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Johannes Reuchlin

En 1470 se inscribió como «artista» en la Universidad de Friburgo. Se destacó


especialmente por sus conocimientos de filología. El margrave Carlos I lo envió
entonces a la Universidad de París. Allí, en plenas discusiones filosóficas, tomó
partido por los «realistas» contra los «nominalistas». Aprendió latín y griego junto
al hebreo.
En 1474 se trasladó a Basilea para perfeccionar su conocimiento del griego. Al año
siguiente adquirió el título de bachiller en artes liberales y tras dos años más el
de magister. En este período elaboró un diccionario de latín, el Vocabolarius
breviloquus. Luego volvió a París para estudiar derecho canónico.
En Orleans estudió derecho romano. En 1481 obtuvo el permiso para doctorarse
en derecho, escogió Tubinga pero el conde Eberardo de Wurtemberg lo llamó como
escritor y orador oficial de la corte. Se trasladó entonces a Stuttgart aunque
acompañaba al conde en sus diversos viajes. Se casó y quedó viudo en 1501.
Volvió a casarse. En este período hizo amistad con Ermolao Barbaro, Marsilio
Ficino y Pico della Mirandola (de quien tomaría el interés por la cábala judía).
En Linz realizó gestiones a favor del rey Federico III con tanto éxito que el
monarca lo hizo conde palatino imperial con lo que accedió a la nobleza. Allí
continuó sus estudios de hebreo y recibió del rey un manuscrito del Targum
Onkelos, que actualmente es conocido como Codex Reuchlinianus. Tras la muerte
de Eberardo –y temiendo las iras de su hijo– se trasladó a Heidelberg, donde se
desempeñó como preceptor de los hijos del príncipe elector. Tras la expulsión de
Eberardo II, Reuchlin vuelve a Wurtemberg y es nombrado juez de la Liga
Suaba hasta 1512.
En este período tuvo la polémica con Johann Pfefferkorn. Este, judío converso,
había obtenido del emperador el permiso para requisar de los judíos los libros
religiosos que tuvieran. Al poner en práctica esta determinación, se produjeron
desórdenes que indujeron al emperador a dar marcha atrás. Entonces, Reuchlin
fue consultado sobre la licitud de la ley y afirmó que no se podía aplicar por
motivos más jurídicos que religiosos. Las discusiones se alargaron y el ambiente se
agrió al punto que, tras ser absuelto Reuchlin de culpa, fue condenada su
obra Augenspiegel. Un grupo de humanistas de Erfurt publicó entonces la Epistolae
obscurorum virorum, suerte de sátira contra los enemigos de Reuchlin.
Los problemas políticos de Stuttgart lo obligaron a marcharse y así llegó
a Ingolstadt, donde trabajó como profesor de griego y hebreo desde 1520. Pero al
año siguiente se encuentra de nuevo en Tubinga como catedrático. Tras la muerte
de su segunda esposa, se unió a la Confraternidad de la Salve Regina y luego fue
ordenado sacerdote.

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