Para hablar de la humanidad de una manera positiva es necesario distanciarse de lo que se ve a
diario, guerra, injusticia, muerte, abuso del poder y creer en las capacidades y posibilidades que cada uno como individuo posee, en el cortometraje el hombre que plantaba arboles vemos como la constancia de un hombre es suficiente para hacer que un pozo seco, una tierra desértica y una sociedad mezquina renazca y se vuelva fluida, fértil y feliz; entendiendo que todo esto no ha sido de una manera sencilla, sería insensato creer que este hombre no tuvo dificultad, solo basta pensar cuantas semillas no tuvieron la fuerza de crecer y cuantas otras fueron mutiladas por los roedores y demás seres necesitados de estas. El pastor incansable y decidido seleccionaba meticulosamente cada semilla cada día y cuidaba eficazmente cada retoño con la esperanza y paciencia necesaria para un verdadero cambio, pues bien, todo esto lo podemos llevar al arte, comparando al artista con el pastor, entendiendo que la tarea o la labor que se ha escogido ha sido voluntaria y teniendo claro que se tiene el poder y la capacidad de mostrar a una sociedad deshumanizada una nueva perspectiva, podemos ver a cada creador como un ser que planta un bosque, tomándose la tarea de cambiar la sociedad, seleccionando fielmente cada golpe y cada mensaje que ofrecerá al mundo mostrando como cada paso puede lograr cambios, dar esperanza. La ética está en constante función en esta labor, vemos al pastor que para cumplir su objetivo se esfuerza en hacer el trabajo muy bien por sí mismo, sin estar simplemente designando tareas, y solo entregando labores, adicional a esto se puede encontrar un ser que no está repasando su pasado una y otra vez, el solo vive su día a día sin perder el centro de su labor y teniendo claro que todo eso vale y valdrá el esfuerzo, por más que hubiese perdido su familia, que no todo su trabajo sea reconocido, que empiecen a deforestar, él solo continuaba su dedicada labor, y por ultimo encontramos un personaje que es capaz de cambiar de oficio por el bien de su proyecto, dejando su rebaño por que ha entendido que es uno de los obstáculos para el crecimiento de sus retoños en cambio implemente las abejas que sin duda alguna le ayudaran con el crecimiento del bosque, se puede entender que para ser feliz y pleno no es necesario conseguir o llegar a una meta, es simplemente entender nuestra labor y aprender a disfrutar de una manera sensata cada día, y al final cuando logremos un objetivo se podrá entender que todo ha sido parte del proceso. Pues bien el pastor nunca dio razones para plantar árboles, el solo lo hacía, de la mano de esto vino la ética, nunca hizo su trabajo con la intensión de apropiarse de tierras, o volverse famoso, o simplemente que le dijeran muy bien has hecho un cambio, el solo plantaba árboles, con el tiempo la voluntad se volvió más fuerte que todo, y él se volvió más fuerte que las adversidades y sin darse cuenta su propósito se volvió plantar árboles, y por más que estallaran las guerras el solo seguía plantando árboles e incluso le pareció innecesario entablar conversaciones, o hablar deliberadamente, declararse dueño del bosque, el solo seguía plantando árboles, a tal punto de que no se enteraba ni que sucedía ni quien acedia a él, su propósito fue tan grande que se convirtió en su vida el plantar árboles. Para concluir podemos tomar el propósito, la voluntad y la ética y convertirlo en arte y entender que pequeñas acciones bien desarrolladas pueden hacer grandes cambios, y llegará un momento donde todo el trabajo realizado será capaz de sostenerse por sí mismo y el día que ya no se pueda seguir el continuará desarrollándose.