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CONCLUSI

ON DEL
PROCESO
INTEGRANTES:
ARENAS SANTOME, Geraldyn
CORRALES RODRIGUEZ, Mirtha
CRUZ TICONA, Anna
AROCUTIPA QUISPE, Estephany

TACNA- PERU
INTRODUCCIÓN

Existen algunos temas cuya riqueza, y complejidad, teórica suele pasar


desapercibida por los estudiosos del Derecho Procesal en nuestro país. Se
incurre, pues, en lugares comunes (definiciones, clasificaciones), y la práctica
no encuentra respuestas sólidas para enfrentar diversos problemas que
suceden con no poca frecuencia. Dos de esos conceptos, que a primera vista
parecen bastante simples, son la resolución judicial y la decisión.

La propuesta de este breve trabajo es explorar tales conceptos desde un


enfoque analítico que sirva de base para la redefinición dogmático-conceptual
(es decir, con una especial preocupación por el derecho positivo) para que,
finalmente, sea de utilidad a fin de resolver
INDICE
INTRODUCCIÓN...........................................................................................................................2
Capítulo I .- RESOLUCIONES.........................................................................................................4
1.- CONCEPTO..........................................................................................................................4
CLASES:....................................................................................................................................5
A.- SENTENCIA JUDICIAL..........................................................................................................5
Sentencia constitutiva....................................................................................................5
Sentencia contradictoria...............................................................................................5
Sentencia firme:...............................................................................................................6
Sentencia no firme o recurrible:..................................................................................6
Sentencia en primera instancia:..................................................................................6
Sentencia en apelación:.................................................................................................6
Sentencia en casación:..................................................................................................6
Por la forma:........................................................................................................................6
Sentencia escrita.............................................................................................................6
Sentencia oral..................................................................................................................6
B.- AUTO JUDICIAL...................................................................................................................6
Tipos de autos:.....................................................................................................................7
C.- DECRETO JUDICIAL.............................................................................................................8
CAPITULO II .- CONCLUSIÓN ANTICIPADA DEL PROCESO...........................................................8
1.- Concepto.............................................................................................................................8
2.- Formas de conclusión del proceso.....................................................................................9
LA CONCILIACIÓN................................................................................................................9
EL ALLANAMIENTO............................................................................................................11
EL RECONOCIMIENTO DE LA SENTENCIA...........................................................................12
LA TRANSACCIÓN...............................................................................................................13
EL DESISTIMIENTO.............................................................................................................15
EL ABANDONO...................................................................................................................17
3.- CAPITULO III .- LA SENTENCIA..............................................................................................19
CONCEPTO.-La Sentencia.......................................................................................................19
Partes de la Sentencia...........................................................................................................19
1.- PARTE EXPOSITIVA (ENCABEZAMIENTO).....................................................................19
2.- PARTE CONSIDERATIVA................................................................................................20
CAPITULO IV.- COSTAS Y COSTOS..............................................................................................21
1.- Concepto : COSTOS COSTAS............................................................................................21
CONCLUSIONES..........................................................................................................................21
BIBLIOGRAÍA..............................................................................................................................22
CONCLUSION DEL PROCESO

Capítulo I .- RESOLUCIONES
1.- CONCEPTO
La resolución judicial es el acto procesal proveniente de un tribunal, mediante
el cual resuelve las peticiones de las partes, o autoriza u ordena el
cumplimiento de determinadas medidas.

Dentro del proceso, doctrinariamente, se le considera, ya sea, un acto de


desarrollo, de ordenación, de impulso, de conclusión, de decisión o mixto de
entre los tipos anteriores.

Las resoluciones judiciales requieren cumplir determinadas formalidades para


validez y eficacia, siendo la más común la escrituración o registro (por ejemplo,
en audio), según sea el tipo de procedimiento en que se dictan.

En la mayoría de las legislaciones, existen algunos requisitos que son


generales, aplicables a todo tipo de resoluciones, tales como fecha y lugar de
expedición, nombre y firma del o los jueces que las pronuncian; y otros
específicos para cada resolución, considerando la naturaleza de ellas, como la
exposición del asunto (individualización de las partes, objeto, peticiones,
alegaciones y defensas), consideraciones y fundamentos de la decisión
(razonamiento jurídico).

CLASES:
A.- SENTENCIA JUDICIAL
La sentencia es la resolución judicial definitiva dictada por un juez o tribunal
que pone fin a la litis o caso sometido a su conocimiento y cierra
definitivamente su actuación en el mismo. La sentencia definitiva no queda
firme o "ejecutoriada", hasta sea confirmada al finalizar todas las instancias de
revisión, mediante los recursos de apelación establecidos en la ley de
procedimientos.1 Para dar por concluido un caso es necesario que exista
sentencia definitiva firme. En el procedimiento penal, debido a que tiene dos
etapas, la primera de investigación y la segunda de juicio, solo puede
establecerse la culpabilidad de una persona mediante sentencia definitiva
dictada en el juicio, habitualmente oral, una vez que la misma ha quedado
firme.
La sentencia declara o reconoce el derecho o razón de una de las partes,
obligando a la otra a pasar por tal declaración y cumplirla. En derecho penal, la
sentencia absuelve o condena al acusado, imponiéndole en este último caso la
pena correspondiente.

Una vez firme una sentencia definitiva, se produce la situación de cosa


juzgada, que significa que el mismo caso no puede ser juzgado nuevamente.1

Usualmente los medios de comunicación suelen denominar erróneamente


como "sentencia", decisiones que no ponen fin a la causa. En esos casos lo
correcto es referirse a las mismas como "resolución judicial".

Y dentro de ellas tenemos:

Sentencia constitutiva (proceso civil): las que crean, modifican o


extinguen una relación judicial

 Por la presencia/ausencia del demandado:

Sentencia contradictoria: cuando el demandado está presente en la


causa.

En rebeldía: cuando la sentencia se dicta sin la presencia del demandado.

 Por la posibilidad de impugnación:

Sentencia firme: aquella contra la que no cabe la interposición de ningún


recurso, ordinario o extraordinario. Y cuando ambas partes dejan transcurrir el
tiempo y no interpone recurso impugnatorio. Está amparada por el principio de
cosa juzgada.

Sentencia no firme o recurrible: es aquella contra la que se pueden


interponer recursos.

 Por el grado de jurisdicción:

Sentencia en primera instancia: la que devienen de los órganos de


primera instancia, por su competencia y jurisdicción.

Sentencia en apelación: cuando se recurre, bien sea al mismo órgano o


al inmediatamente superior (Audiencia Provincial).
Sentencia en casación: es aquella que se emite por el Tribunal Supremo
pretendiendo casar la causa.

Por la forma:
Sentencia escrita: la que se redacta por escrito y de esa manera se da a
conocer a las partes.

Sentencia oral: la que se expone oralmente ante las partes involucradas,


quienes quedan notificadas en ese mismo acto

B.- AUTO JUDICIAL


El auto judicial o mandato judicial (también llamado en algunos ordenamientos
sentencia interlocutoria) es una resolución judicial mediante la cual un tribunal
se pronuncia sobre peticiones de las partes, resolviendo las incidencias, es
decir, las cuestiones diversas del asunto principal del litigio, pero relacionadas
con él, que surgen a lo largo de un proceso jurisdiccional.

El auto, como la mayoría de las resoluciones, debe ir acompañado de un


razonamiento jurídico (consideraciones y fundamentos), en los casos en que
las leyes de procedimiento (civil o penal) así lo determinan.

Dado que el auto es una resolución decisoria, en la mayoría de los casos es


posible impugnarlo mediante la interposición de un recurso judicial.

Al auto judicial también se le denomina sentencia interlocutoria, que se refiere a


toda aquella decisión judicial que resuelve una controversia incidental suscitada
entre las partes en un juicio. Se distingue de la sentencia definitiva en que esta
resuelve el asunto principal objeto del litigio. En este sentido, la razón por la
que se denomina interlocutoria es porque sus efectos jurídicos en relación con
las partes son provisionales, en el sentido de que pueden modificarse sus
consecuencias a través de la sentencia definitiva.

Tipos de autos:
 Los autos de sustanciación: tal y como los ha considerado la
doctrina y jurisprudencia patria son simples decisiones de actos o
solicitudes sencillas sin exigencias de motivación que no repercuten
mayor trascendencia dentro del proceso, lo cual les permite ser
analizados nuevamente y ser decididos sin complicaciones, ratificando o
cambiando de opinión. Su carácter tal y como los señalamos
anteriormente está en la naturaleza del acto a decidir, son actos de
simple trámite del proceso.

 Los autos motivados: si son trascendentales, porque deciden actos


importantes dentro del proceso como una medida cautelar privativa de
libertad. Son autos que tienen la facultad de cambiar situaciones
procesales y hasta extra procesales de las partes, incluso con ellos se
puede llegar a finalizar el proceso, en el caso de un sobreseimiento
definitivo en nuestra legislación. Entonces sobre la base de la naturaleza
de lo que se decida, los obliga a ser autos motivados con características
similares a una sentencia.

Nunca bajo ningún concepto un auto de mera sustanciación que no conlleva


una motivación y que sólo se refiere a aspectos procesales técnicos tendrá
características similares a las de una sentencia.

C.- DECRETO JUDICIAL


Decreto, providencia, providencia simple o proveído es un tipo de resolución
judicial que sin fallar sobre incidentes o sobre trámites que sirvan de base para
el pronunciamiento de una sentencia, tiene sólo por objeto permitir el desarrollo
normal del proceso u ordenar actos de mera ejecución.

CAPITULO II .- CONCLUSIÓN ANTICIPADA


DEL PROCESO
1.- Concepto
Todo proceso que ha iniciado deberá tener un fin, ya sea mediante una
sentencia, el acuerdo de las partes en conflicto o por el desinterés de continuar
con él.

La sentencia es por excelencia la forma más típica y común de conclusión del


proceso; sin embargo, no es la única, ya que existen otras formas especiales
para su terminación.
En efecto, la Nueva Ley Procesal del Trabajo prevé dos supuestos generales
para la finalización del proceso; por un lado, tenemos a la conclusión cotidiana
o normal del proceso, que es aquella en donde el órgano jurisdiccional emite un
pronunciamiento sobre el fondo determinando a quién le corresponden los
derechos en cuestión, y, por otro lado, a la conclusión anticipada del proceso,
que es aquella que no necesariamente hay un pronunciamiento sobre el fondo,
pero el proceso culmina de forma previa y de modo distinto al primer supuesto.

Con relación a esto último, la Nueva Ley Procesal del Trabajo prevé en su
artículo 30º que la conclusión anticipada del proceso se puede dar por los
siguientes motivos:

 conciliación;
 allanamiento;
 reconocimiento de la demanda;
 transacción;
 desistimiento;
 abandono; e
 inasistencia por segunda vez a cualquiera de las audiencias
programadas en primera instancia.

Como quiera que resulta fundamental entender los alcances de cada uno de
estos supuestos, en las siguientes líneas los desarrollaremos, anotando cuál es
su importancia y cómo inciden en la particular naturaleza de los derechos
laborales en cuestión.

2.- Formas de conclusión del proceso


LA CONCILIACIÓN
La conciliación puede darse dentro o fuera del proceso judicial. En el primer
caso se efectúa ante una persona calificada y reconocida legalmente como
conciliador, y puede realizarse en cualquier momento, incluso durante la
vigencia del proceso judicial. En el segundo caso, se efectúa ante el juez que
dirige el proceso, y debe llevarse a cabo luego de que el demandado haya sido
emplazado con la demanda y hasta antes de la notificación de la sentencia con
calidad de cosa juzgada.
En términos generales puede decirse que la conciliación es un mecanismo
alternativo de solución de conflictos laborales que puede ser solicitada por el
trabajador, ex trabajador, jóvenes en formación o personas en capacitación
para el trabajo, la organización sindical, por el empleador o por ambas partes,
en virtud de la cual las partes exponen sus perspectivas ante un tercero, que
colabora para que estas superen sus diferencias, identificando los intereses de
las mismas. El tercero, llamado conciliador, debe proponer fórmulas de
solución para quienes decidirán en qué términos resolverán su controversia de
la manera más acorde con sus intereses.

La conciliación constituye, pues, aquella actividad dirigida a procurar el


entendimiento entre las partes, a componer los ánimos opuestos entre ellas y
avenir sus voluntades en lo que atañe a las cuestiones en que estaban en
disidencia. La conciliación es la actividad realizada por las partes ante un
tercero llamado conciliador, que bien puede ser el juez del proceso, a través de
la cual exponen sus diversos puntos de vista, se busca una solución a la
controversia y se arriba a un acuerdo dejando de lado de ese modo todas sus
diferencias.

La conciliación es un medio para alcanzar una solución persuasiva, haciendo


uso las partes, todas ellas o alguna de ellas, de la renuncia –total o parcial, en
cuanto fuese permitido– de su derecho o transigiendo sobre el mismo en forma
total o parcial. La conciliación es el mecanismo por el cual las partes
conjuntamente convienen en algo, determinando los derechos y obligaciones
que pondrán fin al conflicto de intereses. La conciliación es aquel procedimiento
en virtud del cual las partes en litigio se presentan ante un tercero (conciliador)
exponiendo sus diferencias, y será este último quien los escuchará y propondrá
soluciones, que aquéllas podrán aceptar o no; si se logra el avenimiento, la
conciliación culmina exitosamente, debiéndose dejar constancia de la fórmula
conciliatoria o acuerdo, que, destacamos, contiene la exposición de los
derechos constituidos y reconocidos por las partes y al cual deben ceñirse en el
futuro.

a) Operatividad de la conciliación
En una audiencia de conciliación el conciliador deberá ofrecer fórmulas de
solución de conflictos, siempre tomando en cuenta los distintos principios que
inspiran al Derecho del trabajo, sobre todo al principio de irrenunciabilidad de
los derechos laborales.

Decimos esto, pues la inobservancia de dicho principio podría derivar no solo


en un grave perjuicio sobre el trabajador sino también se constituiría en una
flagrante infracción contra el inciso 2 del artículo 26º de nuestra Constitución, lo
que haría, finalmente, que el acta de conciliación sea inválida en los extremos
en que no se respetó el mencionado principio.

Teniendo en consideración que debido a su falta de preparación, a la deficiente


y desigual capacidad de negociación, por ignorancia o por desigualdad, en
muchos casos el trabajador se encuentra en una situación menos favorable
que la del empleador, y por ese motivo en reiteradas ocasiones cede a las
pretensiones planteadas por este, incluso cuando las propuestas son
notoriamente vergonzosas y vulneran de forma evidente diversos mandatos
constitucionales, como el principio de irrenunciabilidad, quienes se encargan de
llevar a cabo una conciliación no solo deben tratar que las partes lleguen a un
acuerdo a toda costa, sino, sobre todo, deben velar porque el trabajador reciba
lo que le corresponde o, en el peor de los casos, una cantidad que no afecte
los montos mínimos que debe recibir; en otras palabras, que no se afecte el
principio de irrenunciabilidad de los derechos laborales.

A este respecto, debemos decir que la observancia de dicho principio es


fundamental, pues tanto el Decreto Legislativo Nº 910, Ley General de
Inspección del Trabajo y Defensa del Trabajador –norma que actualmente se
encuentra parcialmente derogada–, así como la Ley Nº 29497, Nueva Ley
Procesal del Trabajo, y la Ley de Conciliación establecen que el conciliador y el
juez deben velar por el respeto del carácter irrenunciable o indisponible de los
derechos reconocidos por la Constitución y la ley.

EL ALLANAMIENTO
Puede decirse que el allanamiento es el acto jurídico procesal unilateral en
virtud del cual la parte demandada no plantea oposición alguna y se somete a
las pretensiones reclamadas por el accionante, aceptando cumplirlas en el
modo y tiempo que se le indique, pero sin admitir necesariamente la causa
petendi, vale decir, los hechos alegados por el actor, ni la fundamentación
jurídica de la demanda.

El allanamiento representa la conformidad del demandado respecto de las


pretensiones del demandante y la renuncia a toda defensa u oposición, lo que
acarrea, si es procedente, la conclusión especial del proceso con la pronta
expedición de la sentencia condenatoria.

El allanamiento es, pues, una manifestación de voluntad del sujeto demandado


efectuada, por lo general, en el escrito de contestación de demanda, o en un
momento posterior, siempre y cuando sea hasta antes de la expedición de la
sentencia de primera instancia, pues emitida esta ya no cabe allanamiento
alguno en la medida que existe ya un pronunciamiento judicial sobre las
pretensiones del accionante, manifestación cuyo contenido es el sometimiento
a las pretensiones del actor, es decir, la parte demandada acepta cumplir con
las exigencias del accionante señaladas en la demanda en el rubro atinente al
petitorio del demandante.

Como se observa, el allanamiento es una declaración de voluntad del


demandado que se contrae a la pretensión del actor y no a los hechos o al
derecho que la fundamentan. El allanamiento no supone la admisión de los
fundamentos fácticos de la demanda, sino más bien la renuncia a proseguir con
la contienda judicial, para lo cual el demandado se compromete a satisfacer lo
reclamado por el accionante, renunciando a toda defensa u oposición posible.

Sobre el particular, hay que indicar que, según el artículo 332º del Código
Procesal Civil, el juez declara improcedente el allanamiento y ordena la
continuación del proceso en los siguientes casos:

 cuando el demandado no tiene capacidad para disponer del derecho en


conflicto;
 cuando el apoderado o representante del demandado carece de facultad
para allanarse;
 cuando los hechos admitidos requieren ser probados por otros medios,
además de la declaración de parte;
 cuando el conflicto de intereses afecta el orden público o las buenas
costumbres;
 cuando el conflicto de intereses comprende derechos indisponibles;
 cuando habiendo litisconsorcio necesario, el allanamiento no proviene
de todos los demandados;
 cuando se presume la existencia de fraude o dolo procesal;
 cuando se advierte que la sentencia a dictarse va a surtir efecto frente a
tercero no emplazado; o
 cuando el demandado es el Estado u otra persona de Derecho público,
salvo que su representante tenga autorización expresa.

EL RECONOCIMIENTO DE LA SENTENCIA
El reconocimiento de la demanda es una forma especial de conclusión del
proceso en virtud de la cual el demandado no solo acepta las pretensiones del
actor contenidas en la demanda, sino que, además, admite la veracidad de los
hechos alegados por el accionante y declara estar conforme con los
argumentos jurídicos de este.

El reconocimiento de la demanda es un acto procesal declarativo del


demandado por el que expresa su voluntad de satisfacer las pretensiones
consignadas en la demanda y manifiesta que los fundamentos fácticos y
jurídicos contenidos en dicho escrito son veraces o correctos o que se ajustan
a la realidad.

A diferencia del allanamiento, que se configura con la sola aceptación expresa


de las pretensiones del demandante, el reconocimiento de la demanda supone
validar tanto la pretensión como los fundamentos de hecho y de derecho
señalados por el demandante. Y es importante efectuar esta diferencia porque
los efectos de uno y otro pueden tener incidencia directa sobre otros derechos
del demandante e incluso sobre terceros.

Cabe precisar que no se configura el allanamiento ni el reconocimiento de la


demanda si el demandado, pese a reconocer la veracidad de los hechos
expuestos en la demanda, no hace lo propio con la fundamentación jurídica de
la demanda, por cuanto puede ser una forma de oposición o resistencia del
demandado el admitir los hechos, pero no estar conforme con los argumentos
jurídicos del actor, supuesto en el cual se está ante una causa de puro
derecho.
El reconocimiento de la demanda, si resulta procedente, da lugar a la inmediata
expedición del fallo final por el juez laboral, que tendrá, como es obvio, un
carácter condenatorio, en perjuicio del demandado. El reconocimiento de la
demanda puede ser declarado improcedente –por lo que el proceso sigue su
curso– en los casos contemplados en el artículo 332º del Código Procesal Civil.

LA TRANSACCIÓN
La transacción constituye una forma especial de conclusión del proceso en
virtud de la cual las partes, haciéndose concesiones recíprocas deciden sobre
algún asunto dudoso o litigioso, evitando el pleito que podría promoverse o
finalizando el que está iniciado, pudiendo con las concesiones recíprocas crear,
regular, modificar o extinguir relaciones diversas de aquellas que han
constituido objeto de controversia entre las partes.

La transacción es un acto dispositivo convencional por el que los justiciables


acuerdan solucionar un conflicto de intereses que haya surgido entre ellos,
para lo cual cada uno de ellos cede determinada porción de su derecho que
considera tener, lo que se conoce como concesiones recíprocas.

La transacción representa una fuente de obligaciones y tiene un efecto


constitutivo. Además tiene un carácter claramente dispositivo, por cuanto del
acuerdo respectivo derivarán obligaciones destinadas a producir un cambio en
la relación jurídica.

A través de la transacción, las partes que se encuentran involucradas en una


controversia deciden darle solución ellas mismas, extinguiendo la relación
jurídica preexistente al sustituirla por otra nueva, acordada por ambas partes y
emanada justamente del acuerdo transaccional.

Es así que quienes transigen renuncian a cualquier derecho o acción que


pudieran tener sobre la base de la relación jurídica preexistente a la
transacción, extinguiendo de esa manera la controversia surgida entre ellos y
dando nacimiento a una nueva serie de derechos y obligaciones propias de una
nueva relación jurídica. Es efecto de la transacción precisamente el ser a todas
luces extintiva, a tal punto que el acuerdo transaccional tiene la autoridad de la
cosa juzgada.
Para que exista transacción debe haber, en principio, una relación jurídica
dudosa o litigiosa. La relación jurídica dudosa es aquella en la que el derecho
de al menos una de las partes no se encuentra definido en forma clara y existe
un cierto grado de incertidumbre sobre el mismo y sobre sus alcances. La
relación jurídica litigiosa, en cambio, se configura cuando hay de por medio una
controversia, un conflicto de intereses entre los sujetos, pues una de las partes
aspira a algo y la otra se opone a ello, dando nacimiento así al litigio.

Para que exista transacción debe haber, además, por el lado de los justiciables,
la firme intención de poner fin al conflicto de intereses mediante el acuerdo
respectivo, por el que generan una nueva situación jurídica que extingue a la
preexistente dudosa o litigiosa.

Por último, para la configuración de la transacción es menester que hayan


concesiones recíprocas, esto es, debe haber sacrificios mutuos, porque si la
concesión es unilateral no se podrá hablar de transacción sino de conciliación,
allanamiento, desistimiento, etc. En virtud de las concesiones recíprocas cada
sujeto sacrifica algo de su derecho o pretensión o se obliga a realizar algo en
beneficio del otro sujeto. Las concesiones recíprocas no deben dar pie a
pensar que deben ser equivalentes o proporcionales, pues, en virtud de la
transacción, una de las partes puede hacer una concesión que represente un
mayor sacrificio respecto de la concesión que, a su vez, debe hacer la otra
parte. Lo importante es que, en razón de las concesiones recíprocas, las partes
lleguen a un acuerdo que ponga fin al conflicto de intereses y dé nacimiento a
una nueva situación jurídica cuyas obligaciones emanadas de esta deben ser
acatadas por quienes transigen.

Únicamente los derechos patrimoniales pueden ser objeto de transacción, por


cuanto los derechos extramatrimoniales tienen un carácter inalienable, estando,
pues, fuera de todo acuerdo transaccional.

EL DESISTIMIENTO
El desistimiento “es una forma especial de conclusión del proceso por la cual
una de las partes se aparta del mismo en forma expresa renunciando a su
pretensión, al proceso o a algún acto procesal”.
En efecto, el desistimiento constituye una forma especial de conclusión del
proceso, si está referida al proceso, a la pretensión o a un acto procesal que
busca que el proceso no concluya. El desistimiento del proceso es aquel acto
jurídico procesal unilateral y expreso por el que el demandante manifiesta de
manera clara, inequívoca y explícita su voluntad de apartarse del proceso sin
renunciar a la pretensión que reclama, extinguiéndose de esa manera la
relación jurídica procesal y el proceso, si tal desistimiento es aprobado
judicialmente. Por su parte, el desistimiento de la pretensión es aquel acto
jurídico procesal expreso por el que el demandante manifiesta su voluntad de
poner fin al proceso extinguiendo la relación jurídica procesal, y de renunciar a
la pretensión que reclama, afectándose así la cuestión de fondo –el derecho
material–, la cual no puede ser exigida en otro proceso. Mientras tanto, el
desistimiento de un acto procesal que le pone fin al proceso constituye aquel
acto manifiesto y voluntario a través del cual una de las partes decide abdicar
de algún acto procesal que en definitiva le pone fin al proceso.

El Código Procesal Civil establece determinadas reglas acerca del


desistimiento, las cuales pasamos a detallar.

 En primer lugar, el desistimiento no se presume debe ser expreso y


categórico. El escrito que lo contiene debe precisar su contenido y
alcance, legalizando su firma el proponente ante el secretario judicial
respectivo.
 En segundo lugar, el desistimiento es incondicional, por lo que no está
sujeto a condición alguna, ni a plazo ni a cargo, y solo perjudica a quien
lo hace.
 En tercer lugar, el desistimiento del proceso o del acto procesal se
interpone antes que la situación procesal que se renuncia haya
producido efecto. En el caso del desistimiento del proceso, debe
producirse hasta antes de que la sentencia quede firme o hasta antes de
que la resolución que ponga fin al proceso –distinta a la sentencia, como
la que declara inadmisible o improcedente la demanda– quede firme.
 En cuarto lugar, el desistimiento de la pretensión procede antes de que
se expida sentencia en primera instancia, salvo que sea convencional.
 En quinto lugar, el desistimiento del proceso lo da por concluido sin
afectar la pretensión, pudiendo el actor reclamar esta en un nuevo
proceso. Cuando se formula después de notificada la demanda, requiere
la conformidad del demandado expresada dentro de tercer día de
notificado, o en su rebeldía. Si hubiera oposición, el desistimiento
carecerá de eficacia, debiendo continuar el proceso.
 En sexto lugar, la resolución que aprueba el desistimiento de la
pretensión, produce los efectos de una demanda infundada con la
autoridad de la cosa juzgada, por lo que es irrevisable e inmutable. Este
desistimiento no requerirá la conformidad del demandado, debiendo el
juez laboral revisar únicamente la capacidad de quien lo realiza y la
naturaleza del derecho que sustenta la pretensión, teniendo en cuenta lo
dispuesto sobre la improcedencia del allanamiento en lo que
corresponda.

EL ABANDONO
El abandono es una forma especial de conclusión del proceso que se produce
cuando existe inactividad de las partes durante determinado lapso de tiempo
previsto legalmente, es decir, cuando ellas no realizan ningún acto de impulso
procesal. El abandono da lugar a la conclusión anticipada del proceso porque
los litigantes no han llevado a cabo durante el plazo prefijado normativamente
ningún acto que impulse el proceso, con lo que se presume su falta de interés
respecto de la prosecución del litigio. De esta manera, la pasividad de las
partes, la inactividad de estas por un lapso prolongado de tiempo da lugar a
que en tal situación se exima a los órganos jurisdiccionales de su obligación de
administrar justicia, por lo que el proceso concluye sin declaración sobre el
fondo.

Por disposición expresa del artículo bajo comentario, el abandono del proceso
se produce si no se ha realizado algún acto procesal que lo impulse durante el
lapso de cuatro meses. Es importante precisar que la paralización del proceso
no debe obedecer a causas de fuerza mayor no imputables a las partes. Es de
destacar también que no constituyen actos de impulso procesal todos aquellos
que no tienen como misión la activación del proceso, como pueden ser, por
ejemplo, el señalamiento de nuevo domicilio procesal, el pedido de copias, el
apersonamiento de nuevo apoderado y otros actos procesales análogos.

En el proceso laboral, una vez transcurrido el plazo legal, esto es, de cuatro
meses sin acto procesal que impulse el proceso, el juez declarará el abandono
el proceso y, consecuentemente, la conclusión anticipada del proceso sin
declaración sobre el fondo, a pedido de parte interesada o de tercero
legitimado –y no lo declarará de oficio–, en la segunda oportunidad que se
solicite.

Es de resaltar que el órgano jurisdiccional declarará el abandono del proceso


en la primera oportunidad que se solicite siempre y cuando, realizada la
petición del caso, el accionante no se haya opuesto al pedido de abandono de
manera expresa o no haya cumplido con absolver el traslado referido a la
solicitud de abandono del proceso. Al respecto, deben tenerse en
consideración las siguientes reglas establecidas en el Código Procesal Civil:

No opera el abandono cuando la paralización del proceso se debe a causas de


fuerza mayor y que los litigantes no hubieran podido superar con los medios
procesales a su alcance.

No hay abandono:

a) en los procesos que se encuentran en ejecución de sentencia;

b) en los procesos no contenciosos;

c) en los procesos en que se contiendan pretensiones imprescriptibles;

d) en los procesos que se encuentran para sentencia, salvo que estuviera


pendiente una actuación cuya realización dependiera de una parte, en este
caso, el plazo se cuenta desde notificada la resolución que la dispuso;

e) en los procesos que se encuentran pendientes de una resolución y la


demora en dictarla fuera imputable al juez laboral, o la continuación del trámite
dependiera de una actividad que la ley le impone a los Auxiliares
jurisdiccionales o al Ministerio Público o a otra autoridad o funcionario público
que deba cumplir un acto procesal requerido por el Juez; y,

f) en los procesos que la ley señale.

 El abandono pone fin al proceso sin afectar la pretensión. Sin embargo,


su declaración impide al demandante iniciar otro proceso con la misma
pretensión durante un año, contado a partir de la notificación del auto
que lo declare. Asimismo, restituye las cosas al estado que tenían antes
de la demanda.
 Si por segunda vez, entre las mismas partes y en ejercicio de la misma
pretensión, se declara el abandono, se extingue el derecho pretendido y
se ordena la cancelación de los títulos del demandante, si a ello hubiera
lugar.
 Las pruebas actuadas en un proceso extinguido por abandono son
válidas y pueden ser ofrecidas en otro proceso.
 La resolución que declara el abandono es apelable con efecto
suspensivo. El recurso solo puede estar fundamentado en la existencia
de un error de cómputo, o en causas de fuerza mayor. La resolución que
desestima un pedido de abandono es apelable sin efecto suspensivo.
 Declarado el abandono, la prescripción interrumpida por el
emplazamiento sigue transcurriendo, tal como si la interrupción no se
hubiese producido.

Finalmente, debemos resaltar que el proceso laboral puede concluir de forma


especial si los justiciables no concurren por segunda vez a alguna de las
audiencias convocadas por el juez laboral en primera instancia. Tal hipótesis
revela, pues, el desinterés de aquellos respecto del desarrollo del proceso, por
lo que resulta, entonces, conveniente disponer su conclusión anticipada sin
declaración sobre el fondo, extinguiéndose de esa forma la relación jurídica
procesal laboral.

3.- CAPITULO III .- LA SENTENCIA


CONCEPTO.-La Sentencia
La sentencia es un acto judicial que se basa en una resolución, dictada por un
juez o tribunal, de diferentes causas, ya sean civiles, de familia, laborales,
administrativas, mercantiles, o penales. Este acto decide la causa sometida a
su conocimiento.

Partes de la Sentencia
1.- PARTE EXPOSITIVA (ENCABEZAMIENTO)

Es aquí en donde se señala la ciudad y la ficha en donde se dicta; se


identifican las partes intervinientes, sus procuradores y abogados, sin que se
omitan sus nombres, evitando que afecte la integridad y publicidad de la
sentencia; y se enuncian las acciones y excepciones.

En esta parte también se hacen constar las peticiones presentadas por las
partes, además de los antecedentes y los presupuestos.

a) Vistos o preámbulo
Se trata del anuncio concreto que cuenta el problema que se resolverá
próximamente en el juicio. Es la primera parte que conforma la
sentencia.

Estos funcionan para indicar que un asunto ya ha sido suficientemente


deliberado y por lo tanto, solo faltará la resolución final.

En pocas palabras, se trata de una parte donde se presentan los datos


generales.

b) Resultados SUBTITULO
Estos son los antecedentes de la sentencia, en donde se hace énfasis
acerca de los hechos probados con una correcta referencia.

En otras palabras, los resultados se basan en la fijación clara de los


actos reclamados, a través de un análisis sistemático de conceptos y la
valoración de las pruebas presentadas.

2.- PARTE CONSIDERATIVA

Es aquí donde se expresa el razonamiento a fondo de los argumentos de las


partes, los cuales son utilizados por el tribunal para llegar a una resolución del
proceso.
En esta parte se suele estudiar la procedencia, la oportunidad, la competencia,
los conceptos de violación provocados por la parte quejosa
En la parte expositiva se enuncian los principios de equidad y, por supuesto,
las leyes.

3.- PARTE RESOLUTIVA


En esta parte se presenta la decisión o conclusión de la condena o absolución
del acusado (demandado). Suele incorporarse el nombre del juez que se ha
encargado de redactar la sentencia en conjunto con las firmas de los que han
concurrido a su acuerdo.

Los puntos resolutivos suelen contener un epílogo de la sentencia, presentado


como mensaje preciso y claro que explique, de manera concreta, las
decisiones tomadas para llevar a cabo la resolución del problema.

Es aquí donde se determina el alcance de la sentencia, y las obligaciones o


derechos que se deberán cumplir a partir de este punto resolutivo.

CAPITULO IV.- COSTAS Y COSTOS


1.- Concepto: COSTOS COSTAS
Costas procesales, en Derecho procesal, son los gastos en que debe incurrir
cada una de las partes involucradas en un juicio. Dentro de las mismas se
incluyen los gastos inherentes al proceso: notificaciones, tasas y demás, así
como, en ciertos casos, los gastos de asistencia letrada (coste del abogado y
procurador).
En algunos ordenamientos, los honorarios de los abogados y demás personas
que han intervenido en el juicio (por ejemplo, procuradores y peritos), se
denominan costas personales, en oposición a los gastos causados en la
tramitación del proceso, llamadas costas procesales. Aunque ambos conceptos
se engloban bajo el término general de costas.
Los costos comprenden los honorarios de abogado y los derechos del
mandatario.
CONCLUSIONES

Entender adecuadamente el concepto de decisión y resolución judicial es


determinante para realizar una adecuada tipología de las diversas especies de
resoluciones judiciales reguladas en el CPC. Asimismo, diferenciar entre
resolución-documento y resolución- acto, muestra que la identificación de esta
contenidas sirve para delimitar qué puede ser objeto de la impugnación, sobre
todo frente a las normas recursales que establecen el recurso adecuado y
aquellas que restringen la competencia de los órganos jurisdiccional para
conocer ciertos pronunciamientos.
Finalmente, identificar que lo que se impugna sería, rigurosamente, la decisión
(como conclusión del razonamiento) contenida en el acto, sirve para entrelazar
el discurso del procesalista con la teoría de la argumentación jurídica, al punto
de advertir la importancia de esta al momento de construir la pretensión
recursal que cuestionará el razonamiento judicial
BIBLIOGRAFÍA

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Pacífico.

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campos dependentes: sobre os limites dos negócios jurídicos

processuais. Revista de Processo, vol. 244: 393-423.

 Atienza, Manuel. 2013. Curso de argumentación jurídica.,Madrid: Trotta.

 Cabral, Antonio do Passo. 2016. Convenções processuais. Salvador:

JusPodivm.

 Cabral, Antonio do Passo y Pedro Henrique Nogueira, coords. 2017.

Negócios processuais (2015), 3ª ed. Salvador: JusPodivm.

 Cavani, Renzo. 2014. La nulidad en el proceso civil. Lima: Palestra.

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