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Otro de los grandes ríos de África es el río Níger (4.160 km) que
recorre buena parte de África occidental. Nace muy cerca del
mar, pero se dirige al interior del continente, hacia el Sáhara,
para dar una enorme vuelta y desembocar en el golfo de Guinea.
RECURSOS ECONÒMICO.
La economía africana, el
continente olvidado, está
empezando a resurgir con
la colaboración de los
países asiáticos y más
concretamente de China.
El interés que suscita
África procede,
principalmente, de los
innumerables recursos
naturales que posee. El continente africano ostenta el 99% del
cromo total del mundo, el 54% del oro, el 68% del cobalto y,
además, es el continente que más diamantes de calidad
produce en el mundo. Es poseedor de petróleo, fundamental
para el desarrollo asiático y aún más bajo la situación actual de
precios elevadísimos, procesos inflacionistas y ralentización
económica mundial.
Otro hecho a tener en cuenta es el dominio de idiomas
europeos en el continente: hay más población francoparlante
en África que en Francia, lo mismo sucede para el caso
británico y portugués. Dato importante y que no pasa
desapercibido para Asia de cara al desarrollo de futuros planes.
Además, la mano de obra local puede proporcionar una ayuda
significativa para sectores como el turismo, la agroindustria,
textil, etc.
Observando estos datos y muchos más junto con las buenas
oportunidades de la región se comprende el gran crecimiento
que se ha producido entre los años 2004-2006 de la inversión
directa proveniente del extranjero. En concreto, ha alcanzado
un record histórico de 39.000 millones de dólares a la vez que
las inversiones de África en el exterior se han cuadruplicado en
ese mismo periodo. Este crecimiento, que venía dado en parte
por las inversiones tradicionales de Hong-Kong, República de
Corea, Singapur o Taiwán, ha crecido exponencialmente con la
incorporación de China e India, con una implicación muy
importante en el continente africano. Implicación China,
acentuada tras la Cumbre África-China de 2006 en
Beijing, cuando los máximos mandatarios chinos trataron con
50 jefes de Estado y ministros africanos. Desde esa fecha, sus
interacciones económicas no han dejado de aumentar: entre
2000 y 2007 sus flujos comerciales pasaron de 11.000 a
57.000 millones de dólares, las inversiones chinas están
presentes en 48 países africanos, y el país asiático se ha
convertido en el tercer destino de exportaciones africanas.
África lo que persigue es llegar a lograr un crecimiento
sostenible. Un crecimiento que venga sustentado por el
incremento de productos manufacturados y que estos, a su
vez, cada vez posean mayor valor añadido. Esto es necesario
ya que, valiéndose tan solo de exportaciones que carecen de
elaboración previa, no generaran valor suficiente y solo se
crecerá mientras los recursos naturales existan y no se agoten.
Es necesario, por tanto, esa transición. No es un problema de
falta de recursos, sino de empleo de los mismos.