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1ª Lectura: Dicotomía entre físis y nómos y mito y lógos en Dafnis y Cloe.

Durante toda la obra vemos que hay una contraposición entre la exaltación de la naturaleza
frente a los vínculos sociales que regulan las prácticas convencionales del amor: el propio
Proemio comienza con una exaltación del bosque consagrado a las Ninfas: sobre el soto florido,
una fuente, árboles, la pintura…etc. Pero es curioso cómo Longo va intercalando a la vez que
hace un elogio de la naturaleza, las normas sociales que estaban establecidas: esto lo vemos
desde el Libro I cuando dice que los padres adoptivos de Dafnis y Cloe les habían hecho
aprender las letras.
Para cambiar de tercio en la historia, hace uso de las estaciones: “empezaba entonces la
primavera y se abrían las flores…”, este recurso es muy común en Longo durante toda la obra.
Dentro de este mundo de naturaleza perfecta de Dafnis y Cloe, había un boyero llamado Dorcón
que se había quedado prendado de Cloe, el cual la obsequiaba a diario: precisamente esta acción
me parece pura convención de la sociedad, que el hombre tenga que luchar por el amor de la
muchacha a base de halagos y regalos. De hecho, este le prometió grandes dones, pero el padre
de Cloe, Dryas, consideraba que merecía mejor novio (de nuevo otra convención de la
sociedad).
El autor sigue con grandes explicaciones sobre una nueva estación para seguir narrando la
historia, pasada la primavera y tras el verano llegaría el otoño. Longo abre el Libro II con estas
palabras: “Estaba ya en su fuerza el otoño, se acercaban los días de la vendimia…”.
Precisamente en este libro, Dafnis y Cloe fueron atacados por los de Metimna: en uno de estos
episodios, Dafnis, pese a estar moribundo por los golpes que le han dado, vio a Cloe presente y
le dijo unas palabras de ánimo: vuelve a verse la convención del hombre animando a su amada.
Comienza en Libro III, llegó el invierno, cayó mucha nieve que cubrió los caminos, el agua se
helaba, nadie llevaba a pacer el ganado. El autor da tantas explicaciones sobre la naturaleza, que
hasta cuenta como delante de la vivienda de Dryas, contra la pared había dos grandes arrayanes
y una mata de hiedra, tan cerca de los arrayanes que la hiedra que crecía en medio los ceñía.
Incluso en cómo Dryas cogía los numerosos pájaros y los desplumaba. Justo después de esta
explicación, se narra otra convención: sentados todos en la mesa, el padre distribuye la carne, el
pan y el vino.
Un episodio muy interesante también es cuando Dafnis pide a Lycenia una lección amatoria:
tras terminarla esta le advirtió que probablemente Cloe gemiría, lloraría y derramaría sangre, y
que no se olvidase de que ella le había hecho hombre antes que Cloe.
El Libro IV comienza llegando un siervo de Lamón, para ver los daños que habían causado los
de Metimna en las tierras y así contárselo a su amo. Longo cuenta que ya iba yéndose el verano
y el otoño venía encima. Tras esto, hace una enorme digresión sobre el huerto, sobre las vides,
sobre las flores y sobre los troncos, además de las pinturas.
En cuanto a la contraposición del mito y el lógos: ya al principio nos aparece el “mito del niño
salvaje”, al ser Dafnis y Cloe amamantados por una cabra y una oveja respectivamente.
Además, Cloe es abandonada en una cueva dedicada a las ninfas, que la protegerán durante todo
el libro. También cerca de la cueva bajo un pino hay una estatua de Dios Pan, protector de los
pastores y los rebaños, y también subyace durante toda la obra. Además, otro mito que aparece
es la fábula de Eco que Dafnis le cuenta a Cloe: una hija de una Ninfa, que tuvo a las Musas de
maestras de la música y Pan se enfureció con ella envidioso de su música e infundió su furor en
el alma de los pastores y estos la despedazaron. Todos estos mitos se contraponen durante todo
el relato a la racionalidad del lógos como por ejemplo..().

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