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El Gloria Padre
El Padrenuestro
6
El Credo de los Apóstoles
Acto de Contrición
7
La Comunión Espiritual
Alma de Cristo
arrancados de la mano
de los enemigos,
le sirvamos con santidad y
justicia,
en su presencia, todos
nuestros días.
9
Cántico a María MAGNIFICAT
Cántico de Simeón
11
El Avemaría
Oremos:
Oh Dios, que por la resurrección de
Tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo,
has llenado el mundo de alegría,
concédenos, por intercesión
de su Madre, la Virgen María,
llegar a los gozos eternos.
Dios te salve.
Bajo tu Amparo
14
Oración a San José
15
Oración de la Mañana
16
Oración de la Noche lo imitemos también
resucitando a una
Señor, Dios todopoderoso: vida nueva.
ya que con nuestro descanso
vamos a imitar a tu Hijo Por Cristo nuestro Señor.
que reposó en el sepulcro, Amén.
te pedimos que,
al levantarnos mañana,
Viacrucis
Ofrecimiento
17
Primera Estación:
Jesús es condenado a muerte
V/. Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos,
R/. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Segunda Estación:
Jesús carga la Cruz
V/. Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos,
R/. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
18
Tercera Estación:
Jesús cae por primera vez
V/. Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos,
R/. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Cuarta Estación:
Jesús encuentra a su madre María
V/. Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos,
R/. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
19
Quinta Estación:
Jesús es ayudado por el Cireneo
a llevar la cruz
V/. Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos,
R/. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Sexta Estación:
La Verónica enjuga el rostro de Jesús
20
Séptima Estación:
Jesús cae por segunda vez
V/. Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos,
R/. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Octava Estación:
Jesús consuela a las santas mujeres
V/. Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos,
R/. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
21
Novena Estación:
Jesús cae por tercera vez
V/. Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos,
R/. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Padre Santo, haznos comprender que no importa caer mil veces cuando
se ama la lucha y no la caída; danos fuerza para luchar continuamente
seguros de que esto le agrada más a Cristo que la posesión pacífica y
cómoda de una victoria fácil. Te lo pedimos por el mismo Cristo nues-
tro Señor. .Amén.
Décima Estación:
Jesús es despojado de sus vestiduras
V/. Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos,
R/. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
22
Decimaprimera Estación:
Jesús es clavado en la Cruz
V/. Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos,
R/. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Decimasegunda Estación:
Jesús muere en la Cruz
V/. Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos,
R/. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
23
Decimotercera Estación:
Jesús es bajado de la Cruz
V/. Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos,
R/. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Haz, Señor, que nuestros sufrimientos no nos alejen de ti, sino que nos
hagan comprender mejor los sufrimientos de la pasión de tu Hijo Jesu-
cristo y nos acerquen más a Él. Por el mismo Cristo nuestro Señor.
Amén.
Decimocuarta Estación:
Jesús es colocado en el Sepulcro
V/. Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos,
R/. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
24
Oración Final
El Santo Rosario
“Con el Rosario,
la Virgen María nos
acompaña para que
Cristo obre en nuestra
vida, nos consuela
en el dolor, nos hace
experimentar la cerca-
nía de Dios también en
las familias”
25
Los Misterios del Santo Rosario
Misterios Gozosos
(lunes y sábado)
Misterios Dolorosos
(martes y viernes)
1. La oración en el huerto
2. La flagelación del Señor
3. La coronación de espinas
4. Jesús con la cruz a cuestas
5. La crucifixión y muerte del Señor
Misterios Gloriosos
(miércoles y domingo)
Misterios Luminosos
(jueves)
27
Concédeme, Señor, Enséñame, Señor, a comprender
atención al orar, la pequeñez de lo terreno,
sobriedad al comer, la grandeza de lo divino,
responsabilidad en mi trabajo la brevedad de esta vida y
y firmeza en mis propósitos. la eternidad de la futura.
28
Familia de Nazaret, que
la Iglesia en todas las naciones
de la tierra pueda cumplir fruc-
tíferamente su misión en la fa-
milia y por medio de la familia.
Tú, que eres la Vida, la Verdad
y El Amor, en la unidad del Hijo
y del Espíritu santo. Amén.
29
Oración a Nuestra Señora de a todos nuestros sacerdotes;
la Candelaria por asiste a nuestras familias
la Arquidiócesis con tu permanente protección;
de Medellín suscita muchas vocaciones
al sacerdocio; llama a
Dios y Padre nuestro, los laicos a un decidido
te bendecimos y te damos compromiso apostólico;
gracias por el don de la fe, congrega pequeñas
que nos ha congregado comunidades en las
en esta Iglesia particular que experimentemos
de Medellín. tu amor; conforta a
los enfermos y desamparados.
Continúa guiando nuestro
camino, manifestación Te entregamos las esperanzas
de tu amor misericordioso, y las luchas de nuestra
a fin de que trabajemos Arquidiócesis y haz
con más empeño por que de los brazos benditos
la venida de tu Reino. de la Virgen María,
que bajo la advocación
Haz que cada día seamos de Nuestra Señora
mejores discípulos de Cristo, de la Candelaria
para que viviendo con ha acompañando a
fidelidad nuestro bautismo, nuestra historia, recibamos
tengamos la alegría de la luz que nos guía al cielo,
ser tus hijos y de ser Jesucristo nuestro Señor.
hermanos los unos Amén.
de los otros.
+Ricardo Tobón Restrepo
Danos siempre la gracia Arzobispo de Medellín
de tu Espíritu que
nos abra los oídos a
la novedad del Evangelio
y que nos ha testigos
de la esperanza en el mundo.
30
Oración por de nuestro(a) hermano(a),
Los Difuntos (1) sostenidos por la esperanza
de que en el último día
Concédele Señor el descanso resucitará con Cristo,
eterno. junto con todos los
Y brille para ellos la luz que han muerto con él.
perpetua.
Te damos gracias por todos
OREMOS: los beneficios con que lo(a)
Señor, la muerte nos favoreciste en esta vida mortal;
ha sorprendido y ni tiempo beneficios que para nosotros
hemos tenido de reaccionar; se convertirían en signos
pero más que nunca creemos de tu bondad y de la comunión
que nos has hecho para la vida de todos los santos con Cristo.
y queremos vivir. Amén
Haz que, contemplando la cruz, Las almas de todos los fieles di-
en la que Jesucristo entregó funtos por la misericordia de
toda su vida, entendamos Dios descansen en Paz. Amén
que sólo dando con amor
la propia vida en favor Oración por
de los demás, conseguiremos Los Difuntos (3)
la plenitud de la vida. Amén.
Concédele Señor el descanso
Las almas de los fieles difuntos eterno:
por la misericordia de Dios des- Y brille para ellos la luz perpe-
cansen en Paz. Amén. tua.
31
concédeles pasar con seguridad Las almas de los fieles difuntos
las puertas de la muerte por la misericordia de Dios des-
y gozar de la luz cansen en Paz. Amén.
y la paz eterna. Amén.
Salmo 18 su pregón
y hasta los límites del
Alabanza al Dios creador
orbe su lenguaje.
32
Salmo 23 ¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas
Entrada solemne de Dios
compuertas:
en su templo
va a entrar el Rey de la gloria.
33
Salmo 46 Los príncipes de los gentiles
se reúnen con el pueblo
El Señor es Rey del Dios de Abrahán;
de todas las cosas porque de Dios son
los grandes de la tierra,
Pueblos todos, batid palmas, y Él es excelso.
aclamad a Dios con gritos de
júbilo; porque el Señor
es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra.
34
Salmo 66 La tierra ha dado su fruto,
Que todos los pueblos ala- nos bendice el Señor,
nuestro Dios.
ben al Señor
Que Dios nos bendiga;
que le teman
El Señor tenga piedad
hasta los confines del orbe.
y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre
nosotros;
conozca la tierra
tus caminos,
todos los pueblos
tu salvación.
35
Salmo 83 Señor de los ejércitos,
escucha mi súplica;
El Señor es Rey atiéndeme, Dios de Jacob.
de todas las cosas
Fíjate, oh Dios, en nuestro
¡Qué deseables son Escudo, mira el rostro de tu
tus moradas, Ungido.
Señor de los ejércitos!
Mi alma se consume y Vale más un día en
anhela los atrios del Señor, tus atrios que mil
mi corazón y mi carne en mi casa,
retozan por el Dios vivo. y prefiero el umbral
de la casa de Dios
Hasta el gorrión a vivir con los malvados.
ha encontrado una casa;
la golondrina, un nido Porque el Señor es sol
donde colocar sus polluelos: y escudo,
tus altares, él da la gracia y la gloria;
Señor de los ejércitos, el Señor no niega
Rey mío y Dios mío. sus bienes a los de
conducta intachable.
Dichosos los que viven
en tu casa, alabándote ¡Señor de los ejércitos,
siempre. dichoso el hombre
que confía en ti!
Dichosos los que encuentran
en ti su fuerza al preparar
su peregrinación:
cuando atraviesan
áridos valles,
los convierten en oasis,
como si la lluvia temprana
los cubriera de bendiciones;
caminan de baluarte
en baluarte hasta ver
a Dios en Sión.
36
Salmo 94 como en Meribá,
como el día de Masá
Venid, aclamemos
en el desierto;
al Señor
cuando vuestros padres
me pusieron a prueba
Venid, aclamemos al Señor,
y me tentaron, aunque
demos vítores a la Roca
habían visto mis obras.
que nos salva;
entremos a su presencia
Durante cuarenta años
dándole gracias,
aquella generación
aclamándolo con cantos.
me asqueó, y dije:
"Es un pueblo de corazón
Porque el Señor es
extraviado,
un Dios grande,
que no reconoce
soberano de todos
mi camino;
los dioses:
por eso he jurado
tiene en su mano
en mi cólera
las simas de la tierra,
que no entrarán
son suyas las cumbres
en mi descanso"
de los montes;
suyo es el mar,
porque Él lo hizo,
la tierra firme que modelaron
sus manos.
Entrad, postrémonos
por tierra,
bendiciendo al Señor,
creador nuestro.
37
Salmo 148 Reyes y pueblos del orbe,
príncipes y jefes del mundo,
Alabanza a Dios creador
los jóvenes y también
Alabad al Señor en el cielo, las doncellas,
alabad al Señor en lo alto. los viejos junto con los niños,
alaben el nombre del Señor,
Alabadlo, todos sus ángeles; el único nombre sublime.
alabadlo, todos sus ejércitos.
Su majestad sobre el cielo y
Alabadlo, sol y luna; la tierra;
alabadlo, estrellas lucientes. él acrece el vigor
de su pueblo.
Alabadlo, espacios celestes
y aguas que cuelgan en Alabanza de todos sus fieles,
el cielo. de Israel, su pueblo escogido.
38
Salmo 8 Lo hiciste poco inferior a los
ángeles, lo coronaste
Majestad del Señor y
de gloria y dignidad,
dignidad del hombre
le diste el mando sobre
las obras de tus manos,
Señor, dueño nuestro, todo lo sometiste bajo sus
¡qué admirable es tu nombre pies:
en toda la tierra! rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
Ensalzaste tu majestad sobre las aves del cielo,
los cielos. los peces del mar,
que trazan sendas por el mar.
De la boca de los niños
de pecho has sacado Señor, dueño nuestro,
una alabanza contra ¡qué admirable es tu nombre
tus enemigos, para reprimir en toda la tierra!
al adversario y al rebelde.
39
Salmo 62
El alma sedienta de Dios
¡Cómo te contemplaba
en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas
canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
40
Salmo 137 Cuando camino entre
peligros,
Acción Gracias al Dios
me conservas la vida;
Salvador
extiendes tu brazo contra
la ira de mi enemigo,
Te doy gracias, Señor, y tu derecha me salva.
de todo corazón;
delante de los ángeles El Señor completará
tañeré para ti, sus favores conmigo:
me postraré hacia Señor, tu misericordia
tu santuario, es eterna,
daré gracias a tu nombre: no abandones la obra
por tu misericordia de tus manos.
y tu lealtad,
porque tu promesa
supera a tu fama;
cuando te invoqué,
me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.
El Señor es sublime,
se fija en el humilde,
y de lejos conoce al soberbio.
41
Salmo 147
Acción de gracias a Dios
42
Salmo 31 la crecida de las aguas
caudalosas no lo alcanzará.
Acción de gracias de un
pecador perdonado Tú eres mi refugio,
me libras del peligro,
Dichoso el que está absuelto me rodeas de cantos
de su culpa, de liberación.
a quien le han sepultado
su pecado; Te instruiré y te enseñaré
dichoso el hombre a el camino que has de seguir,
quien el Señor fijaré en ti mis ojos.
no le apunta el delito.
No seáis irracionales
Mientras callé se consumían como caballos y mulos,
mis huesos, cuyo brío hay que domar
rugiendo todo el día, con freno y brida;
porque día y noche si no, no puedes acercarte.
tu mano pesaba sobre mí;
mi savia se me había vuelto un Los malvados sufren
fruto seco. muchas penas;
al que confía en el Señor,
Había pecado, lo reconocí, la misericordia lo rodea.
no te encubrí mi delito;
propuse: «Confesaré al Señor Alegraos, justos,
mi culpa», y gozad con el Señor;
y tú perdonaste mi culpa y mi aclamadlo, los de corazón sincero.
pecado.
43
Salmo 50 Hazme oír el gozo
y la alegría,
Misericordia, Señor que se alegren los huesos
quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
Misericordia, Dios mío,
por tu bondad, borra en mí toda culpa.
por tu inmensa compasión
borra mi culpa; Oh Dios, crea en mí
lava del todo mi delito, un corazón puro,
renuévame por dentro
limpia mi pecado.
con espíritu firme;
no me arrojes lejos
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente de tu rostro,
mi pecado: no me quites
contra ti, tu santo espíritu.
contra ti solo pequé,
Devuélveme la alegría
cometí la maldad
que aborreces. de tu salvación,
afiánzame con espíritu
generoso:
En la sentencia tendrás
razón, en el juicio enseñaré a los malvados
tus caminos,
resultarás inocente.
Mira, en la culpa nací, los pecadores volverán a ti.
pecador me concibió
Líbrame de la sangre,
mi madre.
oh Dios,
Dios, Salvador mío,
Te gusta un corazón
sincero, y en mi interior y cantará mi lengua
tu justicia.
me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: Señor, me abrirás los labios,
quedaré limpio; y mi boca proclamará
lávame: quedaré más blanco tu alabanza.
que la nieve.
44
Los
Salmosacrificios
129no Aguarde
favorece Israel
a Sión,al Señor,
te satisfacen: como
reconstruye
el centinela
las murallas
la aurora;
Desde lo hondo
si te ofreciera un holocausto, porque
de Jerusalén:
del Señor viene
no lo querrías. la
entonces
misericordia,
aceptarás
Desde lo hondo a ti grito, la
losredención
sacrificioscopiosa;
rituales,
Señor;
Mi sacrificio es un espíritu y
ofrendas
él redimirá
y holocaustos,
a Israel
Señor, escucha mi voz;
quebrantado; de
sobre
todos
tu altar
sus delitos.
se inmolarán
estén tus oídos
un corazón atentos
quebrantado novillos
a
y la voz de mi súplica.
humillado,
tú no lo desprecias.
Si llevas
Señor, cuenta
por de
tu bondad,
los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.
45
Salmo 69 ¡Cómo nos ha consumido
tu cólera y nos ha
Baje a nosotros la bondad trastornado tu indignación!
del Señor Pusiste nuestras culpas
ante ti, nuestros secretos
Señor, tú has sido ante la luz de tu mirada:
nuestro refugio y todos nuestros días
de generación pasaron bajo tu cólera,
en generación. y nuestros años se acabaron
Antes que naciesen como un suspiro.
los montes
o fuera engendrado Aunque uno viva setenta años,
el orbe de la tierra, y el más robusto
desde siempre y por hasta ochenta,
siempre tú eres Dios. la mayor parte son fatiga
inútil,
Tú reduces el hombre porque pasan aprisa y vuelan.
a polvo,
diciendo: «Retornad, ¿Quién conoce la vehemencia
hijos de Adán». de tu ira, quién ha sentido
Mil años en tu presencia el peso de tu cólera?
son un ayer, que pasó; Enséñanos a calcular nuestros
una vela nocturna. años, para que adquiramos
un corazón sensato.
Los siembras año por año,
como hierba que se renueva: Vuélvete, Señor,
que florece y se renueva ¿hasta cuándo?
por la mañana, Ten compasión de
y por la tarde la siegan tus siervos;
y se seca. por la mañana sácianos
de tu misericordia,
y toda nuestra vida
46
Danos alegría, del Señor y haga prósperas
por los días en que nos afligiste, las obras de nuestras manos.
por los años en que sufrimos
desdichas.
SALMO 120
Dios centinela de
su pueblo
El Señor te guarda a
su sombra, está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche.
47
SALMO 122
Saludo del Peregrino a
Jerusalem
48
Salmo 25 Lavo en la inocencia
mis manos,
Oración confiada del
y rodeo tu altar, Señor,
inocente
proclamando tu alabanza,
enumerando tus maravillas.
Hazme justicia, Señor,
Señor, yo amo la belleza de tu casa,
que camino en la inocencia; el lugar donde reside
confiando en el Señor, tu gloria.
no me he desviado.
No arrebates mi alma
Escrútame, Señor, con los pecadores,
ponme a prueba, ni mi vida con
sondea mis entrañas los sanguinarios,
y mi corazón, que en su izquierda
porque tengo ante llevan infamias,
los ojos tu bondad, y su derecha
y camino en tu verdad. está llena de sobornos.
No me siento con gente Yo, en cambio,
falsa, no me junto camino en la integridad;
con mentirosos; sálvame,
detesto las bandas ten misericordia de mí.
de malhechores,
no tomo asiento Mi pie se mantiene
con los impíos. en el camino llano;
en la asamblea
49
Salmo 41 Cuando mi alma se acongoja,
te recuerdo desde el Jordán
Deseo y ansia de
y el Hermón
contemplar el templo y el Monte Menor.
Como busca la cierva
Una sima grita a otra sima
corrientes de agua,
con voz de cascadas:
así mi alma te busca
tus torrentes y tus olas
a ti, Dios mío;
me han arrollado.
tiene sed de Dios,
De día el Señor
del Dios vivo:
me hará misericordia,
¿cuándo entraré a ver
de noche cantaré la alabanza
el rostro de Dios?
del Dios de mi vida.
Las lágrimas son
Diré a Dios: «Roca mía,
mi pan noche y día,
¿por qué me olvidas?
mientras todo el día
¿Por qué voy andando,
me repiten:
sombrío,
«¿Dónde está tu Dios?»
hostigado por mi enemigo?»
Recuerdo otros tiempos,
Se me rompen los huesos
y desahogo mi alma conmigo:
por las burlas del adversario;
cómo marchaba
todo el día me preguntan:
a la cabeza del grupo,
«¿Dónde está tu Dios?»
hacia la casa de Dios,
entre cantos de júbilo
¿Por qué te acongojas,
y alabanza,
alma mía,
en el bullicio de la fiesta.
por qué te me turbas?
Espera en Dios,
¿Por qué te acongojas,
que volverás a alabarlo:
alma mía,
por qué te me turbas?
«Salud de mi rostro, Dios
Espera en Dios,
mío».
que volverás a alabarlo:
«Salud de mi rostro, Dios
mío».
50
Salmo 42
Deseo del templo
Hazme justicia, oh Dios,
defiende mi causa
contra gente sin piedad,
sálvame del hombre traidor y malvado.
Que yo me acerque
al altar de Dios,
al Dios de mi alegría;
que te dé gracias al son de la cítara,
Dios, Dios mío.
51
Salmo 43 la victoria;
tú nos das la victoria
Oración del pueblo en
sobre el enemigo
las calamidades
y derrotas a nuestros
Oh Dios, nuestros oídos adversarios.
lo oyeron,
nuestros padres nos Dios ha sido siempre
lo han contado: nuestro orgullo,
la obra que realizaste y siempre damos gracias
en sus días, a tu nombre.
en los años remotos.
Ahora, en cambio,
Tú mismo con tu mano nos rechazas y nos
desposeíste a los gentiles, avergüenzas, y ya no sales,
y los plantaste a ellos; Señor, con nuestras tropas:
trituraste a las naciones, nos haces retroceder
y los hiciste crecer a ellos. ante el enemigo,
y nuestro adversario
Porque no fue su espada nos saquea.
la que ocupó la tierra,
ni su brazo el que Nos entregas como
le dió la victoria, ovejas a la matanza
sino tu diestra y tu brazo y nos has dispersado
y la luz de tu rostro, por las naciones;
porque tú lo amabas. vendes a tu pueblo
por nada,
Mi rey y mi Dios eres tú, no lo tasas muy alto.
que das la victoria a Jacob:
con tu auxilio embestimos Nos haces el escarnio
al enemigo, de nuestros vecinos,
en tu nombre pisoteamos irrisión y burla de los
al agresor. que nos rodean;
nos has hecho el refrán
Pues yo no confío en mi arco, de los gentiles, nos hacen
ni mi espada me da muecas las naciones.
52
Tengo siempre delante Despierta, Señor,
mi deshonra, ¿por qué duermes?
y la vergüenza Levántate, no nos rechaces
me cubre la cara más.
al oír insultos e injurias,
al ver a mi rival ¿Por qué nos escondes
y a mi enemigo. tu rostro y olvidas
nuestra desgracia
Todo esto nos viene encima, y opresión?
sin haberte olvidado
ni haber violado tu alianza, Nuestro aliento se hunde
sin que se volviera atrás en el polvo,
nuestro corazón nuestro vientre
ni se desviaran de tu camino está pegado al suelo.
nuestros pasos;
Levántate a socorrernos,
Y tú nos arrojaste a un lugar redímenos por
de chacales tu misericordia.
y nos cubriste de tinieblas.
Si hubiéramos olvidado
el nombre de nuestro Dios
y extendido las manos
a un dios extraño,
el Señor lo habría
averiguado,
pues él penetra los secretos
del corazón.
53
Salmo 85 Enséñame, Señor, tu camino,
para que siga tu verdad;
Oración ante las mantén mi corazón entero
dificultades en el temor de tu nombre.
54
Salmo 114
Oración de Gracias
por la Liberación
Amo al Señor,
porque escucha mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí,
el día que lo invoco.
55
Salmo 142 Escúchame enseguida,
Señor,
Lamentación y suplica
que me falta el aliento.
ante la Angustia
No me escondas tu rostro,
Señor, escucha mi oración; igual que a los que bajan
tú, que eres fiel, a la fosa.
atiende a mi súplica;
tú, que eres justo, escúchame. En la mañana hazme
escuchar tu gracia,
No llames a juicio a tu siervo, ya que confío en ti.
pues ningún hombre vivo es
inocente frente a ti. Indícame el camino
que he de seguir,
El enemigo me persigue pues levanto mi alma a ti.
a muerte,
empuja mi vida al sepulcro, Líbrame del enemigo,
me confina a las tinieblas Señor,
como a los muertos que me refugio en ti.
ya olvidados.
Enséñame a cumplir
Mi aliento desfallece, tu voluntad,
mi corazón dentro de ya que tú eres mi Dios.
mí está yerto.
Tu espíritu, que es bueno,
Recuerdo los tiempos me guíe por tierra llana.
antiguos,
medito todas tus acciones, Por tu nombre, Señor,
considero las obras consérvame vivo;
de tus manos por tu clemencia,
y extiendo mis brazos sácame de la angustia.
hacia ti:
tengo sed de ti
como tierra reseca.
56
Del Evangelio según san Lucas 8, 22-25
57
dijo: «¿Dónde está su fe?» Los discípulos se habían asusta-
do, pero ahora estaban fuera de sí y se decían el uno al
otro: «¿Quién es éste? Manda a los vientos y a las olas, y le
obedecen.» Palabra del Señor
DIALOGUEMOS EN FAMILIA
58
¿A QUÉ ME COMPROMETE ESTA PALA-
BRA QUE EL SEÑOR ME HA DIRIGIDO?
A la luz de este Evangelio, ¿podría
animar a otros a fortalecerse en la fe
y a confiar en la acción del Señor?
¿De qué modo concreto puedo ayudar
a Cristo a calmar las tempestades que
en este momento afronta nuestro
mundo?
ORACIÓN
59
Del Evangelio según san Mateo 8,5-13
DIALOGUEMOS EN FAMILIA
60
¿QUÉ ME DICE A MÍ, DE MODO
CONCRETO, ¿ESTE EVANGELIO?
Ante la realidad del mundo, que nos
exige la confianza, y a la luz de este
evangelio, ¿cómo está mi fe?
¿Soy capaz de confiar en la Palabra
del Señor que me dice “hágase como
has creído”?
ORACIÓN
61
Del Evangelio según san Marcos
10, 46-52
DIALOGUEMOS EN FAMILIA
ORACIÓN
63
Del Evangelio según san Juan
13,31-35
Cuando salió, dice Jesús: «Ahora ha sido glorifi-
cado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorifica-
do en él. Si Dios ha sido glorificado en él, Dios
también le glorificará en sí mismo y le glorificará
pronto. Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar
con vosotros. Vosotros me buscaréis, y, lo mis-
mo que les dije a los judíos, que adonde yo voy, voso-
tros no podéis venir, os digo también ahora a vosotros.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos
a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis
también vosotros los unos a los otros. En esto conoce-
rán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor
los unos a los otros». Palabra del Señor
DIALOGUEMOS EN FAMILIA
ORACIÓN
Señor y Dios nuestro, que siempre nos escuchas en nues-
tra aflicción, te damos gracias por tu bondad y te pedimos
que, liberados de todos los males, podamos servirte siem-
pre con alegría. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
65
Del Evangelio según san Mateo
6, 24-34
66
DIALOGUEMOS EN FAMILIA
67
ORACIÓN
Señor y Dios nuestro, que siempre nos escuchas en nues-
tra aflicción, te damos gracias por tu bondad y te pedimos
que, liberados de todos los males, Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
68
DIALOGUEMOS EN FAMILIA
ORACIÓN
Señor y Dios nuestro, que siempre nos escuchas en nuestra
aflicción, te damos gracias por tu bondad y te pedimos que, li-
berados de todos los males, Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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Hay recursos de la tradición cristiana que pode-
mos encontrar dentro de nosotros mismos que
alentarán espiritualmente la vivencia de esta
cuaresma especial. Por eso, esta lista está enca-
bezada por los tres pilares propios de la Cuares-
ma.
1. Ayuno
“El ayuno debilita nuestra violencia, nos desar-
ma, y constituye una importante ocasión para
crecer”, explicaba el papa Francisco en su Men-
saje para la Cuaresma de 2018. Desde la fragili-
dad humana en la que surge el miedo, esta acti-
tud espiritual “nos permite experimentar lo que
sienten aquellos que carecen de lo indispensa-
ble y conocen el aguijón del hambre; por otra,
expresa la condición de nuestro espíritu, ham-
briento de bondad y sediento de la vida de
Dios. El ayuno nos despierta, nos hace estar
más atentos a Dios y al prójimo, inflama nues-
tra voluntad de obedecer a Dios, que es el úni-
co que sacia nuestra hambre”
2. Oración
Más allá de caricaturas, simplificaciones o ridi-
culizaciones, la oración en una oportunidad
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que el creyente tiene para descubrir a Dios
dentro de uno mismo, sin más condición que
la paz interior para profundizar en la propia
situación y en la del mundo.
“Para recibir y hacer fructificar plenamente
lo que Dios nos da es preciso superar los
confines de la Iglesia visible en dos direccio-
nes. En primer lugar, uniéndonos a la Iglesia
del cielo en la oración. Cuando la Iglesia te-
rrenal ora, se instaura una comunión de ser-
vicio y de bien mutuos que llega ante Dios.
Junto con los santos, que encontraron su ple-
nitud en Dios, formamos parte de la comu-
nión en la cual el amor vence la indiferencia.
[…] Por otra parte, toda comunidad cristiana
está llamada a cruzar el umbral que la pone
en relación con la sociedad que la rodea, con
los pobres y los alejados. La Iglesia por natu-
raleza es misionera, no debe quedarse reple-
gada en sí misma, sino que es enviada a to-
dos los hombres”, reclamaba el papa Fran-
cisco en la Cuaresma de 2015.
3. Limosna
La caridad nos impulsa a pensar en las nece-
sidades del otro, de quien sufre, de las ver-
daderas víctimas para saber acompañar su
situación. “Dar limosna para salir de la nece-
dad de vivir y acumularlo todo para nosotros
mismos, creyendo que así nos aseguramos
un futuro que no nos pertenece. Y volver a
encontrar así la alegría del proyecto que Dios
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ha puesto en la creación y en nuestro corazón,
es decir amarle, amar a nuestros hermanos y al
mundo entero, y encontrar en este amor la ver-
dadera felicidad”, señalaba el papa en el Men-
saje para la Cuaresma de 2019.
La limosna es una ‘terapia’: “El ejercicio de la
limosna nos libera de la avidez y nos ayuda a
descubrir que el otro es mi hermano: nunca lo
que tengo es sólo mío. Cuánto desearía que la
limosna se convirtiera para todos en un autén-
tico estilo de vida”, reclamaba el Papa en 2018.
4. Compasión
Las escenas de Jesús en los evangelios acercán-
dose a los enfermos nos muestran el rostro
compasivo de Dios. Frente al miedo y la des-
confianza, esta es la actitud que podemos
aprender para estos momentos. “La compasión
–afirmaba Francisco en una de las misas de la
mañana (17 de septiembre de 2019)– te hace
ver las realidades como son; la compasión es
como la lente del corazón: realmente nos hace
entender las dimensiones. Y en los Evangelios,
Jesús a menudo siente compasión. La compa-
sión es también el lenguaje de Dios”. Para el
pontífice, “nuestro Dios es un Dios de compa-
sión, y la compasión, podemos decir, es la de-
bilidad de Dios, pero también su fuerza. Lo que
más nos da a nosotros: porque fue la compa-
sión lo que lo movió a enviarnos al Hijo. Es el
lenguaje de Dios, la compasión”, señaló.
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5. Esperanza
Mientras las mascarillas se agostan, la esperan-
za es el aire que debe contagiar a todos los que
viven esta situación. Señalaba Francisco en la
misa de Santa Marta el 29 de octubre de 2019,
que “la esperanza es una virtud que no se ve:
trabaja desde abajo; nos hace ir y mirar desde
abajo. No es fácil vivir en la esperanza, pero yo
diría que debería ser el aire que respira un cris-
tiano, el aire de la esperanza; de lo contrario,
no podrá caminar, no podrá seguir adelante
porque no sabe adónde ir”. Para el pontífice,
“la esperanza, esto sí es verdad, nos da seguri-
dad: la esperanza no defrauda. Jamás. Si tú es-
peras, no te decepcionarás. Debemos abrirnos
a esa promesa del Señor, inclinándonos hacia
esa promesa, pero sabiendo que hay un Espíri-
tu que trabaja en nosotros”.
6. Servicio
Contemplar al Jesús eucarístico es también
contemplarle agachado y remangado lavando
los pies a sus discípulos. Ahora que se suspen-
den las misas o recomiendan restricciones en
la participación, el servicio se presenta como
una actitud eucarística cotidiana.
“¿Quién es el más importante de la Iglesia? El
Papa, los obispos, los monseñores, los cardena-
les, los párrocos de las más bellas parroquias,
los presidentes de asociaciones laicas…
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¡No! El más grande de la Iglesia es el que se
hace servidor de todos, aquel que sirve a to-
dos, no el que tiene más títulos. Y para hacer
entender esto, tomó un niño, lo puso en me-
dio de ellos y, abrazándolo con ternura –
porque Jesús hablaba con ternura, tenía tanta–
les dijo: ‘El que recibe a uno de estos peque-
ños, me recibe a mí’, es decir, el que acoge al
más humilde, al más servidor. Éste es el ca-
mino. Contra el espíritu del mundo hay sólo
un camino: la humildad. Servir a los demás,
elegir el último lugar, no trepar”. Lección del
Papa de la semana pasada que se aplica tam-
bién en tiempos como estos.
https://www.vidanuevadigital.com/2020/03/14/lista-de-la-compra
-espiritual-para-una-cuarentena-por-coronavirus/
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