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El suicidio en los jóvenes por abuso sexual

Ángela Viviana Zambrano Cod. 1075874042

Angélica Garnica Cod. 1075673108

Deisy Chaparro Carreño Cod. 1075870561

Erika Liceth Nieto Cod. 1075677663

Nelly Paola Sánchez Cod. 1075875023

Grupo: 400001_66

Presentado a:

Alfonso Alberto Angarita

UNAD

Programa de Psicología

Investigación ciencias sociales

2017
Tema: Suicidio en adolescentes por abuso sexual.

Esquema gráfico de las fases desarrollada

Consulta de Formulacion del


Fuentes problema, objetivos
sobre la y marco referencial
tematica sobre tema
seleccionada seleccionado

Eleccion
Posturas
Seleccion
Epistemológ
del tema
icas y
enfoque

Diseño
metodologic
o e informe
final
Descripción de los hallazgos hechos sobre el tema

 La descripción de los hallazgos del suicido en los jóvenes por causa de abusos sexual en la
ciudad de Bogota se llevó acabo en dos etapas.
Primera etapa: Tuvo como propósito revisar información sobre el tema seleccionado para
identificar los factores psicosociales asociados al suicidio de adolecentes por abuso sexual
en la ciudad de Bogotá, con la revisión teórica de 40 artículos que estudiaban la temática
del suicidio de adolecentes por abuso sexual, se identificó mediante una lectura crítica de
estos artículos datos importantes de intervención psicológica sobre el suicidio de
adolescentes por abuso sexual analizando el contenido desde los diferentes enfoques
psicológicos. El resultado fue identificar los factores psicosociales que se presentan en la
problemática del suicidio de adolescentes por abuso sexual y en segundo lugar determinar
los distintos tipos de estrategias, técnicas, que se requieren para una efectiva y eficiente
atención del mismo.

Segunda etapa: En cuanto a las victimas lograr reconocer la magnitud de la situación y


están dispuestos a recibir el apoyo necesario para afrontar las consecuencias del abuso,
realizando un constante acompañamiento en todos los procesos de la víctima, así como el
restablecimiento de la confianza y la comunicación entre los miembros de la familia. Existe
una realidad paralela en la ciudad de Bogota con 8.081 millones de habitantes, cada mes
llegan en promedio 195 niños y niñas víctimas de abuso sexual llevándolos al suicidio, con
la informacion que nos brinda la Asociación Creemos en ti, responsable de recoger todos
los casos de abuso en Bogotá y Cundinamarca.

Donde los casos que se hallaron en los procesos de investigación fueron los siguientes:

CASO # 1

La Fiscalía y la Secretaría de Educación Distrital investigan un nuevo caso de abuso sexual

contra una menor de edad. Los hechos al parecer se presentaron en la institución educativa

Guillermo Cano Isaza, en el sur de la ciudad. Según la madre, quien interpuso la denuncia,
“una de las niñas del salón (grado tercero de primaria) habló y reveló que había sido tocada

por su profesor. Otras compañeritas confirmaron que varias veces vieron cómo el docente

les tocaba la cola a las niñas”, le contó la progenitora a Citynoticias.

Tan pronto se enteró de lo que estaba sucediendo, la mamá no dudó en interponer la

respectiva denuncia ante las autoridades, y remitió una carta a las directivas del colegio

para exigir que se tomaran cartas en el asunto. Este viernes, la Secretaría de Educación

informó que se activaron todos los protocolos y rutas de las investigaciones disciplinarias,

de conformidad con el Código Disciplinario Único (Ley 734 del 2002).

También, ese despacho notificó que el profesor señalado de abusar de las estudiantes fue

separado de sus actividades docentes, para garantizar la protección de las menores en la

institución. El mismo fue destinado a adelantar labores administrativas en la Secretaría.

“La conducta de realizar actos sexuales abusivos con menor de 14 años se considera una

falta gravísima, de acuerdo con el Código Disciplinario Único. La sanción disciplinaria es

la destitución y la inhabilidad general para ejercicio de funciones públicas por, al menos, 10

años. En el caso del docente señalado, las investigaciones disciplinarias continúan en curso

hasta agotar el trámite señalado por la ley”, señaló Educación.

Entre tanto, las comunidades de padres de familia se mostraron consternados con la

situación y exigieron mayores controles. La denuncia se presenta luego de un informe

publicado por EL TIEMPO el pasado 13 de febrero, donde se informó sobre los procesos

que adelanta la Oficina de Control Disciplinario de Educación contra 89 hombres y 2


mujeres, de los cuales 26 estaban en indagación preliminar, 49 en investigación

disciplinaria, 7 en etapa de juicio, y 9 con sanción de primera instancia.

En un hecho sin precedentes, el mencionado despacho separó de los colegios públicos a los

91 acusados de cometer abusos sexuales contra los menores en los planteles

CASO # 2

El lunes, una niña de 13 años en la vereda Lomitas, municipio de Santander de Quilichao,

en Cauca, fue abusada sexualmente por un hombre al parecer bajo los efectos del alcohol,

cuando regresaba a su casa luego de llevar a sus hermanos al colegio. Cada día de este año,

según las cifras de Medicina Legal, al menos 50 menores de edad fueron víctimas de abuso

sexual. Lo más grave es que se trata de un crimen con alto subregistro, porque muchas de

las víctimas no acuden, por amenazas o temor a la estigmatización, a las autoridades. Hasta

finales de octubre de este año se registraron, en total, 17.711 casos de agresión sexual. El

86 por ciento de esos casos, es decir, 15.237– corresponden a menores de 18 años. El

mayor número de víctimas son niñas y adolescentes. El panorama es aún más aterrador

porque 2.014 de las víctimas de los depredadores sexuales tenían menos de 4 años; otras

4.153 estaban entre los 5 y los 10 años y 7.012 estaban entre esa edad y los 14.

El informe ‘Forenses’, de Medicina Legal, encontró que en la mayoría de los casos durante

el 2015 (19.181), los principales agresores fueron familiares, conocidos y amigos; y, al

igual.

CASO # 3
La Policía Metropolitana de Bogotá dio a conocer este viernes un aberrante caso de abuso

sexual, protagonizado por un sujeto de 39 años quien, durante varios años, accedió a sus

dos hijas menores de edad, de 13 y 14 años.

De acuerdo con las autoridades, una de las adolescentes (quienes hoy tienen 17 y 16 años,

respectivamente) decidió romper su silencio y le confesó a su madre que su propio padre la

violentaba a ella y a su hermana física y sexualmente. De inmediato, la mujer interpuso una

denuncia ante la Fiscalía y tras 20 días de investigación y seguimiento, la Policía logró dar

con la captura del presunto agresor.

En desarrollo de las indagaciones, se logró establecer que la menor de 17 años tiene un hijo

de dos años que, no descarta la Policía, podría ser fruto de los abusos protagonizados por el

individuo. “Según narró la menor de edad, su progenitor, un hombre de 39 años de

profesión reciclador, las obligaba a sostener relaciones sexuales con él, aprovechando que

ya no convivía con la madre de las niñas. Además, se investiga si sería el responsable de

dejar en embarazo a una de las adolescentes”, explicó el capitán Diana Carolina García, jefe

de delitos sexuales de la Sijin de Bogotá. El sujeto, quien ya tenía antecedentes por lesiones

personales, hurto y tráfico de estupefacientes, es padre de otros dos niños a quienes también

maltrataba de manera frecuente, razón por la que el ICBF (Instituto Colombiano de

Bienestar Familiar) había tomado la custodia de los cuatro menores.

El capturado quedó a disposición de las autoridades judiciales y deberá responder por el

delito de acceso carnal violento agravado, por el que podría recibir una de pena de entre 12

y 20 años de cárcel.
La Policía elevó un llamado a los ciudadanos para que denuncien todo tipo de delitos que

afecten el bienestar de los niños, niñas y adolescentes. “La invitación a los padres es a estar

atentos al comportamiento de sus hijos, de los cambios que presenten y especialmente,

creerles siempre en lo que les digan”, agregó la jefe de delitos sexuales de la Sijin

CASO# 4

Una niña de cinco años le dijo a su padre, con quien no convivía porque sus progenitores

son separados, que el novio de su mamá le había acariciado sus partes íntimas y que en el

colegio le habían enseñado que eso no estaba bien. El papá de la menor, residente en Cali,

instauró la denuncia ante la Fiscalía, ente que asumió con prioridad la investigación por

tratarse de una menor de edad. Este no es un caso aislado, y así queda evidenciado en el

informe que Medicina Legal desarrolló, en el cual advierte que el abuso sexual bajo todas

las aristas es un delito que se ha incrementado en un 8,9 por ciento en el país, al pasar de

15.988 casos reportados entre enero y septiembre del año pasado a 17.412 en igual periodo

de 2017.

Cada hora se denuncian tres casos de abuso sexual, siendo lo más preocupante que el 87

por ciento de las víctimas son menores de edad. En el rango de mayor afectación se ubican

las niñas entre los 10 y los 13 años, con 5.192 casos atendidos. 15.175 mujeres denunciaron

haber sido afectadas por algún tipo de acción sexual, de las cuales 12.892 son menores de

18 años.
Preguntas problematizadoras

1- ¿Qué es el abuso sexual en jóvenes?

El abuso sexual es cualquier interacción entre un niño y un adulto, o con un niño de mayor
edad, en el cual el niño es utilizado para la estimulación sexual del abusador o un
observador. El abuso sexual usualmente involucra contacto físico directo, tocamiento,
besos, caricias, frotamiento, sexo oral o penetración de la vagina o el ano. Algunas veces el
agresor sexual puede obtener gratificación con solo exhibirse ante un niño o al observar o
filmar a un niño quitándose su ropa. Los agresores generalmente no usan fuerza física, pero
pueden usar el juego, el engaño, amenazas, u otros métodos coercitivos para “enganchar” a
los jóvenes y mantener su silencio.

2- ¿Existe algún grupo de niños con mayor riesgo?

Desafortunadamente, el abuso sexual infantil es muy común. Todos los niños son
vulnerables. Sin embargo, algunos niños pueden ser más fácilmente victimizados porque
los agresores sexuales usualmente buscan niños que parecen más vulnerables y los que
creen que es menos probable que cuenten el abuso, tales como aquellos que sufren
dificultades físicas, emocionales, o del desarrollo. Las investigaciones sugieren que el
abuso sexual es mucho más común entre estos niños.

3. ¿Cuáles son las características comunes de las personas que abusan?

La mayoría son hombres, aunque un pequeño porcentaje son mujeres. Los agresores
sexuales no son el típico “hombre viejo y sucio” o un extraño acechando en los callejones.
A menudo, los agresores son personas conocidas y se han ganado la confianza de los niños
que victimizan. Pueden ser miembros de la familia, tal como los padres, hermanos, primos,
u otras personas cercanas incluyendo amigos de la familia, vecinos, cuidadores de niños, o
compañeros de mayor edad. No hay un perfil exacto de un agresor sexual. Algunos
agresores fueron abusados sexualmente cuando eran niños, pero otros no tienen historia de
abuso. Algunos son incapaces de funcionar sexualmente con otros adultos y son
depredadores de los niños, mientras que otros también tienen relaciones sexuales con
adultos.

4. ¿Cuál es el impacto psicológico del abuso sexual infantil?

A corto plazo, puede ser común que un niño desarrolle algunas reacciones de estrés post-
traumático que pueden responder positivamente al tratamiento. Otros – particularmente
aquellos que han sufrido traumas múltiples y han recibido poco apoyo de los padres –
pueden desarrollar trastorno de estrés post-traumático, depresión, y ansiedad. Es también
posible que lo sucedido pueda afectar su habilidad para confiar en los adultos.
Lamentablemente, cuando los niños no revelan el abuso sexual y/o no reciben asesoría
psicológica efectiva, pueden sufrir dificultades a lo largo de sus vidas. Tal como lo expresó
un niño: “el abuso es como un boomerang. Si no lo enfrentas, puede regresar y lastimarte”.
Por otro lado, los niños que tienen el apoyo de un cuidador comprensivo y un tratamiento
efectivo pueden recuperarse sin efectos a largo plazo.

5. ¿Cuál es el impacto a largo plazo del abuso sexual?

Las investigaciones han mostrado repetidamente que el abuso sexual infantil puede tener un
impacto muy serio en la salud física y mental, al igual que en el ajuste sexual más adelante.
El abuso sexual infantil puede tener efectos de gran alcance y de larga duración en la salud
física y mental del individuo dependiendo de la severidad del trauma y el número de
traumas que una persona ha vivido. El abuso sexual también tiende a ocurrir en presencia
de otras formas de maltrato infantil y de adversidades de la vida. El estudio sobre
Experiencias Infantiles Adversas (Adverse Childhood Experiences Study) documenta que
entre más experiencias traumáticas se tengan, más susceptible se es de tener problemas con
abuso de drogas, depresión, ansiedad, y otras condiciones físicas crónicas.

6. ¿Qué debe hacer un padre o una madre si sospecha de abuso sexual?

Puede ser muy difícil para un padre o una madre, preocupados por el abuso sexual de sus
niños, el mantener la calma; sin embargo esto al igual que ofrecer apoyo a los niños como
sea posible es muy importante. Un padre o una madre no deben interrogar al niño pidiendo
todos los detalles o haciendo demasiadas preguntas. Deben reconfortar al niño y asegurarles
que no son culpables de lo que pasó y hacer preguntas abiertas con mucho cuidado (por ej.,
“Dime más de eso”, “¿Quién hizo eso?” “¿Dónde estabas cuando eso pasó?”). Los padres
pueden consultar con un profesional de salud mental con especialidad en trauma infantil, o
con un pediatra que les puede ayudar a determinar si sus sospechas son razonables.
También en cada estado existen Agencias de Protección al Menor que tomarán un reporte e
iniciarán una investigación si es necesario. Muchos estados tienen leyes que ordenan que
las personas que tengan razones para sospechar abuso infantil las reporten a los Servicios
de Protección al Menor (Child Protective Services).

7. ¿Necesitan tratamiento todos los niños que han sido abusados sexualmente?

Por lo regular, el abuso sexual es muy confuso para un niño. Generalmente se lleva a cabo
una investigación que requiere que el niño hable con un oficial de la policía o con otro
profesional. Es de gran ayuda que el padre/madre y el niño tengan el apoyo de un
profesional de salud mental y ayuda para entender el abuso y sus reacciones al abuso. En
muchos casos, un niño puede que no necesite terapia intensiva y prolongada, pero si puede
ayudar que el niño y el padre/ madre se entrevisten con un profesional especializado y
hablen sobre lo que ha sucedido. De esta manera, se puede asegurar que el niño entienda y
se sienta seguro de poder hablar acerca de sus sentimientos. Los niños pueden sentirse
culpables o tener ideas o creencias equivocadas acerca del abuso (distorsiones cognitivas)
que necesitan ser corregidas. Los padres también pueden beneficiarse al hablar con un
profesional que pueda ayudarlos a sobrellevar la aflicción que comúnmente se asocia con el
descubrimiento de que un hijo ha sido abusado sexualmente. Un tipo de tratamiento que ha
recibido apoyo científico considerable y que involucra a padres e hijos es la Terapia
Cognitivo-Conductual Enfocada al Trauma (Trauma-Focused Cognitive Behavioral
Therapy).

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