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Dialnet UnAnalisisLogicoDelProblemaDeGettier 4245688 PDF
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RESUMEN
En este artículo propongo una distinción entre dos versiones del problema de
Gettier: una especial y una general. Argumento que el problema especial es en parte
un problema lógico, además de epistemológico, e indico una forma relativamente
sencilla de solucionarlo. El interés de este análisis estriba en que la mayoría de los
ejemplos de Gettier que aparecen en la literatura son casos del problema especial, y
por lo tanto, tal y como están formulados son también muy sencillos de resolver.
ABSTRACT
In this paper I draw a distinction between a special and a general version of the
Gettier problem. I argue that the special problem is partially a logical problem, as
well as an epistemological one, and I show that it is very easy to solve. This is inter-
esting, since most of the Gettier-style examples that appear in the literature fall under
the special problem, and hence as they stand they too are very easy to solve.
pero que en realidad no sea cierto. La justificación de Smith puede ser tan só-
lida y precisa como queramos, a condición de que permitamos que, por la ra-
zón que sea, esa creencia sea de hecho falsa.
Entonces Smith razona a partir de (1) y llega a la conclusión de que
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que es lo mismo, sin que sea parte de la dificultad el decidir si el sujeto está
justificado o no en creer una proposición en unas circunstancias determina-
das. Simplemente asumimos que el sujeto está justificado (o que no lo está),
y el argumento se desarrolla sobre esa hipótesis. (Casos dudosos, por ejemplo,
producto de nociones de justificación más o menos vagas, darán lugar a los co-
rrespondientes “casos de Gettier dudosos”.)
Un último punto también a tener en cuenta es que algunas veces una
proposición afectada por el problema especial de Gettier puede “infectar” a
otras proposiciones más complejas, de las cuales la primera sea un compo-
nente lógico. Por ejemplo, consideremos:
Es claro que Smith no tiene conocimiento de (10), a pesar de que sabe que la
Tierra se mueve, simplemente porque no sabe –no tiene conocimiento de–
(2). Smith puede tener la creencia (10), que es una creencia verdadera, y esta-
rá justificado en ello. Pero no llega a tener conocimiento.
Además (10) no es una proposición disyuntiva (es una conjunción). Lo
cual demuestra que el problema especial de Gettier, aunque siempre se origi-
na en una proposición disyuntiva, más tarde puede aparecer en una proposi-
ción más compleja, no necesariamente disyuntiva, de la cual la primera
proposición es un componente lógico.
Sin embargo, incluso en estos casos es fácil comprobar que la justifica-
ción del disyunto característico falso continúa siendo una parte esencial de la
justificación de la proposición compleja. En el caso de (10) en particular, es
claro que no es posible eliminar nada de la evidencia disponible para Smith
de modo que justificara su creencia en (10) pero no en (1) –Jones tiene un Ford.
En suma, y tomando en consideración todos estos detalles, podemos
concluir que siempre que tenemos un caso especial de Gettier con respecto a
una creencia justificada y verdadera p, entonces:
(11) existe una proposición engañosa q tal que: (i) el sujeto cree que q,
(ii) cualquier subconjunto de la evidencia que justifica p también justi-
fica q, y (iii) q es falsa.
vas, permitiendo que pueda haber conocimiento de ellas sin que lo haya de nin-
guno de sus disyuntos. No obstante, para asegurarnos de que el problema espe-
cial no pueda aparecer por causa de esta tercera opción, tendremos que
asegurarnos de que en el caso de que hubiese algún disyunto falso o varios, exis-
ta un subconjunto de la evidencia que justifique la proposición como un todo pe-
ro no a ninguno de esos disyuntos.
En resumen, para que exista conocimiento de una proposición disyuntiva
requeriremos –además de la creencia, la justificación y la verdad– que haya co-
nocimiento de alguno de sus disyuntos característicos, o en caso contrario
Por lo que respecta a las proposiciones atómicas –es decir, las que no
contienen ninguna conectiva ni cuantificador– el problema especial no se
puede dar, por lo que en ese caso no habrá ningún requisito especial; y lo
mismo se aplica a las negaciones de proposiciones atómicas. Por su parte, en
el caso de las conjunciones y las proposiciones conjuntivas en general, debere-
mos exigir que exista conocimiento de todos y cada uno de los conyuntos, al
efecto de evitar casos como (10).
Por lo demás, definiremos simultáneamente las relaciones de “conocer”
y “conocer que no”, pues no son complementarias. En consecuencia no habrá
una cláusula especial para las negaciones. Sí habrá cláusulas distintas para
cada una de las otras tres conectivas principales y para cada uno de los dos
cuantificadores, aunque naturalmente bastaría con tomar una conectiva de és-
tas y un cuantificador cualquiera, y, con la ayuda de la negación, definir el
resto. La inducción (fuerte) es sobre el grado de complejidad lógica de la
proposición en cuestión, en este caso calculada como la suma obtenida aña-
diendo 1 unidad por cada ocurrencia de una negación y 2 por cada ocurrencia de
cualquier otro operador lógico.
En suma, la definición es la siguiente. Un sujeto s tiene conocimiento
de una proposición p cuando tiene una creencia de que p justificada y verda-
dera, tal que para cualesquiera proposiciones q y r,
Y así será en efecto, pero no porque Jones tenga un Ford –que no lo tiene–,
sino porque es Brown el que tiene uno.
Una vez más parece que Smith no tiene conocimiento de la proposición
(23), aunque la crea, esté justificado en creerla y sea verdadera. En este caso
sin embargo, (23) es una proposición atómica, y no puede traducirse a ningu-
na otra en la cual la justificación proceda de uno de los disyuntos y la verdad
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de otro (y mucho menos a una proposición más compleja que contenga a una
proposición así como componente).
El problema general de Gettier incluye sin duda, además de los casos
del problema especial, otros como (23); y es evidente que este problema no pue-
de ser tratado con la definición recursiva de conocimiento que se ha dado antes.
(Puede ser interesante notar, sin embargo, que la justificación que tiene
Smith para (23) depende esencialmente de la de (1), que Smith cree y que es fal-
sa. Y más en concreto, cualquier subconjunto de la evidencia que justifique (23)
también justificará (1). Mi conjetura es que esto sucede en general; en otras
palabras: que (11) es correcto no sólo del problema especial, sino también del
general.)
V. CONCLUSIONES
NOTAS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
GETTIER, E.L. (1963), “Is Justified True Belief Knowledge?”, Analysis, vol. XXIII,
pp. 121-123.
SOSA, E. (1974), “How do you know?”, American Philosophical Quarterly, vol. XI,
pp. 113-122.