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Una Sociedad Colectiva es una forma societaria mercantil en la que todos los socios
bajo una misma razón social acuerdan participar con los mismos derechos y
obligaciones respondiendo solidaria y personalmente con las deudas sociales. Es
decir, en caso de deudas, se comprometen a responder con su patrimonio personal
según la proporción pactada.
Se necesita un mínimo de dos socios para su formación (no hay máximo) y todos los
socios participan en igualdad de condiciones sin que exista un capital social mínimo.
¿Cómo se constituye?
En primer lugar se debe solicitar la certificación negativa del nombre de la
sociedad en el Registro Mercantil.
A continuación en la Agencia Tributaria se obtiene el número de
identificación fiscal (NIF).
Después se hace un contrato bajo escritura pública que contenga la siguiente
información: la razón social; el nombre, apellidos y domicilio de cada socio; el
nombre, apellidos y domicilio de los socios a los que se encomienda la
gestión de la sociedad; el capital que aporta cada socio (crédito, efectos o
dinero en efectivo; la duración de la sociedad; la cantidad que se asigne a
cada socio gestor para sus gastos particulares; y los pactos lícitos y
especiales que se deseen establecer.
Cuando el contrato esté listo se puede inscribir en el Registro Mercantil.
Se paga el Impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos
documentados.
Finalmente se inscribe la sociedad en el Registro Mercantil Provincial.
El órgano de administración