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PADRES DE HIJOS CON NECESIDADES

ESPECIALES / PATERNIDAD Y CRIANZA

La Discapacidad No Justifica El
Comportamiento Inadecuado
March 18, 2016 - by Eliana Tardio - 3 Comments.
Seamos honestos, como padres de hijos con discapacidad, el peor error
que podemos cometer es subestimar las expectativas sociales de
nuestros hijos. La discapacidad no justifica el comportamiento
inadecuado, y si queremos que nuestros hijos alcancen el máximo de
sus capacidades y estén listos para aprovechar las oportunidades de la
vida, tenemos que ser realistas, no solo tenemos derechos, pero también
obligaciones y responsabilidades como todos.

Nuestra obligación más importante es con nuestros


propios hijos: “Educarlos con amor y expectativas reales,
para que estén listos para el mundo sacándole provecho al
máximo a sus capacidades.”
Muchos padres justifican el comportamiento como resultado de la
discapacidad. Es cierto, la discapacidad puede provocar
comportamientos, pero tu reacción como padre es la que
determina si el comportamiento sigue o se re-direcciona. Si tu hijo
aprende algo positivo, o aprende que el modo más fácil es el modo
de conseguirlo todo. La educación de tu hijo es tu responsabilidad
como padre, tu hijo lo único que hace es poner en práctica lo que
ha aprendido.

La base que regula el análisis del comportamiento


humano,  dice que si un niño tiene la capacidad de
portarse inadecuadamente  para conseguir o evitar algo,
tiene la misma capacidad para portarse adecuadamente
con el entrenamiento apropiado, y así aprender que hay
modos mejores y más apropiados de conseguir lo que tanto
desea o necesita.
Entonces, qué hacer y qué no hacer.
1. El fin no es que tu hijo sea perfecto, sino que aprenda que
todo acto tiene una consecuencia. Las consecuencias no solo
se limitan a mostrarle sus errores, pero a celebrar sus buenas
decisiones aún con mayor intensidad, con tal de reforzar el
buen comportamiento y mostrarle cuál es la acción que da
mejores resultados. Las consecuencias tienen que existir
tanto para el buen como para el mal comportamiento, siempre.
2. Cuando hablamos de consecuencias a comportamientos
negativos: No se trata de castigar física o
sicológicamente, tratando de hacer sentir a tu hijo culpable de
no ser prefecto, porque nadie lo es. Se trata de actuar desde el
amor y el deseo de que aprenda de sus errores para enseñarle
lo que está bien y lo que está mal. Cuando tu hijo comete un
error es importante que le enseñes la forma correcta de hacer
las cosas, o que le dejes saber lo que esperas de él. Por
ejemplo: Cosas tan simples como, “Necesitas bajar la voz y
pedir las cosas “por favor”” para que pueda ayudarte, dichas
con tranquilidad y de manera constante, modelan el
comportamiento de tu hijo y le enseñan qué está bien y qué
funciona.
3. Si, muchos comportamientos serán más difíciles de
manejarse y cambiarse como resultado de su discapacidad
porque puede que necesite más tiempo para aprender y
procesar. Puede que tome más tiempo o que cometa más
errores en el camino de aprender, sin embargo como padre,
tu respuesta adecuada es lo que hará la diferencia en su
vida. Tienes que ser perseverante, tienes que sobreponerte a
tu propio prejuicio de que no puede o de que no entiende, o
de que no tiene la capacidad suficiente para pensar y tomar
una buena decisión. Todos podemos, la única diferencia la
hacen los apoyos que tenemos y las expectativas que los
demás tienen de nosotros. Piensa que todo esfuerzo que
haces hoy le está abriendo una puerta a un mañana inclusivo
en el que sabrá cómo comportarse y cómo hacerse
responsable de sus actos.
4. Sobre-proteger a tu hijo o limitarlo basado en su
discapacidad lo único que le traerá será dolor,porque cuando
tu hijo vaya a la escuela, o se gradúe a la vida adulta, se
golpeará con una realidad totalmente diferente donde no hay
diferencias, y si las hay, no son positivas porque lo que
hacen es limitar y segregar a las personas con discapacidad.
Lo más fácil es segregarlos, aislarlos, o dejarlos hacer lo que
quieran con la justificación de protegerlos. Lo difícil es
asumir la responsabilidad de actuar, no rendirnos, y luchar
por ayudarlos a vivir vidas plenas. No será fácil pero
créeme, vale la pena todo esfuerzo.

Con el verdadero amor que se tiene por todo hijo, reflexiona


acerca de tu propio comportamiento como padre, se honesto
contigo mismo, cambia las cosas que no estás haciendo bien, crea
un plan, cárgate de valor y cambia el futuro de tu hijo ahora
mismo. Pide ayuda si no puedes hacerlo solo. Nunca es demasiado
tarde.

Las habilidades sociales son sin duda la mejor tarjeta de


presentación cuando estás buscando mayores oportunidades para
esa persona que tanto amas. No se trata de querer transformarlos
para que encajen, sino de creer en ellos y trabajar haciendo
nuestro mejor esfuerzo como padres, para que ellos hagan el
propio como hijos. Recuerda: “El verdadero amor tiene
expectativas, y tiene fe en los que ama.”

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