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Mujeres en Reclusorios
Mujeres en Reclusorios
Protocolo
Mujeres privadas de su libertad que no
reciben visita de sus hijos dentro del
C.E.R.E.SO de Koben en San Francisco
de Campeche
PRESENTA
LAURA GPE CABRERA TZAB
Protocolo de investigación
Mujeres privadas de su libertad que no
reciben visita de sus hijos dentro del
C.E.R.E.S.O de Kobén en San Francisco de
Campeche
PRESENTA
LAURA GPE CABRERA TZAB
1.1 DELIMITACIÒN
Planteamiento de problema
Un factor con bastante relevancia durante su estancia en prisión que realizan las
mujeres reclusas, es la falta de contacto familiar que suele ser fundamental en
este tipo de situación. Esto se da en el momento que la reclusa, al ser ingresada al
penal pierde contacto con sus familiares, pero uno de los mayores miedos y sobre
todo preocupación para ellas, es cuando son separadas de sus hijos, por lo que
rompen vínculos afectivos con ellos. por lo general se da a aquellas que son
madre de menores, ya que, en los reclusorios no es permitido el acceso, si no con
previa solicitud que dura poco más de 15 días en ser tramita y autorizada, esto
para quienes no cuentan con la mayoría de edad.
Los familiares por lo general toman las medidas necesarias, para que el hijo de las
reclusas pueda tener una vida digna y sobre todo una educación llena de valores
para con esto evitar cometan errores delictivos que puedan orillarlos en un futuro a
privarlos de su libertad.
Desde el momento en que las reclusas saben que están embarazadas los lazos
que empiezan a crear con el individuo son muy notorios por lo que empiezan a
entrar en un estado de reflexión en cuanto a su comportamiento y de cierta
manera pensar en cómo mejorar y brindarle bienestar al infante.
Conforme se va acercando la etapa del parto la reclusa siente nervios y solo
piensa en quedárselo o contar con el apoyo de algún familiar para que se haga
cargo durante el tiempo de estancia en prisión. En ocasiones muchas reclusas
entran en depresión por que se sienten incapaces de hacerse cargo del recién
nacido, suelen crearse vínculos emocionales de madre e hijo como naturalmente
se da por el llamado “instinto materno” durante el tiempo dicho. posterior, este
vínculo se ve afectado cuando da a luz y observa su realidad, entendiendo que no
es una vida digna que pueda ofrecer. Es por ello que algunas se ven afectadas y
entran en un cuadro de depresión, ansiedad o pánico ya que, en algunas
ocasiones estás pueden sentir como si su corazón fuera a estallar, o como si
perdieran el sentido de la vida. Esto va acompañada con pensamientos de que la
vida no tiene sentido y en ocasiones entrar en un cuadro de depresión severa, que
con el tiempo pudiera ir en aumento o disminución, ya sea el caso.
PREGUNTAS
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
DELIMITACIÓN
JUSTIFICACIÓN .
De otra forma hacer conciencia del daño emocional que una mujer dentro de este
tipo de instituciones podría sufrir, sobre todo cuando es ingresada en compañía de
un ser ajeno a la culpa delictiva formándose dentro de ella.
Por otra parte, las mujeres que adentro tengan hijos, estarán conviviendo con su
madre dentro del penal hasta cierta edad en la que nace una preocupación sobre
el futuro del menor, puesto que este tipo de lugares no han sido diseñados o no
cuentan con los espacios o simplemente el ambiente para crecer y educarlo no es
el indicado para el desarrollo de un menor.
El apego que se ira forma al momento de estar embarazada puesto que, en esta
condición, el lazo suele ser especial por el llamado “instinto materno”, con esto
provocando que no se sientan solas ya que dentro de ellas llevan un ser vivo. De
igual manera comienzan a visualizar el futuro y el bienestar del bebe, pero la
problemática que atraviesan algunos niños cuyas madres residen en alguna
prisión es que van normalizando el entorno y su crecimiento, conducta entre otras
cosas pudieran ser negativas, pero viéndolo de otra manera pudiera ser positiva,
ya que al estar dentro con recursos sumamente limitados ira creciendo con la
conciencia de ir valorando las pocas oportunidades que se le vaya presentando.
Aun con el paso de los años se mantienen intactas las atribuciones de las
funciones sociales que condenan a ambos sexos a realizar conductas
estereotipadas, sometiendo a juicio a aquellas personas cuyos actos trasgreden
las normas sociales y las esperadas según su sexo. Por ello, en el caso de las
mujeres, la prisión conlleva un proceso de estigmatización superior a la del
hombre.
Otro aspecto que debe ser abordado es la separación familiar, que hace más
complicado el proceso de encarcelamiento para las mujeres. Los centros
penitenciarios suelen estar situados en las afueras de los núcleos urbanos,
dificultando las visitas de los familiares debido a su escasa accesibilidad. Además,
la probabilidad de estar alejadas de sus familiares es mayor para ellas debido al
menor número de prisiones femeninas o con unidades de madres, que potencia
los traslados, alejándolas de sus lazos familiares.
La situación de las madres que viven este proceso supone una circunstancia
específica dentro de los centros penitenciarios, pero no por ello debe ser
discriminatoria. En primer lugar, estas mujeres tienen que enfrentarse a la decisión
de entrar o no en prisión junto con su hijo o hija, en caso de que sus
circunstancias legales así lo permitan, o dejarlo a cargo de algún familiar, si lo
tuviera. En caso de que no sea posible, sus hijos se encontrarían bajo la tutela de
los Servicios Sociales Autonómicos, y serían ubicados en pisos tutelados o con
familias de acogida de forma temporal. En muchas ocasiones, las mujeres
ingresan en prisión embarazadas, pudiendo permanecer los menores en el
establecimiento penitenciario hasta los tres años de edad. En el caso de las
mujeres que deciden entrar en prisión junto con su hijo/a, el estigma social
continúa vigente, se podría decir que de manera doble
La jurista Maíra Fernandes (Vigna, 2017), afirma que los menores son las
primeras víctimas de las prisiones, ya que, al menudo, las mujeres son
abandonadas por sus parejas, de las cuales dependían, al entrar en los centros
penitenciarios. Por tanto, son las madres, incluso dentro del establecimiento
penitenciario, quien ha de hacerse cargo de su hijo o hija.
mujeres como de los menores. Sin embargo, ante esta circunstancia especial, los
menores también tienen derecho a vivir en un contexto adecuado a las
necesidades propias de su edad, que les permita desarrollar sus capacidades en
su totalidad. Dicha situación no implica la separación de sus madres, sino asumir
estas circunstancias y crear espacios e intervenciones adecuadas a sus
características.
Tras analizar la realidad de este escenario, no parece ser un debate sencillo. Las
circunstancias obligan a las mujeres a elegir entre alejarse de sus hijos o hijas, o
convivir con ellos bajo una situación poco alentadora. Además, que la mayoría de
las Unidades de madres estén ubicadas en departamentos femeninos, que a su
vez forman parte de un adosado a macro cárceles donde se priorizan las
necesidades y demandas de los hombres, o ubicadas en espacios remodelados
para tal fin sin que su objetivo principal fuera este, no favorece que se pueda llevar
a cabo una buena atención a la maternidad en los centros penitenciarios. Por este
motivo, y para paliar las consecuencias de este escenario, se han llevado a cabo
medidas alternativas como la construcción de las Unidades Dependientes o las
Unidades Externas de Madres, que promueven un adecuado desarrollo del menor,
y de forma
Primeramente, debemos definir a una familia disfuncional como aquella que, por
diversas razones, no tiene la capacidad de garantizar a sus hijos un entorno
adecuado donde pueda satisfacer las necesidades materiales, sociales o
afectivas, que necesitan los niños para crecer sanos y felices.
Ahora bien, disfuncional significa que funciona mal o a medias; en todo caso, no
hace lo que se espera. Si el término se aplica a la familia, entonces se entiende
que existe pero no atiende en cuanto a su esencia; a los cánones pre
establecidos.
1. Problemas de vicios
Uno o alguno de los miembros del grupo familiar es adicto a las drogas o presenta
problemas de alcohol, con todo los problemas que esto acarrea.
2. Falta de comunicación
Cada quien anda en su mundo y no les interesa lo que sucede en el de los demás.
Los padres no hablan con sus hijos y esto no les manifiestan sus inquietudes o
necesidades emocionales, aunque sí las materiales.
3. Control excesivo
Los abusos propician conductas rebeldes en los hijos que eventualmente pueden
llegar a ocasionar violencia, cuando uno o algunos de los abusados deciden
ponerle fin a la situación.
• 247 niños tenían menos de un año, 126 un año, 94 niños tenían la edad de 2
años, 53 tenían 3 años, 16 cuatros años y 13 niños tenían cinco años.
• La legislación nacional aplicable a los casos de niñas y niños que viven con sus
madres en prisión abarcan desde la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos hasta la Ley General de Niñas, Niños y Adolescentes y la Ley Nacional
de Ejecución Penal.
• Existen antecedentes jurisdiccionales que velan por el interés superior del menor
y por la separación gradual y paulatina del menor y su madre.
• La edad máxima permitida para que las niñas y niños estén con sus madres en
prisión es de 3 años de acuerdo con la Ley Nacional de Ejecución Penal (LNEP)
vigente desde junio de 2016.
• La LNEP contempla que los centros penitenciarios deben garantizar a los
menores: zonas para esparcimiento, una buena alimentación y servicios de salud
y de educación de acuerdo a su edad.
Entre los factores de riesgo que pesan sobre la población reclusa femenina,
inevitablemente han de analizarse aquellos que hacen referencia a al ámbito
educativo, entre los que destacan un abandono académico prematuro de las
mujeres, el acentuado fracaso escolar o el bajo nivel cultural de estas. Las
explicaciones de esta situación recaen en la necesidad de trabajar para aportar
dinero a la familia debido a la situación de precariedad económica que suele estar
presente en estos entornos; el deber de ayudar a sus madres en las tareas
domésticas, especialmente en contextos patriarcales donde las mujeres continúan
sufriendo una mayor discriminación y suelen tener menor acceso a los entornos
educativos; o demostrar un escaso interés por los estudios, motivado en muchas
ocasiones por la perspectiva de encontrar un trabajo que permita su
independencia económica
La educación, en concreto la educación social, debe generar en las personas
procesos reflexivos que promuevan un cambio en la construcción y atribución de
los significados que se otorgan a determinados hechos y circunstancias, es decir,
a la interpretación que se hace de los mismo Cuando un acontecimiento externo a
la persona le afecta de tal forma que consigue cambiar su percepción del mundo,
esa persona ha experimentado un cambio en el significado de su entorno y de sus
circunstancias, debido a que las personas somos permeables y, por tanto,
susceptibles de acceder al cambio y de sufrir transformaciones en nuestras
vivencias personales
(177) PINTo, MóNIcA, Temas de derechos humanos, Buenos Aires, Editores del
Puerto, 1997, 1ª ed.,
La problemática de las y los hijos de las mujeres reclusas incluye tanto su vida
cotidiana, cuando la madre ingresa a prisión y se queda con ella, como la que se
presenta cuando las familias sustitutas o las instituciones de asistencia social se
hacen cargo de las niñas o niños
Toda sociedad tiene aspectos que olvida e ignora, individuos que dejan de existir
para los mismos. El sistema penitenciario ha sido un tema aislado de la agenda
política. Las personas que viven en la sociedad desconocen cómo viven sus
reclusos. Las cárceles surgen como una medida humanista para castigar los
delitos cometidos en sociedad: su población era básicamente masculina. Con el
pasar del tiempo, las mujeres adquieren un mayor rol en la sociedad y entran al
sistema penitenciario. Este sistema requiere adaptarse a las condiciones de la
mujer, por ejemplo, a la maternidad. A partir de ello, nace un nuevo desafío para el
sistema penitenciario, que es crear una medida que garantice el principio del
interés superior del menor a los hijos de las reclusas.
Las madres de estos niños, es decir las reclusas, requieren de un trato especial
debido a que las cárceles surgen para el género masculino que no considera las
particularidades de la mujer.[1] Dentro de las recomendaciones internacionales se
encuentran las Reglas de las Naciones Unidas para el tratamiento de las reclusas
y medidas no privativas de la libertad para las mujeres delincuentes “Reglas de
Bangkok”. Estas reglas fueron creadas para otorgar lineamientos a los Estados
sobre el correcto tratamiento de las mujeres y sus hijos. Las Reglas de Bangkok
mencionan que las reclusas deben tener instalaciones apropiadas para ellas,
artículos necesarios para satisfacer sus necesidades de higiene personal,
servicios de atención médica y acceso a una alimentación apropiada. Además,
como punto principal debe existir una perspectiva de género para poder garantizar
los derechos a las mujeres y evitar tratos indebidos. Respecto a los niños, las
reglas establecen que su permanencia en la cárcel debe estar sujeta al interés
superior del menor; en el caso de que el niño permanezca con su madre es
necesario garantizarle una buena alimentación, servicios de salud, espacios
especiales para estar con su madre, entre otras cosas.
Los niños son un grupo vulnerable por su falta de madurez física y mental, ellos
requieren de una mayor protección y cuidados especiales para poder desarrollarse
sanamente. Todas las medidas y acciones entorno a los niños deben guiarse bajo
el principio del interés superior del menor. Dicho principio es considerado como
una norma en blanco que carece de criterios establecidos. En este sentido, el
principio del interés superior del menor es un principio sujeto a las interpretaciones
de los valores culturales y sociales que decidan los jueces.[2] En la jurisdicción
mexicana, la Suprema Corte de Justicia de la Nación se ha pronunciado al
respecto y lo ha definido como un concepto triple al ser: “un derecho sustantivo; un
principio jurídico interpretativo fundamental; y una norma de procedimiento”.[3] La
Corte busca establecer que el principio del interés superior del menor considere a
los niños en aspectos relevantes para su vida como lo es la educación, la salud, la
personalidad, el entorno familiar, la protección personal y las condiciones
referentes a su vida como individuo. Con ello, dicho principio es casuístico y está
sujeto a las particularidades de cada niño.
Hay varias estructuras para mejorar el bienestar de los niños y niñas donde
encontramos caracterizadas en Unidades dependientes, que son pequeños
hogares para internas en régimen de semi libertad; las Unidades de madres
registrados como módulos en el interior de los centros penitenciarios separados
del resto; las Escuelas infantiles que se llevan a cabo por especialistas que se
encargan de la programación educativa y lúdica de los menores; los Módulos
familiares donde se comparte con la pareja si también está en prisión la educación
de los hijos y por último, las Unidades externas de madres donde tienen como
objetivo crear un ambiente adecuado para los niños y niñas para su desarrollo
emocional y educativo así como para favorecer la re-inserción social de la madres.
(Cuenca,2020, p.11)
Los beneficios que dan las instituciones penales, es para mejorar la estancia de
las reclusas que son privadas a su libertad. Que las que consta con sus hijos que
conviven se siente bien, que a pesar de estar adentro de la cárcel de igual manera
tiene derecho a convivir con sus pequeños. Tenga una vida de calidad que el
desarrollo y el crecimiento del menor sea estable.
Por lo tanto, las madres puedan cumplir con sus obligaciones, que mientras ellas
estén trabajando o haciendo limpieza que les ponga. Se sienta seguras que sus
hijos están en buenas condiciones.
Trata de que toda reclusa tiene derecho a hacer libre que no debe ser sometida a
tortura, algún tipo de violencia. Que el su bienestar dentro la estancia debe ser
segura en cualquier momento. En la etapa de embarazo es donde la deben de
tener más cuidado, no poder en riesgo la vida del bebé.
Tiene derecho a que tenga una vida a pesar de que estén privada a su libertad, de
recibir un buen trato por parte del personal de la institución como de sus
compañeros, de que no violen ninguno de sus derechos.
De que sus familiares reciban un buen servicio por las autoridades al momento de
irlas a visitar, de que no abusen de su poder para tratarlas mal.
Que los hijos de las reclusas tengan derecho de tener igual una vida digna, y
tenga derecho a convivir con sus bebés les puedan dar la lactancia materna, a
recibir los cuidados de ambos progenitores, a conocer su identidad, a su integridad
física y psíquica, a tener las condiciones necesarias para su desarrollo, a la
educación y a la salud.
De que no sean discriminados por su color, etnia, sexo o delito que tenga un trato
justo y necesario.
Se entiende por una vida digna el hecho de llevar una existencia con las
necesidades básicas cubiertas y en unas condiciones laborales y humanas con un
mínimo nivel de bienestar.
Las reclusas tienen derecho de que si tiene un hijo menor de 3 años pueden estar
con ellas, pero solo si las instalaciones sean adecuadas para estar con ellas. De
igual manera tiene derecho de que los familiares la vayan a ver y de tener citas
conyugales con su pareja. De tener permiso de salir cuando algún familiar se
encuentre enfermo o para ir a un funeral. También se puede mencionar que al
momento de ser trasladado a otra prisión se le debe de avisar a un familiar.
3.4 Tiempo
HIPOTESIS (HI)
El desprendimiento, un temor común que agobia a algunas madres. . (2018 Mayo 16). Recuperado
el 20 de Abril de 2020, de https://revistas.elheraldo.co/
M., A. (2020). El 88% De Reclusas En México Es Mamá; 417 Tiene A Hijos En Su Celda. Recuperado
el 14 de Marzo de 2020, de
URL:https://guiasjuridicas.wolterskluwer.es/Content/Documento.aspx?
params=H4sIAAAAAAAEAMtMSbF1jTAAAUMjYzMDtbLUouLM_DxbIwMDCwNzAwuQQGZa
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del niño: Un estudio en el Hogar de niños Antonio Valdivieso en cuenca, ecuador.
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Trastorno por déficit de atención: síntomas, diagnóstico, tratamiento. (s. f.). . (s.f.).
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%20entre%20rejas%20%2024-%2010%202017.pdf?sequence=1&isAllowed=y