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Diez meses antes, el cuerpo de Leslie Mahaffy de 14 años de edad había sido recuperado
de las profundidades de un lago, el mismo día en que los Teales contrajeron nupcias en
junio de 1991. La joven asesinada había sido cortada en pedazos.
Algunos videocasetes fueron recuperados del hogar de los Teales en donde se mostraba a
Karla en una orgía sexual de lesbianismo. "No hay sentencia que pueda imponer y sea
adecuada para reflejar la repulsión que la comunidad siente por las muertes de dos
jovenes chicas que vivieron sus vidas sin ningún reproche a los ojos de la comunidad",
dijo el juez Kovacs con un semblante desencajado ante una Karla Teale vestida en forma
glamurosa.
Los angustiados padres de las chicas asesinadas lloraban y se consolaban unos a otros en
la corte mientras se revelaba las terroríficas horas finales de sus hijas. La madre de Leslie,
Debbi Mahaffy, quebró su voz mientras hablaba en el tribunal "No quiero volver a ver
otra imagen de los restos del cuerpo de mi hija en una bolsa. Cada vez que escucho la
historia siento que mi hija muere de nuevo. Esto es una experiencia muy dolorosa y
difícil. Fue muy difícil venir a la corte en el cumpleaños de Leslie, hoy cumpliría 17
años." Las declaraciones habían logrado penetrar en la médula de los horrorizados
habitantes de la comunidad de St Catherine.
La aparentemente perfecta pareja se había
conocido en octubre de 1987, cuando Karla tenía
17 años y Paul era una pasante de contador de
tan solo 23 años. Karla, hija de padres
checoslovacos refugiados, había sido un modelo
a seguir en la Sir Winston Churchill School en
donde incluso se asoció a una sociedad secreta
de mujeres - El club del diamante - advocada a
conseguir maridos ricos.
Pero las fricciones comenzaron pronto en el matrimonio. Paul se vió envuelto en varias
peleas y adquirió una reputación de tener un temperamento muy explosivo. Entonces, en
enero, la policía llegó a su casa después de que Paul atacara a Karla. Un detective
veterano reveló. "Ella mencionó que había muchas cosas que desconociamos. Karla había
sido atacada en ocasiones anteriores por su esposo y tenía mucho miedo de él. También
mostraba signos de culpabilidad y arrepentimiento. Cuando comenzó a hablar, no
podíamos creer lo que estábamos escuchando. La información que nos proporcionó era
suficiente para obtener una orden de careo. Videos y otra evidencia mostraban a Karla
Teale envuelta e implicaban seriamente a su esposo. Karla Teale nos llevó a creer que ella
había sido forzada a participar en los asesinatos en un complot por parte de su esposo y
que era totalmente manipulada por Paul. nos contó sobre sus bizarras impulsos sexuales
que los llevaban hacia unos impulsos incontenibles por matar".
Mientra Paul esperaba su juicio, Karla habia comenzado su
sentencia mientras consagraba lo que el abogado de su esposo
llamó, "un pacto con el diablo" para revelar todo lo que ella
sabía acerca de los asesinatos. Se reabrieron los archivos de la
muerte de Karla, Tammy, que murió a la edad de 15 años en la
navidad de 1990, en la casa de la familia. Misteriosamente se
encontró con la muerte ahogada en su propio vomito.
Las familias de las dos jóvenes salvajemente asesinadas lucharon durante años por la
destrucción de las cintas de video y otro material gráfico ante el temor de que en algún
momento su contenido fuese difundido a pesar de las órdenes judiciales en contra.
Aunque la fiscalía retiró los cargos contra Williams para evitar un juicio en el que las
cintas de video habrían sido la prueba fundamental, lo que habría causado a las familias
de las jóvenes asesinadas nuevas "angustias", el caso demostró que en algún momento las
imágenes serían públicas.
Finalmente, el jueves, en el más absoluto secreto y en
presencia de 20 testigos -todos abogados, policías y
familiares de las asesinadas- las cintas de video,
fotografías y otras pruebas del caso fueron incineradas
una por una.
Por su parte, Donna French, la madre de Kristen, explicó que ahora sentía una paz que no
había experimentado desde que su hija desapareció en abril de 1992.
"Fue algo casi irreal porque hemos esperado esto tanto tiempo. No podía creerme lo que
realmente estaba pasando hasta que vi por mi misma que estaban siendo destruidas", dijo
French.
"Sigo pensando que era una de las últimas cosas que podía hacer por Kristen y espero que
ahora ella pueda descansar en paz", añadió la madre de la víctima.
Entre 1991 y 1992, Bernardo y su esposa, Karla Homolka, entonces dos jóvenes recién
casados de la localidad de St. Catharines -en el sur de Ontario-, secuestraron a las jóvenes
y las sometieron a sesiones de extrema violencia y sexo antes de matarlas.
El perfil de los dos asesinos aumentó la repulsión de la sociedad canadiense por sus
crímenes una vez que se conocieron los detalles de las muertes de las dos jóvenes.
Paul era un joven atractivo y popular que nunca había tenido problemas para mantener
relaciones con mujeres y que trabajaba desde 1990 para una empresa de Toronto
especializada en prendas de vestir, mientras que Karla, de 23 años, era una ayudante
veterinaria, rubia y simpática.