Está en la página 1de 32

HAL R.

VARIAN
Universidad de Michigan

ANALISIS MICROECONOMICO
Tercera edición

Traducción de
M.- Esther Rabasco
y Luis Toharia
Universidad de Alcalá

Antoni B o s c h O editor
8. LA ELECCIÓN

En este capítulo examinamos la estática comparativa de la conducta de demanda del


consumidor, es decir, cómo varía ésta cuando varían los precios y la renta. Al igual
que en el caso de la empresa, enfocamos este problema de tres maneras distintas:
diferenciando las condiciones de primer orden, utilizando las propiedades de las
funciones de gasto y de utilidad indirecta y aplicando las desigualdades algebraicas
que implica el modelo de optimización.

8.1 Estática comparativa

Examinemos más detalladamente el problema de maximización del consumidor en


el caso de dos bienes. Es interesante observar cómo varía la demanda del consumi-
dor cuando alteramos los parámetros del problema. Mantengamos fijos los precios
y permitamos que varíe la renta; el lugar geométrico resultante de las cestas maximi-
zadoras de la utilidad se conoce con el nombre de senda de expansión de la renta. A
partir de ésta podemos deducir una función que relacione la renta y la demanda de
cada uno de los bienes (a precios constantes). Estas funciones se denominan curvas
de Engel. Existen varias posibilidades:

1. La senda de expansión de la renta (y, por lo tanto, cada una de las curvas de
Engel) es una línea recta que pasa por el origen. En este caso, se dice qué las curvas
de demanda del consumidor tienen una elasticidad-renta unitaria. Este consumidor
consumirá la misma proporción de cada uno de los bienes en todos los niveles de
renta.

2. La senda de expansión de la renta se inclina hacia uno de los bienes o hacia el otro,
es decir, cuando el consumidor obtiene más renta, consume una cantidad mayor de
los dos bienes, pero proporcionalmente una mayor de uno de ellos (el bien de lujo)
que del otro (el bien necesario).
140 / LA ELECCIÓN (C. 8)

3. La senda de expansión de la renta podría doblarse hacia atrás: en este caso, un


aumento de la renta induce, de hecho, al consumidor a querer consumir una cantidad
menor de uno de los bienes. Por ejemplo, cabe pensar que cuando aumenta la renta,
se desea consumir menos patatas. Los bienes de este tipo se denominan bienes
inferiores; aquellos cuya demanda aumenta cuando aumenta la renta se denominan
bienes normales (véase la figura 8.1).

Figura 8.1

A B c

Sendas de expansión de la renta. El panel Á representa las demandas de elasti-


cidad unitaria; en el B el bien 2 es un bien de lujo y en el C el bien 2 es un bien
inferior.

También podemos mantener fija la renta y permitir que varíen los precios. Si
suponemos que p\ varía y que pjymse mantienen fijos, nuestra recta presupuestaria
girará y el lugar geométrico de los puntos de tangencia describirá una curva que se
conoce con el nombre de curva de oferta-precio. En el primer caso de la figura 8.2,
tenemos la situación ordinaria, en la que la reducción del precio del bien 1 provoca
un aumento de la demanda de dicho bien; en el segundo caso, tenemos una situación
en la que una reducción del precio del bien 1 provoca un descenso de la demanda de
dicho bien. Ese tipo de bien se denomina bien Giffen. De nuevo, el ejemplo podrían
ser las patatas; si baja su precio, seguimos queriendo comprar las mismas que antes y
todavía nos queda algún dinero, que podemos utilizar para comprar más pasta. Pero
ahora que estamos consumiendo más pasta, no querremos consumir tantas patatas
como antes.
Estática comparativa /141

En el ejemplo anterior hemos visto que la reducción del precio de un bien puede
producir dos tipos de efectos: ahora uno de los bienes es más barato que el otro y
puede variar el "poder adquisitivo" total. Uno de los resultados fundamentales de
la teoría del consumidor, la ecuación de Slutsky, relaciona estos dos efectos. Más
adelante la derivaremos de varias maneras.

Figura 8.2

A B

Curvas de oferta. En el panel A, aumenta la demanda del bien 1 cuando baja su


precio, por lo que es un bien ordinario. En el B, disminuye cuando baja su precio,
por lo que es un bien Giffen.

Ejemplo: Impuestos indirectos e impuestos sobre la renta

Supongamos que deseamos gravar con un impuesto a un consumidor maximizador


de la utilidad con el fin de obtenér una deterirtinada cantidad de ingresos. Ini-
cialmente, la restricción presupuestaria del consumidor es p\x\ + pix2 - m> pero
una vez que establecemos un impuesto sobre las ventas del bien 1, se convierte en
(pi + t)xi + P2X2 = m. La figura 8.3 muestra el efecto de este impuesto indirecto.
Si representamos el nivel de consumo una vez deducidoel impuesto por medio de
(x|, a^), los ingresos recaudados gracias al impuesto son tx^.
Supongamos ahora que decidimos recaudar esta misma cantidad de ingresos
por medio de un impuesto sobre la renta. En ese caso, la restricción del consumidor
sería p\x\ + P2X2 = m - tx\, que se representa por medio de una línea que tiene la
pendiente -p\ /p2 y que pasa por {x\, x^), como muestra la figura 8.3. Obsérvese que
142 / LA ELECCIÓN (C. 8)

como esta recta presupuestaria corta a la curva de indiferencia en el punto (x|, x¿),
el consumidor puede obtener un nivel de utilidad más elevado con un impuesto
sobre la renta que con un impuesto indirecto, aun cuando ambos generen los mismos
ingresos al Estado.

Figura 8.3

Impuesto indirecto e impuesto sobre la renta. Un consumidor siempre disfruta


de un menor bienestar con un impuesto indirecto que con un impuesto sobre la
renta que genere los mismos ingresos.

8.2 La ecuación de Slutsky

Hemos visto que la curva de demanda hicksiana o compensada es formalmente


idéntica a la demanda condicionada de factores analizada en la teoría de la em-
presa. Por lo tanto, tiene las mismas propiedades; en concreto, tiene una matriz de
sustitución semidefinida negativa y simétrica.
En el caso de la empresa, este tipo de restricción era una restricción observable
sobre la conducta de la empresa, ya que el nivel de producción de la empresa es una
variable observable. En el caso del consumidor, este tipo de restricción no parece
servir de mucho, ya que la utilidad no es directamente observable.
Sin embargo, las apariencias engañan. Aunque la función de demanda com-
pensada no sea directamente observable, veremos que su derivada puede calcularse
fácilmente a partir de cosas observables, a saber, la derivada de la demanda mars-
halliana con respecto al precio y a la renta. Esta relación se conoce con el nombre de
ecuación de Slutsky.
La ecuación de Slutsky / 143

Ecuación de Slutsky.

dxj(p,m) dhAp.v(p,m)) dxAp,m) .


~ -Xi(p,m)
dpi dpi dm

Demostración. Supongamos que x* maximiza la utilidad con los precios y la renta


(p *,m*) y que u* = u(x*). Siempre debe cumplirse que

hj(p,u*) = Xj(p,e(p,u*)).

Diferenciando esta identidad con respecto a y evaluando la derivada en p*, tene-


mos que

dhj(p*,u*) __ dxj(p*,m*) dxj(p*,m*)de(p*,u*)


dpi dpi dm dpi

Obsérvese atentamente el significado de esta expresión. El primer miembro muestra


cómo varía la demanda compensada cuando varía pi. El segundo muestra que esta
variación es igual a la variación de la demanda manteniendo fijo el gasto en m* más
la variación que experimenta la demanda cuando varía la renta multiplicada por la
variación que tiene que experimentar la renta para mantener constante la utilidad.
Pero este último término, de(p*,u*)/dpi es simplemente £*; reordenando, tenemos
que
>

dxj(p*,m*) dhj(p*,u*) dxj(p*,m*) *


X%
dpi . dpi dm

que es la ecuación de Slutsky.

La ecuación de Slutsky descompone la variación de la demanda provocada


por una variación del precio Api en dos efectos distintos: el efecto-sustitución y el
efecto-renta:

dxAp,m) dhAp. u) . dxAp.


J m)
—Zf- APi = Api - :
dpi opi dm

También podemos analizar los efectos provocados por las variaciones simul-
táneas de todos los precios; en este caso, interpretamos simplemente las derivadas
como derivadas n-dimensionales totales y no como derivadas parciales. En el caso
de dos bienes, la ecuación de Slutsky tiene la forma siguiente:
144 / LA ELECCIÓN (C. 8)

D pf x(p,
' 1 m) = D p h(p, u) - D m x ( p , m)x
A
dx\{p,m) dxi(p,m) " • dhi(p,u) 8hj(p,u) "
dpi Bp¡ dpi Op2
dx2Íp ,m) dx2(p,m) dh,2Íp,u) dh,2(p,u)
dpi dp2 Vpia Op2
Oxi(p,u)
dm [xhx2]
dx2Íp ,m)
dm

donde u = t;(p, m).


Desarrollando el último término, tenemos que

dx-[(p,m) " &gi(p,m) 8x\(p,m)


1 2
dm [xi,x2\ = dm cfrñ
dx2(p,m) dx2(p,m) dx2{p,m)
Xl X2
dm dm dm

Supongamos que varían los precios Ap = (Api, Ap2) y que nos interesa co-
nocer la variación aproximada de la demanda Ax = (Ax\, Ax2). De acuerdo con
la ecuación de Slutsky, podemos calcular esta variación utilizando la siguiente ex-
presión:

dh\ dh\ dxi dx\


Ax\ dp¡ ~5p¡ Api 1
^mLl Api
Ax2 dh2 dh2 Ap2 dx2 „ 9x2 „ Ap2
L dpi dp2
Ax{ Aa^
A^2 j Ax™

El primer vector es el efecto-sustitución. Indica cómo varían las demandas hicksia-


nas. Dado que estas variaciones mantienen constante la utilidad, (Ax|, Ax¿) será
tangente a la curva de indiferencia. El segundo vector es el efecto-renta. La variación
de los precios ha provocado una variación del "poder adquisitivo" de x\Ap\+x2Ap2
y el vector (Ax™, Ax™) indica la influencia de esta variación en la demanda, mante-
niendo constantes los precios en el nivel inicial. Por lo tanto, este vector se encuentra
situado en la senda de expansión de la renta.
Como muestra la figura 8.4, también podemos efectuar una descomposición
similar-en el caso de las variaciones finitas de la demanda. En este caso, los precios
varían de p° a p' y la demanda d e x a x ' . Para realizar la descomposición de Hicks,
primero pivotamos la recta presupuestaria alrededor de la curva de indiferencia a
fin de hallar la cesta óptima a los precios p' manteniendo fija la utilidad en el nivel
inicial. A continuación desplazamos la recta presupuestaria hacia fuera hasta x' para
hallar el efecto-renta. El efecto total es la suma de estos dos desplazamientos.
La ecuación de Slutsky / 145

Figura 8.4

BIEN 2

Efecto
total

Efecto-renta

Efecto
sustitución

BIEN 1

La descomposición de Hicks de una variación de la demanda. La variación de


la demanda puede descomponerse en dos: el efecto-sustitución y el efecto-renta.

Ejemplo: La ecuación de Slutsky en el caso Cobb-Douglas

Comprobemos la ecuación de Slutsky en el caso Cobb-Douglas. Como hemos visto,


en este caso tenemos que

v(p h p2,m) = mp^ a p2~ l


«i
e(pi,p 2 ,«) = upfy 2 ~ a

xi(php2,m) =—
P\
h\(PhP2, u) = ap1~1p\~au.

Por lo tanto,

dx\ (p, ra) _ am


dpi A
dx\(p, m) a
. dm Pl
dhiip, u) 2 a
a(a - l)p° p\ u
dpi

a(a - Dpl-y^mp^pr1
dp\
-1 )pj2m.
146 / LA ELECCIÓN (C. 8)

Introduciendo estas expresiones en la ecuación de Slutsky, tenemos que

dh\ dx\ a(a -1 )m a am


Xl 2
dpi dm p p1 p1
[a(a - 1) - a2]m

-am dx\
p\ dpi'

8.3 Propiedades de las funciones de demanda

Las propiedades de la función de gasto nos permiten desarrollar fácilmente las


principales proposiciones de la teoría neoclásica de la conducta del consumidor:

1. La matriz de los efectos-sustitución (dhj(p, u)/dp\) es semidefinida negativa, debido a


que

(dhj( p, u)/dpi) = (<92e(p, u)/dpidpj),

que es semidefinida negativa debido a que la función de gasto es cóncava (véase el


capítulo 27, página 580).

2. La matriz de los términos de sustitución es simétrica, debido a que

dhj(p,u) <92e(p,tt) _ d2e(p,u) _ dhi(p,u)


dpi dpidpj dpjdpi dpj

3. En concreto, "el efecto-sustitución compensado con respecto al propio precio no es positivo";


es decir, las curvas de demanda hicksianas tienen pendiente negativa:

dhi(p, u) _ <92e(p, u) ^
=
dpi dpj - '

ya que la matriz de sustitución es semidefinida negativa y, por lo tanto, los términos


de su diagonal no son positivos.

Estas restricciones se refieren todas ellas a las funciones de demanda hicksianas,


que no son directamente observables. Sin embargo, como hemos indicado antes, la
ecuación de Slutsky permite expresar las derivadas de h con respecto a p como
Estática comparativa a partir de las condiciones de primer orden / 147

derivadas de x con respecto a p y m, y estas últimas sí son observables. Por ejemplo,


de acuerdo con la ecuación de Slutsky y las observaciones anteriores,

4. La matriz de sustitución í^£jjEjHÉ + \ una mair¡z simétrica y semidefinida


negativa.

Este resultado es poco intuitivo: una determinada combinación de derivadas de


precios y renta tiene que dar lugar a una matriz semidefinida negativa. Sin embargo,
es un resultado inexorable de la lógica de la conducta maximizadora.

8.4 Estática comparativa a partir de las condiciones de primer orden

La ecuación de Slutsky también puede derivarse diferenciando las condiciones de


primer orden. Dado que los cálculos son algo tediosos, ríos limitaremos a examinar
el caso de dos bienes y a esbozar los rasgos generales de la argumentación.
En este caso, las condiciones de primer orden adoptan la forma siguiente:

pixiipi ,P2,m) + p2X2i.p1, P2i m). -m =0


du(xi(pi,p2, m), x2(Pi,P2, rn))
— Xpi = 0
dx\
du(x 1 (pi, p2, m), x2(pi ,P2,m))
Xp2 = 0.
dx2

Diferenciando con respecto a pi y expresando el resultado en forma matricial, tene-


mos que

d\
0 -pi -P2
fipi x\
dx-¡
-pi Un U\2 A
l~P2 U2\ «22 J
8x2 L0 J
- l)p¡ -

Despejando dx\/dpi mediante la regla de Cramer, tenemos que

0 X\ ~P2
A
~Pl W12
dx\ ~Vi 0 U22
dpi H

donde H > 0 es el determinante del hessiano orlado.


Expandiendo este determinante por cofactores en la segunda columna, tenemos
que
148 / LA ELECCIÓN (C. 8)

O
~Pl «12

1
dx\ = A ~P2 «22 ~P2 U22
Xl
dpi H H
Esto ya empieza a parecerse algo a la ecuación de Slutsky. Obsérvese que el primer
término —que es el efecto-sustitución— es negativo como queríamos. Volviendo
ahora a las condiciones de primer orden y diferenciándolas con respecto a m, tenemos
que
r d\ -i
-pi
0 -p21 -11
-Pi un un £ 0
L ~P2 «21 «22 -I dx2 OJ
dm ^
Por lo tanto, de acuerdo con la regla de Cramer,

-Pl «12
dx\ -P2 «22
dm H
Introduciendo este resultado en la ecuación de dx\¡dp\ obtenida antes, tene-
mos la parte de la ecuación de Slutsky que corresponde al efécto-renta. Para hallar
el efecto-sustitución, es necesario plantear el problema de minimización del gasto y
calcular dhl/dpi. Este cálculo es análogo al de las funciones de demanda condicio-
nada de los factorés realizado en el capítulo 4 (página 69). Puede demostrarse que la
expresión resultante es igual al término de sustitución de la ecuación anterior, con lo
que llegamos a la ecuación de Slutsky.

8.5 El problema de la integrabilidad

Hemos visto que la hipótesis de la maximización de la utilidad impone algunas


restricciones observables a la conducta del consumidor. En concreto, sabemos que la
matriz de los términos de sustitución,

'dhi(p,uy 'dxi(p,m) dxi(p,m)


+ Xj(p,m)
\ dpj J V d
Pj dm
debe ser una matriz simétrica y semidefinida negativa.
Supongamos que se nos diera un sistema de funciones de demanda que tuviera
una matriz de sustitución simétrica y semidefinida negativa. ¿Existe necesariamente
una función de utilidad de la cual puedan deducirse estas funciones de demanda?
Esta pregunta se conoce con el nombre de problema de la integrabilidad.
Como hemos visto, existen varias maneras equivalentes de describir las pre-
ferencias del consumidor. Podemos utilizar una función de utilidad, una función
El problema de la integrabilidad / 149

indirecta de utilidad, una función de gasto, etc. La función indirecta de utilidad y la


función de gasto son bastante útiles para resolver el problema de la integrabilidad.
Por ejemplo, según la ley de Roy

, Y dv(p,m)/dpi
Xitp , m ) = - — . (8.1)
ov{p,m)/om

Generalmente, hasta ahora partíamos de una función indirecta de utilidad y uti-


lizábamos esta identidad para calcular las funciones de demanda. Sin embargo, el
problema de la integrabilidad plantea la pregunta inversa: dadas las funciones de
demanda y las relaciones i = 1,..., k correspondientes a (8.1), ¿cómo podemos re-
solver estas ecuaciones para hallar n(p, m)? O lo que es más fundamental, ¿cómo
podemos siquiera saber si existe una solución?
El sistema de ecuaciones de (8.1) es un sistema de ecuaciones diferenciales
parciales. El problema de la integrabilidad nos pide que hallemos la solución de este
conjunto de ecuaciones. * .
En realidad, resulta algo más fácil plantear esta pregunta por medio de la
función de gasto que por medio de la función indirecta de utilidad. Supongamos
que partimos de un conjunto de funciones de demanda Oc¿(p, m)) siendo i = 1 , . . . , k.
Escojamos un punto x° = x(p°,m) y asignémosle arbitrariamente la utilidad u°.
¿Cómo podemos construir la función de gasto e(p, u0)? Una vez que hemos hallado
una función de gasto coherente con las funciones de demanda, podemos utilizarla
para hallar la función de utilidad directa o indirecta correspondiente.
Si existe esa función de gasto, debe satisfacer ciertamente el sistema de ecua-
ciones diferenciales parciales que viene dado por

OEÓiJíI = hi(p,u°) = Xi(p,e(p,u°)) i = l,---,k, (8.2)


dpi

y la condición inicial

e(p°,i¿°) = p°x(p 0 ,m 0 ).

Estas ecuaciones indican simplemente que la demanda hicksiana de cada uno de los
bienes correspondiente al nivel de utilidad u es la demanda marshalliana correspon-
diente al nivel de renta e(p, u). Ahora bien, la condición de integrabilidad descrita
en el capítulo 26 (página 566) nos dice que un sistema de ecuaciones diferenciales
parciales de la forma

df(p) , > . ,
-5—-5»(p) • » = V-'>k
opi

tiene una solución (local) si y sólo si


150 / LA .ELECCIÓN ( c . 8)

%(p) %(p) . .
——- = — r — cualesquiera que sean ty i.
dpj dpi

Aplicando esta condición al problema anterior, vemos que se reduce a la condición


de que la matriz

fdxjjp,m). ^ dxj(p,m) 9e(p,i¿)\


\ dpj dm dpj, J
sea simétrica. Pero ésta no es más que la restricción de Slutsky. Por lo tanto, las
restricciones de Slutsky implican que las funciones de demanda pueden "integrarse"
para hallar una función de gasto coherente con la conducta de elección observada.
Esta condición de la simetría es suficiente para garantizar la existencia de una
función e(p, v?) que satisfará las ecuaciones (8.2) al menos en algún intervalo (las
condiciones que garantizan la existencia global de una solución son algo más comple-
jas). Sin embargo, para que ésta sea una verdadera función de gasto, también debe
ser cóncava en los precios. Es decir, la matriz de segundas derivadas de e(p, u) debe
ser semidefinida negativa. Pero ya hemos visto que la matriz de segundas derivadas
de e(p, u) es simplemente la matriz de sustitución de Slutsky. Si es semidefinida
negativa, la solución de las ecuaciones diferenciales parciales anteriores debe ser
cóncava.
Estas observaciones nos dan la solución del problema de la integrabilidad.
Dado un conjunto de funciones de demanda (x¿(p, m)), basta verificar que tienen
una matriz de sustitución simétrica y semidefinida negativa. En caso afirmativo,
podemos resolver, en principio, el sistema de ecuaciones (8.2) para hallar una función
de gasto coherente con esas funciones de demanda.
Existe una interesante artimaña que nos permite recuperar la función indirecta
de utilidad a partir de las funciones de demanda, al tiempo que recuperamos la
función de gasto. La ecuación (8.2) es válida para todos los niveles de utilidad vP,
por lo que elegimos unos precios base q y un nivel de renta m y suponemos que
i¿o - w(q, m). Con esta sustitución, podemos expresar la ecuación (8.2) de la forma
siguiente:

de(p,v(q,m)) =

dpi
donde ahora la condición de contorno se convierte en

e(q, i>(q, m)) = m.

Recuérdese la definición de la función de utilidad métrica monetaria (indi-


recta) del capítulo 7: fj,(p; q, m) = e(p, v(q, m)). Utilizando esta definición también
podemos expresar este sistema de ecuaciones de la manera siguiente:
El problema de la integrabilidad / 151

=a;¿(p,/i(p;q,m)) i = 1, - • -, fe

/i(q;q,m) = m.

Este sistema se conoce con el nombre de ecuaciones de integrabilidad. Una función


/i(p; q, m) que resuelve este problema nos da una función indirecta de utilidad —una
determinada función indirecta de utilidad— que describe la conducta observada de
la demanda x(p, m). Esta función de utilidad métrica monetaria suele ser muy útil
en las aplicaciones de la economía del bienestar.

Ejemplo: La integrabilidad con dos bienes

Si sólo están consumiéndose dos bienes, las ecuaciones de integrabilidad adoptan


una forma muy sencilla, ya que sólo hay una variable independiente, el precio relativo
de los dos bienes. Del mismo modo, sólo hay una ecuación independiente, ya que si
conocemos la demanda de un bien, podemos hallar la demanda del otro mediante la
restricción presupuestaria.
Normalicemos los precios y supongamos que el precio del primer bien es p y
su función de demanda x(p,m). En ese caso, las ecuaciones de integrabilidad se
convierten en una única ecuación más la condición de contorno:

d¡i(p;q,m)
= x{p, [i(p-r q, m))
ap
li(q;q,m) = m

Esta condición no es más que una ecuación diferencial ordinaria con una condición
de contorno que puede resolverse mediante las técnicas habituales.
Supongamos, por ejemplo, que tenemos una función de demanda logarítmico-
lineal:

lnx = alnp + 61nm + c


x = pambec

La ecuación de integrabilidad es

d¡J>(p',q, m) _ • a c b
- - p t i¿ .
dp
Reordenando los términos, tenemos que

_bdp,(p; q,m)
M j -pe.
ap
152 / LA ELECCIÓN (C. 8)

Integrando esta expresión, obtenemos

b d
f\- ^ d t = ec j\adt
dt

1—61 (7a+l — 7)a+l


T V
- ec
1-6 p a +1

suponiendo que b ^ l . Resolviendo esta ecuación, tenemos que

ra1-6 - n(p;q,m)l~b ga+1-pa+1 c

1-6 (3 + 1

o bien
i
l-b '
fi(p; q, m) = ml
~6 +
7¡—-re c [? a+1 -
P a+1 ]
(1 + a)

Ejemplo: La integrabilidad con varios bienes

A continuación analizamos un caso en el que hay tres bienes y, por lo tanto, dos
ecuaciones de demanda independientes. Para mayor concreción, consideramos el
sistema Cobb-Douglas:

a\m
xi =
Pl
x2 = a,2 m
P2
Ya hemos verificado anteriormente que este sistema satisfacía la simetría de
Slutsky, por lo que sabemos que las ecuaciones de integrabilidad tienen una solución.
Basta resolver el siguiente sistema de ecuaciones diferenciales parciales:

d¡i am
dpi pi
d¡i a2fi
dp2 P2
M9i,92;?i,92,w) = m
La primera ecuación implica que

ln/x = ajlnpi + C\

suponiendo una constante de integración C\, y la segunda ecuación implica que


Dualidad en el consumo / 153

In 11 = a2lnp2 + C2.

Por lo tanto, es natural buscar una solución del tipo

ln/x = ailnpi + c¿2lnp2 + C3,

donde C3 es independiente de p\ y p2.


Introduciendo estos resultados en la condición de contorno, tenemos que

ln/x(q; q, m) = lnm = ailn^i + 02lng2 + C3.

Despejando C3 en esta ecuación e introduciendo el resultado obtenido en la solución


propuesta, tenemos que

ln/x(p; q, m) = ailnpi + a2lnp2 - aikiqi - a2]nq2 + lnm.

que es, de hecho, la función de utilidad métrica monetaria indirecta correspondiente


a la función de utilidad Cobb-Douglas. Véase el capítulo 7 (página 132) para otra
forma de llegar a esta función.

8.6 Dualidad en el consumo

Hemos visto cómo puede recuperarse una función indirecta de utilidad a partir de
las funciones de demanda observadas resolviendo las ecuaciones de integrabilidad.
En este apartado veremos cómo se halla la función directa de utilidad.
La respuesta muestra bastante bien la dualidad entre la función directa de
utilidad y la indirecta. Como mejor se describen los cálculos es utilizando la función
indirecta de utilidad normalizada, en la que se dividen los precios por la renta de
tal manera que el gasto es igual a uno. Por lo tanto, la función indirecta de utilidad
normalizada viene dada por

t>(p) = ma x«(x)
X

sujeta a px = 1.
154 / LA ELECCIÓN (C. 8)

Figura 8.5

Obtención de la función directa de utilidad. La utilidad correspondiente a la


cesta x no debe ser mayor que la que puede lograrse con cualquier nivel de precios
p al que es asequible x.

Resulta que si se nos da la función indirecta de utilidad v(p), podemos hallar


la función directa de utilidad resolviendo el siguiente problema:

u(x) = min v(p)


p
sujeta a px = 1

La demostración no es difícil, una vez que se comprende lo que ocurre. Sea x


la cesta demandada a los precios p. En ese caso, por definición, i>(p) = u(x). Sea
p' cualquier otro vector de precios que satisface la restricción presupuestaria de tal
manera que p ' x = 1. En ese caso, dado que x siempre es una elección viable a los
precios p', debido a la forma del conjunto presupuestario, la elección maximizadora
de la utilidad debe generar al menos una utilidad tan grande como la que genera x; es
decir, u(p') > u(x) = -u(p). Por lo tanto, el mínimo de la función indirecta de utilidad
correspondiente a todos los precios p que satisfacen la restricción presupuestaria nos
da la utilidad de x.
La argumentación se describe en la figura 8.5. Cualquier vector de precios p que
satisface la restricción presupuestaria px = 1 debe generar una utilidad mayor que
u(x), lo que es lo mismo que decir que u(x) resuelve el problema de minimización
planteado anteriormente.
La preferencia revelada / 155

Ejemplo: Obtención de la función directa de utilidad

Supongamos que tenemos la siguiente función indirecta de utñidad: v(pj.p2) =


- a l n p i - b\np2. ¿Cuál es la función directa de utilidad correspondiente? Plantea-
mos el siguiente problema de minimización:

min - a l n p i - 61np2
Pl,P2

sujeta a p\x\ + P2X2 = 1-

Las condiciones de primer orden son

- o / p i = Xx\
-b/p2 = Xx2,
o

-a = Xpix\
-b = Xp2x2.

Sumando y utilizando la restricción presupuestaria, tenemos que

X = -a - b.

Introduciendo este resultado en las condiciones de primer orden, tenemos que

a
Pl =
(a + b)x\
b
(a + b)x 2

Éstos son los precios (pi, pi) que minimizan lá utilidad indirecta. A continuación
introducimos estos precios en la función indirecta de utilidad:

u{x\, X2) = -flln Mn


(a + b)x 1 (a + b)x2
= aln^i + blnx2 + constante.

Ésta es la conocida función de utilidad Cobb-Douglas.

8.7 La preferencia revelada

En nuestro estudio de la conducta del consumidor hemos considerado que las pre-
ferencias son el concepto primitivo y hemos derivado las restricciones que impone
el modelo de maximización de la utilidad a las funciones de demanda observadas.
156 / LA ELECCIÓN (C. 8)

Estas restricciones son esencialmente las restricciones de Slutsky que exigen que la
matriz de los términos de sustitución sea simétrica y semidefinida negativa.
En principio, estas restricciones son observables, pero en la práctica dejan un
poco que desear, pues, al fin y al cabo, ¿quién ha visto en realidad una función de
demanda? Lo más que podemos esperar en la práctica es una lista de las decisiones
tomadas en diferentes circunstancias. Por ejemplo, podemos tener algunas obser-
vaciones sobre la conducta del consumidor en forma de una lista de precios, p*, y
las correspondientes cestas de consumo elegidas, x t siendo t = 1,..., T. ¿Cómo
podemos saber si estos datos podrían haber sido generados por un consumidor
maximizador de la utilidad?
Decimos que una función de utilidad racionaliza la conducta observada (p*, x*)
siendo t = 1,..., T si uix1) > u(x) cualquiera que sea x tal que p t x t > pfx. Es decir,
u(x) racionaliza la conducta observada si alcanza su valor máximo en el conjunto
presupuestario con las cestas elegidas. Supongamos que los datos fueran generados
mediante ese tipo de proceso de maximización. ¿Qué restricciones observables
deberían satisfacer las elecciones observadas?
Si no se postula ningún supuesto sobre u(x), esta pregunta tiene una respuesta
trivial, a saber, ninguna, pues supongamos que u(x) fuera una función constante,
de tal manera que el consumidor se mostrara indiferente entre todas las cestas de
consumo observadas. En ese caso, las pautas de elecciones observadas no estarían
sujetas a restricción alguna: todo es posible.
Para que el problema sea más interesante tenemos que excluir este caso trivial.
La manera más fácil de excluirlo consiste en exigir que la función de utilidad sub-
yacente satisfaga el supuesto de la insaciabilidad local. En ese caso, ahora nuestra
pregunta será cuáles son las restricciones observables que impone la maximización
de una función de utilidad que satisface el supuesto de la insaciabilidad local.
En primer lugar, obsérvese que si p í x í - > ptx, entonces debe cumplirsse que
u(xf) > u(x). Dado qué se eligió x í cuando se podría haber elegido x, x* debería
reportar, al menos, la misma utilidad que x. En este caso, decimos que el consumidor
revela directamente que prefiere x* a x y lo expresamos de la siguiente manera:
xtRDx. Como consecuencia de esta definición y del supuesto de que los datos han
sido generados por la maximización de la utilidad, podemos llegar a la conclusión
de que "yfRPx implica que uix1) > u(x)".
Supongamos que > ptx. ¿Quiere eso decir que uí'x*) > u(x í )? No es
difícil demostrar que el supuesto de la insaciabilidad local implica esta conclusión,
pues en el párrafo anterior vimos que u(x*) > u(x); si uix1) = u(x), de acuerdo con
el supuesto de la insaciabilidad local existiría algún otro x' suficientemente cercano
a x para que ptxt > p*x; y u(x') > u(x) = uíx*), lo que contradice la hipótesis de la
maximización de la utilidad.
Si p í x t > p ¿ x, decimos que el consumidor revela directamente que prefiere
Condiciones suficientes para la maximización de la utilidad / 157

estrictamente x í a x y lo expresamos de la siguiente manera: xtPDx.


Supongamos ahora que tenemos una secuencia de este tipo de comparaciones
de las preferencias relevadas, xtRDx:', x^RDxk,xnRDx. En este caso, decimos
que el consumidor revela que prefiere x* a x y lo expresamos de la siguiente manera:
xtRx. La relación R se denomina a veces clausura transitiva de la relación RD. Si
suponemos que estos datos han sido generados por la maximización de la utilidad,
"xtRx implica que u(x ¿ ) > u(x)".
Consideremos dos observaciones xl y xs. Ahora ya sabemos cómo averiguar
si u(x') > u(xs) y contamos con una condición observable para averiguar si u(xs) >
uix*). Evidentemente, estás dos condiciones no deben satisfacerse ambas. Esta
condición puede formularse de la manera siguiente:

Axioma general de la preferencia revelada. Si un consumidor revela que prefiere xt a


x s , no puede revelar directamente que prefiere estrictamente xs a xl.

Utilizando los símbolos antes definidos, también podemos expresar este axioma
de la forma siguiente:

AGPR. xtRxs implica que no es cierto que xsPDxt. En otras palabras, xtRxs implica que
psxs < psxt.

El AGPR es, como su nombre indica, una generalización de algunos otros tests
de la preferencia revelada. He aquí dos condiciones habituales.

Axioma débil de la preferencia revelada (ADPR). Si xtRDxs y x* no es igual axs,no


es cierto que xsRDxt.

Axioma fuerte de la preferencia revelada (AFPR). Si xtRxs y xf no es igual a xs, no


es cierto que xsRxt.

Cada uno de estos axiomas exige que sólo se demande una cesta de cada pre-
supuesto, mientras que el AGPR permite que se demanden muchas cestas. Por lo
tanto, permite que haya tramos rectos en las curvas de indiferencia que generaron
las elecciones observadas.

8.8 Condiciones suficientes para la maximización de la utilidad

Si los datos (p*, x*) fueron generados por un consumidor maximizador de la utili-
dad cuyas preferencias cumplen el supuesto de la insaciabilidad, los datos deben
satisfacer el AGPR. Por lo tanto, este axioma es una consecuéncia observable de la
158 / LA ELECCIÓN (C. 8)

maximización de la utilidad. Pero ¿expresa todas las implicaciones de ese modelo?


Si algunos datos satisfacen este axioma, ¿es necesariamente cierto que deben haber
sido generados por la maximización de la utilidad o cabe pensar, al menos, que haya
podido ser así? ¿Es el AGPR una condición suficiente para la maximización de la
utilidad? .
Sí lo es. Si un conjunto finito de datos es coherente con el AGPR, existe una
función de utilidad que racionaliza la conducta observada, es decir, existe una función
de utilidad que podría haber generado esa conducta. Por lo tanto, el AGPR agota la
lista de restricciones impuestas por el modelo de maximización.
El siguiente teorema formula de la manera más elegante posible este resultado.

Teorema de Afriat. Supongamos que (p*, x*), siendo t = 1,..., T, es un número finito
de observaciones de vectores de precios y cestas de consumo. En ese caso, las siguientes
condiciones son equivalentes.

1. Existe una función de utilidad que cumple el supuesto de la insaciabilidad local y que
racionaliza los datos;

2. Los datos satisfacen el AGPR;

3. Existen números positivos (u1, A*) siendo t = 1,..., T que satisfacen las desigualdades
de Afriat:

us <ul + Xtpt(xs - xt) cualesquiera que sean ty s;

4. Existe una función de utilidad monótona, cóncava, continua e insaciada que racionaliza
los datos.

Demostración. Ya hemos visto que (1) implica (2). Omitimos la demostración de que
(2) implica (3); véase Varían (1982a) para el razonamiento. La demostración de que
(4) implica (1) es trivial. Lo único que resta por demostrar es que (3) implica (4).
Resulta ilustrativo demostrar esta implicación partiendo de una función de
utilidad que la cumpla. Definámosla de la siguiente manera:

u(x) = rrnn-jV + X^ix - x*)}.

Obsérvese que esta función es continua. En la medida en que p* > 0 y que no es


cierto que p* = 0, la función será monótona y satisfará el supuesto de insaciabilidad
local. Tampoco es difícil demostrar que es cóncava. En términos geométricos, esta
función no es sino la envolvente inferior de un número finito de hiperplanos.
Condiciones suficientes para la maximización de la utilidad / 159

Es necesario demostrar que esta función racionaliza los datos; es decir, cuando
los precios son p*, esta función de utilidad alcanza su máximo restringido en xt. En
primer lugar, demostramos que m(x¿) = u t . De no ser así, tendríamos que

, u(x') = um + Arnpín(xt - x m ) < uK

Pero este resultado viola una de las desigualdades de Afriat. Por lo tanto, u(xl) = ul.
Supongamos ahora que p s x s > p s x. En ese caso,

u{x) = min-{V + A í p í (x - x*)} < us + Asp(x - x s ) <us = u(xs),

lo que demuestra que u{xs) > u(x) cualquiera que sea x tal que p s x < p s x s . En
otras palabras, u{x) racionaliza las elecciones observadas.

La función de utilidad definida en la demostración del teorema de Afriat tiene


una interpretación natural. Supongamos que u(x) es una función de utilidad dife-
renciable y cóncava que racionaliza las elecciones observadas. El hecho de que sea
diferenciable implica que debe satisfacer las T condiciones de primer orden siguien-
tes:

D«(xt) = Aípí- (8.3)


El hecho de que u{x) sea cóncava implica que debe satisfacer las condiciones de
concavidad, a saber,

tó^uM + Duíx'Xx'-x8). (8.4)

Introduciendo (8.3) en (8.4), tenemos que

s
u(xt)<u(xs) +A pV-x s ).
Por lo tanto, los números de Afriat ul y A* pueden interpretarse como niveles de
utilidad y utilidades marginales coherentes con las elecciones observadas.
La implicación más notable del teorema de Afriat es que (1) implica (4): si
existe una función de utilidad que cumple el supuesto de la insaciabilidad local y
que racionaliza los datos, debe existir una función de utilidad continua, monótona y
cóncava que los racionalice. Esta observación es similar a la que hicimos en el capítulo
6 (página 99), en el que demostramos que si algunas de las partes del conjunto de
cantidades necesarias de factores no eran convexas, ningún minimizador del coste
decidiría producir en ellas.
Lo mismo ocurre en el caso de la maximización de la utilidad. Si la función
de utilidad subyacente tuviera la curvatura "errónea" en algunos puntos, nunca
160 / LA ELECCIÓN (C. 8)

observaríamos que se toman decisiones en esos puntos, ya que no satisfarían las


condiciones de segundo orden correctas. Por lo tanto, los datos observados en el
mercado no nos permiten rechazar las hipótesis de la convexidad y la monotonicidad
de las preferencias.

8.9 Estática comparativa a partir de la preferencia revelada

Dado que el AGPR es una condición necesaria1 y suficiente para la maximización


de la utilidad, debe implicar unas condiciiones análogas a los resultados de estática
comparativa obtenidos anteriormente. Éstos son la descomposición de Slutsky de
las variaciones de los precios en el efecto-renta y el efecto- sustitución y el hecho de
que el propio efecto-sustitución sea negativo.
Comencemos por el segundo resultado. Cuando analizamos las variaciones
finitas de un precio en lugar de las variaciones infinitesimales, la demanda compen-
sada puede definirse de dos maneras. La primera definición es la extensión natural
de nuestra definición anterior, a saber, la demanda del bien en cuestión si alteramos
el nivel de renta con el fin de restablecer el nivel inicial de utilidad. Es decir, el valor
de la demanda compensada del bien i cuando varían los precios de p a p + Ap es
simplemente p + A p , ra + A ra) = Xi( p + A p , e ( p + A p , u)), donde u es el nivel ini-
cial de utilidad correspondiente a (p, ra). Este concepto de compensación se conoce
con el nombre de compensación hicksiana.
El segundo concepto de demanda compensada cuando varían los precios de
p a p + Ap se conoce con el nombre de compensación de Slutsky. Es el nivel
de demanda existente cuando varía la renta con el fin de que sea posible el nivel
inicial de consumo. Este concepto se describe fácilmente por medio de las siguientes
ecuaciones. Queremos que la renta varíe lo necesario, Am, para que sea viable el
nivel inicial de consumo, x(p, ra) a los nuevos precios p + Ap. Es decir,

(p + Ap)x(p, m) = m + Am.

Dado que px(p, ra) = ra, esta expresión se reduce a Apa;(p, m) = Ara.
La figura 8.6 muestra la diferencia entre los dos conceptos de compensación. El
concepto de Slutsky puede medirse directamente sin conocer las preferencias, pero
el hicksiano es más útil desde el punto de vista analítico.
Cuando se analizan las variaciones infinitesimales de los precios, no es necesario
distinguir entre los dos conceptos, ya que coinciden. Basta examinar la función de
gasto para demostrarlo. Si varía el precio del bien j en dpj, es necesario alterar el
gasto en (<9e(p, u)/dpj)dpj para mantener constante la utilidad. Si queremos que el
nivel inicial de consumo siga siendo viable, es necesario alterar la renta en Xjdpj. De
Estática comparativa a partir de la preferencia revelada / 161

acuerdo con la propiedad de la derivada de la función de gasto, estas dos magnitudes


son iguales.
Cualquiera que sea la definición que se prefiera, puede utilizarse la preferencia
revelada para demostrar que "el efecto compensado con respecto al propio precio
es negativo". Supongamos que elegimos la definición hicksiana. Partimos de un
vector de precios p y suponemos que x = x(p, m) es la cesta demandada. El vector
de precios varía de p a p + Ap, por lo que ahora la demanda compensada es
x(p + Ap, m + Am), donde Am es la cantidad necesaria para que x(p + Ap, m + Am)
sea indiferente a x(p, m).

Figura 8.6

La compensación de Hicks y de Slutsky. La compensación de Hicks es la


cantidad de dinero que permite que siga siendo asequible el nivel inicial de
utilidad. La compensación de Slutsky es la cantidad de dinero que permite que
sea alcanzable la cesta inicial de consumo.

Dado que x(p, m) y x(p + Ap, m + Am) son indiferentes entre sí, el consumidor
no puede revelar directamente que prefiere estrictamente la una a la otra. Es decir,
debemos tener que

p x(p, m) < p x (p + Ap, m + Am)


(p + Ap)x(p + Ap, m + Am) < (p + Ap)x(p, m).
Sumando estas desigualdades, tenemos que

Ap[x(p + Ap, m + Am) - x(p, m)] < 0.


162 / LA ELECCIÓN (C. 8)

Sea Ax = x(p+Ap, m+Am) - x(p, m); en ese caso, la expresión anterior se convierte
en

ApAx <0.
Supongamos que sólo ha variado un precio, de tal manera que A p = (0,..., Ap¿,
. . . , 0). En ese caso, esta desigualdad implica que xt debe variar en sentido contrario.
Pasamos a analizar la definición de Slutsky. Mantenemos la misma notación
que antes, pero ahora suponemos que Am es la variación de la renta necesaria para
que sea asequible la cesta inicial de consumo. Dado que x(p, m) es, por hipótesis, un
nivel de consumo viable a los precios p + Ap, el consumidor no puede revelar que
la cesta realmente elegida a los precios p + A p es peor que x(p, m). Es decir,

px(p, m) < px(p + A p , m + Am).


Dado que (p + Ap)x(p + Ap, ra + Am) = (p + Ap)x(p, m) por la forma en que se ha
definido Am, restando esta igualdad de la desigualdad anterior, tenemos que

A p A x < 0,
exactamente igual que antes.

8.10 La versión discreta de la ecuación de Slutsky

Veamos ahora cómo se deriva la ecuación de Slutsky. Ya hemos derivado antes


esta ecuación diferenciando una identidad que contenía las demandas hicksianas y
marshallianas. Comenzamos formulando la siguiente identidad aritmética:

Xi(p + Ap, ra) - X{(p, ra) = £¿(p + Ap, ra + Am) - X{(p, m)


- [x¿(p + Ap, ra + Am) - x¿(p + Ap, m)].

Obsérvese que esta identidad se deduce de la aplicación de la regla ordinaria del


álgebra.
Supongamos que A p = (0,..., A p j , . . . , 0). En ese caso, la variación compen-
satoria de la renta —en el sentido de Slutsky— es Am = Xj(p, m)Apj. Si dividimos
cada uno de los lados de la identidad anterior por Apj y nos valemos del hecho de
que Apj = Am/xj(p, m), tenemos que

£¿(p + A p , m) - Xi(p, m) Xi(p + Ap,m + Am)-Xi(p,m)


Apj Apj
, ,[xi(p +Ap,m +Am) -Xi(p +Ap,m)]
"'P '
La recuperabilidad /163

Interpretando cada uno de los términos de esta expresión, podemos reformularla de


la manera siguiente:

Áxí A X{ A Xi
Apj Apj comp

Obsérvese que esta última ecuación es simplemente la expresión análoga en términos


discretos de la ecuación de Slutsky. El primer miembro es la variación que experi-
menta la demanda del bien i cuando varía el precio j. Esta variación se descompone
en el efecto-sustitución (la variación que experimenta la demanda del bien i cuando
varía el precio j y se altera también la renta para que siga siendo posible el nivel
inicial de consumo) y el efecto-renta (la variación que experimenta la demanda del
bien i cuando sé mantienen constantes los precios pero varía la renta multiplicada
por la demanda del bien j). La figura 8.7 muestra la descomposición de Slutsky de
una variación del precio.

Figura 8.7

BIEN 2

BIEN 1
Efecto-sustitución
efecto-renta

La descomposición de Slutsky de una variación del precio. Primero pivotamos


la recta presupuestaria alrededor de la cesta inicial de consumo y a continuación
la desplazamos hacia fuera hasta llegar a la elección final.
164 / LA ELECCIÓN (C. 8)

8.11 La recuperabilidad

Dado que las condiciones de la preferencia revelada constituyen un conjunto com-


pleto de restricciones impuestas a la conducta maximizadora de la utilidad, deben
contener toda la información existente sobre las preferencias subyacentes. Resulta
más o menos evidente cómo se utilizan las relaciones basadas en las preferencias
reveladas para averiguar las preferencias por las elecciones observadas, x 1 , siendo
t = 1 , . . . , T. Sin embargo, no es tan evidente cómo se utilizan para conocer las
preferencias por elecciones que nunca se han observado.

Figura 8.8

BIEN 1

Frontera interior y exterior. RP es la frontera interior de la curva de indiferencia


que pasa por Xo; el complemento de RD es la frontera exterior.

Veámoslo mejor con un ejemplo. La figura 8.8. representa una única obser-
vación de la conducta de elección, (p 1 , x 1 ). ¿Qué implica esta elección respecto a la
curva de indiferencia que pasa por la cesta x°? Adviértase que x° no se ha observado
previamente; en concreto, carecemos de datos sobre los precios a los que x° sería una
elección óptima.
Tratemos de utilizar la preferencia revelada para "acotar" la curva de indife-
rencia que pasa por x°. En primer lugar, observamos que el consumidor revela que
prefiere x 1 a x°. Supongamos que las preferencias son convexas y monótonas. En
ese caso, todas las cestas situadas en el segmento que conecta x° y x 1 deben ser,
al menos, tan buenas como la x° y todas las cestas situadas al noreste-de esa cesta
son, al menos tan buenas, como la x°. Llamemos a este conjunto de cestas RP, por
"se revela que se prefiere" a x°. No es difícil demostrar que es la mejor "frontera
interior" del conjunto de puntos del contorno superior que pasa por el punto x°.
La recuperabilidad /165

Para hallar la mejor frontera exterior, debemos considerar todas las rectas pre-
supuestarias posibles que pasan por x°. Sea RD el conjunto de todas las cestas que se
revela que están dominadas por la x° en el caso de todas estas rectas presupuestarias.
No hay duda de que estas cestas de RD son peores que la x°, cualquiera que sea la
recta presupuestaria que se utilice.

Figura 8.9

Frontera interior y exterior. Cuando hay varias observaciones, la frontera interior


y la exterior pueden llegar a estar muy cerca la una de la otra.

La frontera exterior del conjunto de puntos del contorno superior correspon-


diente a x° es, pues, el complemento de este conjunto: NRD = todas las cestas que
no pertenecen a RD. Ésta es la mejor frontera exterior en el sentido de que un coñsu-
midor maximizador de la utilidad y coherente no púede revelar nunca que prefiere
a x° una cesta que no pertenezca a este conjunto. ¿Por qué? Porque por definición
una cesta que no pertenece a NRD(x°) debe pertenecer a RD(xP), en cuyo caso, se
revelaría que es peor que x°.

En el caso en el que'sólo hay una elección observada, los límites establecidos por
las fronteras no son muy estrictos. Pero cuando hay muchas elecciones, las fronteras
pueden llegar a estar muy cerca la una de la otra, consiguiendo que la verdadera
curva de indiferencia quede casi perfectamente acotada. Véase la figura 8.9 para un
ejemplo ilustrativo. Conviene que el lector siga los pasos de la construcción de las
166 / LA ELECCIÓN (C. 8)

fronteras para asegurarse de que comprende su procedencia. Una vez construidas


las fronteras interior y exterior de los conjuntos de puntos del contorno superior,
hemos recuperado casi toda la información sobre las preferencias que contiene la
conducta observada de la demanda. Por lo tanto, la construcción de RP y de RD es
análoga a la resolución de las ecuaciones de integrabilidad.

Nuestra construcción de RP y de RD ha sido hasta ahora gráfica. Sin embargo,


es posible generalizar este análisis al caso en el que hay muchos bienes. Para ave-
riguar si se revela que se prefiere una cesta a otra o que se considera peor, hay que
averiguar si un determinado conjunto de desigualdades lineales tiene solución.

Notas

La demostración dual de la ecuación de Slutsky que realizamos aquí se basa en


McKenzie (1957) y Cook (1972). Para un análisis detallado de la integrabilidad véase
Hurwicz & Uzawa (1971).. La idea de las preferencias reveladas se debe a Samuelson
(1948). El enfoque aquí adoptado se basa en Afriat (1967) y Varían (1982a). La
derivación de la ecuación de Slutsky a partir de la preferencia revelada procede de
Yokoyama (1968).

Ejercicios

8.1. La función de gasto de Frank Fisher es e(p, u). Su función de demanda de chistes
es Xj{p, m), donde p es un vector de precios y m > 0 es su renta. Demuestre que los
rs

chistes son un bien normal para Frank si y sólo si d e / d p j d u > 0.

8.2. Calcule la matriz de sustitución del sistema de demanda Cobb-Douglas cuando


hay dos bienes. Verifique que los términos diagonales son negativos y los efectos
cruzados de los precios son simétricos.

8.3. Suponga que un consumidor tiene una función de demanda lineal x = ap+bm+c.
Formule la ecuación diferencial que necesitaría resolver para hallar la función de
utilidad métrica monetaria. Si puede, resuélvala.

8.4. Suponga que un consumidor tiene una función de demanda semi-logarítmica


lnx = ap+bm+c. Formule la ecuación diferencial que necesitaría resolver para hallar
la función de utilidad métrica monetaria. Si puede, resuélvala.
Ejercicios / 1 6 7

8.5. Halle la cesta demandada por un consumidor cuya función de utilidad es


3
u(xi, X2) = xfx2y su restricción presupuestaria 3x\ + 4x2 = 100-

1 1
8.6. Utilice la función de utilidad u(x\, X2) = x\xí¿ y la restricción presupuestaria
m = p\x\ + P2X2 para calcular x(p, m), v(p, m), h(p, u) y e(p, u).

8.7. Amplíe el ejercicio anterior al caso en el que u(x 1, #2) = {x\ - a\)^{x2 - ai)^1 y
compruebe la simetría de la matriz de términos de sustitución j •

8.8. Repita el ejercicio anterior utilizando u*(x\, X2) = \ l n z j + \ \n.X2 y demuestre


que todas las fórmulas anteriores se cumplen siempre que se sustituya u por eu.

8.9. Las preferencias están representadas por u = 0(x) y se calcula una función
de gasto, una función indirecta de utilidad y las demandas. Si ahora representa-
mos las mismas preferencias por medio de u* = ip(<fi(x)), siendo ifj(-) una función
creciente monótona, demuestre que e(p, u) es sustituido por e(p, -0 - 1 («*)), i;(p, m)
por V>(f(p, m)) y h(p, u) por h(p, Demuestre también que las demandas
marshallianas x(p, m) no resultan afectadas.

8.10. Considere un modelo de dos periodos en el que la utilidad de Dave viene dada
por u{x 1, X2), donde x\ representa su consumo correspondiente al primer periodo y
X2 su consumo correspondiente al segundo periodo. Dave tiene la dotación (x\, X2)
quepodría consumir en cada uno de los periodos, pero también podría intercambiar
el consumo actual por consumo futuro y viceversa. Por lo tanto, su restricción
presupuestaria es

+p2Z2 =P1¿1+P2¿2,

donde p\ y P2 son los precios correspondientes al primer periodo y al segundo,


respectivamente.

(a) Derive la ecuación de Slutsky en este modelo (observe que ahora la renta
de Dave depende del valor de su dotación, la cual depende, a su vez, de los precios:
m =p\x\ +P2X1).

(b) Suponga que la elección óptima de Dave es tal que x\ < x\. Si baja p\,
¿mejorará o empeorará el bienestar de Dave? ¿Y si baja P2?

(c) ¿Cuál es la tasa de rendimiento del bien de consumo?


168 / LA ELECCIÓN (C. 8)

8.11 Considere el caso de un consumidor que está demandando los bienes 1 y 2.


Cuando sus precios son (2,4), demanda (1,2). Cuando son (6,3), demanda (2,1). No
se produce ninguna otra alteración de importancia. ¿Está maximizando la utilidad
este consumidor?

8.12. Suponga que la función indirecta de utilidad adopta la forma v{p, y) = f(p)y.
¿Cuál es la forma de la función de gasto? ¿Y la de la función de compensación
indirecta, ¡j,(p; q, y) expresada con respecto a la función /(•) y a y?

8.13. La función de utilidad es u(x\,x2) = min{a:2 + 2x\,x\ + 2^2}.

(a) Trace la curva de indiferencia correspondiente a u(x 1, £2) = 20. Sombree el


área en la que u(x\, X2) > 20.

(b) ¿Qué vaiores ha de adoptar p\/p2 para que x\ = 0 sea el único óptimo?

(c) ¿Qué valores ha de adoptar p\/p2 para que X2 = 0 sea el único óptimo?

(d) Si ni x\ ni xi son iguales a cero y el óptimo es úrticó, ¿qué valor debe adoptar
X\/X2?

8.14. Suponga que según la legislación fiscal vigente, algunas personas pueden
ahorrar hasta 200.000 pesetas al año en un plan de jubilación, que es un sistema
de ahorro que recibe un trato fiscal especialmente favorable. Considere el caso de
una persona que en un determinado momento tiene la renta Y, que quiere gastar en
consumo, C, en ahorro destinado al plan de jubilación S\ o en ahorro ordinario S2.
Suponga que la función de utilidad en "forma reducida" es

U{C,S h S 1 ) = S f S P c 1

(Se trata de una forma reducida porque los parámetros no son parámetros realmente
exógenos que representan las preferencias, sino que también comprenden el trato
fiscal de los activos, etc.) La restricción presupuestaria del consumidor viene dada
por:
c + s1 + s2 = y,

y la cantidad máxima que puede destinar al plan de jubilación está representada por
L.

(a) Deduzca las funciones de demanda de Si y £2 de un consumidor para el


que el límite L no suponga una restricción activa.
Ejercicios /169

(b) Deduzca las funciones de demanda de S\ y ¿2 de un consumidor para el


que el límite L sea una restricción activa.

8.15. Si el ocio es un bien inferior, ¿cuál es la pendiente de la función de oferta de


ocio?

8.16. Un consumidor maximizador de la utilidad tiene unas preferencias estricta-


mente convexas y estrictamente monótonas y consume dos bienes, x\ y xi, cuyo
precio es 1 en ambos casos. No puede consumir una cantidad negativa de ninguno
de los dos bienes. Tiene una renta anual de m. Su nivel actual de consumo es {x\, x^),
donde x\ > 0 y x\ > 0. Suponga que el próximo año recibirá una ayuda de g\ < x\
que debe gastar enteramente en el bien 1 (si lo desea, puede rechazar la ayuda).

(a) ¿Verdadero o falso? Si el bien 1 es un bien normal, la influencia de la


ayuda en su consumo debe ser igual que la influencia de una ayuda de la misma
cuantía que no estuviera sujeta a ninguna limitación; Si esta afirmación es verdadera,
demuéstrelo. Si es falsa, demuestre que lo es.

(b) ¿Verdadero o falso? Si el bien 1 es un bien inferior para el consumidor


anterior en todos los niveles de renta m > x\+x\, si recibe una ayuda de g\ que debe
gastarse en el bien 1, el efecto debe ser el mismo que el de una ayuda de la misma
cuantía que no esté sujeta a limitaciones. Si esta afirmación es cierta, demuéstrelo.
Si es falsa, muestre qué hará si recibe la ayuda.

(c) Suponga que este consumidor tiene preferencias homotéticas y que actual-
mente está consumiendo x\ = 12 y x\ = 36. Trace un gráfico colocando g\ en el eje
de abscisas y la cantidad del bien 1 en el de ordenadas. Utilícelo para mostrar la
cantidad del bien 1 que demandará el consumidor si su renta ordinaria es m = 48 y
si recibe una ayuda de g\ que debe gastar en el bien 1. ¿En qué nivel de g\ tendrá
este gráfico un vértice? (Piénselo un minuto antes de contestar y dé una respuesta
numérica.)

También podría gustarte