Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El ambiente está lleno de pequeños ruidos, incluyendo aquellos que se han vuelto tan
habituales que ya no los percibimos. Otros que son inaudibles para nuestros oídos, pero que
afectan de gran medida a otras especies que habitan conjuntamente con nosotros. Así mismo es
lo que ocurre con el auge de la tecnología y los aparatos electrónicos; se han vuelto tan
habituales y parte fundamental de nuestra rutina cotidiana que hacen del daño paulatino de su
uso constante algo imperceptibles. La grandes metrópolis están arropadas por una sinfonía
chirriona que terminan con crear un hábitat inhóspito, que degrada la calidad de vida. Es por esto
que el ruido es considerado un contaminante.
Se dice que las escalas del sonido, medidas en decibeles (dB), pasan de ser tolerables a
dañinos conforme a los límites alcanzados. El oído humano no presenta pérdida sonora frente a
la exposición de ruidos por debajo a 80 dB, pero sí molestias como la fatiga, estrés, problemas
para dormir, irritabilidad, etc. El oído sufre daños, en algunos casos irreversibles, cuando se
expone a ruidos mayores a los 90 dB. Todo dependerá del tiempo de exposición y el receptor.
En 1972 la Organización Mundial de la Salud (OMS), catalogó el ruido como una forma
más de contaminación, hasta entonces la contaminación acústica era considerada como una
cuestión inherente al desarrollo, algo inevitable con lo que el ser humano tenía que convivir.
NIVELES DE CONTAMINACIÓN ACÚSTICA EN LOS HOSPITALES:
Es por esto que se hace necesario realizar una revisión exhaustiva a los entornos
hospitalarios. Donde se midan los niveles de ruido, identificar sus principales fuentes y aislarlas
o eliminarlas. Haciendo una intervención objetiva y sistemática a dichos espacio, se garantizaría
la no afectación auditiva, la efectividad laboral y mayor recuperación de los pacientes.
LA CONTAMINACIÓN ACÚSTICA SUBMARINA:
FUENTES E IMPACTO BIOLÓGICO
Se hace necesario reducir y controlar adecuadamente los niveles de ruidos que excedan
los niveles permisibles, dada la gran cantidad de efectos negativos en la salud (socioacusia) y en
el bienestar de las personas que esta le provoca. Así mismo, hacer uso de los equipos de
protección laboral correspondiente, debido a la consideración de este tipo de contaminación
como motivo frecuente de discapacidad y del incremento de riesgos de accidentes. En la mayoría
de los casos, el sonido se vuelve un contaminante por el cúmulo de fuentes emisoras, por la falta
de políticas de ordenamiento territorial.
En conclusión, la Contaminación por ruido tiene diversas variantes: dependen de la
fuente emisora y el medio donde se genere. Actualmente 360 millones de personas en todo el
mundo sufren pérdida de moderada a grave de la audición por diversas causas. La pérdida de la
facultad auditiva afecta la calidad de vida. Es un hecho reversible, pero que puede ser prevenible.
Es por esto que se deben elaborar instrumentos y protocolos uniformes que promuevan la
investigación sobre la prevalencia y los efectos de la exposición al ruido (OMS 2015). Promover
la educación comunitaria, hacer estudios sobre el ruido en diversas áreas. Es vital concientizar a
la población sobre los efectos de éste tipo de contaminante, las formas de cómo cuidarnos, y
cuidar a las especies que cohabitan con nosotros, y fomentar la prevención para una escucha
exenta de daños. Desde el uso del volumen adecuado, hasta limitar las horas de exposición.
FUENTES CONSULTADAS: