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1.

1 AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS DE TRABAJO

Las autoridades son las encargadas de aplicar las normales laborales, en su caso,
resolver conflictos y solucionar los problemas que tengan los trabajadores, en el buen
Desempeño de sus labores; es así que los legisladores se han dado a la tarea de
formular una serie de normas que contemplen sus facultades e integración.

Es así que el título once con sus doce capítulos regula a las autoridades del trabajo y
servicios sociales.

De conformidad con lo que establece el artículo de la Ley Federal del trabajo, se


conoce como autoridades del trabajo:

Autoridad del trabajo


I. A la secretaria del trabajo y previsión social;

II. A la secretaría de hacienda y crédito público y de educación pública;

III. A las autoridades de las entidades federativas, y a sus direcciones o departamentos


de trabajo;

IV. A la procuraduría de la defensa del trabajo;

V. Al servicio Nacional del Empleo, Capitación y Adiestramiento;

VI. A la inspección del trabajo;

Comisiones
VII. A la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos;

VIII. A la Comisión Nacional para la participación de los Trabajadores en las Utilidades


de las Empresas;

Autoridades jurisdiccionales

IX. A las juntas Federales y locales de conciliación;

X. A la Junta Federal de conciliación y arbitraje;

XI. A las Juntas Locales de Conciliación y Arbitraje:

XII. Al Jurado de Responsabilidades.

Secretaria del trabajo y previsión social

La secretaría del Trabajo y Previsión Social, así como los Departamentos y Direcciones
del Trabajo serán regulados de acuerdo a sus propias leyes orgánicas, con la única
salvedad de que no deben contravenir las disposiciones de las normas laborales; esta
misma secretaría, a fin de poder preparar en un mejor nivel de educación y cultura al
personal técnico y administrativo a su cargo, creará el Instituto del trabajo.

Secretaria de Hacienda y Crédito Público

Este organismo sólo actuará en los conflictos que se deriven de la participación de


utilidades de la empresa; ya que esta Secretaría es la única que conoce los
movimientos fiscales del patrón.

Secretaria de Educación Pública

La Secretaria de Educación Pública es competente para conocer lo relativo en la


materia educativa, capacitación y adiestramiento de los trabajadores.

Del Servicio Nacional del Empleo, Capacitación y Adiestramiento

El Servicio Nacional del Empleo, Capacitación y Adiestramiento es una unidad


administrativa que depende de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. De
conformidad con su reglamento interior, sus servicios son gratuitos y tienen como
principales finalidades evitar el desempleo, propugnar por la capacitación y el
adiestramiento de los trabajadores; así como llevar el registro de las constancias de
labores.

Comisión Nacional de los Salarios Mínimos

La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos se encuentra integrada en forma


tripartita; esto quiere decir que existen representantes del gobierno, de los patrones y
trabajadores. La Comisión se reúne para conocer el nivel de la economía nacional y
con base en esto podrá determinar el monto de los salarios mínimos que estarán
vigentes en un periodo de tiempo determinado; así, es importante mostrar cómo se
integra y funciona.

El artículo 551 señala que La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos funcionará
con un presidente, un Consejo de Representantes y una Dirección Técnica.

Esta Comisión tiene una gran función porque del personal que la integra se desprende
un sinnúmero de facultades inherentes a cada actividad, encaminada a regular los
salarios mínimos tanto generales como profesionales que regirán dentro de la zona
geográfica determinada, entendiendo desde ahora que será de manera anual.

Comisión Nacional para la Participación de los Trabajadores en las Utilidades de las


Empresas

Así como la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, la comisión para la Participación


de las Utilidades de las Empresas se integra de la misma manera en forma tripartita:
representantes del gobierno, de los trabajadores y patrones. El artículo 123
constitucional fracción novena establece como derecho para los trabajadores el poder
participar en las utilidades de las empresas; como se puede hacer en forma deliberada
fue necesario implementar esta comisión para que pudiera determinar el porcentaje
correspondiente a las utilidades que se deben repartir entre los trabajadores; la forma
de integración y sus funciones se encuentran contempladas en el artículo 575-590.
1.2 AUTORIDADES JURISDICCIONALES
La autoridad jurisdiccional es la cual se encarga de dirimir las controversias del orden
judicial entre los particulares ò un particular y el estado, a través de la aplicación de la
ley al caso concreto, el artículo 94 constitucional nos señala quien es la autoridad
jurisdiccional dice: “se deposita el ejercicio del poder judicial de la federación en una
suprema corte de justicia, en un tribunal electoral, en tribunales colegiados y unitarios
de circuito y en juzgados de distrito.”

La administración, vigilancia y disciplina del poder judicial de la federación, con


excepción de la suprema corte de justicia de la nación, estarán a cargo del consejo de
la judicatura federal en los términos que, conforme a las bases que señala esta
constitución, establezcan las leyes.

La suprema corte de justicia de la nación se compondrá de once ministros y funcionara


en pleno o en salas.

El consejo de la judicatura federal determinara el número, división en circuitos,


competencia territorial y, en su caso, especialización por materia, de los tribunales
colegiados y unitarios de circuito y de los juzgados de distrito.

1.3 AUTORIDADES SOCIALES

1.4 LA NORMA PROCESAL DEL TRABAJO

1.5 DESEQUILIBRIO PROCESAL

1.6 PARIDAD SOCIAL


2.1 NATURALEZA JURÍDICA DE LAS JUNTAS DE CONCILIACIÓN Y
ARBITRAJE
Concepto de Juntas de Conciliación y Arbitraje que proporciona el Diccionario Jurídico
Mexicano (1994), de la Suprema Corte de Justicia de la Nación: (escrito por Braulio
Ramírez Reynoso) Carpizo nos informa del desconcierto que privó entra la doctrina y la
jurisprudencia en el periodo posconstitucional inmediato, pues hasta antes de 1924 no
estaban facultadas las juntas para ejecutar coactivamente sus laudos, y el ámbito
competencial se circunscribía a los conflictos de naturaleza colectiva. Pero en el
señalado años de 1924 se produjeron, por parte de la Suprema Corte de Justicia, las
famosas ejecutorias de La Corona y La Compañía de Tranvías, Luz y Fuerza de
Puebla, S.A., que reconocían en las juntas a “tribunales competentes para conocer y
resolver tanto los conflictos colectivos como los individuales, y que… no son tribunales
especiales que violen el artículo 13 constitucional”. El mismo tratadista hace un repaso
de aspectos “que aún no han sido definitivamente resueltos”, y de otros,
incontrovertibles ya, bajo la contundencia de diversos análisis jurídicos: algunos
ejemplos son: las juntas en México, sin desconocer su origen de tribunales de carácter
administrativo, se encuentran encuadradas dentro del poder judicial; las juntas no son
tribunales de equidad lisa y llanamente; no tiene carácter transitorio, excepcional, ni
sustituyen al legislador; aplican la equidad como lo hace cualquier otro tribunal, no son
tribunales de conciencia: razonan su fallo, se puede impugnar y la contextura de éste
es la de una sentencia (no un veredicto); la composición tripartita de las juntas es
acertada y ha brindado relativa estabilidad en el medio laboral, sin desconocer la
naturaleza sui generis de los integrantes factoriales: “son jueces en los que se
encuentran aspectos del carácter que tienen como representantes de las partes” las
garantías judiciales en las juntas (medios para asegurar la designación, independencia,
remuneración y estabilidad de sus miembros) “dejan mucho que desear”, etcétera

2.2 JUNTAS DE CONCILIACIÓN: FEDERALES; LOCALES;


ACCIDENTALES; PERMANENTES
Las juntas de conciliación y arbitraje pueden ser, conforme a la competencia derivada
de la Constitución: federales o locales; de acuerdo con la función que realizan – ya se
ha dicho – son órganos jurisdiccionales. No podemos olvidar, en cuanto al primer
punto, que de 1917 a 1929 – año este último en que se federalizó la facultad de legislar
en materia laboral -, las entidades federativas regulaban en forma exclusiva las
relaciones de trabajo en sus circunscripciones políticas. La intención, loable en un
auténtico federalismo, provocó un caos legislativo que desembocó en indefinición e
inseguridad jurídicas, pero que afortunadamente se resolvió también en la emisión de
la primera Ley Federal del Trabajo, la de 1931, ansiado cuerpo normativo unificador. En
la actualidad, aunque la formación del trabajo corresponde al Congreso General, su
aplicación es compartida por las autoridades federales y las locales. Así, la
competencia a nivel federal se fija por la fracción XXXI del apartado A del artículo 123
constitucional, que enumera, con el auxilio reglamentario del a. 527 de la Ley Federal
del Trabajo, las ramas industriales y el tipo de empresas que corresponden a ese nivel
del poder político, por exclusión, los asuntos de naturaleza laboral no comprendidos en
esa relación, se encuentran en el ámbito competencial de las autoridades
jurisdiccionales locales del trabajo. Debe hacerse la aclaración consistente en que las
autoridades de la Federación – únicas competentes en principio – serán auxiliadas por
las locales en la aplicación de las normas relativas a capacitación y adiestramiento, así
como a seguridad e higiene. En cuanto a los órganos que constituyen la magistratura
del trabajo en nuestro país, debe señalarse que existe, con sede en la ciudad de
México, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, que, por razones didáctica o
expositiva, podemos denominar “Junta Matriz” de la que dependen las llamadas Juntas
Especiales de Conciliación y Arbitraje establecidas fuera de la capital de la República y
dentro de ella, conforme a la distribución en ramas de la industria, materias y
jurisdicción territorial que se les asigne por el Secretario de Trabajo y Previsión Social.
Asimismo, en cada capital de entidad federativa, existe una Junta Local (“Central”) de
Conciliación y Arbitraje de la cual dependen Juntas Especiales que desempeñan tanto
las funciones conciliatorias como las de arbitraje, en los renglones industriales,
materias y territorio asignados por el gobernador del Estado o por el jefe del
Departamento del Distrito Federal – en el caso de la sede de los poderes federales -.
La Junta Federal de Conciliación y Arbitraje es conducida por su respectivo presidente
cuando se trate de dos o más ramas de actividad o de conflictos colectivos; en los
demás casos, salvo las excepciones del artículo 610 de la Ley Federal del Trabajo,
dicho funcionario y los presidentes de las juntas especiales serán sustituidos por el
auxiliar correspondiente.

Junta Federal de Conciliación y Arbitraje: pleno; presidencia; Juntas Especiales; y


Juntas Foráneas

Existen juntas que exclusivamente realizan funciones conciliatorias. En el ámbito


federal prácticamente se han eliminado las juntas de conciliación y se han sustituido
por órganos que conjuntamente realizan las funciones de arbitraje, puesto que aquéllas
eran una carga al erario y se caracterizaban por su inoperancia. Las multicitadas
“juntas matrices”, además de funcionar en juntas especiales, sesionan en pleno. Las
juntas de conciliación y arbitraje se componen, amén de su presidente, del personal
jurídico integrado por actuarios, secretarios, auxiliares y secretarios generales. En la
designación de los representantes gubernamentales intervienen, según el ámbito
competencial, desde el presidente de la República y el Secretario del Trabajo hasta los
gobernadores de los Estados. Un presidente de junta puede ser designado por un
periodo y ratificado en los subsiguientes; los representantes de los trabajadores y de
los patrones son designados en convenciones convocadas para ese efecto y
generalmente permanecen en la defensa de los intereses sectoriales durante un
periodo de seis años. Si los representantes obreros y patronales incurren en las causas
de responsabilidad previstas en la Ley Federal del Trabajo, las sanciones
correspondientes se impondrán por el Jurado de Responsabilidades de los
Representantes, integrado en los términos del artículo 674 de la propia Ley Federal del
Trabajo.

2.4 JUNTAS LOCALES DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE.


INTEGRACIÓN
2.5 FUNCIONAMIENTO
La función cotidiana de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje es impartir
justicia, promoviendo la paz social y armonía en las relaciones laborales, mediante la
conciliación y el arbitraje. Garantizando a trabajadores y patrones o empleadores de las
ramas industriales y empresas de jurisdicción federal, respeto a la Ley, transparencia,
certeza y seguridad jurídica en la resolución de los conflictos laborales.
En este espacio, es pertinente proporcionar un concepto acerca de tal institución, que
envuelva las características esenciales de la misma. 
En efecto, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, es un órgano del estado
mexicano, su integración es tripartita y democrática; su finalidad u objeto, radica en
conseguir y mantener el equilibrio entre los factores de la producción, mediante las
funciones de conciliación e impartición de justicia, en las relaciones laborales de
jurisdicción federal y esta sectorizada a la Secretaria del Trabajo y Previsión Social,
pero tiene un carácter autónomo. 
Tiene integración tripartita. Ello es así, conforme al artículo 123 Constitucional,
apartado A, fracción: XX, en cuyos términos, la Junta se integrará con un representante
del gobierno e igual número de representantes del capital y del trabajo. 
"Se integra de manera democrática. Ello es así, porque son los trabajadores y los
patrones organizados, quienes designan a sus respectivos representantes, para
integrar la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. Véase al respecto los artículos 652
y 653 de la Ley Federal del Trabajo. 
He aquí explicadas, pues, conforme al marco normativo, las funciones públicas de
conciliación e impartición de justicia, que caracterizan a las Juntas de Conciliación y
Arbitraje y se recomienda la consulta de los preceptos mencionados respecto de la
función conciliatoria. 

2.6 PERSONAL JURÍDICO DE LAS JUNTAS


ARTICULO 625. El personal de las Juntas de Conciliación y Arbitraje se compondrá de
actuarios, secretarios, funcionarios conciliadores, auxiliares, secretarios auxiliares,
secretarios generales y Presidentes de Junta Especial.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social, los Gobernadores de las Entidades
Federativas y el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, determinarán el número de
personas de que deba componerse cada Junta.

Artículo 626. Los Actuarios deberán satisfacer los requisitos siguientes:

I. Ser mexicanos, mayores de edad y estar en pleno ejercicio de sus derechos;

II. Tener título legalmente expedido de abogado o licenciado en derecho y haber


obtenido de la autoridad competente la patente de ejercicio;

III. Haberse distinguido en estudios de derecho del trabajo; IV. No ser ministro de culto;
y

V. Gozar de buena reputación y no haber sido condenados por delito intencional


sancionado con pena corporal.

2.7 INICIATIVA DE DECRETO POR EL QUE SE ADICIONAN Y


REFORMAS DIVERSAS DISPOSICIONES DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, EN MATERIA DE
JUSTICIA LABORAL, PRESENTADA ANTE LA CÁMARA DE
SENADORES POR EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA CON FECHA
DE 28 ABRIL DE 2016
UNIDAD 3. COMPETENCIA

3.1 COMPETENCIA CONSTITUCIONAL


se entiende la capacidad que, de acuerdo con su ley orgánica o constitutiva,
corresponde a los órganos judiciales de un fuero específico para conocer y decidir, con
exclusión de otros fueros judiciales, sobre cuestiones litigiosas de determinada índole
(común, federal, laboral, civil, militar, etcétera)... la competencia constitucional deriva o
se genera automáticamente de las disposiciones legales orgánicas o constitutivas de
los tribunales que componen los distintos fueros judiciales, y se surte de acuerdo con la
naturaleza de las prestaciones exigidas y de los preceptos jurídicos funda torios
invocados por el titular de la acción correspondiente, o con la condición jurídica de
las partes en litigio. Por tanto, la competencia constitucional es originaria para los
tribunales de los distintos fueros y sólo pueden suscitarse conflictos respecto de ella
cuando el titular de una acción pretenda ejercitarla ante un tribunal de fuero distinto del
que corresponde a la naturaleza de las prestaciones que reclame y de los preceptos
legales que invoque como funda torios de su demanda o querella, o a
la condición jurídica (federal o común) de las partes en litigio.

3.2 POR MATERIA


La competencia por materia deriva de la atribución a órganos que tienen la
misma competencia territorial, de funciones administrativas respecto a los distintos
asuntos que son objeto de la Administración.

Así, la Ley Orgánica de la Administración Pública distribuye los asuntos administrativos


encomendados al Ejecutivo Federal entre las diversas Secretarias.

3.3 POR TERRITORIO


La competencia territorial hace referencia a las facultades conferidas a los órganos en
razón del espacio dentro del cual pueden ejercitarla.

Desde este punto de vista los órganos administrativos pueden ser órganos generales u
órganos locales. La competencia administrativa del Presidente de la República, de los
Secretarios de Estado, que se extiende a todo el territorio nacional, hace de dichos
funcionarios órganos generales de la Administración.

La competencia del Jefe del Departamento del Distrito Federal y de los Agentes de las


Secretarias de Estado dentro de las demarcaciones especiales en que se divide el
territorio, los constituye en órganos locales.

3.4 INCOMPETENCIA POR DECLINATORIA

3.5 INCIDENTE DE INCOMPETENCIA

INCIDENTE DE INCOMPETENCIA POR MATERIA.- CUANDO EL ACTOR


PROMUEVA UN JUICIO EN TÉRMINOS DE LA FRACCIÓN II DEL ARTÍCULO 16 DE
LA LEY FEDERAL DE PROCEDIMIENTO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Y LA
AUTORIDAD INCIDENTISTA AFIRME QUE SE ACTUALIZA LA COMPETENCIA
MATERIAL DE LAS SALAS ESPECIALIZADAS EN MATERIA DE COMERCIO
EXTERIOR, CORRESPONDE A ESTA ÚLTIMA EXHIBIR LA RESOLUCIÓN O ACTO
CONTROVERTIDO.- El artículo 16, fracción II, de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, establece el supuesto en el cual el actor puede promover
un juicio ante este Tribunal afirmando desconocer la resolución administrativa que
pretende impugnar; mientras que el artículo 23, fracción IV, del Reglamento Interior del
Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, establece que las Salas
Especializadas en Materia de Comercio Exterior tienen competencia material para
tramitar y resolver los juicios que se promuevan contra resoluciones definitivas y actos
a que se refieren diversas fracciones del artículo 14 de la Ley Orgánica del mismo
Tribunal (numeral cuyas disposiciones son similares y correlativas a las del diverso 3º
de la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa vigente a partir del
19 de julio de 2016). Así, la interpretación armónica de ambas disposiciones, permite
colegir que, tratándose de un juicio donde el actor manifestó desconocer la resolución o
acto que combate, la  autoridad que interponga el incidente de incompetencia por razón
de materia, aseverando que se actualiza la competencia de alguna de las Salas
Especializadas en Materia de Comercio Exterior, deberá exhibir la resolución o acto
impugnado cuyo desconocimiento alegue el accionante, pues es a partir de sus
fundamentos y motivos que, en forma concreta, se está en posibilidad de determinar si
se tratan de resoluciones o actos que actualizan alguna de las hipótesis de
competencia material de las citadas Salas especializadas, en términos de las
disposiciones analizadas.

3.6 ÓRGANOS QUE DETERMINAN LOS CONFLICTOS DE


COMPETENCIA
Los conflictos positivos de competencia oponen al Estado con una o más Comunidades
Autónomas o a dos o más Comunidades Autónomas entre sí. El Gobierno o los
órganos ejecutivos de las Comunidades Autónomas pueden promoverlos cuando
consideren que una disposición, resolución o acto sin valor de ley de una Comunidad
Autónoma o del Estado, o la omisión de tales disposiciones, resoluciones o actos, no
respeta el orden constitucional de competencias establecido en la Constitución, en los
Estatutos de Autonomía o en las leyes orgánicas dictadas para delimitar las
competencias entre el Estado y las Comunidades Autónomas.

El Gobierno puede formalizar directamente ante el Tribunal Constitucional un conflicto


positivo de competencia o hacer uso del previo requerimiento de incompetencia a la
Comunidad Autónoma para que derogue o anule el acto o disposición que considera
que vulnera las competencias estatales. El plazo para formalizar directamente el
conflicto o hacer uso del requerimiento de incompetencia es el de dos meses desde la
publicación o comunicación del acto o disposición viciado de incompetencia. En el caso
de que la Comunidad Autónoma requerida no atienda el requerimiento de
incompetencia en el plazo de un mes, el Gobierno dispone del plazo de un mes, a
contar desde la notificación del rechazo del requerimiento o desde el término del plazo
del que dispone la Comunidad Autónoma requerida para contestarlo, para plantear el
conflicto ante el Tribunal Constitucional, certificando el cumplimiento infructuoso del
requerimiento de incompetencia y alegando los fundamentos jurídicos en los que
sustenta su pretensión.

Los órganos ejecutivos de las Comunidades Autónomas, antes de formalizar el


conflicto de competencia ante el Tribunal Constitucional, deben requerir
motivadamente, en el plazo de dos meses, al Estado o a la Comunidad Autónoma
autora del acto o de la disposición viciado de incompetencia para que lo derogue o
anule. De no ser atendido el requerimiento de incompetencia en el plazo de un mes, el
órgano ejecutivo de la Comunidad Autónoma dispone del plazo de un mes, a contar
desde la notificación del rechazo del requerimiento o desde el término del plazo de que
dispone el órgano requerido para contestarlo, para plantear conflicto ante el Tribunal
Constitucional, certificando el cumplimiento infructuoso del requerimiento y alegando
los fundamentos jurídicos en los que sustenta su pretensión.

El Tribunal Constitucional en el plazo de diez días ha de comunicar al Gobierno o al


órgano ejecutivo de la Comunidad Autónoma la iniciación del conflicto, señalándole
plazo, que no podrá ser superior a veinte días, para que formule las alegaciones que
tuviera por conveniente. La sentencia que resuelva el conflicto declarará la titularidad
de la competencia controvertida y acordará en su caso la anulación de la disposición,
resolución o acto que originó el conflicto si estuviera viciado de incompetencia.

El Gobierno, en uso de la facultad que le confiere el artículo 161.2 de la Constitución,


puede instar en el momento de la formalización del conflicto la suspensión de la
disposición, resolución o acto objeto del mismo, lo que determinará la inmediata
suspensión de su vigencia, debiendo de pronunciarse el Tribunal Constitucional en el
plazo de cinco meses, previa audiencia de las partes, sobre el levantamiento o
mantenimiento de la suspensión. En los demás casos, el órgano promotor del conflicto
de competencia puede solicitar la suspensión de la disposición, resolución o acto objeto
del mismo invocando perjuicios de imposible o difícil reparación y el Tribunal
Constitucional libremente puede acordar o denegar la suspensión interesada.

3.7 NULIDAD DE LO ACTUADO POR JUNTA INCOMPETENTE


UNIDAD 4. CONFLICTOS LABORALES

4.1 FACULTADES PARA RESOLVER CONFLICTOS LABORALES

Todo conflicto en general debe de ser solucionado, los de naturaleza laboral no


escapan a esta regla. Para solucionar esos conflictos es necesario implementar
diversos mecanismos y acciones que logren eliminarlos. Los conflictos laborales van a
representar serios problemas al proceso de producción en donde estén presentes,
afectando la productividad, la eficiencia y la calidad de los productos o servicios que se
produzcan al consumidor. Cualquier conflicto pequeño o grande debe de ser
sistemáticamente eliminado. Esos mecanismos de eliminación de conflictos deben de
tener como características deben de ser lo suficientemente eficaces para dirimir las
controversias garantizando que lo dispuesto para ello se cumplirá, aún y cuando se en
contra de la voluntad de los sujetos inmersos en el conflicto. Estos conflictos pueden
ser solucionados de manera judicial o extrajudicial. Lo más recomendable es evitar
llegar a utilizar el primer tipo de solución. Es preferible que la solución de conflictos
laborales pueda llegar por medio de la voluntad concertadora de los sujetos implicados,
por los buenos oficios de un tercero que sea ajeno a la controversia, y no tanto por la
decisión de una autoridad jurisdiccional.
Es verdad que las partes en conflicto generalmente suelen actuar con base en
pasiones y sentimientos, más que en la razón, colocarlas frente a frente es un ejercicio
que rarísimas veces va a traer buenos resultados para eliminar el conflicto. Esos
mecanismos de eliminación implican una negociación entre las partes, que se
caracteriza por el acto de estira y afloja respecto de las pretensiones de uno y otro
sujeto. Todo arreglo entre las partes necesariamente debe de hacerse constar en un
documento –convenio- que debe de ser celebrado o ratificado ante la autoridad, en
este caso, será la Junta de Conciliación y Arbitraje, que tendrá a su cargo no sólo dar
fe del hecho, sino que tendrá que analizar el contenido para que se ajuste a derecho,
emitiendo su aprobación o no. En algunas ocasiones resulta poco viable que de
manera directa las partes consigan un arreglo, pero tampoco se requiere llegar al
extremo de solicitar la intervención de la autoridad jurisdiccional. En esta hipótesis nace
la posibilidad de acudir a un tercero para que coadyuve a la solución del conflicto,
estando ante la presencia de lo que se conoce con el nombre de “árbitro”, “conciliador”
o un “mediador”. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha dispuesto lo siguiente:

“Registro IUS: 250805 Localización: Séptima Época, Tribunales Colegiados de Circuito,


Semanario Judicial de la Federación, Volumen 145-150 Sexta Parte, p. 83, aislada,
Laboral. Genealogía: Informe 1981, Tercera Parte, Tribunales Colegiados de Circuito,
tesis 4, página 214. Rubro: CONDICIONES DE TRABAJO, MODIFICACION DE LAS,
CONTENIDAS EN EL CONTRATO DE TRABAJO.

Texto: De conformidad con el artículo 426 de la Ley Federal del Trabajo, las
condiciones de trabajo contenidas en los contratos colectivos pueden ser modificadas a
petición de una de las partes contratantes, mediante el trámite de un conflicto colectivo
de naturaleza económica; a su vez, el artículo 790 de la propia ley dispone que en la
tramitación de esa clase de conflictos las Juntas deben procurar, ante todo, que las
partes lleguen a un convenio, lo que significa que la ley da preferencia al convenio
como medio de solución del conflicto, y como por otro lado el artículo 811 del
ordenamiento citado establece que en los mencionados conflictos la Junta podrá
aumentar o disminuir el personal, la jornada, la semana de trabajo, los salarios y, en
general, modificar las condiciones de trabajo de la empresa o establecimiento, "sin que
en ningún caso pueda reducir los derechos consignados en la Constitución y en esta
ley en beneficio de los trabajadores", relacionando lógicamente ambos preceptos tiene
que concluirse que si en la modificación planteada como un conflicto de carácter
económico, ante todo la Junta debe procurar que las partes lleguen a un convenio, no
existe ningún impedimento legal para que las propias partes al revisarlo y sin plantear
el conflicto antes mencionado, modifiquen el contrato en cuestión aumentando o
disminuyendo las prestaciones contenidas en él, siempre y cuando no se reduzcan los
derechos consignados en la Constitución y en la ley de la materia en beneficio de los
trabajadores. SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL
PRIMER CIRCUITO. Precedentes: Amparo directo 1902/80. Alfonso Espinoza Valdez.
12 de enero de 1981. Unanimidad de votos. Ponente: Rafael Pérez Miravete.
Secretaria: María Teresa Higuera Hernández. Nota: En el Informe de 1981, la tesis
aparece bajo el rubro "CONTRATO COLECTIVO, MODIFICACION DE LAS
CONDICIONES DE TRABAJO CONTENIDAS EN EL."

4.2 CONFLICTOS OBRERO-PATRONALES


Los conflictos obrero-patronales consisten en diferencias surgidas con motivo de una
relación laboral.

Pueden producirse de acuerdo a las siguientes alternativas:

Individuales de carácter jurídico: el interés en juego puede ser de un solo trabajador o


de varios, o inclusive de todos los trabajadores de una empresa o establecimiento.

La naturaleza “jurídica” del interés en juego significa que el conflicto versa sobre la
interpretación o cumplimiento de una norma laboral. Esta puede ser constitucional,
legal o producto de una convención.

Individuales de carácter económico: la naturaleza económica de un conflicto determina


que esté en juego la nueva fijación de condiciones de trabajo.

Colectivos de carácter jurídico: En realidad lo colectivo implica un interés de grupo,


entendido no como una suma de individuos, sino como un valor en sí mismo.

Lo característico de lo colectivo es que se trata de un interés que sólo puede ser


defendido por el propio grupo, y no por los individuos que lo integran. Lo colectivo es
indivisible de manera que no se podrían ejercer las acciones pertenecientes al grupo,
sumando acciones individuales.

Colectivos de carácter económico: sólo resulta necesario agregar que la fijación de


nuevas condiciones de trabajo puede ser hecha en beneficio de los trabajadores o
patrones.
4.3 INTERSINDICALES
Los conflictos entre sindicatos desde la perspectiva estrictamente labora, se reducen,
en nuestro concepto, a dos hipótesis: la reclamación de la titularidad de un contrato
colectivo de trabajo o de la administración de un contrato-ley.

Conflictos entre trabajadores y sindicatos

En los estatutos de los sindicatos se pueden incluir los motivos y procedimientos de


expulsión de sus miembros y las correcciones disciplinarias aplicables. En los contratos
colectivos se permita pactar cláusulas de exclusión: de ingreso y por separación.

4.4 INTRASINDICALES
Son los que se producen al interior de un sindicato, pudiendo ser de tres tipos:
a) Conflictos entre dos Juntas Directivas elegidas en un mismo sindicato, que se
reclaman la representatividad y legitimidad para negociar colectivamente con su
empleador y que se presentan ante la Autoridad Administrativa de Trabajo, para fines
de registro y toma de conocimiento, conforme a lo señalado en la Ley de
Relaciones Colectivas;
b) Conflicto entre la Junta Directiva del sindicato versus sus trabajadores afiliados, por
la aplicación del estatuto o por el incumplimiento del convenio colectivo y;
c) Conflictos entre trabajadores que integran facciones de dos Juntas Directivas
distintas de un mismo sindicato, que acarrea la interposición de demandas entre los
trabajadores ante las vías judiciales correspondientes.

4.5 ENTRE UN SINDICATO Y UN TERCERO


Se producen como consecuencia de la obligación prevista en la ley que los sindicatos
deben de cumplir, de registrarse ante la STPS en los casos de competencia federal y
en las JCA en los de competencia local.

Constituyen actos de autoridad que pueden ser motivo de un juicio de garantías, ante
juez de Distrito. No se trata de un proceso ante tribunales de trabajo, pero hay que
conocer su naturaleza.
4.6 ENTRE TRABAJADORES
Pueden ser los más comunes, los que surgen entre varias personas. Pueden ser
entre personas de una misma categoría y nivel o entre empleados y sus superiores, y
surgen por muy diversas razones.

4.7 INTERPATRONALES
Es un poco descabellada esta idea, pero Trueba Urbina afirma que “la naturaleza de
tales conflictos es esencialmente jurídica” pero no obstante “Nunca se han registrado
pugnas entre empresarios en los tribunales de trabajo”.

Es importante señalar, sin embargo, que no son escasos los conflictos de intereses
entre patrones dirimidos ante los tribunales de trabajo, pero requieren siempre de una
acción previa de los trabajadores.

4.8 JURÍDICOS
Es aquel que surge con motivo de la aplicación o interpretación de una norma legal,
contractual o convencional. Es decir, la parte que lo origina está asumiendo una
conducta en abierto desconocimiento de la norma existente. Verbigracia, cuando el
empleador no pagó al trabajador la cesantía, está dando lugar a un conflicto jurídico,
porque la NORMA LEGAL (artículo 249 del Código Sustantivo del Trabajo) reconoce
ese derecho al trabajador. Cuando en un contrato de trabajo pactan unas condiciones y
ellas no se cumplen, el conflicto que de allí surge es jurídico por violación de una
NORMA CONTRACTUAL, como no pagar el salario convenido en el contrato. Cuando
el derecho desconocido tiene origen en una convención colectiva de trabajo, el conflicto
es igualmente jurídico, por violación de una NORMA CONVENCIONAL, como no pagar
una prima de antigüedad en ella consagrada.

4.9 ECONÓMICOS
Es aquel que sin pretender el desconocimiento de una norma legal, contractual o
convencional, propende por la creación de una nueva o por la modificación de la ya
existente. El conflicto que surge o puede surgir dentro de la negociación colectiva,
originada en la presentación de un pliego de peticiones, es eminentemente económico.

4.10 EN RAZÓN DEL INTERÉS INDIVIDUAL


Es siempre de tipo jurídico, pues cuando en un contrato de trabajo existe en una de las
partes una intención modificatoria de los términos vinculantes, la ausencia de acuerdo
necesaria e indefectiblemente conduce a la extinción del vínculo. Es por ello que la
controversia nace irremediablemente en el reclamo del trabajador del cumplimiento de
una disposición no observada o de la diferente interpretación de una norma vigente,
siempre con relación a un contrato individual de trabajo, vigente o extinguido. El
conflicto individual carece por esas características de exteriorización pública, y no
puede tener efectos hacia la actividad productiva de la empresa, o producir
repercusiones en el clima de paz social. Pero

Justamente en los casos en que el motivo de la disputa radica en diferentes


interpretaciones sobre normas en vigencia, la radicación de la contienda en sede
judicial lleva a connotar en la definición del litigio una impronta jurisprudencial que
puede torcer el modo en que se aplica una ley, o el criterio con el que se pone en
ejecución un convenio colectivo de trabajo.

4.11 EN RAZÓN AL INTERÉS COLECTIVO

Los conflictos colectivos son aquellos que expresan un estado de enfrentamiento entre
un empleador o un grupo de empleadores y el conjunto de los trabajadores empleados
de aquellos, normalmente representados por uno o más sindicatos. En general se trata
de una situación en la que la diferencia, la discrepancia o el distinto modo de objetivar
una discusión, no ha permitido encontrar formas de llegar a acuerdos o transacciones,
y que en sus efectos modifica los términos en que se han desarrollado las relaciones
entre las partes afectadas, tanto hacia adentro, como hacia fuera de esa relación o en
ambos sentidos. En cierta forma alguna doctrina a sostenido que deben considerarse
conflictos colectivos sólo aquellos que tienen por causa de la fricción cuestiones de
índole estrictamente profesional y de otra parte, se ha sostenido que también debe
incluirse aquellas situaciones que se motivan en distintas razones, tales como acciones
de solidaridad o expresiones vinculadas a sucesos de corte público.

UNIDAD 5. PRINCIPIOS PROCESALES EN MATERIA DE


TRABAJO
5.1 REGLAS DE INTERPRETACIÓN PARA LA APLICACIÓN DE LOS
PRINCIPIOS PROCESALES
a) Verdad sabida y buena fe guardada en emisión de los laudos;
Y
b) Libertan en valoración de las pruebas.

5.2 PUBLICIDAD
La publicidad es una garantía de que el negocio será resuelto de forma limpia y
honesta, es decir, el principio de la publicidad ha de entenderse como el derecho que
tienen todos los ciudadanos a presenciar todas las audiencias o diligencias, salvo las
excepciones expresamente establecidas por la Ley, como sería la audiencia de
discusión y votación del laudo, o por razones del buen servicio o morales. Al
establecerlo, el legislador ha querido que los terceros influyan con su presencia para
qua las Juntas obren con la mayor equidad y legalidad posible.

Al respecto, el artículo 720 de la Ley, previene que, "las audiencias serán públicas. La
Junta podrá ordenar de oficio o a instancia de parte, qua sean a puerta cerrada cuando
lo exija el mejor despacho de los negocios, la moral y las buenas costumbres".

5.3 GRATUIDAD
Sin lugar a dudas, la gratuidad en el procedimiento laboral, deriva del artículo 17 de
nuestra Carta Magna que determina: "nadie puede ser aprisionado por deudas de
carácter puramente civil. Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni
ejercer violencia para reclamar su derecho. Los Tribunales estarán expeditos para
administrar justicia en los plazos y términos que fije la Ley; su servicio será gratuito,
quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales". Por otra parte en el
artículo 19 de la Ley Federal del Trabajo se establece que todas las actuaciones
relacionadas con el trabajo no causaran impuesto alguno. No obstante referirse a la
materia impositiva, los usos y costumbres le han otorgado una interpretación extensiva
a esta disposición considerando que salvo los honorarios de los peritos contratados por
las partes y los gastos en la ejecución de un laudo, todas las actuaciones laborales son
gratuitas.

5.4 INMEDIATEZ
El principio de inmediatez consiste esencialmente en que los miembros de las Juntas
de Conciliación y Arbitraje deben estar en contacto personal con las partes: reciban
pruebas, oigan sus alegatos, las interroguen, etc., para obrar con mayor justicia.

Armando Porras y López, precisa al respecto que el juez o el tribunal que deba conocer
y fallar el negocio o conflicto laboral tendrá que estar en contacto directo, en relación
próxima, cercana a las partes y deberá presidir, de ser posible, todas las audiencias a
fin de que conozca la negación, no a través del secretario, en el acuerdo, sino
personalmente, de forma inmediata, a fin de dictar una sentencia justa.

Por ello, las Juntas están obligadas a recibir todas las declaraciones y presenciar todos
los actos de prueba, bajo la más estricta responsabilidad del funcionario que actúe;
asimismo, los miembros de las Juntas podrán hacer libremente las preguntas que
juzguen oportunas a las personas que intervengan en las audiencias, examinen
documentos, objetos o lugares en atención de que el derecho procesal del trabajo es
profundamente dinámico y humano, por la naturaleza misma de los intereses en juego
(artículo 620).

5.5 INSTANCIA DE PARTE


Aunque no es principio muy complejo, la instancia de parte en la figura del amparo, es
uno de los pilares fundamentales en el juicio de garantías. Atendiendo a este principio,
el juicio de amparo sólo puede ser promovido por la parte afectada, quien ve
transgredidos sus derechos fundamentales por una ley, tratado, reglamento o cualquier
otro acto de autoridad. El juicio de amparo no podrá seguirse de oficio o a petición del
órgano de control de la constitucionalidad y legalidad de los actos de autoridad.

El fundamento de este principio lo encontrarnos en el artículo 107 fracción I de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que a la letra dice:

Todas las controversias de que habla el artículo 103 se sujetarán a los procedimientos
y formas del origen jurídico que determine la ley, de acuerdo a las bases siguientes:
I. El juicio de amparo se seguirá siempre a instancia de parte; (:)”

También la Ley de amparo, en su artículo 4 nos habla del principio de instancia de


parte:

“El juicio de amparo únicamente puede promoverse por la parte a quien perjudique la
ley, el tratado internacional, el reglamento o cualquier otro acto que se reclame,
pudiendo hacerlo por sí, para su representante, por su defensor
si se trata de un acto que corresponda a una causa criminal, por medio de algún
pariente, o persona extraña en los casos en que esta ley lo permita expresamente; y
sólo podrá seguirse por el agraviado, por su representante legal o por su defensor.”

5.6 ORALIDAD
A diferencia del derecho común, el derecho procesal laboral se desarrolla con base en
audiencias, en las que las partes comparecen a hacer valer sus derechos, teniendo la
posibilidad de exponer verbalmente sus pretensiones ante la autoridad, por ello se le
ubica como un proceso eminentemente oral. Se afirma que por dicha característica,
predomina la palabra hablada, aunque no necesariamente se quiere decir con ello que
no exista nada escrito, ya que no podría concebirse un proceso totalmente oral, debido
a la necesidad de la constancia gráfica, ocasionada por la imposibilidad material de que
el juzgador pueda conservar en la memoria todo el desarrollo de un conflicto.
A mayor abundamiento, el artículo 713 de la Ley prevé que en las audiencias que se
celebren se requerirá de la presencia física de las partes o de sus representantes o
apoderados. Con ello se confirma la naturaleza oral del proceso, toda vez que la
ausencia física a la diligencia respectiva no puede sustituirse con promociones escritas.
En ningún otro caso se destaca con tanta precisión la oralidad del procedimiento, esto
se debe indudablemente a la necesidad de que haya un contacto directo entre la
autoridad y el litigio, para un mejor conocimiento del negocio y la impartición de una
auténtica justicia laboral.

5.7 INFORMALIDAD

Este principio pretende que no existan rigurosidades formales que tiendan a


entorpecer, suspender o paralizar el procedimiento.

Para ello se imponen reglas de celeridad y simplicidad, los cuales tienden a evitar
trámites lentos, costosos y complejos que impidan el desenvolvimiento del
procedimiento administrativo, por lo que el trámite del expediente debe hacerse de
forma rápida, simple, célere y eficiente, siempre acorde con el ordenamiento jurídico y
la eventual afectación al encausado.

Asimismo implica una elasticidad e interpretación informal de las normas del


procedimiento en tanto beneficien al administrado. El fin del principio es proporcionar al
administrado el resguardo del derecho de defensa y sus derechos e intereses.

El sustento legal lo encontramos en


los numerales 221, 222, 224, 225, 260, 269, 292 y 304 de la LGAP.

5.8 ECONOMÍA PROCESAL


Frecuentemente se confunde con el de gratuidad; con el de concentración y también
con el de sencillez, por los vínculos tan estrechos que guarda con ellos. Es indiscutible
que el principio de economía debe tener caracteres diferentes, de lo contrario
constituiría un sinónimo de cualquiera de estos, hipótesis que debemos descartar.

Eduardo Couture con la claridad propia que le caracteriza, se refiere al tema indicando
que "el proceso, que es un medio, no puede exigir un dispendio superior al valor de los
bienes que están en debate, que son el fin. Una necesaria proporción entre el fin y los
medios debe presidir la economía del proceso".

Concluye que la cuantía económica modesta caracteriza los trámites simples,


aumentando en la medida de la importancia del conflicto. Por esta razón se simplifican
las formas en el método; se limitan las pruebas para evitar gastos onerosos; se
reducen los recursos; se eliminan las costas y gastos de litigio, provocando la
existencia de tribunales especializados, que evitan por sistema toda erogación
innecesaria durante el proceso. Pone como ejemplo precisamente, a los tribunales
laborales. Debemos concluir, que el principio de economía tiene implicaciones
patrimoniales, y persigue el ahorro de todo gasto innecesario en el juicio laboral.

5.9 CARGA DE LA PRUEBA AL PATRÓN


En una controversia judicial entre iguales resulta justo que quien afirme esté obligado a
probar, pero entre desiguales esta obligación debe cumplirse en beneficio de la parte
débil en el proceso, que es el trabajador; de ahí que la Junta de Conciliación y Arbitraje
esté obligada, antes que nada, a investigar la verdad y no ceñirse rigurosamente a la
consideración de las pruebas establecidas en la Ley y aportadas por las partes en el
juicio.
La carga de la prueba, en el sistema vigente, pertenece al patrón y no constituye un
deber, sino una posibilidad del demandado de probar, porque si fuera una obligación, la
Junta le anunciaría la sanción de multa o de arresto. Esto es una evidencia del
equilibrio entre las partes, que buscan las Juntas.
El artículo 784 de la Ley Federal del Trabajo (LFT) dispone que la Junta debe eximir de
la carga de la prueba al trabajador, cuando por otros medios esté en posibilidad de
llegar al conocimiento de los hechos. Para este efecto requerirá al patrón para que
exhiba los documentos que tiene obligación de conservar en la empresa (artículo 804
de la LFT). Asimismo, advertirá al patrón de que si no los presenta, se tendrán por
ciertos los hechos alegados por el trabajador en relación con esas pruebas (artículo
805 de la LFT).
La Ley señala catorce casos en los que el patrón tiene la carga de la prueba cuando
exista controversia sobre ellos. Estos son algunos de esos casos: Fecha de ingreso del
trabajador; antigüedad en el empleo; faltas de asistencia; causas de rescisión de la
relación de trabajo; terminación de la relación de trabajo, constancia de haber dado
aviso por escrito al trabajador o a la Junta de la fecha y causa del despido; el contrato
de trabajo; jornada de trabajo ordinaria y extraordinaria; pagos de días de descanso y
obligatorios, así como del aguinaldo, y de las vacaciones.
El proyecto de reforma de la LFT presentado a la Cámara de Senadores, tiene muy
desdibujada la carga de la prueba al patrón. Afirma en el artículo 970 de manera
general lo que ya reconoce la Ley actual, que legalmente se presume que el despido
del trabajador es injustificado. El artículo 874 del proyecto dispone que cuando el
patrón reconozca la relación laboral, presentará los documentos que el proyecto señala
en el artículo 873. Es decir, cuando no reconozca la relación laboral no tiene por qué
presentar esos documentos.

5.10 SUPLENCIA DE DEFICIENCIA DE LA DEMANDA DEL


TRABAJADOR: COMPLETAR PRESTACIONES; CORRECCIÓN A
CARGO DEL ACTOR; SUBSANAR LA DEMANDA; Y CADUCIDAD

Uno de los principios que rigen en la materia del trabajo, es la suplencia en la


deficiencia de la demanda de los trabajadores, lo anterior según lo establecido por los
artículos685 y 873 de la LFT, en los cuales se establece que la Junta de Conciliación y
Arbitraje (JCA) debe subsanar el escrito presentado por un trabajador cuando no
señale todas las prestaciones legales básicas conforme a los hechos narrados en ese
documento.
En caso de que note alguna irregularidad o el ejercicio de acciones contradictorias o no
hubiese señalado el salario base de la acción, prevendrá al colaborador inconforme
para que en un término de tres días haga la corrección correspondiente.

El principio aquí comentado, atiende a la naturaleza social de la materia, es decir,


busca la protección de un sector vulnerable o en desventaja ante la parte patronal, en
este caso los trabajadores, por lo tanto el objetivo perseguido es brindar un equilibrio
entre las partes que integran las relaciones productivas, a efectos de que en caso de
controversias entre éstas se imparta justicia en condiciones equitativas.

La figura jurídica de la suplencia en la deficiencia de la demanda, se contiene en la Ley


a partir de la reforma de 1980, buscando el fin de garantizar a los trabajadores el
efectivo acceso a la justicia; brindándoles la protección a ellos y a sus familias, así
como imponer a los órganos judiciales laborales el deber de atender al demandante
conforme a las funciones que le fueron atribuidas.
UNIDAD 6. PERSONALIDAD
6.1 ACTOR PERSONA FÍSICA

Persona física (o persona natural) es un concepto jurídico, cuya elaboración


fundamental correspondió a los juristas romanos.

Cada ordenamiento jurídico tiene su propia definición de persona, aunque en términos


generales, es todo miembro de la especie humana susceptible de adquirir derechos y
contraer obligaciones. En algunos casos se puede hacer referencia a éstas como
personas de existencia visible, de existencia real, física o natural.

Hoy, las personas físicas tienen, por el solo hecho de existir, atributos dados por
el Derecho. La personalidad abre la puerta de la titularidad de derechos, de modo que
sólo siendo considerado tal se podía contratar o contraer matrimonio, por poner un par
de ejemplos.

6.2 Actor persona moral

Persona jurídica (o persona moral) es un individuo con derechos y obligaciones que


existe, pero no como persona física, sino como institución que es creada por una o
más personas físicas para cumplir un objetivo social que puede ser con o sin fines
de lucro. Las personas se pueden clasificar en dos grandes tipos: jurídicas individuales
o jurídico colectivas, que generalmente se les suele denominar "personas
físicas" y "personas morales", respectivamente.

En otras palabras, una persona jurídica colectiva es quien tiene la capacidad de


adquirir tanto derechos como obligaciones y que no es una persona física. Así, a éstas
primeras, el Derecho les atribuye y reconoce una personalidad jurídica propia, por lo
que en este sentido, la personalidad debe entenderse como la aptitud para ser sujeto
activo o pasivo de las relaciones jurídicas.

Tomando en cuenta sus elementos, también se define a las personas jurídicas como
entes colectivos integrados por personas y bienes adscritos a una personalidad común
y a los que se les reconoce una personalidad jurídica distinta de las personas naturales
que las integran.
Demandado persona física y moral

Demandado es aquella persona física o jurídica frente a la que se dirige la demanda y,


por tanto, la acción contenida en la misma. El demandado, por tanto, es una parte en el
proceso frente a la que la otra parte, el actor o demandante, ejercita la acción y plantea
la Litis.

¿Quiénes pueden ser demandados?- Demandado puede ser cualquier persona física o
jurídica con capacidad para ser parte, estableciendo el artículo 6 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil, quiénes tienen capacidad para ser parte. Podrán tener el estatus
de demandado, concretamente, las personas físicas, las personas jurídicas, las masas
patrimoniales o los patrimonios separados que carezcan transitoriamente de titular, o
cuyo titular haya sido privado de sus facultades de disposición y administración, las
entidades sin personalidad jurídica a las que la Ley reconozca capacidad para ser
parte, el Ministerio Fiscal, respecto a aquellos procesos en los que, conforme a la Ley,
haya de intervenir como parte.

También podrán ser demandadas, en todo caso, las entidades que, no habiendo
cumplido los requisitos legalmente establecidos para constituirse en personas jurídicas,
estén formadas por una pluralidad de elementos personales y patrimoniales, puestos al
servicio de un fin determinado.

POSIBLES CONDUCTAS DEL DEMANDADO

Al ser emplazado, tras la presentación de la demanda, el demandado puede mantener


alguna de las siguientes conductas:

 a) Puede personarse en el procedimiento, contestando la demanda y


oponiéndose íntegramente a la misma.
 b) Puede contestar a la demanda, oponiéndose parcialmente a la misma,
admitiendo parte de la reclamación que formula el demandante.
 c) El demandado puede allanarse, admitiendo los hechos de la demanda y las
pretensiones del demandante. El principio general, en tal supuesto, si el
demandado se allana antes de la contestación a la demanda, es la no
imposición de costas, salvo que se acredite la mala fe del demandado,
precediendo previamente un requerimiento de pago o cumplimiento o un acto de
conciliación.
 d) Puede, al tiempo que contesta la demanda, reconvenir, formulando a su vez
otra demanda dentro de la propia contestación, en ejercicio de acción.
 e) El demandado puede no comparecer en el Juzgado en el plazo concedido, en
cuyo caso se da la situación de rebeldía procesal.
 f) Puede plantear a la parte actora la posibilidad de solicitar al juez antes de la
vista del verbal o en ella misma, o antes de la audiencia previa al juicio ordinario
o antes de su inicio que se suspenda el trámite procesal y que se les derive a la
mediación civil o mercantil al objeto de que se pongan de acuerdo respecto al
conflicto entre ellos suscitado a tenor de lo dispuesto en la Ley 5/2012 de
mediación civil y mercantil, lo que entra dentro de la denominación de la
mediación extrajudicial.

El demandado dispone de plazo para contestar a la demanda que, en el procedimiento


de juicio ordinario de nuestra Ley de Enjuiciamiento Civil, entendido éste como
procedimiento tipo, es de veinte días hábiles -diez días en el juicio verbal-. Nuestro
derecho procesal se basa, entre otros, en el principio de igualdad de partes y de
igualdad de armas, de forma tal que la posición del demandado no es mejor ni peor que
la del demandante, ya que ambos comparecen en el proceso con unos derechos y
deberes procesales similares, debiendo justificar y acreditar aquello que mantengan y
en lo que exista discrepancia.

Cabe la posibilidad de que se advierta la necesidad, por parte de un demandado, de


que sean llamados al procesos otros, en calidad, igualmente, de demandados, toda vez
que el objeto del proceso puede afectar a varias partes y la resolución que, en su caso,
ponga fin al mismo pueda afectar a terceras personas. En ese caso el demando
también puede y debe alegarlo, y nos encontraríamos con la figura que procesalmente
se llama de litisconsorcio pasivo necesario.
El artículo 14 de la Ley de Enjuiciamiento Civil trata, asimismo, de lo que se denomina
la intervención provocada, recogiendo en el número 2 la posibilidad de que la Ley
permita al demandado llamar a un tercero para que intervenga en el proceso, en cuyo
caso, de ser admitida la solicitud, tras oír al demandante, solicitud que debe
presentarse dentro del plazo de contestación a la demanda, en los procedimientos en
que exista dicho plazo, o bien antes de la celebración de la vista para el verbal,
comparecido el tercero, éste deberá contestar a la demanda en la misma forma y en
idénticos términos a los establecidos para el emplazamiento del demandado.

Para el supuesto de que el demandado considerara que su lugar debe ser ocupado por
este tercero, tras alegarlo y dar traslado a las demás partes para que manifiesten lo
que a su derecho convenga, el Tribunal decidirá lo más procedente, en orden a la
conveniencia o no de esta sucesión.

6.5 REPRESENTANTE LEGAL 15.6 APODERADO

El representante legal es una persona que ha sido nombrada por la ley u otra
persona, mediante votación, documentación o registro para que represente los
intereses de personas naturales o jurídicas (empresas, negocios, instituciones).

Es quien actúa en nombre y representación de algo o alguien, tiene autoridad y da la


cara por su representado ante autoridades o particulares, velando por sus derechos y
obligaciones. El representante es la imagen misma de la persona a quien representa.

Algunos ejemplos de representantes legales:

 El padre o la madre hacia los hijos


 El tutor de los bienes de un menor o el adoptante
 El dueño o gerente general de una empresa
 El jefe o patrono de alguna empresa
 El socio mayoritario de una sociedad anónima
 El presidente o administrador de alguna institución

Por lo general la representación legal solo se puede remover bajo excepciones como
ser negligencia en la administración de su cargo, por muerte del representante,
extinción de la empresa o ser removido mediante votación o autoridad superior.

El Apoderado Legal

El apoderado legal es una persona que se le ha dado «Poder de representación» a


favor de otra persona, es un acto voluntario donde una persona le da la capacidad de
representación a otra para que vele por sus derechos y obligaciones.

Se hace mediante Poder Escrito para que una persona actúe en representación de otra


exclusivamente en procesos o problemas legales, judiciales o administrativos.

El Apoderado Legal también es conocido como Representante Procesal ya que es


alguien que actúa en nombre de otra persona natural o jurídica en los diferentes
procesos ya mencionados.

El representante legal es quien le da muchas veces poder al representante


procesal para que actúe en su nombre.

Ejemplos de Apoderado Legal:

 Abogados
 Ministros de Fe Pública

El Poder se acaba por muerte del apoderado, cambio, sustitución o remoción mediante
una Autoridad Superior. 
6.7 MOMENTO PROCESAL OPORTUNO PARA EL ACREDITAMIENTO
La prevención es la mejor defensa en un Juicio Laboral, lo que refiere a que desde la
contratación del colaborador se deberá recabar toda la documentación inherente a
éste, y sobre todo, el establecer claramente por escrito los derechos y obligaciones de
las partes contratantes en la relación de trabajo, teniendo así, pruebas contundentes de
defensa para hacer frente a las usualmente excesivas prestaciones que los
trabajadores señalan en sus demanda laborales; dichos elementos de prueba fueron de
estudio en anteriores artículos, así como las consecuencias jurídicas de no contar con
los mismos. No obstante lo anterior y aun contando con una buena defensa ante una
demanda laboral, ésta puede ser declinada por no cumplir con un simple presupuesto
procesal; como lo es LA PERSONALIDAD, el simple hecho de no saber cómo acreditar
la personalidad como patrón, o cómo acreditar la representación de éste en los Juicios
Laborales, trae como consecuencia, la aceptación tácita del adeudo de las
prestaciones y hechos narrados por el trabajador en su escrito inicial de demanda.

Dicho presupuesto procesal, es indispensable en el proceso laboral, por lo que, en las


próximas líneas, se abordará lo respectivo de como acreditarlo en un Juicio Laboral,
comentando las reglas que la Ley Federal del Trabajo establece para ello.

De lo establecido en los artículos 689, 691 y 692 de la Ley Federal del Trabajo, se
desprende que, la Personalidad es la facultad procesal de una persona para
comparecer a Juicio, por encontrarse en pleno ejercicio de sus derechos, por lo que,
cualquiera que sea parte en el Juicio laboral, llámese actor, demandado o tercero
interesado, que no se encuentre en pleno ejercicio de sus derechos para actuar por sí
en el proceso, estaría en el supuesto de Falta de Personalidad.

La Ley Laboral señala en su Art. 689, que son partes en el proceso del trabajo, toda
persona física o moral, que acredite su interés jurídico en el proceso y ejerciten
acciones u oponga excepciones; se hace referencia a lo anterior, puesto que,
dependiendo del supuesto de “parte” en el cual nos encontremos, se deberán de cuidar
las bases o reglas que la Ley señala y que la autoridad laboral calificará para tenernos
por reconocida la personalidad en el Juicio.

6.8 INCIDENTE DE FALTA DE PERSONALIDAD

 Excepción dilatoria oponible cuando la parte o su procurador carezcan de las


condiciones necesarias de capacidad o representación para comparecer en juicio.
UNIDAD 7. ACTUACIONES DE LAS JUNTAS

7.1 PROMOCIONES
7. 2 NOTIFICACIONES: PERSONALES; POR BOLETÍN; Y POR
ESTRADOS.

Las notificaciones tienen por objeto hacer saber a las partes en el juicio, las
resoluciones o acuerdos de las Juntas. En tal virtud, son actos jurídicos casa
sacramentales, pues la falta de cualquiera de las formalidades que la Ley exige invalida
la notificación misma (nulidad de notificaciones), es decir, la validez jurídica de las
actuaciones de la Junta dependerán de la estricta legalidad de las notificaciones. La
clasificación de las notificaciones técnicamente tiene como base y criterio la
importancia de la resolución que se manda hacer saber a las partes, así pueden
dividirse en:
a) Personales. A través de ellas se busca que el interesado conozca directamente una
resolución o acuerdo de la Junta, precisamente en el domicilio señalado en autos para
que en ese lugar se practique la diligencia correspondiente. b) Estrados. En las Juntas
donde no hay Boletín judicial, las notificaciones se hacen mediante la trascripción del
auto o de la resolución que se notifica, en las puertas o local de las Juntas.
c) Boletín. Es un medio de comunicación (periódico) que se publica diariamente y que
contiene la lista de los asuntos en los cuales se ha dictado alguna resolución. d)
Edictos. Cuando un litigante o parte ignora el domicilio de su contraria, sería injusto por
ese hecho imposibilitarlo a decir sus derechos ante los tribunales; lo mismo sucede
cuando se trata de personas inciertas (esto es usual en materia civil). Por ello el edicto
es un media de publicidad que permite hacer saber al interesado la existencia de algún
juicio que pueda afectarle y obliga al juez a ordenar se le notifique a costa del
promovente en los periódicos de mayor circulación, con el fin de no dejarlo en estado
de indefensión. e) Por cédula. Se utiliza para notificar a personas que no son partes del
juicio, como son los peritos y testigos, el tribunal puede hacerlo personalmente o
mediante cédula es decir, transcribe el auto o resolución que se envía al interesado por
conducto del actuario, misma que se le entregará personalmente, recogiendo la firma
del mismo para constancia.

7.3 TÉRMINOS
La palabra término expresa, en su aceptación forense, el espacio de tiempo que se
concede a las partes para evacuar o desahogar algún acto o diligencia, considerándose
generalmente como sinónimo de plazo. Sin embargo, la doctrina procesal distingue
entre término y plazo, entendiendo al primero como el espacio que se fija para la
realización conjunta de una actividad del tribunal con las partes o con otras personas;
plazo es el espacio de tiempo que generalmente se fija para la ejecución de actos
procesales unilaterales para la actividad de las partes. La Ley Federal del Trabajo no
determina ninguna diferencia entre ambas expresiones.

7.4 DÍAS Y HORAS HÁBILES.

Días hábiles todos los días del año con excepción de los sábados y domingos, los de
descanso obligatorio, los festivos que señale el calendario oficial y aquello en que la
Junta suspenda sus labores (Vacaciones, desfiles, homenajes, eventos o por cualquier
otra circunstancia, por costumbre y equidad las juntas señalen. (Art. 715 LFT).

Horas hábiles las comprendidas entre las siete y las diecinueve horas, salvo el
procedimiento de huelga, en el que todos los días y horas son hábiles. (Art. 716 LFT).

7.5 AUDIENCIAS
Constituye el acto por el cual una autoridad, escucha personalmente a los ciudadanos
que exponen, reclaman u exponen algo.
En materia procesal laboral, es el período en el cual la autoridad regula personalmente
la intervención de las partes de acuerdo con la naturaleza del acto jurídico a realiza:
conciliación, demanda y excepciones, etc.

7.6 ACUERDOS
7.7 INCIDENTES
Algunos maestros del derecho en sentido general, lo nombran como lo que sobreviene
durante el curso de un asunto o negocio y tiene por él un resultado, por lo que respecta
a la forma de denominarla desde el punto de vista jurídico se entenderá por Incidente a
aquellas eventualidades que accesoriamente se presentan en un proceso laboral, es
decir al proceso principal, aquellas circunstancias imprevistas o acontecimientos
eventuales que no se tenían considerados en un principio y que han de resolverse
según constituyan un obstáculo o no para el proceso.

Elementos que deberán contener los incidentes


1. Demostrar que se trata de carácter procesal: esto significa que los incidentes no
pueden hablar de cuestiones sustantivas, pues estas se resuelven durante el juicio
principal.
2. Sobrevienen durante un proceso: Esto significa que los incidentes nacen durante el
proceso.
3. Poseen independencia del asunto principal: A pesar de la trascendencia que pueden
generar los incidentes, estos no se encargarán de resolver sobre el asunto principal.
4. Tramitación propia: Los incidentes no se regirán por las reglas básicas del
procedimiento, obedecerán a su regulación propia.
5. Resolución propia: Los incidentes serán resueltos a través de resoluciones
interlocutorias o autos incidentales señalados en el numeral 837 fracción segunda de la
LFT.
En materia laboral principalmente se promoverán los incidentes al inicio del juicio,
cuando se cierre la instrucción no podrá admitirse ningún tipo de incidente, estos se
tramitarán dentro del expediente donde se promueva, salvo en los casos que señala la
ley laboral.
Se tramitarán como incidentes de previo y especial pronunciamiento las siguientes
cuestiones (art. 762 LFT)
1. Nulidad 2. Competencia 3. Personalidad 4. Acumulación 5. Excusas
Cuando en una Audiencia o diligencia se promueva algún tipo de incidente por falta de
personalidad se sustanciará de inmediato oyendo a las partes y se resolverá
continuándose el procedimiento. Señalando la hora y día para la celebración de la
audiencia incidental la cual se llevará a cabo dentro de las 24 horas siguientes, en que
las partes puedan ofrecer y desahogar pruebas documentales e instrumentales para
que de inmediato se resuelva el incidente, así mismo aquellos incidentes que no tengan
señalado una tramitación especial se resolverán de plano oyendo las partes (arts. 763
LFT), lo anterior atendiendo al principio de economía procesal, aunado al de celeridad,
principios como lo recordaremos rectores del procedimiento laboral.
Supuestos incidentes
Para el mejor entendimiento de los incidentes la ley laboral nos expone 3 supuestos
distintos.
1. Cuestiones Incidentales: Es decir la naturaleza de los incidentes muchas veces está
definida en la normatividad procesal vigente, sin embargo en otros supuestos sólo nos
la define tal y como nos lo marca el numeral 762 de la LFT.
“…Art. 762 Se tramitarán como incidentes de previo y especial pronunciamiento, la
nulidad, la competencia, la personalidad, la acumulación y las excusas…”
2. Tramitación incidental: Aquí es cuando se debe distinguir aquellos en donde se
suspende el juicio principal para tramitar y resolver el incidente. En este mismo orden
como ya lo habíamos señalado los incidentes se tramitarán dentro del expediente
principal, salvo los casos especialmente señalados en la ley,” ejemplo las tercerías, lo
anterior de conformidad a lo estipulado en el numeral 761 de la LFT.
3. Resoluciones interlocutorias: Serán aquellas decisiones que resuelven un incidente
antes o después de dictarse un laudo, es decir se dictan durante el curso de los
procesos y no causan autoridad de cosa juzgada.

Clasificación
Clasificación de los incidentes:
1. Incidentes ordinarios e Incidentes especiales: Esta clasificación se da desde el punto
de vista de las reglas que determinan la tramitación que deban presentarse los
incidentes. Los ordinarios son aquellos en la cual la substanciación dependerá de las
leyes, normas o disposiciones que le son aplicables a todos los juicios salvo que la ley
señale una tramitación especial. Respecto a los especiales son aquellos en las cuales
el legislador ha propuesto una tramitación especial, derivado de lo anterior podemos
entender que aquellas no contemplados por la ley deberán sujetarse a las normas de
carácter general.
2. Incidentes especificados y no especificados: Respecto de los especificados son
aquellos que modifican la estructura del proceso, interrumpen el proceso en sí, y los
que pueden modifican el proceso de forma general. Los no especificados son aquellos
que sobrevienen concluido el proceso, cuando ya existe un laudo condenatorio, por
ejemplo el de liquidación.
3. Incidentes de previo y especial pronunciamiento: Regulador por el numeral 762 de la
LFT, estos incidentes son los que deben resolverse antes de entrar al estudio respecto
del fondo del asunto.

7.8 PRESCRIPCIÓN
La prescripción en materia laboral, es el plazo necesario para extinguir la acción, que
permite la defensa de los derechos nacidos de la ley, de los convenios colectivos y de
los laudos arbitrales, transformándose la obligación en natural. Ese plazo es de dos
años según el artículo 256 de la LCT, siendo de 10 en materia de seguridad social. Se
comienza a contar desde que cada suma es debida o desde cuando se generó el
derecho al cobro de la indemnización, por ejemplo desde que el trabajador fue
despedido. Si la fecha en que nace la exigibilidad del crédito no posee certeza, se
comienza a contar desde la fecha en que su exigibilidad sea cierta.

De acuerdo al artículo 258 de la LCT y a la ley 24.557 de Riesgos del Trabajo, el plazo
de prescripción corre desde que se determine la incapacidad, o desde el fallecimiento
según sea el caso. Si la incapacidad es temporaria, la prescripción se cuenta desde
que se debió pagar cada suma; si es permanente, desde la fecha de consolidación del
daño, y si son prestaciones en especie y servicios, desde que cada prestación debió
realizarse.
El artículo 3986 del C.C. permite suspender el curso de la prescripción por un año, o
menor plazo, si faltare menos para que se opere la prescripción, cuando se intime el
pago o se constituya en mora extrajudicial.
El artículo 257 de la LCT faculta la interrupción de la prescripción hasta por seis meses
en el caso de actuaciones administrativas donde se reclama lo que posteriormente será
objeto de la acción judicial. En caso que durante las actuaciones administrativas resulte
la constitución en mora del empleador, la prescripción se suspende por un año. Por el
artículo 3986 del C.C. la interposición de la demanda en sede judicial, aunque lo sea
ante juez incompetente o en forma defectuosa, interrumpe la prescripción; y de acuerdo
al artículo 3989, la interrupción también opera si el deudor, en este caso el empleador,
reconoce el derecho reclamado, en forma expresa o tácita.
La defensa de prescripción debe oponerse al contestar la demanda, aunque por
excepción se permitió deducirla hasta el ofrecimiento de prueba. Si no requiere prueba,
opera en forma de excepción de previo y especial pronunciamiento, y si requiere
prueba, o no resulta manifiesta, puede oponerse como defensa de fondo, resolviéndose
en la sentencia definitiva.

7.8 PRESCRIPCIÓN

7.9 PRECLUSIÓN

Preclusión, usualmente se la concibe, como la pérdida, extinción o caducidad de una


facultad o potestad procesal por no haber sido ejercida a tiempo.

El fundamento de la preclusión se encuentra en el orden consecutivo del proceso, es


decir, en la especial disposición en que se han de desarrollar los actos procesales.

Para algunos ese orden consecutivo es estrictamente legal. Para otros, aquel orden
consecutivo, es jurídico, esto es, abierto a diversas fuentes, pero sometido al principio
de legalidad.

También se precisa que el orden consecutivo del proceso requiere que sea correcto, es
decir, que no se trate de cualquier orden el que se disponga en el proceso, sino de uno
que esté fundamentado en razones o valores jurídicos propios de un Estado de
Derecho.

Desde el punto de vista negativo, el orden consecutivo propende a evitar caer en


imprecisiones en la discusión del proceso; y, a su vez, garantiza también, no caer en
dilaciones indebidas (economía procesal).

7.10 CADUCIDAD

7.11 PROVIDENCIAS CAUTELARES


Es frecuente por desgracia que los deudores morosos y sin escrúpulos desaparezcan
de su domicilio o bien vendan o simulen la venta de sus activos para quedar en estado
de insolvencia y burlar los derechos de los trabajadores o de diversos acreedores.
Como una consecuencia de lo anterior las providencias cautelares tienen por objeto
garantizar un derecho incierto y evitar ante un eventual laudo condenatorio la
imposibilidad de la ejecución. De ahí su carácter provisional condicionado al resultado
del juicio, de manera que si la resolución es absolutoria quedará sin efecto, de lo
contrario, será definitiva.

REQUISITOS
Es necesario para la procedencia de la medida cautelar lo siguiente:
a) que exista solicitud de parte interesada, cumpliéndose así el principio procesal de
instancia de parte. b) Que se rindan las pruebas que demuestren la justificación de la
medida y c) Que sea presentada en el momento procesal oportuno.

CLASIFICACIÓN
Los presidentes de las Juntas de Conciliación y Arbitraje o de las Especiales a petición
de parte, podrán decretar las siguientes medias o providencias cautelares:
1. Arraigo (artículo 859) 2. Secuestro provisional (artículo 857).
CONCEPTOS:
Arraigo. El arraigo tiene por objeto evitar que el demandado se oculte o ausente del
lugar, sin dejar persona apoderada o representante que responda del resultado del
juicio. El vocablo arraigo se deriva de ad-radicare de radix: raíz, echar o criar raíces.
Ante la remota posibilidad de un desacato al arraigo, procede girar oficios a las
autoridades migratorias, con el objeto de cumplimentar la residencia forzosa en el país
del demandado.

Secuestro provisional. Se conoce comúnmente con el nombre de embargo


precautorio y consiste en asegurar ciertos bienes de una empresa o de una persona,
para garantizar el cumplimiento de la resolución dictada por la autoridad competente.

PROCEDENCIA:
a) Las providencias cautelares, podrán solicitarse en cualquier momento que el
trabajador tenga conocimiento de la necesidad de la medida; al presentar la demanda o
previamente al emplazamiento o antes de que se dicte el laudo por escrito o por
comparecencia, y en ningún caso se pondrá en conocimiento de la contraparte para
evitar se desvirtué el objeto de la medida quedando advertido el demandado (artículo
858).
b) Decretado el arraigo, la persona afectada puede ausentarse del lugar de su
residencia, únicamente si deja representante legal, legítimo, suficientemente instruido y
expensado para responder de sus obligaciones laborales mediante apoderado con
facultades para continuar el juicio y dotado de recursos económicos para cumplir la
eventual condena (artículo 859).
c) La persona que quebrante el arraigo, sin dejar representante legítimo, comete el
delito de desobediencia a un mandato de autoridad. En tal virtud, el presidente de la
Junta denunciará ante el Ministerio Público respectivo esta circunstancia a efecto de
que ejercite la acción penal correspondiente (artículo 860).
d) En el secuestro provisional, debe observarse lo siguiente:
1. El solicitante determinará el monto de su reclamación. 2. Debe rendir las pruebas
pertinentes para acreditar la necesidad de la medida. 3. Son admisibles todos los
medios de prueba (en la práctica es usual la prueba testimonial) 4. El presidente de la
Junta, dentro de las 24 horas siguientes, podrá decretar la procedencia de su admisión
tomando en consideración las pruebas aportadas y las circunstancias particulares. 5. El
auto que ordene la práctica del secuestro deberá cuantificar el monto de los alcances a
garantizar. 6. El presidente de la Junta dictará las medidas a que se sujetará el
secuestro, procurando no suspender o dificultar las actividades ordinarias de la
empresa (artículo 861).
e) Será procedente el secuestro provisional, cuando el promovente demuestre que el
demandado tiene diferentes juicios o reclamaciones ante autoridades judiciales o
administrativas, y exista la presunción del estado de insolvencia (artículo 862).
f) La providencia se practicará aun cuando no se encuentre presente el propietario de
los bienes secuestrados, será depositario automáticamente sin
Necesidad de que acepte el cargo o proteste su leal desempeño con todas las
responsabilidades inherentes. En el caso de personas morales, el director general o su
representante legal tendrán el carácter de depositarios, ya que de requerirse la
presencia de una persona determinada haría nugatoria la efectividad de la medida
(artículo 863).
g) El demandado podrá levantar el embargo si constituye depósito o fianza bastante
para garantizar el monto de lo demandado o impedir con ello el desahogo de la
diligencia cautelar (artículo 864).

7.12 RECUSACIONES Y EXCUSAS

RECUSACIONES:
En los casos en que los juzgadores no se excusen por una causa de impedimento
prevista por la Ley de amparo, las partes en el proceso así como el Ministerio Público,
podrán solicitar que el juzgador se recuse del asunto.
De lo anterior, Rafael de Pina en su diccionario jurídico (P. 434) señala lo siguiente:
“Facultad reconocida a las partes (y poder del Ministerio Público, en su caso) que
puede ejercerse para obtener la separación del conocimiento de un proceso del juez
incurso en cualquiera de los impedimentos legales que se consideran susceptibles de
afectar la imparcialidad con que la justicia debe ser siempre administrada.”

La Ley de Amparo, en el artículo 52 último párrafo, que señala lo siguiente:

Artículo 52. Sólo podrán invocarse como excusas las causas de impedimento que
enumera el artículo anterior.
Las partes podrán plantear como causa de recusación cualquiera de tales
impedimentos.

EXCUSAS:
De acuerdo con Rafael Pina, en su Diccionario Jurídico (P. 280), señala que la excusa
es: “Inhibición de un juez respecto a juicio determinado por concurrir en relación con el
mismo, un impedimento susceptible de afectar a la imparcialidad con que en todo caso
debe proceder en el ejercicio de su cargo”

Dicho de otra manera, es la actualización de una causal de impedimento prevista por la


Ley en contra del juzgador.

La Ley de Amparo, en los artículos 52 y 53, señala lo siguiente:

Artículo 52. Sólo podrán invocarse como excusas las causas de impedimento que


enumera el artículo anterior.
Las partes podrán plantear como causa de recusación cualquiera de tales
impedimentos.

Artículo 53. El que se excuse deberá, en su caso, proveer sobre la suspensión excepto
cuando aduzca tener interés personal en el asunto, salvo cuando proceda legalmente
la suspensión de oficio. El que deba sustituirlo resolverá lo que corresponda, en tanto
se califica la causa de impedimento.
7.13 CORRECCIONES DISCIPLINARIAS

 Son aquellas que puede imponer el juzgador para lograr orden, consideración y
respeto, así como el adecuado comportamiento de los sujetos procesales, en los actos
y en las audiencias judiciales. No existe en los ordenamientos procesales mexicanos
un criterio uniforme para determinar el número y la extensión de las correcciones
disciplinarias, pues en tanto que algunos preceptos las enumeran en forma precisa, en
otros se dejan al criterio del juzgador. Por otra parte, es preciso distinguir estos
instrumentos de los llamados “medios de apremio”, que son similares y a veces
coinciden, pero que tienen el diverso objeto de dotar al juzgador de medios para
imponer la obediencia de los mandatos judiciales.
En la materia procesal civil, los códigos modelo, distrital y federal, regulan en forma
similar los citados instrumentos, y así establecen como tales el apercibimiento o la
amonestación en el primero y sólo la amonestación en el segundo; la multa hasta 500
pesos en el código federal, que se duplica en el caso de reincidencia; y la suspensión
hasta por un mes o 15 días, respectivamente; esto último tratándose de empleados o
funcionarios judiciales (artículos 62 Código de Procedimientos Civiles para el Distrito
Federal y 55 Código Federal de Procedimientos Civiles). En esta materia el Código de
Procedimientos Civiles para el Distrito Federal fue modificado sustancialmente en las
reformas publicadas el 10 de enero de 1986, ya que se ampliaron los motivos por los
cuales pueden imponerse las correcciones disciplinarias, en cuanto ahora tienen por
objeto no sólo como en el texto anterior, que el juez o tribunal mantenga el buen orden
y exija que se le guarde el respeto y la consideración debidos, sino también para
sancionar cualquier acto contrario al respeto debido al propio juzgador y al que han de
guardarse las partes entre sí, incluyendo las faltas de decoro y probidad (artículo 61
Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal) Por lo que respecta a la
multa, la misma se actualizó de acuerdo con el criterio que se ha adoptado en otros
ordenamientos procesales, para relacionarlo con las modificaciones en el valor de la
moneda, y por ello en la actualidad el máximo será en los juzgados de Paz, el
equivalente de 60 días de salario mínimo general vigente en el Distrito Federal en el
momento de la comisión de la falta; en los de lo Civil, de lo Familiar o del
Arrendamiento Inmobiliario, de 120 días de salario; y en el Tribunal Superior 180 días
de salario; sanciones que se duplicarán en caso de reincidencia (artículo 62, fracción II,
Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal). En ambos ordenamientos, si
la persona sancionada solicita ser oída en justicia, el juez tomará en cuenta sus
argumentos en una audiencia que debe señalarse dentro de 3 y 8 días,
respectivamente, en que se resolverá sin ulterior recurso (artículos 63 Código de
Procedimientos Civiles para el Distrito Federal y 55 Código Federal de Procedimientos
Civiles).
La Ley Federal del Trabajo regula como correcciones disciplinarias la amonestación; la
multa que no podrá exceder de 7 veces el monto del salario mínimo vigente en el lugar
y tiempo de la violación; expulsión del local de la junta respectiva, y si se resiste, el
juzgador puede utilizar el auxilio de la fuerza pública.
El artículo 29 de la Ley Orgánica del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del
Distrito Federal unifica correcciones disciplinarias y medios de apremio, a los cuales
regula conjuntamente, y considera como tales a la amonestación; la multa de 50 a mil
pesos, que puede duplicarse en caso de reincidencia; el arresto hasta por 24 horas; y
el auxilio de la fuerza pública. Este último instrumento sólo puede considerarse como
medio de apremio y no como corrección. Por su parte, el artículo 29, fracción IV, de la
Ley Orgánica del Tribunal Fiscal de la Federación, confiere a los presidentes de las
Salas Regionales del citado Tribunal Fiscal la facultad para dictar las medidas
necesarias para el orden, el buen funcionamiento y la disciplina de las propias Salas, y
para exigir que se guarde el respeto y la consideración debidos, imponiendo las
correcciones disciplinarias que consideren convenientes

7.14 MEDIDAS DE APREMIO

Las medidas de apremio son definidas como, las facultades coercitivas otorgadas a la


autoridad para obtener el eficaz e inmediato cumplimiento de sus determinaciones, las
cuales pueden dictarse dentro o fuera de un procedimiento,  o bien medios que el
Juzgador tiene a su alcance, para  que las partes en un negocio cumplan con los
señalamientos  dictados por él.
Las medidas de apremio se encuentran establecidas en las diversas Materias que
conforman el derecho y el Derecho Fiscal no se quedaría atrás, es por esta razón que
el Código Fiscal de la Federación en su artículo 40, establece una serie de medidas
que puede utilizar el Fisco Federal, en caso de que alguna persona trate impedir que
inicie o desarrolle sus facultades.
Entre el listado de las medidas de apremio que encontramos en el citado artículo
podemos mencionar:

I. Utilización de la fuerza pública, con el objeto de obtener ingreso expedito al domicilio


fiscal, o cualquier local que sea utilizado para las actividades del contribuyente

II. Imposición de una multa

III. Aseguramiento precautorio de bienes

IV.  Se solicita al procediendo de la autoridad competente cuando el contribuyente, el


solidario responsable o el tercer relacionado ofrecen resistencia o desobediencia a un
mandato de la autoridad competente.
Como vemos en la  segunda fracción   la medidas de apremio, es Imponer multas, una
medida muy utilizada por la Autoridad Fiscal, es por esta razón que el Supremo
Tribunal de Justicia de la Nación dictó sentencia en la que todo acto de autoridad debe
estar fundado y la motivado apropiadamente, así como un apercibimiento
correspondiente para que el ciudadano tenga la certeza de las consecuencias en caso
de hacer o de dejar de hacer algo.

Además de lo anterior, es indispensable que la Autoridad Fiscalizadora invoque el


párrafo segundo de ese precepto legal; y que exponga las razones por las que no
siguió el orden previsto en dicho artículo  y los motivos del porqué estima actualizada la
medida utilizada para el caso en concreto.

Todo lo anterior con el fin de que las autoridades cumplan con garantizar la
observancia a la garantía de seguridad jurídica, es decir la  fundamentación y
motivación, que han sido entendidos como la expresión precisa del precepto legal
aplicable al caso (fundamentación) y el señalamiento exacto de las circunstancias
especiales, razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en
consideración para la emisión del acto respectivo.

7.15 EXHORTOS

En Derecho procesal se denomina Exhorto o Carta rogatoria a una solicitud en el


marco de un procedimiento judicial por la cual un juez o un tribunal, en uso de sus
funciones, se dirige hacia otro juez o tribunal de su misma jerarquía, a efectos que el
juez destinatario ejecute un acto procesal necesario para el litigio a cargo del juez
remitente.

7.16 EXTRAVÍO DEL EXPEDIENTE

Art. 725.-"En caso de extravío o desaparición del expediente o de alguna constancia, el


Secretario, previo informe del archivista, certificará la existencia anterior y la falta
posterior del expediente o de las actuaciones. La Junta, de oficio o a petición de parte,
lo hará del conocimiento de las partes; procederá a practicar las investigaciones del
caso y a tramitar de inmediato la reposición de los autos, en forma incidental."
UNIDAD 8. DEMANDA Y CONTESTACIÓN

8.1 Estructura de la demanda


Si se analizan diversas demandas o escritos de demanda, sin importar su número,
puede apreciarse que estas se integran con cinco partes sustanciales: Identificaciones,
Prestaciones, Hechos, Derecho y Pedimento y se dividen en partes específicas que en
ocasiones se identifican con una denominación expresa: HECHOS, DERECHO; en
otras, del contexto se puede deducir su contenido: “Atentamente pido se sirva”; y en
muchas no existe indicación alguna que nos permita identificar en capítulo
correspondiente haberlo leído, consecuentemente habrá que recurrir a un modelo o a
un formulario, para elaborar una demanda, con el riesgo de copiar los errores que estos
tengan o puedan tener, los que se dispondrán los elementos precisados en la
legislación positiva aplicable, señalados con anterioridad.
De este modo podemos dividir la demanda en cinco grandes capítulos:
CAPITULO I. De identificaciones.
CAPITULO II. De prestaciones.
CAPITULO III. De hechos.
CAPITULOIV. De derecho.
CAPITULO V. De peticiones.
Además de LA PROTESTA, LUGAR Y FECHA, FIRMA, elementos necesarios a la
demanda fuera de Capítulo.

8.2 ACCIONES LABORALES: PRINCIPALES; ACCESORIAS;


CONTRADICTORIAS

Entenderemos a la acción laboral como aquel derecho por medio del cual el trabajador
puede reclamar o hacer valer una prestación que no le ha sido reconocida o satisfecha
por su patrón, y es a través de esta acción, que tiene la posibilidad de reclamarla ante
una Autoridad Jurisdiccional. Los elementos que debe contener una acción laboral son:
1. Sujetos 2. Causa 3. Objeto

Los sujetos son aquellos que intervienen en el ejercicio de la acción, así como el
trabajador, o la Autoridad que conoce del asunto, o el patrón quien resultará ser el
demandado.

La causa es la fundamentación del ejercicio de la acción, es decir el derecho que no


fue reconocido o que fue transgredido y el cual es el origen de la acción. Por último el
objeto será la petición en estricto sentido que se formule ante el patrón.

Clasificación

Las acciones laborales se clasifican en:

a) De Condena

b) Constitutivas

c) Declarativas

d) Cautelares o preventivas

e) Ejecutivas

8.3 ELEMENTOS DE LA CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA

La Contestación es un Acto procesal de la parte demandada consistente en una


respuesta que da a la pretensión [1] contenida en la demanda del actor, oponiendo, si
las tuviera, las excepciones que hubiere lugar, o negando o aceptando la causa de la
acción o en último caso, contrademandando.

Oportunidad
El demandado puede responder antes o después de la notificación con la demanda.
Antes, porque él ya se enteró que está siendo demandado, es lo que se llama Citación
Tácita (CPC, 129,11). El demandado no ha esperado que lo citen por edicto, sino que,
por el contrario se entera que está siendo demandado y contesta sin ser citado (CPC,
129,11). El demandado que responde de esta manera ya no puede acusar nulidad ni
falta de demanda. Es decir ya no puede decir "yo no he sido citado". Esta tipo de
contestación, es la excepción.

La regla es que el demandado Conteste después que ha sido notificado con la


demanda. (Copia de la demanda, formulario de citación, y el Decreto de citación
firmado por el juez, ya sea personal, por cédula, por comisión o por edicto).

Plazo Para La Contestación


El demandado deberá contestar la demanda dentro del plazo de (15) quince días, con
la ampliación que corresponda en razón de la distancia. (CPC, 345, Concordado CPC,
50, 76, 332).

Los plazos de amplían en caso de distancia: un día por cada 200 Km. si hay medios de
transporte y un día por cada 60 Km. si no hay medios de transporte. (CPC, 146).

Art. 146.- (PLAZO DE LA DISTANCIA). Para toda diligencia que debiera practicarse
fuera del asiento del juzgado o tribunal, pero dentro de la República, se ampliarán los
plazos fijados por este Código a razón de un día por cada doscientos kilómetros o cada
fracción que no baje de cien, siempre que exista transporte aéreo, ferroviario o de
carretera. Si no hubiere estos servicios la ampliación será de un día por cada sesenta
kilómetros.

(Conc. CPC, 123, 386, 389).

Forma De La Contestación
La forma es por escrito, en papel oficio y timbres, escrito en castellano, excepto en los
procesos sumarísimos, en los que pueden ser verbales (CPC, 327).
Requisitos Para Su Formulación
Deberá cumplir con los requisitos formales establecidos en el artículo 327 y en los Art.
346 inc. 4 en todo lo que fuere aplicable. (Conc. Arts. 92, 101, 331, 351, 479, 569).

Deberá contener:

1. Juez O tribunal. Por ejemplo, SEÑOR JUEZ INSTRUCTOR TERCERO EN LO


CIVIL
2. Suma. Por ejemplo, "Responde Negativamente"
3. Nombre y domicilio real del demandado
4. Hechos. Por ejemplo, "Mi demandante asegura haberme entregado 10
televisores de 40 pulgadas marca SONY en fecha 10 de febrero de 1999 en
calidad de compraventa a crédito, y que hasta ahora no hubiera pagado. Hecho
totalmente fuera de la verdad, yo he pagado conforme lo estipula el contrato y en
fecha correspondiente, como se establece en los recibos, que adjunto".
5. El derecho. Por ejemplo, "por lo que en base al Art.-...... del Código Civil y los
Arts.-.........Código de Procedimiento Civil."
6. Petición. Por ejemplo, "Exijo el pago de daños y perjuicios, por haber intentado
un pago, sin ningún derecho y niego totalmente a todos los puntos de la
pretensión del actor "
7. Fecha
8. Rubrica y sello del abogado.
9. Rubrica y firma del demandado.

Contenido De La Contestación (CPC, 346)


En la contestación el demandado, además de poder oponer las excepciones previstas
por el artículo 342 (incompetencia, Incapacidad o impersonería, proceso - pendiente,
demanda defectuosa, citación previa al garante, cosa juzgada, transacción,
prescripción, etc., CPC, 336), deberá :

1. Reconocer o negar en forma explícita y clara los hechos expuestos en la


demanda.
2. Pronunciarse sobre los documentos acompañados o citados en la demanda. Su
silencio, evasivas o negativa meramente general podrán estimarse como
reconocimiento de la verdad de los hechos a que se refieren dichos documentos.
3. Exponer con claridad y precisión los hechos que alegare como fundamento de
su defensa.

Clases De Contestación
El contenido de la contestación nos indica que la respuesta puede ser de diferentes
clases:

Reconocimiento del hecho pero negando el derecho


No entra en discusión del hecho, o sea la existencia de un contrato o cualquier otra
relación jurídica, sino se discute la aplicabilidad o su interpretación, lo que puede llevar
a que el proceso se califique de puro derecho.

Allanamiento o contestación positiva


El demandado acepta la pretensión del actor. El demandado llega a admitir la
legitimidad expuesta por el actor, esto significa que confiesa la demanda (CPC, 347).
Juez falla "sobre la marcha".

Esta confesión de la demanda es:

 Expresa, cuando así lo manifiesta en su contestación o en cualquier estado del


proceso.
 Tácita, cuando sin haber contestado la demanda, hace entrega de la cosa
pedida en demanda, hecho dentro del cual el, juez está obligado a dictaminar,
sin más trámite, su fallo; empero si fuera parcial o en parte el allanamiento el
juez perseguirá en la averiguación de los puntos comprendidos en la
contestación confesorio.

Art. 347.- (CONFESION DEL DEMANDADO).Si el demandado confesare clara y


positivamente la demanda, el juez pronunciará sentencia sin necesidad de otra prueba
ni trámite. Si confesare una parte, sólo en ésta se tendrá por probada, debiendo
proseguir el proceso sobre los demás puntos demandados.

(CPC, Art. 347)

Contestación negativa y contradictoria


El Demandado no acepta la pretensión del actor e incluso puede hacer uso de
la Reconvención, pero siempre que esté vinculado a la demanda.

Los efectos de contestación negativa son (CPC, 370):

1. Juez califica el proceso, como uno de hecho.


2. Juez abre un plazo de prueba sin opción a prorroga de 10 a 50 días.
3. Hace correr el plazo de 5 días para proposición de pruebas.
4. Oposición de excepciones. Dentro de esta parte del proceso el demandado hace
un reconocimiento del hecho y del derecho, empero al oponer una excepción,
alega un hecho impeditivo que puede ser incapacidad, dolo, error, violencia, etc.,
o un hecho modificativo que constituyen la transacción, la conciliación, el
desistimiento del derecho o en su caso un hecho extintivo, como son la
excepción de pago, la prescripción, etc.

En caso de interponer excepciones, se invierte el “onus probando”, es decir una


excepción no la prueba el actor, sino el demandado. La interposición de una excepción,
también imponen una obligación al demandado: la de explicar y exponer con absoluta
claridad y bastante precisión los hechos que se alega como fundamento de su defensa.

Pero del otro lado está, el actor, que está obligado a pronunciarse sobre los
documentos presentados por el demandado, ya sea para admitirlos y negarlos, al
mismo tiempo se encuentra obligado a presentar por su parte todos los documentos
que desvirtúen las excepciones del demandado.

Efectos de la contestación
Fija los términos de la demanda. Se establece lo que en la legislación abrogada se
denominaba la “cuasi contrato de la Litis”. Que se consolidaba con la contestación,
puesto que a través de ella se fijan los hechos que constituyen objetos de prueba,
cuando no existe acuerdo entre ambos actuados procesales (CPC, 370, 371). El juez
no podrá apartarse de los términos, y debe hacer que la sentencia recaiga sobre estos
puntos, bajo sanción de nulidad.

Inicia el proceso. Mientras no exista la contestación el proceso no se inicia, aun no hay


proceso.

Fija los puntos de hecho a probar. Con la contestación quedan fijos los puntos de
hecho a probar, puntos que es confeccionado por el juez, en cuanto a todo los pedido
en la demanda y en la contestación

Abre la competencia del juez, plenamente. Con la demanda y citación, la competencia


del juez está abierto preventivamente, porque, el demandado puede oponer excepción
de proceso pendiente (CPC, 336 inc. 3), que hace incompetente al juez que admito la
demanda posterior.

Ligamen. Con la contestación, las partes procesales quedan reatados a la dirección y


determinaciones del juez. Si no contesta, las partes no pueden observar la
competencia del juez, en consecuencia, no puede recusar al juez fundamentando
causas anteriores a la iniciación de la demanda o la contestación, pudiendo hacerlo
solamente por causas sobrevinientes.

8.4 DEFENSAS Y EXCEPCIONES


DEFENSA:

La defensa es la oposición del demandado para contradecir y desvirtuar las


pretensiones del fondo del actor. Es el derecho con que cuenta el demandado para
atacar el fundamento o la razón de la pretensión.

La diferencia entre la defensa y la excepción radica en que ésta última va encaminada


a los presupuestos procesales, 3 deteniendo o terminando el proceso. En cambio las
defensas, desvirtúan y atacan la base sobre la que descansan las pretensiones, ya que
implican la discusión relativa al derecho subjetivo – pretensión de fondo-. Desde esta
perspectiva, las defensas corresponden a las excepciones sustanciales y las
excepciones a las llamadas excepciones procesales. La defensa son las negaciones
formuladas por el demandado respecto a los hechos o el derecho invocado y hecho
valer por el actor. Y las excepciones son las afirmaciones del demandado en relación
con los presupuestos procesales o la fundamentación de la pretensión.

EXCEPCIONES:

La excepción en el derecho procesal es una figura jurídica que la doctrina ha visto


desde dos ángulos diferentes:1 a) El primero de ellos es en sentido abstracto, en el que
la excepción es el poder que tiene el demandado de oponer, frente a la pretensión del
actor, cuestiones que obstaculizan un pronunciamiento de fondo que el juzgador debe
de hacer respecto de la pretensión, o bien, que el pronunciamiento traiga como
resultado la absolución del demandado, que fue la persona que hizo valer en su favor
la excepción. Este significado abstracto es correlativo de la significación abstracta de la
acción, en cuanto poder jurídico del actor para plantear una pretensión ante el titular
de un órgano jurisdiccional. El derecho de hacer valer una excepción se tiene cuando
se cuenta efectivamente con la posibilidad de formular cuestiones que son contrarias a
la pretensión del actor, con independencia de que se ejerza o no ese poder e
independientemente de la fundamentación o justificación de las cuestiones que se
hayan opuesto. b) El segundo ángulo desde donde se contempla a la excepción es en
sentido concreto. La excepción vista desde esta plataforma, se objetivista en las
cuestiones concretas que el demandado plantea frente a la pretensión del actor, con
dos finalidades: I. De oponerse a que la secuela procesal continúe, argumentando
como razón de esta posición, que no se han satisfecho en su totalidad todos y cada
uno de los presupuestos procesales; II. Oponerse al reconocimiento del juzgador de la
fundamentación de la pretensión que persigue la parte actora, con base en la
existencia de hechos extintivos, modificativos o impeditivos de la relación jurídica
descrita por el actor en su demanda.
Muchas han sido las clasificaciones de las excepciones que se han formulado, la más
usual en el ámbito del ejercicio y práctica profesional del abogado es aquella que
clasifica las excepciones en dilatorias y perentorias. Las primeras, son aquellas que
tienen una eficacia temporal, obstaculizan o demoran el ejercicio de la acción e impiden
el pronunciamiento del juzgador sobre la procedencia. Las segundas, tienden a la
destrucción o perención de la acción sin afectar la marcha del proceso. Las
excepciones perentorias que se derivan de la mayoría de los Códigos de
Procedimientos civiles como son:

1) Excepciones de pago

2) Excepciones de compensación

3) Excepciones de confusión de derechos

4) Excepciones de remisión de deuda.

5) Excepción de novación

6) Excepción de prescripción negativa

7) Excepción de condición resolutoria

8) Excepción de término resolutorio

9) Excepción de cesión de deudas

10) Excepción de retención de las cosas vendida

11) Excepción de inexistencia

12) Excepción de nulidad

13) Excepción de transacción

Las excepciones dilatorias son las siguientes:

1) Incompetencia del juez.


2) La litispendencia.

3) La conexidad.

4) La falta de personalidad o capacidad en el actor.

5) La falta de cumplimiento en el plazo o la condición a que está sujeta la acción.

6) La división.

7) La exclusión.

La identificación de estas excepciones no es limitativa, sino solamente enunciativa, ya


que en la mayoría de los Códigos de Procedimientos Civiles del sistema jurídico
mexicano, se da la posibilidad de que puedan oponerse otras excepciones, al prescribir
que serán admitidas todas las excepciones que las demás leyes reconozcan como
tales.

8.5 RECONVENCIÓN

La reconvención es la demanda o reclamación que el demandado interpone contra el


demandante, constante el procedimiento principal. La pretensión ha de tener conexión
con el objeto de la demanda principal (art. 406 LEC).

Su interposición se ampara en el principio de economía procesal, pero no es menos


cierto que para que la petición reconvencional sea admitida a trámite, el juzgado que
conoce de la demanda principal debe ser competente también para conocer de la
reconvencional; tampoco puede ser admitida si la acción ejercitada debe ventilarse en
una modalidad procesal diferente.

El artículo 85.2 de la LRJS admite la reconvención únicamente cuando se “hubiese


anunciado en la conciliación previa al proceso o en la contestación a la reclamación
administrativa previa o resolución que agote la vía administrativa, y hubiese expresado
en esencia los hechos en que se funda y la petición en que se concreta”. De esta
manera, el derecho de defensa del demandante no se ve mermado, habida cuenta que
si el actor comparece por sí mismo y no tiene experiencia o conocimientos suficientes
para defenderse frente a las alegaciones expresadas en la reconvención, se le estará
generando indefensión.

Una vez formulada la reconvención, nos encontramos con una acumulación de


procesos: artículo 28 de la LRJS.

El anuncio de la reconvención interrumpe la prescripción de la acción cuyo ejercicio se


anuncia, prolongándose la conservación del efecto interactivo en paralelo al proceso
principal, por cuanto que la pretensión ejercitada al reconvenir se acumula al proceso
principal desde el momento en que se formula en conciliación, y sigue la suerte de
ésta. Anunciada en consecuencia la reconvención en el acto de conciliación, aunque se
celebre el juicio transcurrido más de un año desde el intento conciliatorio, la acción
reconvencional no habrá prescrito.

8.6 TERCERÍAS

Una tercería se presenta cuando un sujeto inicialmente extraño al proceso, es decir, un


tercero ajeno a las partes, se encuentra legitimado y tiene un interés propio para acudir
a un juicio preexistente, al declarar que posee un crédito que goza de preferencia o que
su perjuicio deriva de tener que soportar el embargo sobre un bien que es de su
propiedad.
Las tercerías pueden ser excluyentes de dominio o de preferencia. Las primeras tienen
por objeto conseguir el levantamiento del embargo practicado en bienes de propiedad
de terceros, y las segundas obtener que se pague preferentemente un crédito con el
producto de los bienes embargados.
Características:
1. La tercería se interpone por escrito, acompañando el título en que se funde y las
pruebas pertinentes.
2. La Junta ordenará que se tramite la tercería por cuerda separada y citará a las
partes a una audiencia, dentro de los diez días siguientes, en la que las oirá y después
de desahogadas las pruebas, dictará resolución.
3. En cuanto al ofrecimiento, admisión y desahogo de las pruebas, se observará lo
dispuesto en los Capítulos XII, XVII y XVIII del Título Catorce de la Ley Federal del
Trabajo.
4. Las tercerías no suspenden la tramitación del procedimiento. La tercería excluyente
de dominio suspende únicamente el acto de remate, la de preferencia el pago del
crédito.
5. Si se declara procedente la tercería, la Junta ordenará el levantamiento del embargo
y, en su caso, ordenará se pague el crédito declarado preferente.
UNIDAD 9. PROCESO ORDINARIO
9.1 PRESENTACIÓN DE LA DEMANDA

9.2 RADICACIÓN
Es el acuerdo por medio del cual inicia el juicio laboral. A través de él, la autoridad
determina su competencia, fija fecha para la celebración de la audiencia de
conciliación, demanda y excepciones y ofrecimiento y admisión de pruebas, y ordena
citar a las partes, con el apercibimiento al demandado de tenerlo por inconforme con
todo arreglo, por contestada la demanda en sentido afirmativo, y por perdido el derecho
de ofrecer pruebas, si no concurre a la audiencia. En consecuencia, el asunto queda
radicado en el tribunal que dictó la resolución y se presenta la integración y el registro
de un nuevo expediente, al que se le da un número y otros datos de identificación.

9.3 EMPLAZAMIENTO A JUICIO


Como el acuerdo de admisiones de notificación personal. Según lo previsto
en el artículo 744, de la propia Ley, por tirarse de “emplazamiento a juicio”
y del “primer proveído” decitado en el, pueden acontecer diversas
eventualidades en este momento procesal, que tienen consecuencias
específicas respecto de la celebración de la audiencia de conciliación,
demanda y excepciones fijada por el propio acuerdo admisorio:
1. Que no se notifique a los demandados;
2. Que se les notifique mal, esto es, sin respetar el mínimo de diez días
de anticipación a la fecha de la audicencia, ordenados por ley;
3. Que se notifique parcialmente a los demandados, es decir, se haga
notificación a alguno o algunos de ellos y a otros no, o se les
notifique mal.
En estos casos, de acuerdo con el artículo 874, deberá suspenderse la
audiencia respectiva, en el caso de falta de notificación porque los
interesados desconocen la resolución de la junta y por tanto no podían
concurrir a ella, en los casos de notificación mal hecha, porque para los
mal notificados esta “corriendo el tiempo”, expresión de uso común en el
foro laboral, que indica que los diez días de anticipación para la
notificación de la audiencia se celebarra, puede promoverse su nulidad,
basándose en que la notificación de su celebración, se hizo sin respetar
los términos de ley, siendo base de ello el articulo 752 quedispone: “Son
nulas las notificaciones que no se practiquen de conformidad a lo
dispuesto en este capitulo”. Para evitar esta situación procesal, la Junta,
de oficio, debe señalar neuvo dia y hora para su celebración, la cual se
hara saber a las partes mediante notificación personal si no fueron
notificados del acuerdo de admisión; si los mal notificados concurren a la
Junta, quedan notificados de la nueva fecha, si no concurren, la
notificación se les hará por boletín.
Sin embargo debe tomarse en cosnideración que si las partes no
notificadas o mal notificaciones comparecen a la audiencia, esta debra
celebrase, por aplicación del articulo 764, de acuerdo con la cual, si consta
en autos que uan persona se manifiesta sabedora de una resolución, cuya
notificación ha sido omitida o mal hecha, ésta se convalida, surtiendo todos
sus efectos legales, como si hubiera sido hecha en términos de ley.
Por otra parte, debe tenerse en cuenta siempre, principalmente por la parte
demandada, que de acuerdo con el articulo 874, cuando hay litis consorcio
pasivo, el actor puede desistirse de las acciones intentadas en contra de
el, o los codemandados no notificados o mal notificados que no asistan a
la audiencia, en cuyo ésta deberá celebrarse en la fecha y hora previstas
en el acuerdo de admisión, con lo cual el o los demandados notificados
correctamente, que no asistieron a la Junta, serán considerados
contumaces, con la consecuencia de que, respecto a ellos, se tenga
contestada la demanda en sentido afirmativo.
Desafortunadamente, la mayoría de la Juntas, sin distinción de fuero ni de
territorio, quizá por temor a la conducta de los litigantes por cuanto a
incidentes de nulidad o para no dar pié a una posible responsabilidad,
cuando están presentes en la audiencia todos los interesados mal o no
notificados, no practican la diligencia de ley, de oficio asienta en el acta
respectiva: por esta corriendo el termino de ley se suspende la presente
audiencia y se señala las “x” horas del día “z” que se celebrase la
audiencia de conciliación, demanda y excepciones. Notifíquese. De aquí
que son escasas las juntas que cumplen con esta hipótesis prevista en el
artículo 874.
9.4 AUDIENCIA DE CONCILIACIÓN, DEMANDA Y EXCEPCIONES,
OFRECIMIENTO Y ADMISIÓN DE PRUEBAS
AUDIENCIA DE CONCILIACION, DEMANDA Y EXCEPCIONES:
La conciliación es una figura que no tiene vida propia, pues si llega a triunfar, es decir si
a través de la conciliación se resuelve el litigio, entonces llegaríamos a una figura
autocompositiva; y, si fracasa el intento conciliador, entonces ya que una conciliación
frustrada no vendría a ser un equivalente jurisdiccional.
La conciliación, es una institución que ha adquirido especial importancia en los
procedimientos laborales, y esto se explica si consideramos, como lo dice el legislador
secundario, que el Derecho Social protege primordialmente los intereses del grupo
sobre los del individuo, debiéndose tener presente que el Derecho del Trabajo es una
rama de aquel, y con los conflictos del trabajo, de un modo u otro, según lo precisó en
el capitulo correspondiente, se afectan intereses de la sociedad, por lo cual la solución
de estos adquiere prioridad especial, sobre todo en tiempo, la conciliación permite que
los conflictos se solucionen con prontitud, que que con ella se evita el desarrollo de un
proceso que, por mucho empeño legal y personal, siempre es tardado y, lógicamente,
costoso.
La ley, dada la importancia de esta figura, hace extensiva su obligación a
Autoridades Administrativas del trabajo, como la Procuradoría de la Defensa del
Trabajo, la que se encuentra consignada en el artículo 530: La Procuradoría de
Defensa del Trabajo tiene las facultades siguientes:
III. Proponer a las partes interesadas solciones amistosas para el arreglo de sus
conflictos, y hace constar los resultados en actas autorizadas.
Resaltando esta importancia el legislador, en las últimas reformas a la Ley, estableció
en el artículo 627-A, de nueva creación, la figura del Oficial Conciliador, precisando sus
funciones y la obligación conciliar en los nuevos artículos 627-B y 627-C:

Artículo 627-A. El sevicio publico de conciliación se prestara a traves de servidores


públicos especializados en la función concilatoria, denominados funcionarios
conciliadores; los integrantes de las Juntas o por su personal jurídico.

Artículo 627-B. los funcionarios conciladores deberán satisfacer los requisitos


siguientes:
I. Ser mexicanos, mayores de treinta años de edad, y estar en pleno ejercicio
de sus derechos;
II. Tener titulo legalmente expedido de abogado o licenciado en derecho y
haber obtenido de la autoridad competente la patente de ejercicio;
III. Tener dos años de ejercicio profesional en materia laboral, posteriores a la
obtención del titulo de licenciado en derecho, haberse distinguido en estudios
de derecho del trabajo y haberse capacitado en materia de conciliación;
IV. No ser ministro de culto; y
V. No haber sido condenado por delito intencional sancionado con pena
privativa de la libertad.
Artículo 627-C. Durante todo el procedimiento y hasta antes de dictarse los laudos, las
Juntas tendrán la obligación de promover que las partes resuelvan los conflictos
mediante la conciliación. Los convenios a que lleguen, en su caso, una vez ratificados y
aprobados por aquéllas, producirán los efectos jurídicos inherentes a los laudos
ejecutoriados.
Procesadamente la etapa de conciliación está regulada por el artículo 876 de la Ley
Federal del Trabajo, en los términos siguientes:
La etapa de conciliación se desarrollara en la siguiente forma:
I. Las partes comparecerán personalmente a la Junta y podrán ser asistidas
por sus abogados patronos, asesores o apoderados. Si se trata de
personas morales, el representante o apoderado deberá tener facultades
para asumir una solución conciliatoria que obligue a su representada;
II. La Junta, por conducto del funcionario conciliador o de su personal
jurídico, intervendrá para la celebración de pláticas entre las partes y las
exhortará para que procuren llegar a un arreglo conciliatorio;
Les propondrá opciones de solución justas y equitativas que , asu juicio,
sean adecuadas para dar por terminada la controversia;
III. Si las partes llegaren a un acuerdo, se dara por terminado el conflicto. El
convenio respectivo, aprobado por la Junta, producirá todos losd efectos
jurídicos inherentes a su laudo;
IV. (Se derega);
V. La Junta, por conducto del funcionario conciliador o de si personal
jurídico, procurará, sin entorpecer el prcedimiento y estando en contacto
personal con las partes y hasta antes de que se declare cerrada la
instrucción, que lleguen a un acuerdo conciliatorio, insistiendo siempre en
opciones de solución justas y equitativas para ambas; si las partes no
llegan a un acuerdo se les tendrá por inconformes, pasando a la etapa de
demanda y excepciones; y
VI. De no haber concurrido las partes a la conciliación, se les tendrá por
inconformes con todo arreglo y deberán presentarse personalmente a la
etapa de demanda y excepciones.
Es labor de los postulantes que asesoran a trabajadores o patronos convencer a sus
clientes de las bondades de la conciliación, haciéndoles notar que en el Derecho del
Trabajo, más que en cualquier rama de Derecho “un mal arreglo es preferible al mejor
de los pleitos”. Labor que se basa en el conocimiento que tienen los abogados de las
partes, del origen, desarrollo y consecuencias de los conflictos laborales, ellos son los
que conocen el alcance de las acciones que ejercitan y las probabilidades de un laudo
favorable de acuerdo con la solidez de las pruebas que tengan, tan es asi, que cuando
los asesores lo deciden no hay conciliación posible, para ello el abogado del tabajador
evita la presencia de éste en la audiencia de conciliación, y el del patrón o empresa se
neiga expresamente a cualquier arreglo, no consideramos correcta esta actitud en
profesionales del Derecho, en manera alguna, la señalamos como real y sintomática de
las observaciones hechas, y esperamos sinceramente que esta absurda prctica se
corrija con las reformas precisadas y con la existencia de un Oficial Conciliador.

DEMANDA Y EXCEPCIONES:
Poco acertado resulta el título de esta etapa del procedimiento ordinario, si bien está de
acuerdo el término demanda, con el desarrollo de la audiencia respectiva, ya que el
actor hará referencia a ella, en primer lugar, en la forma que veremos adelante, no
sucede lo mismo con el de excepciones, toda vez que no siempre en esta etapa, se
interponen excepciones por partes del demandado: cuando éste no comparece y por
tanto no contesta la demanda, cuando se allana a ella en forma precisa, o cuando es
declarado contumaz por la Junta dada su inasistencia.
En esta etapa pueden presentarse las siguientes situaciones:
1. Que no comparezca el actor, en cuyo caso
CONCLUSIÓN

El derecho procesal del trabajo se rige por sus propios principios que le han conferido
autonomía y que constituyen las características esenciales para considerarlo como una
rama de la ciencia del derecho, aunque desde el punto de vista científico existan dudas
al respecto, ya que el derecho es homogéneo y unitario, y cada norma es creada por el
poder estatal. En ese orden de ideas, el procedimiento mercantil tuvo como
destinatarios a los comerciantes, el procedimiento laboral está reservado a las
relaciones obrero-patronales. Esta circunstancia y el hecho de que en la nueva Ley
Federal del Trabajo, vigente a partir del primero de mayo, en su artículo 17, que
sustituyó al 16 anterior, no se encuentra al derecho común como fuente del derecho del
trabajo, ha inclinado a algunos autores a sostener la autonomía científica del derecho
procesal del trabajo. Transcribimos a continuación el artículo mencionado.
A falta de disposición expresa en la Constitución, en esta Ley y en sus Reglamentos, o
en los tratados, se tomaran en consideración sus disposiciones que regulen esas
semejanzas, los principios generales que deriven de dichos ordenamientos, los
principios generales del derecho, los principios generales de justicia Social que derivan
del artículo 123 Constitucional, la jurisprudencia, la costumbre y la equidad.
Alberto Trueba Urbina, expresa acertadamente: "estamos en cuanto a su
trascendencia la supresión del derecho común como fuente del derecho sustantivo y
Procesal del trabajo. En consecuencia, no son aplicables las leyes civiles o mercantiles
ni los códigos procesales civiles, federales o locales, en razón de la autonomía de la
legislación laboral". Sin embargo Francisco Ramírez Fonseca" opina que: "El código de
Procedimientos Civiles, sigue siendo de aplicación supletoria de la Ley Federal del
Trabajo, en cuanto a las normas del procedimiento, ya que el derecho procesal del
trabajo en rigor jurídico, carece de autonomía científica".
Nos pronunciamos en contra de este último criterio, ya que la Ley de 1970
categóricamente suprimió al derecho común como fuente supletoria del derecho laboral
y no hay que confundirla con los principios generales de derecho, los cuales son
aplicables a todas las disciplinas que se originan en esta ciencia.

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