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Estabilidad de Taludes
Estabilidad de Taludes
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Mayo de 2015
Ingeniería del Terreno Instrumentación y Control
a) b)
Otra forma de expresar esta definición es: "el factor por el que la resistencia a cortante
del suelo tendría que ser dividida para que el talud esté en un estado de equilibrio límite
o de inminente falla”.
Lowe (1976) señaló que es lógico definir el factor de seguridad en función de la
resistencia cortante, por ser precisamente la resistencia al corte, el parámetro que
involucra mayor grado de incertidumbre en el análisis de la estabilidad (Lowe, 1976).
Sin embargo, algunos autores definen en factor de seguridad en función del equilibrio
de momentos resistentes y actuantes en la masa de suelo o roca en inminente falla, o
incluso de la altura del talud o ladera (Winterkorn y Fang, 1987).
Wright (1973) y Tavenas (1980), demostraron que el factor de seguridad real varía en
cada punto a lo largo de la superficie de rotura, mientras que en la mayoría de los
análisis de equilibrio se supone que es constante. Sin embrago, Chugh (1986)
comprobó que para fines prácticos es aceptable asumir el valor medio para dicho factor
de seguridad, a lo largo de la curva de rotura.
En los siguientes apartados se describe la evolución y características de los métodos
para el análisis cuantitativo de la estabilidad, con especial énfasis en las hipótesis y
suposiciones que cada uno de ellos hace respecto al factor de seguridad, superficie de
rotura y mecanismo de falla.
2.1.3 Métodos de cálculo
Los primeros estudios de estabilidad de taludes fueron realizados a principios del siglo
XX con la aplicación del llamado método elástico. Dicho método consistía en
comprobar que la máxima tensión cortante, calculada según la teoría de elasticidad, no
superara la tensión cortante admisible (tensión cortante de rotura dividida por el
coeficiente de seguridad). Posteriormente surgieron los métodos de las superficies de
deslizamientos, los cuales suponen que la rotura en dos dimensiones ocurre a través
de una curva de forma dada (círculo, espiral logarítmica, polilínea, etc.). Dichos
métodos se basan en probar diversas curvas con la forma adoptada, suponer que a lo
largo de cada una de ellas actúa la resistencia a cortante dividida por el factor de
seguridad y, mediante consideraciones de equilibrio de la masa de terreno limitada por
dichas curvas de deslizamiento calcular el factor de seguridad. Estos métodos son, con
diferencia, los más utilizados en el análisis de la estabilidad y se conocen como
métodos de equilibrio límite.
Con el desarrollo de la informática, se han dado grandes pasos en el análisis de la
estabilidad de taludes y laderas utilizando los métodos de las curvas de deslizamiento.
Los potentes ordenadores y la diversidad de programas informáticos existentes,
permiten hacer estudios mucho más complejos dirigidos fundamentalmente al cálculo
Métodos de Cálculo
τ rot R dl
Fs A (2)
Wd
donde:
c y son la cohesión y la fricción del terreno.
n es el esfuerzo normal a la línea de rotura.
Se supone que el ángulo de fricción interna movilizado será:
tgφ
φm arctg (4)
F
φ
y se tantean distintas líneas de rotura en forma de espiral logarítmica (figura 4), cuya
ecuación será de la forma:
ρ ρ0 eθ tgφm (5)
cρρcos m dl
Fc A
(6)
Wd
De la ecuación anterior se obtiene un coeficiente de seguridad ( Fc ) que, si coincide con
( F ), daría el factor de seguridad correspondiente. En otro caso habrían de tantearse
otros valores de ( F ) hasta que así ocurra.
donde:
B
Mc cR 2dα (8)
A
2 2
B
B
Nφ W cRsenα dα cRcosα dα (9)
A A
La ecuación del factor de seguridad ( Fs ) según el equilibrio de momentos será:
Mc NφRsenφ
Fs (10)
Wd
Método de las dovelas
En el método de las dovelas la distribución de tensiones normales en la superficie de
deslizamiento, no es un dato del problema sino un resultado de su resolución. Las
hipótesis previas se refieren generalmente a las fuerzas laterales entre las dovelas y
existe una gran variedad de métodos que consideran diferentes hipótesis.
Los métodos de dovelas pueden clasificarse en dos grupos:
xd
W
R xi
l
y S
N
x
Figura 6. Modelo de análisis (método de Fellenius).
En la figura 6 tenemos las siguientes relaciones:
Del equilibrio en la dirección de N:
N Wcosα (11)
y la resistencia a la rotura en la base de la dovela ( Srotura ) será:
donde:
Mresistente SroturaR (13)
Como el radio (R) es constante en todas las dovelas, la expresión general para calcular
el factor de seguridad queda:
Fs
Wcos - ultg cl (15)
W senα
Este método, que aun hoy se usa, al menos como referencia, es inconsistente cuando
existen fuertes presiones intersticiales y altos rozamientos. Es exacto, sin embargo,
para el estudio de roturas a corto plazo cuando φ = 0 (Soriano, 1997).
Método de Bishop
La hipótesis de Fellenius no se cumple normalmente en taludes con grandes presiones
intersticiales ya que éstas conducen a fuerzas en las caras verticales de las rebanadas
que tienden a estar horizontales, más que inclinadas según la línea de deslizamiento.
Bishop (1955), propuso una variante al método de Fellenius en la que dejaba como
incógnitas las componentes tangenciales (T) que actúan en las caras verticales de las
rebanadas, y calcula el coeficiente de seguridad en función de ellas (figura 7).
T+T
T
W E+E
R E
l
y S
N
x
Figura 7. Modelo de análisis (método de Bishop).
En la figura 7 pueden observarse las siguientes relaciones:
Del equilibrio vertical:
Ncosα Ssenα W ΔT (16)
La resistencia del terreno afectada por el factor de seguridad (Fs) será:
FS S N ultg cl (17)
resolviendo las ecuaciones (16) y (17):
W ΔT Δx Δx
FS Stgα u tgφ c (18)
cosα cosα cosα
despejando S tenemos:
S
W T - ux tg cx (19)
cosαFs tgαtg
Del equilibrio de momentos:
SR Wsenαs (20)
sustituyendo S en (18) y despejando:
Fs
W T - ux tg cx (21)
tg
Wsencos 1 tg F
s
fuerzas desconocidas que son los esfuerzos tangenciales en las caras verticales de las
rebanadas (figura 8).
línea de rotua
T+T
cualquiera
T
W E+E
E
l
y S
N
x
Figura 8. Modelo de análisis (método de Janbu).
En forma similar a Bishop, Janbu propuso hacer un primer cálculo suponiendo que
estas fuerzas fuesen nulas y dio ciertos criterios para obtenerlas en una segunda
aproximación. Tal criterio fue, evidentemente, tratar de cumplir la ecuación de equilibrio
de momentos que hasta aquí no se había planteado.
Para cumplir la ecuación de equilibrio de momentos, Janbu recomendó suponer que las
fuerzas entre rebanadas actuaban aproximadamente a un tercio de la altura. Así,
fijando una cierta línea de actuación de los empujes se podrían escribir “n” ecuaciones
de equilibrio de momentos que deberían satisfacer las “n-1” fuerzas tangenciales entre
rebanadas. Igual que el método de Bishop, el método Janbu, no tiene solución
matemática exacta. Ambos tienen soluciones ingenieriles aproximadas que no cumplen
el equilibrio horizontal (Bishop) o el equilibrio de momentos (Janbu).
En la Figura 8 podemos obtener las siguientes relaciones:
Del equilibrio horizontal y vertical tenemos:
Ncoα Ssenα W ΔT (22)
Scosα Nsenα ΔE (23)
La resistencia del terreno afectada por el factor de seguridad ( FS ) será:
FS S N ultg cl (24)
de (22) tenemos que:
W ΔT
N Stgα (25)
cosα
sustituyendo en (24):
W T
FS S Stg ul tg cl (26)
cos
pero,
Δx
Δl
cosα
entonces:
S
W T ux tg cx
(27)
cos Fs tg tg
combinando (22) y (23):
ΔE
1
S (W ΔT )senα (28)
cosα
Como la suma de todos los incrementos de las fuerzas laterales es cero, ΔE 0 ,
podemos escribir:
S
cosα (W ΔT)tgα (29)
y finalmente:
Fs
W T - ux tg cx 1
(30)
tg tg
cos 1
2
W T tg
Fs
Método de Morgenstern-Price
Morgenstern y Price (1965), propusieron un método o procedimiento capaz de
satisfacer todas las ecuaciones de equilibrio. En lugar de suponer como Janbu, que la
línea de acción de las fuerzas entre rebanadas estaba a una cierta altura, supusieron
que la componente tangencial (T) era una cierta fracción de la componente horizontal
(E). Esto es:
T λ f(x)E (31)
donde f(x) es una función, a definir por el calculista según el tipo de talud y el tipo de
terreno, que tiene como variable independiente la abscisa horizontal “x”, de la definición
geométrica. El parámetro es un factor común de corrección en todas las rebanadas,
de manera que se pueda cumplir el equilibrio.
De esta manera las ecuaciones de equilibrio horizontal y vertical permiten resolver el
problema y obtener Fs en función de los valores de T, igual que se hace en el método
de Janbu. Después para calcular T se dispone de las n ecuaciones de equilibrio de
momentos y de las n-1 relaciones T-E (total de 2n-1 ecuaciones) con las que se
pueden determinar los valores de T (n-1 valores), los valores de los puntos de
actuación de los empujes (n-1 valores) y el valor de (un valor). De esta manera
resulta un sistema completo (2n-2 ecuaciones e incógnitas adicionales) que puede
tener solución.
La idea de Morgenstern es fijar, con criterios ingenieriles cual es la forma de la
inclinación de las fuerzas entre rebanadas (f(x)) y resolver el problema completo para
esa función. Una parte de la solución es, precisamente, la altura a la que deben actuar
los empujes para que puedan estar en equilibrio. Si esta parte de la solución parece
lógica (empujes actuando al menos dentro de las caras entre rebanadas) el problema
puede darse por resuelto. De otra forma habría que seguir calculando adaptando el
valor de f(x), (figura 9).
Ed
línea de rotua
cualquiera Ei
W Td Rd
Ri
Ti l
y S
N
x
Figura 9. Modelo de análisis (método de Morgenstern-Price).
Una vez fijada la función f(x), la ecuación de equilibrio global de momentos permite
calcular . En efecto, al sustituir en la ecuación de equilibrio de momentos T por su
expresión en términos de E, resulta:
Ef(x) x Etgx (32)
donde:
Etgx (33)
Ef(x) x
En ocasiones interesa la forma continua (no incremental) de la ecuación global de
equilibrio de momentos. En esos casos:
Etgα dx
L
(34)
E f(x)dx
L
Cuando existen fuerzas horizontales, el flujo del vector empuje es igual a un cierto
momento respecto a la línea de rotura (figura 10).
Ed
línea de rotua
cualquiera Ei
W Td Rd
Ri
Ti l
y S
N
x
Figura 10. Fuerzas horizontales en el método de Morgentern-Price.
En esos casos la ecuación de equilibrio global de momentos conduce a:
siendo:
M0 Hh K W hg (36)
además,
M0 Etg x
(37)
Ef (x)x
o, en su versión continua:
M0 Etgα d
L
(38)
E f(x)dx
L
Resumiendo, podemos decir que con esta idea la solución de problemas de estabilidad
de taludes, podría consistir en un procedimiento iterativo en el que, con alguna
hipótesis elemental (por ejemplo asumir inicialmente el factor de seguridad del método
de Fellenius) se resuelva el problema obteniendo una primera ley de empujes. Eso
permitiría calcular un valor aproximado de con el que se puede proseguir la iteración.
El proceso ha de ser cuidadoso ya que las matemáticas de estos problemas son
delicadas, existen soluciones parásitas (tantas como rebanadas o dovelas) y no todos
los procesos iterativos son convergentes.
Método de Spencer
La rotura plana ocurre a lo largo de una superficie plana u ondulada que suele coincidir
con planos estratigráficos, discontinuidades y juntas del macizo. En estas fallas, los
componentes de la masa desplazada se caracterizan por moverse más o menos a la
misma velocidad y siguiendo trayectorias relativamente paralelas (figura 11).
A H z cosecψp (42)
1
U γ w z w H z cosecψp (43)
2
1 2 z
2
1 2 z
2
Figura 14. Malla típica para el análisis de un talud vertical por el MEF (Ashford y Sitar, 1994).
La idea básica del método es dividir la geometría del problema en elementos
pequeños, dentro de los cuales la solución puede considerarse conocida (Soriano,
1985). La hipótesis principal consiste en suponer que dentro de un determinado
elemento, el desplazamiento viene dado por la ecuación:
U N Un (49)
donde:
[N] es una matriz de funciones que se fija a priori.
Un es el vector desplazamiento de una serie de puntos (nodos) del elemento.
Con esta hipótesis es posible buscar los valores de Un que producen la mejor
aproximación a la solución real del problema. De esta forma son conocidas las
deformaciones unitarias de cada elemento tomando las correspondientes derivadas
parciales de los movimientos:
1 Ui Ui
ε ij (50)
2 x j x i
y así obtener:
ε BUn (51)
Las tensiones en un elemento pueden obtenerse, a base de una relación constitutiva,
que en el caso más simple puede escribirse:
σ Cε CBUn (52)
La expresión del equilibrio global (relación entre las fuerzas y tensiones), se establece
en estos cálculos de movimientos y tensiones, mediante un procedimiento indirecto. Se
expresa que la energía total del sistema es mínima y es la suma de la energía
correspondiente a las fuerzas exteriores en todo el contorno y/o puntos cargados,
F U F NU
c
n (53)
σ T ε U B CBUn dv
1 1 T T
2v 2
(54)
A
B
l
A
Figura 15. Modelo para el análisis factor de seguridad a partir de resultados del MEF.
El factor de seguridad en cada segmento Δl será:
F(local)
σ utgφ c (56)
y en toda la curva de rotura se puede calcular como:
1
F(general)
L
F(local) ΔL (57)
de las variables. Todas las variables del problema quedan discretizadas, lo que
conduce a una subdivisión del dominio mediante una red ortogonal.
La discretización de las ecuaciones diferenciales permite obtener expresiones que
relacionan los valores de las variables y sus incrementos y por tanto, permiten la
solución en forma incremental. De forma general, el método sustituye cada derivada
por una expresión algebraica finita en función de las variables de campo (tensiones,
desplazamientos, presiones de poro, etc.) en puntos discretos del espacio.
Aplicaciones del MDF
En los últimos años se han elaborado muchos procedimientos que facilitan el análisis
de la estabilidad de taludes y laderas, combinando métodos numéricos en diferencias
finitas con métodos analíticos, no solo para evaluar el comportamiento
tensodeformacional del terreno, sino para calcular el factor de seguridad.
Básicamente, estos procedimientos combinan un método numérico en diferencias
finitas explícito utilizado en la determinación del estado tensional del talud, con un
método analítico para calcular el factor de seguridad. Los procedimientos de forma
general constan de las siguientes etapas (Oliva A. O., 1999): definición de la geometría
del talud y propiedades del terreno; cálculo del estado tensional; definición de la curva o
superficie de rotura; y cálculo del factor de seguridad (figura 16).
Figura 16. Modelos para análisis de estabilidad con el uso del MDF (Oliva A. O., 1999).
a) Análisis en 2D b) Análisis en 3D
Elemento de
Elemento de superficie(Si)
arco(Li)
Curva de
rotura
t
t
Figura 17. Modelos para el cálculo del factor de seguridad (Oliva A. O., 1999).
Los procedimientos mencionados anteriormente son la base de varios códigos
informáticos, que constituyen valiosas herramientas para agilizar y mejorar la fiabilidad
del análisis de la estabilidad en taludes y laderas.
3. Evaluación cualitativa de la estabilidad
Las características intrínsecas de una ladera o talud y de la región en la que se ubican
estas formaciones tienen una gran influencia en la estabilidad geotécnica y se pueden
agrupar en factores condicionantes y desencadenantes.
Los métodos de cálculo descritos en los apartados anteriores, permiten tener en cuenta
la influencia de algunos de dichos factores y, con el desarrollo de la informática, se
pueden evaluar muchos y diversos escenarios que facilitan el análisis de la estabilidad.
Sin embargo, aún los análisis cuantitativos y los especialistas tienen que afrontar las
siguientes limitaciones:
No todos los factores condicionantes y desencadenantes que influyen en la
estabilidad de taludes y laderas, pueden ser evaluados cuantitativamente con los
métodos de cálculo existentes,
No todos los especialistas que afrontan problemas de análisis de estabilidad,
disponen de programas computacionales capaces de evaluar de forma rápida y
eficiente la influencia de los factores condicionantes y desencadenantes.
Lo anterior obliga a buscar soluciones alternativas que permitan evaluar cuantitativa o
cualitativamente la influencia de la mayor cantidad posible de factores que afectan la
estabilidad de los taludes y laderas. Una de estas soluciones es la utilización de
factores de valuación (Cuanalo et. al, 2007).
Geología
Para evaluar la influencia de la geología se toma en cuenta la estructura geológica de
la formación rocosa, definida por su sistema de plegamientos y discontinuidades que
originan un comportamiento anisotrópico del material y de sus planos preferenciales de
falla, de manera que un determinado sistema de fallas o plegamientos con planos
Mecánica f g 1 Ds / D e
s
Notas: * Adecuación del coeficiente de debilidad de rocas propuesto por Komarnitskii (Jumikis A,
1986),
+ Adecuación de las gráficas de relación entre clima y los procesos de meteorización propuestos
por Emblenton y Thurner (González L, 2002).
Mecánica de suelos
Para los factores de valuación de mecánica de suelos ( fms ) se toma en cuenta el tipo
de suelo presente en el talud o ladera, clasificados en suelos gruesos y suelos finos
según el Sistema Unificado de Clasificación de Suelos SUCS [(Das B. M., 2001);
(Juárez E. y Rico A., 2003); (Whitlow R., 1998)]. Para los suelos gruesos se considera
su compacidad definida por el ángulo de fricción interna, como principal factor que
gobierna su comportamiento; mientras que para los suelos finos se toma en cuenta la
altura e inclinación del talud, su peso específico y su consistencia en función de la
cohesión.
Aunque en la naturaleza es común encontrar suelos gruesos mezclados con finos, se
propone tratar de manera independiente los suelos friccionantes y cohesivos. En los
primeros se consideran las gravas y arenas bien y mal graduadas, y en los segundos
se incluyen las arcillas, limos y los suelos orgánicos, todos ellos de baja y alta
compresibilidad.
- Suelos friccionantes
Como la estabilidad general de un talud o ladera formada por suelos friccionantes
depende fundamentalmente de la resistencia del suelo y por tanto de su compacidad y
también depende de la inclinación del talud. El factor de seguridad se puede determinar
de manera sencilla mediante la ecuación:
tan φ
Fs (57)
tan β
Donde:
Fs = Factor de seguridad
= Ángulo de fricción interna del suelo
β = Ángulo de inclinación de la ladera
La condición de estabilidad crítica se presentará cuando el ángulo del talud ( β ) sea
igual al ángulo de fricción interna del suelo ( ), en este caso Fs =1 y la ladera estará en
Estabilidad de taludes y laderas. Análisis cuantitativo y cualitativo.
37
Dr. Ing. Aldo Onel Oliva González
Ingeniería del Terreno Instrumentación y Control
Hc = Altura crítica
c = Cohesión
H = Altura del talud
γ = Peso específico
A partir de las ecuaciones anteriores se obtuvieron los factores de valuación de
mecánica de suelos tomando en cuenta las siguientes consideraciones:
Cuando el Fs 1 se tiene una condición de equilibrio límite y por lo tanto la altura del
talud corresponde a la altura crítica ( H Hc ). En este caso se tendrá un factor de
valuación fms 1 que representa una condición de riesgo potencial.
Figura 20. Factores de valuación según el grado de saturación e inclinación del talud o ladera.
Para establecer la relación entre los factores hidrogeológicos y el espesor de suelo, se
toma en cuenta el perfil probable de meteorización de la ladera que puede incluir suelo
residual, roca completamente meteorizada, moderadamente meteorizada, levemente
meteorizada y roca sana. Se considera que cuando el espesor del estrato de suelo es
pequeño, este queda anclado a los estratos más profundos por medio de las raíces de
los árboles. Por el contrario, para espesores mayores de suelo la superficie de
deslizamiento será más profunda incrementando el riesgo de fallo. En la tabla 5 se
indican los valores de factores de evaluación propuestos.
Tabla 5. Factores de valuación hidrogeológicos según el espesor del suelo.
Espesor de suelo ( e ) Superficie de falla Factor f h 0,05 e
< 1.5 m Superficial 0 ÷ 0.075
1.5 a 5 m Somera 0.075 ÷ 0.25
5 a 12.5 m Profunda 0.25 ÷ 0.625
12.5 a 20 m Muy profunda 0.625 ÷ 1
Vegetación
Existen evidencias que demuestran el efecto positivo que tiene la vegetación en la
estabilidad de una ladera natural o de un talud. Para tomar en cuenta dicho efecto de la
vegetación sobre la estabilidad de la ladera, se requiere investigar el tipo de
vegetación, su volumen, densidad del follaje, el área cubierta y la profundidad de las
raíces. Algunos autores proponen además determinar el tamaño, ángulo de inclinación
y aspereza de las hojas, altura total de la cobertura vegetal, presencia de diferentes
tipos de cobertura, así como forma, profundidad, diámetro, densidad, cubrimiento y
resistencia de las raíces. Suárez J. (1998).
Se proponen los factores de valuación de la vegetación ( fv ) dependientes del tipo de
vegetación, de la densidad de follaje que amortigua el impacto de las gotas de lluvia,
del área cubierta por la vegetación y de la profundidad de las raíces que absorben agua
del subsuelo y permiten el anclaje a la roca (tabla 6); todos ellos se obtuvieron de una
interpolación lineal considerando valor cero (0) para efecto mínimo sobre la estabilidad,
y uno (1) para efecto significativo.
Tabla 6. Factores de valuación según la vegetación.
Características de Factor de valuación en vegetación ( f v )
la vegetación
Tipo de vegetación Árbol Arbusto Hierba o matorral Pasto
0 0.33 0.66 1
Densidad de Nulo o escaso Poco Medio Espeso Muy espeso
follaje*
1 0.7 0.5 0.2 0
Área cubierta por la Nulo ¼ área ½ área ¾ área total
vegetación
1 0.75 0.5 0.25 0
Profundidad de la Somera Superficial Media Profunda Muy profunda
raíz
< 0.3 m 0.3 ÷ 0.5 m 0.5 ÷ 1.5 m 1.5 ÷ 3.0 m > 3.0 m
1 ÷ 0.92 0.92 ÷ 0.85 0.85 ÷ 0.52 0.52 ÷ 0 0
Nota: * Se propone evaluar la densidad del follaje con el porcentaje de sol que pasa a través de las
hojas en el área que proyecta la copa del árbol en verano.
Precipitación promedio < 400 400 - 800 800 - 1500 1500 - 3000 3000 -4500
anual mm mm mm mm mm
Clasificación Muy baja Baja Media Alta Muy alta
Factor de valuación < 0.09 0.09 ÷ 0.18 0.18 ÷ 0.33 0.33 ÷ 0.67 0.67 ÷ 1
f ll = 2.2 x 10-4 P
P = precipitación promedio anual en mm
Terremotos
Los terremotos son agentes detonantes que originan deformaciones y roturas de
laderas. La sacudida sísmica puede provocar desprendimientos de bloques,
deslizamientos, flujos y avalanchas dependiendo de las características intrínsecas de la
ladera natural y de la magnitud y distancia al epicentro (Kramer S., 1996).
Se proponen factores de valuación por terremotos ( ft ) determinados a partir de una
correlación lineal con los coeficientes de diseño sísmico, estos últimos obtenidos en
función del tipo de terreno (firme, transición o compresible), la frecuencia con la que
ocurre el evento y la aceleración del suelo, esta última en función de la magnitud e
intensidad de los movimientos (tabla 8).
Tabla 8. Factores de valuación por terremoto (república mexicana).
Zona Tipo de Coeficiente sísmico Factor de valuación
sísmica suelo ( Cs ) ft 1,1628Cs
Firme 0.08 0.09
A Transición 0.16 0.19
Compresible 0.20 0.23
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Dr. Ing. Aldo Onel Oliva González
Ingeniería del Terreno Instrumentación y Control