-ÁMBITO PRIVADO:

El Trabajador Social a cargo del área de Gerencia Social y/o Relaciones

Comunitarias en una empresa privada, se encarga de planificar, proyectar, aplicar,
evaluar y sobre todo informar los servicios o actividades que realiza y brinda una
empresa privada en la comunidad en la que esta se sitúa, sin afectar los intereses
y necesidades de la población, con el fin de construir alianzas que permitan el
logro de objetivos de ambas partes.

Canessa y García (2016), mencionan que ‘’algunas experiencias de las empresas

privadas han demostrado que el establecer un vínculo de manera temprana,
aminora la incertidumbre de las comunidades frente al proyecto y su percepción
negativa y, en consecuencia, es posible identificar los posibles conflictos que se
pueden generar en el futuro’’

Como ejemplo, en la actualidad, dada la emergencia nacional, las empresas

privadas, deben garantizar estrategias que se adapten a las necesidades de su
población dada la coyuntura mundial que se está viviendo, manteniendo una
comunicación abierta en donde ambas partes puedan sentirse satisfechos con las
acciones tomadas de estas instituciones.

-ÁMBITO PÚBLICO:
El Trabajador Social a cargo de Gerencia Social y/o Relaciones Comunitarias en
una institución pública, se convierte en un intermediario entre las demandas de la
población y los recursos del Estado, en donde el profesional se encarga de
optimizar y garantizar que el rendimiento del Estado y los diferentes actores
sociales puedan enfrentar los grandes déficits o problemas que aquejan e impiden
el desarrollo social de una población.

Banegas (2014), manifiesta que; ‘’ la seguridad y el bienestar de las personas, ya

no es una tarea simple sino compleja, en la que intervienen múltiples disciplinas
que han concluido en el desarrollo de un nuevo concepto de la Gestión Social, en
donde el Estado reconoce que no solo existe necesidad de promover leyes,
políticas públicas y creación de instituciones, aquí ya surgen estrategias
desarrolladas.

Como ejemplo, tenemos la necesidad de estrategias más eficaces y eficientes que

abarquen los problemas del sector salud que ahora se presentan, en donde el
Estado con el apoyo de los gobiernos regionales, garanticen el cuidado, el apoyo y
la atención que este sector necesita.

-AMBOS ÁMBITOS:
En los dos ámbitos, el profesional debe ejecutar programas y proyectos que
busquen el Desarrollo Sostenible de la comunidad, en donde garantice que la
población forme parte de este proceso como un actor social primordial; a su vez,
debe asegurar que las entidades tanto públicas como privadas, ejerzan su función
y utilicen los recursos necesarios para el logro de objetivos comunes.
El Ministerio de Trabajo, en la Ley N° 30112-Ley del ejercicio profesional del
Trabajador Social (2013), nos dice que: ‘’una de las funciones del Trabajador
Social es participar en la gestión, formulación, ejecución y evaluación de planes,
programas proyectos sociales dirigidos a mejorar las condiciones y calidad de vida
de la población, en las instituciones públicas y privadas. ’’

Como ejemplo, tenemos el Programa educativo ‘’Aprendo en casa’’, en donde el

Estado, con la colaboración de Universidades privadas, de los medios de
comunicación y el seguimiento de distintas instituciones, brindan educación a
distancia a nivel nacional, impidiendo un paro en el sector educativo.

Rubí Martínez (1992), nos dice que el alcance de las funciones del Trabajo Social
tanto en instituciones públicas o privadas, puede presentar cuatro dimensiones. En
primer lugar, preventiva cuando se opera sobre las causas o en la detección de las
problemáticas, en segundo lugar, promocional al educar en la autonomía personal,
en tercer lugar, consejería, cuando se proporciona información, asesoramiento y
apoyo, y, en cuarto lugar, rehabilitadora cuando pone en marcha procesos de
reinserción.