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Carbohidratos:
(Cn(H2O)n -- son las moléculas fundamentales de almacenamiento de energía en
la mayoría de los seres vivos. Además, forman parte de diversas estructuras de
las células vivas; las paredes de las células vegetales jóvenes, por ejemplo,
contienen aproximadamente un 40% de celulosa, que es el compuesto
orgánico más común en la biosfera.
LÍPIDOS:
(-COOH) - Los lípidos son un grupo general de sustancias orgánicas insolubles
en solventes polares como el agua, pero que se disuelven fácilmente en
solventes orgánicos no polares, como el cloroformo, el éter y el benceno.
Típicamente, los lípidos son moléculas de almacenamiento de energía, por lo
común en forma de grasa o aceite, y cumplen funciones estructurales, como en
el caso de los fosfolípidos, los glucolípidos y las ceras. Algunos lípidos, sin
embargo, desempeñan papeles principales como ―mensajeros‖ químicos,
tanto dentro de las células como entre ellas.
AMINOÁCIDOS Y PROTEÍNAS:
Las proteínas figuran entre las moléculas orgánicas más abundantes; en la
mayoría de los sistemas vivos constituyen hasta el 50% o más del peso seco.
Solamente en las plantas, con su alto contenido en celulosa, las proteínas
representan algo menos de la mitad del peso seco. Hay muchas moléculas de
proteína diferentes: enzimas, hormonas, proteínas de almacenamiento, como
las que se encuentran en los huevos de las aves y de los reptiles y en las
semillas; proteínas de transporte como la hemoglobina; proteínas contráctiles,
del tipo de las que se encuentran en el músculo; inmunoglobulinas
(anticuerpos); proteínas de membrana y muchos tipos diferentes de proteínas
estructurales . Su diversidad funcional es abrumadora. En estructura, sin
embargo, todas siguen el mismo esquema simple: todas son polímeros de
aminoácidos, dispuestos en una secuencia lineal.
Las moléculas de proteínas contienen frecuentemente varias centenas de
aminoácidos. Así, el número de diferentes secuencias de aminoácidos y, por lo
tanto, la posible variedad de moléculas de proteínas es enorme, casi tan
enorme como el número de diferentes oraciones que pueden escribirse con
nuestro alfabeto de 28 letras. Sin embargo, los organismos tienen sólo una
fracción muy pequeña de las proteínas que son teóricamente posibles. La
bacteria unicelular Escherichia coli, por ejemplo, contiene simultáneamente
entre 600 y 800 clases diferentes de proteínas, y la célula de un vegetal o de
un animal tiene varias veces esa cantidad. En un organismo complejo hay,
cuando menos, varios miles de proteínas diferentes, cada una con una función
especial y cada una específicamente adecuada para esa función por su
naturaleza química única.
Funciones biológicas de las proteínas: Proteínas estructurales Colágeno, seda,
cubiertas virales, microtúbulos Proteínas reguladoras Insulina, ACTH, hormona
de crecimiento Proteínas contráctiles Actina, miosina Proteínas de transporte
Hemoglobina, mioglobina Proteínas de almacenamiento Clara de huevo,
proteína de las semillas Proteínas de defensa en la Anticuerpos, complemento
sangre de los vertebrados. Proteínas de membrana Receptores, proteínas de
transporte de membrana, antígenos, Toxina botulínica, toxina de la difteria.
Enzimas Sacarasa, pepsina.
Nivel atómico: Constituido por los átomos - Los átomos que forman la materia
viva se conocen con el nombre de bioelementos. Los bioelementos más
importantes son el carbono, el hidrógeno, el oxígeno, el nitrógeno, el azufre y el
fósforo.
Nivel molecular: Este nivel está formado por las moléculas que se originan al
unirse dos o más átomos. Las moléculas que constituyen la materia viva se
denominan biomoléculas. Las biomoléculas pueden ser inorgánicas como el
agua, las sales minerales o los gases, u orgánicas como los glúcidos, los
lípidos, los prótidos y los ácidos nucleicos.
Nivel celular. Se incluyen las células. Toda célula está formada por los niveles
inferiores, el molecular y el atómico. La complejidad de este nivel es mucho
mayor, ya que la célula es una unidad anatómica y funcional, esto significa que
es la estructura más pequeña que podría sobrevivir por sí misma en el medio.
Nivel pluricelular. Supone la asociación de varias células que pueden llegar a
constituir un organismo completo. Este nivel se puede subdividir en los
siguientes subniveles:
● Tejidos: formados por grupos de células que tienen el mismo aspecto y la
misma función.
● Órganos: estructuras formadas por varios tejidos que entre todos realizan
una función concreta.
a. La célula, un elemento bioenergético morfo-fisiológico dinámico.
se trata de células que actúan como progenitoras del hueso. Se ubican sobre la
superficie esperando a ser activadas por estímulos hormonales, lo que hace
que se conviertan en los osteoblastos, un tipo de célula ósea involucrado en la
producción de nuevo tejido óseo.
Estas células emiten prolongaciones que las unen a los osteocitos vecinos, con
osteoblastos de superficie y con los vasos sanguíneos mediante sus
prolongaciones que se ubican en una red de canalículos.
Los osteoclastos son un grupo especial de células que cumplen una función
contraria al osteoblastos, su labor es llevar a cabo la resorción del hueso.
La actividad de estas células es necesaria para las etapas en las cuales hay
crecimiento o remodelación de los huesos. En el caso de los niños, sus huesos
tienen una alta actividad de resorción en su interior y de formación de nuevo
hueso en su exterior, este proceso es necesario para que ocurra el crecimiento.
Células cartilaginosas
Condroclastos
Son células pequeñas y fusiformes. Al microscopio de luz se observan con un
núcleo ovalado con varios nucleolos. La ultraestructura muestra un aparato de
Golgi y retículo endoplásmico rugoso escasos, algunas mitocondrias y
abundantes ribosomas libres. Tienen la capacidad de diferenciarse hasta
condroblastos o bien células osteoprogenitoras
Condroblastos
Condrocitos
Son células muy largas, de ahí el nombre de fibra muscular con el que también
se les conoce, pudiendo ir desde varios milímetros hasta más de un metro. En
un corte transversal pueden tener entre 10 y 100 µm de diámetro. Estas
dimensiones se alcanzan gracias a la fusión de varios cientos de células
musculares indiferenciadas denominadas mioblastos y a su posterior
elongación. Las células musculares esqueléticas poseen muchos núcleos que
se sitúan periféricamente en el citoplasma, justo debajo de la membrana
plasmática, denominada sarcolema. Los núcleos, inmediatamente tras la fusión
de los mioblastos, se alinean en el interior de la nueva célula, se desplazan a la
superficie y se fijan por el citoesqueleto. También otros orgánulos se mueven
en gran medida hacia la periferia celular. Esto deja la mayor parte del espacio
intracelular para la maquinaria de contracción (Figuras 1 y 2). La membrana
plasmática de las células musculares esqueléticas presenta numerosas
invaginaciones para formar los túbulos T. Estas invaginaciones ocurren a nivel
de las líneas Z (ver más abajo) y están relacionados con la contracción
muscular.
CELULAS MUSCULARES LISAS
Las células musculares lisas tienen una longitud que varía entre 20 y 500 µm y
su diámetro está entre 8 y 10 µm. Aunque en el miometrio uterino pueden
llegar a medir 800 µm de longitud. Son células largas y fusiformes, presentando
en ocasiones sus extremos ramificados. Poseen un núcleo que, en estado
relajado, es elongado y localizado en posición central. En los polos del núcleo
hay zonas de citoplasma donde se disponen la mayoría de los orgánulos, y que
contienen pocos filamentos del citoesqueleto. El resto del citoplasma muestra
un aspecto homogéneo y es donde se localiza el aparato contráctil que, al
contrario que en el músculo esquelético o el cardíaco, no se organiza en
estructuras regulares o estrías visibles con el microscopio óptico. El nombre de
músculo liso se debe a que carece de dichas estriaciones en su citoplasma.
Todas las células musculares lisas están rodeadas por una capa de matriz
extracelular denominada lámina basal, que deja algunos espacios que permiten
a las células musculares contiguas formar uniones en hendidura.
CELULAS MUSCULARES CARDIACAS
Las células musculares cardíacas tienen muy poco glucógeno y por ello
no pueden obtener mucha energía de la glicolisis. Ello implica que la mayor
parte de su energía procede de la fosforilación oxidativa, con un gran
consumo de oxígeno. Así, cuando se produce un corte en el suministro de
oxígeno se producen daños celulares rápidamente.
CELULAS HEPATICAS