Está en la página 1de 2

Conquista territorial en épocas de confinamiento

A veces es bueno estar en soledad, aislarse, tener un espacio para sí mismo y poder
replantearse cosas. Pero cuando se hace de manera obligada, no es lo mismo.
Este es un tiempo anormal, en el que nos vemos obligados a cambiar nuestro estilo de
vida, al menos por un tiempo indefinido. Pero quien sabe si después de todo esto,
nuestra vida no sea la misma a la de antes del confinamiento.
Puede ser un cambio para bien, puede ser un cambio para mal, pero está claro que
este momento va a estar siempre presente en nuestras vidas.
En este estado, muchos, incorrectamente, dependen de lo que sucede externo a
nuestra vivienda, pero no se dan cuento que esto los encierra todavía más. La libertad
que se tenía antes, se debe reducir a los límites del encierro, por lo que se debe sacar
el mayor potencial de nuestro espacio para evitar “volvernos locos”.
Es malo también aislarse dentro del aislamiento, es decir, no abrirse a la interacción
social en el ámbito donde sobrellevamos la cuarentena. El aislamiento también puede
provocar impactos emocionales adversos, que resulten imposibles de revertir,
En muchos casos, la vivienda en la cual cumplimos el confinamiento, es el hogar de
toda la vida, en el que crecimos, pasamos momentos buenos y malos, en el que en
algún momento nos quisimos ir, y en el que siempre queremos volver.
Uno siempre tiene afinidad por el lugar en el que creció, y cree que conoce hasta el
último rincón. Pero la monotonía de la cuarentena nos pone a prueba, a que nos
rebusquemos y que podamos sacar el mayor partido posible a nuestro espacio. A
hacer uso de sectores que a veces son hasta remotos de la vivienda, que sin saber
por qué, nos hace sentir bien, cómodos o con el simple hecho de ser diferente,
provoca que empecemos a utilizarlos.
En una vivienda general existen áreas públicas (comedor, living, estar), Áreas de
servicio (Baños, cocina) y áreas privadas (habitaciones)
Muchas son las variables que nos lleva a permanecer mucho más tiempo en un
espacio, la luz, el clima, los colores, la amplitud, la privacidad, etc. Pero esto en
algunos casos nos vuelve egoístas si nos apropiamos de sectores que están en la
zona pública de la casa. Por lo que debemos replantearnos que tiene ese espacio que
no tenga el nuestro (la habitación).
En mi caso, siempre tuve una habitación propia, un espacio que utilice para
descansar, recrear y concentrarme. Pero al pasar el tiempo empecé a odiar el estar en
espacios pequeños y a permaneces mucho tiempo en ellos. Por lo que en esta
cuarentena inconscientemente tomo posesión la mayor parte del tiempo en el living de
la casa. Esto es debido a diferentes motivos. En primer lugar se encuentra la mayor
fuente de entretenimiento para mí, el televisor y la play. Y en segundo lugar, es un
espacio amplio y que además esta articulado y hay continuidad visual hacia otros
sectores de la vivienda, por lo cual me siento más libre y cómodo.
Pero esto provoca que me “adueñe” del sector y haya disputa por la permanencia, ya
que paso la mayor parte del tiempo en ese sector que es público para el resto de
usuarios.

También podría gustarte