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ESTUDIANTE: MARIA ALEJANDRA CASTILLO LOPEZ

Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición: un acuerdo


de justicia ¿restaurativa?

Para empezar este escrito, primero debemos de saber que es la justicia reparativa,
entonces según mis investigaciones:

La justicia reparativa es un modelo de justicia que nos pone énfasis en las situaciones
de conflicto que causan daños. A parte de eso busca involucrar a los implicados con el
fin de reparar dichos daños de la manera más adecuada y sin consecuencias
estigmatizaste.

Una de las principales características de la justicia reparativa tiene que ver con la
responsabilidad por las consecuencias de la situación conflictiva, esta reparación de
dichos daños y participación de los involucrados directos e indirectos de la situación de
conflicto.

Para que se cumpla este tipo de justicia, por decir, debemos cumplir con ciertas
características:

Las personas implicadas deben estar dispuestas a participar del procedimiento


restaurativo de forma voluntaria.

– Las reuniones que se dan como parte del proceso son confidenciales.
– Se pone énfasis en los intereses de las personas que fueron víctimas.
– Se da relevancia a que los daños se restauren.
– Se implican a profesionales en intervención (por ejemplo, mediadores).

En un contexto de conflicto armado interno, en Colombia se han presentado diferentes


negociaciones e iniciativas de pacificación con diferentes movimientos guerrilleros,
entre ellos, uno de los mas recientes es de la mesa de negociaciones, entre los días 17
y 18 de octubre del 2012, en la Habana entre el gobierno y la guerrilla de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia. A consecuencia de estos acercamientos y con la
intención mutua de poner fin al conflicto, las partes acordaron iniciar conversaciones
directas e ininterrumpidas para construir un acuerdo que pudiera contribuir a la
construcción de una paz duradera y estable. Entre esto; las partes acordaron una
agenda de negociación denominada “Acuerdo General para la terminación del conflicto
y la construcción de una paz estable y duradera”. En cierta agenda, uno de los puntos
de negociación establecidos buscaba el reconocimiento, reparación y satisfacción de las
víctimas, así como el esclarecimiento de la verdad, la garantía de no repetición y el
reconocimiento de responsabilidad por parte de los victimarios (Mesa de
Conversaciones, 2014a).
En este acuerdo fue sometido a los pensamientos y decisiones del pueblo colombiano
en un plebiscito celebrado el 2 de octubre de 2016. En esta consulta se les preguntó al
electorado:

¿Apoya usted el Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una
paz estable y duradera?

De las 34.899.000 personas habilitadas para sufragar, tan sólo votaron 13.066.047
(equivalente al 37,43% de las habilitadas).

Estos fueron los resultados:

Sí (6.377.482 personas) 49,78%


No (6.431.376 personas) 50,21%

Con la victoria electoral del “No” se presentó una intensa discusión social sobre la
posibilidad de modificar los acuerdos para llegar a una solución del conflicto armado
entre el Gobierno y las farc

los voceros del “No” pusieron sobre la mesa su reclamo de lograr una justicia más
retributiva, con un sistema de privación de la libertad efectiva que afectaría, entre
otras cosas, el acuerdo en materia de justicia restaurativa

Este acuerdo nos plantea un Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No


Repetición, bajo los objetivos de la satisfacción de los derechos de las víctimas, el
establecimiento de responsabilidades de todos los participantes en el conflicto (directos
o indirectos, combatientes o no combatientes), la no repetición para impedir nuevas
formas de violencia y habilitar la convivencia y la reconciliación, y la seguridad jurídica
y el debido proceso para sus participantes.

La justicia restaurativa atiende prioritariamente las necesidades y la dignidad de las


víctimas y se aplica con un enfoque integral que garantiza la justicia, la verdad y la no
repetición de lo ocurrido.

El propósito de este trabajo es entender el alcance de las disposiciones restaurativas


que parecen estar reducidas al segundo escenario del anterior esquema; esto es, para
quienes reconozcan verdad exhaustiva, detallada y plena en la Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidades.

Es difícil precisar cuándo se dio el “nacimiento” de la justicia restaurativa, sobre todo teniendo en
cuenta que ella propone la utilización de algunas prácticas que pueden ser consideradas como
ancestrales en nuestras sociedades, aunque la justicia restaurativa trae consigo la recuperación de
ideas ancestrales sobre la composición de conflictos, no siendo posible, por tanto, indicar su
autoría y un momento particular de su creación, es relevante destacar el liderazgo de Howard Zehr
en este campo, uno de los autores mas importantes en estos temas.

En la justicia restaurativa encontramos la justicia tradicional y trae los siguientes ítems:

1. Crimen definido como violación a una regla.

2. Crimen visto como categóricamente diferente de otros daños.

3. Necesidades y derechos de las víctimas son ignorados. Necesidades y derechos de las víctimas
son centrales. Dimensiones

4. Crimen definido por la afectación a las personas y a las relaciones.

5. Víctima y ofensor son vistos como partes primarias

En mi opinión en Colombia existe un problema adicional, aun a sabiendas de que siempre hay
golpes antes de las conversaciones que tratan de afectar la negociación, los casos de
negociación exitosa parten de una correlación favorable, en el sentido de que ambas partes ven
con claridad que no les conviene seguir en la lucha.

El acuerdo de paz nos separa y divide. Una de las razones principales es la miopía con
la que nos aproximamos a él. Nos equivocamos al concentrar el debate polarizante
sobre la paz en los aspectos directamente relacionados con el DDR (Desarme,
Desmovilización y Reincorporación) y los “beneficios” otorgados a los excombatientes
de las Farc. En unos años, es probable que nadie se acuerde de sus nombres.

Mientras tanto, pasamos por alto la verdadera oportunidad: Más del 90 por ciento de
los compromisos del acuerdo de paz del Teatro Colón están dedicados a resolver los
problemas de la población en las zonas rurales y las víctimas del conflicto. Lo
verdaderamente transformador está ahí. Nada tienen que ver con el tratamiento a las
Farc. Es hora de pasar la página y construir paz.

El acuerdo de paz nos separa y divide. Una de las razones principales es la miopía con
la que nos aproximamos a él. Nos equivocamos al concentrar el debate polarizante
sobre la paz en los aspectos directamente relacionados con el DDR (Desarme,
Desmovilización y Reincorporación) y los “beneficios” otorgados a los excombatientes
de las Farc. En unos años, es probable que nadie se acuerde de sus nombres.

Mientras tanto, pasamos por alto la verdadera oportunidad: Más del 90 por ciento de
los compromisos del acuerdo de paz del Teatro Colón están dedicados a resolver los
problemas de la población en las zonas rurales y las víctimas del conflicto. Lo
verdaderamente transformador está ahí. Nada tienen que ver con el tratamiento a las
Farc. Es hora de pasar la página y construir paz.(
https://www.semana.com/opinion/articulo/la-paz-en-colombia--columna-de-camilo-
granada/608912)

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