Está en la página 1de 31

DIGED ESCAP

MODULO AUTOEDUCATIVO

“Pronóstico Meteorológico Subjetivo II”

COMPETENCIA
Conoce los lineamientos generales del análisis subjetivo.

TE-38/3/20 1
Técnicas de Pronósticos Meteorológicos

MODULO AUTOEDUCATIVO 3

INDICE
TEMA CONTENIDO PAGINA

COMPETENCIA 1

3.1 PROCESOS QUE DAN LUGAR AL


DESARROLLO DE SISTEMAS DE
PRESION. 3
3.2 CONDICIONES PARA LA INICIACIÓN Y
DESARROLLO DE SITUACIONES DE
BLOQUEO. 10
3.3 CORRELACION ENTRE LOS CAMBIOS
DE TEMPERATURA Y LOS DE
SUPERFICIES ISOBARAS. 13
3.4 SITUACIONES EN ALTURA
RELACIONADAS CON
AHONDAMIENTOS RELLENOS. 15
3.5 TRASLACIÓN DE UNA BAJA EN
RELACION CON SU AHONDAMIENTO. 22

RESUMEN 24
AUTOEVALUACION 27
RESPUESTAS CORRECTAS 30
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA 31

2 TE-38/3/20
DIGED ESCAP

PRONOSTICO METEOROLÓGICO
SUBJETIVO II

3.1 PROCESOS QUE DAN LUGAR AL DESARROLLO DE


SISTEMAS DE PRESION

En definitiva, el problema de la predicción del tiempo se reduce a


averiguar dónde se van a producir ascensos de aire húmedo que den lugar a
la formación de nubes con la consiguiente posibilidad de precipitación, y
dónde van a tener lugar descensos del aire que originen disipación de
nubosidad. Ello esta muy relacionado con la aparición de sistemas
ciclónicos y anticiclónicos, respectivamente, o a la modificación de los ya
existentes, bien en el suelo o en el campo de la presión, de cuyo gradiente
depende el viento, es decir, introduce variaciones en el movimiento de las
masas de aire y, por tanto, en el de sus fronteras de separación que son los
“frentes”.

Los procesos más importantes que conducen al ahondamiento (o


descenso de la presión) son seis:

- Pérdida de masa en la baja estratosférica.

Una pérdida de masa en la baja estratosférica (es decir,


inmediatamente más arriba de los 250hPa en las latitudes
templadas) contribuye al ahondamiento en superficie, tanto o más
que la disminución de densidad del aire troposférico.

Por lo contrario, una acumulación de masa en la baja estratósfera


contribuye a la subida de presión en superficie, tanto o más que
un aumento de densidad del aire troposférico.

TE-38/3/20 3
Técnicas de Pronósticos Meteorológicos

- Subsidencia en la baja estratósfera

El ahondamiento en superficie va con frecuencia unido a


subsidencia con la baja estratósfera, lo que se manifiesta en un
aumento de la temperatura del aire a 200 hpa, simultáneo con un
descenso del nivel de esta superficie.

J. Vederman dice: Considerando columnas de aire que incluyen


la alta tropósfera y la baja estratósfera, ha demostrado que si se
considera una de esas columnas comprendida entre 100 y 400
hpa resulta que:

Si a medida que se traslada, se está produciendo bajo ella un


rápido ahondamiento en superficie, los dos tercios más bajos de
la columna (por debajo de los 300 hpa) se enfrían y aumentan su
densidad según se profundiza el mínimo de superficie; mientras
el tercio superior se calienta.

Según Vederman: La pérdida de densidad del tercio superior de


la columna es equilibrada sólo en parte mediante el enfriamiento
de los dos tercios inferiores; y el resto mediante el enfriamiento
y el ahondamiento en la baja tropósfera.

- Descensos en la altitud de la superficie de 200 hpa.

Se ha comprobado que el enfriamiento originado en las borrascas


de las capas bajas, únicamente compensa alrededor de un 40% de
lo necesario para equilibrar la pérdida de densidad de la baja
estratósfera. Este enfriamiento no es debido, como a primera
vista pudiera pensarse, al proceso de oclusión, al menos en forma
apreciable; dicho proceso levanta el aire caliente del suelo, pero
sigue manteniéndolo en la baja tropósfera. El citado enfriamiento
es fundamentalmente debido a un proceso dinámico subsidiario
de la circulación ciclónica y, a veces, a una subida de latitud de la
onda ciclónica. En cualquier caso, el 60% restante debe ser
compensado por un descenso de nivel de la superficie de 200
hpa.

Supongamos, por ejemplo, un descenso, en la altitud de 200 hpa,


de 60 metros. Esto equivaldría a un descenso de la presión de

4 TE-38/3/20
DIGED ESCAP

60/8 = 7.5 hpa. El 60% de este descenso de presión es 4.5 hpa,


que será el descenso de presión en el suelo. Obsérvese que esta
operación equivale a hallar los ¾ de dicho descenso de nivel
dividido por 10 (en nuestro caso de 60/10). Es decir, se puede
calcular el descenso de presión en el suelo, originado por un
descenso de nivel de la superficie de 200 milibares, sin más que
hallar los ¾ de las decenas de metros de descenso de dicho nivel.
Ó sea, equivale a la mitad de esas decenas más la mitad de esas
decenas de esa mitad. En nuestro ejemplo, con variación de altura
de 60 metros, sería la variación de presión de (6/2) + (3/2) =
4.5hPa.

REGLA:

Si la diferencia, expresada en decenas de metros, entre la altitud


actual de 200 hpa y la altitud prevista, la dividimos por 2 y le
sumamos la mitad de este resultado, tendremos la disminución
prevista de la presión en el suelo.

La experiencia muestra que se obtienen buenos resultados


tomando como variación de altura a la diferencia entre la altitud
actual de los 200 hpa sobre la vertical del sistema de presión en
superficie (“baja o alta”) y la altitud actual también, del lugar en
que se estima va a estar el centro de presión pasadas 24 horas.

Ahora bien, si la “baja” se dirige hacia un lugar donde el nivel de


200 hpa es más alto, desaparece la causa tanto del enfriamiento
del aire de la “baja” como de su ahondamiento. Puede entonces
ocurrir que la baja tienda a rellenarse y a torcer su rumbo: si esa
subida de nivel de los 200 hpa es porque se está desarrollando
una “dorsal” en altura, hay que pensar que tal dorsal tapará el
camino a la borrasca, bloqueándolo.

Esto dará como resultado una desaceleración del movimiento de


traslación de la baja, la cual:

Se rellenará sin apenas trasladarse.

Se rellenará al mismo tiempo que se desvía hacia el norte


bordeando la dorsal.

TE-38/3/20 5
Técnicas de Pronósticos Meteorológicos

Simplemente se desviará contorneando la dorsal hacia el norte.

Saldremos quizá de dudas reconsiderando la posición prevista


para la “baja”, habida cuenta del obstáculo que va a encontrar en
su camino y calculando la posibilidad de ahondamiento, o no, en
su nueva trayectoria.

Las conclusiones a las que se ha llegado no pueden aplicarse si la


dirige hacia una meseta terrestre o una llanura fuertemente
caldeadas, donde se anulará el enfriamiento dinámico o el debido
a una subida de latitud de la borrasca.

- Desviación de la trayectoria de una borrasca, del camino normal.

Se considera como trayectoria normal de una borrasca a la que


indican los vientos de las capas altas. Si se aparta de ella, por
cualquier causa, puede ocurrir:

Que lo haga hacia la izquierda, en cuyo caso (y si no está


perturbado el flujo arriba, por causa de circulaciones cerradas) va
cruzando bajo isohipsas cada vez más bajas de cota (hemisferio
norte), lo que significa menos masa encima; y la borrasca se
ahonda. Este ahondamiento será tanto mayor cuanto menor sea el
enfriamiento del centro de la “baja”, tanto por efecto dinámico
como por aumento de latitud; la parte de disminución de presión
que no sea compensada por dicho enfriamiento, es lo que
producirá el ahondamiento.

Que lo haga hacia latitudes más bajas (hacia la derecha de su


trayectoria normal en el hemisferio norte). En este caso, y en el
supuesto de flujo superior no perturbado, la baja va cruzando
bajo isohipsas cada vez más altas de cota y tenderá a rellenarse,
debido a la parte de aumento de masa sobre ella que no sea
compensado por el natural calentamiento debido a la disminución
de latitud.

Este calentamiento puede, en ocasiones, ser muy fuerte si la baja


entra en un terreno muy recalentado, hasta el punto de no
observarse variación apreciable de la presión en ella y, en algún

6 TE-38/3/20
DIGED ESCAP

caso, apreciándose incluso ahondamiento.

Los efectos dichos, de ahondamiento, se da, si se desvía hacia


latitudes más altas, o de relleno si va hacia latitudes más bajas, y
son mucho más acusados, si, al hacerlo, cruza bajo la corriente en
chorro. Pues si lo hace hacia el polo pasa a tener encima aire
estratosférico polar (más cálido y ligero) que facilita el
ahondamiento; y si lo hace hacia el Ecuador, pasa a tener encima
una capa más densa de aire troposférico frío.

- Advección de aire de distinta densidad.

La advección o llegada a una región de aire con distinta densidad


que el allí existente puede producir cambios en la presión sobre la
superficie del suelo. Y decimos puede porque hay dos variables
que entran en juego. Estas dos variables corresponden a los dos
términos de la ecuación de la “tendencia barométrica”. Dicha
ecuación expresa que la variación de presión en el suelo resulta
de la suma algebraica de dos términos.

La variación de presión que ocurra en un nivel por encima de la


capa en que tenga lugar la advección.

La variación de peso, por unidad de superficie, de la nueva masa


de aire interpuesta entre el suelo y el nivel antes citado.

Un ejemplo aclarará ideas:

Supongamos que sobre una estación determinada a 1,004 hpa de


presión (reducida al nivel del mar) y que los 500 hpa están a 5460
metros. Si no se espera cambio de masa de aire por encima de los
500 hpa, esa altitud permanecerá prácticamente constante. Los
1000 hpa estarán a unos 32 msnm, supuesto que admitamos la
proporción de ocho metros de elevación por cada hectopascal de
disminución de la presión (lo que es suficientemente aproximado
en las capas bajas). Es decir, la disminución de presión desde 100
a 500 hpa se logra, en este caso, con un ascenso en la vertical de
546-32 = 5428 metros, que será el espesor de la capa de aire
comprendida entre los niveles de 1000 y de 500 hpa. Pero si
ocurre una advección cálida y sobre la estación pasa a situarse en

TE-38/3/20 7
Técnicas de Pronósticos Meteorológicos

un aire menos denso, se necesitará una capa, de este nuevo aire,


más gruesa para lograr esa misma diferencia de presión. Si el
nuevo espesor necesario es, por ejemplo, 5488 metros, los niveles
de 1000 y 500 hpa habrán de separarse en la vertical 60 metros
más de lo que estaban. Esta separación vertical habrá de lograrse
descendiendo el nivel de los 1000 hpa, ya que se ha supuesto al
principio que la altitud de los 500 hpa no va a variar. Este
descenso de presión en el suelo de 60/8 = 7.5 milibares,
quedando reducida a 996.5 hpa y desapareciendo la superficie de
1000 hpa en la vertical de esa estación (suele decirse que los
1000 hpa están bajo el suelo 28 metros; pero esto no es más que
un modo de expresarse que no corresponde a un hecho real, ya
que la superficie de 1000 hpa, como otra superficie isobara
cualquiera, no es una superficie material que tenga que estar por
fuerza en algún sitio).

Naturalmente, si, como suele suceder, a los 500 hpa se elevan


como consecuencia de la advección cálida de debajo, la presión
en el suelo no bajará tanto. Si, por ejemplo, los 500 hpa se elevan
20 metros, los 1000 hpa sólo tendrán que bajar 40 metros, y la
presión en el suelo descenderá 5 hpa, quedando en 999 hpa.

- Confluencia y Difluencia de isohipsas.

Los procesos de confluencia y difluencia de las isohipsas son de


fundamental importancia en el pronóstico de variaciones de
presión.

La confluencia de isohipsas origina acumulación de masa de aire,


con la consiguiente subida de presión o elevación del nivel de las
superficies isobaras.

La difluencia origina disminución de masa, con la consiguiente


bajada de la presión o del nivel de las superficies isobaras.

Estos conceptos de confluencia y difluencia son independientes


de los de convergencia y divergencia, aunque hay autores que
emplean los términos convergencia y divergencia para denotar
confluencia y difluencia respectivamente. Conviene, sin
embargo, no confundirlos. La confluencia de isohipsas coincide

8 TE-38/3/20
DIGED ESCAP

con el concepto de convergencia geométrica, pero con el


concepto físico de convergencia (figura 3.1).

Figuras 3.1
Procesos que dan lugar al desarrollo de sistemas de presión.

La confluencia y la difluencia inciden notoriamente tanto en el


campo de velocidades como en el de densidades del aire.
Experimentalmente está comprobado que la variación de
velocidad ocurre fundamentalmente en dos capas:

1) Por debajo del nivel de no divergencia, la principal pérdida de


velocidad tiene lugar en la llamada “capa de fricción”. Esta
capa contiene aproximadamente la octava parte de la masa
total del estrato 600/1000 hpa. Su contribución en los cambios
de presión es despreciable frente al efecto de advección de
aire de distinta densidad, que tiene lugar en dicho estrato
comprendido entre los 600 y los 1000 hpa.

2) Por encima del nivel de no divergencia, las variaciones de


masa que implican variaciones de presión son debidas
fundamentalmente a la difluencia o a la confluencia

TE-38/3/20 9
Técnicas de Pronósticos Meteorológicos

horizontal que llevan consigo disminuciones o aumentos de la


velocidad del viento, respectivamente.

No obstante no es despreciable tampoco la influencia de


advecciones estratosféricas de masas de aire de distinta
densidad.

La capa situada por debajo de los 400 hpa es la que se


considera como “el estrato de advección”; y la situada por
encima de dicho nivel es la “difluencia o confluencia
horizontal significativa”.

El “estrato de advección” se considera como una capa en la


que se compensan efectos dinámicos de capas superiores
(subsidencias y ascendencias en capas más altas).

La figura 3.2 esquematiza la colocación de dichas capas.

Figuras 3.2
Procesos que dan lugar al desarrollo de sistemas de presión

Capas y estratos de advección


Difluencia y confluencia significativa.

3.2 CONDICIONES PARA LA INICIACIÓN Y DESARROLLO


DE SITUACIONES DE BLOQUEO

Se define el “bloqueo” como el desarrollo de una dorsal o un


anticiclón cálido en latitudes altas, atravesándose al camino normal de las
borrascas móviles e interceptándolas. Juntos, como el desarrollo de una
vaguada o una baja, frías, en latitudes bajas.

10 TE-38/3/20
DIGED ESCAP

El comienzo de las situaciones de bloqueo ha sido explicado por Rex


como una consecuencia de la inestabilidad, por exceso de energía, de las
corrientes en chorro muy delgadas, que son las más zonales y las más
veloces.

Según Rex, las corrientes en chorro pueden influir con dos distintos
niveles de energía, uno alto y otro bajo, separados por un valor crítico de la
velocidad. Este nivel crítico de la velocidad es función de la latitud y del
grosor del tubo central o corazón del chorro. Un chorro es estable si su nivel
de energía es bajo, siendo inestable en el caso contrario.

Cuanto más bajo de latitud y más grueso sea el chorro, mayores


velocidades pueden alcanzar sin hacerse inestable; en cambio, un chorro
delgado, discurriendo muy zonalmente por latitudes altas, se hace con
facilidad inestable por exceso de energía.

Así, un chorro delgado y muy veloz, circulando de modo


estrictamente zonal en latitudes altas, alcanza un nivel de energía exceso,
una velocidad hacia el Este mayor de la necesaria para permanecer en
equilibrio con la rotación terrestre. Entonces tiende ese aire a circular por
una trayectoria de mayor radio de giro. Esto puede conseguirlo elevándose,
o trasladándose hacia el Ecuador.

La elevación sólo puede lograrse en la medida en que lo permita la


tropopausa, pues ha de permanecer debajo de ella; es decir, el chorro se irá
hacia latitudes más bajas, elevándose además lo que le permita la
correspondiente elevación de la tropopausa tropical; al mismo tiempo
engruesa. Esta disminución de latitud puede conseguirla de dos maneras; o
por traslación del chorro “en bloque” (cosa frecuente y que ya hemos visto)
o por desviación de la corriente, adquiriendo ésta una componente
meridiana hacia el Ecuador. En cualquier caso, el, chorro pasa a un nivel de
energía inferior. En el caso de descenso de latitud en bloque, el exceso de
energía se invierte totalmente en las nuevas condiciones de equilibrio,
siguiendo una trayectoria de mayor radio de giro alrededor del eje de la
tierra. En el caso de desviación de la corriente, no todo el exceso de energía
se invierte así, pues sólo parte de la corriente desciende de latitud; parte de
ese exceso de energía es absorbido por los vórtices ciclónicos del lado frío
del chorro, los cuales se desarrollan hasta convertirse en extensas áreas
ciclónicas, que transforman en circulación celular (de baja energía) la
circulación esencialmente zonal de la corriente en chorro, de alta velocidad

TE-38/3/20 11
Técnicas de Pronósticos Meteorológicos

y alto nivel de energía. La aparición de “altas de bloqueo” es, según Rex, la


consecuencia inmediata (figura 3.2 e)

Ahora bien, esto se evidencia en los mapas de trabajo de 700 y 500


hpa, los cuales muestran en este proceso una especial configuración de
advección cálida en el flujo del sur oeste de la parte delantera de una
vaguada; mientras que los mapas de 200 y 100 hpa muestran una advección
fría en el flujo sur oeste, exactamente encima, en la vertical, de la corriente
cálida de 700 y 500 hpa.

Este proceso de advección del sur, que acumula aire caliente en la


tropósfera y aire frío en la baja estratósfera, no es de por sí suficiente para
generar altas de bloqueo, si no va acompañado de una acumulación de masa
originada por una convergencia más arriba, de manera que entre ésta y la
advección fría de la baja estratósfera compensen con exceso la advección
cálida de la tropósfera.

En la práctica, es muy frecuente que la anticiclogénesis ocurra con


este tipo de advecciones cálida y fría superpuestas. Sin embargo, el mejor
síntoma de la existencia de esa convergencia, es la presencia (junto con la
superposición de advecciones citada) de vientos muy fuertes (ramal del
chorro) que se trasladan corriente abajo, curvando anticiclónicamente su
trayectoria, hacia lugares de muy débil gradiente.

Según Namías, también los chorros gruesos, estables y bajos de


latitud, pueden dar lugar a situaciones de bloqueo.

Con frecuencia, a un lado y al otro del chorro se observan trenes de


ondas.

Cuando esto ocurre, el aire polar tiende a bajar de latitud,


introduciéndose en la vaguada por su borde occidental; mientras el aire
tropical tiende a subir de latitud, pasando a la dorsal. Un posterior desfase
entre las ondas de la corriente septentrional y la meridional, obliga al chorro
a bifurcarse, pasándose a circulación celular, con alta cálida de bloqueo al
norte y baja fría de bloqueo al sur rehaciéndose el chorro más al este, en la
confluencia del aire polar y tropical.

12 TE-38/3/20
DIGED ESCAP

Figuras 3.3 y 3.4


Situaciones de bloqueo.

a. Situación de bloqueo (según Namías) por bifurcación de un chorro estable, como


consecuencia de un desfase entre las ondas a un lado y a otro del chorro.

b. Situación de bloqueo (según Rex), originada a partir de un chorro zonal delgado,


muy veloz y muy alto de latitud (chorro inestable).

3.3 CORRELACION ENTRE LOS CAMBIOS DE


TEMPERATURA Y LOS DE SUPERFICIES ISOBARICAS

Puesto que la presión atmosférica es una consecuencia del peso del


aire, resulta evidente que si entre los niveles de 700 y 500 hpa se sustituye
aire frío por aire cálido, lo lógico es pensar que la presión debajo del aire
cálido introducido disminuirá y, por tanto, la superficie de 700 hpa
descenderá. Sin embargo, la experiencia demuestra lo contrario; es decir,
que la superficie de 700 hPa se eleva.

La única explicación posible a este hecho realmente observado, es


que debe existir un mecanismo en niveles más altos que compense con
exceso el menor peso del aire introducido.

Tal mecanismo no puede ser otro que el de acumulación de masa


debido a convergencia en capas más altas, de manera que ese aire cálido
proceda de subsidencia de masas de aire desde más arriba, que mete sin
cesar aire entre 500 y 700 hpa, comprimiéndole y calentándole.

Hemos de concluir que la advección cálida entre esos dos niveles es,
por lo general, una consecuencia de convergencia más arriba, con

TE-38/3/20 13
Técnicas de Pronósticos Meteorológicos

subsidencia, lo que hace aparecer una correlación alta entre advección


cálida por encima de los 700 hpa y la elevación de esta superficie.

Podemos pues decir, que la superficie de 700 hpa se eleva a pesar de


la advección cálida por encima de ella. Es decir, no podemos atribuir la
elevación de los 700 hpa, a que se haya calentado el aire que tiene encima,
aunque ambos hechos vayan frecuentemente unidos; la correlación no
demuestra una relación física causa efecto entre los hechos correlacionados,
sino solamente una consecuencia de estadística.

Se ha observado que tal correlación es más o menos alta según la


situación geográfica del área en cuestión. Así, la regla según la cual “la
elevación o fortalecimiento de dorsales en la alta troposfera está asociada
con advecciones cálidas por su borde occidental, y su hundimiento o
debilitamiento con advecciones frías” es poco confiable al este de cadenas
montañosas.

Lo mismo puede decirse de la siguiente regla que equivale a lo


anterior, para vaguadas: “el ahondamiento de vaguadas en la alta tropósfera
asociado con advecciones frías por su borde occidental y advecciones
cálidas”.
(Figura 3.5 a, Figura 3.5 b)
Situaciones de Bloqueo.

Cuando estas reglas se cumplen, lo correcto es decir que la vaguada


se ahonda a pesar de la advección fría; o que se rellena a pesar de la
advección cálida. Y lo mismo para las dorsales.

14 TE-38/3/20
DIGED ESCAP

Estos ahondamientos y rellenos que ocurren a pesar del tipo de


advección, disminuyen según descendemos en la tropósfera, es decir al
alejarnos de los lugares de convergencia o divergencia de capas muy altas,
que es donde reside la causa de ahondamientos y rellenos. Según vamos
bajando se va la existencia del aire cálido (o del frío) que está llegando a la
alta tropósfera, hasta el punto de que en la superficie cae la presión si la
advección superior era cálida, o sube si es fría, como debe ser.

Es decir, pueden estar ocurriendo ahondamientos en la alta


tropósfera y subidas de presión simultáneas en el suelo, o viceversa.

3.4 SITUACIONES EN ALTURA, RELACIONADAS CON


AHONDAMIENTOS RELLENOS

Es fundamental, para el pronóstico, averiguar en que áreas ocurrirán


los más acusados hundimientos o elevaciones de las superficies isobáricas.
Como tales efectos van íntimamente relacionados con la divergencia y con
la convergencia, parece lógico pensar que es en este nivel de 300 hpa donde
mejor deben poderse estudiar los fenómenos que nos ocupan. Y así es,
teóricamente. Sin embargo, en la práctica, también los 500 hpa dan buen
resultado y suelen tener la ventaja de que contienen más información, la
mayor parte de las veces. Más abajo ya no, pues los 600 hpa coinciden muy
apreciablemente con el nivel de no divergencia. No obstante, y habida
cuenta de que los AIREPS transmitidos por aeronaves son cada vez más
frecuentes al nivel de 300 hpa, es cada vez más práctico trabajar con el nivel
de 300 hpa, pero son igualmente válidas para 400 y 300 hpa.

Dos son las reglas fundamentales:

a) El ahondamiento está relacionado con situaciones de vientos


fuertes que se aproximan a lugares, con curvatura ciclónica de las
isohipsas, que presenten un gradiente débil.

Naturalmente, es frecuente que con esa disposición de isohipsas,


haya bajas heladas inmediatamente a la izquierda del viento;
entonces éstas se dirigirán hacia el sitio de máximo
ahondamiento, y por tanto: “las bajas cerradas viajan en la
dirección y sentido que señalan los vientos más fuertes entre las
que las rodean”.

TE-38/3/20 15
Técnicas de Pronósticos Meteorológicos

Estos ahondamientos significan divergencia en capas superiores,


a pesar de que a primera vista pueda parecer que hay
acumulación longitudinal de masa (llega más aire del que sale).

La explicación de su mecanismo está en la fuerza de Coriolis. En


efecto: cuando las partículas de aires animadas de una alta
velocidad se aproximan a un área de gradiente débil; continúan
por inercia su rápido movimiento, metiéndose en dicha área; la
fuerza de Coriolis es proporcional a la velocidad y como ésta es
muy superior a la que corresponde el gradiente que allí existe
(viento “supergeostrófico”), éste no puede equilibrar la fuerza de
Coriolis, que desvía dichas partículas hacia su derecha
(hemisferio Norte). En el Hemisferio Sur hacia la izquierda; en
cualquier caso separándolas de la baja.

Las partículas desviadas van penetrando en lugares de presión


cada vez más altas, siendo frenadas hasta que su velocidad se
ajusta al gradiente y se encarrilan a lo largo de las isohipsas. Si,
además de todo esto, las isohipsas del área de gradiente débil
tienen curvatura ciclónica, la divergencia es más intensa, pues la
fuerza centrífuga ayuda en el alejamiento citado.

La situación de afluencia de vientos fuertes, hacia un área de


isohipsas difluentes y curvadas ciclónicamente, es persistente, se
obtienen ahondamientos muy considerables. Además, y como una
consecuencia, los fuertes gradientes de presión que acompañan a
los vientos fuertes; se propagan corriente abajo, hacia la derecha
(en el hemisferio Norte) de la dirección del viento; lo cual sucede
principalmente por causa del ahondamiento que tiene lugar al
lado contrario.

Lo más frecuente es que la penetración de las partículas hacia las


altas presiones, que deben manifestarse en que los vientos se
crucen a las isohipsas al contrario de lo normal (es decir,
metiéndose hacia las altas presiones), apenas se aprecie en la
práctica, salvo que haya suficientes datos para que el trazado de
isohipsas se haga con gran precisión. Pero si llega a notarse, el
centro del alta tenderá a moverse hacia el centro de las líneas de
corriente anticiclónicas, que es donde habrá acumulación de masa
de aire.

16 TE-38/3/20
DIGED ESCAP

Esta acción de curvarse anticiclónicamente las líneas de corriente,


se propaga hacia niveles inferiores, haciéndose más notoria en
ellos, debido a la transmisión de momento cinético hacia abajo
por causa de la subsidencia.

(Figuras 3.6, 3.7, 3.8, 3.9)


Situaciones en altura relacionadas con ahondamientos y rellenos.

Figura 3.6 Figura 3.7

Figura 3.8 Figura 3.9

Así ocurre que, si una intensa corriente desemboca en un área a


cuya derecha queda una zona de Gradiente débil, puede
observarse que el viento atraviesa mucho a las isolíneas, sobre
todo en niveles bajos. (Figura 3.7).

“Si un núcleo isalobárico negativo se aproxima a una zona de


delta, se hace más negativo aún; lo contrario ocurre si se
aproxima a una zona de entrada o confluencia”.

TE-38/3/20 17
Técnicas de Pronósticos Meteorológicos

b) Las elevaciones de las superficies isobáricas ocurren con dos


tipos de situaciones:

1) Vientos que se aproximan a un área de fuerte Gradiente de


isohipsas, rectas o curvadas ciclónicamente. La elevación de
la superficie isóbara tiene lugar a la izquierda (en el
hemisferio Norte) o a la derecha (en el Sur) de la dirección
del viento mínimo (Figura 3.8).
2) Vientos muy fuertes aproximándose a un área de Gradiente
débil de isohipsas rectas o con curvatura anticiclónica. La
subida tiene lugar a la derecha (en el hemisferio Norte) de la
dirección del viento máximo (Figura 3.9).

Todo lo que digamos en adelante, irá referido al hemisferio


Norte; naturalmente es aplicable al hemisferio Sur, siempre que
haya movimientos o desviaciones influenciados por la
aceleración de Coriolis.

Las partículas de aire que, a poca velocidad, se mueven de


acuerdo con el débil Gradiente de donde proceden, al llegar al
área de fuerte Gradiente se encuentran con que la fuerza de
Coriolis y es inferior a la que correspondería al gradiente
existente, ya que dicha fuerza es proporcional a la velocidad de
las partículas. Se trata, pues, de un viento subgeostrófico que es
desviado hacia las bajas presiones, ya que la fuerza de Coriolis
no es capaz de equilibrar a la fuerza de presión. El viento por
ello, se cruza a las isohipsas penetrando hacia los valores más
bajos de la presión. Este movimiento hacia las bajas presiones
acelera las partículas, hasta que adquieren la velocidad que
corresponde la Gradiente, en cuyo momento el viento lo encarrila
a lo largo de las isohipsas (Figura 3.10).

La consecuencia es que las líneas de corriente adquieren


curvatura anticiclónica, lo que a su vez origina un aumento de
cota de las líneas isohipsas; y al elevarse éstas, surge una dorsal,
la cual se acentúa en forma acelerada, ya que las sucesivas
partículas lentas que van llegando tienen que cruzarse a las
isohipsa que están cada vez más a la izquierda de su dirección
primitiva (Figura 3.11).

18 TE-38/3/20
DIGED ESCAP

(Figuras 3.10, 3.11, 3.12)


Situaciones de altura relacionadas con ahondamientos y rellenos.

Figura 3.10

Figura 3.11

Figura 3.12

c) Vientos muy fuertes que se acercan a una dorsal muy


pronunciada y con Gradiente débil.

Las partículas de aire, impulsadas a gran velocidad,


“sobrevuelan” la dorsal dando lugar a una elevación de las
isohipsas corriente abajo del eje de la dorsal. De la ecuación del
viento Gradiente:

V2
 (P  V )
R

Resulta, que el radio de curvatura vale:

V2
R
(P  V )

de manera que, para un gradiente dado, el radio de curvatura


aumenta rápidamente con la velocidad. Al llegar a la dorsal (de
débil Gradiente) con una velocidad muy superior a la que

TE-38/3/20 19
Técnicas de Pronósticos Meteorológicos

corresponde al gradiente que allí existe, el R aumenta,


haciéndose la trayectoria más suave, de forma que el viento
sobrevuele la dorsal, siguiendo una trayectoria menos
pronunciada, menos curvada (Figura 3.12).

Como el centro de curvatura de las isohipsas tiende a trasladarse


hacia el de las líneas de corriente, resulta que aquellas terminan
por adaptarse a éstas.

Las partículas de aire que llegan a las proximidades de la dorsal,


describen una trayectoria mucho más suave y amplia que la de las
isohipsas, lo que supone una elevación de la parte que queda
inmediatamente corriente abajo del punto de recurva. Figura 3.13

Ahora bien, la presencia de una dorsal muy pronunciada suele ir


acompañada de una vaguada bien desarrollada y situada al Este,
al Sur Este o incluso al sur de la dorsal, siendo frecuente que una
gota fría aparezca en el fondo del saco de la vaguada, en posición
casi estacionaria. Según la posición relativa del eje de la dorsal
respecto al de la vaguada, las consecuencias de ese “sobrevuelo”
de la dorsal por las partículas, muy veloces, de aire, que llegan,
pueden ser bastante distintas aunque todas ellas tienen un origen
común: la acumulación de masa en algún lugar de la vaguada; la
cual provoca esa elevación de las isohipsas nada más rebasarse,
corriente abajo, el punto de recurva en la dorsal. Dichas
consecuencias son las siguientes:

(1) Casos en que los vientos fuertes que se aproximan, a la dorsal


de Gradiente débil, son del Oeste o del Noroeste (Figura 3.14
(a) y (b).

En estos casos ocurre que:

- El eje de la vaguada cambia de dirección, pasando de estar


orientado NE-SW a estar lo más cerca de la dirección N-S.
- Si hay baja aislada, es desalojada de su casi estacionaria
posición, trasladándose hacia el NE.
- Parte de la vaguada (la más meridional) desaparece,
haciéndolo menos pronunciada y sufriendo un proceso
parcial de relleno. Este proceso es especialmente notable

20 TE-38/3/20
DIGED ESCAP

si al Este de la vaguada hay un Gradiente fuerte, como


ocurre en el caso de haber al Este un anticiclón o una
dorsal de bloqueo.

(Figuras 3.13, 3.14)


Situaciones en altura relacionadas con ahondamientos y rellenos.

(2) Casos en que los vientos fuertes que se aproximan a la dorsal


de débil Gradiente son del tercer cuadrante, con una dorsal (al
Oeste de la vaguada) muy penetrante hacia el norte o hacia el
noreste (Figura 3.15).

En estos casos ocurre que:

- Hay retrogresión de la vaguada, con ahondamiento,


aislándose una gota fría. El eje se reorienta, pero

TE-38/3/20 21
Técnicas de Pronósticos Meteorológicos

poniéndose menos meridiano (retrogresión del eje de la


vaguada).
- La gota fría se aísla de la corriente principal, en la cual
quedan una vaguada y una dorsal menos pronunciadas
que las primitivas y con su eje volviendo a acercarse a la
dirección N-S. Las ondas de la corriente principal
prosiguen su traslación hacia el Este, mientras la gota
aislada sigue su evolución normal (Figura 3.16).

(Figura 3.15, 3.16)


Situaciones en altura relacionadas con ahondamientos y rellenos.

Figura 3.15

Figura 3.16

3.5 TRASLACIÓN DE UNA BAJA EN RELACION CON SU


AHONDAMIENTO

La velocidad de traslación de una baja es función de los valores del


Gradiente isalobárico de delante y de detrás de ella, sea cual fuere la
profundidad de la borrasca. Pero estos gradientes isalobáricos dependen, a
su vez, de tres factores:

22 TE-38/3/20
DIGED ESCAP

- De la advección de temperatura en la baja estratósfera.


- De la convergencia o divergencia en altura.
- Del enfase o desfase entre los dos factores anteriores.

La combinación de estos factores da origen a las tres siguientes


reglas:

a. Si delante de la borrasca hay advección cálida en la baja


tropósfera y divergencia arriba, ambas claramente enfasadas, la
borrasca avanzará rápidamente. Sobre todo si coincide con que
detrás hay convergencia arriba y advección fría abajo. Esto es
frecuente que ocurra en borrascas ondulatorias bastante ocluidas,
es decir bastante viejas, en las que la baja (o la vaguada) de altura
está ya muy cerca de la vertical del centro de la baja de
superficie. Entonces, sobre la vertical donde hay advección cálida
en superficie, queda la parte de la vaguada de altura, que es
justamente donde la divergencia es mayor.

b. Si la divergencia arriba y la advección cálida abajo, están


desfasadas, la borrasca se moverá lentamente, pues ambos
efectos se contrarrestan aunque en superficie siempre predomine
el efecto de la advección cálida. Esto es frecuentemente en
borrascas cálidas jóvenes, en las que su eje vertical a través del
aire está muy inclinado hacia el Oeste.

Entonces la zona de máxima divergencia arriba queda sobre la


vertical de la advección fría en superficie (viento Norte),
disminuyendo la subida de presión detrás de la baja en superficie.
Al mismo tiempo la advección cálida, delante de ésta, no tiene
divergencia arriba, por lo que la caída de presión es débil.

c. El avance de la baja en superficie continuará mientras persistan la


advección cálida delante y al advección fría detrás, aun cuando la
divergencia sobre la vertical de la advección cálida y la
convergencia sobre la vertical de la advección fría disminuyan o
incluso desaparezcan, siempre que no cambien de signo lo
suficiente como para compensar y anular la caída de presión
delante y la subida detrás, que es lo que ocurre si la baja se acerca
a una alta de bloqueo.

TE-38/3/20 23
Técnicas de Pronósticos Meteorológicos

RESUMEN

PROCESOS QUE DAN LUGAR AL DESARROLLO DE SISTEMAS


DE PRESION

El problema de la predicción del tiempo se reduce a averiguar donde


se van a producir ascensos de aire húmedo que den lugar a la formación de
nubes con la consiguiente posibilidad de precipitación. El ahondamiento en
superficie va con frecuencia unido a subsidencia con la baja estratosfera, lo
que se manifiesta en un aumento de la temperatura del aire a 200 milibares,
simultáneo con un descenso del nivel de esta superficie. Se ha comprobado
que el enfriamiento originado en las borrascas de las capas bajas,
únicamente compensa alrededor de un 40% de lo necesario para equilibrar
la pérdida de densidad de la baja estratosfera. Las conclusiones a las que se
ha llegado no pueden aplicarse si la dirige hacia una meseta terrestre o una
llanura fuertemente caldeadas, donde se anulará el enfriamiento dinámico o
el debido a una subida de latitud de la borrasca.

CONDICIONES PARA LA INICIACIÓN Y DESARROLLO DE


SITUACIONES DE BLOQUEO.

Se define el “bloqueo” como el desarrollo de una dorsal o un


anticiclón cálido en latitudes altas, atravesándose al camino normal de las
borrascas móviles e interceptándolo. Juntos, como el desarrollo de una
vaguada o una baja, frías, en latitudes bajas. El comienzo de las situaciones
de bloqueo ha sido explicado por Rex como una consecuencia de la
inestabilidad, por exceso de energía, de las corrientes en chorro muy

24 TE-38/3/20
DIGED ESCAP

delgadas. Según Namías, también los chorros gruesos, estables y bajos de


latitud, pueden dar lugar a situaciones de bloqueo.

CORRELACION ENTRE LOS CAMBIOS DE TEMPERATURA Y


LOS DE SUPERFICIES ISOBARAS.

Se ha observado que tal correlación es más o menos alta según la


situación geográfica del área en cuestión. Estos ahondamientos y rellenos
que ocurren a pesar del tipo de advección, disminuyen según descendemos
en la troposfera, es decir al alejarnos de los lugares de convergencia o
divergencia de capas muy altas.

SITUACIONES EN ALTURA, RELACIONADAS CON


AHONDAMIENTOS RELLENOS.

Fundamental para el pronóstico es averiguar en que áreas ocurrirán


los más acusados hundimientos o elevaciones de las superficies isobaras. El
ahondamiento está relacionado con situaciones de vientos fuertes que se
aproximan a lugares, con curvatura ciclónica de las isohipsas, que presenten
un gradiente débil. En realidad estos conceptos coinciden en esencia con los
expresados por SCHERHAG en sus conocidas reglas: “Si un núcleo
isalobárico negativo se aproxima a una zona de delta, se hace más negativo
aún; lo contrario ocurre si se aproxima a una zona de entrada o
confluencia”.

LAS ELEVACIONES DE LAS SUPERFICIES ISOBARAS


OCURREN CON DOS TIPOS DE SITUACIONES

Vientos flojos que se aproximan a un área de fuerte Gradiente de


isohipsas, rectas o curvadas ciclónicamente. Vientos muy fuertes
aproximándose a un área de Gradiente débil de isohipsas rectas o con
curvatura anticiclónica. Casos en que los vientos fuertes que se aproximan a
la dorsal de débil Gradiente son del tercer cuadrante: hay retrogresión de la
vaguada, con ahondamiento, aislándose una gota fría. La gota se aísla de la
corriente principal, en la cual quedan una vaguada y una dorsal menos
pronunciadas que las primitivas y con su eje volviendo a acercarse a la
dirección N-S.

TE-38/3/20 25
Técnicas de Pronósticos Meteorológicos

TRASLACIÓN DE UNA BAJA EN RELACION CON SU


AHONDAMIENTO

La velocidad de traslación de una baja es función de los valores del


Gradiente isalobárico de delante y de detrás de ella, sea cual fuere la
profundidad de la borrasca. La combinación de estos factores da origen a
las tres siguientes reglas:

- Si delante de la borrasca hay advección cálida en la baja


troposfera y divergencia arriba, ambas claramente enfasadas, la
borrasca avanzará rápidamente.
- Si la divergencia arriba y la advección cálida abajo, están
desfasadas, la borrasca se moverá lentamente, pues ambos efectos
se contrarrestan aunque en superficie siempre predomine el
efecto de la advección cálida.
- El avance de la baja en superficie continuará mientras persistan la
advección cálida delante y al advección fría detrás, aún cuando la
divergencia sobre la vertical de la advección cálida y la
convergencia sobre la vertical de la advección fría disminuyan o
incluso desaparezcan, siempre que no cambien de signo

26 TE-38/3/20
DIGED ESCAP

AUTOEVALUACION

Los propósitos de la siguiente autoevaluación son:

1º Determinar si ha logrado con eficacia la competencia planteada


al comienzo del presente módulo.
2º Revisar aquellos temas o tópicos que no ha comprendido
plenamente.
3º Reforzar su aprendizaje. Recuerde que mediante una
autoevaluación también se aprende.

E.3.1 En qué porcentaje compensa el enfriamiento originado en las borrascas de


las capas bajas?
a) Alrededor de 20%
b) Alrededor de 30%
c) Alrededor de 40%
d) Alrededor de 50%

E.3.2 Dónde está situada la capa considerada como el “Estrato de advección”?


a) 400 milibares.
b) 300 milibares.
c) 200 milibares.
d) 100 milibares.

E.3.3 Se define como desarrollo de una dorsal o un anticiclón cálido en latitudes


altas.
a) Fricción
b) Bloqueo
c) Advección
d) Confluencia

TE-38/3/20 27
Técnicas de Pronósticos Meteorológicos

E.3.4 Qué mapa de trabajo muestra en este proceso una especial configuración
de advección cálida en el flujo de suroeste de la parte delantera de una
vaguada?
a) 700 y 500
b) 600 y 500
c) 400 y 500
d) 200 y 700

E.3.5 Se puede decir que la superficie de 700 milibares se eleva a pesar de:
a) Convección cálida
b) Convección fría
c) Advección cálida
d) Advección fría

E.3.6 En situaciones en altura, relacionadas con ahondamientos rellenos, el


máximo ahondamiento ocurre en el:
a) Hemisferio sur
b) Hemisferio norte
c) Ecuador
d) Polo norte

E.3.7 La zona delta o difluencia es de divergencia en su parte ____________ y


de convergencia a su ________________ en el hemisferio norte.
a) Derecha – izquierda
b) Izquierda – derecha
c) Anterior – posterior
d) Ninguna de las anteriores

E.3.8 Las ondas de la corriente principal prosiguen su traslación hacia el:


a) Norte
b) Sur
c) Este
d) Oeste

E.3.9 La velocidad de traslación de una baja en relación con su ahondamiento es


función de las del:
a) Gradiente Isalobárico
b) Gradiente Isobárico
c) Gradiente Térmico
d) Movimiento

28 TE-38/3/20
DIGED ESCAP

E.3.10 La zona de máxima divergencia arriba que sobre la vertical de la


_____________ en superficie
a) Convención fría
b) Convención cálida
c) Advección cálida
d) Advección fría

TE-38/3/20 29
Técnicas de Pronósticos Meteorológicos

RESPUESTAS CORRECTAS

Ahora puede verificar si sus respuestas son correctas o no. Tenga


presente que debe tener un 70% de aciertos para verificar si ha
logrado la competencia propuesta para este módulo.

ITEM RESPUESTA CORRECTA TEMA

E.3.1 c 3.1
E.3.2 a 3.1
E.3.3 b 3.2
E.3.4 a 3.2
E.3.5 c 3.3
E.3.6 b 3.4
E.3.7 b 3.4
E.3.8 c 3.4
E.3.9 a 3.5
E.3.10 d 3.5

30 TE-38/3/20
DIGED ESCAP

REFERENCIA BIBLIOGRAFICA

- MARIANO MEDINA
Meteorología Sinóptica Básica, 1974

- JOSE NAYA
Meteorología Superior, 1985

- FUERZA AEREA DEL PERU


Manual de Formación de la Especialidad de Meteorología CEFA 21017
ESOFA. 1987

- FUERZA AEREA DEL PERU


Manual de Meteorología para la Navegación Aérea. 1993

- ORGANIZACIÓN METEOROLÓGICA MUNDIAL


Reglamento Técnico Nº 049 OMM – Métodos y Recomendaciones.

TE-38/3/20 31

También podría gustarte