Está en la página 1de 4

La amenorrea es la falta de menstruación en una mujer, bien porque una adolescente no haya llegado a

menstruar, o bien porque la regla desaparezca por alguna causa que, en ambos casos, es necesario
determinar.

tipos de amenorrea y síntomas


Las amenorreas se pueden dividir en amenorreas primarias y amenorreas secundarias, y cada uno de
estos tipos de amenorreas se deben a diferentes causas.
Las amenorreas primarias son poco frecuentes. Podemos hablar de amenorrea primaria cuando al
cumplir los 16 años una mujer no ha menstruado ni ha desarrollado caracteres sexuales secundarios (si
tiene caracteres sexuales secundarios puede ser normal no menstruar hasta los 18 años).
Las amenorreas secundarias son mucho más frecuentes que las amenorreas primarias, sobre todo
porque en este grupo se incluyen las amenorreas fisiológicas, es decir, las falta de menstruación en la
mujer por causas naturales. La falta de menstruación de forma puntual en una mujer no es una
amenorrea, sólo podemos hablar de amenorrea secundaria cuando falta la menstruación durante al
menos seis meses seguidos en una mujer que antes ya había tenido la regla.

Síntomas de amenorrea
Obviamente, el síntoma principal de amenorrea es la ausencia de menstruación en la mujer. El resto de
síntomas que presente puede orientar al médico hacia la causa de esa amenorrea (vómitos en el
embarazo, por ejemplo).
Excepto en las situaciones fisiológicas, la amenorrea es una manifestación de una alteración hormonal
subyacente y, en la mayoría de los casos, la supresión de estrógenos y progesterona es la clave del
problema. Por ello, muchas mujeres sufren a la vez regresión de caracteres sexuales (disminución de
las mamas, desaparición de vello…) y alteraciones metabólicas de importancia, siendo la más
importante la osteoporosis. Por ello, en una mujer con una amenorrea prolongada se debe estudiar la
densidad ósea de sus huesos, sea cual sea su edad.
Otros síntomas que en ocasiones acompañan a la amenorrea, aunque siempre dependen de la causa que
haya provocado la falta de menstruación, son: sequedad vaginal, aumento o pérdida de peso
importante, hirsutismo, galactorrea (cuando las mamas de una mujer que no está embarazada secretan
leche materna), molestias abdominales cíclicas sin sangrado, dolor de cabeza, acné…

Causas de amenorrea primaria


Las causas de amenorrea primaria se pueden dividir en dos grandes grupos: anomalías hormonales y
anomalías de los genitales.

Anomalías hormonales
• Hipogonadismo hipogonadotropo: ausencia de desarrollo de las gónadas sexuales por
ausencia de hormonas que las estimulen. Puede ocurrir por una causa simplemente hormonal, o
también por tumores del cráneo o accidentes en los que se haya producido un traumatismo.
• Pubertad retrasada: puede que el desarrollo hormonal de una niña suceda con retraso. En el
niño suele ocurrir con cierta frecuencia y por causas fisiológicas, pero en las niñas es raro, y hay
que descartar enfermedades que lo provoquen.
• Síndrome de Kallman: alteración congénita de las células productoras de GnRH. Se acompaña
de alteración de las células encargadas del olfato, por lo que las niñas que lo padezcan tendrán
amenorrea por fallo hormonal y anosmia (falta de olfato).
El tratamiento en estos casos consistirá en intentar solucionar la causa o aportar suplementos de las
hormonas que faltan.

Anomalías de los genitales


Lo que determina que una persona desarrolle unos genitales internos y externos masculinos o
femeninos (testículos u ovarios) es el cromosoma sexual Y, que puede aportar o no el padre. Cuando
hay un cromosoma Y que funciona correctamente se formarán testículos y apariencia masculina,
cuando no hay Y (porque el padre aporte un X, o simplemente porque no haya) se formarán ovarios y
apariencia femenina. Hay varias situaciones en las que se altera la formación genital en una mujer, las
más importantes son:
• Síndrome de Turner: es la causa más frecuente de amenorrea primaria. Sucede por una
alteración genética en la que en vez de 46 cromosomas sólo hay 45 porque falta el segundo
cromosoma sexual Y o X. En ausencia de cromosoma Y se forman genitales externos
femeninos, y los internos también serán femeninos pero malformados (ovarios fibrosos no
disfuncionales). Este síndrome se acompaña además de malformaciones (cuello alado,
coartación de aorta, linfedema, etcétera) y baja altura.
• Síndrome de Swyer: en este caso el número de cromosomas es correcto (46, y con los
cromosomas sexuales XY), pero el cromosoma Y no funciona, de forma que los genitales
externos serán femeninos y los internos, una vez más, serán disfuncionales (testículos fibrosos).
En este caso, la niña no presentará malformaciones y su apariencia será la de una niña normal.
Estas mujeres no pueden tener descendencia, pero no tienen por qué presentar más problemas.
• Síndrome de Morris: también llamado pseudohermafroditismo masculino. Los cromosomas
ahora son completamente normales con XY, es decir, una carga genética masculina. Sin
embargo, la hormona masculina por excelencia, que es la testosterona, no puede actuar porque
todas las células del cuerpo son resistentes a ella. Esto hace que la apariencia sea
completamente femenina, con genitales femeninos, pero con testículos intra-abdominales, que
segregan mucha testosterona, y deben extirparse porque suelen degenerar en cáncer. Como en el
sídrome de Swyer, no podrán tener descendencia, pero por lo demás no presentan otros
problemas.
• Síndrome de Rokitansky: el problema en este caso no es genético (los cromosomas son
normales con carga sexual femenina XX), sino que está en la formación directa del aparato
genital. La vagina, el útero y las trompas presentan distintas alteraciones, incluida su ausencia
completa. Los ovarios son normales, así que su producción hormonal femenina es normal, y
sólo requerirán cirugía para poder tener una vida sexual con normalidad.
• Himen imperforado: en este caso no hay alteraciones genéticas ni malformaciones del
apartado genital. Simplemente el himen, que suele ser una membrana casi completa en la
entrada de la vagina, que se rompe con el inicio de las relaciones sexuales o en cualquier otra
situación, tapa completamente la salida de la vagina, de forma que cuando aparece la primera
menstruación la sangre no puede salir y se acumula en la vagina. Llega un momento en el que
aparecerá dolor y el himen se abombará; el médico simplemente tendrá que rasgarlo para
permitir la salida del flujo menstrual.
Causas de amenorrea secundaria
En realidad, la ausencia de menstruación en una mujer que hasta ese momento tenía el periodo de
forma regular es un síntoma, o bien de que se ha producido un embarazo, o de que existe algún
trastorno o disfunción.
• Embarazo: es con diferencia la causa más frecuente. Al iniciarse una gestación el ciclo
hormonal se interrumpe, ya que el embrión implantado en el útero sintetiza beta-HCG, que
estimula la producción de progesterona de forma continuada, y así el endometrio no se
desprende.
• Lactancia: durante la lactancia los niveles de prolactina en el cuerpo de la mujer son superiores
a lo habitual para favorecer la producción de leche. Esta hormona inhibe la síntesis de GnRH, y
el ciclo hormonal se interrumpe de forma más o menos regular hasta que la lactancia materna
finaliza.
• Anovulación: es decir, falta de ovulación, que suele suceder por el síndrome de ovario
poliquístico (SOP). Es la segunda causa más frecuente de amenorrea, detrás del embarazo.
• Insuficiencia ovárica: se puede dar el caso de que la producción hormonal del ovario no sea
suficiente para mantener el ciclo hormonal correctamente. Es una causa rara de amenorrea, ya
que puede suceder de forma puntual, pero cuando dura más de seis meses es una señal de
menopausia.
• Menopausia: sucede cuando la reserva de ovocitos en el ovario de agota y la producción
hormonal también. Se produce de forma natural entre los 45 y los 55 años, pero hay formas
patológicas antes de esta edad, lo que se conoce como menopausia precoz.
• Tumores ováricos: un tumor ovárico hace que el ovario no pueda funcionar correctamente.
Desafortunadamente, los tumores ováricos son más frecuentes cuando la mujer ya tiene la
menopausia, de forma que la amenorrea no es un síntoma a tener en cuenta, y su diagnóstico se
retrasa, haciendo que este tipo de tumores tengan un mal pronóstico.
• Síndrome de Asherman: sucede cuando tras un legrado uterino las paredes internas cicatrizan
y se unen entre ellas formando unas adherencias que se conocen como sinequias, y que
disminuyen la superficie del endometrio. Esta anomalía puede impedir la menstruación y
provocar infertilidad. Además de este síndrome, puede haber otras alteraciones de los genitales
como la estenosis vaginal o de cérvix.
• Hiperprolactinemia: el tumor benigno funcionante más frecuente de la hipófisis es el
prolactinoma. El aumento de la producción de prolactina es capaz de inhibir la GnRH y dar así
amenorrea. Se controlan con fármacos dopaminérgicos, generalmente sin que sea necesaria la
cirugía.
• Fármacos: muchos fármacos disminuyen de forma directa o indirecta los niveles de dopamina
que, entre otras funciones, frena el aumento de prolactina. Algunos de ellos son: anticonceptivos
orales, antieméticos, benzodiacepinas, antidepresivos tricíclicos, etcétera.
• Alteraciones hormonales: enfermedades como el síndrome de Cushing (de origen suprarrenal)
o las patologías de tiroides (hipotiroidismo e hipertiroidismo) pueden modificar los ritmos
hormonales de la mujer por diferentes vías de actuación.
• Alteraciones psíquicas: la ansiedad, la depresión y la anorexia nerviosa son causas de
amenorrea, ya que las alteraciones cerebrales modifican los niveles de dopamina y se libera
mucha prolactina.
• Otras enfermedades: la cirrosis, la insuficiencia renal crónica, y muchas más enfermedades,
pueden alterar el ciclo hormonal de la mujer produciendo amenorrea.

Diagnóstico de la amenorrea
El diagnóstico de la amenorrea se basa en la búsqueda de los factores que la han originado, y está
sistematizado de tal forma que consiste en ir descartando causas hasta llegar a una conclusión final. Las
pruebas que se realizan habitualmente son:
• Prueba de embarazo: si es positiva se estudiará la gestación en curso; si es negativa, se realizan
pruebas adicionales.
• Determinación de TSH y prolactina: si están alteradas se pensará en hipertiroidismo,
hiperprolactinemia… Si los niveles son normales, se continúa el estudio.
• Test de progesterona: consiste en administrar un fármaco hormonal –progestágeno– a la
paciente durante unos días, y comprobar si al retirarlo se produce la regla. En caso afirmativo, el
problema era la anovulación por ausencia de pico de LH (frecuentemente debido a síndrome de
ovario poliquístico), o hemorragias uterinas disfuncionales previas a la menopausia. Si la
menstruación no se produce, es preciso seguir buscando la causa.
• Aportación de estrógenos y progesterona: si con esto no se produce la regla, el motivo de la
amenorrea será una alteración de los genitales (por ejemplo, el síndrome de Asherman). Si se
produce la regla, indicará que el fallo es puramente hormonal y se prosigue con el estudio.
• Determinación de los niveles de FSH y LH: si estas hormonas están elevadas, la alteración es
del ovario, que no es capaz de responder produciendo hormonas. Si están disminuidas, hay que
continuar el estudio.
• Test de GnRH: si se eleva la FSH, la alteración estará en el hipotálamo; si no se eleva la FSH,
la alteración estará en la hipófisis.

Tratamiento de la amenorrea
Como hemos indicado, la amenorrea, en ausencia de embarazo, es un signo que indica la existencia de
alguna alteración. Por lo tanto, el tratamiento será diferente según el motivo por el que la paciente
presenta amenorrea, y se dirigirá a corregir el trastorno que ha motivado la ausencia de la
menstruación. Así, si el problema se debe a un problema con la tiroides, al corregir esta anomalía la
paciente volverá a menstruar con normalidad. Si se trata del síndrome de ovario poliquístico, o alguna
otra alteración de tipo hormonal, el especialista establecerá el tratamiento adecuado para regular el
ciclo menstrual.
La amenorrea también puede estar asociada a pérdidas importantes de peso o a obesidad, por lo que en
estos casos es importante modificar los hábitos dietéticos inadecuados y adoptar una dieta equilibrada.
Si se trata de un exceso de ejercicio físico, reducir su intensidad y duración puede ser suficiente para
que la amenorrea remita.
En el caso de las jóvenes que sufran amenorrea primaria a causa de trastornos congénitos, en algunos
casos se podrá resolver con fármacos o cirugía. En cualquier caso, si la adolescente llega a los 16 años
sin que aparezca la regla y sin mostrar otros signos de pubertad, como el desarrollo de las mamas, se
debe consultar al médico.

También podría gustarte