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Se denomina materiales a tipos de materia con características específicas. Cabe señalarse que,
desde el punto de vista físico, se denomina materia a toda entidad observable con energía,
que puede ser medida y se puede ubicar de modo espaciotemporal; los materiales vendrían a
representar distintos tipos de materias másicas (medibles en cantidad); en efecto, existen
formas de materia que carecen de masa, como por ejemplo la luz o como la radiación
electromagnética, siendo los materiales formas de materias másicas. Estos pueden tener
distintas características según su composición, en función de las propiedades que les son
inherentes.
En la técnica se aprovechan tanto los materiales elásticos como los plásticos. Por ejemplo, las
chapas de la carrocería han de mantener la forma deseada después de la estampación, por lo
que deberán ser plásticas. En cambio, los muelles de las suspensiones deben volver a su
posición inicial, por lo que tienen que ser perfectamente elásticos.
Los materiales tienen diferentes propiedades mecánicas, las cuales están relacionadas con las
fuerzas exteriores que se ejercen sobre ellos.
Elasticidad: Cualidad que presenta un material para recuperar su forma original al cesar el
esfuerzo que lo deformó. Por ejemplo, un globo.
Plasticidad: Cualidad opuesta a la elasticidad. Indica la capacidad que tiene un material de
mantener la forma que adquiere al estar sometido a un esfuerzo que lo deformó. Por ejemplo,
un envase de platico.
Maleabilidad: se refiere a la capacidad de un material para ser conformado en láminas
delgadas sin romperse. Ejemplo, aluminio
Ductilidad: los materiales dúctiles son aquellos que pueden ser estirados y conformados en
hilos finos o alambre. Por ejemplo, el cobre.
Dureza: Resistencia que opone un cuerpo a ser penetrado por otro. Esta propiedad nos
informa sobre la resistencia al desgaste contra los agentes abrasivos. Ejemplo, diamantes
Tenacidad: Resistencia a la rotura de un material cuando está sometido a esfuerzos lentos de
deformación. Ejemplo, acero.
Fragilidad: Es el opuesto de la tenacidad, es la facilidad con la que se rompe un material sin
que se produzca deformación elástica. Por ejemplo el vidrio.
Para poder entender mejor el proceso de elaboración del hierro, es necesario conocer cuáles
son las características generales de los metales, grupo al cual pertenece este material.
Los metales, en general, son sólidos a temperatura ambiente - salvo el caso del mercurio -,
conducen la corriente eléctrica y se caracterizan por la forma en que se disponen sus átomos.
Éstos adquieren estructuras geométricas espaciales, donde cada átomo se ubica en un vértice
o en el centro de un poliedro, las cuales se repiten en tres direcciones y dan forma a los
cristales. Los metales se diferencian entre sí por el ángulo que delimitan sus cristales y por los
planos de las caras de los poliedros, que son distintos en cada caso.
El tipo de estructura cristalográfica que tenga el metal definirá sus propiedades físicas, es
decir, la densidad, la dilatación térmica, el calor de fusión, el magnetismo, el potencial
electroquímico, la resistividad, etc. Además, como las estructuras cristalinas nunca son del
todo perfectas, las imperfecciones influyen en las propiedades mecánicas, eléctricas y
magnéticas de un material.
Los metales puros, o sea, con estructura cristalina de átomos iguales, son muy difíciles de
obtener y en general no tienen aplicaciones tecnológicas. Por eso casi todos contienen, en
forma natural o artificial, átomos de elementos extraños. A estas mezclas de metales
modificados se las denomina aleaciones.
En sus estructuras cristalinas, uno o varios átomos del metal se reemplazan por los del
elemento agregado. Con las aleaciones se consigue modificar las propiedades de los metales
para lograr distintas características; éstas tienen diversos usos industriales.
Cristalización
Proceso de cristalización.
Una vez alcanzada la temperatura de solidificación, estos grupos aislados de átomos pueden
haber quedado ya orientados y enlazados como el cristal elemental, adquiriendo una
estructura rígida de orientación los unos respecto a los otros. Los átomos vecinos pueden, una
vez perdida la energía térmica necesaria, irse agregando al cristal elemental formado,
formando nuevos cristales elementales unidos y comenzar dentro de la masa líquida a formar
redes cristalinas en crecimiento. Estos cristales en crecimiento, cuando alcanzan cierto tamaño
se convierten en núcleos de cristalización, y a su alrededor comienza a tejerse la red cristalina,
a medida que más y más átomos van perdiendo energía con el enfriamiento. Como la
formación de los núcleos de cristalización puede comenzar indistintamente en cualquier parte
de la masa líquida, los cristales pueden comenzar a crecer en múltiples lugares
simultáneamente. En el proceso de cristalización, mientras que el líquido circunde al cristal ya
formado y creciente, este va manteniendo una forma relativamente correcta, los átomos
vecinos se van enlazando en la posición adecuada y la red cristalina se incrementa
manteniendo su geometría. Sin embargo, debido a que la transferencia de calor del material
fundido puede ser diferente en diferentes direcciones; por ejemplo, mayor hacia las paredes
de molde o recipiente, la red cristalina puede ir creciendo en unas direcciones más que en
otras por lo que los cristales van adquiriendo una forma alargada y se constituyen en los
llamados ejes de cristalización.