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5- ¿Qué plantea E. Jacques sobre la crisis de la mediana edad en los hombres?

E. Jacques, psicoanalista ingles, afirma que la crisis de la mediana edad en los hombres se
manifiesta en el trabajo creador. Sostiene que a los 20/30 años el trabajo creador de los hombres
tendría una modalidad exaltada, intensa, espontanea, y que surge con facilidad. Pero hacia el final
de esta etapa aparece una modalidad que la describe como “escultórica”, con mayor lentitud
entre la inspiración y el producto terminado, con elaboraciones y relaboraciones sucesivas.

Según Jacques, la elaboración de la crisis de la mediana edad exige una relaboración de la


depresión infantil, pero con un insight maduro de la muerte y de los impulsos hostiles. En la
mediana edad se resignificarían los conflictos infantiles con la hostilidad, y su elaboración
permitiría que esa crisis vital fuese transitada con mayor o menor éxito por los hombres.

Postula que en el caso de los hombres, si bien uno de los conflictos para elaborar es el destino de
sus impulsos hostiles, otro de sus problemas básicos reside en resignificar su deseo de ser
reconocido y amado por otros hombres. Parecería que la raíz de este conflicto se encontrara en la
temprana infancia y se agudizara en la adolescencia, cuando los muchachos sienten que sus
padres se alejan del vínculo amoroso con sus hijos varones.

Badintes, manifiesta que la problemática principal entre padres e hijos sería la del vínculo hostil,
mas que de la hostilidad del vínculo, de lo que se quejan los hijos es de la ausencia paterna en el
hogar. Refiriendo con ausencia a padres presentes en el hogar, pero ausentes en el aspecto
amoroso del vínculo con su hijo. Esto determinará rasgos de la subjetividad de los hombres que
requerirán un profundo trabajo de relaboración cuando los hombres lleguen a la mediana edad.

6- ¿Qué es la menopausia? ¿Cómo la define la OMS?

Menopausia en su acepción estricta significa el cese de las reglas menstruales. El discurso médico
la enmarca dentro de un período mucho mas amplio, de límites no demasiado definidos,
denominado “climaterio”. Investigaciones actuales indican que la edad promedio de aparición de
la menopausia es alrededor de los 50 años. Habiendo variables como la “menopausia precoz” y la
“menopausia tardía”.

La OMS caracteriza al climaterio como una fase de transición entre la etapa reproductiva y la no
reproductiva.

7- Describir las situaciones de pérdida que padecen las mujeres de mediana edad.

La autora considera que se pueden focalizar los siguientes procesos de duelo por las siguientes
pérdidas:

 Duelo por la pérdida del cuerpo juvenil: las mujeres de mediana edad se enfrentan con el
cambio de su imagen corporal como uno de los elementos clave del sentimiento de
pérdida. En estos casos, las representaciones sociales acerca del cuerpo femenino, con su
énfasis sobre la belleza juvenil y la capacidad reproductora, imprimen en la subjetividad
femenina la necesidad de otorgar nuevos sentidos a su cuerpo en transición.
 Duelo por la pérdida de los padres juveniles: las mujeres de mediana edad se encuentran
con la realidad del envejecimiento de sus padres, quizás la enfermedad y hasta la muerte
probable de alguno de ellos. El trabajo del duelo implicaría reconocer la juventud de
aquellos padres de su infancia o de su adolescencia con quienes padeció conflictos, y que
se resignificarían en este período de su vida. Un elemento clave para la elaboración de
este duelo consiste en que las mujeres de mediana edad pongan en marcha el deseo hostil
diferenciador, otorgando nuevos sentidos en particular al vínculo con su madre. La frase
“yo no quiero ser como mi madre”, implicaría en esta etapa la necesidad de
diferenciación, de este recortamiento, Pero ésta es una problemática difícil de elaborar
para las mujeres de mediana edad, ya que existe un vacío representacional para las
mujeres de nuestra cultura sobre qué posiciones subjetivas y sociales ocupar cuando
llegan a la mediana edad.
 Duelo por pérdida de los deseos y los ideales juveniles: las mujeres a las que me refiero
han gestado deseos e ideales fuertemente orientados a la construcción de una pareja y
una familia. Aunque también han creado ideales destinados a su desarrollo personal,
intelectual, económico, artístico, etc, para ser desplegados en otros ámbitos. La propuesta
freudiana de “amar y trabajar” como fórmula que acercaría a los sujetos de nuestra
cultura a condiciones de bienestar psíquico, entra en crisis en el caso de las mujeres de
mediana edad, ya que la cultura patriarcal ha organizado sus deseos amorosos en torno al
amor maternal, y sus ideales de trabajo alrededor del trabajo reproductivo. La necesidad
de dar nuevas significaciones a sus deseos e ideales lleva a muchas mujeres a tratar de
recuperar aquellos que le fueron significativos en épocas pasadas.

8- ¿A qué denomina Burin “techo de cristal”? ¿Cuáles son los rasgos del mismo?

El “techo de cristal”, es un factor depresógeno que se utiliza para denominar a una superficie
superior invisible en las carreras laborales de las mujeres, difícil de traspasar, una barrera que
les impide seguir avanzando.

Los rasgos encontrados permiten comprender la doble inscripción del techo de cristal: como
realidad cultural opresiva, y como realidad subjetiva decepcionante. Los rasgos son los
siguientes:

 Las responsabilidades domésticas: el entrenamiento predominante de las mujeres de


mediana edad, (profesionales) en el ámbito doméstico, en los vínculos humanos con
predominio de la afectividad, con relaciones íntimas, con el acento puesto en las
emociones cálidas; estaría en contraposición con el mundo del trabajo masculino,
donde los vínculos humanos se caracterizarían por un máximo de racionalidad, y con
afectos puestos en juego mediante emociones frías.
Las mujeres caracterizadas como “tradicionales” suelen encontrar muy dificultoso el
pasaje de un tipo de vinculación al otro.

 Los estereotipos sociales: estos inciden en la carrera laboral de las mujeres, haciendo
que de vuelvan inelegibles para puestos que requieren autoridad y ejercicio del poder.
 La percepción que tienen de sí mismas las mujeres: la falta de modelos femeninos con
los cuales identificarse lleva a este grupo generacional a sentir inseguridad y temor por
su eficacia cuando acceden a lugares de trabajo tradicionalmente ocupados por
varones. Uno de los temores que suelen surgir, es a perder su identidad sexual. La
necesidad de identificarse con modelos masculinos lleva a estas mujeres al fenómeno
del travestismo, es decir vestir ropas que las remiten al universo de los hombres.
Las mujeres deben enfrentar el doble de exigencias qye sus pares varones, afrontar
mas riesgos, soportar mayor escrutinio de sus vidas privadas, a la vez que se les
perdonan menos equivocaciones. Su pertenencia al género femenino operaría como
categoría que explicaría su incapacidad.
 El principio del logro: otro factor que incide en la composición del techo de cristal y
que resulta discriminatorio contra el género femenino es el llamado principio de logro;
es un tipo de adscripción que precede al desempeño en el cargo. En el caso de las
mujeres, esto ha llevado a muchas de ellas no sólo a ser orientadas hacía un mercado
de trabajo secundario, sino también a la “división secundaria” casi universal dentro de
las profesiones y ocupaciones lucrativas. Como resultado se ven orientadas hacia
ramas de estas ocupaciones menos atractivas, poco creativas y por lo general peor
pagadas.
 Los ideales juveniles: otro factor que opera son los ideales juveniles cultivados por
estas mujeres mientras se estaban forjando una carrera laboral. Muchas mujeres de
esta generación convalidaron los ideales sociales y familiares que les indicaran
“asegurarse de hacer lo correcto”, muchas de estas mujeres se encuentran en un
mercado laboral cuyos ideales y valores se han transformado, el mandato actual sería
“asegúrese de ganas mucho dinero y rápido”. Lo que entra en contradicción de sus
ideales juveniles con los cuales iniciaron su carrera laboral. Para este grupo de
mujeres, los medios importan tanto como los fines.

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