Está en la página 1de 2

Llegó la hora, primera vez a la escuela.

Autoras: Karla Carchichabla, Mayra González, Jennifer Martínez

Esta es la historia de Nela Martínez, ha pasado el tiempo y su primer día de clases


estaba por llegar, de un sueño profundo de la nada despertó y llama gritando a su mamá
Dolores Cacuango y esto empieza así…
 ¡Mamá Dolores! ¡Tuve un sueño chévere! ¿Quieres que te cuente?
- ¿En serio hija? Me sorprende y me emociona escucharte así… Haber, ¿cuéntame Nela
que soñaste? ¿Qué ideas están pasando por esa cabecita?
- Ya Mamá Dolores ahoritas mismo te cuento, no me lo vas a creer pero, soñé con mi
primer día en la escuela, te juro parecía tan real.
-Eso se escucha genial, ¿Haber cuenta, cómo fue mijita?
Como me contaste mamá, ahí me encontré con niños y niñas, así guaguitos como yo, les
gustaba jugar muchísimo como a mí. No los conocía, nunca los había visto, pero tú
mamá sabes que soy bien amiguero, y ya pues empecé a hablarles, a jugar y se
convirtieron en mis nuevos panas, son chéveres como mis primos y mis amiguitos del
barrio. Como soy medio curiosa, me puse a ver el lugar y ahí había muchas cosas:
libros, cuadernos, pinturas y marcadores, y tú mamá sabes cuánto me gusta dibujar y
colorear. De repente apareció una joven, muy sonriente y feliz, resulta que ella era la
´´maestra´´ se veía muy amigable, cuando se presentó dijo que su nombre era Tránsito
Amaguaña, pero prefería que le digan señorita, profe o solamente Tránsito, sabes que
soy acholada y creo que yo estaba toda tímida y nerviosa, y de la nada la profe me
sujetó la mano y me dijo que allí donde estaba era un lugar mágico y que aprendería
muchas cosas. De pronto cuando todo parecía estar bien, escuché un ruido extraño, creí
escuchar llorando, así que decidí ir a averiguar qué era lo que pasaba. Cuando observé
de lejos, vi a un niñito solo, estaba triste y desanimado, por la expresión de su cara
parecía que no se animaba a dibujar. Observé cómo la maestra Tránsito se le acercó y le
dijo que se una al grupo, ella le hablaba cálidamente, pero el niño aún mostraba cara de
timidez y era extraño, no entendía porque en su mano llevaba con él una guitarra.
- En serio Nela, ¿y qué fue lo que tú hiciste?
- Quise acercarme a él, pero me achole y me preguntaba si a lo mejor él quisiera ser mi
amigo. Para salir de la duda decidí hacerlo y con una gran sonrisa le dije: “Hola, mi
nombre es Nela ¿Y tú cómo te llamas? ¿Qué te parece si me acolas a dibujar y pintar?”
con un poco de duda, me respondió: De una “Yo me llamo Julio Jaramillo, pero a mí me
gusta tocar la guitarra y cantar”. Me sorprendí y juntos nos fuimos a jugar, dibujar,
pintar y nos sentamos en la misma mesa, parecía que le caía bien. Yo estaba feliz
porque tenía un nuevo amigo súper chévere.
- De pronto me di cuenta que la maestra Tránsito me observaba discretamente, pero no
intervino hasta cuando yo estuve sola y me pidió hablar con ella. Sin saber de qué se
trataba dije bueno y fui, luego de unas preguntas me agradeció por el gesto que había
tenido con Julio, no entendía porque la maestra me decía esto, hasta que me explicó que
Julio provenía de un hogar desintegrado y su única compañía era tan solo su guitarra y
su voz.
- Para mí esto era raro, ni siquiera sabía lo que significaba, pero la maestra me explicó y
solo con escucharle me puse muy triste, ya que mi compañerito tenía una vida muy
diferente a la mía, además la maestra me dijo que su mamá no le ponía atención y nunca
lo abrazaba porque pasa muy ocupada por su trabajo y casi no da tiempo para que pasen
juntos, por esto él prefería estar solo, yo pienso que se siente muy abandonado.
- Por Diosito mamá no sabes la pena que me dio y unas ganas de compartir el amor que
tú me das todos los días. Pero mi repentino acercamiento, había cambiado algo en Julio,
se mostraba más dispuesto a trabajar, mejor dicho desde esa vez ya acolaba, además se
llevaba bien con todos.
- Desde ese momento comprendí que la mejor manera de iniciar una amistad es
brindando confianza y también una gran sonrisa, cada persona representa una historia
diferente y por eso es mejor ser amable con todos, ahora Julio es mi pana y hasta le digo
mijin. Luego de eso, recuerdo también que la maestra empezó a enseñarnos las letras y
puedes creerlo… ¡Ya podía escribir mi nombre N-E-L-A! y también el tuyo mamá ¡me
gusta aprender! Julio también podía escribir estábamos felices mamá.
- Te lo dije mi pequeña Nela, la escuela es un lugar mágico con personas fantásticas y sé
que pronto aprenderás a escribir y muchas cosas más, ¿sabes qué significa eso?
- No mamá Dolores, ¿qué significa?
- Que eres una niña muy inteligente, con un corazón enorme y bondadoso y sé que
mañana tendrás un gran día en tu escuelita, pero ahora sí a dormir que tenemos que
madrugar.
- Gracias mamá sólo quiero y espero que mi sueño se haga realidad.
FIN

También podría gustarte