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Querida Comunidad:
Sin lugar a duda, la Santísima Virgen María, debe ocupar un lugar especial en esta
comunidad del Barrio la Cumbre, comunidad Parroquial que hoy festeja la presencia de
María a lo largo de su historia. En la Sagrada Biblia, casi todas las historias comienzan
con un nacimiento. Nuestra fe comienza con el nacimiento de Jesús y nuestra historia
como comunidad comienza con el nacimiento de nuestra Parroquia hace 48 años.
Durante nuestra historia como Parroquia, María, la madre sencilla y humilde, servidora de
Dios y de los hermanos, que corre al encuentro de Isabel, es la misma que sale al
encuentro de sus hijos necesitados. María, Nuestra Señora de la Providencia, está en el
nacimiento de nuestra Comunidad Parroquial y corre al encuentro de cada uno de
nosotros, para que nazca un nuevo “Barrio la Cumbre”. Nuestra Señora de la Providencia,
hará que nuestra comunidad nazca de nuevo y fortalezca su fe en medio de la realidad de
nuestro barrio.
Durante este año nos hemos congregado como comunidad en la cancha de un colegio,
esperando que muy pronto, con la ayuda de Dios, tengamos un Santuario
Arquidiocesano; por ahora, en este lugar, donde nos reunimos, somos llamados a
encontrarnos con Jesucristo, y a ser mediadores de nuestros hermanos. Nuestra
Parroquia es y será el lugar donde vivimos el amor y la compasión para todos, donde
hemos sido y seremos felices, donde hemos compartido y compartiremos muchos
momentos inolvidables, donde hemos venido cargados de problemas y a veces tristes,
donde se ha manifestado y se seguirá manifestando la gloria de Dios.
Dice María en el Evangelio: “Miró la humillación de su esclava” … Todo comenzó el día de
la Anunciación con la noticia del Ángel: “Concebirás y darás a luz” y con la visita de María
a su parienta Isabel.
En nuestra sociedad hablamos de la primera dama cuando hablamos de la esposa del
presidente, pero el importante es el presidente. En la vida cristiana, el esposo, Cristo, es
el único importante, aunque su Madre, Nuestra Señora de la Providencia, sea su
embajadora. En el Barrio “La Cumbre”, la Virgen sale a nuestro encuentro especialmente
cuando somos oprimidos por el pecado, un pecado que se manifiesta en el flagelo de la
violencia, la drogadicción, el alcoholismo y la intolerancia que muchas veces azota a
nuestra comunidad. Pero en esta realidad, María sale a nuestro encuentro, por eso cada
mes de noviembre hay altares en las zonas pastorales y muchas rosas para la Virgen en
las grutas de nuestras calles y hay una noche llena de luz para salir con farolitos, todos
juntos, como comunidad, para cantar el amor que tenemos por nuestra Madre, Nuestra
Señora de la Providencia.
Feliz Semana Para todos.
2. SE DICE EL GLORIA.
- El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del
trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma
de bienes y a los ricos los despide vacíos. R/
6. SEGUNDA LECTURA
Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 1, 3-6. 11-12.
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda
clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en
la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que
fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. Él
nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura
iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su
gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en
alabanza suya. Por su medio hemos heredado también nosotros. A esto
estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad. Y así,
nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria.
PALABRA DE DIOS.
7. EVANGELIO
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 1,39-56
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la
montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y
saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María,
saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu
Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú entre las mujeres, y
bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me
visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis
oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque
lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.» María dijo: «Proclama mi alma la
grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado
la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su
misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con
su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y
enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los
despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia, como lo
había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por
siempre.» María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.
PALABRA DEL SEÑOR.
SE DICE EL CREDO
2. Con María, Virgen clemente, te pedimos por nuestros gobernantes y por todos
aquellos que en el orden público ejercen un papel representativo. OREMOS.
ORACION CONCLUSIVA:
Padre, escucha con generosidad estas necesidades que, por mediación de
María, tu pueblo te presenta. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén
Lunes 11. Blanco, SAN MARTÍN DE TOURS, Sb 1,1-7/ Sal 139(138) / Lc 17,1-6
Martes 12. Blanco, en Nuestra Parroquia, NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE,
Sb 2.23-3.9/ Sal 34(33)/ Lc 17, 7-10
Miércoles 13. Verde, Sb 6,1-11/ Sal 82(81) / Lc 17, 11-19
Jueves 14. Verde, Sb 7,22-8,1/ Sal 119 (118) / Lc 17,20-25
Viernes 15. Verde, Sb 13,1-9/ Sal 19 (18) / Lc 17, 26-37
Sábado 16. Verde, Sb 18,14-16.19.6-9/ Sal 105 (104)/ Lc 18,1-8
11. CATEQUESIS:
MARÍA, MADRE DE LA ESPERANZA: PAPA FRANCISCO.
“María no es una mujer que se deprime ante las incertidumbres de la vida,
especialmente cuando nada parece ir por el camino correcto. No es mucho menos
una mujer que protesta con violencia, que injuria contra el destino de la vida que
nos revela muchas veces un rostro hostil. Es en cambio una mujer que escucha”.
no se olviden que hay siempre una gran relación entre la esperanza y la escucha,
y María es una mujer que escucha, que acoge la existencia, así como esa se
presenta a nosotros, con sus días felices, pero también con sus tragedias que
jamás quisiéramos haber encontrado. Hasta la noche suprema de María, cuando
su Hijo es clavado en el madero de la cruz.