Está en la página 1de 4

FACULTAD DE INGENIERIA

ESCUELA PROFECIONAL DE INGENIERIA DE


SISTEMAS

GESTION AUDITORIA TIC

ALUMNO:

• CAHUANA AQUINO MICHEL FRANCE

DOCENTE:
MGTR. JESÚS OCAÑA VELÁSQUEZ

HUARAZ – PERU

2019
DISMINUCIÓN DEL CONSUMO DE ENERGÍA ELÉCTRICA EMPLEANDO ITIL

La evolución del hombre en la Tierra ha sido posible en gran parte por el desarrollo de
tecnologías que hacen mucho más fácil su día a día. El ser humano pasó de emplear su
fuerza muscular y la de animales domesticados al uso de diversas fuentes energéticas
como viento, agua, fuego, vapor, entre otros, llegando al esquema energético actual, en
donde la quema de combustibles fósiles desempeña un papel preponderante; cabe
destacar que esta fuente energética es finita y contaminante en alto grado.

Muchas son las plantas generadoras de electricidad que la usan como fuerza motriz para
poder abastecer la demanda eléctrica, esto implica una alta emisión de gases a la
atmósfera terrestre que afectan el ecosistema. Además de la contaminación, hay que tener
en cuenta que la escasez de petróleo en un futuro representará un gran problema
energético mundial, por lo que la disminución del consumo eléctrico implica ahorro de
esta importante fuente de energía.

El inicio del tercer milenio representa para la humanidad la encrucijada de una nueva
elección energética, frente al agotamiento de los combustibles fósiles, por una parte,
pero, sobre todo, por la amenaza de una catástrofe ecológica, al rebasarse los límites de
la capacidad del planeta para asimilar su impacto.

En líneas generales, la sociedad venezolana no se ha caracterizado por tener una cultura


de ahorro energético, debido a que en el pasado las grandes riquezas energéticas del país
han sustentado una oferta muy por encima de la demanda nacional en cuanto al servicio
eléctrico se refiere. Sin embargo, en los últimos años, la aparición de largos periodos de
sequía ha afectado directamente la principal fuente de generación de electricidad del país
que es la hidráulica.

El consumo de energía eléctrica de los componentes tecnológicos y principalmente


informáticos, como los PC de escritorio o portables, es uno de los factores más
mencionados dentro de las preocupaciones de la temática.
La reducción de la energía, tomando como ejemplo una computadora, está basada
básicamente en dos elementos, por un lado, la fuente de alimentación o poder, la cual
difícilmente puede ser reducida por el usuario (no así el fabricante) dado que depende su
potencia del consumo de los componentes mismos y por otro lado resultan claves ciertos
elementos como el procesador y la refrigeración.

A menudo, se ofrecen consejos para ahorrar recursos y energía en casa. Sin embargo, la
mayor parte del tiempo, si no contamos la que pasamos durmiendo, transcurre en el
trabajo. Así que quizá sea más efectivo para lograr un ahorro energético centrar nuestros
esfuerzos en acciones ambientalmente responsables en el centro del trabajo. (Sin que ello
signifique olvidar las del hogar.)

El calentamiento global, el efecto invernadero, el cambio climático deben combatirse


mediante programas, planes, estrategias y acciones como la eficiencia energética, el uso
de tecnologías limpias y el aprovechamiento de las fuentes de energía renovables. Una
economía sostenible comienza por empleados concienciados con el problema.

En los sectores productivos (en la industria, en la agricultura, en el turismo, en las oficinas


y, en general, en cualquier empresa) es donde más energía se consume. Por tanto, también
hay más posibilidades para ahorrar esa energía. Y, de paso, ahorrar costes a la empresa.

La eficiencia energética, del mismo modo que no implica, en el ámbito personal, perder
calidad de vida, en el ámbito empresarial no implica ser menos productivos, sino todo lo
contrario. Trabajar mejor, de forma más eficiente, de modo que se ahorran costes y se
aumenta el beneficio. Producir lo mismo (o, incluso, más) con menos recursos.

A este respecto, en cualquier empresa es esencial analizar qué fuentes de energía se usan
y cómo se podrían usar las renovables, así como disminuir el consumo. Hay que empezar
con gestos cotidianos, sencillos, como los que se realizan en las viviendas, como apagar
la luz cada vez que se sale de una habitación, desconectar los equipos cuando ya no se
están usando, cambiar las bombillas iluminación led de bajo consumo, etc.

Pero hay otras medidas que se pueden tomar en este sentido, que contribuyen al ahorro
y disminución del consumo. Entre otras, las siguientes:

• Apagar las luces durante las horas de descanso.


• Utilizar lámparas led en lugares que requieran mucha y constante iluminación.
Gastan un 14% menos que una bombilla de bajo consumo y un 61% menos que las
lámparas incandescentes.
• Utilizar tubos fluorescentes con balastros electrónicos.
• Retirar los focos o tubos fluorescentes quemados para evitar el consumo innecesario
de energía.
• Pintar paredes y techos con colores claros.
• Aprovechar la luz natural. En techos, colocar planchas translúcidas si es posible.
• Evitar trabajar por la noche si la actividad lo permite.
• Si el consumo de energía es alto, utilizar la media tensión.
• Utilizar motores eficientes. Ahorran entre 30 y 60% de energía eléctrica.
• Utilizar equipos modernos de aire acondicionado, más eficientes que los equipos
antiguos.

También podría gustarte