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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

Maestría en Estadios Sociales


Seminario de estrategias y técnicas de investigación social

Reseña 5. Cuestiones de método: «eventualización» y problematización en Foucault

Restrepo, Eduardo (2008). Cuestiones de método: «eventualización» y problematización en


Foucault. Tabula Rasa. Bogotá - Colombia, No.8: 111-132, enero-junio 2008.

La obra de Michael Foucault ha influenciado al mundo académico en dimensiones teóricas y


metodológicas, dado que sus planteamientos epistémicos están asociados a mostrar otras
formas de acercarse a la realidad social, a través de un continuo cuestionamiento sobre el
cómo y el porqué del poder, el saber y la verdad. En el caso colombiano, se han retomado los
postulados de la teoría esbozada por Foucault en el análisis político, social y cultural. En
especial, este documento tiene por objetivo presentar un artículo de Eduardo Restrepo sobre
la apuesta metodológica de las categorías eventualización y problematización presente en la
obra del autor.

En primer lugar, es necesario indicar que Eduardo Restrepo es antropólogo de la Universidad


de Antioquia, Colombia, Magister en Antropología y Doctor en Estudios Culturales de la
Universidad de Carolina del Norte Chapel Hill, Estados Unidos. Su labor académica ha
estado articulada a la teoría crítica social y cultural contemporánea, especialmente, desde una
perspectiva articulada a la propuesta teórica de Stuart Hall y Michael Foucault, por lo que,
coordina la Maestría en Estudios Culturales de la Pontificia Universidad Javeriana.

Restrepo reconoce que las categorías de eventualización y problematización están presentes


en la obra de Michael Foucault; sin embargo, destaca que su uso no es frecuente en el debate
académico contemporáneo, pues se le ha dado mayor utilización a categorías como
genealogía, biopolítica, gubernamentalidad, entre otras, por lo cual resalta que estas deben
ser consideradas como estrategias y método de investigación que operan como principios de
inteligibilidad de la historia del presente y la historia crítica del pensamiento.

Con ese propósito, el documento de Restrepo está divido en dos secciones, en las cuales
muestra que las categorías de eventualización y problematización son abordadas por Foucault
como estrategia de abordaje de realidades que coexisten con múltiples procesos históricos y
buscan en la genealogía la expresión de los saberes sometidos que construyen el problema
en el proceso de la interpelación de sus formas y dinámicas de constitución.

Por un lado, para abordar la “eventualización”, el autor retoma la interpelación de Foucault


sobre el rol de los historiadores en el análisis de la eventualización de la historia, pues le
preocupa que su producción está en constante deseventualización, dado que se han centrado
en estudiar al pasado con los términos del presente, configurándose violencia epistémica que
anula otras maneras de comprender los entramados históricos a través del cuestionamiento a
la interpretación homogénea de los hechos pasados.

De acuerdo con lo anterior, esta categoría rompe con dos concepciones del quehacer de los
historiadores: presentismo histórico, es decir, el cierre en horizontes de compresión e
incompletitud del sentimiento histórico; y, la indagación metafísica, la cual está asociada a
tomar lo general y universal como punto de referencia en el proceso de análisis, dejando de
lado lo singular de los hechos.

En la primera, la eventualización tiene la ventaja de unir la arqueología y genealogía


propuestas por Foucault al procedimiento permanente de reconocimiento de otras
comprensiones de los hechos históricos, horizontes de historicidad, destacando sus
singularidades y el papel de las experiencias en la pugna constante con supuestos y conceptos
para el entendimiento del presente.

Respecto a la indagación metafísica, Restrepo resalta sus tres rasgos característicos, a saber:
las constantes históricas como continuum del análisis reflexivo, la consolidación de
universales antropológicos y las generalizaciones definidas, pues Foucault con base en la
crítica a estos tres aspectos propone que la eventualización toma como componente a la
genealogía, dada su ruptura a la visión lineal de la historia, incluyendo la importancia de
entender las líneas de transformación y dispersión de eventos o series de eventos que surgen
en un momento histórico determinado.

Por esta razón, el autor concluye, de la mano de los planteamientos de Chakrabarty, que la
eventualización como categoría se opone y cuestiona al historicismo, resaltando las
particularidades observadas en los hechos, relaciones, practicas, discursos, representaciones
que son manifestación de las condiciones de posibilidad y contexto que las originaron, es
decir, no se trata de poner en el centro de la reflexión al sujeto, sino más bien interpelar su
constitución como sujeto en el entramado histórico-político, centrarse en las subjetividades
y prácticas a través de sus historicidades.

La eventualización es una ontología histórica radical, esto quiere decir que no es suficiente
con historizar la historia, tal como lo recuerda Chakrabarty, pues se podría caer en la
naturalización de los tiempos históricos, sino que se trata de replantear los lugares desde los
cuales se comprende la historia, por lo que no se plantea como espacio clave para un principio
basado en la formación correlativa entre lo verdadero y lo falso, centrarse en esta división
permite abordar efectos de realidad que se asocian con los tipos de veridicción y jurisdicción
y la enunciación de discursos, es decir, en la inteligibilidad de las luchas, de las estrategias y
de las tácticas, en sí, en las relaciones de poder.
Este tipo de inteligibilidad requiere que se cuestione continuamente la obviedad y naturalidad
de lo evidente y lo objetivizado, no centrándose en su estructura (dimensión semiótica),
contradicción (dimensión dialéctica) o en su sentido (dimensión simbólica), sino en el
acontecimiento y la producción de efectos que le es inherente. De ahí que la eventualización
tiene por nodo las relaciones de poder, las cuales logran resaltar los pliegues, líneas y
trayectorias de los sucesos históricos, es para Foucault el lenguaje de la guerra y de la batalla
lo que logra entender el tejido de historicidades belicosas, compuesto por saberes sometidos
que en la genealogía encuentran su manifestación y reconstrucción por medios de luchas y
enfrentamientos.

En consecuencia, se trata de una insurrección en los saberes sometidos que se insubordinan


al discurso teórico científico, dando paso a genealogías y arqueologías fragmentadas que dan
cuenta de saberes que han sido sepultados por la erudición y los saberes locales de la gente,
por lo que se consolidan como anti-ciencias en tanto ponen en tela de juicio los efectos
centralizadores de los discursos funcional a la modernidad y analizan discursividades locales.

Por otro lado, la categoría de problematización se refiere al proceso bajo el cual las prácticas
y discursividades que se alinean en torno a la interacción entre lo falso y lo verdadero y cómo
y porqué las singularidades históricas y las condiciones de posibilidad producidas por esta
relación consolidan un objeto del pensamiento o un problema. Restrepo retoma la advertencia
realizada por Foucault, dado que podría interpretarse que el procedimiento de
problematización está vinculado a una mediación discursiva, esto es, la representación de un
objeto preexistente o la creación de un discurso en torno a algo que carece de existencia; sin
embargo, la apuesta concreta de este procedimiento es abordar lo que realmente existe y es
objeto de regulación y control, por ejemplo, la sexualidad y la locura.

Ahora bien, el hecho que se preste atención a las condiciones de posibilidad de las prácticas
y discursividades, no quiere decir que estas sean derivaciones o consecuencia de contextos
históricos, por el contrario, son respuesta de los individuos concretos a procesos de
regulación, de ahí la relevancia del reflexionar del cómo y porqué de la constitución de esas
subjetividades.

La problematización es trabajo del pensamiento, pues requiere identificar aquellos


comportamientos que han perdido la certidumbre frente al campo del conocimiento e
interpelar los procesos sociales, políticos y económicos como incitadores de
problematización, más no en determinantes de las formas específicas de problematización y
tratar de generar respuesta, no únicas sino múltiples, las cuales reflejen las condiciones
concretas de constitución del problema y de sus líneas de problematización.

La categoría de problematización se diferencia de la propuesta derridiana de deconstrucción,


en tanto deja de lado el enfoque textualista que busca evidenciar el logocentrismo y la
metafísica de la presencia, al considerar que los principios generales que constituyen las
entidades cambian con las prácticas que son diseñadas; no obstante, estas dependen de la
esencia de las prácticas iniciales para su operación.

Finalmente, el autor destaca la línea argumentativa de Foucault respecto al nacimiento de los


procesos de programación, es decir, producción de programas que buscan institucionalizar e
instrumentalizar las prácticas, conductas y comportamiento de los individuos en medio de
relaciones de subjetivación y objetivación. De igual forma, es necesario precisar que tanto
las problematizaciones como los programas deben sus condiciones de posibilidad,
modificación y transformación a los regímenes de veridicción (juegos de verdad) y
jurisdicción (lo que es posible hacer).

De acuerdo con lo esbozado, es necesario aterrizar las consideraciones metodológicas en la


obra de Foucault presentadas por Eduardo Restrepo frente al proceso de investigación
"Construcción de Habilidades Comunales de Gobierno. Lo común abigarrado en los
municipios PDET del Sur del Tolima", dado que podría de ser de gran utilidad incluir algunos
aspectos relacionados con la potencia de las categorías de eventualización y problematización
en el siguiente punto:

1. El escenario donde se realizará el ejercicio etnográfico está marcado por la


multiplicidad de actores sociales que dinamizan la vida política de cuatro municipios
ubicados en la Subregión del Sur del Tolima, por lo que se adoptará un esquema
teórico vinculado con el pensamiento latinoamericano para comprender las formas de
interacción de estos y sus formas de gobierno, es decir, las formas en que las
relaciones de poder circulan en espacios asociados a la gestión de asuntos comunes.

La potencia de las categorías foucaultianas presentadas por Eduardo Restrepo llama


la atención en el análisis de las trayectorias y líneas de la historia que desarticulan las
categorías universales y las generalizaciones, en tanto que permite resaltar la manera
en la que desde una dimensión local existen producciones de saber y poder que
generan las condiciones de posibilidad para que existan articulaciones y entramados
de realidad, objetivación y subjetividad.

En especial, se espera que las categorías de Estado abigarrado y heterogeneidad


histórico-estructural puedan orientar las reflexiones que surjan de la información
construida, por lo que interpelar sobre el cómo y el porqué de sus maneras de
articulación e interacción, permitiría enunciar trayectorias históricas que, si bien,
coexisten en territorios determinados, tienen condiciones de posibilidad diversa.

No obstante, se debe tener en cuenta que toda decisión metodológica es una decisión
epistemológica. En este sentido, si se recogieran aspectos del enfoque foucaultiano,
se podría contraponer dos posiciones epistémicas, lo cual no sería conveniente para
la coherencia de argumentación del proceso de investigación. La primera asociada
con discusiones de orden colonialidad y decolonialidad del poder, especialmente en
América Latina, la cuales son críticas del proceso de racialización y racionalización
propia de la matriz moderno-colonial, pero insertan en los postulados modernos; la
segunda está vinculada a la crítica de la modernidad, evidenciando las relaciones de
poder y de fuerza que están presentes en las microfísicas de las relaciones sociales.

Lina Marcela González G.

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