Erika Ruíz

El juego

Parafraseando a Ampudia(s/a) en el juego se reproducen una serie de prácticas,

creencias o ritos sociales, los cuales están permeados por un cultural, sin
embargo durante el desarrollo teórico y práctico en el ámbito de la clínica con
niños, se le ha visto como un recurso para poder llevar a cabo el diagnóstico e
intervención dentro del proceso terapéutico. Por ejemplo, la escuela psicoanalítica
inglesa, cuya mayor exponente fue Melanie Klein, prestaba gran importancia a el
uso de la interpretación de entrada de la transferencia del niño, así como la de la
angustia y el privilegio del juego.

El juego en la infancia, cuando no ha existido un conflicto o bien se ha podido a

travesar de la mejor manera y existe un ambiente que lo fomenta y no lo
reprime/inhibe, aparece como una actividad espontánea pero es menester que
como se ha escrito exista un ambiente en el cual se pueda desarrollar y sostener
de la manera más óptima el psiquismo del menor.

“…el juego es búsqueda y creación permanente de la realidad, del sentimiento de

existir por sí mismo y del sentido que toman estos fenómenos para el niño”
(Anzieu y Daymas, 2010)

Los objetos (bajo la concepción psicoanalítica, un objeto es eso en qué y por qué
la pulsión busca su satisfacción), son empleados por el niño que juega como
sostenes de las representaciones de sus objetos fantasmáticos, es decir se
convierten en un medio en el exterior en el que pueden proyectar sus los afectos
referidos a dichos objetos internos.

“El juego consiste, pues, en experimenta el contacto con los objetos externos, en
probarlos, utilizarlos, interiorizar los aspectos materiales y afectivos y finalmente,
en adquirir el dominio (Anzieu y Daymas, 2010). Para Freud (1920), los principales
motores que impulsan el juego del niño son: la tendencia y la repetición de lo
reprimido y el deseo de dominio vinculado con el placer.

La importancia del juego en el niño reside en que precede y promueve que suceda
en el menor, los procesos de abstracción, de acceso a la simbolización y contacto
tanto de su entorno como de sí mismo.