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Criterios para el trasplante

Escrito por J.J.M.A.

Con respecto al Ph del sustrato, pues combinaciones múltiples. Para no liarnos mucho seria
mejor utilizar una mezcla lo más neutra posible, de forma que con ligeras aportaciones de un
componente u otro podamos acercarnos a los valores ideales para cada especie. Además,
utilizando una mezcla “neutra”, tendremos en teoría más controladas las variaciones de PH
debidas al riego y abonado, y podremos corregirlo a medida que pase el tiempo añadiendo
pequeña cantidades de productos específicos.  

Requerimientos de humedad. Pues en función de que nuestro árbol necesite más o menos,
deberemos de aumentar o reducir la proporción de los tres elementos básicos anteriormente
citados. Aquí ya influye mucho nuestra zona climática, posibilidades que tenemos de regar
cuando el árbol lo necesite, etc. Si ponemos mucha arcilla y materia orgánica, tendremos una
gran capacidad de retención de agua y menos drenaje, y si por el contrario aumentamos la
cantidad de material drenante, nuestro sustrato retendrá menos agua, así que será necesario
regar con mas frecuencia.

¿Que queremos que haga nuestro árbol?. Volviendo a tomar como ejemplo el sustrato en el
que vienen los árboles comerciales, o son masas pétreas de arcillas o aglomeraciones de
materia orgánica. Después de todo lo leído hasta aquí, ese sustrato de drenante, nada de
nada, oxigenación nula, y dificultad para el riego, toda. Vamos, un dechado de “virtudes”.
Cuanto mayor sea el tamaño de grano que utilicemos, mas espacio libre quedará entre ellos,
con lo que aumentamos el espacio disponible para el crecimiento de las raíces, aumentamos la
cantidad de aire que puede contener el sustrato, y favorecemos el drenaje.

Queremos que nuestro árbol engorde. Pues vamos a necesitar un contenedor más grande que
el actual (sin pasarnos) y una granulometría muy gruesa en todos los componentes del sustrato
que utilicemos. Cuanto más grande el grano, mas circulación de aire, pero también mas
necesidad de riego. Y claro, como queremos que engorde, también necesitamos que el
sustrato retenga más nutrientes así que hemos de obrar en consecuencia, aportando mas
elementos capaces de retener agua y nutrientes. No aconsejo pasarnos con el tamaño del
contenedor, pues si lo ponemos demasiado grande las raíces se “distraen” llenándolo, y hasta
pasado un tiempo no se ve un equilibrio entre el crecimiento de las raíces y el aéreo. Mas vale
trasplantar con más frecuencia, ganaremos tiempo y espacio.

Queremos ramificar. Pues aquí necesitamos un tamaño de grano intermedio. Se supone que
hemos conseguido el tamaño de tronco deseado, y gracias al trasplante un correcto nebari y un
considerable cepellón de raíces finas. No interesan crecimientos vigorosos, sino uno
controlado. En buena parte esto lo conseguiremos reduciendo el tamaño del contenedor y de la
granulometría, sin olvidarnos de otras técnicas que ahora no vienen al caso. Al reducir el
tamaño del grano, reducimos a su vez el espacio libre entre granos, así que aquí debemos
aumentar la cantidad de materia drenante, pues el sustrato ahora retendrá mas agua y menos
aire.

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Criterios para el trasplante

Escrito por J.J.M.A.

Tenemos el árbol “casi” terminado, nos interesa mantener y conseguir una ramificación lo más
fina y compacta posible. Pues aquí reduciremos mas todavía el tamaño del grano, y también
deberíamos de disminuir la cantidad de elementos capaces de retener agua y nutrientes.

Artículo escrito originalmente por J.J.M.A. para la web Portalbonsai y publicado en su foro con
el título "cuando el diablo se aburre" .

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