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SUMMA Psicológica U SI' Copyrighl 2004 by SUMMA Psicológica usr

2004, Vol 2, N" 1, 7 -17 ISSN 0718-0446

La Relación Sujeto/Máquina como Productora de Subjetividades

The Subject/Machine Relationship as a Producer of Subjectivities

Yasna Valenzuela Román*


Universidad Santo Tomás de Chile

(Recepción: Marzo 2004 - Aceptación: Junio 2004)

El artículo busca explicitar uno de los trabajos referidos a una linea de investigación más amplia cual es la
relación entre psicología y tecnología. Lo anterior es relevante, ya que no es posible concebir
contemporáneamente al sujeto psicológico fuera de un mundo colonizado por las máquinas, representando
ellas su condición de posibilidad. Por tanto, la premisa central busca describir algunas de las consecuencias
que el marco actual de las transformaciones tecnológicas tiene con relación al sujeto; ya que el vínculo
sujeto/máquina en cuanto fuente productora de subjetividades constituye un desafio para la psicología.
Palabras clave: Subjetividad, tecnología, máquina.

The article seeks to explicit one of the works referred to a broader line of investigation about the existing
relationship between psychology and technology. lts relevance relies on the fact that it is currently no
longer possible to conceive the psychological subject outside of a world colonized by machines which
represent its condition ofpossibility. Since the bond subject / m achine as a producing source of subjectivities
is a challenge for psychology, the central premise of this work seeks to describe sorne of the consequences
that the current frame of technological transformations has in relation to the subject.
Key words: Subjectivity, technology, machine.

La premisa central del artículo consiste en des- mente, las sobredeterminaciones que existen en
cribir algunas de las consecuencias que el marco el abordaje de la relación entre teorías sociales
de las transformaciones tecnológicas tiene con re- y psicología. La pregunta allí, por lo tanto, es
lación al sujeto; ya que el vinculo sujeto/máquina ¿de qué forma es posible conectar las represen-
en cuanto fuente productora de subjetividades taciones culturales, el escenario de la
constituye un desafio para la psicología. interactividad como el entorno humano de la
Ahora bien, lo primero a concebir es la for- relación mediada del Sujeto/Máquina con las
ma en que se relacionan las teorías sociales con transformaciones del sujeto psicológico? Para
la psicología. Es decir, para poner en conexión poder responder es factible adentrarse en las
los patrimonios tecnológico y cultural con el formas en que la psicología establece su articu-
sujeto es menester hacer emerger la forma de lación con las teorías sociales, vale decir, las
articulación entre individuo y sociedad en una maneras de interpretar la interdependencia en-
perspectiva psicológica. Es posible afirmar in- tre individuo y sociedad.
cluso que dependiendo de las maneras en que Por otra parte, si se asume que la relación
se establezca este vínculo, la interdependencia Sujeto/Máquina es una de las formas que hoy
Sujeto/Máquina se configurará en un escenario adquiere la tensión individuo y sociedad, enton-
múltiple y tendrá consecuencias diferentes. De ces es posible señalar que los cambios aconte-
allí que la primera dimensión a tratar sea, justa- cidos con el sujeto psicológico están insertos
dentro de ese horizonte. Es decir, la relación
Sujeto/Máquina se constituye, también desde
este punto de vista, una totalidad histórica, aho-
• Psicóloga, Licenciada en Psicología, Universidad de Chile.
Magíster en Psicologia Social y de la Personalidad,
ra vista en el sentido de emerger como un prin-
Universidade Federal de Rio de Janeiro. Doctora en Fi- cipio explicativo en la noción histórica de suje-
losofía, mención Epistemología de la Ciencias Sociales, to psicológico. Inclusive desde alli es viable afrr-
y Psicología (e), Universidad de Chile. Corresponden- mar una segunda premisa: el que hoy existe una
cia: Universidad Santo Tomás (Sede Talca), Av. Carlos
explosión de la categoría de sujeto psicológico
Schorr 255. Talca-Chile. FonoFax: 071 226515 - 071
226756- 071 233686. E-mail: yyalenzuela@ust.cl

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en un doble sentido, tanto en cuanto al rompi- nido de profesiones y oficios fuera delineado
miento e insostenibilidad de sus antiguos con- por semejanza y diferencia específica 1 •
tenidos como en virtud de la explosión de nue- Sin embargo, como sostendrán diversos
vas iluminaciones a partir de los cambios ocu- autores, entre ellos Lacan (1977), en el sujeto
rridos entre sujetos y máquinas. En una ex- ya están involucrados sus lazos con el siste-
presión extrema es dable llegar a decir que ma. No existe curación posible sin considerar
no hay en la contemporaneidad sujeto psico- la relación sujeto/entorno (Foucault, 1966).
lógico posible de ser pensado por fuera de las Uno de los nudos centrales en esta red, es la
formas de relación Sujeto/Máquina. Ahí pre- relación sujeto/máquina, ya que desde allí se
cisamente reside la enorme relevancia de su deben definir códigos psicológicos de inter-
estudio para la psicología. pretación y además aparece como una poten-
Consecuentemente, el tercer punto aborda- cial herramienta de curación por su posibili-
do es la descripción sucinta de algunas formas dad de desalienación.
en que la relación Sujeto/Máquina está provo- Este diagnóstico complejo es tan relevante
cando, gestando, produciendo subjetividades. para la psicología como las alianzas existentes
Todo lo expuesto sirve de base, de horizonte de entre teoría social y psicología en el estudio de la
referencia, para entender los procesos de personalidad autoritaría2 , ya que hoy la relación
virtualización del sujeto no como una oposición sujeto/máquina conforma una pauta "amplia y
sino como una concreción de lo real y compren- coherente, cual si estuvieran unidas por una men-
der también, la relación Sujeto/Máquina como talidad o espíritu común; esta pauta es la expre-
artefactos protéticos en cuanto unidad en la dis- sión de profundos impactos en la personalidad
cordia, totalidad desgarrada, contradicción de los individuos" (Adorno y otros, 1965, p. 27).
tensional indisoluble; que constituye una clave Si en la actualidad, diversos autores concuerdan
y un desafio actuante para la psicología ya que, que el diagnóstico sociopsicológico contempo-
usando el sentido que le otorga Foucault: "la ráneo apunta más a una desestructuración del
renovación radical de la psicología como cien- superego, el análisis no sólo de la estructura psi-
cia del hombre en sus nexos con lo social no es cológica del individuo sino tensada en la situa-
simplemente un hecho histórico en el cual se ción de objetivación del sistema maquinístico en
puede situar el desarrollo de los últimos cien que vive se vuelve crucial para la psicología.
años, sino que todavía constituye una tarea in- En la medida en que discurren una junto a
completa a cumplir que sigue abierta enteramen- otra sin vincularse entre sí, la ciencia de la so-
te en la orden del día" (Foucault, 1994, p. 125). ciedad y la de la psiquis sucumben por igual a
Luego, el orden de la exposición será el la sugestión de proyectar en su materia la divi-
siguiente:
'En su enfoque más característico, esta perspectiva postula
l. El vínculo entre teoría social y psicología que las ciencias sociales se ocupan del sujeto y sus rela-
2. La explosión del sujeto psicológico ciones sociales (semejanza entre ellas) y la psicología de
3. La producción de subjetividades los aspectos relativos al individuo (diferencia específi-
ca).
2
"El estudio de la personalidad autoritaria trata sobre la dis-
l .El vínculo entre teoría social y criminación social. Su propósito, empero, no es el de
psicología añadir simplemente nuevos descubrimientos empíricos a
conocimientos amplios. El tema central de la obra es la
aparición de una especie antropológica que denomina-
En psicología, la categoría de sujeto, tal
mos el tipo humano autoritario. Es, a un mismo tiempo,
como reconocerán diversos enfoques, es cen- un ser ilustrado y supersticioso, orgulloso de su indivi-
tral. Sin embargo, no en todos ellos los nexos dualismo y constantemente temeroso de ser diferente a
constitutivos del sujeto en sus relaciones socia- los demás, celoso de su independencia y proclive a so-
meterse ciegamente al poder y a la autoridad. La estruc-
les se consideran parte del estudio de la psico- tura de carácter que comprende estas tendencias opues-
logía. Este tipo de visión entrega la ilusión de la tas ha atraído la atención de filó sofos y pensadores polí-
posibilidad del establecimiento de una frontera ticos. Este libro encara el problema con los medios que
demarcada entre individuo y entorno, una espe- nos brinda la investigación sociopsicológica".
ADORNO, Theodor y otros. "LA PERSONALIDAD AU-
cie de revisitación aristotélica donde el conte-
TORITARIA". Editorial Proyección. Buenos Aires, 1965.
Pág. l 9.

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LA RELACIÓN SUJETO/MÁQUINA COMO PRODUCTORA DE SUBJETIVIDADES

sión del trabajo del conocimiento3 • Ciertamen- misma médula como su contrario. Lo inescru-
te, ni siquiera la forma de conducta narcisista table de la objetividad enajenada es que arroja a
del psicótico carece de un aspecto social. Se los sujetos de vuelta a sus limitados sí mismos,
puede, claro está, construir determinados tipos y pone ante ellos en una imagen de espejo su
de enfermedad mental siguiendo el modelo de escindido ser para sí, el sujeto monadológico y
una sociedad enferma, pero como ya lo ha de- su psicología, como si fuera lo esencial" (Ador-
mostrado Foucault, los límites entre lo externo no, 1991, p. 154).
y lo interno no sólo son difusos sino cambia- Lo paradójico de esta contradicción es que
bles históricamente y, por tanto, ineludiblemente sea la ciencia, que tiene como horizonte develar
sobredeterminados4 • el significado del sujeto, la que los transforme,
No es asunto de mera terminología el am- por su propia configuración, una vez más, en
pliar o no el concepto de sujeto en el ámbito objeto. Esta dialéctica afecta no sólo al com-
psicológico. No es casualidad que el psicoaná- portamiento del sujeto con el mundo exterior,
lisis fuera concebido en el ámbito de la vida pri- sino también al sujeto en cuanto tal. El meca-
vada y los conflictos familiares: éstos son sus nismo de adaptación a un medio encasillado,
dominios, porque el propio juego de las fuerzas encasilla también al sujeto ya que "el sujeto se
psicológicas está bastante restringido al sector descompone en una maquinaria de producción
privado, teniendo menor poder sobre la esfera social que se prolonga en su interior" (Adorno,
de la producción material. La separación entre 1991, p. 164). De esta forma, el concepto del
los actos sociales en que se reproduce la vida de Yo es dialéctico, psíquico y no psíquico, un frag-
los seres humanos y ellos mismos les "impide mento de libido y un representante del mundo.
llegar a ver el engranaje y los deja en manos de En la relación Sujeto/Máquina estos nexos
esa frase según la cual la cuestión serían los se- entre teoría social y psicología se vuelven una
res humanos mismos, que anteriormente nunca clave de enunciación relevante ya que posibi-
los había consumido en las mismas proporcio- litan el cruce de lo que el hombre hace con lo
nes que en la época de la cadena de montaje" que ha hecho de él.
(Adorno, 1991, p. 154). De esta manera, el desafio inacabado de la
Lo que despliega el velo social es el hecho psicología es adentrarse en los nexos de la rela-
que las tendencias sociales se imponen sobre los ción individuo y sociedad sin soltar la tensión
sujetos y éstos no las reconocen como suyas. en beneficio de la identidad o la total separa-
"Se vuelven ciegos para ver la forma invisible ción de esos componentes. De allí que Adorno
del conjunto, no ven que la sociedad es tanto su defina la tensión de esa relación como una uni-
dad en la discordia, ya que si bien el individuo
'"La separación entre sociedad y psiquis en falsa concien- no es simplemente individuo y sustrato de una
cia, eterniza en forma de categorías la escisión entre el
psicología sino que al mismo tiempo es sustento
sujeto viviente y la objetivación que impera sobre los
sujetos y que, no obstante, ellos producen. Pero no se le de definiciones sociales que lo troquelan, tam-
puede quitar el terreno a esa falsa conciencia sólo por un bién se debe considerar la imposibilidad de ex-
decreto metodológico". ADORNO, Theodor. "ACTUA- plicar psicológicamente lo que no surge en abso-
LIDAD DE LA FILOSOFÍA". Editorial Paidós. Barce-
lona, 1991. Pág. 139.
luto de la vida psíquica del ser humano indivi-
4
"Quizá llegue un dia en que no se sepa bien lo que ha dual (Adorno, 1991 ). A su vez, lo anterior puede
podido ser la locura. Su figura se habrá cerrado sobre sí ser visto como una evidencia en el sentido
misma no permitiendo descifrar ya los rastros que haya epistemológico ya que "el conocimiento no tie-
dejado. Esos trazos formarán parte de configuraciones
ne poder para otra totalidad que la antagónica y
que nosotros no sabríamos designar, pero que en el por-
venir serán las rejas indispensables para hacer que resul- sólo en virtud de la contradicción es capaz de
ten legibles nosotros y nuestra cultura. Artaud pertene- alcanzar alguna totalidad" (Adorno, 1991, p. 150).
cerá al suelo de nuestro idioma y no a su ruptura, las De allí que ese postulado de Adorno
neurosis a las formas constitutivas y no a las desviacio-
resignifique la clásica sentencia hegeliana acer-
nes de nuestra sociedad. Todo lo que hoy sentimos sobre
el modo del limite o de la extrañeza, se habrá reunido ca del peligro de la absolutización de un com-
con la serenidad del sistema. Y aquello que para nosotros ponente convirtiéndolo en una totalización:
hoy designa el Exterior un dia acaso llegue a designar- "Hegel reconoció la preeminencia del todo con
nos a nosotros". FOUCAULT, Michel. "IDSTORIA DE
LALOCURAENLAÉPOCACLÁSICA". Tomoll. Edi-
respecto a sus partes fmitas y contradictorias
torial Fondo de Cultura Económica. México, 1967. Pág. cuando se las confronta con él; pero ni derivó
328. una metafisica del principio de la totalidad ni

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glorificó al todo, de igual forma que no ción de una doctrina en manos de unos pocos
independizó las partes frente al todo, como ele- respecto a la vida y propiedad de todos, positi-
mentos suyos, sabía perfectamente el crítico del vas son las garantías y amenazas que tienen
Romanticismo que el todo sólo se realiza a tra- como meta la simple legalidad de la acción;
vés de las partes, únicamente a través de la des- positiva es, en fin, sobre todo la separación
garradura" (Adorno, 1981, p. 18). entre religión privada y vida pública"
Eagleton (1966) apunta en este mismo sen- (Habermas, 1989, p. 40).
tido al describir, en su ideología de la estética, De este modo, Hegel sostiene contra los ilus-
la noción de la necesidad de la totalidad para trados que la religión racional pura, no menos
comprender los fragmentos en cuanto toda par- que la fe fetichista, representa una abstracción,
te requiere del todo como referente: "Hegel sa- pues es incapaz de interesar el corazón y el es-
bía que cuando se habla de diferencia se re- píritu del hombre. Esta ilustración es sólo el re-
quiere de la totalidad, ya que cuando la dife- verso de la ortodoxia (Habermas, 1989). Es de
rencia en cuestión se toma pura se vuelve nada. allí que se deriva el carácter represivo de la ra-
Como pura diferencia no hace ninguna dife- zón que, por tanto, es preciso redimensionar ya
rencia, ella es una simple señal de ausencia, ya que en el mundo moderno la emancipación tie-
que aquello que no puede ser nombrado no ne que trocarse e.n ausencia de libertad porque
puede ser violado" (p. 91). la desencadenada fuerza de la reflexión se ha
De este modo, la crítica hegeliana a los me- autonomizado y sólo genera ya unificación me-
canismos de absolutización se vuelve un desa- diante la violencia de una subjetividad represora.
fio para toda profesión que busque comprender Así, para Hegel la razón debe pensarse no
las contradicciones del todo social en las rela- como oposición abstracta de lo fmito y lo infini-
ciones tensionales existentes entre individuo y to sino como autorrelación absoluta de un sujeto
sociedad. Es más, si analizamos las exigencias que lleva en sí tanto la unidad como la diferencia
de Hegel con relación al ideario del iluminis- de Jo finito y lo infinito. Luego, el absoluto no es
mo, aparece la posibilidad de hacer válidos para concebido ni como sustancia ni como sujeto, sino
la psicología esos mismos requisitos: Hegel está sólo como el proceso mediador de la autorrelación
convencido que la época de la Ilustración que que se produce a sí misma exenta de toda condi-
culmina en Kant y Fichte no ha erigido en la ción (Habermas, 1989). Este dilema acompaña
razón sino un ídolo porque ha sustituido equi- al proyecto ilurninista desde dentro y debe ser
vocadamente la razón por el entendimiento o la vivido tensionalmente como su propia desgarra-
reflexión y con ello ha elevado a absoluto algo dura, sin intentar eliminar esa contradicción a ries-
finito (Habermas, 1989). De allí que se propon- go de suprimirse a sí mismo.
ga criticar esa absolutización mostrando que una Consecuentemente, la no absolutización, el
razón tiene que ser capaz de articular evitar volver infinito algo fmito, el no caer en la
tensionalmente aquellas oposiciones de la razón, positivización; entendidos como mecanismos
la cual al proceder discursivamente, no tiene más epistemológicos para hacer emerger las contra-
remedio que generár. dicciones, pueden ser vistos como requisitos
Allí es importante destacar dos cosas: que establecidos al interior de la psicología para
entonces el problema de la Ilustración es cómo entender el nexo entre individuo y sociedad. De
obtener normatividad a partir de sí misma y el este modo, queda expuesta "la pretensión de la
que sólo el elemento de la vida pública puede psicología al ensanchar su feudo hasta abarcar
transformar la fe en religión y prestar a la razón la totalidad como un error que contenía el ele-
eficacia práctica. La denuncia realizada por mento de falsedad tanto del psicoanálisis como
Hegel es, entonces, la de la positivización: del conductismo" (Adorno, 1991, p. 150). De
"positivistas llama Hegel a las religiones que allí que es posible sostener que el psicologismo
sólo fundan su autoridad y que no ponen el va- en cualquiera de sus formas es ideología, ya que
lor del hombre en la moral de éste, positivistas "transforma por ensalmo la forma individualis-
son los preceptos conforme a los cuales los cre- ta de socialización en definición extrasocial,
yentes han de conseguir el beneplácito divino natural, del individuo. El peligro de la
por las obras en vez de por una acción íntegra- absolutización de la razón en el Iluminismo, sólo
mente moral, positiva es la esperanza de la re- ha cambiado esencialmente de escenario. En
compensa en el más allá, positiva es la separa- cuanto se explica como algo basado en el

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psiquismo, los procesos sociales se vuelven del sujeto psicológico. Lo que se sostiene, es
cosificados puesto que, abstraídos de sus ten- que más que una extinción, asistimos a la ex-
dencias históricas, hasta sus cualidades psico- plosión del sujeto psicológico en dos sentidos:
lógicas promedio van a insertarse como expli- en cuanto explosión e imposibilidad de seguir
cación en su comportamiento social promedio" usando el contenido que conformaba dicha ca-
(Adorno, 1991, p. 158). tegoría y, a la vez, aparecimiento explosivo de
La relevancia de lo anterior para este traba- consideraciones en su interior relativas a las for-
jo radica en que "cuanto más estrictamente se mas de relación del sujeto y la máquina.
piensa el ámbito de lo psicológico como un cam- Así, es posible afirmar, que "los contenidos
po de fuerzas autárquico cerrado en sí mismo, de la subjetividad dependen, cada vez más, de
tanto más se desubjetiviza la subjetividad y el una infinidad de sistemas maquínicos "
psiquismo arrojado de vuelta a sí mismo, casi (Guattarí, 1993, p. 177). Esto no significa que,
sin objeto, se vuelve inmóvil como un objeto" necesariamente, porque las máquinas sean ca-
(Adorno, 1991, p. 169). Por tanto, una psicolo- paces de articular enunciados y registrar esta-
gía pensada así, no puede romper su inmanen- dos de ánimo al ritmo de nanosegundos, esto
cia sino que se agota en sus propias ecuaciones: haga de ellas potencias satánicas dispuestas a
"ya que el psiquismo es sólo un tanteo a ciegas dominar al hombre (como se piensa en ciertos
en pos de lo que él mismo no es. El peligro de postulados agonales del hombre y la máqui-
lo anterior radica en que este estado de cosas no na). Lo que sí evidencia la presencia maquínica
se da sólo en la teoría del conocimiento sino en la contemporaneidad es que "no tiene senti-
que se prolonga en los resultados de la terapia, do que el hombre quiera desviarse de las má-
en esos seres humanos desesperadamente ajus- quinas ya que ellas no son otra cosa más que
tados a la realidad que se han remodelado lite- formas hiperdesarrolladas e hiperconcentradas
ralmente como aparatos para poder abrirse paso de ciertos aspectos de su propia subjetividad"
con más éxito en su restringida esfera de intere- (Guattari, 1993, p . 178).
ses. En cuanto la conceptualización psicológica Consecuentemente, es posible entender que
sigue procediendo así, se toma su venganza en existe un doble puente del hombre en dirección
ella la divergencia tan descuidada entre psico- a la máquina y de la máquina en dirección al
logía y sociedad" (Adorno, 1991, p. 169). hombre, que en verdad nos remite nuevamente
Ciertamente, la prácticas designan un espa- al planteamiento de esa tríada interactiva donde
cio conceptual y se sitúan en él. Toda interven- la máquina es lo que media la relación entre dos
ción es capturada a partir de una forma de verS. sujetos. Si esto se entiende es posible compren-
Por tanto, dependiendo de cómo se realice el nexo der que todos los sistemas maquínicos sea cual
entre individuo y sociedad, la conceptualización fuere el dominio al cual pertenecen (técnico,
y las prácticas psicológicas harán emerger dis- semiótico, lógico, etc.) son soportes o
tintos y limitados enfoques de la relación Sujeto/ sobredeterminaciones que influyen y califican
Máquina ya que ella está indisolublemente an- los procesos de la producción de subjetividad.
clada en las formas de esa tensión. Así, la subjetividad aparece como plural,
polifónica y multicausal. Sin embargo, esto no
2.La Explosión del Sujeto Psicológico significa necesariamente que esos grandes mo-
vimientos de subjetivación tomen un rumbo
En el centro del debate contemporáneo se emancipador. Tal como lo ha planteado
encuentra la noción de sujeto. Esta asume di- Habermas (1990), entre otros, muchas reivindi-
versas vertientes de discusión y critica: desde la caciones en este plano evidencian una
idea de muerte del sujeto y su reemplazo por el "reterritorialización conservadora de la subjeti-
lenguaje a la virtualización del sujeto como opo- vidad" (p. 14). Los integralismos en diversos
sición a lo real o al consecutivo desaparecimiento continentes, la xenofobia, las pruebas nuclea-
res, la guerra del Golfo y, en general, los tipos
s"La clínica es a la vez un nuevo corte del significado, y el de evento desastrosos que han sido mediados
principio de su articulación en un significante en el cual por la máquina desactivan lo suficiente los clá-
tenemos la costumbre de reconocer, en una conciencia sicos contenidos de la noción de sujeto psicoló-
adormecida, el lenguaje de una ciencia positiva" .
gico. Esto no es relevante sólo para la psicolo-
FOUCAULT, Michel. "EL NACIMIENTO DE LA CLÍ-
NICA" Editorial Siglo XXI. México, 1966. Pág. 7. gía, ya que ante el actual estado de cosas la so-

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ciología, la economía y el derecho, se encuen- este sentido, el trabajo de Stero explora de mane-
tran bastante mal provistas para dar cuenta de ra notable las formaciones subjetivas preverbales
los híbridos movimientos de la subjetividad hoy. del niño, mostrando que no se trata de estadios
"Por su parte, el psicoanálisis tradicional no está en el sentido freudiano, sino de niveles de
mejor ubicado para afrontar estos problemas y subjetivación que persistirán de forma paralela
en estas condiciones parece más oportuno for- durante toda la vida (Stem, 1985). De este modo,
jar una concepción más transversalista de la sub- esta perspectiva renuncia a la ponderación ex-
jetividad que permita responder a la vez de sus cesiva de "la psicogénesis de los complejos
colisiones territorializadas y de sus aperturas a freudianos presentados como universales estruc-
sistemas de valor" (Guattari, 1996, p. 14). turales de la subjetividad" (Stem, 1985, p. 97).
De esa forma, incluso las máquinas tecno- Aquí se pone de relieve, además, el carácter
lógicas de información y comunicación operan transubjetivo de las experiencias precoces del
en el corazón de la subjetividad porque actúan, niño en una dialéctica que estructura las fases
no únicamente a nivel de sus memorias, de su emergentes de la subjetividad y que no dejará
inteligencia, sino también se toman en compo- de reaparecer en el sueño, el delirio, la exalta-
nentes de su sensibilidad, sus afectos y sus fan- ción creadora o el sentimiento amoroso.
tasmas. Por ello, la consideración de estas di- En este mismo sentido, los trabajos en algu-
mensiones maquínicas de subjetivación permi- nas clínicas de psicoterapia no se plantean ya
te insistir acerca de la heterogeneidad de los una simple remodelación de la subjetividad de
mecanismos que agencian la producción de sub- los pacientes sino la constitución de complejos
jetividad. Entre ellos encontramos componen- de subjetivación más globales (individuo, gru-
tes semiológicos significantes manifestados a po, máquinas, intercambios múltiples) que ofre-
través de la familia, la educación, el arte, el de- cen a la persona posibilidades diversas de reha-
porte; elementos fabricados por la industria de cerse, salir de sus atolladeros repetitivos y, en
los medios de comunicación y dimensiones sim- cierto modo, resingularizarse creando nuevas
bólicas derivadas de las máquinas modalidades de subjetivación. Dado este con-
informacionales de signos. texto, los componentes más heterogéneos pue-
La evidencia anterior nos obliga, en cierta den concurrir tanto a la evolución positiva del
forma, a considerar la tensión entre una ten- paciente, como a la inclusión social de sectores
dencia a la homogeneización universal y de excluidos7 : relaciones con el espacio arqui-
reduccionista de la subjetividad junto con el tectónico, con máquinas de diverso orden, que
reforzamiento de la heterogeneidad y la sin- pueden incluso provocar nuevos vínculos eco-
gularización de sus componentes. Así, surge nómicos aprovechando en todas las ocasiones
una cierta ambiguedad de esa contradicción: la nueva relación establecida entre el individuo
el que la producción maquínica de subjetivi- y la máquina como vías de apertura al exterior
dades puede trabajar tanto para el progreso y mecanismos de reindividuación.
humano como para su regresión. Por ello, la Ahora bien, las condiciones de producción
evolución maquínica no puede ser juzgada esbozadas en estas redefmiciones involucran la
positiva o negativamente sino considerando interacción entre diversas instancias de lengua-
sus sobredeterrninaciones6 • jes, de formas económicas, interacciones
Esto es relevante especialmente para la psi- institucionales y dispositivos maquínicos como
cología en cuanto permite mostrar cómo la sub- los basados en la asistencia por computadores
jetividad no se engendra sólo de la psiquis. En (acceso a bancos de datos, videotecas,
videoconferencias, conversaciones vía Internet).
6 " Lomejor es la creación, la invención de nuevos univer- Lo anterior repercute en el propio concepto de
sos de referencia; lo peor, la masmediatización inconsciente en cuanto hoy no es posible diso-
embrutecedora a la que millones de individuos están hoy ciar esa teoría de estas nuevas formas comple-
condenados. Las evoluciones tecnológicas, aunadas a
experimentaciones sociales en estos nuevos ámbitos, tal jas de producción de subjetividad.
vez puedan librarnos de la etapa opresiva actual y hacer-
nos entrar en una era postmediática caracterizada por una
'Un trabajo que apunta en esta dirección son los cursos de
reapropiación y una resingularización del uso de los me-
capacitación en informática que ofrece la Legiao da Boa
dios de comunicación". GUATTARI, Felix.
Vontade enRio de Janeiro, donde un gran porcentaje de
"CAOSMOSIS". Editorial Manantial. Buenos Aires,
alumnos son "moradores de rua".
1996. Pág. 16.

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LA RELACIÓN SUJETO/MÁQUINA COMO PRODUCTORA DE SUBJETIVIDADES

Indiscutiblemente, los descubrimientos Lo anterior no reviste solamente un carácter


freudianos (que habría que calificar de invencio- discursivo sino que se plantean una serie de
nes) enriquecieron los ángulos en la forma de ámbitos prácticos: "Los conceptos de incons-
abordar la psiquis, pero no se puede caer en el ciente que se nos proponen en el mercado del
peligro de concebirlos como mecanismos reales psicoanálisis ¿se adecuan a las condiciones ac-
de operación. La idea de invención está colocada tuales de producción de subjetividad? ¿Se Jos
aquí en el mismo sentido en que los cristianos utiliza como grilla de lectura global y exclusiva
produjeron nuevas formas de subjetivación, la ca- y de pretensión científica, o como instrumentos
ballería cortés y el romanticismo inventaron un parciales que entran en composición con otros,
nuevo amor o el marxismo inventó un nuevo sen- siendo el criterio último de orden funcional?
timiento de clase. Asimismo, las diversas inter- Esto es relevante porque, de cierta forma, el in-
pretaciones freudianas segregaron nuevas mane- consciente freudiano es inseparable de una so-
ras de ver y hasta de producir la histeria, la neu- ciedad apegada a su pasado, a sus tradiciones
rosis infantil, la psicosis, la conflictividad fami- falocráticas, a sus invariantes subjetivas; y las
liar, la lectura de los mitos. Incluso, en su versión conmociones contemporáneas reclaman sin
más estructuralista, el propio inconsciente freu- duda una modelización más orientada hacia el
diano evolucionó en el curso de su historia per- futuro y a la aparición de nuevas prácticas"
diendo parte de su riqueza y la tensión de su con- (Guattari, 1996, p. 23).
tradicción, pasando a centrarse en el análisis del En consecuencia con lo anterior, es menes-
yo, la adaptación a la sociedad o la conformidad ter preguntarse por la validez de la permanen-
con un orden significante. cia del dualismo consciente-inconsciente en las
Ahora bien, el problema ya no es saber si tópicas freudianas y todas las oposiciones (a
el inconsciente freudiano o lacaniano apor- veces incluso interpretadas maniqueístamente)
tan una respuesta científica a los problemas correlativas de la triangulación edipica y del
de la psiquis sino entender que estos mode- complejo de castración. Una de las posibilida-
los construidos deben ser considerados des de renovación, siguiendo la argumentación
interdependientemente y en sus propias de Guattari (1996), sería: "optar por un incons-
transformaciones con toda la serie compleja ciente que superpone múltiples estratos de
de dispositivos maquínicos de producción de subjetivaciones, estratos heterogéneos de exten-
subjetividad. De forma más general, deberá sión y consistencia variables, más vuelto hacia
admitirse que cada individuo, cada grupo so- praxis actuales que hacia fijaciones y regresio-
cial vehiculiza su propio sistema de nes sobre el pasado. Inconsciente de flujos y
modelización de subjetividad, es decir, máquinas abstractas más que inconsciente de
movimenta una cierta cartografia hecha de estructura y lenguaje" (p. 24).
puntos de referencia múltiples a partir de la No se trata de compartir o no lo sostenido
cual cada uno se posiciona en relación con por dicho autor, lo importante ni siquiera es el
sus afectos, sus angustias y su razón, deri- contenido final de su propuesta, sino la impor-
vando en ese lugar movible del mundo en tancia de concebir un método cartográfico
que transcurre nuestra existencia. multicomposisional que pueda comprender de
Por tanto, lo que se sostiene es que sólo la mejor modo los procesos de subjetivación y que
interacción de estas cartografías dará un régimen dé como resultado una reapropiación de los
de la mirada mediante el cual sea posible descri- mecanismos de producción de la subjetividad.
bir las diferentes conformaciones de la Este es un dilema crucial para la psicología con-
subjetación. Ya no existe la posibilidad de expre- temporánea en cuanto pretende conocer el sig-
sar en una de estas perspectivas lo que se podría nificado que ese sujeto le atribuye al mundo y
denominar un conocimiento objetivo de la psi- sus relaciones. Esto se relaciona con las formas
quis. Es justamente en este punto donde se evi- temporales de entender la producción de subje-
dencia la relevancia tanto de los planteamientos tividades, ya que como lo sostiene Bakhtin
hegelianos acerca de la no absolutización de un (1995), "la polifonía de los modos de
componente de la totalidad como de las reflexio- subjetivación corresponde, en efecto, a una
nes de Adorno acerca de la tensión entre indivi- multiplicidad de maneras de vencer al tiempo"
duo y sociedad y el cómo poner en relación las (p. 37). Lo anterior no sólo dice relación con lo
teorías sociales y la psicología. planteado en la dimensión acerca de los aspec-

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tos temporales, como la aceleración, el peligro Uno de ellos, es una cierta revisitación del
de ser excluido del tiempo o su virtualización, sino ideario de oposición hombre/máquina donde
que se relaciona también con la polifonfa como este nexo es visto peligrosamente y donde la
mecanismo de exploración múltiple, cuyo desafio concepción maquinica queda reducida y opues-
e impulso ha estado presente desde su origen. ta frente a la figura de lo humano. En este senti-
Ahora bien, ¿cómo es posible reunir esos do, este prisma ayudaría a la continuación de
componentes de subjetivación sin perder su un imaginario dual, algo así como viejas leyen-
diversidad?: gracias a la idea de foco, de moti- das para un mundo nuevo. Con ello, se produci-
vo, de ritornelo. En este sentido, ese atractor, rán dos consecuencias básicas; la reducción de
ese código de lectura, permite que los compo- la complejidad social en versiones univocas y
nentes sean captados en forma inteligible con- el no-reconocimiento, tanto de la ambigüedad
servando su heterogeneidad. Desde estas con- paradojal de la relación Sujeto/Máquina, como
sideraciones se podría entender lazos hacia el de su necesaria triangulación entre sujetos en el
sentido de lo descrito en relación con la identi- ámbito de la interactividad.
dad neurótica o la psicosis. En las últimas dos décadas ha tomado con-
Ello también es imperioso para poder enten- sistencia en ciertos medios intelectuales, sobre
der las transformaciones sociales contemporáneas todo en aquellos conocidos genéricamente bajo
como mutaciones múltiples de subjetividades, "de la denominación de humanidades, una cierta con-
subjetividades parciales, polifónicas, colectivas cepción de la técnica como algo fundamentalmen-
y maquínicas" (Guatarri, 1996, p. 35). De todo te extraño al hombre. Allí, las máquinas y las
lo anterior se deriva la enorme relevancia de re- maneras de producción que las ponen en movi-
nunciar a perspectivas totalizantes en los enfo- miento serían, sin lugar a duda, "algo que el pro-
ques psicológicos, de allí que la producción de pio hombre produce, algo que amplía y extiende
subjetividades se verá afectada intensamente por sus sentidos y su capacidad de comprensión pero,
las formas de relación entre teoría social y psico- al mismo tiempo, algo que se le escapa como are-
logía, así como los mecanismos de interconexión na entre los dedos y en lo cual él ya no se puede
entre individuo y sociedad. reconocer" (Simondon, 1969, p. 87).
Si la psicología quiere dar cuenta de estas Asimismo, toda una literatura de ficción trae
formas multicausales de producción de subjeti- la caricatura de esa idea bastante diseminada
vidades, ha de considerar, por tanto, rigurosa- según la cual, la proliferación de máquinas cada
mente el contenido de esta explosión del sujeto vez más potentes, versátiles e inteligentes esta-
psicológico, tanto en el sentido de realizar una ría colocando en peligro la propia identidad hu-
resignificación critica de los modelos y el hori- mana. Como lo sostiene Couchot: "ese senti-
zonte en que la noción de sujeto psicológico ha miento es tanto o más doloroso si concebimos
aparecido en sus diversos enfoques clásicos, al hombre como un animal desnudo, desprovis-
como asumir el desafio de encontrar formas to de cualquier otra prótesis instrumental que
polifónicas de comprender y explicitar los me- no sea su lenguaje, el único que fundaría su hu-
canismos múltiples de producción de subjetivi- manidad" (Couchot, 1988, p. 87). Ahora bien,
dades que se encuentran enteramente fuera del lenguaje -que no deja de ser una tec-
permeados, contemporáneamente, por los ava- nología, incluso tal vez la más avanzada de to-
tares de la relación Sujeto/Máquina. das las practicadas por el hombre- todas las de-
más prótesis de acción o percepción humana
3.La Producción de Subjetividades serían encaradas como artificiales y, por conse-
cuencia, excluidas del universo de la cultura en
La producción de subjetividad se encuentra cuanto territorio de lo humano.
sobredeterminada multicausalmente. Más aun, Esta revisitación de posicionamientos clási-
podríamos decir que existen diversas dimensio- cos, de antagonismos hombre/máquina, reper-
nes, diferentes ámbitos donde se recrean los cute en una serie de ámbitos, ya sea de las rela-
nexos de interdependencia de la subjetividad con ciones de trabajo bajo el fantasma de la sustitu-
el contexto. Sin embargo, esto no quiere decir ción, en los mecanismos de comunicación y
que cualquier subjetividad emerja con igual fuer- acceso bajo la forma de la exclusión, en el mer-
za. Existen, por así decirlo, /ocus privilegiados cado como posesión o expectativa de consumo,
donde estas subjetividades se moldean. en las calles como instrumento de control y tam-

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LA RELACIÓN SUJETO/MÁQUINA COMO PRODUCTORA DE SUBJETIVIDADES

bién como imaginarios poblados de miedos en No sólo es posible pensar lo anterior simbólica-
expresiones maquínicas propias del año 2000, mente, la propia dialéctica de la modernización
donde si bien este horizonte simbólico encuen- nos proporciona imágenes y datos de los meca-
tra sus raíces en un pasado lejano, el contenido nismos maquínicos de exclusión.
de su inseguridad se plasma en mecanismos tec- Este ideario amenazante adquiere ribetes
nológicos de última generación. Ejemplos de catastróficos en un discurso humanista donde
esto encontramos diseminados en diversos es- se busca reinstalar una idea de naturaleza en
pacios: miedo de que las personas no se rela- oposición a la idea de lo artificial. El resultado
cionen más cara a cara sino solamente a través es uniformar la pluralidad, intentar identificar
de Internet, miedo de que los avances sean tan la diversidad de las experiencias, cerrando los
grandes y rápidos que no se pueda acompañar- ojos para cualquier mecanismo que evidencie
los, miedo de la excesiva humanización de las la articulación protética de hombres y máqui-
máquinas, miedo de que los niños sólo jueguen nas o también condenando dichos nexos bajo
con máquinas y no desarrollen habilidades so- juicios morales, estéticos o cognitivos.
ciales, miedo a que el trabajo acabe o quede sólo A su vez, esta relación binaria olvida o re-
en las manos de las máquinas. duce, positivizándola, la propia idea de huma-
En todo ello es posible diferenciar los con- nismo. Como sostendrá Savater (1990), le jue-
tenidos pero a la vez, identificar una misma ló- ga una mala pasada a ese humanismo impeni-
gica binaria y antagónica de argumentación: la tente que configura su propia idea de humani-
oposición entre hombre y máquina. Este tipo de dad en las conexiones indeterminadas con otros
pensamiento podría ser calificado de esencialista ámbitos como lo maquínico. Por tanto, la extre-
en dos sentidos: en cuanto se sustenta en una ma contradicción es que esa vi sión
idea de esencia humana predeterminada como unidireccional y esencialista del humanismo, al
opositora de la máquina y también en cuanto querer vengarse de la máquina, reduce al pro-
constituye parte de un discurso inserto más bien, pio ser humano que queria enaltecer. De esta
en un tipo de creencia, de adhesión de fe que en forma : "el modo de pensar esencialista,
un razonamiento argumental. substancialista, es aquél que lleva a tratar las
De esta forma, dicha oposición se vuelve actividades o preferencias propias de ciertos
expresión de un imaginario mítico donde la individuos o de ciertos grupos de una cierta
máquina conspira todo el tiempo contra lo que sociedad, en un determinado momento, como
restaría de esencia en la humanidad. Así, se da propiedades sustanciales, inscritas de una vez y
lugar a pensar que "en un tiempo y en un lugar para siempre en una especie de 'esencia bioló-
en que las máquinas usurpan las actividades gica' o, lo que no es mejor, de una ' esencia cul-
creadoras y en las cuales la mediación técnica tural', que lleva a los mismos errores en la com-
se vuelve una fuerza generalizante, poco hay paración no con sociedades diferentes pero sí
para hacer, a no ser filosofar sobre la propia entre periodos sucesivos de una misma socie-
impotencia" (Machado, 1996, p. 10). También dad" (Bourdieu, 1995, p. 1995).
es posible concebir a la máquina como locura y De allí que el esencialismo se vuelva ese
engendrar un malestar en términos de la pre- acuerdo tácito, pre-reflexivo, inmediato, sobre
ocupación por la relación del ser humano con- el sentido del mundo que es el fundamento y
temporáneo dudando de la esencia humana que filtro de las experiencias presentes.
saldría incólume de allí. Este malestar con la Consecuentemente, al ejercer una mirada
máquina se sustenta, por otra parte, en la idea positivizada de la relación Sujeto/Máquina, lo
de máquinas cada vez mejores con un ser hu- anterior también no tiene cómo hacer emerger
mano de una cualidad cada vez peor, donde las los matices, los sesgos, las hibridizaciones, las
imágenes de esta contradicción están presentes multicausalidades, las polifonías de dicha rela-
desde el pensamiento teológico al ético-moral. ción que precisan ser equalizadas. En este sen-
Lo interesante, en términos de la psicología, tido existe, sin duda, mucho de fetiche en esta
es que este imaginario se ha vuelto casi un sen- actual revisitación de la relación hombre/máqui-
tido común extendido y por tanto es posible que na. A medida que estas últimas se vuelven más
algunos individuos se vean y sean vistos como atrayentes y amigables, su efecto se tiende a
hombres expulsados de un paraíso maquínico, tornar seductor y lisérgico, sobre todo en un
en el sentido de Ciorán: arrojados del tiempo. público concebido como lo que Bell denomina

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el hombre sin atributos, para referirse a ese suje- la realidad más inmateríal9• Por último, un otro
to que en virtud de los procesos tecnológicos y paradoxo posible de explorar se refiere a la do-
modernizantes ha perdido sus referentes o, como ble condición de las máquinas digitales y los
sostendrá Berger, ha quedado transformado en aparatos de multimedia en cuanto conjunta-
un paria dentro de un mundo sin hogru-8. Así tam- mente despliegan posibílídades de sonido, texto
bién las personas se deleitan (y algunas hasta se e imagen; unifican la representación sensorial
vician) apretando botones compulsivamente, ha- en el código O- l.
ciendo zaping o jugando juegos de video. Los Todo lo dicho puede mostrar, a grandes ras-
recursos interactivos de que ya disponen gran gos, que la matriz de un humanismo radical se
parte de las actuales máquinas ópticas y acústi- cuela, insertándose en visiones de diverso signo
cas difundidas a nivel de gran público dan un político y conceptual, donde se hace precisa una
carácter lúdico incluso a la respuesta simple de resignificación aguda que dé lugar a una crítica
los movimientos de un operador en la medida que efectiva de los mecanismos contemporáneos
estas aparezcan en una tela bajo la forma de figu- adoptados por la relación Sujeto/Máquina, pero
ras multicoloridas. donde no se reduzca lo humano a lo no-maquinico
Es así como se puede llegar a concebir que sino que se observe con cuidado las prótesis exis-
"las nanomáquinas además de consagrar una tec- tentes en las cuales la máquina hace parte
nología de los sensores, de los teleespectadores sustantiva de la propia humanidad. De allí que
y de los microprocesadores consagraron tam- ampliar una línea de investigación que haga emer-
bién un espacio-sin-lugar, un lugar-sin-hogar. Y ger la unidad de psicología y tecnología, permita
es, por tales indicadores, que hoy nos encontra- resignificar no sólo los espacios de la clínica o
mos frente a un nuevo dios en que las cualida- las prácticas psicológicas, sino re-construir la
des de la ubicuidad, de la instantaneidad y de propia dimensión de sujeto psicológico.
la facultad de ser al mismo tiempo omnipre-
sente y omnividente nos encerró en el mundo Referencias
de la farsa y donde nosotros mismos, reduci-
dos a ser tan mediáticos como los propios apa- Adorno, T (1981). Tres estudios sobre Hegel. Madrid:
Taurus.
ratos de mediación, por atrofia, parálisis o in- --.,.--- (1991). Actualidad de la filosofia. Barcelona:
capacidad, no nos interesamos más por proyec- Paidós.
tar y construir cada momento de la historia" Adorno, T., Frenkel-Brunswick E., Levinson. D.J. y
(Brasil Silva, 1998, p. 5). Stanford, R.N. (1965). La personalidad autoritaria. Bue-
nos Aires: Proyección.
Como se ha demostrado, el ideario dual y Bakhtin, M. ( 1995). Lenguaje y polifonía. Barcelona: Ana-
antagónico hombre y máquina no hace justicia grama.
a la descripción de dicha relación compleja y Bourdieu, P. (1995). Razones praticas: Sobre a teoria da ayao.
representa una cierta inadecuación de sus ca- Sao Paulo: Papirus.
Brasil Silva, S. (1998). Realidade digital: A globalizayao
tegorías conceptuales para intentar seguir el rit- em fantasías. Brasilia: CNPq.
mo de alguno de los principales paradoxos que Couchot, E. (1988). L'odyssée, mille foise ou les machines
dicha articulación presenta en la sociedad con- a langage. París: Traverses.
temporánea. Entre ellos es posible señalar el Eagleton, T. ( 1966). A ideología da estetica. Rio de Janeiro:
Zahar.
proceso de agudización de los sentidos, de Foucault, M. (1966). El nacimiento de la clínica. México:
multisensoríalidad logrado por las máquinas en Siglo XXI.
el sujeto a la vez que, justamente en virtud de (1967). Historia de la locura en la época clásica (Tomo n ).
la naturalización de estos mecanismos, las má- México: Fondo de cultura económica.
( 1994). Dits et ecrits (Vol. 1). Paris: Gallimard.
quinas se vuelven invisibles haciendo, además,

1 Para un análisis mayor al respecto ver: 9 "Como vemos, las cuestiones que se levantan desde los
BERGER, Peter y LUCKMANN, Thomas. "MODERNI- núcleos de especialistas en máquinas ya no son sólo cues-
DAD, PLURALISMO Y CRISIS DE SENTIDO. LA tiones de física o de electrónica. Independientemente de
ORIENTACIÓN DEL HOMBRE MODERNO". Edito- su realidad material, las máquinas modernas poseen tam-
rial Paidós. Barcelona, 1997. bién una realidad abstracta, de orden lógico, matemático
y lingüístico, una realidad que puede ser descrita como
inmaterial".
GANASCIA, Jean-Gabriel. "A INTELIG~NCIA ARTIFI-
CIAL". Editora Instituto Piaget. Lisboa, 1994. Pág. 17.

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LA RELACIÓN SUJETO/MÁQUINA COMO PRODUCTORA DE SUBJETIVIDADES

Ganascia, J.G. (1994). A inteligencia artificial. Lisboa: Ins-


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Parente (Org.), Imagem máquina. A era das tecno1ogias
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Guattari, F. ( 1996). Caosmosis. Buenos Aires: Manantial.
Habermas, J. (1989). El discurso ftlosófico de la moderni-
dad. Buenos Aires: Taurus. (1990). Pensamiento
postmetafisico. Madrid: Taurus.
Lacan, J. (1977). Escritos. Buenos Aires: Siglo XXI.
Machado, A. (1996). Máquina e imaginario. Sao Pauto:
Editora da Universidade de Síio Paulo.
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téchniques. Paris: Aubier.
Stern, D. (1985). The interpersonal world ofthe infant. New
York: Basic Book.

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