Origen literario de la Biblia

La composición de los escritos que constituyen la Biblia comenzó en los mismos orígenes del pueblo
hebreo. En su condición de esclavos en Egipto habían estado sujetos a las leyes de aquella tierra; pero
cuando se libertaron, su caudillo (Moisés) les promulgó un código de leyes, el cual escribió en un libro
que forman la primera parte de los escritos sagrados.

Historia de la conquista

Después de la entrada de los hebreos en la tierra prometida y de la conquista de ella, se escribió la

historia de estos acontecimientos.

Cambio de gobierno

Cuando la organización de su gobierno se cambió, reemplazando la teocracia por una monarquía, era
natural que hicieran como las demás naciones, y se escribieran las crónicas de sus reyes y los
acontecimientos más importantes de sus reinados.

Las profecías

Más tarde la apostasía obstinada del pueblo dio lugar a la composición de las profecías, que contienen
principalmente amonestaciones y exhortaciones al arrepentimiento y la revelación de las consecuencias
terribles que resultarían de las continuadas rebeldías contra su Dios.

Conclusión del Antiguo Testamento

Durante todo este tiempo la naturaleza fervorosamente religiosa del pueblo hebreo había dado origen a
un cuerpo respetable de obras poéticas, didácticas, contemplativas y proverbiales, tales como los salmos
y los proverbios. Así continuó el crecimiento del número de escritos altamente estimados por su
contenido, hasta que la nación judía perdió su independencia y a la vez su propio idioma. En esta época
se completó la colección de libros que constituyen el Antiguo Testamento.

Composición del Nuevo Testamento

Con la vida pública de Jesucristo empezó una nueva época en la historia religiosa de los judíos. El tuvo
alrededor suyo un grupo de discípulos que debían propagar sus doctrinas. Esto lo pudieron hacer al
principio oralmente; pero con el transcurso del tiempo, la proximidad de sus muertes y el aumento del
número de las congregaciones, hicieron que ellos escribieran la historia de la vida y enseñanzas de su
Maestro. A esto se le agregó la historia de la actividad misionera de algunos de los apóstoles y
discípulos. Al paso que el número de las congregaciones cristianas iba aumentando, fue necesario que
los principales entre los apóstoles que no podían estar constantemente con ellos, les escribieran cartas
para su instrucción y amonestación. Así tuvieron su origen los libros del Nuevo Testamento.