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Sentencia No.

C-556/92

ESTADOS DE EXCEPCION/ABUSO DEL DERECHO-Noción

Los estados de excepción son excepcionales, y sólo se conciben como


mecanismo transitorio e inevitable. Recurrir al Estado de Excepción con el
propósito de solucionar problemas de crisis menores o de crisis meramente
gubernamentales, no significa otra cosa que un abuso del derecho
constitucional que pone en tela de juicio el Estado de derecho. La noción de
abuso del derecho hace alusión a ciertas situaciones en las cuales las normas
jurídicas son aplicadas de tal manera que se desvirtúa el objetivo jurídico que
persigue la norma, y esto es justamente lo que sucede cuando la norma del
estado de excepción es aplicada estratégicamente para solucionar problemas
sociales menores o problemas políticos. El Decreto 1155 de 1992 es exequible
por dos motivos: primero, porque se reunieron los presupuestos formales que
se requieren para su declaratoria; segundo, porque las facultades de la
declaratoria de la conmoción interior eran idóneas para conjurar la crisis.

ESTADOS DE EXCEPCION-Ausencia de reglamentación

El hecho de que aún no se haya expedido la ley estatutaria para regular las
facultades del Gobierno durante los estados de excepción, de que trata el
artículo 152 literal e) de la Carta, no impide la declaratoria de la conmoción
interior, pues ella no es un presupuesto para la declaratoria sino un
instrumento para el control de su ejercicio. Ahora, la falta de dicha ley
estatutaria no comporta tampoco una ausencia de control de las competencias
exceptivas del Ejecutivo.

DERECHOS FUNDAMENTALES

La comunidad internacional ha establecido en este artículo que los derechos


fundamentales constituyen el núcleo esencial mínimo del hombre, y ni siquiera
en los estados de excepción pueden ser desconocidos, de tal manera que es
razonable limitar las libertades y los derechos, pero existe un espacio que el
Estado debe respetar porque afecta la dignidad del hombre. En las situaciones
de crisis, el Estado es revestido de poderes excepcionales, pero en ningún caso
dichos poderes podrían desconocer esa zona mínima e intocable de los
derechos humanos.
TENGAN EN CUENTA QUE ESTA SENTENCIA ES DE 1992, POR
ESO DICE DE AUSENCIA DE REGLAMENTACIÓN, PERO YA HAY
UNA LEY ESTATUTARIA DE LOS ESTADOS DE EXCEPCIÓN QUE
LES RECOMIENDO QUE REVISEN LA LEY 137 DE 1994, QUE POR
EJEMPLO SEÑALA QUE ESTA PROHIBIDO EN LOS ESTADOS DE
EXCEPCIÓN.

A SU VEZ REVISEN LOS ARTICULOS 212 A 215 DE LA


CONSTITUCIÓN POLITICA

ESTADOS DE EXCEPCION-Facultad reglada sujeta a controles


concurrentes/ESTADOS DE EXCEPCION-Limitaciones
institucionalizadas para ejercicio de facultades excepcionales/ESTADOS
DE EXCEPCION-Control político y control jurídico/ESTADOS DE
EXCEPCION-Controles no son excluyentes
 
Esta Corporación se ha pronunciado sobre la naturaleza de los estados de
excepción bajo el ordenamiento constitucional vigente, especialmente sobre
su carácter de facultad reglada en cabeza del Presidente de la República,
sujeta a controles concurrentes tanto de índole jurídica como política, y se
impuso límites materiales y temporales al ejercicio de las facultades
presidenciales bajo cada uno de los estados de excepción. Para la
salvaguarda de los límites a las atribuciones presidenciales se establece una
serie de controles jurídicos y políticos tanto sobre la declaratoria de los
estados de excepción como sobre las medidas adoptadas, toda vez que se
reconoce que el acto mediante el cual se declara un estado de excepción si
bien es un acto político, sujeto a consideraciones de necesidad, oportunidad
y conveniencia, también es un acto jurídico atado a reglas y requisitos
formales y materiales dirigidas a garantizar su legitimidad y a evitar su uso
arbitrario. Uno y otro control no son necesariamente incompatibles o
excluyentes, ya que se dirigen a examinar aspectos distintos del ejercicio de
las facultades excepcionales del Gobierno durante un estado de excepción, y
este sistema de controles de los estados de excepción fue reforzado mediante
la previsión constitucional de una ley estatutaria que regulara la materia, la
ley 137 de 1994.
Sentencia C-252/10
 
DECRETO DECLARATORIO DE ESTADO DE EMERGENCIA
EN MATERIA DE SALUD-Es contrario a la Constitución Política
 
El decreto declaratorio del estado de emergencia social se ha encontrado
contrario a la Constitución Política, por cuanto no logró demostrarse la
presencia de hechos sobrevinientes ni extraordinarios (presupuesto fáctico);
si bien la situación reviste de gravedad no resulta inminente (presupuesto
valorativo); y el Gobierno dispone de medios ordinarios para enfrentar la
problemática que expone en salud (juicio de suficiencia).
 
DECRETO LEGISLATIVO DE DESARROLLO DE ESTADO DE
EMERGENCIA SOCIAL EN MATERIA DE SALUD-Vigencia
temporal
 
Al reconocer la Corte la presencia de una situación que reviste de
“gravedad” consistente en los problemas financieros que aquejan de tiempo
atrás el funcionamiento del sistema de salud, se justifica constitucionalmente
que algunos de los decretos de desarrollo mantengan una vigencia temporal. 
Frente al vacío legislativo que se genera con la inconstitucionalidad
sobreviniente de los decretos de desarrollo, resulta imperioso que los que
hubieren establecidos fuentes tributarias de financiación del sistema de salud,
puedan continuar vigentes por un plazo prudencial, en aras de no hacer más
gravosa la situación que enfrenta el sistema de salud y poder garantizar de
manera provisoria mayores recursos para el goce efectivo del derecho a la
salud, especialmente con destino a quienes por su condición económica, física
o mental se encuentran en circunstancias de debilidad manifiesta. Esta
Corporación no puede ignorar las graves consecuencias, socialmente injustas
y notoriamente opuestas a los valores, principios y derechos constitucionales,
que se derivarían de la abrupta e inmediata pérdida de vigencia de todas las
medidas expedidas en uso de las facultades de excepción. El conceder un
plazo adicional de vigencia a algunos decretos de desarrollo persigue
equilibrar en parte y así sea a corto plazo, las finanzas del sistema de salud
para garantizar la prestación adecuada y oportuna del servicio. Tiempo que
permitirá un mayor espacio al Gobierno Nacional y al Congreso de la
República a efectos de tramitar con la mayor prontitud posible las medidas
legislativas y reglamentarias necesarias que busquen estabilizar definitiva e
integralmente las distintas problemáticas que enfrenta el sistema.
 
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD DE DECRETO
DECLARATORIO DE ESTADOS DE EXCEPCION-Doctrina de la
Corte Constitucional sobre competencia
 
En síntesis, de la Carta Política se infiere la competencia de la Corte
Constitucional para realizar el control de constitucionalidad formal y
material tanto de los decretos legislativos declaratorios de los estados de
excepción como de los decretos legislativos de desarrollo. Tal competencia es
corroborada además por las deliberaciones a que hubo lugar en la Asamblea
Nacional Constituyente; por el modelo del derecho constitucional de
excepción por el que optó el Constituyente de 1991; por la regulación que
aquél hizo de la naturaleza, límites y sistema de control del estado de
conmoción interior; por la naturaleza jurídica del decreto declaratorio de tal
estado de excepción y por la concepción actual de la jurisdicción
constitucional y de su función
 
ESTADO SOCIAL DE DERECHO-Tiene entre sus objetivos la
sujeción de los órganos del poder a la normatividad jurídica
 
ORDEN PUBLICO-Definición
 
Sin que pretenda establecerse un concepto unívoco de “orden público”, esta
Corporación se ha aproximado a su definición al señalar que se trata de “un
suceso del mundo fenomenológico, de un punto de partida empírico que parte
de la ocurrencia de hechos concretos, perceptibles y, en consecuencia,
verificables, que objetivamente generan una alteración de las condiciones de
seguridad y tranquilidad requeridas para el ejercicio de los derechos.
 
REGIMEN DE EXCEPCION EN LA CONSTITUCION
POLITICA-Finalidad/ESTADOS DE EXCEPCION EN LA
CONSTITUCION-Modalidades
 
ESTADOS DE EXCEPCION-No excepcionan la
Constitución/ESTADOS DE EXCEPCION-No pueden ser un Estado de
facto
 
Como lo ha sostenido la Corte, los estados de excepción no excepcionan la
Constitución y no son, ni pueden ser un Estado de facto. Si bien la Carta
Política le confiere al Presidente de la República poderes extraordinarios,
éstos no revisten un grado absoluto, al encontrarse limitados por diversos
tipos de controles que buscan impedir los excesos y a la vez garantizar los
principios fundamentales que soportan el Estado de derecho
 
ESTADOS DE EXCEPCION-Límites materiales y temporales al
ejercicio de las facultades presidenciales
 
PRINCIPIO DEMOCRATICO-Importancia
 
La Corte ha denotado la importancia que reviste el principio democrático al
señalar que constituye un valor fundante y fin esencial, el principio de mayor
trascendencia institucional, la directriz que rige el ordenamiento en su
conjunto y la columna vertebral de la Constitución por cuanto garantiza y
asegura que los individuos y ciudadanos puedan participar de manera
permanente en los procesos decisorios y de poder político y social que
repercutirá de manera significativa en el rumbo de la vida institucional, el
desarrollo personal y la propia comunidad
 
PRINCIPIO DEMOCRATICO-Universal y expansivo
 
Principio democrático que en voces de la Corte reviste un carácter universal
y expansivo. Es universal “en la medida que compromete variados
escenarios, procesos y lugares tanto públicos como privados y también
porque la noción de política que lo sustenta se nutre de todo lo que vitalmente
pueda interesar a la persona, a la comunidad y al Estado y sea por tanto
susceptible de afectar la distribución, control y asignación del poder social”.
Y es expansivo por cuanto “su dinámica lejos de ignorar el conflicto social, lo
encauza a partir del respeto y constante reivindicación de un mínimo de
democracia política y social que, de conformidad con su ideario, ha de
ampliarse progresivamente conquistando nuevos ámbitos y profundizando
permanentemente su vigencia, lo que demanda por parte de los principales
actores públicos y privados un denodado esfuerzo para su efectiva
construcción”.
 
PRINCIPIO DEMOCRATICO-Realización/PLURALISMO-
Concepto/PARTICIPACION-Concepto/PARTICIPACION DE LAS
MAYORIAS-Concepto/PUBLICIDAD-Concepto
 
Atendiendo, a la filosofía que inspira el principio democrático, ha de
precisarse que, para que éste se entienda agotado, los actos decisorios o de
poder que regularmente se expresan a través de la ley y de aquellas
decisiones que corresponde adoptar a las corporaciones públicas territoriales
de elección popular (asambleas, concejos y juntas administradoras locales),
deben ser, en todos los casos, el resultado de la expresión de la voluntad
soberana que emerge de un proceso en el que se garantice: el pluralismo, es
decir, el derecho de todas las corrientes de pensamiento que detentan la
representación popular, a ser escuchados y sus opiniones debatidas; la
participación, esto es, el derecho de los ciudadanos a intervenir en las
deliberaciones y decisiones cuando les asista interés o puedan resultar
afectados con ellas; el principio de las mayorías, entendido como el derecho
de unos y otros a que las decisiones sean adoptadas por quienes sumen el
mayor número de votos en torno a una misma posición, habiéndose permitido
previamente la participación de las minorías; y la publicidad, o sea la
posibilidad de que el asunto a debatir sea conocido en detalle por los
interesados y por los propios miembros de las corporaciones públicas,
incluso, con anterioridad a la iniciación de los debates.

LEY-Concepto/PRINCIPIO DE LEGALIDAD EN UNA SOCIEDAD


DEMOCRATICA-Asociado estrechamente al de legitimidad
 
La ley en el Estado democrático no es simplemente un mandato de la
autoridad revestido de ciertos necesarios elementos formales. Implica un
contenido y está dirigida a una finalidad. El concepto de leyes a que se refiere
el artículo 30, interpretado en el contexto de la Convención y teniendo en
cuenta su objeto y fin, no puede considerarse solamente de acuerdo con el
principio de legalidad (…). Este principio, dentro del espíritu de la
Convención, debe entenderse como aquel en el cual la creación de las normas
jurídicas de carácter general ha de hacerse de acuerdo con los
procedimientos y por los órganos establecidos en la Constitución de cada
Estado Parte, y a él deben ajustar su conducta de manera estricta todas las
autoridades públicas. En una sociedad democrática el principio de legalidad
está vinculado inseparablemente al de legitimidad, en virtud del sistema 
internacional que se encuentra en la base de la propia Convención, relativo
al ´ejercicio efectivo de la democracia representativa´, que se traduce, inter
alia, en la elección popular de los órganos de creación jurídica, el respeto a
la participación de las minorías y la ordenación al bien común.
 
ESTADO DE EMERGENCIA ECONOMICA, SOCIAL Y
ECOLOGICA, O DE GRAVE CALAMIDAD PUBLICA-
Características
 
ESTADO DE EMERGENCIA-Modalidades de órdenes protegidos
 
Las alteraciones del orden que el Constituyente de 1991 encuentra deben ser
conjuradas por medio del estado de emergencia (art. 215 superior) son, en su
orden: i) la económica, ii) la social, iii) la ecológica y iv) la grave calamidad
pública. En esa medida, son hechos distintos a los que dan lugar al estado de
guerra exterior (art. 212 superior) o de conmoción interior (art. 213
superior). Además, la Corte ha señalado que se pueden congregar dichas
modalidades cuando los hechos sobrevinientes perturban de forma
simultánea los distintos órdenes protegidos por el artículo 215 de la
Constitución

ESTADO DE EMERGENCIA ECONOMICA, SOCIAL Y


ECOLOGICA, O DE GRAVE CALAMIDAD PUBLICA-
Competencia del Presidente para declararlo/ESTADO DE
EMERGENCIA ECONOMICA, SOCIAL Y ECOLOGICA, O DE
GRAVE CALAMIDAD PUBLICA-Ambito temporal y territorial
 
La autoridad competente para declarar y expedir los decretos de desarrollo
del estado de emergencia económica, social y ecológica, o de grave
calamidad pública, es el Presidente de la República, con la firma de todos los
ministros. En cuanto al ámbito temporal, el artículo 215 de la Constitución
señala que la declaración del estado de emergencia es por periodos hasta de
treinta (30) días, en cada caso, que sumados no podrá exceder de noventa
(90) días en el año calendario. Y respecto al ámbito territorial, la Corte ha
utilizado de manera analógica la regla sobre su aplicación en todo el
territorio o parte de él
 
ESTADO DE EMERGENCIA ECONOMICA, SOCIAL Y
ECOLOGICA, O DE GRAVE CALAMIDAD PUBLICA-
Presupuestos para su declaración
 
Los presupuestos para la declaratoria del estado de emergencia económica,
social y ecológica, o de grave calamidad pública, establecidos en el artículo
215 constitucional, en concordancia con la Ley Estatutaria de los Estados de
Excepción, son los siguientes: (1) El presupuesto fáctico alude a hechos
sobrevinientes distintos de los previstos en los artículos 212 y 213 de la
Constitución, que alteren el orden económico, social y ecológico, o que
constituyan grave calamidad pública. Además, deben ser de carácter
extraordinarios. (2) El presupuesto valorativo refiere a la perturbación o la
amenaza de perturbación en forma grave e inminente del orden económico,
social y ecológico, o de grave calamidad pública. (3) El juicio sobre la
suficiencia de los medios ordinarios que dispone el Estado para conjurar la
perturbación o amenaza del orden económico, social y ecológico, o de grave
calamidad pública.
 
 
ESTADO DE EMERGENCIA-Límites
 
ESTADO DE EMERGENCIA-Requisitos formales
 
Los requisitos formales que deben cumplir los decretos legislativos que se
expidan en virtud del estado de emergencia, son en términos del artículo 215
superior y de conformidad con la jurisprudencia constitucional, los
siguientes: i) la firma por el Presidente de la República y todos sus ministros;
ii) los motivos que condujeron a su expedición; y iii) la indicación  del ámbito
temporal y territorial de la declaratoria. Para el caso de los decretos de
desarrollo se examina, además, si se dictaron dentro del límite temporal
previsto.
 
 
ESTADO DE EMERGENCIA-Requisitos materiales
 
La declaratoria del estado de emergencia debe fundamentarse
sustancialmente en los presupuestos establecidos por el artículo 215 de la
Constitución, esto es: i) la ocurrencia de hechos sobrevinientes que perturben
o amenacen perturbar el orden económico, social y ecológico, o que
constituya grave calamidad pública; ii) la explicación de por qué la
perturbación o la amenaza de perturbación al orden económico, social y
ecológico es grave e inminente, o los hechos constituyen una grave calamidad
pública; y iii) la indicación de las razones por las cuales la perturbación o
amenaza de perturbación grave e inminente de orden económico, social y
ecológico, o que constituya grave calamidad pública, no puede ser conjurada
mediante el uso de las atribuciones ordinarias de las autoridades estatales.
 
 
ESTADOS DE EXCEPCION-Prohibición de suspensión de los
derechos humanos y las libertades fundamentales
 
Dentro de los controles al ejercicio de las facultades extraordinarias que se
ejerzan por el Ejecutivo, el artículo 5º de la Ley Estatutaria de los Estados de
Excepción, establece la prohibición de suspender los derechos humanos y las
libertades fundamentales, lo cual encuentra correspondencia con el artículo
214-2 de la Constitución, al señalar que no podrán suspenderse los derechos
humanos ni las libertades fundamentales (arts. 212 y 213 C.P.).  Los
derechos humanos y las libertades fundamentales cuya suspensión se prohíbe
en los estados de excepción, comprenden los establecidos en la Constitución
Política y los tratados internacionales de derechos humanos que hacen parte
del bloque de constitucionalidad (art. 93 superior). Si bien los derechos
humanos y las libertades fundamentales no pueden ser suspendidos bajo los
estados de excepción, algunos de ellos pueden ser restringidos en la medida
que satisfagan los requerimientos esenciales previstos en la Constitución, los
tratados internacionales de derechos humanos y la Ley Estatutaria de los
Estados de Excepción -LEEE-.
 
 
DERECHOS Y LIBERTADES-Reglas que delimitan su restricción
 
Entre las reglas que delimitan la restricción de los derechos y libertades
pueden señalarse: i) la limitación debe ser necesaria para alcanzar los fines
que dieron lugar a la declaratoria del estado de excepción (art. 6º, LEEE); ii)
no se podrá afectar el núcleo esencial y se debe establecer garantías y
controles para su ejercicio (arts. 6º y 7º, LEEE); iii) debe justificarse
expresamente la restricción de los derechos a efectos de demostrar la
relación de conexidad con las causas de la perturbación y los motivos por las
cuales se hace  necesaria (art. 8º, LEEE); y iv) la restricción de los derechos
y libertades sólo se hará en el grado estrictamente necesario para buscar el
retorno a la normalidad (art. 13, LEEE).
 
ESTADOS DE EXCEPCION-Intangibilidad de ciertos derechos
 
El principio de intangibilidad de derechos también se extiende a otros
distintos a los consagrados en los artículos 27 de la Convención y 4º del
Pacto Internacional, lo cual se origina por tres vías:  “- La primera, cuando
el contenido de los derechos expresamente excluidos de restricción
excepcional involucra no uno sino un conjunto de prerrogativas que guardan
relación entre sí, todas éstas quedan cobijadas por la salvaguarda.  - La
segunda, dada la prohibición que tienen los Estados de proferir medidas de
excepción incompatibles con otras normas internacionales, se amplía también
el número de derechos excluidos, a menos que en los instrumentos suscritos
existan previsiones sobre su suspensión en los mismos términos de los
artículos 27 de la Convención y 4º del Pacto. - Y la tercera, dada la  vigencia
de las garantías judiciales en los estados de excepción, ellas, en especial los
recursos de amparo y de hábeas corpus, también están excluidas de la
restricción de su ejercicio. En torno a este punto, si bien la Convención
Americana, al enumerar en el artículo 27 los derechos intangibles durante los
estados de excepción no hizo referencia expresa a los artículos 7.6 y 25.1,  su
ejercicio tampoco puede restringirse por tratarse de garantías judiciales
indispensables para la efectiva protección de los derechos. Por último, es
igualmente importante anotar cómo aquellas normas que tienen el carácter
de imperativas en el derecho internacional, pese a no figurar entre los
derechos y las garantías intangibles, tampoco pueden ser inobservadas en
uso de las facultades derivadas del estado de excepción. Así ocurre con el
respeto de la dignidad humana; la prohibición de la tortura, los tratos crueles
y degradantes, el secuestro y la toma de rehenes y el respeto de las normas
del derecho internacional humanitario.

EMERGENCIA ECONOMICA, SOCIAL O ECOLOGICA-


Prohibición de desmejorar derechos sociales de los trabajadores
 
En nuestra Carta Política no se permite desmejorar, mediante los decretos
legislativos dictados con fundamento en el estado de emergencia económica,
social y ecológica, los derechos sociales que tal Estatuto confiere a los
trabajadores, algunos de los cuales se encuentran consagrados en el Capitulo
2o. del Título II, v.gr.: el derecho de huelga, el de negociación colectiva, etc.
 
ESTADOS DE ANORMALIDAD INSTITUCIONAL APLICABLES
AL ESTADO DE EMERGENCIA-Principios rectores
 
Ha señalado esta Corporación que de la Constitución, los tratados
internacionales de derechos humanos y la Ley Estatutaria de los Estados de
Excepción, se derivan una serie de principios que regulan los estados de
anormalidad institucional, resultando, entonces, aplicables al estado de
emergencia. En el artículo 9º de la LEEE se establece que el uso de las
facultades excepcionales se sujetará a los principios de finalidad, necesidad y
proporcionalidad, entre otros requisitos. 1.        El principio de finalidad
refiere a que las medidas legislativas deben estar directa y específicamente
orientadas a conjurar las causas de la perturbación y a impedir la extensión
de sus efectos -art. 10, LEEE-. 2.         El principio de necesidad consiste en
que se deben expresar claramente las razones por las cuales las medidas
adoptadas son indispensables para alcanzar los fines que dieron lugar a la
declaratoria del estado de emergencia -art. 11, LEEE-, que abarca la
relación de necesidad entre el fin buscado y el medio empleado para
alcanzarlo. Además, en la sentencia C-135 de 2009, se expuso que “[e]l
principio de necesidad tiene origen en el derecho internacional de los
derechos humanos y hace relación a la entidad de la perturbación que pueda
dar lugar a la declaratoria de un estado de excepción por un Estado y, por
ende, a la posibilidad de hacer uso de la cláusula de suspensión de
obligaciones convencionales. De este modo, sólo se entiende legítima la
proclamación de un estado de excepción cuando se encuentra motivada en
una situación de grave peligro de la vida de la Nación, según el artículo 4 del
PIDCP, o, en términos de la Convención Americana, una amenaza a la
independencia o seguridad del Estado.” 3. El principio de proporcionalidad
está dado en que las medidas expedidas deben guardar proporción -excesivas
o no- con la gravedad de los hechos que buscan conjurar. La limitación del
ejercicio de los derechos y libertades sólo será admisible en el grado
estrictamente necesario para buscar el regreso a la normalidad -art. 13,
LEEE-. En la sentencia C-135 de 2009 se sostuvo que “en materia del
derecho internacional de los derechos humanos está expresamente
[reconocido] por el artículo 4º del PIDCP cuando señala que las
disposiciones adoptadas por los Estados para conjurar las situaciones
excepcionales deben estar “estrictamente limitadas a la exigencia de la
situación”, previsión similar a la consagrada en el artículo 27 de la CADH.
La doctrina europea ha precisado el alcance de este principio, la cual ha
tenido cierta aplicación en el ámbito interamericano.  Se considera que las
medidas serán legítimas si (i) no es posible establecer otras menos gravosas,
(ii) son aptas para contribuir en la solución del hecho que dio origen a la
amenaza, (iii) la perturbación no puede conjurarse con procedimientos
ordinarios y (iv) no exista otra medida de excepción que genere un impacto
menor en términos de protección de derechos y garantías”. 4. La sentencia
C-135 de 2009 también refirió a los principios de legalidad, temporalidad y
proclamación. En relación con el principio de legalidad señaló que tiene dos
acepciones: una, de derecho interno que  supone la obligación del Estado de
actuar conforme a las normas constitucionales y legales que rigen la
declaratoria del estado de emergencia y el otorgamiento de poderes
excepcionales y, otra, de derecho internacional público consistente en que las
suspensiones o derogaciones de derechos en virtud de la declaratoria de un
estado de excepción, no deben ser incompatibles con otras obligaciones bajo
el derecho internacional. La referencia a la vigencia del Estado de derecho
en los estados de excepción, aparece reconocida expresamente en el artículo
7º de la LEEE.         El principio de temporalidad significa que las medidas
legislativas de excepción traen consigo una limitada duración en el tiempo y
por el periodo estrictamente limitado a las exigencias de la situación -art. 27
CADH-. 6. El principio de proclamación o de declaración pública significa
que “todo Estado que va a hacer uso de las medidas excepcionales debe
manifestar expresamente las razones que fundamentan su decisión, esto es,
las circunstancias que motivan la amenaza a la vida de la Nación que sirve
como base para la suspensión de garantías. La notificación, de otra parte,
consiste en el deber del Estado de informar, a través del Secretario General
del organismo multilateral respectivo y en caso que vaya a hacer uso de la
facultad de restricción de garantías, las disposiciones que se propone
restringir, el motivo de su restricción y la fecha en la cual se haya dado por
terminada dicha limitación.” El artículo 16 de la Ley Estatutaria de los
Estados de Excepción refiere a la comunicación a los organismos
internacionales sobre la declaratoria del estado de excepción y los motivos
que condujeron a ella. Por último, la Ley Estatutaria de los Estados de
Excepción establece como presupuestos adicionales: i) la motivación de
incompatibilidad -art. 12-; ii) la no discriminación -art. 14-; iii) las
prohibiciones consistentes en suspender los derechos humanos y las
libertades fundamentales, interrumpir el normal funcionamientos de las
ramas del poder público ni de los órganos del Estado y suprimir ni modificar
los organismos ni las funciones básicas de acusación y juzgamiento, -art.15-;
y iv) la no contradicción específica.
 
 
ESTADO DE EMERGENCIA-Tipos de controles
 
El Constituyente de 1991, al establecer un nuevo régimen de estados de
excepción, partió de la idea que ni siquiera en situaciones de anormalidad
institucional le asisten facultades ilimitadas al Ejecutivo. En esa medida, la
configuración de los límites debe ir acompañado de un sistema eficaz de
controles destinados a garantizarlos. Pueden señalarse dos (2) tipos de
controles: uno de carácter jurídico y otro de índole  político que recaen tanto
sobre la declaratoria del estado de emergencia como sobre los decretos
legislativos de desarrollo. Dichos controles no resultan excluyentes, pues “los
actos emitidos con base en el derecho constitucional de excepción, como
todos los actos del poder público, son actos jurídicos sólo que se proyectan
políticamente. Como actos jurídicos, están sometidos a controles jurídicos.
No obstante, en virtud de su proyección, pueden estar también sometidos a
controles políticos”.
 

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