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3 i s- EEE Guayaquil, Oc cy Pray OD Ce USCC UL Querer a Medellin es: que los conductores respeten las aceras para los peatones Camparia civica de la Fundacién Historias Contadas Complete su coleccién de las anteriores revistas: 116 nuimeros publicados a$ 3.000 cfu REVISTA Afio 10, No. 81, abril 15 a mayo 15 de 2013 ISSN 1794-5852 historiascontadas2@yahoo.com www.facebook.com/historias.contadas www.revistahistoriascontadas. blogspot.com Director - Editor: Carlos E. Lopez Castro COMITE EDITORIAL: Jaime Mercado Jr. Carlos Ossa Héctor Castrill6n Londofio Oscar Ignacio Arismendy T. César Betancur Giraldo Deyci Janet Ibargiien U. Hortensia Diaz José Adan Ardila Carlos César Arenas U. Jairo Agudelo Zapata Yaneth Molina Raga COLABORAN EN ESTA EDICION: Enrique de la Calle Jestis Lopez Giraldo MERCADEO, VENTA Y DISTRIBUCION: César Betancur G., Inés Botancur Arango, Humberto Avarez. DIAGRAMACION: Enrique de la Calle CORRESPONDENCIA: Edificio Furatena, of. 603 Cr. 47 No 50-24 Telefax 251 88 26 Medellin - Colombia as opiniones expresadas por sus autores son libres y no comprometen el pensamiento editorial, Esta revista hace parte de: Wy Sr Ror Ue eae) DEED TF Do atc) PP 20. Héctor na DT ESET TUE) SOU Py PTE} | CUENTA EL DIRECTOR ) Medellin se desune a posible fusién entre las empre- L sas UNE y Millicom, a causado re- vuelo y polémica que ha dividido la ciudad entre unos pocos que defienden la fusién y una mayoria que no esta de acuerdo. Un grupo de organizaciones socia- les, fundaron el pasado 11 de abril el “Colectivo Medellin nos une en defensa del patrimonio publico” en contra de la privatizacién de las telecomunicacio- nes y en desacuerdo con la fusion UNE con la empresa sueca Millicom. En su declaratoria expresan: “Consideramos que es necesario develar los propésitos de los actores, su historia... los intere- ses que se mueven, el destino de las altas rentabilidades y los beneficiarios de un proceso que de entrada despo- jaa la ciudad de una de sus empresas més queridas y emblematicas, orgullo del empuje de la region’. Recordemos que el alcalde Anibal Gaviria en su campafia se habia com- prometido a no privatizar a UNE y hoy es uno de los defensores de la fusién con Millicom Ademas del concejal Bernardo Ale- jandro Guerra, opositor de la privatiza- cién de UNE, Luis Bernardo Vélez es concejal vocero del “Colectivo social Medellin nos Une’. Por otra parte, en un video difundido en las redes socia- les, por el concejal Miguel Andrés Quin- tero, se advierte sobre UNE, que: “La empresa tiene un patrimonio de 4 billo- nes de pesos. En el pais, es el operador numero uno en internet y el segundo en television de cable. Tiene cerca de dos millones de usuarios. Sus utilidades pa- saron de 430 mil millones a medio billén Oliisicias Couche de pesos en el tiltimo afio. 2Cudl es el afan de regalar esta joya de la corona a un privado?, gpor qué vamos a entre- gar este patrimonio de los ciudadanos a.una firma particular?” En un debate en el Concejo de Me- dellin, el pasado 29 de abril, se expu- sieron tres nuevas garantias en caso de que se dé la fusién. Que EPM ten- ga mayor propiedad sobre la nueva compafifa mixta, ya que al principio se planteaba una participacién igual de las. partes. Negociar una prima de control, en vista de que Millicom se hara cargo de la operacién de la compaiiia resul- tante de la fusién. Hasta ahora, las par- tes habian acordado que Millicom tenia que entrar a reconocer a EPM un ca- pital, cercano al billén de pesos, para tener paridad en la propiedad. Y crear un fondo municipal al que iran entre el 2y 5 por ciento de los excedentes de la nueva compafifa para financiar la uni- versalizacién de las TIC, Tecnologia de la Informacién y Comunicaciones, en la ciudad (acceso, subsidios, calidad). Se ha comprobado que Millicom, so- cia de UNE y ETB (en OLA TIGO) des- de 2006, no ha entregado utilidades y desde hace siete afios, alin debe parte del préstamo de $ 362 mil millones que se le hizo para que capitalizara a Co- lombia Mévil (OLA). Si UNE pertenece a EPM que es una empresa ptiblica, donde sus due- fios son los mismos usuarios, entonces épor qué una minoria quiere privatizar el patrimonio de los antioquefios, a una empresa que se llevard sus ganancias del pais? Si llega a pasar asi, Medellin se desune. No. 81, abril 15 a mayo 15 de 2013 Pinceladas sobre el extinto Guayaqu Por Jaime Mercado saz N guntado por qué a ese sector, que constituyé un barrio de Medellin, se le deno- miné Guayaquil. Como se recordaré, al comienzo, el primer mercado pibli- co quedaba en Ia Hamada Plaza Mayor, ubicada en el parque de Berrio. Mas tarde, se construyé la Plaza de Flérez. Fue esta la primera plaza cubierta que tuvo Medellin. En esa misma época, ha- bia un sitio, cuyo propietario era don Coriolano Amador. El lugar, era insalubre, tanto desde el punto de vista fisico como moral. Estaba en unas especies de lagunas, causa- das por el desbordamiento del rio Medellin Coineidi6é su fundacién, con la época en que en la ciu- dad de Guayaquil, Ecuador, habia una epidemia de fiebre amarilla y beri beri. Concluyo que esta fue la analogia, que hizo el pueblo anénimo, que todo lo observa, para que se le diera en ese lugar, el nom- bre de la capital del vecino pais. En 1892 el Concejo de Medellin autoriz6 a los repre- sentantes de Amador, para construir el mercado cubier- to, en un predio de él. Inme- jempre me No. 81, abril 15 a mayo 15 de 2013 Ra es diatamente, fue contratado el arquitecto francés, que a la saz6n vivia aqui, Carlos Carré, para que hiciera los planos y luego se construyé el primer edificio. Tenia ar- mazén de madera de comi- no, con ladrillos acostados y pegados con calicanto. Obviamente, no habfan llegado los automéviles. Los vehiculos, eran de traccién animal: carretas y caneillas, cuyos propietarios las apos- taban en una de las aceras de la plaza. Alli, esperaban trabajos de carga, para trans- portar la mercancia a los dis- tintos lugares de la ciudad, La plaza se inauguré en 1894. EPICENTRO DE MUCHAS COSAS Alberto Upegui Benitez, en su libro “Guayaquil, una ciudad dentro de otra”, dice lo siguiente sobre este sector: “Habla unas cuantas casu- chas derrengadas, guaridas de pajaros de mal agiero. Un poco mas abajo, hacia el sur, se extendian unas ciénagas pestilentes, refugio de ladro- nes, de maleantes y de pros- titutas”. LO QUE SIGUE En el lugar, en el plano humano, se daban cita todo género de personas que se dedicaban, desde esa épo- ca, al llamado subempleo. Vendedores de legumbres y frutas, revendedores, inter- mediarios, culebreros, cacha- rreros, bulteadores, deros, tabernas, ladrones y prostitutas. Pero ese punto, no solo era el escenario para que ahi trataran de subsistir muchos seres, Alli, también habia al- gunos individuos, de cierta prestancia econémica, que realizaban negocios de gran envergadura. Vendian canti- dades de panela, arroz, maiz y yuca, Como no habia pa: Histerias Contadas curan- peleria cercana para las tran- sacciones, los comerciantes acudian a todo tipo de ele- mentos, que sitvieran para plasmar la palabra impresa papel de estraza, servilletas, cajas vacias de cigarrillos, ete. Los que realizaban es- tas actividades, obedecian todo lo estipulado en estos documentos informales. Era la época, en que la palabra oral, era trasunto de un con- trato, de una escritura, CACHARRERIA “LA CAMPANA” Al hablar del antiguo Guayaquil, hay muchos es- tablecimientos, que fueron testigos mudos de este lugar, cuyo privilegio fue su topo- grafia plana En aras del recuerdo, hay que mencionar la cacharreria “La Campana”. Su propie- tario fue don Jairo Jiménez Giraldo, En su libro “Don Ri- che y su Guayaquil”, cuenta cémo lleg6 a ella. Explica que su hermano Riche, fue el pri- mer propietario del estable- cimiento. Dice que por ahi, pasaron muchos comprado- res, en demanda de precios justos para los objetos que pretendian comprar. Agrega que al frente, habia flotas de taxis grandes y también, era paso obligado, de todas las lineas de buses de Medellin, asi como las rutas de los tran- vias. Con respecto al sector, que otrora fue préspero, dice: “Aqui en “La Campana’, lle- vamos mas de siete arios per- diendo dinero. Esperamos la reactivacién de Guayaquil”. Oliisicias Coutadae Elmésica Julia César viejo Guayaquil Foto: Yaneth Molina Raga JOSE BARROS El insigne compositor costefio, José Barros, al llegar a Medellin, cargado de espe- ranzas, se refugié en Guaya- quil. Su orfandad econémica lo obligé a vivir en un lugar, donde como dijo Cervantes, “toda incomodidad tuvo su asiento” Cuenta él que alli tuvo muchos amigos que le dis- pensaron un sano aprecio. Nunca nadie lo agredié, ni de palabra, ni de hecho. Muchos de los temas, de su copiosa produccién los concibid en ese lugar. Pero no solo eso. Sus rei- teradas afugias, secuela de su problema econémico, logré miitigarlas en ese sector. En una crénica, que publiqué en este misma revista, dice que, en alguna ocasién, decidié ir a una casa de empeno en ese sitio, Su propésito era el de dejar, a guisa de emperio, algunos enseres que tenia. Tras haberle explicado al ad- ministrador Ia razén de su decisién, éste decide prestar- le el dinero, que él necesitaba y rehtisa aceptar los objetos. Esta humana determinacién, con la que él no contaba, le deja para siempre la impron- ta de una gran accién gene- rosa LA PLAZA MINORISTA En 1968, ocurrié un grave incendio en el sector. Se dice que fue provocado. Luego, en 1977, hubo otro incendio en El Pedrero, lugar satélite de Guayaquil. A raiz de este hecho, el municipio decide construir, la Plaza Mi- norista “José Maria Villa” E115 de agosto de 1984, se inicia el traslado de los co- merciantes, En la Minorista hay, mas de mil asociados ac- tivos. Tienen su propia coo- perativa, denominada Coo- merca, La planta fisica, es de propiedad de las Empresas Varias. Coomerca tiene un contrato con la mencionada entidad municipal y le paga un arrendamiento, No. 81, abril 15 a mayo 15 de 2013 DANIEL SANTOS No podfa faltar, en esta relacién histérica de Guaya- quil, el gran Daniel Santos “El inquieto Anacobero”, que tal fue uno de sus prime- 10s apelativos, siempre habé bien de Colombia. En Car- tagena, en Cali, en Medellin, y en muchas otras ciudades, dejé una huella imborrable, ora como intérprete 0 como autor. “De Colomiba, dijo, son muchos los recuerdos que tengo: Luz Dary, la espo- sa que mas amé, Daniluz mi hija mas querida”. En su vida andariega y turbulenta, no escatimaba visitar lugares, por humil- des y peligrosos que fueran. En cierta ocasién, cumplia un contrato en Medellin, En uno de los recesos, aprove- ché para dar una vueltecita “Para conocer la vida de esta gente maleva, que solia fre- cuentar_ a Guayaquil”. Una noche, llegé hasta el bar “El perro negro”, un lugar donde se escuchaba misca antilla- na. Entre ella, la de la Sonora Matancera. Cuando el administrador del establecimiento se dio cuenta de quién era, le advir- ti6: “Oiga compadre éCémo se le ocurre venir solo a este bartio?” No se preocupe, le contesté Daniel y afiadié “Esta es mi gente y yo quie~ to estar con ellos”. Luego, al resto de la clientela, que alli estaba, lo rode. Uno de ellos le dijo “No se preocupe jefe, Esté en Antioquia. Aqui nunca le pasaré nada”. Pos- teriormente llegan otros y le No. 81, abril 15 a mayo 15 de 2013 “Para conocer la vida de esta gente maleva, que solia frecuentar a Guayaquil”. dicen: “St jefe. Esté tranqui- lo”. Fue alli, donde lo bau- tizaron “El jefe”. Este fue el iltimo apodo que empleo en su vida, Dejé de ser entonces El anacobero”, “El duro”, “E1 interminable”, “El aman- te insaciable” MI LLEGADA A MEDELLIN Pero no todo lo que cuen- to en esta crénica, es el re- sultado de lecturas tedricas. También, puedo hablar de ese lugar, en forma vivencial. Alllegar a esta ciudad, a estu- diar en la Universidad de An- tioquia, en 1960, Guayaquil estaba incélume, en el aspec- to mercantil y en otras, de las fiaquezas inherentes a la es- pecie humana, que allf con- vivian inmersos en las dificul- tades. En efecto, allf vivieron muchos individuos, que, aguijoneados por la esca- sez econémica, transgredian muchos preceptos, cuya ob- servancia no deja de ser algo utépico. Las necesidades hu- manas, son como las aguas estancadas. Permanecen un tiempo, detenidas. Pero lue- 0, buscan orificios para salir. Igual reaccién se produce en los hombres. En este sentido, los latinos, que fueron algo pragmaticos, acufiaron esta sentencia: “Primum vivere, deinde philosofare”. Primero es la vida, luego el filosofar. Mis reiteradas visitas a Guayaquil, mezcla de cu- riosidad y de busqueda de economfa, fueron provecho- sas. Recuerdo, entre otros, el almacén La Guitarra, cuyo propietario era un senor de apellido Tobén, Trabajaba con varios de sus hijos. Ese lugar era un hibrido de pren- derfa y venta de discos. Alli consegui casi toda la colec- cién de Pacho Galén, de la orquesta Emisoras Fuentes, la de José Pianeta Pitalua, la Orquesta del Caribe y tantas otras En El Pedrero, le logré conseguir unos “pepinitos” medicinales, segtin la far- macopea homeopatica. Mi sefiora me los hervia, en las horas de la noche, para hacer infusiones, las cuales aspira- ba por las fosas nasales. Doy fe de que este remedio natu- ral, me combatié una sinusi- tis cronica que yo padecia. Pero también guarda, para mi, un recuerdo ligu- bre. Alli perecié el cantan- te Ratil Lépez. Buscando la economia del lugar, perecié aplastado por un bus. Un dia antes, habia convenido, por conducto de mi hermano Iber, una cita con él, para pu- blicar un reportaje en el pe- riédico, ya extinguido, El Co- reo, del que yo era redactor. Su muerte, me produjo, no solo tristeza, sino una profun- da frustracién, Querfa dialo- gar, con uno de los artistas que hacia furor en esta ciu- dad con temas como “Llora coraz6n’, “Ven pa la guerra”, y ‘Juanita bonita”. @) Historias Contadas Gon Guayaquil, un pretérito que nos identifica 7 sobre dy’ el barrio “| emblemé. tico por excelencia de Medellin, es siempre apasionante. Descorrer esa mirilla pretérita que nos con- voca a memoria citadi- na, es cuando menos evocativa. Guayaquil es Ia identidad central de la capital montafiera. No existe rasgo, con- ducta, vivencia que no comporte su impronta. Es de la pura esencia paisa. No hubo asunto de im- portancia que no consultara con su espacio. Lo relevante y lo imelevante se turnaban para incidir en su trasegar cotidiano. Triquifuelas, avi- vatadas, ingenio del tumbis, solidaridad, nobleza, sensibi- lidad social se entrelazaban en un maridaje impensable en teorfa, pero que la practica posibilitaba Cualquier cosa era posi- ble en Guayaquil. La sorpresa més alucinante o ignominiosa podia aparecer en el segundo Oliisiciias Cautadas ‘menos sospechado. Se discu- tia sobre si era mas honora- ble ser conservador que libe- ral, sobre la inmortalidad de la cucaracha, sobre si “Can- cin de la vida profunda” era el poema mis representativo de [a lirica colombiana, Se vituperaba sobre las putas, sin poder renunciar a ellas. Eran las despreciables éticas en ausencia y las imprescin- dibles a la hora de la morti- ficante lujuria. Humilladas y ofendidas por la doble moral de la sociedad y rescatadas y dignificadas por el excelso poeta mejicano Jaime Sa- bines en su imperecedero poema “Canonicemos a las santoral del sAbado. Guayaquil era_una fiesta perpetua. Parecia la prolon- gacién de un domingo. Un barrio que posefa la gracia santificante de entrelazar amieros y hombre de frac. Politicos, divas, ciudadanos comunes y silvestres, fotégra- fos callejeros, artistas consu- mados y en trance de serlo, Ladrones, policias y bohe- mios de toda especie, Proxe- netas, vividores y desde Iue- g0, comerciantes de todas las escalas sociales. Era una época donde el hombre era superior a la maquina. Algunas como el automotor y el ferrocartil, se disputaban el protagonismo con lo humano. Todavia no No. 81, abril 15 a mayo 15 de 2013 Tertula realizada el 20 de abril, sobre el viejo Guayaquil afloraban los grandes inven- tos del siglo XX y las maqui- nas monta discos acapara- ban la atencién central. de la poblacién, Quizé por eso las tertulias callejeras estaban a la orden del dia CONTERTULIOS Esta antesala nos sirve de alfombra para darle la pala- bra a los participantes de la tertulia que Historias Con- tadas concité para el tema “Memoria oral y escrita del barrio Guayaquil”. A partir de la ponencia del maestro Jaime Mercado sobre el in- cendio de la plaza y posterior traslado de ésta a la minoris- ta José Maria Villa. Tomé la palabra el sefior Fabio Rol- dan. Un personaje que fue protagonista de la historia menuda de este sector. Con tono claro registré algunas consideraciones, y esto dijo: “Antes de la Plaza Minorista, primero existieron las Plazas Satélites, en los barrios, que fueron: Castilla, Campo Val- dés, Guayabal, Belén y la Plaza de Florez. Existe una anécdota, cuando se fundé la Mayorista, que fue primero que la Minorista. Los abarro- No. 81, abril 15 a mayo 15 de 2013 teros, ubicados Gra- nados y en el Pasaje Sucre, estaban reacios a salir de ahi Entonces el alcalde de esa época llené de huecos las ca- lles y con eso los sacé a la brava y los hizo ir para la Mayorista, donde antiguamente estaba el hipédromo San Fernando Después del incendio de la Plaza de Guayaquil, se anulé una parte de la plaza, pero siguié funcionando. Ahf fue cuando se amplié El Pe- drero, que estaba entre el Pa- saje Sucre y la plaza antigua, Al frente del Pasaje Sucre, hacia abajo entre Cicuta y Tenerife, hicieron un segun- do piso que era Supermerca- do Guayaquil, que tampoco tuvo mayor acogida y se aca- b6 ligero. Se volvié un sitio de atracadores” Por su parte, el hombre de radio, Jairo Agudelo Zapata, nos ilustr6 sobre algunos aspectos relevantes del _comercio del barrio. “Lo que era ese sector de Guayaquil hacia el afio de 1889, des- de esa fecha ya era impor- en Go de Flérez que fue en el ano de 1891 yen vista que no era tan importante, decidieron hacer la plaza de Cisneros, que el sefior Coriolano Amador dio los terrenos y vendié las partes aledafas. Después, se convierte en un lugar referen- te de encuentro de muchas personas y va para el ano de 1914 viene la famosa Esta- cién Cisneros (del Ferrocartil de Ant.) y la Estacién Amaga (del Ferrocaril de Amaga), de donde salian trenes para Cali y otras partes del pais. Organizaron hoteles y cons- truyen los Edificios Vasquez y Carré, Empiezan algunos comerciantes, de renombre, venidos de Granada, Marini- lla y Santuario para confor- mar sus negocios. En 1922, Luis Eduardo Yepes, uno de los hijos menores de una fa- milia muy negociante siendo este personaje de Copaca- bana, funda un negocio en Barranquilla, uno de los pri- meros almacenes Ley, y des- pués en Medellin. En 1949, Gustavo Toro Quintero, abre el primer almacén Exito de la tenes Dee Carrera 49 No. 53-3 pues vino la SERVICIO A DOMICILIO construccién eens ra de la placita ae eel Gon ciudad, en un local de cuatro metros por cuatro. Alli vende telas, retazos, cobijas, Para 1950 viene un almacén Exito grande que es el que hoy esta junto al Palacio Nacional. En la década de 1970 compré lo que eran las instalaciones de Sears, cadena norteamerica- na. Se recuerdan persona- jes como La Piragua, cuyo nombre era Maria Cristina de los Rios, Cuando estaba en [a calle, con alguna nieta © hija, le podian gritar y era toda una dama, no se inmu- taba. Su costumbre era crear tumultos y alguien le propo- nia darle una moneda para que le cogiera los genitales a alguien. Se iba bailando y cumplia su cometido. EI 5 de diciembre, de 1959, Mario Moreno Cantin- fia, tenia un viaje de Méjico a Colombia. En Méjico, le di- jeron que tuviera mucho cui- dado porque en Medellin le pueden robar las medias sin quitarle los zapatos. Y por es- tar pendiente de las medias, le robaron la billetera”. Ter- miné contando Jairo. De esta pintoresca galeria guayaquilera, el senor José Agudelo Cano nos enrique- ce con esto: “Tengo 82 afios Cuando era nifio mi papa tenfa un hotel en Guayaquil Se llamaba Hotel Real. Alli, habia un personaje que le de- cian Zoilo y era homosexual Los teatros que existieron en Guayaquil: Teatro Granada, Guayaquil, Medellin, Salén Bolivia, Balcanes, Colén, Roma (se decia que para en- Dllisicrias Coutadas Pilar (Mi de la cacharreria Las Marinilos, en Guayaquil Foto: Carlasé, 2013, trar alli habia que llevar pan- talones de lata, pero el mas dafiado llevaba cortalatas). Habia una prostituta que le decian “La Cocuya”, que por cualquier cinco centavos se iba a dormir con uno. Los personajes tipicos que re- cuerdo: Martinete, Pepe Sie- a, la abuelita Pacha, Majija, Cosiaca, Pedro Rimales, Cal- zones, El bobo de la mufeca, La mufeca, Canito, Guineo, Mincho, El bobo luicito de Bello, Aguacate, Mara‘ias, Patepollo, Maqueca, Masato y La piragua, De Sossa y Al- bertina eran homosexuales. Rosa La peluda que tenia restaurante. Admiré mucho a don Gustavo Toro Quintero (de Almacén Exito), cuando yo trabajaba en Fatelares, porque siempre fue el mismo con su sencillez, no lo cambié el dinero, Murié en 1992” Y cerramos con esta cé- lida intervencién femenina: “Maria del Pilar (Mirella) Gomez, Nacida en Marinilla Iniciamos la cacharreria Los Marinillos, en Carabobo, en un cuadro de dos metros por dos, en el antiguo pasaje de Mauro Lépez, enseguida del Pasaje San Juan de Carabo- bo. Mis hermanos empezaron vendiendo bolsas, limones, sahumerio, en Guayaquil, cerca al Exito. Con el tiempo, nos trasladamos a la carrera Diaz Granados, a un local, en 1986, En 2008 se logré cons- truir el Centro Comercial Los Marinillos que hoy funciona con diez pisos, 50 locales y 8 bodegas. En mi nifiez, conoci El Pedrero donde me trafa mi madre, desde Marinilla. Uno, se tenia que guardar el reloj porque si se ponia la mano en la ventanilla de la chiva, se lo robaban. En 1986, to- davia era peligroso Guaya- quil, porque existian algunas bandas. Empezamos a ver la transformacién. Los bares se convirtieron en cacharrerias y ahora a Guayaquil lo cono- cemos como El Hueco” Estos, desde luego, son apenas brochazos de un cuadro infinito de vivencias y colorido de nuestro barrio estrella de Medellin. @) No. 81, abril 15 a mayo 15 de 2013 WIE TT Memoria oral y escrita Por Carlos E. Lépez Castro onel e anterior nombre, titulamos la presente iniciativa, ganadora en una convocatoria realizada por la Red de Integracién para el Desarrollo de la Comu- na 10, RID 10. Luego de una, tertulia reali- zada en Ia oficina de la Fundacién Historias Contadas, donde par- ticiparon 32 personas contando sus historias vividas en el barrio Guayaquil, presenta- mos Ia Revista No. 81, resultado de esa re- cuperacién de la me- moria oral. Porque no podemos dejar la cos- tumbre de reunirnos a conversar. En palabras de Paul Thompson: “La historia oral no es necesariamente un instrumento para el cambio; depende fundamentalmente del sentido con que se utiliza No obstante, la historia oral ciertamente puede ser un instrumento para transformar al contenido y el objeto de la historia... Puede colocar No. 81, abril 15 a mayo 15 de 2013 Tertulia "Memaria o cin Historias Contadas Comunicaciones. Fata: Carlosé, 2013, a aquellas gentes que hicie- on historia, a través de sus propias palabras, en un lugar central” GUAYAQUIL Este barrio, que fue como un pueblo incrustado en las entrafias centrales de Mede- Ilin, ha sido el mas memora ble, fue el sitio que dejé mas recuerdos, porque alli lle- garon de otras poblaciones, muchos de nuestros padres © abuelos que construyeron la historia de esta ciudad. Fue considerado un “puer- to seco” porque estaban las dos estaciones de los ferro- carriles, las flotas de buses intermunicipales y conflufan los tranvias y luego las rutas de buses para los barrios. Ademas, estaba la plaza de mercado Cisneros que sirvié para que muchas personas sobrevivieran en una ciudad, que se transformaba de lo ru- ral a lo urbano. LA MUSICA La misica le llega al ser humano, segiin las circuns- tancias que lo rodea. En la época del viejo Guayaquil, la poblacién de Medellin sufria ese cambio del campo a la ciudad, “Siglo veinte camba- lache, problematico y febril” Esas personas, que llegaban desplazadas 0 en busca de mejor futuro, se sentian solas entre las multitudes de una ciudad que se industrializaba, Desarraigadas, buscaban en la misica un aliciente. Una de las mejores frases la resu- me el fildsofo griego Platén: “La miisica es para el alma lo que la gimnasia para el cuer- Bo Esos bambucos que le cantaban al campo, ya no so- naban en esa transicién. Se empieza a escuchar a un Da- niel Santos con su “Lamento Histerias Contadas D> CTE borincano”: “Sale, loco de contento con su cargamento para la ciudad, iay! para la ciudad. Lleva en su pensa- miento todo un mundo lleno de felicidad, iay! de felicidad Piensa remediar la situacién del hogar que es toda su ilu- sion, asi... Y triste, el jibarito va, pensando asi, diciendo asi, llorando asi por el cami- no...” En los bares de Guaya- quil, los nuevos obreros es- cuchan tangos como: “Jorna- lero, al juzgar por lo que he visto, al juzgar por lo que he ofdo, la verdad voy a decir, es amargo cuando dice un holgazdn: si te gusta bien y sino te vas...” Tangos como. “Sangre maleva” o “Lagri- mas de sangre”, cantados por Alfredo de Angelis, ema- nan letras que reverberaban en los cafés de Guayaquil, donde hervia en el torrente sanguineo de sus pobladores y visitantes. Sobre este tema de la mi- sica en Guayaquil, los partici- pantes en la tertulia contaron asi Jairo Agudelo Zapata: "Para las décadas de 1940 y 1950, comienzan a funcio- nar los traganiqueles, que funcionaban con la moneda de centavo y después con la moneda de 5 y 10 centavos. Se escuchaba la miisica del dueto Bowen y Villafuerte, como la cancién *Corazén Prisionero”. Cuando llega ron a Medellin en 1952, va estaban sonando mucho en todos los cafés de Guayaquil, como el Saratoga, el Zanzi- @ilisicrias Coutadas Don José, «sus 82 af, record los personajes de Guayaquil bar, el Dandy, el Perro Negro. Aunque habia negocios de salsa como el bar Atlntico, en la esquina de Bolivar con San Juan y San Juan entre Bolivar y Carabobo, donde se reunian los afrodescen- dientes”. DOS MUSICOS CUENTAN Y CANTAN Héctor Castrillén: “En Guayaquil se escuché mu- cho la cancién “Te quiero y qué”, cantada por Gabriel Raymon, nacido en Campa- mento, Yarumal, y letra de Rafael Carmona, Otro artista de Guayaquil, fue Gildardo Montoya nacido en Palermo, Tamesis. Murié en 1976, en un accidente de moto, autor de miisica parrandera como “El Gitano groserén”, De Guayaquil, recuerdo mucho el almacén La Cita, donde comprabamos agujas para las radiolas y tocadiscos. También conoci mujeres que le decfan a uno “mijo” sin conocerlo, y le hacfan a uno sefias con las manos: cuatro la pieza y cinco para mi, no era muy adicto a eso pero me tocé. Ahi, se conocié el Profiléctico, a donde iban los que tuvieran algin problema con enfermedades venéreas como la siflis 0 blenorragia. En Guayaquil, era donde se reunian los politicos. Estuvo Jorge Eliécer Gaitén y los demés politicos, lenaban las afueras de esa plaza Alli, conocimos a Anibal Moncada (conocido como “El gordo Anibal”). Fue can- tante de tango y gran fanatico de Gardel de quien decia que le hacia milagros y le prendia velitas. En Guayaquil vivié el compositor José Barros, en condiciones lamentables rebuscéndose la vida alla. Se escuché la miisica de Pepe Aguirre, Oscar la Roca, los Trovadores de Cuyo, el Con- junto América”, terminé con- tando Héctor Castillon Julio César Villafuerte: “Llegué a Medellin en el afio 1952 por dos meses y se pro- longé. Hoy, han pasado cer- ca de 60 afios y aqui estoy. Fui a Guayaquil donde el se- for Otoniel Cardona, dueio de un almacén donde ponfa canciones como “Tu duda y la mia”, “Despedida en el puerto”, todas esas canciones que yo habia compuesto des- de muy nifio. Fueron sucesos en Colombia. Ustedes las acogieron, sus generaciones. Me siento honradisimo. Ese comparativo entre el Guayaquil ecuatoriano y el Guayaquil de Medellin es muy interesante. Alla los compositores Palacio y Za- fari escribieron una cancién dedicada a esa ciudad de No. 81, abril 15 a mayo 15 de 2013 Ecuador: “Tit eres perla que surgiste/ del mas grande e ig- noto mar/ y si al son de su arvullay/ en jardin te conver- tiste; /soberana en sus empe- fios) nuestro Dios formé un pensil/ con tus bellas Guaya- quili/ Guayaquil de mis en- suenos./ En una época nos llama- on los cuatro de oro: Olim- po Cardenas, Julio Jaramillo, Lucho Bowen y Julio César Villafuerte. De los cuatro quedo yo. A Virgilio Pineda, una de las glorias colombia- nas, lo conocimos en Guaya- quil, Llegamos alli sin cono- cer. Teniamos unos 17 afios y llegé Virgilio Pineda diciendo que queria participar de ese programa, Le preguntamos quiénes eran los acompa- fiantes y dijo que él mismo. No era costumbre ver solis- tas. Y comienza a tocar él solo acompafiandose. En ese momento los Delgado Cepe- da que eran los gerentes de esa cadena radial le abrieron los mejores teatros para que Virgilio mostrara su grandeza de artista tolimense”, finaliza expresando el maestro Villa- fuerte Alvaro Jaramillo, cuenta su historia ena plaza de Guayaq No. 81, abril 15 a mayo 15 de 2013 Historias 0 7 Los misicos Héctor Castrilln y Julio César Vilauerte animaron a cantar alos nes del viejo Guayaquil. Fto: Yaneth Molina Raga asistentes, recordando cant Y para terminar, canta- ron Héctor Castrillén y Julio César Villafuerte, uniéndose al recuerdo, casi todos los asistentes, entonando la can- cién “Tu duda y la mia”: Si es verdad lo que me dices/ que tu amor tan solo es mfo! no comprendo porque tar- das/ en unirte junto a mi/ o es que alguna duda tienes/ © quizés ya no me quieres/ puede ser que otros quere- res! te hagan proceder asi! si es que no quieres més seguir conmigo! ten la franqueza y de una vez rompamos/ mi decisién es terminar contigo/ todo ese amor que intitil nos juramos..../" Fabio Roldan: En la Plaza de Guayaquil, los hi- jos de los Moreno que eran carniceros, Mauro Moreno y toda esa gente, trajeron un muchacho del corregimien- to Palermo, de Tamesis, lo trajeron a trabajar carniceria en lo que llamaban la gale- de “Los Miaos” (junto a los sanitarios). Alli habia un CCT TT muchacho, Rafael Carmona, que vendia mondongo y era compositor y cantante, autor del disco “Te quiero y qué”. Y Carmona fue el primero en sacar a la palestra a este mu- chacho, Gildardo Montoya, de Palermo, Tamesis, autor de “Plegaria vallenata” y de toda esta mtisica parrandera y bailable. Se inicié ahi en Guayaquil. En la Plaza de Guayaquil, aun carnicero amante del tango, le decta- mos “La cria”. Vendia marra- nos al por mayor. Se llama- ba Anibal Moncada. Trabajo en la plaza y fue el dueno del famoso bar “El patio del tango, y murié hace cinco afios”, expres6 Fabio Roldan Leén Dario Tirado: “Anibal monté el Patio del Tango en un sdtano que es- taba junto al pasaje Colte- jer. Después, se pasé para Junin, que fue donde trajo la orquesta de los ciegos, de Manrique. Otros cafés que existieron: “El 9 de julio”, “La gayola’, “El Atléntico”, Histerias Contadas CTE TT “Bahia blanca”, San Remo, Montecristo, que también fue de mucha fama, “El pico de oro”, “El Rialto”, “El Zanzi- bar”, El Saratoga. En la carre- ra Alhambra, entre Maturin y Amador, existié un bar, El Viejo Paris, donde el escena- rio para los artistas se hacia con las cajas de cerveza que eran de madera. Alla, llegé Pepe Aguirre y todos los can- tantes de tango que venfan a Medellin. Alla se mantenian El Cholo Gémez y El Cholo hijo. LA PLAZA La plaza de mercado Cis- neros fue inaugurada en ju- nio de 1894. Funcioné hasta al incendio de 1968, cuando los vendedores se instalaron en las afueras, a su alrededor, en lo que se conocié como El Pedrero. Son muchas las historias que atin se tejen en nuestra costumbre de reunir- nos en un ritual del encuen- tro con la palabra. Asi nos contaron algunos asistentes a la tertulia: AlvaroJaramillo:*Cuan- do yo estaba en bachillerato trabajé en la plaza de merca- do. Madtugaba a las cuatro de la manana, para hacer almuerzos. Trabajaba con los Sierra, Alberto Acosta y “Cosa Fea”. La plaza nunca cerraba, mantenia una puer- ta abierta por donde vendian la morcilla, la loza y estaban las carnicerfas, en la parte de atrés, colindante con el pasa- je Sucre. Cuando ocurrié el incendio yo estaba porque madrugaba a las 2 y 3 de la mafana. @lisicrias Coutadas Rosa Elena Montoya, hablé de la plaza Poca gente que vendia came tenia refrigeradores conectados a la planta de la plaza. Y la mayoria, que no tenia, habla que sacar la carne todos los dias y salarla para que no se dafiara. Los ladrones acostumbra- ban robar los lapiceros de marca Parker a muchas per- sonas que iban engreidas y les tocaba pagar. Yo estuve como picador de carne y aprendi muchas cosas. Si alguien iba a com- prar dos libras de carne, el que lo atendia partia una y media, y cuando iba a coger- la le arrimaba, por debajo, los gordos para que marcara las dos libras. Empacdbamos en papel periédico. Un dia, me dieron en mi casa $ 20 para que comprara una ga- llina y yo me equivoqué y compré 20 pesos de morcilla Se imaginan la cantidad que me dieron. La sefiora que me atendié, al fondo de la plaza, se asusté pensando que yo tenia un restaurante. El Pedrero aparecié des- pués del incendio de 1968. En la carrera Diaz Granados, 0 sea, entre la plaza y el Pasa- je Sucre (venta de abarrotes) estaban los paraderos de los caballos. Alli, familiares mios vendian salvado y melaza. El incendio fue provocado y no hicieron ninguna atencién porque el interés de la Alcal- dia era sacar a toda la gente de alla” Rosa Elena Montoya: “Para nosotros era un pre- mio cuando nos decian que nos iban a llevar a la plaza de mercado. Ver esa inmen- sidad, esa cantidad de gente. La felicidad era por lo que hoy llamamos mecato, los dulces. Esa cantidad de dul- ces que teniamos en la nifiez, desaparecieron. Al desapare- cerla plaza de mercado, des- aparecié mucha tradicién, todos esos pasabocas que hacfan nuestras abuelas y se conseguian sélo alla. Por la mafana, muy temprano, iban los ricos y por la tarde iban los pobres. El trauma con el incendio, fueron muchas las personas que quedaron en la total ruina_y no se recupe- raron y muchas murieron de pena moral. Hoy, hay un in- cendio y existen los seguros, la solidaridad de los provee- dores, los bancos que hacen préstamos. Al desaparecer la plaza de mercado, los bancos como la Caja Agraria, no qui- sieron reconocer la informa- cién y los ahorros de quienes se les quemé la libreta de cuenta de ahorros, pequerios ahorradores que nadie les No. 81, abril 15 a mayo 15 de 2013 respondié por la plata que tenfan ahorrada. Fue doble trauma, perder el negocio y la plata que tenfan en el ban- co como respalde porque, no habia como reclamarla Hubo solidaridad, solo entre los grandes que se ayuda- ban, pero entre los pequenios comerciantes rebuscadores de El Pedrero, quedaron muy mal, Es un recuerdo triste de la forma en que terminé la plaza de mercado. Muchos quedaron pobres, desampa- rados, sin saber que camino coger.”, terminé expresando la sefiora Ros Elena. LA SEGURIDAD OLA POLICIA La inseguridad y la co- rmupeién de algunos policfas iban de la mano en el Gua- vaquil antiguo. Veamos la historia que nos cuenta uno de los protagonistas, que fue vendedor durante varios aiios en la plaza. Jairo Agudelo Zapa- ta: “Uno de los comentarios en los pueblos de Antioquia era: “es que ese Pedrero esta lleno de rateros", En el aio 1968, siendo yo un nifio que vendia en Guayaquil, em- panadas con aji, a cincuen- ta centavos, me tocé ver un sefior que tuvo un problema con un policia. Era un tipo que estafaba en esa época. El policfa necesitaba una plata y le vendié el revélver de dota- cién, Como este era un pai- sa de esos vivos, pensé: “Le compro el revélver y me lo pueden quitar a las dos o tres cuadras”. Entonces, nego- ci6 el revdlver. Se lo pagé al No. 81, abril 15 a mayo 15 de 2013 CETL raza de mercado sere, Carrera Alhambra entre Amador y San Juan. Foto: Rodriguez 1815 policfa, quien tena listo para que otros policfas le hicieran una requisa més adelante y le quitaran el arma. El hom- bre se metié a la plaza por los callejones de las galerias y en un bulto de frijol, de un co- nocido, escondié el revdlver y siguid caminando, yo lo vi. Al momento, otros policfas le pidieron una requisa. No le encontraron el arma. Vino el policia que era duefo del arma, todo desesperado para llegar a la institucién sin ella. Tuvo que cuadrar con él para darle mas plata. Eso se formé un escéndalo, y recuperé su revélver”, terminé contando Jairo, ESCRITOS DEL PASADO Libros, crénicas y cien- tos de paginas se han escri- to sobre Guayaquil. Pero no siempre se encuentran datos importantes para la recons- truccién histérica. Veamos lo que escribié, en el ario 1943, en sus memorias, el serior Ri- cardo Olano, un destacado e influyente comerciante de Medellin: “QUINTA DE DON JUAN URIBE. Esta quinta, situada por los lados de Guayaquil, fue por muchos afios una de las mas hermosas de Mede- llin, Recuerdo que cuando vine por primera vez a esta ciudad, quiza en 1882, mi padre me llevé en coche una tarde a conocerla; en coche porque era muy lejos, al ex- ‘tremo sur de la ciudad. Me impresioné _extraordinaria- mente la belleza de la casa con su largo corredor all fren- te adornado con bombas de vidrio y el lindo jardin. Mas tarde esa quinta sirvié para escuelas, para cuartel del re- gimiento; etc. La casa ingle- sa de Punchard, Me.Taggar, Lowthis & Co, que contraté en 1892 la construccién del Ferrocartil de Antioquia dio alli un gran baile, Don Juan Uribe Santamaria construyd esa quinta a mediados del siglo pasado, quizé en 1850. Vivi6 alli con su familia, A su muerte pasé a sus herederos que eran tres hijas: Da. He- lena, casada con D. Eduardo Vasquez, Da. Maria Dolores, Histerias Contadas CTE casada con D. Julio Vasquez B. y Da. Maria Teresa casada con un sefior Safudo. Esta liltima vendi6 sus derechos a Carlos Coriolano Amador y éste a D, Eduardo Vasquez. Hoy pertenece por mitad a Da. Carolina Vasquez de Ospina y a los sefiores Jor- ge y Julio Vasquez, todos descendientes de D. Juan Uribe Santamaria. En los vigjos tiempos los terenos de la quinta iban hasta el rio, y fue don Juan quien cedié los terrenos para abrir la calle de Cundinamarca, detrés de la quinta, Da, Carolina y los Vasquez dividieron el lote de la quinta en cuatro manza- nas, quedando las dos del sur de Da. Carolina y las dos del norte de los Vasquez, y todas fueron edificadas con tiendas que son 80 aproximadamen- te, Esas cuatro manzanas quedaron divididas por dos calles: la de Bomboné entre Carabobo y Cundinamarca y la carrera de la Alambra entre Maturin y Pichincha, ambas de 12 metros de ancho. Ade- més se ampliaron las carreras de Carabobo y Cundinamar- ca, ambas en dos metros y medio! En 1928, Ricardo Olano era propietarios de algunos solares de Guayaquil. En 1931 escribe algo importan- te sobre la calle Amador:"La Avenida Amador fue abierta y cercada de tapias por Ni- canor Restrepo Giraldo en terrenos de Carlos Coriola- no Amador, sin haber éste cedido las fajas. El Sr. Ama- dor inicié un pleito contra el @lllsiarias Couadas distrito y gané la cuestién, Yala ciudad de Medellin, tiene con el fallo a su favor, el Sr. Uh Area de 341.362,5 mts? ‘Amador que era caprichosoy Yeptesentadas en 27 manza- ala vez buen ciudadano ce- RAs. did gratuitamente la calle al ¢EL FUTURO? Distrito y le encimé mil pesos __ Dentro de lo que se ha en dinero para arregiarla”? escrito sobre Guayaquil, se LIMITES HOY ha planificado el futuro des- Antiguamente otros secto- de el “Plan Parcial” que fue yes eran considerados como viabilizado dentro del marco parte de Guayaquil, como notmativo establecido por el fue el barrio Corazén de Je- Acuerdo 062 de 1999. Ese stis y su iglesia (inaugurada Plan obedece a la filosofia en 1939) situada en la calle Y Precepts normativos que Amador con Salamina. Pero estaban vigentes para ese en- segiin Decreto 346 del aio tonces. Fue llamado “Poligo- 2000, con la sectorizacién de 0 23-R3 Guayaquil”. Segdin barrios y comunas de la ciu- Como conceptud la Oficina dad de Medellin, Guayaquil 4@ Planeacién, existen dos quedé delimitado ast: Por el 70nas muy distintas, catalo- norte: Desde el cruce de la gadas con un mismo trata~ carrera 57 (Av. del Ferroca- Miento: nil) con la calle 49 (Ayacu- EI grupo de manzanas cho) y continuando por ésta Ubicadas entre Maturin, la al oriente hasta la carrera 53 Avenida del Ferrocarril, Pi- (Cundinamarca), por ésta al chincha y Cuicuta; y aquellas sur hasta la calle 46 (Matu- emplazadas entre Maturin, la rin), por ésta al oriente hasta Avenida del Ferrocarril, San la carrera 49 (Junin), Por el Juan y Cticuta. El primero de oriente: Tomando la carrera ellos, presenta condiciones 49 (Junin) al sur hasta la calle ™As cercanas al tratamiento 44 (San Juan). Por el sur: Si- 42 consolidacién contiguo, guiendo por la calle 44 (San eM raz6n de la cantidad de Juan) hacia el occidente has- construcciones consolidadas tasuencuentro con lacarrera _@? altura que posee con usos 57 (Av. del Ferrocartil). Por el! Predominantes de comercio occidente: Se contin por Minorista, lo que permite ca- la carrera 57 hacia el norte _lificarlo mas como un grupo hasta su cruce con la calle 49 de manzanas en transicién (Ayacucho), punto de parti- entre la renovacién urbana da y la consolidacién, pues evi- EA bartio peepee eee) Guayaquil, CENTROS COMERCIALES se localiza UNDINAMARCA EL HACENDADO en la Co- muna 10, Carrera 53 No. 46-35 zona Centro Teléfono: 231 95 88 Oriente de No. 81, abril 15 a mayo 15 de 2013 dentemente el resto del po- igono, es decir, el segundo grupo de manzanas mencio- nado, efectivamente presenta condiciones propicias para la renovacién, debido al bajo grado de consolidacién edi- ficatoria, de usos del suelo y a su localizacién estratégica Atendiendo a esta heteroge- neidad, el plan, busca dise- far una plataforma normati- va equitativa, en funcién de estas particularidades. “Caracterizaci6n_urbanis- tica del poligono. El Poligono Z3-R3 es parte del sector de Guayaquil, sector con el cual mantiene relaciones histéri- cas de uso, eventos, movili- dad, intercambio comercial, y de usuarios, propietarios, viandantes, yhabitantes co- munes. Podriamos afirmar que son un mismo sistema urbano, diferenciado por zonas 0 areas homogéneas, que han ido tomando con el tiempo y dadas sus activi- dades urbanas, vocaciones diferenciadas pero no ex- cluyentes. Asi, son grandes referentes urbanos para este poligono, la antigua Plaza de Cisneros, hoy Parque de La Luz, con sus dos monumen- tos emblematicos, los edifi- cios Carré y Vazquez del ar- quitecto belga Charles Emile Carré; y los ejes estructuran- tes urbanos de San Juan, la Avenida del Ferrocarvil, Ca- rabobo, y Maturin. Igualmen- te esta emplazado en relacién con los grandes sistemas de movilidad metropolitana y de ciudad, como el Metro, el Metroplis, y el sistema de No. 81, abril 15 a mayo 15 de 2013 anillos centrales “El sector tiene un sistema interno de vias jerarquizadas, algunas de las cuales consti- tuyen verdaderos corredo- res culturales y de memoria, como es el caso de la Calle ‘Amador, que lo conecta con el Barrio Corazén de Jestis, con el cual, ha mantenido estrechos lazos de cercania, intercambio, y memoria, Del mismo mode, la Carrera Te- nerife, que articula esta por- cién del centro con la zona del actual Museo de Antioquia y la Plaza de Botero, con- virtiéndose en un conector representacional importante a lo largo del cual discurren también varias edificaciones de arquitectura republicana que en conjunto, hablan de una época de la ciudad y del valor del centro tradicio- nal como lugar referente. En este mismo sentido, la calle Carabobo es el gran corredor estructurante interno del sec- tor de Guayaquil, que lo ar- ticula desde 43 un punto de vista funcional y urbano con la estructura de ciudad, y que teje en la memoria de sus ha- bitantes, una identidad pro- pia para esta zona, Carabobo ha jugado el papel de gran conector del centro tradicio- nal con los desarrollos de la Alpujarra y con la zona norte de Medellin, y el emplaza- miento de toda una serie de edificaciones representativas, sedes institucionales y comer- ciales de trascendencia urba- na, hacen de este ee, la gran via de memoria de un Mede- llin civico, recorrido, apropia- ACT do, y altamente valorado por todos sus habitantes. “A su paso por Guayaquil, se inscriben en la Calle Ca- rabobo, algunos de los edifi- cios emblematicos de mayor valor patrimonial como el Palacio Nacional, el Hotel Monteria, los edificios Véz- quez y Carré, la Campana, entre otros. Son notables asf mismo, la serie de residen- cias, viviendas, y pequenias edificaciones recicladas para el comercio, que se ubican sobre esta calle y en las man- zanas aledafias a la Plaza de Cisneros, conjunto tesiden- cial que atin pervive, y que aunque de escala menor y de una arquitectura domés- tica republicana, adquiere un gran valor como conjun- tourbano, huella y_vestigio de una época gloriosa de Guayaquil, en la cual, la vi- vienda, el comercio regional, el esparcimiento intensivo en bares iconos de la memoria urbana como el Perro Negro, colindaban y convivian lado a lado, en este centro urbano que fue bien bautizado, “una ciudad dentro de la ciudad” * @ Fuentes: Tertulia realizada el 20 de abril de 2013. 1Ricardo Olano. _ Memorias tomo II. Fondo editorial Uni- versidad Eafit, 2004, pags. 652-653. 2 Ricardo Olano. p. 301 8 Plan Parcial del Centro, en: ‘wwu.medellin.gov.co Historias Contadas Guayaquiils En el aio 1960, a mis cuatro afios de edad, escucha- ba estas frases por arte de mi papa “Voy para la plaza, tengo que Celso: voy a trabajar, traer el mercado a casa, debo de ir a surtir’, Junto con mi mama, Maria Teresa, (quien administraba el dinero del hogar). El tenia un negocio propio (cafeterfa y restauran- te). Un hermano mio: Her- nn, y cuatro empleadas mas para cocinar y servir. De esta manera, sacé adelante una familia numerosa (catorce hijos) con estudio, alimento, vestuario y otros menesteres. La plaza de Cisneros (sec- tor de Guayaquil) empez6 su desarrollo comercial y se inauguré el 27 de junio de 1894, después de ser cons- truida por Carlos Coriolano Amador (con dineros_pro- pios). Fue obra del arquitecto Francés Charles Emile Caré Ejercia, como presidente de Colombia, el doctor Rafael Nafez Aquf se daban cita personas de todos los rangos sociales, a la vez que era un sector bastante deprimido de la ciudad, por la cantidad de prostibulos que funcionaban en su area. Ir por estas calles, era de gran riesgo, por la de- lincuencia, aglomeraciones, y @llisicrias Coutadas Tenses sce epee rE A ORaeISes a ELE por ser una zona de toleran- cia en todo su furer. Comprendia las carreras y calles: Bolivar, Carabobo, Cundinamarca, Cticuta. Los Huesos, San Juan, Matu- Pichincha, Tenerife, La Alambra, entre otras. El sector de Guayaquil te- nia su propia clientela (hom- bres y mujeres dedicados al éjercicio sexual). El lugar, se caracterizaba por este aspec- to tan arraigado. A la vez, por los consumidores de sustan- ciaspsicoacti- vas y de licor. Pero el centro de Medellin se ubicaba aca, en Guayaquil. Los ciudadanos decian: “voy para el centro” {porque todo e! comercio, en su maximo desa- rrollo, estaba en este espacio geogréfico). Tener un puesto de ventas, en ésta plaza, era un privilegio, y bastante ren- table para la economia i vidual y colectiva de la comu- nidad. Luego de varios afos de existencia de esta plaza de Medellin, la primera de la cui- dad y del centro, en cuanto a la demanda de comerciantes y ptiblico que alli se congre- POLLOS Y GALLINAS DON KUKI Calidad y Frescura Lievelos vivos o arraglados Sector 15 - Aves Puesto 1 - 2 -Tel: 251 24 60 Plaza Minorista - Medellin “Don KUKI”... lo atiende. No. 81, abril 15 a mayo 15 de 2013 Place de we le Hh dh Mew gaba; y en segunda instancia, la Plaza de Florez (hoy patri- monio histérico y arquitecté- nico de esta cuidad). Pero al cabo del tiempo, se presentd algo inesperado: hubo un in- cendio que consumié y devo- 16, en su totalidad, negocios, mercancias, enseres e insta- laciones fisicas de ese basto sector comercial de Guaya- quil, ocurrido el 7 de abril de 1968. Miles de familias quedaron sin empleo y sin abastecimiento econémico; y otras, tuvieron grandes perdi- das en mercancias, insumos inversi6n monetaria, Ello tra- jo consecuencias precarias, como la quiebra econémica de grandes empresarios. A raiz de los aconteci- mientos mencionados, el go- bierno local de la época: Ig- nacio Vélez Escobar (alcalde de Medellin), y Octavio Posa- da Arizmendi (gobernador de Antioquia) crearon un pro- yecto de plazas satdlites, para reubicar a los comerciantes y propietarios afectados por el siniestro, y fueron construi- das en algunos bartios de Medellin: La América, Cam- No. 81, abril 15 a mayo 15 de 2013 po Valdés, Belén, Castilla, Manrique y Guayabal. Pero comercialmente ello no fue productivo para la capital an- tioquenia, ni comerciantes, ni comunidad por el cambio tan brusco y radical que ello ge- ner6; y desubicé a proveedo- res, usuarios y propietarios, sin reversa, Al cabo del tiempo, se construyen otras plazas: La Mayoritaria (para abastecer el sur del Valle de Aburré, y sectores cercanos como Gua- yabal, Campo Amor, y Cris- to Rey). La Minorista (por la avenida El Ferrocariil) Luego de muchos afos de investigacion, se logra concluir que el incendio de la plaza de Guayaquil 0 Cis- neros, fue un atentado. El personaje “Masato”: acusa- ba al gobierno municipal de ese tiempo, de este acto tan vellaco, a cambio de ofrecer grandes sumas de dinero a los gamonales de la plaza, para que callaran la gran ver- dad. Posteriormente, se denomi- n6: El Pedrero, a ésta ruina geografica, donde los comer- ciantes exponian sus produc- tos en el suelo, a manera de un mercado abierto y exter- no. Dieciséis afios después (en 1984), los venteros del sector son trasladados a la nueva Plaza Minorista José Maria Villa (donde era la es- tacién Villa del Ferrocarril de Antioquia), En el siglo XI la Plaza de Cisneros y el pasaje Sucre (donde se vendian abarrotes al por mayor) fueron rempla- zados por el Parque de las Luces (sin nada de luz, ni de parque hoy dia) Medellin y Guayaquil fue- ron construidas y fortalecidas por el tesén campesino, y con verraquera, para fomentar ciudadania, urbanidad y so- ciabilidad, con pujanza paisa. ~ @ Fuentes: Revista Historias Contadas # 47, de Julio-Agosto de 2009. Vivencias y relatos propios de la autora. Histerias Contadas Héctor Ramirez Bedoya Otro que se suma al “Coro celestial matancero” N. de la R. El pasado 15 de febrero del pre- sente aro, fallecié, en esta ciudad el doc- tor Héctor Ramirez Bedoya. El era médico y anestesiélogo, egresado de Ia Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia. Ademés, fue presidente de la Corporacién Club Sonora Matancera de Antioquia. Des- de alli, ejercié una incansable labor, no solo por la mtisica de la Sonora, sino también por la nuestra. Con este motivo, nuestro colaborador, Jaime Mercado Jr. dijo las si- quientes palabras: “Sehoras y sefiores: Como socio de una amistad, que ha cancelado la muerte, me arro- go el deber de decir unas palabras, ante quien siempre fue mi interlocutor deliberante. Pero antes de seguir, les debo una explicacién. La gratitud es un encargo esponténeo, que no se cumple por decreto. Con esta investidura, que nadie me ha otorgado, asumo este papel Pero no voy a incurrir, en mezquino egocenttis- ‘mo, para creer que este mensaje, solo compro- mete mi pensamiento. De manera unilateral lo delego, también, en el de ustedes. ‘Sé que la muerte es universal e inexorable y que nadie esté exento de ella. Pero pensé, ‘como lo piensan sus familiares, y sus numerosos amigos, que el amigo y doctor Héctor Ramirez Bedoya podria tener, alguna licencia biolégica, para seguir entre nosotros. Ello no fue posible. Tendré que decir entonces, a riesgo de im- portunarlos, cosas inéditas ante ustedes, que justifican mi afecto por él Hace muchos afios, cuando yo ejercfa fun- ciones docentes en la gloriosa Universidad de Antioquia -en cuyas aulas él también se nutrié— era médico de los profesores. Fui su paciente, varias veces, y avalo su idoneidad profesional. En la primera cita, con base en mi acento, ad- virtié mi procedencia. Le dije: “Soy de Carta- gena”. En forma hipotética, me pregunté si me @Dilisicrias Coutadas Hector Ramierz Bedoya (qe.pd) l gustaba la Sonora Matancera. De modo entu- siasta, le respondi que si. Fue, en esa lejana ocasién, en que nuestra amistad empez6 a ges- tarse. A pesar de que él procedia de un entorno geografico, distinto al mio, no escatimé nunca su inextinguible devocién por el conjunto, al que yo también admiro. Después de algtin tiempo, hubo un receso en nuestra relacién amistosa. Varios arios después, me informé Jimmy, uno de mis hijos, que habia escuchado, en una de las emisoras locales, un programa alusivo al “Decano de los conjuntos de Cuba”, el cual se transmitia, en las horas de la noche. Era Ramirez, quien lo regentaba, con otro. ‘Al dia siguiente, llegué temprano para escu- charlo. Como habia complacencias al aire, de- cidi pedirle el némero “Céntala con su també”, interpretado por Bienvenido Granda, a quien le dedicé uno de sus libros. No lo tenia en el repertorio. Pero él, paradigma de responsabili- dad en sus actos, tras haberse trasnochado, lo extrajo de una pelicula y lo lanzé al aire, en el siguiente espacio. En ese momento, cumplié él, con un deseo emocional mio, que me hizo re- memorar tiempos idos. Posteriormente, nos vinculamos, como has- ta nuestros dias, a la institucién que él rigié: Corporacién Club Sonora Matancera de An- tioquia, continuacién de una entidad andloga No. 81, abril 15 a mayo 15 de 2013 que aqui hubo. Durante su entusiasta admi- nistracién, no solo se limité a realizar sesiones bailables, para propiciar una sana integracién. Asi mismo, con criterio cultural, convocaba a un ponente para que disertara sobre algin autor, matizado con temas musicales. Fundé también, el Congreso Internacional Matancera, cuya ver- sién, la ndimero 18, se llev6 a cabo en el mes de agosto pasado, Al mismo, que impulsé —més con capital de entusiasmo, que de medio circu- lante— acudieron personajes y tratadistas de la miisica afroantillana, no solo de distintos paises del continente, sino de otvas ciudades de Co- lombia. Con el fin de seguir incrementando el culto por la Sonora Matancera, fundamos, con su voz y con la mfa, durante varios afios, un progra- ma que se difundfa por la voz del Rio Grande, la emisora principal de la cadena Todelar. “La Sonora Matancera y sus invitados”, nombre su- gerido por mi sefiora, aqui presente, fue el que adoptamos. Esto fue posible, gracias al apoyo que nos dio, mi paisano y hombre de radio, Ausberto Reinoso. En ese entonces, era el ge- rente nacional de la cadena. En los tltimos tiempos, sus dias constitufan, un milagro cronolégico. Un racimo de compro- misos, ora laborales, como hogarefios, acadé- micos y musicales, absorbfan su vida. Intuyo, que de modo equitativo, lo distributa bien. La Sonora Matancera, tiene muchos seguidores en Colombia, en América y en el mundo. Pero 41, no solo la estimaba con un citerio emocio- nal. También sabfa todo lo que existia, de modo subyacente, no solo en la historia del legendario grupo, sino en otvas intimidades del mismo. El No. 81, abril 15 a mayo 18 de 2013 niimero de cantantes y su procedencia, Ia suma de sus grabaciones y las fechas, sus autores, Ja procedencia de los mismos y los discos que habian grabado. No habia pregunta que se le formulara, en torno al conjunto, cuya respuesta no tuviera en su boca, de modo infalible. Era, realmente, un especialista de esa agrupacién. Sobre cémo nace su aficién por la Sonora, me dijo en un reportaje, publicado en el perié- dico de la Asociacién de Profesores Jubilados de la Universidad de Antioquia, lo siguiente: “Mi adiccién por la mtisica, interpretada por la Sonora Matancera, me acomparia, desde los primeros arios del bachillerato, a mediados del sesenta del siglo fenecido. Las emisoras de nuestra Bella Villa, se encargaban de difundir, todos los éxitos de ese magnifico elenco cuba- no, que desplegaba su “contagio musical”, por todos los rincones de Latinoamérica” Uno de sus mejores atributos, fue el reco- nocer, con orgulloso valor civil, su proceden- cia humilde. Nadie lo vio transitar, por predios ajenos al del estudio académico y personal. Su ‘inica palanca, para ascender en la sociedad, estuvo integrada por una sola herramienta: la palanca del mérito intrinseco. Su ejercicio profesional como médico, lo ejercié en numerosas clinicas y hospitales de Medellin y de otros lugares de! departamento. Alli, tanto sus numerosos colegas, como el per- sonal médico y paramédico, no solo reconocian sus dotes como colega de Hipécrates, sino tam- bién, como tratadista de la Sonora Matancera. Transido de dolor y de tristeza, solo me resta consignar mi més ferviente condolencia, ante su numerosa familia, ante sus colegas y amigos ¥y ante los integrantes y asociados de la Corpo- racién Club Sonora Matancera de Antioquia, Doctor Ramitez: Va usted, a integrar, por dere- cho propio, el “Coro Celestial Matancera” cuyo fundador, al parecer, fue usted Para terminar, tengo algo que decirle: Hace varios afios, usted llamé a mi casa, para felici- tarme por una nota, que escribi en el periédico El Colombiano, con motivo de la muerte del doctor Jorge Franco Vélez. Alli, incluf un epi- grafe, del gran José Marti, cuando éste dijo: “La muerte no es verdad, cuando se ha ejercido bien la obra de la vida”. Como se concluye de este breve inventario de su vida, usted también es acteedor al mismo juicio” Historias Contadas @D qmap Gabriel Garcia Marquez, poeta Por Carlos Arroyave Sepulveda Me impulsa compartir con los lectores de la Revista Historias Contadas, dos poemas de los siete que escribié Gabriel Garefa Marquez bajo el seudénimo de (Javier Gareés) y que fueron poco difundidos. Fueron escritos en- tre los afios 1944 y 1945 respectivamente Estos dos poemas fueron hallados en el libro “Una Vida" de su bidgrafo Degerald Mar- tin. CANCION. Llueve. La tarde es una hoja de niebla. Llueve. La tarde esté mojada de tu misma tristeza. A veces viene el aire con su cancién. A veces... siento el alma apretada contra tu voz ausente. -Llueve. ¥ estoy pensando en ti, Que estoy sonando, nadie vendré esta tarde a mi dolor cerrado. Nadie. Solo tu ausencia que me duele en las horas. Manana tu presencia regresaré en la rosa. Yo pienso- cae la luvia- en tu mirada tierna. Nina como las frutas, grata como una fiesta, hoy estd atardeciendo tu nombre en mi poema. {afio 1944) @itisicrias Coutadas Gabriel Gara Mérquez en Barcelona, Esp Foto: EE. NINA Al pasar me saluda, y tras el viento que da el aliento de su voz temprana, en la cuadrada luz de mi ventana no se empana el cristal, sino el aliento. -Es tempranera como la mafana, cabe en lo inverosimil como un cuento, y mientras cruza el hilo del momento, vierte su sangre blanca la mafiana. -Si te viste de azul y va a la escuela, nadie adivina si camina o vuela, porque es come Ia brisa, tan liviana -que en la manana azul nadie precisa cual de las tres que pasa es Ia brisa, cual es Ia nifia y cual es la manana. (arto 1945) PLANOS Y DESENGLOBES William Tamayo Mejia Ingeniero Civil Carrera 60 No. 50-48 Eaifcio Bolsa de Medellin (f, 301 Parque Berio, Tel. 251 81 68, Cel. 311 389 35 74 legaleopiado@une.netco www planosydesenglobes.com.co No. 81, abril 15 a mayo 15 de 2013

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