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Proceso de Paz
Proceso de Paz
En estas naciones, cinco años luego del fin del conflicto, el PIB
avanzaba a un ritmo del 4,2 por ciento y a los 10 años su tasa de
crecimiento fue del 5,2 por ciento. Similar situación ocurrió en estos
países con la tasa de inversión, que en el año de la firma de la paz fue
del 17,8 por ciento del PIB y a los tres años subió al 21,1 por ciento,
para mantenerse así a los cinco años e incrementarse hasta el 23,5
por ciento del PIB luego de una década de finalizado el conflicto.
Asimismo, en los 18 países parecidos a Colombia que firmaron
acuerdos de paz, el nivel de desempleo bajó 9 por ciento en los diez
años siguientes a los acuerdos, lo que se tradujo en una reducción de
1,3 puntos en el indicador.
Más consumo
Otro de los impulsos que se han visto en los países con conflictos
parecidos al colombiano, a los tres años de firmados los acuerdos de
paz, es un fuerte repunte en los indicadores de consumo de los
hogares, al igual que en el desempeño de la industria y del sector
agrícola.
En cuanto al primero, los análisis mostraron que en los 18 países en
mención el gasto en consumo final de los hogares pasó de un nivel
negativo del 3,5 por ciento en el año del acuerdo a 9,4 por ciento tres
años después.
Pero así como varios analistas han calculado en unos 300 billones de
pesos las inversiones para atender el posconflicto, el estudio muestra
además un escenario en el que durante los 10 años siguientes al
acuerdo los gastos del Gobierno se incrementan a un ritmo del 17 por
ciento.
Entre tanto, se calcula que en este mismo período del año los
ingresos para el Gobierno tendrían un incremento en un menor
porcentaje (de 1,4 puntos del PIB), equivalente a unos 9,8 billones de
pesos actualmente, esto es, a un nivel del 11 por ciento durante una
década.
Entre las razones para que estos delitos hayan disminuido están los
avances que se han logrado en los diálogos que adelantan el
Gobierno y las Farc, en La Habana, lo que significa –a juicio del primer
mandatario– que el país está yendo “en la dirección correcta”.
Las Farc no son el único grupo al margen de la ley. Esta el Eln y las
Bacrim, solo por nombrar algunos. Por su naturaleza, la rentabilidad
de los negocios ilícitos es muy alta y seguirá siendo atractiva para
cualquier persona o grupo como un “buen negocio”. Si el Estado no lo
controla (y esto requiere mucho dinero) es natural que por la
ambición humana estos se fortalezcan.
La segunda, se refiere a la reactivación del agro con la nueva
inversión gubernamental. Pongo en contexto al Gobierno sobre
algunas situaciones.
Desde el año 2003, con el estudio del Banco Mundial titulado Breaking the
Conflict Trap: Civil War and Development Policy, se vienen adelantando
trabajos dirigidos a medir la incidencia de un acuerdo de paz sobre la
actividad económica, o sea, lo que se ha dado a conocer como los
dividendos de la paz.
Quienes somos más conservadores pensamos que hay que tener inmensa
precaución en adelantar gastos si no están asegurados los recursos, y que
es necesario prever en la próxima reforma tributaria ingresos fiscales
adicionales para atender el gasto público asociado con el proceso de paz,
máxime cuando los dividendos de la paz solo se percibirán dentro de
algunos años.
Roberto Junguito
Exministro de Hacienda
roberto.junguito@gmail.com
De la paz y la economía
colombiana: ¿un proceso de paz
conveniente?
“Me han condenado al exilio, y he venido como suplicante a tu hogar, pero no para
buscar seguridad y salvación –pues, ¿con qué objeto iba a venir aquí, si temiera a
la muerte?-, sino para vengarme de quienes me han expulsado, venganza que ya
empiezo a cobrarme al poner mi persona entre tus manos. Por tanto, si tienes el
deseo de atacar a tus enemigos, sea noble señor, sírvete de mis calamidades, y
haz de mi adversidad la buena fortuna del pueblo volsco. Lucharé a favor vuestro
mejor de lo que he luchado contra vosotros, en la medida que se combate mejor
cuando se conocen las tácticas de los enemigos que cuando se ignoran. Pero, si
has desistido de la guerra, ni yo quiero vivir, ni para ti estaría bien que salvaras la
vida de un hombre que antaño fue tu mortal enemigo y que en el presente no te
puede servir ni serte útil” (Plutarco – Vidas paralelas, Alcibíades-Coriolano)
El primer ejemplo que vale la pena mencionar es el proceso Nepalí, que comenzó
en 2006, con la vivencia de una guerra maoísta y campesina. Este conflicto dejó
más de 13.000 muertos y 50.000 desplazados. Hoy, este territorio Nepal,
geográficamente ubicado en el Himalaya en el Continente Asiático, luego del logro
de la dejación de armas, a pesar de ser uno de los países más pobres y menos
desarrollados del mundo, ha logrado un ascenso del PIB Per cápita de 323 dólares
para el 2006, 1100 dólares para el año 2007 y 1300 dólares para el 2012. Nepal
posee una ventaja competitiva que le permite acelerar su crecimiento económico,
por ejemplo mediante la explotación de su potencial en energía hidroeléctrica y
turismo, áreas de reciente interés de inversores extranjeros
Otro ejemplo más cercano a Colombia ha sido El Salvador, cuyo conflicto armado
fue originado por factores como la caída internacional del precio del café, los
constantes fraudes electorales y el descontento de los salvadoreños por la forma
de gobernar de los militares. Para dar por finalizado este conflicto de más de una
década entre el gobierno de El Salvador y el Frente Farabundo Martí para la
Liberación Nacional (FLMN), se firmó un pacto el 16 de enero de 1992 en
Chapultepec, México. Es evidente la evolución que se ha generado en El Salvador
y las oportunidades laborales y educativas que han surgido posteriores a la firma
de la paz, pese a la existencia indiscutible de que los conflictos sociales tienen sus
adeptos, que son quienes se benefician económicamente, bien sea por el comercio
armamentista, el reclutamiento y otros muchos derivados de la violencia.
La tasa de alfabetización en Nepal ha tenido un crecimiento asombroso en los
últimos años, como lo muestra la grafica. Vale la pena mencionar que un pueblo
educado es mucho más productivo y esto representa mayor progreso para una
nación.
Por su parte El Salvador, otro claro ejemplo de un exitoso proceso de paz, ha
mantenido un crecimiento no solo educativo, sino que también su producto interno
bruto ha presentado un crecimiento superior y
sostenible. Fuente: http://www.indexmundi.com
Según el Carter Center, un gran número de los mas de 50 conflictos armados que
han azotado el mundo desde la Guerra Fría se han originado por choques
religiosos, étnicos y políticos, y de estos, la mayoría de ellos ha sido solucionado
por la vía negociada. Esto muestra que es importante aprender de la historia.
Vale la pena recordar el ejemplo mas impresionante: Bill Clinton en 1995 negoció
en 20 días en el interior de una base aérea el llamado Acuerdo de Dayton que
acabó con mas de tres años de Guerra en Bosnia; este acuerdo es el espejo mas
admirable de resolución de conflictos.
Cabe mencionar a su vez países como Guatemala, Irlanda del Norte (firma la paz
el 10 de abril de 1998), Angola (20 de noviembre de 1994), Sudáfrica (Diciembre
de 1996, Filipinas (15 de Octubre de 2012) entre otros, que han visto cómo sus
economías han tenido un crecimiento, con oportunidades de empleo para un
mayor grupo de habitantes y con el mejoramiento de la productividad. Fuente:
http://www.indexmundi.com
Expertos en temas políticos dan diversas opiniones acerca del proceso de paz y
las implicaciones de éste para los colombianos. Algunos peritos como Rafael
Humberto Moreno, afirman que en nuestro país es la política la que corrompe el
narcotráfico, y hasta el mismo paramilitarismo. Aseveraciones que muchas veces
pueden generar sensibilidad y molestias para otros. Por su parte, Profesores de la
Universidad de Harvard en Ciencia Política, Economía, Gobierno y Ciencias
Sociales, afirman que Colombia está preparada para la paz, sin embargo surge la
pregunta de qué consideran legítimos los colombianos por el hecho de que
muchas personas están indignadas por el comportamiento de la guerrilla. “Esto es
difícil, pues implica reconocer el poder y la autoridad de la guerrilla, al menos en
algunas partes del país y algunos aspectos de la vida colombiana”, dice el experto
James Robinson.