tanto, la subjetividad y la intersubjetividad son herramientas a ser
utilizadas, no obstáculos en la investigación (Samaja, 1994; Briones, 2002).
La validez y la confiabilidad son dos aspectos a tener en cuenta en la perspectiva cualitativa. En
esta investigación la confidencialidad se vuelve un requisito difícil de alcanzar. En cambio la
validez es la fuerza mayor de estas investigaciones. El acento para poder realizar esta
aseveración está puesto en el modo de recoger información y las técnicas de análisis que se
usan. Su modalidad de trabajo conlleva al investigador a estar permanente en contacto con los
sujetos participantes del estudio, a permanecer en el lugar recolectando información durante
largos periodos de tiempo y al ir revisándolos, comparándolos y analizándolos de manera
continua, poder ir adecuando las entrevistas a las categorías empíricas que resultan de la
misma investigación, y por último llevar a cabo un proceso de análisis en el que se tiene en
cuenta la realimentación y la retroalimentación permanentes. (Cuenya, L.; Ruetti, E. 2010).
Las perspectivas filosóficas que más tuvieron influencias en la perspectiva cualitativa son la
Fenomenología (propone como alternativa para el análisis las categorías del sujeto, subjetividad
y significación que se traducen en los conceptos de interioridad y vivencia), el Interaccionismo
Simbólico (que tiene sus raíces en Dewey, desde esta postura se considera como objeto de
estudio los procesos de interacciones a través de los cuales se producen la realidad social
dotada de significado, entonces lo que interesa es la búsqueda de la dinámica de producción de
significados sociales), la Sociología Crítica (busca comprender la realidad, tratando de
transformarla desde una postura crítica), la Hermenéutica (reconoce como principio la
posibilidad de interpretar cualquier texto en sus dos posturas: literalmente y como
interpretación) (Briones, 2002)
¿Entonces son dos perspectivas inconmensurables?
Las perspectivas cuantitativa y cualitativa en investigación no son inconmensurables, sino que
son posibles de ser integradas con el fin de optimizar la investigación que se esté llevando a
cabo.
La combinación del uso de metodologías cualitativas y cuantitativas, investigación
multimétodos, se apoya, entre otros argumentos, en su complementariedad, definiendo a la
misma “como la mutua aportación de lo que falta al otro” (Polit y Hungler, 2000 p.249). Las
deficiencias que pudieran aparecer al utilizar determinadas técnicas podrían ser superadas o
reducidas a través del uso integrado de diferentes técnicas y métodos de análisis, resaltando el
beneficio de cada uno de ellos, obteniendo un trabajo científico más completo y enriquecedor.
(Denzin 1989) acuñó el término de triangulación.
La triangulación es el uso de diversas fuentes de datos combinadas en los mismos resultados.
Desde las dos perspectivas cuantitativa y cualitativa se puede llevar adelante la triangulación,
pero si además de utilizarla dentro de la misma perspectiva, se combinan los elementos de
ambas perspectivas los beneficios serán mayores. (Cuenya, L.; Ruetti, E. 2010).
Otra ventaja de diseñar investigaciones multimétodos es la posibilidad de aumentar la validez
de los resultados, ya que los datos obtenidos se sustentarán en datos de tipo múltiples y
complementarios. Hinds señala que “el empleo conjunto de ambos métodos proporciona
mejores elementos para descartar explicaciones alternas de los cambios observados y reduce
las dudas respecto de los hallazgos relativos a dichos cambios” ( Hinds, 1989 p 442).
Para lograrla es preciso tener en el diseño de la investigación este elemento característico, así
desde un comienzo la investigación va a adquirir rasgos particulares. Sus objetivos, instrumento
de recolección de datos, recolección, análisis de los mismos, todo estará adaptado a esta
combinación de perspectivas (Polit y Hungler, 2000)
Se puede concluir que las perspectivas cualitativas y cuantitativas, más allá que se le
reconocen bases epistemológicas distintas y que fueron desarrolladas en los apartados
correspondientes, no son perspectivas inconmensurables.
Utilizar las perspectivas cualitativas y cuantitativas combinadas como herramientas de trabajo
complementarias, las ganancias serán diversas.
Se podrá abordar un hecho complejo de distintas miradas, corroborando las respuestas desde
diversos puntos de vista, diferentes metodologías de trabajo, compensando de este modo, las
debilidades de cada una de ellas, enriqueciendo y fortaleciendo el trabajo científico (Campos, R.
2007; Arana, C.; González, G.; Palmar y González, L. 2008)
Bibliografía

Cuenya, L.; Ruetti, E. (2010). Controversias epistemológicas y metodológicas entre el


paradigma cualitativo y cuantitativo en Psicología. Revista Colombiana de Psicología, 19 (2),
271-277. Recuperado de Redalyc.
De Andrea, N.G. (2010 p. 53-66). Perspectivas cualitativa y cuantitativa en investigación
¿inconmensurables? Fundamentos en Humanidades, 11 (21). Recuperado de:
fundamentos.unsl.edu.ar/pdf/articulo-21-53.pdf

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