Villagómez, G. (2013). No es pecado envejecer. pobreza y desigualdad social del
adulto mayor. Recuperado de: https://ebookcentral.proquest.com/lib/bibliojdcsp/home.action?ebraryDocId=null
Como es de esperarse la mayor parte de los adultos mayores dependen
de la familia o de las acciones del gobierno, y esto para cubrir sus necesidades básicas, pero esto padeciendo algunas formas de violencia por pobreza o exclusión social, los adultos mayores dependen de su familia, en la sobrevivencia cotidiana, esto principalmente porque la familia sigue siendo la fuente de apoyo en la edad avanzada. (Villagómez, 2013)
Por otro lado, como se observa en esta investigación, muchas familias en
condición de pobreza se ven impedidas de ejercer de manera adecuada la función de cuidado y apoyo de las personas mayores y esto las obliga a buscar como alternativa su institucionalidad.
Villagómez (2013). se preguntaba, ¿en manos de quién debe estar el
cuidado de los adultos mayores? inmediatamente la respuesta apuntaba sin duda alguna, a la familia, esta como la primera instancia social que es responsable de velar por los adultos mayores, pero, sin embargo, el estado también tiene una gran responsabilidad, y esto es en generar unas políticas públicas que ayuden a combatir los impactos de pobreza o la ausencia de familia responsable para el cuidado de la población mayor.
Algo de lo que podemos estar seguros es que el envejecimiento aumenta
la vulnerabilidad de las personas mayores, esto al disminuir sus facultades físicas, su autonomía económica o la fuerza para poder trabajar en sus hogares o simplemente hacerse cargo de sí mismos y todo esto como resultado los lleva a generar una dependencia hacia la familia, y sin olvidar a los servicios públicos de salud o programas de bienestar que ofrece el estado.
Como todos sabemos, las personas pierden las capacidades físicas y
mentales, disminuyen su autonomía, se deterioran sus roles familiares y sociales, sin olvidar que se disminuyen sus ingresos económicos y todo esto lleva a que se dejen de realizar diversas actividades conforme se va deteriorando la salud de cada una de las personas mayores, estas situaciones sin querer, los obligan a ellos a depender de sus familiares y de la sociedad en particular, lastimosamente se tiene que llegar a esto con demandas de manutención y cuidado, cosa que no debería ser así.
Por esto no podemos olvidar que la familia tiene un grupo de
obligaciones y compromisos para con sus familiares, en este caso, el abuelo, por esto es importante conocer el núcleo familiar con el que este abuelito cuenta, porque con esta familia el adulto mayor podrá enfrentar la soledad, pobreza y la vulnerabilidad a la que esta sometido y esto pasa principalmente con el adulto mayor que no tiene acceso a una pensión o tampoco cuenta con un capital acumulado con el que podría enfrentar su vejez.
El principal problema que yo puedo evidenciar teniendo en cuenta esta
investigación, es que cada vez existe una menor disponibilidad de tiempo e interés para el cuidado de los adultos mayores, por un lado porque las mujeres que antiguamente lo hacían, hoy en día trabajan y por esto no tienen tiempo, también están aquellos que piensan que no es obligación de ellos y por eso no lo hacen, y esto es un problema únicamente para el adulto mayor, pues es él quien esta sufriendo ese desprecio y abandono por parte de su familia, yo lo categorizo en el maltrato psicológico.