Un nuevo saber.

Los estudios de mujeres UN NUEVO SABER

Marysa Navarro y Catharine R. Srimpson (compiladoras) LOS ESTUDIOS DE 1v1UJERES

I. ¿Qué son los estudios de mujeres?

II. Sexualidad, género y roles sexuales
II!. Cambios sociales, económicos y culturales
IV. Nuevas direcciones
¿Qué son
los estudios
de mujeres?

MARYSA NAVARRO
CATHARINE R. STll'vlPSON
COMPILADORAS

Marvsa Navarro enseña Historia de América Latina en Dartmourh College,

donde ha sido decana asociada de Ciencias Sociales y es Charles Collis
Professcr of History.
1
Catharinc R. Siimpson es editora fundadora de Signs:Journal of \Von1e11and FONDO DE CULTURA ECONÓ~IICA
Culture r.ud Soaet». Ha participado en los estudios de mujeres)' de género
1
desde los oños sesenta. En 1990 fue elegida presidenta de la Modero Laoguage
Association. En Ja actualidad es Univcrsity Professor y decana de estudios 1• MÉXlCO - ARCEN11NA - BRASIL - COLOMBIA - CHILE - ESPAÑA
EsTADOS UNIDOS DE AMtRICA - PERÚ - VENEZUELA
graduados en New York Universiry.
 El tráfico de mujeres: notas sobre la
"economía política" del sexo"
Gayle Rubin

La producción intelectual sobre el tema mujeres -ranto feminista

como antifeminisra- es una larga disquisición sobre la naturaleza l'
el orí en de la opresión y de la subordinación social de las muje-
~o es una cuesnon nvra , puesto que as exp icaciones que se
den condicionan nuestras visiones del futuro y nuestra evaluación
de si es realista o no la esperanza de una sociedad sexualmenre
igualitaria. Más aún, el análisis de las causas de la opresión de las
mujeres constituye la base de cualquier evaluación de lo que !,a-
bría ue cambiar para alcanzar una sociedad sin ·erar uía de g6ne·
ros. Si en a raíz e a opresión femenina encontráramos que b
agresividad y la rendencia al dominio son innatas en los hombres,

• Titulo original en inslés: "Tbe Traffic in \'í'on1cn: Ncrcs oo thc ·1\>hri.::ll

Economy' of Sex", en: Reirer, Rayn.a R. (cd.}, ·rocv(Jrd ,ur Autiirópo!osr o{ \\..o­
nwi, Nt.:\\' York: tvlonthly Rcvicw Prcss, 1975. Traducción de jessicn ~(..;Lau..:h·
lan y Mirko Laucr,
Reconocimiento es una palabra inadecuada para expresar haStl qué punro
este trabajo, como la mayoría, es producto de muchas mentes, También es r.c-
eesario liberar a otros de la responsabilidad de lo que por ühirno es una visión
personal de una conversación colectiva. Quiero aquí liberar y agradecer a las si-
guientes personas: a Tom Andcrson y Ar.lene Gcrelick, coautores, junto conrni-
go, del trabajo del cual derivó ésre; a Rayna Rciter, Larry Shields, Roy Kelly,
Pcggy \'<'hite, Norma Diamond, Randy Reircr, Frcdcrick \~y:H!, A:1;1.c Lockslev,
Julict Mitchell y Susan Harding, por innumerables conversaciones e Ideas: a
Ma<Sholl Sahlics, por la revelación de la antropología; a tynn Eden, por su edi-
ción sardónica; a las integrantes de \Vomen's Seudies 340/004, por mi iniciación
en la enseñanza; 3 SaHy Brenner, por su heroísmo con la máquina de escribir; a
Susan Lcwes, por su increíble:paciencia y a Em.ma Goldman, por el título.

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16 ¡QUÉ SON LOS ESTUDIOS.DE MUJERES?
el programa feminista requeriría lógicamente ya sea el exterminio
del sexo delincuente o bien un programa eugenésico para modifi-
car esas características. Si el sexismo es un producto secundario
del despiadado apetito de ganancias del capiralismo, desaparecería
con . :-1 triunfo de una revolución socialista. Si la histórica derrota
mundial de las mujeres sucedió como resultado de una rebelión
patriarcal armada, entonces es hora de que las amazonas guerrillc-
rus empiecen a entrenarse en los montes Adirondacks.
Estaría fuera de los límites de este trabajo hacer una crítica
completa de algunas de las explicaciones de moda sobre los orí·
genes de la desigualdad sexual -rcorínsrnlcs como la visión evo·
.lucionist,1 tan popular ejemplificada en Tbe lmpcrial Animal, el
supuesto derrocamiento de matriarcados prchisróricos- o extraer
todos lo, aspectos de la subordinación social del primer volumen
de E! C.1¡,it.1/. Lo que quiero es esbozar algunos elementos de
una explicación alternativa del problema.
En al~un:1 ocasión, Marx preguntó: u ¿Qué es un esclavo ne...
µro' Un hombre de raza negra. Una explicación vale tanto como
otra. Un negro es un negro. Sólo se transforma en esclavo en de-
terminadas. relaciones. Una máquina para hilar algodón es una
máquina púa hilar algodón. Se transforma en copita! solamente
en algunas condiciones. Fuera de esas relaciones no es capital, así
como el oro en sí no es dinero o el azúcar en sí mismo no es el
precio del azúcar" {Marx, 1971b: 28). Podríamos parafrasear a
:--brx preguntando- ,qué es una mujer domesticada? La hembra
de la especie, Una explicación vale tanto como otra. Una mujer
es una mujer. Sólo se transforma en una doméstica, una mujer, una
mercancía, una conejita de PlaybO)\ una prostituta o un dictáfo-
no humano en determinadas relaciones. Fuera de ellas no es la
compañera del hombre, así como el oro en sí no es dinero, etcére-
ra. ¿Cu,íles son, entonces, esas relaciones en las que una hembra
de la especie se convierte en una mujer oprimida? Se puede em-
pezar a desenredar el sistema de relaciones mediante el cual las
~forman e11 presa di! los hombres en obras tales
-como l,1$ Je Claude Iév1-Strauss y S1gmund Freud. La domEric:r-
aón de las mujeres, aunque bajo diferentes nombres, está larga-
mente estudiada en las obras de ambos. En ellas se empieza a vis-
•
EL TRÁFICO DE MUJERES 17
lumbrar un aparato social sistemático que emplea mujeres corno
materia prima y modela mujeres domesticadas como producto.
Ni Freud ni Lévi-Strauss vieron su ro io trabajo bajo este enfo-
que y ciertamente runguno miró críticamente e proceso que des-
criben; por lo tanto, sus análisis y descripciones deben ser leídos
más o menos como Marx leyó a los economistas políticos clásicos
que lo precedieron (sobre esto, véase Althusser y Balibar, 1970:
11-69). Freud )' Lévi-Srrauss son en cierro sentido análogos a Ri-
cardo y Smith: no ven las consecuencias de lo que están diciendo
ni la crítica implícita que su obra es capaz de generar bajo una
mirada feminista. Sin embargo, proporcionan los instrumentos
conceptuales con los cuales podemos construir descripciones de la
parce de la vida social en donde se sitúa la opresión de las muje-
res, las minorías sexuales y algunos aspectos de la personalidad
humana en los individuos. He llamado a esa parre de la vida so·
cial el "sistema de sexo/ ,énero" por falta de un nombre más ele·
gante. orno definición preliminar, un sistema de sexo/género es
el conjunto de dis · · · cual una socie 1 • n f rma
la sexua re a iológica en productos de la actividad h_1.11nana y
satisface esas necest e s · adas.
o jeto de este énsayo es llegar a una definición más comple-
ja del sistema de sexo/género a través de una lectura algo i~)-
crásica y exegéric'L.\!e Lévi-Strauss y Freuct.Empleo el término
"exegética" deliberadamente. El diccionario define "exégesis"
como "explicación o análisis crítico; en especial, interpretación
de las Escrituras". Por momentos, mi lectura de Lévi-Strauss y
Freud es libremente interpretativa, pasando del contenido explí-
cito de un texto a sus premisas y conclusiones. Mi análisis de al-
gunos textos psicoanalíticos está filtrado por una lente ofrecida
por jacques Lacau, cuya interpretación de los escritos freudianos
tiene una fuerte influencia de Lévi-Strauss.!
I El posodel marxismo al eseruceuralismo >' el psicoanálisis produce algunos
choques epistemológicos, El esrrucruralismo, en pi\rticulttr, es unn lata de la que
salen gusanos que recorren todo el mapa epistemológico. Més que tratar de re­
sohn esee problema. en alguna medida, he ignorado el hecho de que Lacau y Lévi-