desgraciado y bienes a mí, te llamas dolor, eres mi hermano, puedes pasar, entra en mí siempre corazón, que es como la cámara de un muerto, que se ha cerrado para siempre. Cristo amó, porque sintió el beso de Judas, y yo no sé del amor, yo no sé si me han herido, me han negado o me han traicionado – YO - no puedo ser herido, porque no me entrego, no puedo ser negado, porque soy abnegación, y no puedo ser traicionado, porque soy la indiferencia; la indiferencia es la impugnabilidad del orgullo, es la médula del desdén, que no perdona porque no siente ¿acaso sabes tú por qué el fuego consume, y el huracán destruye? ¿Qué harías tú si tuvieras una pierna gangrenada, y te fuera a gangrenar el cuerpo entero? ¿Qué harías tú si un tigre herido, agonizara ante ti?. El destino, entre tú y esa mujer está escrito y es matar su amor o escoger, y si nada te queda de ella: – MÁTALO -