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Otoño 2010
Subcomandante Marcos
Índice
Pág.
Introducción
Capítulo 3: Contextos
3.1 La familia 29
3.1.1 Valores 31
3.1.2 Roles asignados el papel del hombre y la mujer. 34
3.2 La escuela 36
3.2.1 Modelo educativo 37
3.2.2 Educación intercultural bilingüe 41
Conclusiones._____________________________________________ 53
Fuentes consultadas.
Introducción.
1
Úbeda Ibáñez, Javier. La educación, pilares básicos.
http://pilaresbasicos.blogspot.com/2010_01_01_archive.html. Octubre de 2010
Por otra parte, cabe destacar que la sociedad moderna otorga particular
importancia al concepto de educación permanente o continua, que establece que
el proceso educativo no se limita a la niñez y juventud, sino que el ser humano
debe adquirir conocimientos a lo largo de toda su vida. La educación es lo que
transmite la cultura, permitiendo su evolución. No sólo se produce a través de la
palabra: está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes.
En los niveles posteriores de educación, los alumnos indígenas cargan con las
siguientes desventajas: (Imagen 2 )no lograron dominar el español porque no se
partió de un buen dominio de la lengua propia; tuvieron una educación deficiente y
por lo mismo no dominan muchas de las habilidades necesarias para seguir
estudiando; si continúan a la secundaria, tienen serias dificultades para aprender;
al llegar al nivel medio superior, o incluso al superior, se enfrentan con exámenes
de admisión que los indígenas aprueban mucho menos que los no indígenas.
La educación indígena en nuestro país jamás ha sido tal; nunca ha sido planeada
ni ejercida autónomamente por los propios interesados, éstos se limitan a la
educación informal de sus miembros por carecer de los recursos para crear una
infraestructura escolarizada. De igual manera, nunca han ejercido el poder
económico ni el político en tanto indígena ni como voceros de dicha causa.
calidad, no específicamente relacionada con sus culturas, que no son parte del
currículo escolar sino apenas un medio para lograr el mejor aprendizaje de una
segunda lengua y de otra cultura.
Es por ello que se puede afirmar que la educación indígena de hecho tiene doble
carácter el de reproducción y resistencia. Todo ello teniendo en cuenta múltiples
factores que intervienen en los contextos nacionales con su naturaleza
multicultural que ha permitido a los pueblos indígenas sobrevivir con su propia
cultura.
Hemos visto, que como tal, es inexistente, siempre quedan factores que
modifican esta educación para fines de beneficio político o personal. En palabras
de Elisa Ramírez Castañeda, “la educación indígena siempre se ha referido a
aquello que los indígenas deben saber, no a la instrucción o enseñanza que ellos
mismos imparten o impartieron. Desde siempre hablar de educación indígena
2
supone una apreciación externa de sus culturas.”
México es uno de esos países multiculturales en donde las comunidades
indígenas, en territorios más o menos delimitados, no tienen uno propio y conviven
con otros grupos. Sin embargo, al igual que en muchos otros países, el nuestro es
considerado como una nación moderna dentro de la cual, la presencia de grupos
étnicos ha tenido durante mucho tiempo un sentido de alteración de lo nacional o
de lo que podría identificarse como un universo simbólico que se pretende
aglutinador, provocando una pluralización de dos mundos de vida, resultado del
desarraigo.
Queda claro que, desde la Conquista de México, a manos de los españoles, la
educación que se imparte en nuestras escuelas no es una educación indígena,
sino una educación para indígenas, instrumentada para reproducir cada etapa
histórica la dominación cultural, la discriminación racial, la explotación económica
y la manipulación política.
El meollo está en lo que algunos antropólogos han llamado la construcción de
la indianidad. Lo indígena se construyó, en principio, como una identidad que
distinguía a los pobladores originarios de este continente de los invasores
españoles.
A medida que se afianzaba el sistema colonial, se fueron tejiendo mecanismos
que no solamente explotaban las riquezas naturales y el trabajo de los pueblos
sometidos, sino también levantaban un discurso de esa diferencia, basada en la
inferioridad. Al mismo tiempo, lo indígena, lo indio, como categoría colonial,
2
Castañeda Ramírez, Elisa, La educación Indígena en México. UNAM, 2006. Pág.8.
Ser indígena hoy significa ser parte de una comunidad culturalmente diferenciada.
Tiene, por eso, una connotación de identidad, de cultura y también, hoy por hoy,
de proyecto político, porque tras cinco siglos de colonialismo, los pueblos
indígenas reivindican en nuestra época su identidad como una bandera de lucha,
como una forma de resistencia y como una demanda por su reconocimiento, por
sus derechos, por su futuro, para la educación indígena. El hecho de que grandes
sectores de nuestra población vivan en la marginación y en la pobreza total
empeora la situación de los indígenas, quienes soportan los más elevados índices
de desnutrición, carecen de escuelas y toda forma de enseñanza, de planes de
salud e higiene, carecen de viviendas que tengan los servicios básicos, además
de su falta absoluta de trabajo.
En reiteradas oportunidades quienes están convencidos que defienden y protegen
al indígena, partiendo de una política integracionista y de asimilación, solo
consiguen ahondar más la marginación y la discriminación hacia estos pueblos.
No es acertada la actitud de quienes pretenden integrar y asimilar a los indígenas
a nuestra cultura y nuestra forma de vida. Ellos han tenido y tienen su propia
identidad y estilo de vida que debemos respetar. Es en las poblaciones indígenas
donde encontramos los índices más elevados de desigualdad educativa por
género. Como plantea Pablo Latapí: “el concepto de educación intercultural
también puede darnos claves importantes para entender el concepto de
autonomía. Ambos conceptos aluden a interdependencia, no a separación; a
comunicación y diálogo, no a monólogos en el vacío; a respeto, no a imposiciones;
a justicia, no a explotación; a fortalecimiento, no a manipulación” 3
4
Dirección General de Educación Indígena. Av. Cuauhtémoc Nº 614 Col. Narvarte, Del. Benito Juárez, México
D.F.
5
Lineamientos generales para la educación intercultural bilingüe para las niñas y los niños indígenas, SEP
Subsecretaría de Educación Básica y Normal/Dirección General de Educación Indígena, México, 1999, pp.11
En México, como en muchos países del mundo, hay una gran variedad de grupos
sociales culturalmente diferentes, quienes ahora y desde hace mucho tiempo han
convivido sin perder su identidad cultural. Todos ellos se relacionan entre si y
forman lo que ha dado por llamarse sociedad multicultural, y que prácticamente
como todos los países con población indígena contamos hoy con instituciones y
programas específicos de educación indígena que, que en sus objetivos
declarados, apoyamos la preservación y el desarrollo de las culturas y sus
lenguas. Actualmente en México, estamos aún lejos de comprender y de asumir la
diversidad como un recurso enriquecedor de toda la sociedad, existen datos
diversos que ayudan a comprender cómo este sector de la población mexicana se
vio afectado o beneficiado por la implantación de dichas políticas a lo largo de la
historia.
Los Institutos de Ciencias y Artes, las escuelas primarias laicas y las escuelas
normales lancasterianas propias del proyecto liberal, de modo similar a las
instituciones de enseñanza religiosa a cargo de los conservadores, se dedicaban a
difundir una variedad de opciones educativas donde lo indio no ocupaba un lugar
específico.
A finales del siglo, al interés por consolidar un Estado nacional fuerte y soberano
se sumó el de estimular la industrialización del país; objetivo que resultó más
Como ejemplo, en una entidad con alta composición indígena como Oaxaca, los
planteles de párvulos y las primarias de primera clase, al igual que las superiores,
las anexas a las escuelas normales y el Instituto de Ciencias y Artes, se fundaron
en la capital del estado, mientras las primarias de segunda y tercera clase se
abrieron en las regiones alejadas y periféricas.
Los contrastes entre las escuelas de primera, segunda y tercera clase, en cuanto
a la calidad de los edificios, la amplitud y el número de habitaciones, la
orientación, la ventilación, la iluminación y el ornato, el estatuto de propiedad
municipal o particular, el monto dedicado al pago de rentas y las condiciones
higiénicas, se relacionaban con el espacio geográfico que ocupaban. Las escuelas
Las escuelas de tercera clase, en contraste, tenían patios de tierra, clima malsano,
pésimas condiciones higiénicas e insalubridad y, en algunos casos, la única pieza
se utilizaba para las prácticas de instrucción escolar y como dormitorio de los
jóvenes solteros o del párroco del pueblo; el detrimento de la periferia a favor del
centro se comprueba al contrastar los planos arquitectónicos de los planteles
educativos en esa época.
El escaso atractivo que representaban las escuelas para los indígenas, calificadas
por algunas autoridades escolares como mazmorras, parecía intervenir en la
escasa participación escolar de los alumnos radicados en las regiones periféricas
del país. El carácter municipal de muchas escuelas de segunda clase, y todas las
de tercera, se traducía en problemas relacionados con el pago a los preceptores,
tanto en relación a sus sueldos, como a los gastos derivados de sus traslados a
las comunidades, los cuales eran sufragados por ellos mismos, por los pobladores
o por las autoridades locales.
Los constantes permisos, los cambios y las renuncias, ya fuera por problemas de
pago o salud, parecían indicar el poco arraigo de los mentores en las
comunidades que trabajaban. Se trataba de personas ajenas a las localidades,
Los preceptores solían asumir que los programas oficiales estatales, en el caso de
las escuelas elementales que contaban con alumnos indígenas, resultaban
sobrecargados en los dos primeros años, según la organización europea.
Sugerían, en consecuencia, que las enseñanzas se concentraran en el área de
lenguaje como fundamento de la enseñanza elemental.
Se esperaba que las clases de tercer año ocuparan treinta minutos, acumulando
cinco y media horas al día y, en cuanto a las cursadas en cuarto año, se dedicaran
treinta minutos, trabajando seis horas por jornada. Dos preceptores podían estar
con los alumnos de tercero y cuarto, mientras dos ayudantes tenían a su cargo el
primero y el segundo grado. En la mañana se impartían lengua nacional,
aritmética, enseñanza intuitiva, ciencias naturales, agricultura, historia y geografía,
y en las tardes caligrafía, dibujo, instrucción cívica, moral, canto y labores de mano
para las niñas.
En las escuelas unitarias, en contraste, cuando los niños y las niñas asistían
mañana y tarde, el maestro impartía clases simultáneas a grados escolares
distintos, fragmentando los tiempos en segmentos extremadamente breves. En
7
Aguirre Beltrán, Gonzalo. Teoría y práctica de la educación indígena, Secretaría de Educación Pública
(Sep.-Setentas, 64), México, 1973, p.18.
Bajo ese paradigma, la Escuela Rural consideraba la objetivación del indio como
la materia etnográfica de los propósitos integralistas y populistas de la época.
Documentar la cultura, las prácticas económicas y las tradiciones nativas,
permitiría a la escuela sustituir estos rasgos.
Las actividades agrícolas, las artes populares, la música patriótica, las danzas
regionales y las artes marciales, entre otras formas de intervención pedagógica, se
realizaban para reinterpretar las culturas locales y, en congruencia,
castellanizar y alfabetizar a los indígenas se asumían, sin preámbulo pedagógico
alguno, como tareas escolares de sustitución lingüística inmediata . Para Sáenz, el
acceso a la ciudadanía entre los indígenas dependía, en pocas palabras, de su
transformación en campesinos emprendedores.
3.1 La familia
8
Sandoval Forero, Eduardo. Familia indígena y unidad doméstica: los otomíes del Estado de
México. Universidad Autónoma del Estado de México, Facultad de Ciencias Políticas y
Administración Pública, 1994. Pág. 26
Unas de las más importantes funciones con las que cumple la familia es la
formación de las nuevas generaciones, Ya que éstas, irán aportando sus fuerzas
de trabajo para la producción y desarrollo de sus familias.
3.1.1 Valores
Dentro de los pueblos indígenas, los roles están asignados en base a la diferencia
sexual, masculino ó femenino y están determinados por los patrones culturales de
la comunidad. Dentro de los pueblos indios los jóvenes tienen una participación
específica derivada del lugar asignado por la autoridad adulta, masculina.
Sin embargo a pesar de este gran reconocimiento como sujetos sociales activos,
las mujeres son también olvidadas y discriminada en cuanto a los conocimientos
externos que viene desde afuera para cooperar con el desarrollo sustentable-
integral.
Las mujeres tienen menos valores que los hombres en el interior de su cultura, y
que por su aporte, sus habilidades y sus conocimientos sufren un proceso de
desvalorización al interior de sus propias culturas.
Así también los indígenas consideran que las mujeres como tienen que dedicarse
a cuidar las labores del hogar y lo único que deben de aprender es a hacer bien
todo lo que tenga que ver con el hogar, no son mandadas a las escuelas. Piensan
que los hombres son los que tendría que saber más.
Dice una mujer de un pueblo indígena: “la mayoría de las veces piensan que las
mujeres indígenas no podemos seguir con los estudios, que siendo mujeres no
somos capaces. En la comunidad prefieren a los hombres, seguramente por la
costumbre misma de que los hombres son fuertes, que ellos son los que pueden;
pienso que no es así, que también las mujeres indígenas somos capaces de
estudiar, de interrelacionarnos con otras personas que no son indígenas.” 9
“El perfil del estudiantado indígena revela que la mayoría de los estudiantes son
hombres, de ellos va a la escuela un 85%, mientras de las mujeres lo hacen un
80%”10
3.2 La escuela
9
Shipiba Sánchez Ketty, Interculturalidad e identidades indígenas. Testimonios.
http://www.aulaintercultural.org/article.php3?id_article=474. Consultado el 26/Octubre/2010
10
Fuente: Instituto Nacional de Geografía y Estadística, México en cifras. II Conteo de Población y
Vivienda 2005. http://www.inegi.org.mx/sistemas/mexicocifras/default.aspx.
Para obtener un buen desarrollo en las escuelas, los docentes y directivos de los
centros escolares deben de estar consientes de la existencia de la diversidad
cultural y de cómo se hace presente en la escuela y en el aula a través de los
alumnos y sus familiares. También deben de contar con herramientas para
identificar la diversidad en sus alumnos como: La pertenencia cultural de sus
familias así como sus variadas costumbres, tradiciones, lengua y prácticas
culturales.
Es también pertinente que los maestros y directivos que laboran en las escuelas
indígenas, conozcan las prácticas que rigen la vida comunitaria: sus creencias,
tradiciones y festividades; sus formas de trabajo, de organización social y familiar;
sus usos lingüísticos, y las formas de interacción entre los miembros de la
comunidad y las personas ajenas a ella.
También sería recomendable que los padres impartan talleres dedicados a los
alumnos maestros y directivos, sobre temas específicos tales como: lengua,
tradición oral (*)11, procesos de cultivo, arte y oficios, etc.
11
La tradición oral es definida como la forma de transmitir desde tiempos anteriores la cultura, la
experiencia y las tradiciones de una sociedad a través de relatos, cantos, oraciones, leyendas,
fábulas, conjuros, mitos, cuentos, etc. Se transmite de padres a hijos, de generación a generación,
llegando hasta nuestros días, y tiene como función primordial la de conservar los conocimientos
ancestrales a través de los tiempos.
Esto supone que los educados reconozcan su propia identidad cultural como una
construcción particular y, por tanto, acepten la existencia de otras lógicas
culturales igualmente validas, intenten comprenderlas y asuman una postura ética
y critica frente a estas y la propia.
Esto conlleva para la población indígena, la adquisición del idioma español desde
el nivel preescolar, así como el aprendizaje gradual y sistemático de este como
segunda lengua para los estudiantes que cursan los grados más avanzados,
puesto que estas lenguas son tanto objeto de estudio como método de enseñanza
y comunicación; además, contempla la enseñanza de una lengua de uso
internacional que posibilite a los alumnos conocer a otros contextos.
12
SCHMELKES, Silvia (cord.) et. Al. El enfoque intercultural en educación. México, Editorial Coordinación
general de educación intercultural y bilingüe, 2006.
Cuadro 3: Propósitos de la educación intercultural bilingüe (SCHMELKES, Silvia (cord) et. Al. El enfoque
intercultural en educación. México, Editorial Coordinación general de educación intercultural y bilingüe, 2006
Consultado el 15 de Nov. de 2010
La educación intercultural bilingüe destinada a los pueblos indígenas del país tiene
que ser transformada ya que existen varios problemas a los que se enfrenta y
estos impiden que se les pueda ofrecer una educación de calidad; como:
13
SANCHES Shippiba, Ketty. Óp. Cit. http://www.aulaintercultural.org/article.php3?id_article=474.
Consultado el 26/Octubre/2010
La pérdida de la lengua es aceptada por muchos de los padres para evitar que sus
hijos sean rechazados; principalmente los niños y jóvenes han perdido su habla
materna para incorporarse rápidamente a estereotipos de vida que surgen de la
imitación y de programas televisivos
Al tiempo en que las comunidades marginadas son vistas como una clase muy
inferior, sus voces o peticiones son ignoradas, es por ello que han surgido
diversas clases de apoyo para estos sectores desprotegidos, a los que no se les
toma en cuenta al opinar o reclamar. Surgen de esta manera dos de las más
representativas organizaciones que apoyan y alzan la mano para promover en los
pueblos indígenas la educación, el respeto y su libertad de ideología.
Promueve como uno de sus principios básicos incluir el enfoque de género en los
programas y acciones que desarrolla, a fin de revertir la mayor desventaja y
rezago que hoy viven las mujeres indígenas por su condición de género, clase y
etnia.
A continuación se muestran algunos de los programas con los que cuenta la CDI
para el apoyo a las comunidades indígenas:
http://programasotavento.blogspot.com/
Las acciones del programa se orientan a mejorar las condiciones de vida de las
localidades indígenas, mediante la dotación de los servicios básicos de agua
potable, alcantarillado y saneamiento, así como a la construcción de obras de
comunicación vial y de electrificación.
Conclusiones:
Los indígenas que son ancestralmente dueños de este país son desterrados no
por el hecho de que vivan en zonas marginadas sí que se ha negado la estirpe
nacional , que nos debe distinguir como una verdadera identidad nacional, pero es
que no hemos mirado mas allá de los hombres que han creado la idea de que
"dios es blanco" y discriminamos a más no poder no únicamente a los "indios"
como tradicionalmente los denominamos y llamarlos indígenas con tan despectiva
razones es no creer que no son también humanos.
Podemos finalizar diciendo que hace falta unir esfuerzos para que la educación de
nuestro país sea una educación de calidad, en la que se le de importancia tanto a
los planes y programas como a los actores educativos. Del mismo modo es
Aún hace falta trabajar para reconocer y aceptar las muchas identidades que hay
en mi país. Implica que todos los ciudadanos reconozcamos la diversidad, y que
esta aceptación se convierta en nuevas acciones y políticas públicas que nada
tienen que ver con las viejas políticas integracionistas o asimilacionistas, sino con
el respeto a todos los derechos de los pueblos indígenas y sus integrantes. La
acción pública de las instituciones federales, estatales y municipales debe tomar
Reconocer que hoy tenemos más de 12 millones de personas que son indígenas
quienes poseen alrededor de la quinta parte del territorio nacional, que sus
recursos naturales son uno de los orgullos de México. Nos habla de su decisión
de ser mexicanos y de permanecer con sus propias identidades y culturas. Pero
son mexicanos iguales, son mexicanos kikapús, mayas, tzeltales, tzotziles,
mixtecos; viven en pequeñas localidades y en las ciudades. Están en casi toda la
República, pero muchos no los ven.
Sin duda, cada una de las muchas culturas aportará distintas soluciones a los
diversos problemas de la Nación. Con esto quizá estemos en posibilidades de ser
Cada una de estas luchas ha tenido sus propios líderes, sus mártires, sus
esfuerzos, y no han dudado en incorporar lo que a otros grupos sociales les ha
dado resultado. Bajo todas estas acciones construyen el nuevo espacio de la
democracia, en el que los pueblos indígenas no son ya más menores de edad, ni
razas inferiores necesitadas del paternalismo, de un buen padre, o un buen dios.
Los gobiernos tienen que reconocer los derechos de los pueblos indígenas a la
propiedad, control y la protección de su patrimonio cultural, artístico, espiritual,
natural, tecnológico y científico, y a la protección legal de su propiedad intelectual
y de la biodiversidad de los espacios que habitan. Han sido creaciones propias,
son sus maneras de relacionarse con la naturaleza y de resolver su pertenencia
ancestral a este mundo.
Hoy nadie puede negar la presencia viva de los pueblos indígenas, sus aportes y
soluciones a los problemas del mundo moderno. Nadie debe aceptar hoy el
dominio de un pueblo sobre otro. Quien lo hace no reconoce al otro como igual.
Por esta razón cada uno de los pueblos indígenas busca la igualdad de
oportunidades, exige el derecho a administrar sus propios asuntos, comunitarios,
regionales o nacionales. Cada integrante de un pueblo indígena espera ser
tomado en cuenta en el diseño de las políticas públicas que le atañen.
Lograr esto será aplicar, en los hechos y en nuestra vida cotidiana, el concepto
de Multiculturalidad que tanto nos enorgullece como Nación.
Por estas razones, en México estamos luchando por reconocer los derechos
colectivos, culturales y de identidad de los pueblos indígenas, como una de las
garantías de nuestra constitución política y en las leyes que se aplican dentro de
nuestros marcos jurídicos vigentes. Trabajamos para que se vayan satisfaciendo
las demandas históricas de los pueblos y comunidades indígenas. Estas son sus
demandas actuales y se traducen en una lucha por la restitución de sus bienes y
patrimonios, es decir por la recuperación de sus tierras ancestrales con dominio
pleno, incluidas la administración, acceso y disfrute de los beneficios por la
explotación de los recursos naturales. Igualmente, exigen el reconocimiento de
sus derechos económicos, sociales, culturales y políticos.
todos los mexicanos. No es únicamente una tarea del gobierno, ni de los pueblos
indígenas, sino de todos los integrantes de la Nación mexicana. Creemos que
este camino es una manera de contribuir a la Reforma del Estado mexicano, de
un Estado que reconozca la diversidad de los pueblos en su interior y garantice, a
todos sus ciudadanos, la igualdad, el respeto a la diversidad y a la diferencia en
el mundo de lo civil, social, político y pluricultural. Con ello esperamos acercarnos
a una mejor y mayor democracia para todas y todos los mexicanos.
Fuentes consultadas.
Bibliográficas:
2001.
Bilingüe, 2006
Sitios web:
retos.
http://www.observatorio.org/comunicados/EducDebate15_EducacionIndigen
a.html
http://www.inegi.org.mx/sistemas/mexicocifras/default.aspx.
http://www.aulaintercultural.org/&%/article.01
http://pilaresbasicos.blogspot.com/2010/01/la-educacion-significado-y-
objetivos.html