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Hipertiroidismo:

El hecho de que el hipertiroidismo sea una enfermedad que afecta al


sistema hormonal y esté relacionado con los procesos metabólicos del
organismo hace que sus síntomas puedan confundirse con los de otras
patologías. El momento de aparición y la evolución de los cambios físicos y
psíquicos producidos por una tirotoxicosis varían según la causa
desencadenante y la edad del paciente. Los principales síntomas que
pueden aparecer en estos casos son:

*Latidos cardiacos irregulares, acelerados y fuertes.

*Temblor en las manos.

*Pérdida de peso y dificultad para ganarlo. En ocasiones, también se


puede aumentar de peso.

*Fatiga.

*Dificultad para concentrarse.

*Aumento del tamaño de la tiroides (bocio) o aparición de nódulos


tiroideos.

*Intolerancia al calor y sensación de sofoco.

*Aumento de la sudoración.

*Nerviosismo, irritabilidad, ansiedad e inquietud que perduran en el


tiempo y que no tienen un motivo aparente.

*Fragilidad y caída capilar.

*Trastornos del sueño, como insomnio.

*Aumento del apetito.

*Trastornos menstruales, en el caso de las mujeres.

También pueden aparecer una serie de síntomas que se manifiestan con


menos frecuencia y que también se derivan de trastornos de los procesos
metabólicos:
Irritación o prurito en los ojos.

Diarrea.

Ausencia de menstruación, en el caso de las mujeres.

Vómitos y náuseas.

Crecimiento y desarrollo de mamas en hombres.

Pérdida de fuerza y sensación de debilidad en caderas y hombros.

El hipotiroidismo

El hipotiroidismo (tiroides hipoactiva) es un trastorno en el cual la


glándula tiroides no produce la cantidad suficiente de ciertas hormonas
cruciales.

Estos son algunos signos y síntomas del hipotiroidismo:

*Fatiga

*Aumento de la sensibilidad al frío

Estreñimiento

Piel seca

Aumento de peso

Hinchazón de la cara

Ronquera

Debilidad muscular

Nivel de colesterol en sangre elevado

Dolores, sensibilidad y rigidez musculares

Dolor, rigidez o inflamación de las articulaciones

Períodos menstruales irregulares o más intensos de lo normal

Afinamiento del cabello


Ritmo cardíaco lento

Depresión

Memoria deficiente

Glándula tiroides agrandada (bocio)

Crecimiento deficiente, que tiene como resultado una baja estatura

Retraso en el desarrollo de los dientes permanentes

Pubertad tardía

Infarto miocardio:

El infarto de miocardio es una patología que se caracteriza por la muerte


de una porción del músculo cardíaco que se produce cuando se obstruye
completamente una arteria coronaria, cabe destacar que el infarto de
miocardio es la principal causa de muerte de hombres y mujeres en todo
el mundo. Los síntomas son los siguientes:

Áreas de dolor: abdomen superior, brazo, brazo izquierdo, mandíbula,


pecho o área entre los omóplatos

Tipos de dolor: como un puño apretado en el pecho

Circunstancias en que se presenta el dolor: durante el reposo

Todo el cuerpo: aturdimiento ligero, fatiga, mareos, piel fría y húmeda,


sudor frío o sudoración

Gastrointestinales: acidez estomacal, indigestión, náusea o vómitos

Brazo: molestia o opresión

Cuello: presión o molestia

También comunes: ansiedad, dificultad para respirar, molestia en el


hombro, opresión en el pecho, palpitaciones o sensación de muerte
inminente
Neumonía:

La neumonía puede variar en gravedad desde suave a potencialmente


mortal. Es más grave en bebés y niños pequeños, personas mayores a 65
años, y personas con problemas de salud o sistemas inmunitarios
debilitados.

Síntomas

Los signos y síntomas de la neumonía varían de moderados a graves y


dependen de varios factores, como el tipo de germen que causó la
infección, tu edad y tu salud en general. Los signos y síntomas moderados
suelen ser similares a los de un resfrío o una gripe, pero duran más
tiempo.

Los signos y síntomas de la neumonía pueden incluir lo siguiente:

Dolor en el pecho al respirar o toser

Desorientación o cambios de percepción mental (en adultos de 65 años o


más)

Tos que puede producir flema

Fatiga

Fiebre, transpiración y escalofríos con temblor

Temperatura corporal más baja de lo normal (en adultos mayores de 65


años y personas con un sistema inmunitario débil)

Náuseas, vómitos o diarrea

Dificultad para respirar

Puede que los recién nacidos y bebés no muestren signos de estar


sufriendo la infección. O bien, pueden vomitar, tener fiebre y tos, parecer
inquietos o cansados y sin energía, o presentar dificultad para respirar y
comer.
Diabetes millitus:

Los síntomas de la diabetes pueden variar según la cantidad de azúcar en


aumento. Algunas personas, en especial aquellas con prediabetes o
diabetes tipo 2, pueden no experimentar síntomas al principio. En la
diabetes tipo 1, los síntomas tienden a aparecer rápidamente y ser más
graves.

Estos son algunos de los signos y síntomas de la diabetes tipo 1 y tipo 2:

Aumento de la sed

Ganas frecuentes de orinar

Hambre extrema.

Pérdida de peso inexplicable

Presencia de cetonas en la orina (las cetonas son un subproducto de la


degradación muscular y de grasas que se produce cuando no hay insulina
suficiente disponible).

Fatiga

Irritabilidad

Visión borrosa

Llagas de cicatrización lenta.

Infecciones frecuentes, como infecciones en las encías, en la piel y en la


vagina.

Aunque la diabetes tipo 1 puede aparecer a cualquier edad, generalmente


lo hace durante la infancia o la adolescencia. La diabetes tipo 2, el tipo de
diabetes más común, puede aparecer a cualquier edad, aunque es más
común en personas de más de 40 años.
úlcera péptica

El síntoma más común de una úlcera péptica es un dolor sordo o ardor en


el estómago. La persona puede sentir el dolor en cualquier parte entre el
ombligo y el esternón. Con más frecuencia el dolor:

ocurre cuando el estómago está vacío, como entre comidas o durante la


noche

se alivia brevemente si la persona come o si toma antiácidos

dura de minutos a horas

aparece y desaparece por varios días, semanas o meses

Algunos síntomas menos comunes podrían incluir:

distensión abdominal

eructos

sensación de malestar estomacal

inapetencia

vómito

adelgazamiento

Incluso si los síntomas son leves, la persona podría tener una úlcera
péptica y debe acudir a consulta con el médico para hablar sobre sus
síntomas. Si se deja sin tratar, la úlcera péptica puede empeorar.
Gastritis:

La gastritis es una afección en la que el revestimiento del estómago,


conocido como mucosa gástrica, está inflamado o hinchado.

Cuando el revestimiento del estómago se inflama, produce menos ácido y


menos enzimas digestivas.

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Sin embargo, el revestimiento del estómago inflamado también produce


menos sustancias que normalmente protegen el revestimiento del
estómago del jugo digestivo que es muy ácido.

Los síntomas de la gastritis pueden aparecer repentina y severamente


(gastritis aguda) o durar mucho tiempo (gastritis crónica).

Los síntomas más comunes incluyen:

Ardor en la parte superior del abdomen que puede empeorar o mejorar al


consumir alimentos.

Indigestión

Eructos e hipo

Náuseas y vómitos

Sensación de plenitud justo después de comer

Dolor o malestar en la parte superior del abdomen

Pérdida de apetito

Si el revestimiento del estómago se ha desgastado (gastritis erosiva) y se


ha expuesto al ácido del estómago, los síntomas pueden incluir sangre en
el vómito o en las heces de color negro, una señal de que el revestimiento
del estómago puede estar sangrando.
Insuficiencia Cardiaca:

La insuficiencia cardíaca puede ser constante (crónica) o puede comenzar


de manera repentina (aguda).

Algunos de los signos y síntomas de la insuficiencia cardíaca pueden ser


los siguientes:

Falta de aire (disnea) cuando haces esfuerzos o te acuestas

Fatiga y debilidad

Hinchazón (edema) en las piernas, los tobillos y los pies

Latidos del corazón rápidos o irregulares

Menor capacidad para hacer ejercicio

Tos o sibilancia constantes con flema blanca o rosa manchada de sangre

Mayor necesidad de orinar por la noche

Hinchazón del abdomen (ascitis)

Aumento de peso muy rápido por retención de líquido

Falta de apetito y náuseas

Dificultad para concentrarse o menor estado de alerta

Falta de aire repentina y grave, y tos con moco rosa espumoso

Dolor en el pecho si la insuficiencia cardíaca es producto de un ataque


cardíaco
Insuficiencia renal:

La insuficiencia renal es Afección que provoca que los riñones pierdan la


capacidad de eliminar los desechos y equilibrar los fluidos.

Entre los signos y síntomas de la insuficiencia renal aguda se incluyen los


siguientes:

Disminución del volumen de orina excretado (diuresis), aunque a veces se


mantiene estable

Retención de líquido, que causa hinchazón en las piernas, los tobillos o los
pies

Falta de aire

Fatiga

Desorientación

Náuseas

Debilidad

Ritmo cardíaco irregular

Dolor u opresión en el pecho

Convulsiones o coma en casos severos

A veces, la insuficiencia renal aguda no provoca signos ni síntomas y se


detecta a través de pruebas de laboratorio que se realizan por otros
motivos.
Meningitis:

Síntomas

Una vez contagiada, una persona puede tener los primeros síntomas entre
los dos y los diez días posteriores al contagio. En ocasiones tiene un
comienzo brusco con síntomas similares a los de un catarro o una gripe.
Los más frecuentes y que anuncian la gravedad son:

Fiebre alta.

Dolor de cabeza intenso.


 Rigidez de la nuca. Esta rigidez consiste en la resistencia de la musculatura
cervical a la flexión activa o pasiva de la cabeza, asociada a dolor local.

Vómitos bruscos. “La mejor forma de explicarlo a las familias es que el


paciente vomitaría como lo haría la niña de El Exorcista”, dice Roi Piñeiro
Pérez, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital General de Villalba
(Madrid) y miembro del Comité de Medicamentos de la Asociación
Española de Pediatría (AEP). 
 Somnolencia.
 Pérdida de consciencia.
 Agitación, delirio y/o convulsiones.
 Manchas de color rojo-púrpura en la piel (petequias que han
evolucionado). Éstas implican una mayor gravedad.

Marta Fernández Matarrubia, especialista en Neurología de la Clínica


Universidad de Navarra (CUN), especifica que en los lactantes (niños
menores de dos años) las manifestaciones clínicas pueden ser fiebre alta,
somnolencia o irritabilidad excesivas, inactividad, llanto constante y
rechazo de la alimentación. Los ancianos pueden presentar solamente
alteración del nivel de consciencia, sin fiebre ni rigidez de nuca.

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