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3a) TERCER TALLER FINANZAS PUBLICAS
3a) TERCER TALLER FINANZAS PUBLICAS
Actividad Tres
Para la tercera evaluación
Nota: Las dudas e inquietudes respecto de este taller (tres) serán resueltas en las sesiones
virtuales del día sábado 25 y domingo 26
Las dudas e inquietudes respecto del segundo taller serán resueltas en la sesión virtual del
día viernes 24
INGRESOS CORRIENTES: Son los recursos que percibe el ente territorial de manera
regular por concepto de aplicación de impuestos, tasas, multas, contribuciones y transferencias;
según disposiciones legales. De acuerdo con su origen se dividen en tributarios y no tributarios.
INGRESOS TRIBUTARIOS: Son los ingresos que recauda el municipio por concepto de gra-
vámenes, entendiendo por gravamen a un impuesto o carga que se aplica sobre un bien, riqueza
o propiedad que pertenece a una persona naturaleza o jurídica. Es decir que los gravámenes son
de carácter obligatorio a cargo de personas naturales y jurídicas, fijados por leyes, con carácter
de impuestos, como consecuencia de la potestad soberana o de dominio que el Estado ejerce
sobre sus gobernados.
SUJETO PASIVO: Es el deudor de la obligación tributaria, esto es, la persona obligada frente
al ente territorial al cumplimiento de la obligación tributaria.
TARIFA: Una vez conocida la base imponible se le aplica la tarifa, la cual se define como “una
magnitud establecida en la Ley, que, aplicada a la base gravable, sirve para determinar la
cuantía del tributo”. La tarifa en sentido estricto comprende los tipos de gravámenes, mediante
los cuales se expresa la cuantificación de la deuda tributaria.
Principios de los tributos: Gómez (1998) y Restrepo (1998) destacan algunos principios, de
la siguiente manera:
a) Legalidad: No puede existir tributo sin ley. Este principio hoy en día es más conocido
como de reserva legal. En cuanto al principio de legalidad, en la Constitución Política,
Artículo 338 se señala que, en tiempo de paz, solamente el congreso, las asambleas y los
concejos podrán imponer contribuciones fiscales o parafiscales. La ley, las ordenanzas y
los acuerdos deben fijar directamente los sujetos activos y pasivos, los hechos y las
bases gravables, y las tarifas de los impuestos.
b) Neutralidad: busca que los impuestos no distorsionen las decisiones económicas de los
individuos, es decir, que la asignación de recursos para determinada actividad no se vea
entorpecida por la tributación.
d) Obligatoriedad: Todo ciudadano tiene el deber moral de cubrir los tributos que surgen
de su participación en la vida social. El tributo es el costo de vivir en sociedad. El
Estado tiene la potestad de castigar la evasión y el fraude fiscal.
e) Generalidad: Los tributos deben cubrir a todas las personas que incurran en el hecho
generador determinado por la autoridad competente. No pueden existir tributos
individualizados.
g) Eficiencia: Los tributos deben diseñarse de modo tal que logren sus objetivos
intrínsecos con el mínimo costo o peso.
La ley, las ordenanzas y los acuerdos pueden permitir que las autoridades fijen la tarifa de las
tasas y contribuciones que cobren a los contribuyentes, como recuperación de los costos de los
servicios que les presten o participación en los beneficios que les proporcionen; pero el sistema
y el método para definir tales costos y beneficios, y la forma de hacer su reparto deben ser
fijados por la ley, las ordenanzas y los acuerdos.
Exenciones: El municipio sólo podrá otorgar exenciones tributarias por un plazo limitado, que
en ningún caso excederá de diez (10) años, de conformidad con el Plan de Desarrollo Municipal
(Artículo 38 de la Ley 14 de 1983 y Artículo 258 del Decreto 1333 de 1986). La exención no
podrá ser solicitada con retroactividad. La norma que establezca exenciones tributarias deberá
especificar las condiciones y requisitos exigidos para su otorgamiento, los tributos que
comprende, si es total o parcial y en su caso, el plazo de duración.
Intereses moratorios: La tasa de interés para efectos tributarios es la tasa equivalente a la tasa
efectiva de usura certificada por la Superintendencia Financiera de Colombia para el respectivo
mes de mora, de conformidad con el artículo 12 de la Ley 1066 de 2006.
Los Ingresos tributarios municipales se clasifican en: Impuestos directos e impuestos indirectos.
Impuestos tributarios directos: Son gravámenes establecidos por la ley que recaen sobre la
renta, los ingresos y la riqueza de las personas naturales y/o jurídicas. Consultan capacidad de
pago y no pueden ser trasladados a otros agentes económicos. Como ejemplo a nivel municipal
se tiene al impuesto predial unificado y a nivel nacional la retención en la fuente.
Impuestos tributarios indirectos: Es aquel que recae indirectamente sobre las personas
naturales o jurídicas que demandan bienes y servicios con base en los acuerdos. Entre los
impuestos tributarios indirectos se pueden citar los siguientes: impuesto al transporte de
hidrocarburos, degüello de ganado mayor, industria y comercio, avisos y tableros, publicidad
exterior visual, delineación y urbanismo, espectáculos públicos, impuesto de ocupación de vías,
juegos de suerte y azar, degüello de ganado menor, sobretasa bomberil, sobretasa al consumo
de gasolina motor, estampillas, impuesto de alumbrado público, registro de marcas y herretes,
contribución sobre contratos de obra pública, entre otros
Ingresos no Tributarios: Se originan por la prestación de un servicio público, la explotación
de bienes o la participación de beneficios de bienes o servicios. Los ingresos no tributarios se
clasifican en tasas, multas, rentas contractuales, transferencias, entre otros.
Tasas: De acuerdo con lo establecido en el artículo 27 del Decreto 111 de 1996, Estatuto
Orgánico del Presupuesto, la tasa es un ingreso corriente no tributario de la entidad territorial.
Pero la Corte Constitucional en sentencia C- 465 de 1993, las definió como “aquellos ingresos
tributarios que se establecen unilateralmente por el Estado, pero sólo se hacen exigibles en el
caso de que el particular decida utilizar el servicio público correspondiente. Es decir, se trata
de una recuperación total o parcial de los costos que genera la prestación de un servicio
público; se autofinancia este servicio mediante una remuneración que se paga a la entidad
administrativa que lo presta. Toda tasa implica una erogación al contribuyente decretado por
el Estado por un motivo claro, que, para el caso, es el principio de razón suficiente: Por la
prestación de un servicio público específico. El fin que persigue la tasa es la financiación del
servicio público que se presta. La tasa es una retribución equitativa por un gasto público que el
Estado trata de compensar en un valor igual o inferior, exigido de quienes, independientemente
de su iniciativa, dan origen a él.”
La diferencia entre tasa e impuesto (gravamen) reposa sobre dos elementos: en primer lugar, en
la tasa existe una contraprestación, el suministro de energía, por ejemplo; mientras que, en el
impuesto, por definición, no se paga un servicio específico o no se retribuye una prestación
determinada.
Así por ejemplo los municipios cobran tasas a las personas por la ocupación de vías y espacio
público con el depósito de materiales u otros elementos propios de las actividades de la
construcción y por la ocupación temporal del espacio público.
Multas: Son sanciones pecuniarias que pagan las personas, naturales o jurídicas, por infringir
una norma o mandato legal.
Transferencias: Son partidas presupuestales que se trasladan de un ente estatal a otro. Algunas
veces pueden ser trasladadas a entidades privadas para la prestación de servicios públicos,
como, por ejemplo, los recursos que son trasladados a las cajas de compensación familiar. Las
transferencias tienen como objetivos corregir desequilibrios fiscales verticales y horizontales,
garantizar la prestación de unos servicios públicos básicos por parte de los municipios y
promover la expansión de dichos servicios. Las transferencias pueden llevarse a cabo sin
contrapartida, con contrapartida, incondicionadas, condicionadas, negociadas y determinadas de
forma automática mediante fórmulas.
El Acto Legislativo 01 de 2001 y su reglamentación mediante Ley 715 de 2001, crea el Sistema
General de Participaciones (SGP) y lo define como los recursos que la Nación transfiere por
mandato de los artículos 356 y 357 de la Constitución Política a las entidades territoriales, para
la financiación de los servicios cuya competencia se les asigna en la misma Ley. Lo más
importante de ésta reforma desde el punto de vista fiscal, es que desligó el monto de los
recursos de transferencia como porcentaje de los ICN, reunió las transferencias en una misma
“bolsa” y las dispuso como un monto fijo cercano a los once billones de pesos de 2001 (10,96
billones) que crecería con el promedio de las variaciones de los ICN de los últimos 4 años a
partir de 2008, dado que estableció el periodo previo como transitorio en el cual el crecimiento
estuvo ligado a la inflación más unos puntos porcentuales adicionales. Con esto, los gobiernos
subnacionales podrían ajustar sus gastos para la provisión, garantizándoles el cubrimiento del
efecto inflacionario y un incremento adicional. Del total de recursos del SGP, el 96% son
distribuidos en el sector educativo (58,5%), en el sector salud (24,5%) y en propósito general
(17%) que incluía agua potable y saneamiento básico, deporte y cultura. El 4% restante para
Asignaciones Especiales que fijan recursos para Alimentación Escolar, Fondo Nacional de
Pensiones de las entidades territoriales, Resguardos Indígenas y municipios ribereños del Rio
Magdalena.
Para 2002 el SGP totalizaba el 40% de los ICN, lo que constituía una proporción significativa
de los mismos y que de alguna manera limitaba la disponibilidad del Gobierno Central para
adelantar sus propias inversiones. Con esta reforma, la participación del SGP en los ICN se ha
reducido a niveles cercanos al 28% en 2015. Esto permitió al Gobierno Central liberar montos
importantes y ganar los sustanciales aumentos de los ICN ocurridos en años posteriores en los
que se presentó un buen precio de los commodities y un mejoramiento en el recaudo tributario.
En 2007, finalizando el periodo de transición del Acto Legislativo 01 se presentó una nueva
reforma constitucional con el Acto Legislativo 04 que extendió esta transición hasta 2016. Así
mismo, se aprobó la Ley 1176 de 2007, la cual modificó algunos artículos de la Ley 715 de
2001 y se separaron los servicios de agua potable y saneamiento básico de la participación de
propósito general asignándole sus propios recursos. En consecuencia, una vez descontados los
recursos asignaciones especiales del SGP; el 58,5% de los recursos se destinaría a educación; el
24,5% a salud; el 11,6% a propósito general y el 5,4% a agua potable y saneamiento básico.
Durante el periodo 2008 a 2016, el SGP se incrementó en un porcentaje igual a la tasa de
inflación causada más una tasa de crecimiento real de 4% para los años 2008 y 2009, de 3,5%
en 2010 y una tasa de crecimiento real de 3% entre el año 2011 y el año 2016. El sector
educación tuvo un crecimiento adicional de 1,3% en 2008 y 2009; 1,6% en el año 2010 y
durante los años 2011 a 2016 de 1,8%; destinados para cobertura y calidad, que no hicieron
parte del monto del SGP para el incremento en el año siguiente. Por otro lado, para los años en
los que la economía creció por encima del 4%, se aplicó un crecimiento adicional por el valor
correspondiente a la diferencia entre el crecimiento y dicha tasa, recursos que se destinaron
únicamente para la atención integral de la primera infancia, que tampoco generaron base para la
liquidación del monto del SGP de la siguiente vigencia. Así mismo, se definieron lo usos de la
asignación especial para municipios ribereños del río Magdalena. (ver gráfico). Desde el punto
de vista macroeconómico y para las finanzas del Gobierno Nacional puede decirse que la
reforma funcionó, la participación del SGP en los ICN que venía disminuyendo desde el año
2002, continuó su tendencia gracias a que se mantuvo atada a la inflación, mientras los ICN
crecieron a tasas superiores, beneficiando así, principalmente al Gobierno Nacional.
Recursos de Capital: Los recursos de capital son ingresos no corrientes o permanentes que
percibe el municipio, provenientes entre otras de las siguientes fuentes; entre ellos podemos
citar:
Recursos del balance Son los ingresos provenientes de la liquidación del ejercicio fiscal del
año inmediatamente anterior. Se encuentran compuestos por los excedentes financieros, la
cancelación de reservas, la venta de activos, la recuperación de cartera vencida, entre otros. En
la adición de estos recursos al presupuesto del ente territorial es necesario observar si se trata de
recursos de destinación específica, con el fin de evitar incurrir en situaciones de destinación
oficial diferente.
Excedentes financieros: son recursos originados como consecuencia del cierre de la vigencia
presupuestal anterior, que deben ser adicionados al presupuesto en ejecución.
Venta de activos: corresponden a los recursos obtenidos por la venta de activos tales como
terrenos, construcciones, maquinaria, entre otros, o de títulos valores que si bien no se
sintonizan con la misión de los entes territoriales, son medios para optimizar sus recursos
físicos y financieros.
Recuperación de cartera: son ingresos provenientes de recursos causados contablemente en
vigencias anteriores.
Recursos del crédito Son los ingresos provenientes de empréstitos o colocaciones de papeles
en el mercado financiero, con vencimiento mayor a un año, concedidos directamente a los entes
territoriales, razón por la cual el artículo 295 de la Constitución política prevé que las entidades
territoriales podrán emitir títulos y bonos de deuda pública, con sujeción a las condiciones del
mercado financiero e igualmente contratar crédito externo, todo de conformidad con la ley que
regule la materia. El uso del crédito público se convierte en una herramienta que permite a las
entidades territoriales solventar deficiencias de recursos fiscales en situaciones o dificultades de
carácter coyuntural.