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Medios de Producción y Relaciones de Producción en el

Campo Teórico
Más tareas para la “post-pandemia”: Crítica de (cierta) mediocridad científica.
Fernando Buen Abad Domínguez
Sálvense todas las excepciones pero una “sensación” de empobrecimiento recorre los
párrafos de algunas “investigaciones” que uno va leyendo. Es la “sensación” de cierta
precariedad, o mediocridad, en la producción teórica de nuestro tiempo donde predomina el
refrito de los refritos, el repaso sobre lo repasado, el revisionismo nuevamente revisado y no
pocas audacias proclives a la prestidigitación terminológica, tipológica y taxonómica de
moda. Claro que aquella “sensación” siempre es acompañada por la perplejidad o por las
limitaciones, cuantitativas y cualitativas1, que hoy se tienen en medio de la densidad y
velocidad de las marejadas “editoriales” en sus versiones librescas o de “papers”. Entiéndase
aquí por “teoría” lo que propone Elí de Gortari en su Introducción a la Lógica Dialéctica.
19782: “…la teoría científica no es otra cosa que la hipótesis comprobada
experimentalmente… suministra una perspectiva de conjunto, y desde un nivel más elevado,
para investigaciones posteriores.” No poca “producción teórica” es efímera desde su
concepción. El modo de producción teórica dominante es antagónico a los intereses de la
humanidad.
¿Qué Ciencia cabe esperar en centros de producción teórica infestados por
reaccionarios y por el conservadurismo? Es imprescindible la crítica 3. Abundan, por ejemplo,
los trabajos efectistas inspirados en causticas de moda. Según sea el ingenio de los teóricos,
se abordan temáticas con aparente “equilibrio” (lo cual quiere decir que rehúyen al
compromiso político) recurriendo, sin empacho, al socorrido lenguaje de las estadísticas o los
números que se ofrecen como paradigmas de la objetividad fría. A veces un poco de
observación minuciosa delata los móviles verdaderos de cierta “producción teórica” que sólo
sirve como peldaño en el ascenso hacia los empleos o las simpatías de alguna institución
privada, de Estado o de “carne y hueso”. Incluso la ética ha sido desfigurada. Sálvense las
excepciones, insistamos. “En el mundo se publican alrededor de tres millones de artículos
científicos al año y, aunque pueda parecer algo bueno, lo cierto es que este nivel de
publicaciones está directamente vinculado a malas prácticas y a falseamiento de
resultados.”4
Esa “práctica” trepadora se desarrolla silenciosamente, a veces con penurias y a veces
con orgullo. Suele imponerse al teórico una cadena tortuosa de becas, incentivos, apoyos…
tatuados a fuego bajo el imperio del burocratismo académico, mercantil o de ego puro. Esa
“práctica” prolifera en feligresías que suelen estar urgidas de halagos -y auto-halagos- para
resistir, hasta la ignominia, los requisitos de la ascensión. Incluyendo los besamanos. Desde
luego que el desarrollo científico y la solución de los problemas de la humanidad quedan para
decorar algún prólogo o algún discurso… cuando llegue la ocasión. La prioridad es recortar
aseadamente el objeto de estudio -especialmente recortarle las ramas políticas- y citar
1
https://www.eldiario.es/zonacritica/Crisis-Universidad-intelectuales-hacedores-papers_6_265683463.html
2
De Gortari, Eli: Editorial: Centro de Estudios Filosóficos / Fondo de Cultura Económica. Colección: Publicaciones Diánoia. Temas:
Filosofía en México y Latinoamérica Edición: 2ª edición, México, 1959 /Grijalbo. Tratados y Manuales México. Barcelona. Buenos
Aires. Octava Edición. http://www.filosoficas.unam.mx/catalogo/?autores=gortari-eli-de
3
“Tampoco la crítica puede verse con una connotación negativa que agrede a la revista o al autor, sino todo lo contrario, como hemos podido
apreciar. La crítica busca ante todo el mejoramiento y el avance de la ciencia”. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1575181316301462
4
https://www.resumenlatinoamericano.org/2019/07/21/pensamiento-critico-papers-y-mas-papers-las-sombras-en-la-industria-de-
las-publicaciones-cientificas/
párrafo por párrafo, el santoral “teórico” que reina en el contexto. Muy en particular
empacharse con parrafadas de quienes firman las becas y los “apoyos” financieros, al lado de
quienes puedan servir a ulteriores beneficios. Está plagado el “mercado” con caritas frescas
de muchachos y muchachas “de bien”, adiestrados por el establishment para escalar lo que
sea, al costo que sea, como merito principal. Especialmente si ayudan a esconder la lucha de
clases. “Es harto frecuente ver a un Becario de Investigación dar clases sin estar lo
suficientemente preparado; recorrer la geografía española acudiendo a mil congresos
absurdos de jóvenes –o no tan jóvenes– investigadores, en los que hay veinte o treinta mesas
y talleres paralelos; hacer estancias de investigación que, en muchos casos, se alargan sine
die innecesariamente, pues lo mismo que muchos hacen en París, Londres o Nueva York, lo
podrían hacer perfectamente en Madrid, Barcelona o Valencia; y, por supuesto, publicar y
publicar papers que, en un 90% de casos, siendo generosos, van directamente a la basura
porque nadie, en su sano juicio, invertiría media hora de su vida en leerlos.”5
Otro sector, más profesionalizado, que ha podido saborear la mieles de sus méritos y
goza con lisonjas variopintas, oficia de “consultor” incluso cuando nadie lo consulta. Valga
lamentar las escenas que se verifican a menudo cuando, en su insistencia por pertenecer a
ciertos circuitos de poder académico o científico, los dejan en la puerta, les regatean las sillas
o no los dejan acercarse a los “poderosos” o a los “famosos”, a punta de codazos, endógenos
o exógenos. Más de uno padece estados depresivos por eso. La “producción teórica”, en no
pocos de esos cenáculos profesionalizados, suele ser sólo una cazuela de sofismas adosada
con palabrerío de época para engordar la demagogia de los jefes. Realmente lastimoso.
Algunos deambulan como profesores eméritos. “Ciertamente hay ahora más científicos de
gran nivel y más Ciencia excelente que en ninguna otra época, pero también es cierto que
nunca como ahora ha habido tanta Ciencia mediocre y casi superflua.”6
Y está la cúspide de esa pirámide, secuestrada por un puñado de “referentes
intelectuales” serviles a empresarios, gobernantes y cúpulas de lisonjas. La combinación ni es
casual ni es ociosa. Cada cual funge como faro señero para quienes, desde la base, escalan
con la ambición de llegar a ocupar el lugar de sus “sueños”. No importa si son laboratorios
médicos, institutos de investigación, programas especiales o “think tanks” al servicio del
mejor postor. Es la cúspide del modelo hegemónico donde la Ciencia y la producción teórica
están secuestrados y desfigurados bajo los candados de la lógica mercantil. El capitalismo
pues. Se les interpela el “mérito” y el método. “Las cosas llegan ahora a una situación en la
que los individuos tienen que apropiarse de de la totalidad de las fuerzas de productivas
existentes no sólo para realizar sus propias actividades sino también simplemente para
salvaguardar su existencia”7 Marx.
Desde luego que esta idea de “pirámide” es, al mismo tiempo, un “iceberg”. Es decir,
no es fácil ver la red compleja de flujos y reflujos de intereses confesados e inconfesables.
Red compleja de las relaciones de producción dominadas por el capitalismo. Pero es
indispensable señalar que en las entrañas de esa red se desarrollan las contradicciones y las
claves para la superación del sistema mercantil hegemónico en la producción del
conocimiento. Están ahí todas las luchas que van creciendo para emancipar a la producción
teórica, a sus herramientas y a sus relaciones de producción. Y está el núcleo duro donde
descansan las interrogaciones más fuertes sobre un nuevo modelo de producción teórica y
que sea capaz de impulsar una revolución científica realmente útil a los intereses de los seres
humanos y del planeta. “Por Ciencia entendemos la explicación objetiva y racional del
universo. Como explicación, la Ciencia describe las diversas formas en que se manifiestan los
procesos existentes, distingue las fases sucesivas y coexistentes observadas en el desarrollo
de los mismos procesos, desentraña sus enlaces internos y sus conexiones con otros
procesos, pone al descubierto las acciones recíprocas entre los procesos y encuentra las
condiciones y los medios para permitir la intervención humana en el curso los propios
procesos.”8
Mientras la Ciencia esté secuestrada como “criada de la teología” (creacionismo) o
como criada del capitalismo,
de poco servirá para resolver las necesidades sociales en todo el planeta. Incluyendo las
pandemias. Desde luego hay excepciones y diferencias en la previsión y precisión

5
https://elpais.com/elpais/2019/02/18/ciencia/1550484222_682428.html
6
https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoid=89951
7
Marx citado por Itzván Mészáros en Estructura Social y Formas de Conciencia. Volumen I pp 277 Ediciones de la Presidencia de
la República Monte Avila Venezuela. 2011
8
De Gortari, Eli: Editorial: Centro de Estudios Filosóficos / Fondo de Cultura Económica. Colección: Publicaciones Diánoia. Temas:
Filosofía en México y Latinoamérica Edición: 2ª edición, México, 1959 /Grijalbo. Tratados y Manuales México. Barcelona. Buenos
Aires. Octava Edición. http://www.filosoficas.unam.mx/catalogo/?autores=gortari-eli-de
desarrollados por las ciencias. La Ciencia debe ser un Derecho Humano fundamental. Pero
hay científicos y científicas despreocupados totalmente por la aplicación práctica de su
investigación. Aunque lo nieguen o lo escondan. Por eso es crucial la revaloración del carácter
social de la Ciencia y su valoración histórica para incrementar el poder de los seres humanos
contra todo género de amenaza. La Ciencia debe producir poder y por eso debe ser
democratizado y convertido en triunfo del pensamiento analítico y sintético, propiedad de
todos.
Si hubiese que sintetizar diez prioridades humanas (pensadas al vuelo) que la Ciencia
no ha resuelto, quizá pudiéramos definir un programa de urgencia: 1) pobreza. 2) hambre. 3)
desnutrición. 4) pandemias y ecocidios. 5) inflación. 6) discriminación. 7) fanatismo. 8)
desempleo. 9) vivienda. 10) carrera armamentista. Construir un plan científico internacional
que ponga prioridad a lo humanos por encima del capital. Que no se disfracen los interese
reales y que la ética juegue su papel decisivo a la hora de decidir qué se investiga
científicamente y para qué. “No hablemos de la Ciencia y la filosofía burguesas, enseñadas de
un modo oficial por los profesores oficiales para embrutecer a las nuevas generaciones de las
clases poseedoras y “amaestrarlas” contra los enemigos de fuera y de dentro. Esta Ciencia no
quiere ni oír hablar de marxismo, declarándolo refutado y destruido; tanto los hombres de
Ciencia jóvenes, que hacen carrera refutando el socialismo, como los ancianos caducos, que
guardan el legado de toda clase de anticuados “sistemas”, se abalanzan sobre Marx con el
mismo celo. Los avances del marxismo, la difusión y el afianzamiento de sus ideas entre la
clase obrera, provocan inevitablemente la reiteración y la agudización de estos ataques
burgueses contra el marxismo, que, de cada una de sus “destrucciones” por obra de la
Ciencia oficial, sale más fortalecido, más templado y más vital.”9 Lenin.
No es lo mismo “producción teórica” que mercadeo de “hipótesis” para vender
investigaciones, cátedras, carreras, posgrados y especialidades... aunque reine en la cabeza
de muchos la idea de que la “Ciencia” es una mercancía confiable. No obstante una corriente
rebelde, nada nueva, recorre al modo de producción teórica. Es una corriente de insurrectos
no uniforme, no uniformada, que rema a contra corriente esquivando sanciones, despidos,
amonestaciones y descalificaciones que suelen imponer los “patrones”. Hay peligros y
persecuciones de todo tipo, al acecho, tras las puertas de las aulas, las oficinas, los baños...
hay “espías” voluntariosos atentos a “denunciar” todo lo que suene a “zurdito”, “rojo”,
“rebelde”, “marxista”... cualquier queja, propuesta, observación, crítica, diagnóstico... que no
coincida con el modelo de perfección patronal, enciende de inmediato las sospechas y los
riesgos. Es una corriente en pie de lucha que dignifica la lucha diaria. “Por consiguiente, la
tarea directa de la Ciencia, según Marx, consiste en dar la verdadera consigna de la lucha, es
decir, saber presentar objetivamente esta lucha como producto de un determinado sistema
de relaciones de producción, saber comprender la necesidad de esta lucha, su contenido, el
curso y las condiciones de su desarrollo. No se puede dar “la consigna de la lucha” sin
estudiar en todos sus detalles cada una de las fondas de esta lucha, sin seguir cada paso de
la misma, en su tránsito de una forma a otra, para saber en cada momento concreto
determinar la situación, sin perder de vista el carácter general de la lucha, su objetivo
general: la destrucción completa y definitiva de toda explotación y de toda opresión.” Lenin.10
Revolucionar a la Ciencia no supone negar sus aportes, supone emanciparlos y
asegurarles el derecho democrático al desarrollo. Sin dueños. Esa corriente rebelde también
propone transformar al mundo y transformar a la Ciencia, revolucionar la epistemología y el
papel emancipador del saber sin clases sociales… “abrir los libros”, mirar qué cuentas
manejan en lo económico y en lo académico, ver sus “deudas” y sus “inversiones”, sus
sueldos y los de todos, ver las tecnologías y las canonjías. Resarcir a todos los científicos
victimados por la lógica de capital. Hacer un inventario de las postergaciones y sus razones,
los silencios y los corrillos, hay que ver los documentos y los emolumentos. Por qué se
suspendieron los presupuestos y los debates. Pero hay que ver, sobre todo, lo que falta por
hacer y hacerlo de inmediato. Ascender a la praxis transformadora en los contenidos teóricos,
en las metodologías nuevas y en las renovadas, en los casos concretos, en las
investigaciones, en la experimentación... en las publicaciones. A quién sirven y para qué
sirven. Abrir los libros en todos los sentidos para ver cómo se reparten los puntos y los
ascensos, las vacaciones, las becas, los apoyos didácticos. Cómo se negocian las
investigaciones, las “citas” mutuas, cuántos puntos vale convertido a sueldos asistir a
congresos, cursos, postgrados... abrir los libros y sacar las cuentas en público y sin

9
https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/temas/lenin-sobre-la-ciencia.pdf
10
Quiénes son los “amigos del pueblo” y como luchan contra los socialdemócratas, tomo 1, pp. 357-358
https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/temas/lenin-sobre-la-ciencia.pdf
concesiones. La agenda científica no debe fijarla el “creacionismo”, el idealismo, el neo-
liberalismo, el positivismo… ni el “mercado”.
Nada más anti-científico que la petulancia de los sabelotodo. Un cambio verdadero de
paradigma hoy, radica en poner como prioridad a la comunidad emancipándose con una
organización transformadora. Desde los sentimientos hasta los medicamentos, desde los
alimentos hasta los pensamientos. Problematizar con la comunidad el repertorio de todo
aquello que frena su desarrollo y su felicidad. Fijar los planes de acción y rendición de
cuentas, a libro abierto, y revolucionar los paradigmas científicos como parte de una acción
social compleja con muchas variables y vectores actuando en simultaneo. No hacer lo mismo
y esperar lo distinto. Re-politizar la producción teórica y las relaciones de producción en clave
de lucha de clases. Transformar a la Ciencia y transformar a los científicos. Re-educarlos. Sin
individualismo, sin atomismo. Sin reformismos ni conservadurismo.
Nos urgen tareas científicas basadas en el estudio crítico, en el análisis
multidisciplinario, con principios éticos rigurosos y en el conocimiento democratizado de las
leyes que rigen en los objetos de estudio. Ciencia en acción sobre el terreno dinámico de la
realidad, no pocas veces a contratiempo. Ciencia capaz de apreciar con precisión las
circunstancias y la necesaria combinación del estudio y la experiencia, que no es otra cosa
que el concepto de praxis que definió Marx. 11 La Ciencia no se desarrolla entre paredes, en
mesas de laboratorio o salas de conferencias. Es un trabajo social emanado de la realidad
concreta y que expresa su esencia en su condición de herramienta para conocer y resolver
problemas y necesidades mientras enriquece el conocimiento, y no sólo eso, también para
superar la desigualdad de clases y toda falsedad histórica. Mientras mayor sea el desarrollo
emancipado y emancipador de las Ciencias, mejor ha de ser la batalla contra las pseudo-
ciencias y las distorsiones intencionadas o semi-deliberadas, plagadas con falsificaciones
rentables.
Necesitamos Ciencia que empodere y emancipe a las fuerzas productivas y a las
relaciones entre la comunidad con la naturaleza. Para la Ciencia es central la capacidad de la
predicción y la necesidad de democratizar la utilidad... es una capacidad de previsión basada
en el conocimiento y en la dialéctica científica que abarca a los métodos generales de
investigación y para eso, la Ciencia debe revolucionar su epistemología interviniendo
críticamente. Necesitamos la Ciencia alimentada por la ética, con estudios avanzados para
ver, con claridad, las posibilidades revolucionarias enormes para el desarrollo del
pensamiento científico y técnico-científico. Necesitamos una Ciencia que ya no sea sometida
al soborno de los “mercados” sino que sirva al desarrollo económico de las comunidades
como una unidad total. Ciencia con autonomía relativa, producida y desarrollándose
permanentemente en redes de institutos técnico-científicos de Estados probadamente
democráticos, que deberían producir más Ciencia, en escala ilimitada.
Esa Ciencia y teoría que reclamamos, habrá de combinar perfectamente la pasión de
conocimiento con la necesidad permanente de elevar el poder transformador de la
humanidad. Y, para eso, tenemos que educar y re-educarnos, hombro a hombro, con las
generaciones nuevas en la Ciencia y en el espíritu hacia una complementación integral de la
investigación científica con las necesidades humanas en todos sus campos. Se necesita una
confianza, a toda prueba, en las posibilidades ilimitadas del conocimiento, en la fuerza política
de la predicción y el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales bajo un programa
científico de nuevo género. Praxis científica, unida a las luchas emancipadoras de los pueblos
en ascenso. La condición es intentar lo nuevo porque repitiendo lo viejo, nada nuevo surge.
Insistía Einstein que algo sabía al respecto. 12 ¿Estaremos a la altura?

11
Sánchez Vázquez, Adolfo. Filosofía de la Praxis. Siglo XXI editores. Primera edición 2003 pp 127.
12
Einstein, Albert: ¿Por qué el Socialismo? https://www.marxists.org/espanol/einstein/por_que.htm

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