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El 13 de junio de 1953, con el aval de la iglesia, los gremios y todos los grupos políticos, el general
Gustavo Rojas Pinilla anunció un golpe de estado contra el gobierno de Laureano Gómez, en
oposición a la reforma constitucional que éste adelantaba en el Congreso. Inicialmente el General
Rojas sería presidente de Colombia por un año, pero su gobierno se alargó por un periodo de cinco
años. Con las características de un gobierno militar, este período es reconocido como una
"dictadura" por su ordenamiento jurídico e institucional; sin embargo, el uso del término se ha
puesto en discusión, pues a la hora de hacer una comparación con otras dictaduras
contemporáneas del continente latinoamericano, la de Rojas Pinilla no se caracterizó
principalmente por altos niveles de represión o irrespeto por los derechos humanos.
El 13 de junio de 1956, en el estadio Nemesio Camacho “El Campín”, Rojas Pinilla presentó su
propio partido político, la Tercera Fuerza, fundamentado sobre ideas socialistas, con una
perspectiva alternativa en el terreno de lo económico y lo político a la de los programas de
políticos liberales y conservadores, y con un discurso de carácter populista que hacía alusión a la
necesidad que el país tenía de una visión política diferente a la del bipartidismo.
En 1956, Alberto Lleras Camargo, jefe del Partido Liberal en ese momento, y, además, la figura
liberal menos antipática para los conservadores, buscó acercamientos con los conservadores para
proponerles la creación de un binomio liberal-conservador para recuperar las riendas
democráticas y civiles del país. Lleras Camargo viajó a Benidrom, en España, para buscar al ex
presidente Laureano Gómez, quien se encontraba exiliado allí, y plantearle su proyecto. En este
encuentro, Lleras Camargo logró que Laureano Gómez firmara un comunicado, el día 24 de julio
de 1956, en el que se planteaba la necesidad de unir los dos partidos colombianos para luchar
contra la dictadura militar.
Ya para finales de 1956, la popularidad de Rojas Pinilla se encontraba en franco declive,
especialmente con los grupos básicos que solían respaldar este régimen. Luego de algunos
incidentes entre manifestantes y las autoridades policiales, en la madrugada del 10 de mayo de
1957 Rojas Pinilla renunció y se designó una Junta integrada por cinco generales de tendencia
conservadora para sucederlo, quienes ejercieron por un período de un año a manera de
transición.Ejecución del Frente NacionalEl 1 de diciembre de 1957, la Junta citó a los colombianos
para que votaran a favor o en contra de la propuesta de Lleras Camargo y Gómez Castro. Mediante
un plebiscito, el pueblo colombiano modificó la Constitución para permitir la ejecución del "Frente
Civil", que más tarde pasaría a llamarse "Frente Nacional", además de inaugurar el sufragio
universal y establecer la carrera administrativa para funcionarios públicos.
Con este plebiscito, como mecanismo de participación ciudadana, se le otorgó a las mujeres el
derecho al voto y, con un 95.2% de favorabilidad, se aprobó el Frente Nacional. La Junta, entonces,
gobernaría hasta el 7 de agosto de 1958.
El Frente Nacional intentó conciliar los principios institucionales de la República Liberal (1930-
1946), pero, ahora, con la matriz de los intereses de los empresarios, los cuales se forjaron
durante la década del estado de sitio (1948-1958). El apoyo de los grupos económicos fue muy
importante para el mantenimiento del poder, pues la clase política encontró sobre ellos la forma
de legitimar la permanencia del sistema del Frente Nacional.
Principales acuerdos políticos y gobiernos de coalición en Colombia hasta el final del
Frente Nacional
Periodo Nombre Participantes Objetivos y características
Derrocar la dictadura del
general José María Melo.
Liberales
Dos secretarías de Estado de cada
1854 — radicales y
uno de los partidos.
conservadores
Elegir un vicepresidente
bipartidista.
Facciones de los Coalición para respaldar la
1857 Partido Nacional partidos liberal y candidatura presidencial de Tomás
conservador Cipriano de Mosquera.
Conservadores y
Derrocar el gobierno autoritario del
1867 — Liberales
general Mosquera.
radicales
Respaldar la candidatura del
Conservadores y general Mosquera.
1869 La Liga Liberales Acuerdo político para distribuir
radicales paritariamente los cargos legislativos y
tomar las decisiones por consenso.
Conservadores y Coalición informal para respaldar la
1879 —
Liberales candidatura de Rafael Núñez.
Coalición bipartidista para
respaldar a Rafael Núñez.
Conservadores y Apoyo a la transformación
1883-
Partido Nacional Liberales institucional conocida como
1888
independientes la Regeneración.
Intento de construir una «Tercera
Fuerza» partidista.
Gobierno de Rafael Reyes
Prieto para la «Reconciliación
1904- Facciones de los Nacional», después de la Guerra de
— los Mil Días.
1909 dos partidos
Participación Liberal en el gabinete
ministerial y en el Congreso.
Derrocar el gobierno autoritario de
Rafael Reyes Prieto.
Reconciliación Nacional.
1909- Unión Conservadores y
Apoyar la candidatura de Carlos
1914 Republicana grupos liberales
Eugenio Restrepo.
Participación liberal en el gabinete
ministerial y el Congreso.
1914- — Conservadores y Coalición de gobierno con mayoría
1922 grupos liberales conservadora.
Respaldo a los candidatos
moderados del conservatismo.
Apoyar la candidatura del
Liberales y liberal Enrique Olaya Herrera.
1930- Concentración
Conservadores Gobierno de coalición con
1932 Nacional
republicanos participación minoritaria de los
Conservadores.
Gobierno de coalición por renuncia
de López Pumarejo, dirigido
por Alberto Lleras Camargo.
Liberales y
Superar el creciente conflicto
1947 Unión Nacional Conservadores
violento en el campo.
moderados
Participación minoritaria del
conservatismo en el gabinete
ministerial.
Gobierno conservador de coalición.
Respaldo liberal al
presidente Mariano Ospina Pérez,
1946- Conservadores y minoritario en el Congreso de la
Unión Nacional
1948 grupos liberales República.
Paridad en el gabinete ministerial y
gobernaciones departamentales
cruzadas.
Gobierno de coalición para
contener la insurrección popular por el
Conservadores y asesinato de Jorge Eliécer Gaitán.
1948-
— liberales
1949 Intento de desmontar el
moderados
creciente conflicto bipartidista en el
sector rural.
Destruir al gobierno de Laureano
Gómez, bajo el cual se desató la etapa
Militares, más aguda de La Violencia.
1953 - «Golpe de liberales y Impedir la consolidación de una
1954 Opinión» conservadores reforma constitucional de corte
moderados falangista y corporativista orientada a
perpetuar el ala extrema del
conservatismo en el poder.
Desmontar la dictadura del
Partido liberal, general Gustavo Rojas Pinilla.
1956 -
«Frente Civil» conservadores
1957 Buscar el tránsito hacia un
laureanistas
gobierno civil de coalición bipartidista.
1957 - Gobierno de Militares, Reemplazar la dictadura militar.
1958 la Junta Militar liberales y Desarrollar reformas
conservadores constitucionales necesarias para
establecer un régimen político de
coalición.
Participación bipartidista en el
gabinete ministerial.
Sucesión de cuatro períodos de
gobierno de coalición.
Distribución equitativa de
Liberales y ministerios y burocracia en las tres
1958- ramas del poder público.
Frente Nacional conservadores
1970
oficialistas Candidato presidencial elegido por
acuerdo bipartidista.
Distribución igualitaria de las
curules parlamentarias hasta 1968.
Aplicación del artículo 120 de la
Constitución Nacional, que
contemplaba la participación
ministerial del partido derrotado en las
elecciones presidenciales. La
Artículo 120 de Partido de organización electoral está
1974- la Constitución gobierno con conformada por el Consejo Nacional
1986 de Colombia de otros partidos y Electoral, por la Registraduría
1886 grupos Nacional del Estado Civil y por los
demás organismos que establezca la
ley. Tiene a su cargo la organización
de las elecciones, su dirección y
vigilancia, así como lo relativo a la
identidad de las personas.
En los 102 años transcurridos entre 1883 y 1985, y si se considera como una modalidad de
coalición el régimen de responsabilidad compartida —que definía el artículo 120 de la Constitución
Nacional de Colombia de 1886—, en el cual el segundo partido en votos tenía derecho a una
participación dentro del manejo del Estado, el país ha vivido 66 años bajo gobiernos compartidos,
es decir, el 64.71% del tiempo. En el mismo lapso, y si se excluye el período posfrentenacionalista,
Colombia ha visto durante 45 años, 44.12% del tiempo, sus destinos definidos por gobiernos que
de una forma u otra se han apoyado en alguna variante de coalición bipartidista. Por ello, por estar
unido a una práctica política de larga tradición en Colombia, el Frente Nacional demanda para su
cabal comprensión una perspectiva histórica que ponga de presente los principales antecedentes
que precedieron la institucionalización constitucional del gobierno compartido.
La revisión de este largo período histórico deja entrever algunos de los principales rasgos que
caracterizan el proceso político que desemboca en la conformación de coaliciones para el
usufructo y el control compartido del poder político del Estado. A pesar de que no todas las
coyunturas muestran los mismos síntomas, y tampoco todos los arreglos bipartidistas responden a
idénticos determinantes, sí es posible hacer una abstracción histórica y delinear los ingredientes
protuberantes que se conjugan para promover un escenario favorable a la gestación de
coaliciones entre los dos partidos tradicionales colombianos.
Las coaliciones políticas entre los partidos Liberal y Conservador son una suerte de mecanismo de
defensa. Es decir, el poder compartido y la unión bipartidista son un instrumento útil para superar
situaciones sociales y políticas que por sus características amenazan con impedir una adecuada
reproducción del sistema político, la estructura de poder y la jerarquía social.
La dinámica de las coaliciones también está ligada al desarrollo de las divisiones internas de los
partidos Liberal y Conservador colombianos. Es así como la presencia de sectores en conflicto con
el gobierno de su propio partido ha llevado a la configuración de acuerdos políticos entre esa
facción y la otra colectividad para buscar el debilitamiento del grupo que detenta el poder. De esta
forma, la división interna de los partidos, cuando confluye en una coalición con el partido
contrario, ha servido para transitar de una hegemonía partidista a otra; es decir, para promover el
tránsito de un partido de gobierno a otro. De la misma forma, las coaliciones se han utilizado como
factor neutralizador de la fuerza política de las alas radicales de los dos partidos, y se encuentran
múltiples ejemplos históricos en los que la unión bipartidista surge como un instrumento para
detener o debilitar el ascenso político de las facciones más ideologizadas y más beligerantes de los
partidos tradicionales colombianos.
Los conflictos políticos violentos, al igual que la lucha social o económica, han sido históricamente
un contexto fértil para el afianzamiento de coaliciones bipartidistas. La posibilidad de una
disolución nacional, a causa del enfrentamiento armado entre los partidos, y el riesgo que la
generalización de la violencia se convierta en un monstruo que dé al traste con la unidad nacional,
han motivado muchas veces el espíritu de conciliación y trabajo conjunto de los partidos
tradicionales. Pero también, cuando la confrontación civil o partidista toma tintes de convertirse
en una lucha de clases y amenaza con trasladarse al campo del conflicto socioeconómico, aparece
la coalición bipartidista como una fórmula salvadora para el régimen político, que le devuelve
estabilidad y fortaleza al ordenamiento de la sociedad.
Éstas son en perspectiva algunas de las motivaciones fundamentales que se esconden detrás de la
conformación de los gobiernos de coalición bipartidista. Necesariamente, no todas se suceden con
igual intensidad o en una misma coyuntura política, pero sí se encuentran en la raíz de los
principales acuerdos para buscar o detentar el poder político de manera compartida en la historia
de Colombia. El Frente Nacional, a pesar de que muestra importantes diferencias con el pasado de
los gobiernos de coalición, tiene en sus orígenes muchos de estos rasgos hereditarios del proceso
político colombiano.
El problema era encontrar un nombre con la capacidad de aglutinar el mayor número de electores
conservadores, al tiempo que debería ser suficientemente atractivo para los votantes liberales, ya
que el oficialismo de ese partido veía amenazada su hegemonía ante la fuerza demostrada por la
disidencia antifrentenacionalista acaudillada por Alfonso López Michelsen.
El anuncio de la convención nacional del MRL, en el sentido de que sometería a consideración del
electorado un candidato liberal, le imprimía un factor de inestabilidad y perturbación al
desenvolvimiento del pacto de alternación, situación que se haría aún más dramática si el
conservatismo llegaba excesivamente fragmentado a las urnas. A este factor hay que añadirle la
aparición de la candidatura anapista de Rojas Pinilla. El sistema corría el riesgo de que la oposición
liberal y rojista truncara el proceso de sucesión acordado desde 1958, y por ende llevara a la crisis
a todo el esquema institucional del Frente Nacional.
Los resultados electorales le fueron ampliamente favorables: Lleras obtuvo cerca de las tres
cuartas partes de la votación total, 1 891 175 sufragios. A pesar de ello, y sobre todo si se tiene en
cuenta la precariedad de su candidato, la ANAPO mostró un desempeño aceptable. De controlar el
18% de identidad de los votos depositados en parlamentarias pasó a movilizar el 28% en las
elecciones presidenciales.
La campaña de Rojas era una nueva versión de la estrategia probada con éxito en el pasado. La
demagogia populista, en la que se mezclaban llamados al patriotismo con afirmaciones
revolucionarias, ofertas reivindicativas directas con apelaciones a la gracia divina, no mostraban
ningún tipo de coherencia ideológica. Pero aunque a la luz de cualquier examen la plataforma
anapista era insostenible, a los ojos de las bases populares urbanas y rurales era una propuesta
aceptable, directa y, sobre todo, consecuente con las necesidades sentidas por los sectores más
desprotegidos. La fuerza de la candidatura de Rojas estaba en que sus mensajes pendulaban entre
la extrema derecha y la extrema izquierda, abriendo toda clase de opciones al electorado.
Además, la forma en que las tesis llegaban a las bases, es decir, a través de una larga y organizada
cadena de activistas, hacía que éstas se fueran traduciendo al lenguaje popular y adaptándose a
las necesidades específicas de cada grupo o comunidad. En contraste, Pastrana era un tecnócrata
moderado que hablaba en términos vagos, no asumía posiciones extremas o compromisos
irrealizables, sus discursos no tenían el sabor popular de los de la ANAPO y no ofrecía respuestas
tangibles o concretas a los problemas sociales más sentidos.
Consecuencias
El Frente Nacional marcó el fin de la violencia bipartidista que aquejó a Colombia por más de un
siglo y generó la desmovilización de algunas guerrillas liberales. Sin embargo, continuaron los
problemas sociales, económicos y políticos. Surgieron nuevos grupos guerrilleros a causa del
inconformismo y de los nuevos rumbos ideológicos que se movían en América Latina. En 1964
nacieron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El 7 de enero de 1965,
el Ejército de Liberación Nacional (ELN). En julio de 1967, el Ejército Popular de Liberación (EPL). El
19 de abril de 1970, el M-19. Posteriormente, en 1984, nació el Movimiento Armado Quintín
Lame (MAQL).
3- La crisis económica
Para el año 1965 la crisis económica en Colombia no parecía mejorar, y a
su vez el deterioro de la política cambiaria era previsible, lo cual dificultaba
la consecución de créditos externos, necesaria para mantener operando al
sector público.
Por esta razón, el ministro de Hacienda solicita ayuda de organismos
extranjeros como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional (USAID) y el banco mundial, pero dicha ayuda estaba
condicionada por medidas de ajuste, entre ellas, una nueva devaluación
masiva.
El 2 de Septiembre, entre las medidas tomadas en materia económica, se
incluye la devaluación.
Las consecuencias de estas medidas económicas ocasionaron diversos
problemas. La devaluación aumento las presiones inflacionarias, lo cual
disminuyó la calidad de vida de los asalariados.
Además, trabajadores de diversas áreas y estudiantes de declararon en
huelga y se intensifican los paros cívicos como forma de protesta política.
4- El reformismo como instrumento público
En el período de Alberto Lleras Camargo surge la iniciativa de la reforma
agraria. Esta nace como una respuesta político ideológica por parte del
Frente Nacional a una serie de retos que afrontaban.
Entre esos retos se encontraba mejorar la oposición que sufrían sobre el
control de las comunidades campesinas (principalmente por parte del
partido comunista), las agrupaciones de izquierda y en especial el MLR.
Además, en segundo lugar, el Frente Nacional necesitaba credibilidad en su
capacidad de actuar por la justicia y el cambio social.
Sumado a la probable inspiración de la Revolución cubana, que hacía
parecer atractiva la idea de promover un cambio social controlado en el
sector agrícola.
Tras prolongadas sesiones, con una gran cantidad de propuestas ofrecidas,
se aprobó en 1960 una reforma agraria que cubría una gran parte de los
intereses disputados, pero que desvirtuaba la reforma como instrumento.
Esto la hacía parecer inofensiva y, aunque no se consiguió transformar la
estructura de la propiedad rural, el Frente Nacional obtuvo el impacto
político-ideológico deseado.
5- La reforma urbana
La iniciativa de llevar a cabo una reforma urbana ya había tenido
antecedentes por parte del MLR, quienes habían propuesto una “Ley de
techo”, que facilitase la construcción y adquisición de viviendas a los
sectores populares.
Más tarde, la iniciativa de reforma urbana sería tomada por los propios
sectores afines al Frente Nacional, proponiendo un proyecto más radical,
que convirtiese a los inquilinos en propietarios y castigase a los dueños de
“lotes de engorde” (tener propiedades para venderlas más caras en el
futuro).
Pero la iniciativa no llega a ser tomada en serio hasta que es adoptada por
el gobierno de Carlos Lleras Restrepo, con unas propuestas políticamente
más factibles y menos radicales.
Así, el panorama político fue propicio para tomar en cuenta un proyecto de
ley no necesariamente fácil de llevar a cabo.
Además, se sumó una especie de propuesta contraria, donde se alegaba
que la propiedad privada era necesaria para la resolución del problema de
la vivienda popular.
Ninguna propuesta fue tomada en cuenta por el congreso, e incluso
después de la insistencia por parte del gobierno, la propuesta de reforma
agraria llegó a su fin.
Resultaba evidente que la insistencia por parte del Frente Nacional para
que la reforma urbana fuese tomada en cuenta, resultaba en una
estrategia, similar a la reforma agraria, para demostrar el compromiso por
un cambio social por parte del bipartidismo.
Misael Pastrana
El sistema de ajuste por inflación de la UPA, se extendió a diferentes
elementos de la economía, como seguros de vida, sueldos y precios.
La combinación de la UPAC, con una enorme inversión en construcción,
llevó a una sobre-estimulación de la economía y alimentó la inflación,
alcanzando un 27% en 1974.
Referencias