ESPACIO

MUNDANO EN LA MENTE #6
“Tal vez no sea bueno mi comportamiento, pero no es mi culpa”.

¿Alguna vez has dicho alguna de las siguientes frases? “Normalmente no pierdo la calma,
pero mi mamá sabe cómo apretar todos mis botones ¡hasta el punto en el que pierdo la
calma por completo!” “Mi maestro me odia, es por eso que siempre saco malas
calificaciones y me meto en problemas en su clase.” “Algunos de mis amigos son una mala
influencia para mí; nunca me meto en problemas a menos que ande con ellos.” “No quiero
estar activa sexualmente, pero mi novio tiene algún tipo de poder sobre mí.” “No quise
probar las drogas, pero mis amigos me convencieron.” ¿Les son familiares estas
expresiones?.........Cuando hacemos algo malo, y especialmente cuando hacemos algo malo
y nos descubren, rápidamente dirigimos la culpa a otros. Lamentablemente, casi nunca la
dirigimos hacia nosotros mismos.

Porque todos nosotros debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que
cada uno sea recompensado por sus hechos estando en el cuerpo, de acuerdo con
lo que hizo, sea bueno o sea malo.
2ª Corintios 5:10

Esto lo sé por experiencia. En mi propia vida, ¿Te ha pasado lo mismo a ti? Satanás, por
supuesto, quiere que sigamos utilizando excusas. Quiere evitar que enfrentemos la verdad.
Él trata de hacer que nos encojamos de miedo al pensar en la posibilidad de enfrentar la
verdad acerca de nosotros mismos y de nuestro comportamiento. (Compartir el ejemplo
del chico del programa “Fuga Casi Perfecta”)

Una clave para ser libre del juego de la culpabilidad es solicitar el perdón de Dios por esa
actitud irresponsable. Dios es bueno rápido para perdonarnos si verdaderamente nos
arrepentimos, pero no nos podemos arrepentir verdaderamente si no enfrentamos la
verdad en cuanto a nuestra actitud y nuestros errores. Pero, el enfrentar la verdad significa
ir más allá de simplemente admitir que hemos hecho algo malo; significa poner acción para
ya no inventar excusas por ese mal comportamiento (Compartir cuando me enoje con un
amigo y le tuve que pedir perdón por la manera en como lo trate).

Fue difícil decir esas palabras. Mi orgullo se resistía. Quería correr y esconderme de mi
responsabilidad, inventar más excusas y no enfrentar la verdad. Pero no te puedes esconder
de la verdad, porque la verdad es la luz. Te encontrará en cualquier esquina oscura donde
intentes ocultarte. Pero no te estreses acerca de enfrentar la verdad. La verdad te librará
para que puedas vivir la vida abundante que Dios quiere que disfrutes.

“Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo
ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: YO HE VENCIDO AL MUNDO.”
Juan 16:33 (DHHD)

Ya basta de preocuparnos tanto y empecemos a ocuparnos, Dios necesita
gente de reino, lista para conquistar multitudes, ir firme en pos de sus sueños, no
formes parte del montón conformista que critica, que busca culpables, o que
simplemente se queda de brazos cruzados y sigue dentro de cuatro paredes. Dios está
buscando gente con una actitud conquistadora, que no les interese el precio que
haya que pagar por ver un cambio, sino que se anime a ser uno entre miles que viva
diferente, que mire las cosas desde la perspectiva de Dios, no desde la óptica del
mundo y de su carne.

Dios nos dijo que en el TENEMOS PAZ, muchos nos desesperamos, y pensamos que
no hay solución, que la vida ya es así, que no es posible cambiar, que la gente es mala,
que todo está en un completo desorden, pero escucha la voz de Jesús que hoy te dice:

Confien, dice Dios,…. Yo he vencido al mundo.

Esto no le sorprende al padre, el está buscando gente como tú y yo para revertir esto,
Él ya lo hizo su parte hace miles de años en la cruz, pero hoy espera tenerte a ti y a mi
en su lista de fieles, diciéndole:

“Padre no importa lo que pase, no importa las noticias negativas que puedan
abundar, yo seré el ejemplo, quien empiece a buscar cambios para mi vida, para familia
y en el lugar donde tu me has puesto. Seré tu voz donde quiera que vaya, seré tu
representante aquí en la tierra y seré el mejor administrador de los dones que has
puesto en mí. Mi confianza esta puesta en ti y en tu ayuda, guíame para ser lo que tu
esperas de mí.

Estoy aquí para decirte que definitivamente puedes ser libre de tu pasado, de todo lo que
te ha traído para abajo. Dios te promete que “nunca te dejará ni te desamparará”, así que

¡Agárrate de Él y permite que te guíe hacia la libertad!