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En este texto se plantea una nueva propuesta epistemológica para la teoría crítica,

sin embargo, antes de adentrarse en este texto se debe recordar el significado de


la Teoría Crítica de la Sociedad, también conocida como la Escuela de Frankfurt a
la cual Habermas pertenece. Esta se ha caracterizado por “su compromiso con la
transformación de la sociedad a partir de un desarrollo crítico de las ciencias
sociales”. Así las cosas, determinamos que lo que se propone es el cambio de la
filosofía de la conciencia (partiendo de “los objetos sirven para nuestros fines”, un
sujeto actúa sobre unos objetos para dominarlos, hasta el extremo de convertir al
hombre en objeto de dominación también; a diferencia de la filosofía del lenguaje
(ya no se trata de dominar al otro como si fuera un objeto, sino de comunicarse con
él, de interactuar, de comprenderlo de utilizar una racionalidad comunicativa).
Lo que se debe aclarar es que el Positivismo representa las ciencias empíricas-
analíticas (se basa en la lógica de experiencias) ejemplo: “en que los jóvenes, en lo
único que piensan, es en que llegue el fin de semana, para poder salir con sus amigos
a tomar. La realidad es que muchos subestiman al alcohol, sin tener en cuenta sus
efectos, o a veces simplemente siéndoles indiferentes)
De lo que se trata en este programa, es de que el alumno adquiera acceso a esa
tradición, en algunos de sus elementos, esto es, que su contacto se aproxime al
conocimiento por experiencia-analítica. Ello es obviamente imposible -tanto para el
alumno como para el especialista- con la totalidad de esa tradición que hace
referencia a solamente Teoría más no practica. Pero la experiencia de que alguna
obra filosófica es accesible -con las técnicas que ello supone de aprendizaje de
términos, descubrimiento de problemas en su formulación, análisis de textos y otras-
puede conseguir un doble objetivo. En primer lugar, que el alumno pierda el miedo
a la lectura de los clásicos del pensamiento y pase a ver en ellos problemas, ideas
y propuestas que hablan con fruto al hombre de hoy. En segundo lugar, no teniendo
el propósito de dirigirse al futuro especialista, sino al futuro profesional universitario
que va a necesitar, para entender el mundo que vive, que una obra filosófica, en
suma, no resulte más ajena al lector universitario medio que un libro histórico o
literario. En última instancia, el alumno ha de hacerse consciente de unas ideas que
han configurado objetivamente su modo de ser y de pensar, y el de su momento
histórico; y, a la vez, de su papel activo como lector actual que plantea nuevas
preguntas a un texto que siempre da respuestas nuevas.

La búsqueda de las explicaciones por parte del hombre ha estado impulsada por
múltiples intereses. En donde hace referencia a que el ser humano en su
desencadenado afán de conservación el ser humano toma lo necesario para su
supervivencia de la naturaleza por medio del uso de la razón, superando las
restricciones que pone la naturaleza y enfoca su interés en trascender como un
parte de un sistema social pero sus pretensiones individuales no se encuentran en
armonía con esta. Es un ejemplo del primer texto
Segunda tesis: Concebimos la realidad dentro de tres categorías: informaciones,
interpretaciones, análisis. Son estas tres las que dan a conocer el vínculo que existe
entre los intereses del hombre y los medios de comunicación, estas sumadas a la
visión de Yo, nos lleva a priorizar nuestros intereses personales pasando sobre los
colectivos, pero a su vez cada interés de conocimiento individual crea un nexo y
finalmente une a la sociedad.
Todas las ciencias que existen son interesadas, por lo tanto, la Fenomenología no
puede ser desinteresada, ya que todo conocimiento sobre el mundo el ser humano
lo hace bajo su propio punto de vista. Las ciencias empirico-analiticas (física,
Matemáticas, etc.): o ciencias de la naturaleza, tienen un interés técnico. Buscan la
elaboración de leyes. Husserl piensa que, ya que la Fenomenología es una
contemplación desinteresada del mundo, puede ser una ciencia orientadora. Pero
Habermas rechaza este pensamiento: la teoría tradicional era Cosmología,
descubría en el cosmos sus leyes universales de conducta y posteriormente
aplicaba a la acción.
Para Husserl todo conocimiento debe ser desinteresado para ser orientador, y la
Fenomenología cumple este requisito, además de disociar conocimiento e intereses
y ser ajena a los intereses de la vida cotidiana.
CONOCIMIENTO E INTERÉS
En Conocimiento e Interés Habermas propone que existen tres formas de interés
cognitivo que a su vez proporcionan tres formas diferentes de acción: el interés
técnico, el interés práctico y el interés emancipativo. Cada una de estas formas de
interés cognitivo realizados en acciones da lugar a tres dimensiones de la existencia
social humana: el trabajo, la interacción humana y el poder.
Husserl explica que los positivistas no se percatan de su punto de vista
trascendental porque están demasiado implicados en los intereses de la vida
cotidiana (actitud ingenua). Según Husserl, la Fenomenología rompe con esta
actitud ingenia porque disocia conocimiento e interés y porque, al igual que la teoría
tradicional, es ajena a los intereses cotidianos.

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