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Cumana, 23 de Abril del 2020

Ing. Naval- Semestre VII


Sección: 01
Realizado por: Núñez M. Alvaronis A.; C.I: 27.404.691

Corrosión y desgaste

La Corrosión es la causa general de la destrucción de la mayor parte de


los materiales naturales o fabricados por el hombre. Si bien esta fuerza
destructiva ha existido siempre, no se le ha prestado atención hasta los
tiempos modernos, con el avance de la tecnología. Se entiende por
corrosión a la interacción de un metal con el medio que lo rodea,
produciendo el deterioro en sus propiedades tanto físicas como químicas.
Los enlaces metálicos tienden a convertirse en enlaces iónicos, lo que
significa que el material pueda en cierto momento transferir y recibir
electrones, creando zonas catódicas y zonas anódicas en su estructura.
La velocidad a que un material se corroe es lenta y continua todo
dependiendo del ambiente donde se encuentre, a medida que pasa el
tiempo se va creando una capa fina de material en la superficie, que van
formándose inicialmente como manchas hasta que llegan a aparecer
imperfecciones en la superficie del metal. El desarrollo de la industria y el
uso de combustibles, en especial el petróleo, han cambiado la
composición de la atmósfera de los centros industriales y grandes
conglomerados urbanos, tornándola más corrosiva. A su vez el desgaste
de los materiales es inevitable donde quiera que se encuentren dos
cuerpos o más, en contacto bajo una fuerza o un movimiento relativo,
esto se puede también definir como una pérdida progresiva del material
procedente de una superficie operativa de un cuerpo esto debido al
movimiento relativo en dicha superficie. Más sin embargo el degaste no
es más que la erosión de material sufrida por una superficie sólida por
acción de otra superficie. Aunque también, podemos definir que la
corrosión por desgaste hace referencia al tipo de corrosión tiene lugar en
las interfaces entre materiales bajo carga, es decir en servicio, sometidos
a vibración y deslizamiento. La corrosión por desgaste aparece como
surcos u hoyos rodeados de productos de corrosión. En el caso de la
corrosión por desgaste de metales, se observa que los fragmentos de
metal entre las superficies rozadas están oxidados y algunas capas de
óxido se encuentran disgregadas por la acción del desgaste. Como
resultado, se produce una acumulación de partículas de óxido que actúan
como un abrasivo entre superficies con un ajuste forzado, tales como las
que se encuentran entre ejes y cojinetes o mangas.
Teniendo en cuenta que todos los metales forman en un cierto punto
determinado tienden a transferir o recibir electrones, teniendo esto como
consecuencia la aparición de ciertas zonas catódica y zonas anódicas; las
cuales normalmente se clasifican primeramente en lo que son los
electrodos de referencia de los cuales entre ellos podemos encontrar el
electrodo estándar de hidrógeno (SHE), este se basa en la reacción de
semiceldas que es igual a 2𝑯+ (𝒂𝒒) + 𝟐𝒆− 𝑯𝟐 (𝒈), normalmente por
convención el potencial de este electrodo V=0 para cualquier temperatura,
además de que su preparación y manipulación es engorrosa, aun así es
sumamente importante dado que a partir de él se establece un punto de
referencia que permite el estudio y análisis de muchas sustancias y
reacciones. También en esta clasificación de encuentran los electrodos,
estos mantienen un potencial constante, donde dicho potencial se conoce
con exactitud, además es resistente y fácil de usar, aunque lo más
importante de todo es que es insensible a la composición de la solución
del analito. Y en último punto de esta clasificación encontramos a los
electrodos de cloruro de plata, este electrodo se caracteriza por su fácil
construcción ya que no contiene gran cantidades de piezas y aunado a
eso este puede utilizar en temperaturas mayores a 60 grados centígrados.
Otras de la clasificación son los electrodos indicadores metálicos donde
se distinguen los de primera especie que son los de metal puro, los
cuales no son muy aplicados en el análisis potenciométrico, no muy
selectivos, además de utilizarse en soluciones básica y neutras, aunque
están se oxidan muy fácilmente. Los electrodos de la segunda especie
son casi siempre sensibles a la actividad de aniones y por ultimo están
l0os de la tercera especie los cuales son conductores inertes tales como
Pt, Pd, Au, C; Estos electrodos realizan procesos no reversibles y no
responden eficientemente a ciertas semireacciones. Y para finalizar la
clasificación general de los electrodo encontramos los electrodos
indicativos de membrana, estos no son más que electrodos selectivos a
iones cuyos sensores consisten en un elemento tipo membrana, la cual el
objetivo de esta es separara la solución interna de llenado, que contiene
una concentración fija de ión a ser detectado, mientras que se le realiza a
la solución al ser analizado.
A manera de seguir expandiendo nuestros conocimientos podemos
hablar de los tipos de corrosión que podemos encontrar normalmente de
los cuales se encuentran la corrosión generalizada, este es el proceso
corrosivo más común entre la mayoría de los metales y aleaciones, pero
en el acero inoxidable es muy escaso. Se puede presentar cuando se
utilizan ácidos minerales para la eliminación de incrustaciones salinas en
industria láctea o cervecera. Un ejemplo de corrosión generalizada es
exponer acero inoxidable de tipo ferrítico de bajo contenido de cromo a
una moderada solución de ácido sulfúrico a temperatura. La corrosión
por grietas o fisuras también forma parte de los tipos de corrosión que
existen donde la corrosión se caracteriza por un intenso ataque
localizado en grietas expuestas a agentes corrosivos como los
compuestos clonados. Este proceso es normalmente asociado al
estancamiento de pequeños volúmenes de solución causados por
perforaciones en empaquetaduras, juntas labiales, defectos superficiales
o grietas bajo pernos u otros elementos de sujeción.

La corrosión es considerado un proceso electrolítico ya que se produce la


migración de material metálico en presencia de una solución (electrolito).
En este fenómeno, los metales actúan como ánodo, mientras que el
medio electrolítico actúa como cátodo. Esta situación genera el proceso
electroquímico de corrosión. Este intercambio de iones metálicos que no
es más que la red cristalina de la estructura metálica, la cual se carga
negativamente mientras que el electrólito se carga positivamente
generando una diferencia de potencial que, da lugar al que los iones
metálicos sean depositados en el electrólito. La corrosión por picaduras
es la disolución localizada y acelerada de un metal, esto como resultado
de la ruptura de la película de óxido. Muchas aleaciones como el acero
inoxidable, son útiles solo porque producen en forma espontánea una
película pasiva de óxido, la cual reduce en forma importante la tasa de
corrosión. Sin embargo estas películas son a menudo susceptibles a la
ruptura localizada, lo que da como resultado una acelerada disolución del
metal. Si el ataque se inicia en una superficie abierta, se llama corrosión
por picaduras. Esta forma de corrosión puede producir fallas
estructurales en componentes por perforación y por debilitamiento.
La corrosión por picadura se desarrolla solo en presencia de especie
aniónicas agresivas e iones de cloro, aunque estos factores no son los
únicos. La severidad de la picadura tiende a variar logarítmicamente con
la concentración de cloro. El cloro es un anión de un ácido fuerte, y
muchos cationes metálicos muestran considerable solubilidad en
soluciones con cloro. Este compuesto es un anión relativamente pequeño
y de alta difusividad, lo que interfiere en la pasivación natural. La picadura
es considerada como un proceso de naturaleza autocatalítica, una vez
que la perforación empieza a crecer, las condiciones desarrolladas son
tales que promueven el crecimiento de la perforación. Las reacciones
catódicas y anódicas que comprenden la corrosión están separadas
espacialmente durante la picadura.

El medio inmediato a la perforación tiende a agotar los reactantes


catódicos como el oxígeno, lo cual permite que las reacciones catódicas
se desarrollen en otras partes de la superficie del metal expuesto, donde
hay mayor concentración de reactantes. Por ejemplo, cuando un metal
está presente en un electrolito de NaCl oxigenado, el pozo actúa como
ánodo y la superficie metálica actúa como cátodo. La producción
localizada de iones metálicos positivos en el pozo proporciona un exceso
local de carga positiva que atrae los iones de cloro negativos del
electrolito para producir neutralidad de carga. El pozo contiene una alta
concentración de moléculas de MCl que reaccionan con el agua para
producir HCl, el hidróxido metálico y los iones H +, acelerando el proceso
de corrosión. En el pozo, la concentración de oxígeno es esencialmente
cero y todas las reacciones catódicas de oxígeno tienen lugar en la
superficie metálica fuera del pozo. El pozo es anódico y el lugar de rápida
disolución del metal. La corrosión del metal de iniciación es de naturaleza
autocatalítica sin embargo su propagación no lo es.
Otro tipo de corrosión que podemos mencionar es la corrosión bajo
tensión es otro tipo de corrosión localizada, se reconoce por la presencia
de fracturas de la estructura metálica. La morfología de este tipo de
corrosión es muy característica. En la superficie del metal se producen
fisuras muy pequeñas de forma ramificada mientras que la cantidad de
ramificaciones tiene directa relación con la concentración del medio
corrosivo y el nivel de tensiones del metal. Cuando en los aceros quedan
tensiones residuales o se crean éstas por efecto de esfuerzos exteriores,
tales como esfuerzos de tracción, deformaciones en frío, soldaduras, y
estos se someten a un ambiente corrosivo, especialmente clorados,
pueden producirse pequeñas fisuras, dando origen a la corrosión por
tensiones.

Las grietas producidas son generalmente transgranulares o


intergranulares. Más sin embargo, otras formas de corrosión son
dependientes de la cantidad de molibdeno que contenga el metal, sin
embargo esto a veces no sucede en la corrosión bajo tensiones. En
términos teóricos, el AISI 304 y AISI 316, las cuales son leyes establecidas
por el instituto americano del hierro y el acero, muestran una
susceptibilidad similar, sin embargo, en términos prácticos la situación es
diferente. Cuando un acero sufre corrosión por picaduras, este fenómeno
provoca un punto de stress mecánico, por lo tanto un material con alta
susceptibilidad al pitting, también es susceptible a la corrosión por
tensiones ya que el ambiente en el cual se produce la corrosión por
pitting y por tensiones es el mismo.

En el caso de la industria cervecera, las etapas de preparación y


fermentación del mosto, el medio acuoso tiene una cantidad importante
de cloruros, carbonatos y sulfatos. Estos dos últimos compuestos forman
incrustaciones en las paredes de los estanques.
Durante las etapas de llenado y vaciado de los estanques, estas
incrustaciones se desplazan en la pared del estanque y al evaporarse el
agua contenida, aumenta la concentración de cloro de la incrustación.
Bajo estas circunstancias están presentes todos los factores precursores
de la corrosión bajo tensiones; hay presencia de oxígeno, cloro y las
tensiones del metal son las producidas por el trabajo de cilindrado y
soldadura. A manera de ejemplo, los materiales que por consiguiente
están sujetos a grietas de corrosión por tensión son el acero inoxidable
en cloruros, el latón en amoniaco y la goma natural en ozono.

Cuando nos referimos al tipo de corrosión intergranular, es una forma de


corrosión que se presenta en algunas aleaciones, y que está
caracterizada por la disolución del metal en las zonas próximas al borde
de grano. Se suele producir en aleaciones que forman capas pasivas,
como son los aceros inoxidables, donde consiste en la formación de
carburos de cromo en los bordes de grano, provocando un
empobrecimiento en cromo en la zona aledaña, no quedando así el
suficiente cromo para formar las capas pasivas de óxido de cromo que le
protege del ambiente. Este fenómeno es característico de los aceros
inoxidables, sin embargo se puede presentar en otras aleaciones que
forman capas pasivas, como aleaciones base aluminio o níquel. Y por
último tenemos la corrosión galvánica, es un proceso electroquímico en
el que un metal se corroe al estar en contacto directo con un tipo
diferente de metal y ambos metales se encuentran inmersos en un
electrolito o medio húmedo. Por el contrario, una reacción galvánica se
aprovecha en baterías y pilas para generar una corriente eléctrica de
cierto voltaje. Un ejemplo común es la batería de limón ya que se puede
observar como los metales diferentes reaccionan para producir una
corriente eléctrica.
La polarización de pasividad nos indica que la polarización es el
desplazamiento desequilibro o de reposo en una reacción, reducción,
oxidación (Redox). La reacción electroquímica de oxidación que da lugar
a la disolución del metal modifica el potencial de equilibrio del sistema.
Por otra parte la pasividad es la resistencia natural que poseen los aceros
para combatir la corrosión y se define como el estado en el que un metal
o una aleación pierden su reactividad química y se transforman en inerte.
En cambio, de que cuando nos referimos a la polarización de
concentración nos es más que aquella que se asocia con las reacciones
electroquímicas que son controladas por la difusión de iones en el
electrolito. Este tipo de polarización se ilustra considerando la difusión de
los iones hidrógeno hasta la superficie del metal para formar hidrógeno
gas en la reacción catódica 2H+ +2e- H2. En la polarización por
concentración cualquier cambio en el sistema que haga aumentar la
velocidad de difusión de los iones en el electrolito hará disminuir los
efectos de la polarización por concentración y hará que aumente la
velocidad de corrosión. De este modo la movilidad del electrolito hará
disminuir el gradiente de concentración de los iones positivos y
determinará un aumento de la velocidad de reacción. Aumentando la
temperatura podremos aumentar la velocidad de difusión de los iones y
por consiguiente aumentaremos la velocidad de reacción.

Además de la polarización de concentración y de pasividad podemos


mencionar lo que vendría siendo la pasividad y potencial de flade ya que
en un proceso de pasivación, de crecimiento cuando se interrumpe la
corriente anódica, al principio se realiza de manera muy rápida,
seguidamente de una disminución, hasta llegar a un potencial por debajo
del cual el metal vuelve a ser activo. La pasivación de un metal activo, es
considerado pasivo cuando su comportamiento electroquímico llega a ser
el de un metal apreciablemente menos activo o más noble. La pasivación
de un metal, en lo que concierne a la corrosión, tiene que ver con la
formación de una capa superficial de protección de productos de
reacción que inhiben reacciones posteriores.
En otras palabras, la pasivación de los metales se refiere a su pérdida de
reactividad química en presencia de unas condiciones ambientales
particulares. Muchos metales y aleaciones importantes en ingeniería se
pasivan y se vuelven muy resistentes a la corrosión en entornos
oxidantes de moderados a fuertes. Ejemplos de metales y aleaciones que
podemos demostrar pasividad son en el acero inoxidable, níquel
incluyendo todas sus aleaciones, titanio, aluminio y muchas de sus
aleaciones. Aunado a esto debemos relacionarlo a manera de ampliar
conocimientos con la sobretensión, la cual es un término electroquímico
que se refiere a la diferencia de potencial (en voltios) entre una
semirreacción determinada termodinámicamente por su potencial de
reducción y el potencial en que se observa experimentalmente el proceso
redox. La sobretensión puede dividirse en diferentes subcategorías que
comúnmente no están bien definidas, como por ejemplo, "la sobretensión
de polarización" que puede referirse a la polarización del electrodo
encontrada en los picos hacia adelante y hacia atrás de voltamperometría
cíclica. Lo que indica una razón probable de la falta de definiciones
estrictas, es la dificultad para determinar cuánto de una sobretensión
medida se deriva de una fuente específica. Lo que indica que hay que
preceder agrupar las sobretensiones en tres categorías: activación,
concentración y resistencia.

La sobretensión puede dividirse en muchas diferentes subcategorías que


no siempre están bien definidas. Por ejemplo, "sobretensión de
polarización" puede referirse a la polarización del electrodo y la histéresis
encontrada en los picos hacia adelante y hacia atrás de voltamperometría
cíclica. Una razón probable de la falta de definiciones estrictas, es que su
difícil para determinar cuánto de una sobretensión medida se deriva de
una fuente específica. Hay precedente de agrupar las sobretensiones en
tres categorías, que son: activación, concentración y resistencia.
El Diagrama de Evans de un sistema en corrosión se refiere a que cuando
la cinética de los dos procesos, anódico y catódico, es tal que una
pequeña variación en la corriente catódica provoca una gran variación en
la corriente anódica (o sea en la corriente de corrosión), se dice que el
sistema está bajo control catódico. En cambio, que cuando una pequeña
variación en la corriente anódica produce un gran desequilibrio en el
proceso catódico, o sea, en la intensidad de corrosión, se dice que el
sistema está bajo control anódico. Estos diagramas son de utilidad
porque muestra cómo funcionan las celdas electroquímicas. Estos
diagramas muestran el efecto de la polarización en el comportamiento de
corrosión.

A su vez el diagrama de Pourbaix se encargar de trazar un equilibrio


estable en las fases de un sistema electroquímico acuoso. Los límites de
iones predominantes son representados por líneas. Como tal, la
comprensión de un diagrama de Pourbaix es similar a la de un diagrama
de fases. El diagrama tiene el nombre de Marcel Pourbaix, a raíz de que
fue un químico belga que lo creó en 1938. Los diagramas de Pourbaix
también son conocidos como los diagramas de Eh-pH, debido a la
rotulación de los dos ejes. El eje vertical se denomina Eh para el potencial
de voltaje con respecto al electrodo estándar de hidrógeno (SHE),
calculada por la ecuación de Nernst.

En los diagramas de Pourbaix existe tres tipos generales de líneas, donde


cada una representa un equilibrio entre dos especies; las líneas
horizontales se encargan de indicar reacciones con dependencia
solamente del potencial; las líneas verticales indican las reacciones con
dependencia solamente del pH y por últimos las líneas oblicuas las cuales
indican las reacciones con dependencia tanto del potencial como del pH.
Los diagramas de Pourbaix son útiles en el campo de la corrosión,
además de en otros muchos campos, tales como electrolisis industrial,
recubrimiento, electro obtención y electro refinado de metales, celdas
eléctricas primarias y secundarias, tratamiento de aguas e
hidrometalurgia, entre otros.
Los diagramas de Pourbaix son particularmente útiles en el estudio del
comportamiento frente a la corrosión de materiales metálicos, ya que
permiten predecir las zonas de inmunidad, corrosión y pasivación de un
metal en un medio agresivo determinado. Si el metal en su forma
elemental es la fase termodinámicamente estable, esto indicará
condiciones de inmunidad.

A manera de síntesis podemos concluir que la corrosión y el desgaste es


un problema industrial importante, debido a que pueden causar
accidentes de rupturas de una pieza y, además, representa un costo
importante, ya que se calcula que cada pocos segundos se disuelven
cinco toneladas de acero en el mundo. Procedentes de unos cuantos
nanómetros o picómetros, invisibles en cada pieza pero que multiplicados
por la cantidad de acero que existe en el mundo, constituye una cantidad
importante. Existen muchos mecanismos por los cuales se verifica la
corrosión lo que permiten causar un gran impacto sobre la seguridad y
confiabilidad de un amplio rango de artículos, su impacto económico es
muy alto y juega un rol críticos en la determinación de los ciclos de vida
en cuanto a rendimiento, seguridad y costo de los productos y sistemas
de ingeniería, infraestructuras y defensas de los países, áreas
tecnológicas como producción de energía, explotación, producción y
distribución petrolera.
En resumen, la corrosión ha sido definida como la destrucción de un
metal mediante una reacción química o electroquímica por el medio
ambiente y representa la diferencia entre una operación libre de
problemas con gastos de operación muy elevados. Todos los metales y
alecciones son susceptibles de sufrir el fenómeno de corrosión. La
importancia de los problemas de la corrosión exige que se realice una
valoración económica y esta es difícil de dar, porque hay pérdidas
directas referidas exclusivamente al valor del material destruido y unas
perdidas indirectas cuya valoración es más complicada de dar, como
contaminación de la producción debida a un fallo inesperado en el metal,
perdidas del producto, consumo de energía, pérdida de rendimiento de
procesos o por acumulación de productos de corrosión en paredes, sobre
espesor de los materiales, todo ello en consecuencia de fallos del metal.

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