La flufenacina y el haloperidol son antipsicóticos de alta potencia, tienen además
acción sedante e hipotensora baja.5 Por estas razones se prefieren a los de baja potencia. La clorpromacina es un medicamento de baja potencia farmacológica 3 y la recomiendan cuando se busca la menor incidencia de extrapiramidalismo. 3,6,7 Por su parte, la levomepromacina, también neuroléptico de baja potencia, es aprovechada independientemente de sus efectos antipsicóticos, con fines sedantes. Estos aspectos explican la alta frecuencia de utilización de estos fármacos, resultados que permitieron concluir en nuestro estudio que los neurolépticos más utilizados fueron: flufenacina, clorpromacina y levomepromacina.
En este trabajo de 191 pacientes muestreados, 108 (56,5 %) fueron tratados en
algún momento durante su internamiento con combinaciones de neurolépticos. Algunos artículos revisados son claros al definir que los antipsicóticos ya sean convencionales o atípicos no deben ser prescritos juntos, excepto durante períodos cortos para cubrir el cambio de un antipsicótico por otro. 6,7 Sin embargo, autores como González a pesar de reconocer que no son aconsejables las combinaciones entre neurolépticos, las considera ocasionalmente beneficiosas. 8 Otro estudio reciente afirma "usar 2 antipsicóticos es muy habitual, hay casos donde se combinan hasta cinco a la vez". 9,10 Esto se explica por el hecho de que algunos síntomas como las alucinaciones y los delirios responden de manera preferencial a los llamados antipsicóticos de derecha o incisivos entre los que se encuentra la flufenacina, y estos últimos a su vez tienen pocos efectos sedantes y grandes probabilidades de desarrollar efectos extrapiramidales, lo que no comparten clorpromacina y levomepromacina, conocidos como de izquierda. 11,12
La relación encontrada en el estudio entre el número de neurolépticos empleados y
el tiempo de evolución de la esquizofrenia se pudiera explicar a partir de determinados fenómenos que aparecen en el caso de las enfermedades crónicas, como son la no adherencia al tratamiento, la resistencia y la refractariedad a los neurolépticos como causas de exacerbaciones y agravamiento de los síntomas. 8 La presentación de cualquiera de estas causas en un paciente esquizofrénico determinado de largo tiempo de evolución puede motivar que la decisión del prescriptor sea combinar 2 o más neurolépticos, en muchas casos utilizando el criterio ya comentado. Se pudo concluir que existía asociación entre el número de neurolépticos utilizados y el tiempo de evolución de la enfermedad.
Al relacionar las variables estadía hospitalaria y gasto en medicamentos, se pudo
concluir que la estadía hospitalaria fue el indicador que más encareció la terapéutica del paciente esquizofrénico. Los nuevos enfoques comunitarios en la psiquiatría deben conducir a la reducción de las estancias hospitalarias prolongadas y disminuir por este concepto el costo hospitalario del paciente esquizofrénico.