Está en la página 1de 7

Ruido: sonido que molesta o incomoda a los seres humanos o que les produce, o tiene el

efecto de producirles, un resultado psicológico y fisiológico adverso (RAE, Diccionario del


Español Jurídico). Pitágoras entendía que el Universo emite un sonido. Las órbitas de los cuerpos
celestes que giran alrededor de la Tierra producen sonidos que armonizan entre sí, dando lugar a
un sonido bello al que nombraba “la música de las esferas”. Napoleón Bonaparte consideraba
que: “la música es el más soportable de todos los ruidos”. Y si el ruido no es más que un sonido
no deseado, entonces debemos asumir que la valoración de Ruido siempre va a depender de la
apreciación del receptor. Pero, cuando se habla de Contaminación por Ruido, hacemos
referencia a un sonido que molesta, que agrede, que surge con tal intensidad, y por tiempo
prolongado, que resulta perjudicial para la salud.

El ambiente está lleno de pequeños ruidos, incluyendo aquellos que se han vuelto tan
habituales que ya no los percibimos. Otros que son inaudibles para nuestros oídos, pero que
afectan de gran medida a otras especies que habitan conjuntamente con nosotros. Así mismo es
lo que ocurre con el auge de la tecnología y los aparatos electrónicos; se han vuelto tan
habituales y parte fundamental de nuestra rutina cotidiana que hacen del daño paulatino de su
uso constante algo imperceptibles. La grandes metrópolis están arropadas por una sinfonía
chirriona que terminan con crear un hábitat inhóspito, que degrada la calidad de vida. Es por esto
que el ruido es considerado un contaminante.

Se dice que las escalas del sonido, medidas en decibeles (dB), pasan de ser tolerables a
dañinos conforme a los límites alcanzados. El oído humano no presenta pérdida sonora frente a
la exposición de ruidos por debajo a 80 dB, pero sí molestias como la fatiga, estrés, problemas
para dormir, irritabilidad, etc. El oído sufre daños, en algunos casos irreversibles, cuando se
expone a ruidos mayores a los 90 dB. Todo dependerá del tiempo de exposición y el receptor.

En 1972 la Organización Mundial de la Salud (OMS), catalogó el ruido como una forma
más de contaminación, hasta entonces la contaminación acústica era considerada como una
cuestión inherente al desarrollo, algo inevitable con lo que el ser humano tenía que convivir.
NIVELES DE CONTAMINACIÓN ACÚSTICA EN LOS HOSPITALES:

Diversos estudios compilados por estudiantes del Máster Universitario en Ciencias de la


Enfermería, en diferentes hospitales de la ciudad de Zaragoza (España), revelaron que en los
hospitales "se supera el nivel de ruido recomendado por la OMS". Donde identificaron que los
sonidos que mayormente se destacaban eran lo comunes que envuelven un área laboral
hospitalaria, como son: movimiento de aparatos, personal sanitario, actividades relativas a la sala
de urgencia, carros de medicina y comida, barullo en los pasillos (por el personal y los
transeúntes) y el uso excesivo de los celulares. Siendo los sonidos más diversos que antes y con
mayores niveles, tanto en el interior como en el exterior de los hospitales.

Se entiende que el ruido, en áreas hospitalarias, es un factor agravante y de riesgo para el


paciente, según Florence Nightingale (1859). Y que, según Marc Lalonde (1974), la salud está
condicionada por varios determinantes: biología humana, sistema sanitario, estilo de vida y el
medio ambiente; siendo estos dos últimos los que más afectan a la salud de las personas.

Tomando en cuenta el factor de medio ambiente, y enfocado en materia de contaminación


acústica, el ruido tiene un efecto nocivo en la salud y más cuando la misma ya está quebrantada.
Es bien sabido que para curarse hay que descansar, pero el ruido prolongado en los hospitales
provoca: alteraciones al sistema neurovegetativo, trastorno del sueño, problemas cognitivos,
dificultad en la comunicación oral, falta de concentración, angustia, molestia, malhumor, entre
otras afecciones. Por ende, se alarga el tiempo de curación del paciente y se afecta el tratamiento.

También, la contaminación por ruido presumen una afectación para el personal


hospitalario, que se ven envueltos en afecciones de tipo cognitivo y alteraciones a los patrones
normales del sueño. Los lleva a cometer errores en el área laboral, a estar irritados y no
responder eficientemente.

Es por esto que se hace necesario realizar una revisión exhaustiva a los entornos
hospitalarios. Donde se midan los niveles de ruido, identificar sus principales fuentes y aislarlas
o eliminarlas. Haciendo una intervención objetiva y sistemática a dichos espacio, se garantizaría
la no afectación auditiva, la efectividad laboral y mayor recuperación de los pacientes.
LA CONTAMINACIÓN ACÚSTICA SUBMARINA:
FUENTES E IMPACTO BIOLÓGICO

El estudio realizado y publicado por la Sociedad Anónima de Electrónica Submarina de


Cartagena, Colombia, establece que el medio submarino resulta afectado principalmente por
actividades antropogénicas, identificándose entre estas: dragados y construcciones, transporte
marítimo, perforaciones y producciones de gas y petróleo, sonares activos, investigaciones
geofísicas, explosiones submarinas e investigaciones oceanográficas, las cuales generan diversos
niveles de contaminación acústica, afectando el desarrollo natural y la salud auditiva y física de
los seres vivos que allí habitan, provocando daños temporales o permanentes no letales e incluso
letales a la mayoría de mamíferos marinos, mayormente a frecuencia media (1 – 10 kHz) y
mayor intensidad. Factores como la temperatura y la salinidad del agua de mar (en función de la
profundidad), profundidad del fondo, tipo de fondo y profundidad de calado de la fuente sonora
van a determinar la propagación del ruido radiado por una fuente acústica submarina.

El impacto de la contaminación acústica en los organismos no necesariamente deba


producir afectaciones traumáticas, basta con que impida el desarrollo de su comportamiento
habitual, si los ahuyenta o les hace cambiar sus rutas migratorias y su conducta, además de
dificultarles su capacidad de percepción afectando a la comunicación, localización de presas,
orientación, etc. A un nivel mayor de 160 – 165 dB provoca daños físicos en animales marinos
como hemorragias cerebrales, pulmonares, traumas en tejidos, varamientos y otros.

El ser humano, consciente o no de los efectos negativos ocasionados por la


contaminación acústica en el medio acuático como resultado de las actividades comerciales,
turísticas y productivas, una vez más figura como el principal agente responsable. La
importancia de estas actividades para el desarrollo socioeconómico de una región imposibilita o
limitan su eliminación o eventual reducción, sin embargo resulta imprescindible tomar medidas
orientadas a la erradicación y disminución de las fuentes contaminantes, la prohibición de la
construcción de infraestructuras tanto dentro como en las cercanías del mar, analizar la capacidad
auditiva de los organismos marinos, así como evitar prácticas cuya zona de influencia de las
frecuencias alcancen espacios naturalmente navegables o habitables por los diferentes mamíferos
marinos.
DETERMINACIÓN DE LA CONTAMINACIÓN ACÚSTICA DE FUENTES
FIJAS Y MÓVILES EN LA VÍA A SAMBORONDÓN EN ECUADOR

Entre los proyectos de investigación sobre temas ambientales y urbanos, desarrollados y


financiados por la Universidad de Especialidades Espíritu Santo de Ecuador, estudiantes de
Ingeniería en Gestión Ambiental y otras especialidades acordaron luego de exhaustivas
mediciones y estudios que la contaminación ambiental sonora es generada en mayor medida por
la actividad humana en los procesos de industrialización modernos, urbanización y desarrollo.

Las fuentes móviles de contaminación por ruido proceden de la circulación de miles de


medios de transporte tanto públicos como privados en zonas urbanas. Del mismo modo, el
transporte aéreo en zonas aledañas a los aeropuertos, donde se han reportado de 80 a 90 dB, nivel
incompatible con los establecidos en las zonas residenciales. Por otro lado, las emisiones
provenientes de fuentes fijas como discotecas, cafeterías y bares pueden llegar en algunas
ocasiones hasta los 104 dB en el interior del local, alcanzando el nivel de umbral del dolor,
aunado al cúmulo de actividades de uso de suelo mixto que incluyen zonas industriales,
comerciales y residenciales.

La exposición temporal o prolongada a la contaminación acústica provoca efectos


auditivos como pérdida de la audición irreversible y la fatiga auditiva. Las consecuencias típicas
son ansiedad y alteraciones en el comportamiento. Dentro de los efectos no auditivos, desde el
punto de vista de la medicina, el ruido es el eje de interferencia en la comunicación o percepción
de señales, al punto de producir incapacidad compresiva de diálogo, aislamiento voluntario
inducido o sentimiento vehemente de soledad y depresión.

Se hace necesario reducir y controlar adecuadamente los niveles de ruidos que excedan
los niveles permisibles, dada la gran cantidad de efectos negativos en la salud (socioacusia) y en
el bienestar de las personas que esta le provoca. Así mismo, hacer uso de los equipos de
protección laboral correspondiente, debido a la consideración de este tipo de contaminación
como motivo frecuente de discapacidad y del incremento de riesgos de accidentes. En la mayoría
de los casos, el sonido se vuelve un contaminante por el cúmulo de fuentes emisoras, por la falta
de políticas de ordenamiento territorial.
En conclusión, la Contaminación por ruido tiene diversas variantes: dependen de la
fuente emisora y el medio donde se genere. Actualmente 360 millones de personas en todo el
mundo sufren pérdida de moderada a grave de la audición por diversas causas. La pérdida de la
facultad auditiva afecta la calidad de vida. Es un hecho reversible, pero que puede ser prevenible.

La Contaminación Acústica es muy común en República Dominicana, aunque el mismo


no sea, en muchos casos, percibido como tal. Por ejemplo: los Hospitales y Clínicas privadas en
Santiago se ven envueltas por todo tipo de ruidos. Como es tradición en el país, los centros de
salud son colocados en las urbes del casco urbano (y en otros casos, la ciudad creció alrededor de
ellos), y sus alrededores se ven abarrotados por diversos comercios que generan sus propios tipos
de ruidos. Si nos enfocamos en el Hospital José María Cabral y Báez, que es uno de los más
concurridos de la ciudad, se pone de manifiesto un ruido asfixiante: bocinas de vehículos de
motor, los "conchistas" con su pitido, guaguas anunciadoras que ofertan un producto, se "prueba"
la nueva "música" colocada a un vehículo, tráfico, comercio y transeúntes emergen al unísono.
La contaminación sónica procedente de fuentes fijas y móviles podría ser la más notable en el
país, especialmente en la capital y otras ciudades concurridas, ya que cada mañana y cada tarde,
gran parte de las calles urbanas son tomadas por asalto por un ejército de motocicletas,
altoparlantes, equipos pesados, camiones colectores, sirenas y toda clase de vehículos con
dispositivos sónicos y bastante fuerza para producir ruido intenso, llegando alcanzar hasta 120 y
140 decibeles, según registran aplicaciones en teléfonos inteligentes. Por otra parte, pese a que
los estudios en materia de contaminación acústica submarina en el país son muy limitados o
nulos, es probable que la gran cantidad de embarcaciones motorizadas usadas para el
avistamiento de ballenas en Samaná, así como la creciente construcción de infraestructuras
hoteleras y dragados en la costa, causen afectaciones no traumáticas a los grandes cetáceos u
otras especies marinas. También, algunos métodos utilizados para la pesca.

Es por esto que se deben elaborar instrumentos y protocolos uniformes que promuevan la
investigación sobre la prevalencia y los efectos de la exposición al ruido (OMS 2015). Promover
la educación comunitaria, hacer estudios sobre el ruido en diversas áreas. Es vital concientizar a
la población sobre los efectos de éste tipo de contaminante, las formas de cómo cuidarnos, y
cuidar a las especies que cohabitan con nosotros, y fomentar la prevención para una escucha
exenta de daños. Desde el uso del volumen adecuado, hasta limitar las horas de exposición.
FUENTES CONSULTADAS:

1. CONTAMINACIÓN AMBIENTAL POR RUIDO, Revista Médica Electrónica


Portales Médicos. (2015) https://www.revista-portalesmedicos.com/revista-
medica/contaminacion-ambiental-por-ruido/
2. LA CONTAMINACIÓN ACÚSTICA SUBMARINA: FUENTES E
IMPACTO BIOLÓGICO, Francisco Javier Rodrigo Saura - Sociedad Anónima de Electrónica
Submarina (SAES) https://www.electronica-submarina.com/wp-content/uploads/La-
Contaminacion-Acústica-Submarina-Fuentes-e-Impacto-Biologico-SAES_web.pdf
3. CONTAMINACIÓN ACÚSTICA MARINA: LA AMENAZA INVISIBLE
QUE PONE EN PELIGRO LOS CETÁCEOS. Ladera Azul. (2019)
https://laderasur.com/articulo/contaminacion-acustica-marina-la-amenaza-invisible-que-pone-en-
peligro-los-cetaceos/
4. NIVELES DE CONTAMINACIÓN ACÚSTICA EN LOS HOSPITALES,
Revista Médica Electrónica Portales Médicos. (2016) https://www.revista-
portalesmedicos.com/revista-medica/niveles-contaminacion-acustica-los-hospitales/
5. 1100 MILLONES DE PERSONAS CORREN EL RIESGO DE SUFRIR
PÉRDIDA DE AUDICIÓN, OMS. (2015)
https://www.who.int/mediacentre/news/releases/2015/ear-care/es/
6. ESCUCHAR SIN RIESGO, OMS. (2016)
https://www.who.int/pbd/deafness/activities/MLS_Brochure_Spanish_lowres_for_web.pdf
7. LA ENFERMEDAD DEL RUIDO REPÚBLICA DOMINICANA. Periódico
virtual Acento. Rojas J, (2019). https://acento.com.do/2019/opinion/8650978-la-enfermedad-del-
ruido-rd/
8. QUEJAS POR CONTAMINACIÓN SÓNICA EN ENTORNOS DE LOS
HOSPITALES EN SANTIAGO, Listín Diario. (2018) https://listindiario.com/la-
republica/2018/09/27/534916/quejas-por-contaminacion-sonica-en-entornos-de-los-hospitales-
en-santiago
ANEXO:

También podría gustarte