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Dante Tratado de La Lengua Vulgar PDF
Dante Tratado de La Lengua Vulgar PDF
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LIBRO PRIMERO
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que, sin 4hl
que haya otra lengua secundaria para nosotros que los rorná!
nos llamaron gramatical.
Esta lenguaiecundaria la tienen también losgriegos y otítis,
pero no todos. En. verdad que pocos llegan a acostum,brarse a
ella, porque no es, sino por espaci
estudio que la podemos aprender.
que la más noble es la vulgar, ya s
emplearse por el génerohumano,lya sea pbrque todo el mundo
y
se sirve de eila a pesar de estar divi'.,Cida en varias modalidades
vocablos, ya sea porque nos es natural, mientras que la otra
existe más bien artificialmente. De esta lengua nuq"stra más
noble, es nuestra intención tratar.en esta obra.l
I En el primer tratado del Conyivio (capítulos v-xur), Dante hace también la
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las mismas acciones y pasiones y por eso pueden conocer pof
esos actos a los de los.demás animales. En cuanto a los qüé
pertenecen a especies distintas, no sólo no tuvieron necesid'Ad,,i
de lenguaje, sino que para ellos habría sido incluso dañinq¡ii,
porque nunca tüvieron relaciones.amistosas entre sí; Y sll$Hi
objetara con respecto de la serpiente que habló a la pr
mujey' o de la burrá de Balam,s contestaríamos que
primera habló un demonio y'en la segunda un ángel, I 1
(ll
ha
árbol del jardln?"
t En cuanto a la burta de Balaam, éstaempieza di¡iendoa suamo
28): '"¿QUé te he hecho para quc nie pegues por tercGfa vez?" Lo
t'Mas Dios áb¡ió la boca de la bu¡ra. .
sagrado: ." constituye la base
que dá Dante sobre este exttáño fenómeno.
6 Metamorfosis, v,294 y siguientes.
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especulación espiritual, como los ángeles, po.rqul el-espíritp na ala razón que el hombre haya pronunciado cualguier otra
humano está preso. en la materialidad y oscuridad del cuerpo realidad antes que a Dios habiendo sido creado por El y en El.
rnortal. Fue, pues, necesario que e[ género humano tuviese En efecto, como después de la prevaricación del género huma-
algÉn signg a lavez racional y sensible para comunicarse sus no, cualquier inicio de su lenguaje empieza con ay, es razona-
própiosioncoptos, porque como nace en la taz6n, ha de ser ble que antes de esto empezara con el gozo y no habiendo
iacünat y, puésto que n-o se puede comunicar de una razéna alegría alguna fuera de Dios, sino toda en Dios y el mismo
otru siáo pór bs sentidos, debe ser sensible' En conclusign,,¡i Dios todo sea alegría, es lógico que el primer hablante dijera
fuqra sóló se4sible no podría ni nacer ni desarrollarse en la primeramente y ante todo: Dios, De aquí surge esta cuestión:
razón., de si, como dijimos antes, el hombre haya hablado primera-
Esté'signo es, pues, el mismo noble asunto de-quehablamoq; mente por contestación y si tal contestación fue dirigida a
en efecto, es sendible en cuanto es sonido, y racional en cuanto Dios: er-r efecto, si fue a Dios, es claro que Dios habló primero,
a través de él se puede significar algo a voluntad. lo que sería una contradicción con lo que se dijo más arriba.
A lo que podemos argüir que el hombrE bien pudo responder a
IV. De estas premisas aparece manifiesto que solamente al la interrogación de Dios, sin que Dios se sirviera de lo
hombre le fue concedido habl que creo
que llamamos lenguaje. Además, ¿quién duda que'todo loqué
necesario invgstigar gs a quién primerl;
existe se doblega ante la voluntad de Dios? : ,
mentg el lenguaje y bUé se h quién, en
Por El todo se ha hecho, todo se conserva y se gobierna.
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incluso antes de que nosotros mismos los descubratrnos, con que para nuestro placer y descanso no exista un lugar más.
aquella reverencia que es menester tener cuando juzgamos delicioso que Florencia, revolüendo las ob¡as de los poetas y de
algo de la eterna voluntad, respondemos que aun cuando Dios otros escritores, en las cuales se describe el mundo tanto eri
puede saber e incluso prever (lo que es atributo de Dios) sin conjunto como en detalle y raciocinando para con nosotrcis
lenguaje losconceptos del primer hablante, sin embargo quiso mismos, creemos que de las variadas situaciones de los lugares
que hablara para que tan alta atribución glorificara a Aquel del mundo y sus costurnbres en ambos polos y en el Ecuador;
que se la había dado gratuitamente. Entonces, creemos que hay muchas regiones y ciudades que son más nobles y delicio'
haya algo de divino en nosotros porque nos alegramos de la sas que la Toscana y Florencia en donde nací y de la cual Soy
acción ordenada de nuestros afectos y de ahí podemos inferir ciudadano, y que muchas naciones y pueblos se sirven de
casi el lügar en donde se realizó la primera conversación: si el idiomas más útiles y deleitosos que el de los latinos.Ir
hombre recibió el soplo de vida fuera del paraíso, estamos Regresando, pues, al propósito del tratado, decimos que
convencidos de que ésta se dio afuera; si dentro del paraíso, ahí hay cierta fcrrma de lenguaje que fue creada por Dios junto con
es donde se dejó ott., la primer alma y digo forma en cuanto se refiete a los vocablos
,
de las cosas, a la pronunciación de dicha construcción y tal
VI, Puesto que la condición humana se sirve de muchísimos y forma la usarían los que hablan en toda lengua, si no hubiera
diferentes idiomas, así que mucha gente no se entiende entre sí desaparecido a causa de la presunción hu'mana como se explica
ni con palabras ni sin ellaq, nos es conveniente hablar de aquel más abajo. En tal forma de lenguaje habló Adán, en tal forma
idioma el cual se cree ha'ya empleado el hombre que no tuvo hablaron todos sus descendientes hasta la edificao'ión de la
madre, el hombre que no mamó leche, el que no tuvo edad torre de Babel,t2 que se interpreta como torre de la confusión;
infantil ni adulta. En esto, como en muchas otras cosas, Pie- tal forma de lenguaje la heredaron los hijos de Heber, que de él
dramalae es una ciudad conocidísima y patria parala mayor se llamaron hebreos. Sólo a ellos les quedó después de la'
parte de los hijos de Adán. En efecto, cualquiera que tgnga tan confusión, para que nuestro Redentor, el cual habría de nacer
mal entendimiento como para creer que el lugar de su nación es de ellos según la humanidad, no empleara el lengua;je de la
el más delicioso bajo el sol, considerará también su idioma confusión; sino de la gracia. Hubo, pues, un idioma hebreo, el
vulgar (es decir, su idioma materno) anterior a todos y por cual abrió los labios del primer hablante.
consecuencia creetá que fue el de Adán. Pero nosotros que i
consideramos como patria el mundo,to de la misma manera VII. ¡Ay. áhora es la vergüenza de r€novar la ignominia del
que es el mar para los peces, aun cuando bebiéramos las aguas género humano! Pero ya que no podemos continuar sin pasar
del Arno desde la infancia y querarnos tanto a Florencia que por ahí, la hemos de recorrer aunque las caras se cubran der
por su amor padeoemos tan injusto destierro, ponemos a rubor y sintamos repugnancia. ¡Oh naturaleza nuestra siempre
fundamento de nuestro juicio más la razbn que el sentido. Y tendiente a los pecados, oh perversidad que desde el princiPio
nunca ha dejado de actuar! ¿ 'Io debería haber sido suficiente
e Lo dice Dantc irónicamehte. Piedramala, en efecto, era una pequeña áldea de los para tu corrección que, eliminada por tu primera culpa, hubie-
Apeninos cn Ia región llamada Emilia.
ro Declaración de cosmopolitismo hecha por Dante, pÉro con.tristeza y sarcasmó,
puesto qué su sueño fue siempié el'de regresar a Florci¡cia. El poeta abrigaba la rr Dante llama "latino" al idioma de los italianos por ser el quc Se detivó
espcran¿ dc que por st Camedia pudicra ser perdonado y que se le levantara el directamente de aqÉ|.
dcstbrro. EnelPiralso (xxv, I y siguientes)dice "Si alguna vez sucediera que el poema 12 Génesis, xl,'9: "Por tanto se dio el nombre de Babcl, porque ahl confundió
sacro en cl cual han pucsto mano cielo y tiena / que me ha hechoenflaquecerdurgnte Yahvé la lcngua de toda la ticrra, y de ahi los dispersó Yahvé sobre la faz de todo l¡
años / venciéra la crueldad quc me tiene desterrado / del bello redil cn donde dormí tierr¿." El nómbrc de Babel (contraoción de Balbcl, cn hebreo Bálál) significadgoarl
/
cordcro enemigo de los lobos que lé mueven gucrra..." como confusión. Es una etimología popularen que scexpresa cl dcsprccio a BabilOni¡.
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ras sido expulsada de la patria de las delicias?¿No era suficien- terior comunicación.15 En efecto, cada lengua quedó para los
te que por la lujuria y atrocidad de toda tu familia, con la que se dedicaban a una ntisma tarea: por ejemplo, una para
excepción de una sola casa, todo lo que te pertenecía de los arquitectos, una para los que transportaban piedras, una
derecho hubiera perecido por un cataclismo? ¿No era suficien- para todos los que se dedicaban a tallarlas y así pasó con cada
grupo de trabajadores. Y asl el género humano se dividió en
tantos idiomas cuantas variedades había de trabajo, y cuanto
más era eicelente el trabajo que realizaban, más rudo y bárba-
ro fue su lenguaje. Pero los que se quedaron con el lenguaje
sagrado, ni estaban presdntes, ni fomentaban tal trabajo, sino
que, despreciándolo con energía,r6 se mofaban de la necesidad
de los trabajadores. Pero fue ésta una parte mínima y, segtin
mis informes, de la descendencia de Sem,r? tercer hüo de Noe;
naurraleza, sino el mismo creador que es Dios, y empezó a de la cual se originó el pueblo de Israel, que usó esté antiquísi+
edificar una torre en Sennaar que posteriormente iue [ámada mo lenguaje hasta su dispetsión. '
Babel, que significa confusión, poi la cual esperaba ascender al
cielo, teniendo la necia intención no sólo de igualar, sino de VIII. A causa de la confusión de las lenguas que reseñamos
superar a su Hacedor. ¡Oh inconmensurable clemencia del más arriba, opinamos, no sin razón,que los hombres se disper-
saron por todas las paites del mundo. Y como la raiz de Ia
estirpe humana se asentó en las regiones orientales y de ahí se
extendió a todos lados como si fueran sarmientos, establecién-
dose luego en los confines occidentales, es probable entonces
que, por vez primera, las gargantas racionales bebieran de los
ríos de toda Europa o al menos en algunos de ellos. , ¡,*
Pero ya sea que hubieran llegado a Europa como extranjfiI
ros, ya sea que hubieran regresado como aptiguos indígengq,
transportarla por mar y por tierra; se dedicaban cada uno a
estos hombres trajeron consigo un idioma de tres ramas y de
ellos unos ocuparon la región meridional de Europa, otros la
El Rey de Navarra:re j
y la bondad).
te Es Thibaut IV, a quien Dante cita repetidamente en esta obra. Fue conde de
Cháinpáña, nació en l2Ol y murló en 12J3. ES considerado uno de los más ilustres
poetai de la'liricaÍrancesa durante la Edad Media. , i ,'
11230-1276) constituye en. Ita
It"Intcresante_aplicación que 20 Guido Guinizelli
I una
hace Dante dcl método genealógico iara establecer
parcntesco entre los idiomas. poesía nacional, en sentido.de representar.el pensa e, no
habiendo todavfa alcanzádo su unidad polltica, está de enos,
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Investiguemos por qué ha adquirido principalmente tres de tiempo y que la vida de los hombres es por su propla
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rnodalidades y por qué cada una ha ido adquiriendo en sí naturaleza muy breve. Entonces si el lenguaje cambia en un
misma nuevos aspectos; por ejemplo, la distinta forma de mismo pueblo (como se dijo) sucesivamente en el tiempo, y no'
hablar de la parte derectia e izquierda de ltalia, en ef,ecto, los puede detenerse de ninguna manera, es forzoso que la lengua
aduanos y los pisanos hablan de forma diferente; y por qué aun de los que viven mutuamente separados y alejados varíe mü*
los que viven cercanos entre sí difieren en el lenguaje corno los cho más, así como varían las costumbres y los hábitos, que no
milaneses y los veroneses, como los romanos y los florentinos, pueden quedar inalteradc¡s ni por natvraleza ni por conviven-
y los que tienen el mismo gentilicio como los napolitanos y los cia sino por la voluntad humana y'el acuerdo local. De aquÍ se
gaetanos, los raveneses y los faentinos, y lo que es todavía más motivaron los'inventores de la gramática: puesto que la gtami-
sorprendentg, los'que 'moran en la misma ciudad bomo los tica no es otra cosa sino cierta identidad inalterable del lengua-'
boloñeses del burgo de S. Félix y,los de la Calle Mayor. Todas je en tiempos y lugares diferentes. Ésta, como fue regulada por'
estas diferencias y variedades de lenguaje que se puedan dar, se el consentirniento común de muchos pueblos, no está sujeta al
explicarán por una misma razón. Decimos, pues, que ningún arbitrio particular de fladie Y, Por consecuencia, no puede ser
efecto supera su causa en cuanto es efecto; porque nada puede variable. La inventarón, pues para que, evitando las variacio'
hacer lo que no es. Y como todas nuestras lenguas (excepto la nes del lenguaje en rnano del capricho particular, no se nos
que Dios creó en el primer hombre) han sido renovadas des- cerrase del todo o en parte al menos la posibilidad de aprove-'
pués de aquella confusión por nuestra propia voluntad, que no char la autoridad y los hechos de los antiguos o de aquellos qtle'
fue otra cosa más que el olvftlo'del habla original y, además, como viven muy alejados de nosotros
el hombre es un animal inestable y sujeto a variaciones y
como todas las demás cosas que nos atañen (por ejemplo las X. Existiendo, pues (como se dijo más arriba), nuestro triple
costumbres y los hábitos) varían a 'través del tiempo y del idioma, dividido en tres direcciones segúrt su fonética, lo apre-
espacio, así también las lenguas no pueden ser duraderirs y ciamos con tan grande timidez que no nos atrevemos a tomar
eternas. No estimo ahora qüe se deba dudar de lo que como base ninguna de sus partes en un análisis'comparativo a
dijimos del tiempo, sino por el contrario, opino ^cercaque Se debe no ser la que forman los descubridores de la gramática con-
sostener; puesto que si indagamos nuestras otras acciones, respecto de sic, como adverbio de afirmación, lo que da a lbs
parece qúe nos diferenciamos mucho más de nuestros conciu- italianos una cierta prioridad2r puesto que ellos afirman con el
dadanos más contiguos que de nuestros coetáneos más distan- sí. En efecto, cada una de ellas se defiende con amplio testimo-
tes. Por lo tanto afirmamos sin temor que si los habitantes nio.
antiguos de Pavía resucitasen ahora, hablarían un idioma La lengua de oil alega a su favor22 que, a causa de su
distinto de los modemos y que no aparezca sorprendente lo que vulgarización más fácil y más deleitable, le pertenece todo lo
decimos más de lo que sería percibir a qn joven crecido, al que se ha redactado o descubierto en prosa vulgar; es decir, la
que no vimos crecer. Puesto que las cosas que se mueven poco Biblia junto con las gestas de los troyanos y de los romanos, las
no las podemos apreciar debidamente, y cuanto más largo es el
tiempo requerido para examinar el cambio de una cosa tanto una unidad cultural en el terrenó artístico y filosófico. Para é1, Dante no es avato €n
epítetos laudatorios y lo considera fundador del clolce slil nuovo (escuela del dulce
más estable pensamos que es, no nos sorprendemos, pues, si las
estilo nuevo).
apreciaciones de los hombres poco diferentes de los irraciona- 2rDante,aunreconociendoelvalorpropiodelastreslenguasromances(fiancés,
les creen que una misma ciudad ha tratado siempre sus asuntos lengua de oil; provenzal, lengua de oc; italiano lengua de sí), se inclina a dar cierta
preferencia al idioma italiano.
civiles con la misma lengua; puesto que el cambio de lenguaje 22 Según el análisis dan_lesco, el francés sobresale en la prosa, el provenzal en la
de una misma'ciudad no sucede sino por larguísima sucesión poesía lírica y el italiano eñ ambos géneros.
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hl.
bellísimas aventuras del rey Arruro y muchísimas otras histo-
de los sardos; lo mismo que la de los calabreses con la de
rias y doctrinas. Por otra parte, la lengua de ac exhibe a su
los anconitanos y la de éstos con la de los romañples; la de los
favor otros argumgntos; de que entrp los que se expresan en romañoles con la de los lombardos; la de los lombardos con la
lengua vulgar, han sido los primeros en escribir poesia, puesto de los trevisanos y venecianos; la de éstos con la de los dO
que su habla es más dulce y perfecta, como por ejemplopedro
Apuleya y la de éstos con la de los istrianos; sobre lo cual
de Alvernia23 y otros doctos m s antiguos. i también l" t....- pensamos que nadie de los italianos disienta. Por lo cual parece
ra, que es la de los italianos, atestigua su prioridad con dos haber por lo menos catorce lenguas vulgares en Italia, las que
privilegios: primero,,porque los que se eipresan en poesía varían además en sí mismas, como por ejemplo las de Siena y
dulce y sutil le pertenecen, por Arezzo en Toscana, la de Ferrara y Piacenza en I-ombardíar
su amigo;2a segundo, porque pare- Incluso en una misma ciudad percibimos una cierta variante;
la gramática común,lo que es,un como lo afirmamos en el capítulo anterior. Por lo tanto; si
argumento decisivo para los investigadores. Dejando, pues, querernos calcular las variantes primarias, secundarias y sub-
nuestro juicio sobre el particular y restringiéndonós en nuestro siguientes del vulgar en Italia, es decir, en este pequeñísirno
tratado al italiano vulgal, intentaremos eitudiar sus variantes. rincón del mundo, llegaríamos no sólo a mil diferentes varian-
Ilecimos, pues, que ltalia se dividió en principio en dos partes:
tes, sino a muchas más.
derecha e i¿q,uierda. Y si alguien preguntar¿ ácerca de la línea
divisoria, contestaríamos breveminté que se trata de la cordi-
llera de los Apeninos, la cual, a manerá de tejado, mira hacia
XI. Habiendo, pues, en ltalia muchas formas de vulgar, trata-
remos de encontrar la más digna e ilustre y,para que podamos
dos vertientes y arroja sus aguas por una y otra parte, como lo
tener el camino expedito hay que desalojar en nuestra brlsque,i
describe Lucano en el übro segundo.25 El ladoderecho tiene
da ctralquier obstáculo, cualquier zarza y complicado.espino.
tlryPie.n qoTo desagüe al mar Tirreno y el izquierdo cae en el
Adriático. Las regiones de la parte dérecha son la Apulia, Como los romanos piensan que se les debe preferir a todos en
qsta labof de desarraigo y limpieza, no sin razínlos rnenciona.
aunque no toda, el Ducado, Roma, la Toscana y la comarca
genovesa. Del lado izquierdo está la otra parte de la Apulia,la mos antes que a los demás, puesto que no podemos mencionar-
los de ninguna manera en materia de lengua vulgar. Decimos,
legión de Ancona, la Romaña, la Lombárdía y la comarca'dé pues, que el habla de los romanos no se puede llamar vulgar,
Treviso con venecia. La venecia Julia y la iegión de Istria
sino más bien la expresión más indecente de todos los lenguajes
pertenecen a la parte izquierda de ltalia, lo mismo que las islas
vulgares italianos y no es motivo de asombro, puesto que
del mar Tirreno; es decir, Sicilia y Cerdeña pertenecen a la
derecha de ltalia y hay que adscribirlas a esta región. En ambos
también son los más depravados en costumbres y hábitos y
lados y en los que les siguen, las lenguas varían bastante destacan entre los pueblos de Italia como los más hediondos.
come la de los sicilianos en comparación ón h de los apulenses; Dicen, en efecto: Mezzure, quinto decfl (Señor, ¿qué decís?).
la de éstos con la de los romano$; la de los tromanos óon la de Después de éstos eliminemos a los habitantes de la comarca
los. espoletanos y la de éstos con aquélla de los toscanos; la anconitana que así :se expresan: Chignamente, frate, sctole?)
(¿Estás bien, hermano?), y con éstos, rechazamos también a los
de los toscanos con la de los genoyeses;la de los genoveses con la
de Espoleto. No es de olvidar que para injuriar a estos tres
23 La extraordinaria
dulzura de la llrica provenzal será analizada más ampliamen- pueblos se han hecho muchísimas canciones; entre las que
te en el segundo libro de este tratado.
2a
conocimos una compuesta y adornada con perfección por
_ . cino de Pistoya ( 1270- I 33ó), refinado poeta de la escuela del dulce estilo nuevo, cierto florentino de nombre Castra, la que empezaba así: ¡Una
sintetiza en su lírica los conceptos fundamentales del movimiento. .:su arigo"lr.i
mismq Dante.
25 Farsalia,
fermana scopai da Cascioli cita, cita sen gia 'n grande'aina!
n,196 y siguientes. (¡Una hermana descubría de Cascioli,'hija, hija, se marchaba
90
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l,r
1t:
haces?).Y con ello rechazamos también a todos los dialectos
iir rústicos y montañeses, cuyo acento es tan distinto del de
ii'l. los ciudadanbs medianos, por ejemplo de los casentinenses y los
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pratenses. Se debe también desechar a los sardos, que no son
l
latinos, pero que se suelen relacionar con ellos, pues son los
rlnicos que no tienen lengua vulgar propia e imitan la gramáti-
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t, Domus nova (casa nueva) y Dominus meus (sefi.or mío).2ó
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I
|,. XIL AI seleccionar de cierta manera las lenguas vulgares italia-
I
I nas, elijamos, de las que quedaron en el cedazo al cornpararlas
Í entre sí, la que resulte más excelente y más digna de honor.
li
Examinemos ante todo la lengua siciliana, porque parece que
ri
el siciliano se ha ganado más fama que los demás; en efecto, se
llamó siciliana toda la producción poética de los italianos. Ade-
más, muchos eruditos de la región escribieron poesías de mucha
calidad, entre las cuales podemos citar las que empiezan:
Y:
2ó Los primeros documentos del sa rdo (isla de Cerdeña son la Carta Lugodoresa y
)
la Carta Cagliaritana, ambas del siglo ¡r. [¿ afirmación de Dante es en el sentido de
que este idioma se consideraba románico, pero siempre tomado como lengua subor-
dinada al italiano.
92 93
Apilia, sea por su aspereza, sea por su quedarse
cinos, que son los romanos y loJde las La letrá,á
una manera horrible. Dicen en efecto: esta létr¿i
Vo[z9ra que chiangesse lo quatato (euisieran que cambiara el
cuadrado).
Pero si bien los campesinos de Apulia hablan cbmúnmente
tah mal, hay aliunos de entre'ellos que han hablado muy bien,
insertando en sus canciones términos más elevados, coÍlo
parece a tod sus escri-
o: Madonna, os quiero
amore yo sí no amor,
ando tan contento).
esta lengua todos los que dicen magara,ts es decir, los de,
Gallo de Pisá; Minó Moiáto de Siena; Brunetto florentino,' Brescia, Verona, Vicenza, así como los de Padua, que abreviaq
cuyos versos, si los analizamos, no tienen el estilo c'ürial, sino
tañ sólo el de las ciudades. ajan a los
demás en esta lcica pretens ló. geno-
veses lo que dijimos de los que si los
94 9s
\
I
96
un& que en otra,, así como la sustancia más simple; quÉ es Dios,,
se rnanifiesta rnás en el hor,Rbre que en el;pnim4l; mds en,el
animal, que en el vegetal; más en éste que en.los mine[.qles;,en
éstos, más que en:los elementos; en el fuego, nlás q$g,en la
tierra.ar Y la cantidad más siniple, eü€,€S €lruno, apar"eo,gimás
ningún lado. Al retomar, pues, los instrumentos',de nuestra en el número impar que:en el par; y el color prás sirnplo, eü9Ésr
e
cacería, decimos que que el blanco, se aprecia rnás en el amarillo euG, €n e[ verde¡For
haya una por mediode slas tant o,. habiend,o alcanzado lo que buscábamos,rdecimos qUF el
otras y recibamos de los vulgar ilustfe; cardinal, áulico ,!:curial es el de ltalia, porgüte
demás. Como en la aritmética todo se mide por la unidad y se pertenece a todas las'ciudadesrde ltalia,y no es e¡rclusiyq.det
habla de lo más o de lo menos según la distancia o la cercanía rringuna y cort él se,miden, se Fstiman )y se cor.nparan todos lp$,
que se tiene con la unidad, también en los color'es todos se vulgares de las,diversas cit¡dades italianas. 1 :^i¡ :,.'
miden por lo blanco y se dicen más o menos visibtes según se : j, , . Ii¡lli'l
acercan o se alejan más o menos de lo blanco. Y cualquier€osa XVII. Vamos ahora a decir la raz6n por la cual llamamos a este
que digamos de lo que tiene cantidad y cualidad, penéamos que vulgar que'hernos ansqnttado con lo's cElifrtcativos de ilu
se puede aplicar a cualquier predicarnento, incluso a la sustan- áulico y curial, y por este medio esclareceremos
cia, es decir, que cada cosa se puede:medir en su género con "uráinui
su definición. Antes eag:.nada'expliquérnos po¡ quó califiqp*'
aquello que es más simple.a0 Por eso, en nuestras acciones, mos de ilusre al,vr¡lgar",y qué queiemos decir cuand.o ft$ff
aunque se dividan en especies, es necesario encontrar este expresamos así. Conr la denominación ilustre afirmarnqs,qllet
mi
s se actuamos algo, br es" iluminado, Pe eqq4,
mbrgs, o la enten- rnanera o,,fips o perque,,ilurniiiag
según n hombre por
dos con justicia y caridad, b
bueno o"fnala. En cuanto actuamos como ciudadanos, t€ne- pprque habiendo sido adoctrinados sxcelentemente, son, a su
mos la ley porla cual se dice si,un ciudadano es bueno o malo. vez, excelentes maestro$, conlo Sóneca12 y Nnrma Pompilioll
En cuanto actuamos cErno italianos, disponernos de algunas Y el vu'lgar del que estamos hablando seeleva por el.podor y
seflales mny sencillas en relación con,las costumbres, los hábi- el ygloriaalos
tes y'el idioma; con.las cuales,se estiman y se miden las 4cciones é1. s ilustre por'
relativas a.la nacionalidad. Y,las acciones más nobles de los cr¡ o, claro y pe
italianoe ,no perteneceh propiarnente' a, ninguna óiudad de entre un tosco
trtalia en particular,,sino que son comunes a todas: entre ellas,se da, de una fon
puede ahora discernir aquel vulgar que veníarnos buscando cofno lo demu
desde el principio,rel,que,se oye en todas las ciudades y no sé
'r{2 Rerninisc€ncia pitagórica en cuartto al fuogo delemplreo o ciudadela de.Zeüqr,
lirnita a nirrgunarde ellas. Sin embargo,, puede destacar rnás en Numa Pornpilio es el segundo de los rbyei etruscoo- que gobernaron a Rotne,
selrln la trádíción. Se supone qúé fue un rey,celoso de las leyes y profundamenE-
religioso,' por tanto, Dafité lo tonlá como ¡inbolode soborano ideál,que ilu¡hinaa'$ul
sribdilos cón los principiios de justicia y eQuiddd: | | ''
13 Luc e acertado
equillbrio y las ideas
cristiart¿s i, $qPuesto
epistola rio con el apóstol Pablo, Los primeros iñtelectuales del.bristianismo decían de
él: Sene<'o soepc noslar, es decir: Séneca, que a menudo comparte nüestras ideop.
98 c99
\
amigo.4l'Es también manifiesto que la lengua vulgar se ensalza de familia de todas ellas"al ¿No desarraiga cada diae,spinosas
por,su poder: en efecto, ¿qué poder más grande puede haber zarzas de la selva itálica? ¿No planta cada día nuevac plantas e
qtre aquel que cambia los corazones humanós de tal manera injerta otras? ¿Qué están haciendo sus agricultores sino,quitar
que loS convierte de obedientes en contrarios yde contrarios en o poner, según se ha dicho? Por eso merece epe se le eonceda el
obedientes corro el vulgar lo.hlzo y lo viene haciendo? Tam- calificativo tan grande que se ha mencionado. Que le llarnomos
o-ién está claro,,que el vulgar se sublima por el honor. Sus tarnbién áulico resulta claro, porque si noso[ros los italiafros
secuaces, ¿no v€ncen acaso en fama a los reyes y a los fnarque-
ses, a los cond€s y a cualquier otro tipo de poderoso?'Esto no
necesita de comprobación alguna. Nosotros sabemos muy
bien ctránta gloria csta lengua conceda a sus secuaces: nos-
otros, qi¡e itara probar la dulzura de su gloria menospreciamos
a nuestro propio destierro.a5 Por esto, con razón, debemos parece ser el vulgar del cual hemos astado hablando; y 4e aqpl
llamar ilustre a este vulgar. procede que todoelos qué hablan eri lacgrte empleqn sipmpng
100 l0l
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XIX. Y este vulgar al quo llanr4riros ilustre, cardinal,y áulico,
afirmamos.que es el que,se,denornina vulgar italiano. Porque .:
así corno podernos encontrar un vulgar propio de.Cremona,
.": ,,
asl podernos hall,ar otro que es propÍo de Lornbardía. así
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y ciencia, y desprecia a los que no lo son. En efecto, todo lo que inféiicires favorecen a éstas, es verdadera si los elementos
nos conviene, nos conviene o por razón del género, o por razón mezclados no quedan separados unos de otros cor,no, potr
de la especie, o por razón del individuo, como sentir, reír o ejemplo, cuando funditnos el oro con la plata; pefo;, si sb
ejercer el arte militar. Pero esta lengua no nos conviene en m-antiene la separación, las cosas inférlores se retlájang,corrto
razón del género, porque podría convenir también a los anima- cüando se mezclan mujeres hermosas con las fdas. Por eonsi-
les; no por razén de la especie, porque sería conveniente a guiente, iorno el significado de los poctas siempre queda's€pa-
todos los hombrgs, sobre lo cual no hay ni siquiera que discu- rado de las palabras; si no es excelente, al ufiirse'ál vulgar
tir. De hecho,,nadie puede decir que dicho vulgar convenga a iluStre no mejoraría sino que empeofaría, como una mujér fea
los campesinos que tratan cosas:rústicas (puesto que los con- qúe se cubrá de oro y se vista de seda:
gcpto: mejores no se pueden hallar, sino en donde hay ciEnpia e
ingenio, por eso no'les conviene {a lengga más ilustre); se II. Después de haber demostrado que no todcis los poetás, s'i'Ío
predica por tanto por:razón puramente individual. Pero nada tan sólo los mejores, deben emplear el vulgar ilustre; ahdra
convienc al individuo sino por su propia dignidad; por eiemplo debemos démostrar en consecuencia si todos los asuntos deben
el corne¡cio, la guerra y:el gobierno. Por la cual si una convq- o no tiatarse en lengua vulgai; y, si no pueden sef tratbdds
niencia exige una dign[dad correspondiente, eS decir, personas todos, convendrá señalar uno poruno los temas que debett's€r
dignas (y algunos pueden ser dignos, otros más dignos y otros ekpueétos en el vulgar referido. Ló que hay que dreterrninar.'en
más, dignísimos), es claro que lo bueno corresponde a los piimer
dignos, lo mejor a los máE dignos y lo óptimo a los dignísimos. digno.
Y cqmo el lenguaje no es otra,cosa sine, el instrurnentp de noble I
nuostra propia concep-ción, asi como lo eS el caball'o para el uná co
soldado, á los soldados mejores corresponderán los mejores a{uél: la posee, condcida la dignidad,"conocemos también
caballos y a las concepciones mejores el lenguaje más adecua- qüién es digno: ' 'i
do, Fero ,las concepciones mejores no pueden darse sino en De hecho ta dignidad es efecto o térmiño de los méritos;:de
donde hay cieneia e ingenio; por lo tanto, la lengua ilustre no manera que si alguien ha bien merecido, decirnos que;lia
puede ser empleada más gue por aquellos en los cuales hay logrado la dignidad de bueno; pero si ha mal merecido, deci-
oiencia e ingenio,.2 Así que dicho lenguaje no conviene a todos m lo;como,porejemplo,
los poetas, puesto que muchos versifican sin ciencia ni ingenio el ctoria; el que gobierna
j; por consiguiente, tanpoco les conviene el vulgar: más ilustre. bi el mentiroso cargdeóh
Por lo tanto, si no conviene a todos, no todos deben emple4rlo, su Vergüenza y el ladrón con la müerte. Pero; siendo posiblet
ya que nadie debe aqtuar de manera inconveniente. Y, cuando hacercorhparaciones al mérito y en cualquier otró campo;'dó'
afirmamos que,cada, uno debe adornar lo mejor posible sus tal modó'que algunos'merécen bien, btros mejor y otros ópti-
versos, €st4mos en lo cierto; pero no por eso diremos que el mamente; algunós mal, otros pebr y otros'pésirhamentei' y
buey enjaezado está adornado, ni que el,puerco limpio estrá tomando en cuenta que dichas
ataviado, antes bisn ,,roirernos al verlos afeadgs, ya,que el con respecto al criterio meritorio
adoqno consiste en añadir algo convenient€ al sujeto. En cuan= lo hemos dicho, resulta manifie
to a la afirmación de que las cosas superiores mezcladas a las paren entre sí según lo más y lo menos por lo cual algüñá$
cosas son grandes, otras mayores y otras rháximas, consta por
2 Intcrpolación cr¡ el teito original de "...Sed optimae conceptiones non possunt consiguiente que hay algo digno, algo más digno y algo dignísi-
cssc, nisi ubi scicntia et ingcnium est; ergo optima loquela non convenit..," mo. Y como la comparación entre dignidades no se hace en
104 t05
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Gerar{o:
Per solctz reveillar
c:he s'es trop endormilz.
(Para despertar el, polaz
. que se ha largo tiempo adorm-ecid.o.)
Cino:
Digno sono co cle morte.
(Digno soy de rnuerte,)
Su amigo:
Doglia mi rec'a nello c'ore qrclire,
(Dolor me causa en el qorazón
, ardor,) , ,
Pero no encuentro a
I
servido dél
genero épico. Con uedan bien
claros los temas que más ilustrP-
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vates o la épi . Ql
! Se ve con lrecuencia en las citas poéticas de,Dante una estrecha rglación e¡t¡g,la
l; la rect
poesla italiáña y la poesfa provenzal. Dgntro de la ejemplificación de lhs dos escuelas,
?nol lq;
enila cual nuestro poeta se incfuye a sl inismó. el florentino muesua una pafticular
elram toyayl él' predilección pata la canción, genero en el cual sobresaliójunto con Francescq Pe¡rar-
Dicq, en efecto, Bertrán: ca. Dante y Pet¡arca son,en efecto, los máximos representantes ¡ta¡i¡nosde la cención,
del siglo Íli.En cuarito a Arnaldo Daniel, bs Daniel Arnaut, poeta frovenzal de ta
stgunrla mitad dcl siglo xr. Eñ la C'omullu lFurgatorio.'xxvr) salü<.la a Dantc cn llu
Non posc' mudar dun canlar non expariq, prop.ió idioma:, Ie u suiArnqut,,que plor e vau ¿'anton: / t'onilror vei Iq papsatlqtlor, /'g vei
jusen lo jorn qu'ciper, clenan (Yo soy Arnaldo, que lloro y voy cantando, / pe-nsativo
(No puedo dejar de componer un canto.) /
vcó la pasada locu¡a, y veo con alegrla aquel día que espero, cercano).
r06 t07
las canciones es la más excelente de todas estas formas; nes. Por lo tanto, queda demostrado que los temas que'convie-
por lo tanto, si la más grande excelencia corresponde a nen al más alto vulgar deben expresarse a través de las
la más alta dignidad, como lo probamos anteriormente, lo canciones.
más digno del vulgar excelente requiere también la forma más ,:,
digna y, por consiguiente, se debe tratar en forma de can- IV. Después de haber contestado a la ,cuestión propuesta
ción. Y se puede demostrar con varias razones que la forma haciendo resaltar quiénes son dignos de emplear el vulgar áuli-
de la canción tiene la dignidad requerida. co, los temas y las formas que consideramos dignas del blto
Primeramente porque siendo cánción todo lo que se pro- honor de la lengua vulgar, nos parece oportuno, antes de pásar
duce en verso, solamente las canciones" merecen este nom- a otro asunto, poner bien en claro la forrna de las cancioñes,
bré, lo que nunca se consigue sih uña larga experiencia. que algunos emplean más bien al azat que de acuerdo con las
Además, todo lo que consigue por sí mismo, el fin por el cual reglas del arte, y reseñar el magisterio de aquel arte que se hla
ha sido hecho es más noble que el que necesita ayuda venido ejerciendo por pura casualidad, omitiendo de momen-
exterior; y como las canciones realizan por sí solas lo que to,la forma de las baladas y de los sonetos, pues nos propor,re"
deben, lo cual no consiguen las baladas (pues necesitan de mos explicarlas'en el cuarto libro de esta obra,a al hablar dt¿le
la música para la oual han sido compuestas), entonces lengua vulgar media. Al rovisar lo que ya dijimos, recordamóg
resulta que las canciones son mejores que laq baladas Y, Por que; g€neralrnente, llamarnos poetas a los que cornpusieron
consiguiente, su forrna poética es fnás noble que todas las versos'en vulgar, lo qué presumimos setr razonable sin duda
demái, pero nadie debe dudar de que las baladas superán alguna, porque de veras son poetas, si consideramos rectameR-
pn la foima a los sonetos. Por otra parte, son más nobles las
te lo que es poesla, es decir, una ficción retórica adornada con'
cdsaS que proporciorlán más honor'a su autór, y las cártcio- música, Difieren sin embargo de los grandes poetas, es decir;
nes lo-hacen con sus'autores más que las baladas, por lo los que'se someten a reglas; en'cuanto éstos versifican coti.
tártto sorr más nobles y; en consebuencia, su forma es Ia estilo elegante y arte,.refinado; en cambio aquéllos lo haceñ,
mejor de todas. como ya lo dijimos, de una'manera casual. ::
Además, lo que es más noble se conserva con mayor Poi lo tanto, cuanto más de cerca imitemos a los grandes
cuidado y, entre las bontilosiciones cantadas, las cánciories poetas, tanto mejores versos haremos. Por estó, es necesa,Fio
sofl las qúe se conservan con mayor esmero, lo que pueden (üe nosotros, que buscamos el contenido doctrlna, sigamos las
comprobar los que tienen familiaridad con los libros; enton- doctrinas poéticas de los grandes autores; Decimos entonCés,
ces, las canciones son más nobles y por consiguiente su for- ante todo, que es necesario que cada uno adapte el peso d€ la
ma es la mejor. Finalmente, decimos que en lá pioducción labor a sus propios hombros, ho sea que al cargarlos denrasih-.
ártistica lormás noble és lo que puede abarcar én sí todo do, se vea arrastrado en el lado. Esto es lo que enseña nuestro
ei arte; y coino los versos cantados son óbra artística y todo el maestro Horacio, cuando al principio su Poética dice: "Elegid
arte queda comprendido en las canciones, éstas son las más un argumento."5 Además debemos emplear la discreción en lo
nobles y su forma es la más elegante. Ya que todo el arte de que queremos'decir: si hay que ernplea'r el género trágico;-
las, composiciones poéticas qt eda co,mprendído en las can- cómico o elegiaco.6 Usamos en la tragedia el estilo superior,el
ciones, resulta evidente que todo el arte que se halla en las inferior en la comedia y en la elegía el que corresponde a los
demás formas poética se encuentra también en las cancio- que están sumidos en la desdicha. Por tanto, si hemos de
nes, pero no viceversa, Una señal clara de lo didho la tene-
a Dafite indica el plan general de la obra que no pudo realizar.
mos a la vista, pues todo lo que bajó de las ilustres cabezas a 5 38 y siguientes.
los labios de los poetas, se encqentra tan sólo en las cancio- 6 Horacio, Poético,86 y sigu¡entes.
108 109
poetizaf en el géncro trágico, tendremos que emplear el vulgar V. Creemos haber dicho lo suficiente sobre la importancia de
il¡rstre y, por cónsigtriente,rservirnos de la forma de la canción' lgs temas, o por lo menos todo lo que exige nuestra obra. Por lo
Si tenemós que emplear el cómico, entonces habrá que servirse tanto, apresurémonos a hablar de la excelencia de los versos.
Acerca de ello hay que saber que nuestros predecesores usaron
métricas distintas en sus poesías, lo que hacen también los
modernos. Pero todavía no encontramos a nadie que haya
empleado en sus canciones versos de más de once sílabasg de
menos de tres. Y, aunque los poetas de Italia han empleado el
verso trisílabo, el endecasílabo y todosl los iritermedios,'sin
embargo se han servido más del pentasílaÜo, del heptasllaboy
excelencia.de los vocablos' Si bien recordamos, ya se probó del endecasílabo, siguiéndoles a ellos el trisílabo. De todos
que las cosas sumas han de tratarse con estilo sumo' y ésteque ellos el endecasílabo parece ser el más excelente, tanto polfa
notottot llamamos estilo trágico, es el más alto de todos los medida del tiempo, como por su capacidad témática, consfft¡c-
tiva y lexico gráfica. Én este verso pareie multiplicarse el mode.
lo de todas estas ventajas, pues en donde se multiplican las
cosas pesadas, ahí también aumenta el peso. Y,parece q.ue
todos los grandes poetas han estado de acuerdo en esto, puesto
que empiezan sus canciones con el endecasllabo, como lo hace
Gerardó de Bornello: Ara ausirez enl.cábalitz contars (Ahona
oiréis cantos perfectos). , :-
Este verso, a pesar de parecer decasílabo, de hecho es,ün
endecasílabo; en efecto, las dos últimas consonantes no pe&ttÍr
necen a la sílaba anterior y, aunque no tienen vocal pro.pia¡rdim
embargo no pierden el valor de sílaba, lo cual es señal de qudoü
ritmo ahí se completa con una vocal,lo cual,no podrla ser si,,tub
se aceptara ls realidad de otra sobreentendida. ' .i'¡'ll¡r'r't?
El rey de Navarra:
De.fin Amor si vie¡tt ie:n et bonté.
(Del amor refinado proceden la"
gracia y la bondad.)
7 [ametriforaqueemple,aaquí Dantequiereindicarlonesarioyloimpnscindibleque
Al cor gentil repora sempre Amore.
(El amor defiende siempre el
es la inqpiración Para la Poesía'
* l2ó y sigtricntcs. I corazón gentil.) ,,üjr
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mente, después de haber preparado la leña y .las cuerdas,
' El juez de Colonna de Messana: mostraremos cómo deba hacerse elhazprometido, es decir, la
: ' '
Amo,r, che lungiamente m'di menqto. canción.
(Amor que largamente me has llevado.)
VI. Y como nuestra intención se concentra en el vulgarilustre,
Rinaldo d.e Aquino:e
Per Jino Amore vo sí leraménie.
' ,(Por un puro amor ando tan alegre.)
.
' Cino de Pistoya: I la construcción. Debe saberse que lo que llamamos construc-
Non spero che giammai per mia salute. ción es un conjunto ordenado de pálabras, como, por ejemplo:
(Ya no espero que por mi salvaci6n.) Aristoteles philosophatus est tentpore Alexandri (Aristóteles
filosofó en tiempo de Alejandro). Aquí hay cineo.palabras orde-
nadas en un conjunto, que forman una proposición. Hablando
Sü amigo: :
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5
El rey de Navarra:
Ire d'Amor qui en mon cor repaire.
(El desprecio amoroso quc mi
corazón padece.)
Guido Guinizelli:
Tegno de folle 'mpreso a lo ver dlre.
(Tengo una loc¿ empresa a decir
verdad.)
ejemplo: r-
Folchetto de Marsella:
El juez de Messana:
Ton m'abellis I'amoros PPnsamen.
Anchor che I'oiguo per lo locho lassi.
(Tanto me agradó el pensamiento amoroso')
(Aunque el agua pase por el fuego.)
Su amigo:
Américo de Belnui: Amor, che nella mente mi ragiona.
Nuls hom non pot compllr adrechamen. (El amor que razona en mi mente:)
(Nadie puede dar justo cumplimiento.)
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ron prosa muy alta, es decir, Tito Livio, Plinio, Frontino, virtute (virtud), donare
Paulo Orosio y muchos otros que nuestra amiga soledad nos securitate (seguridad),
invita a visitar. Dejen, pues, los ignorantes de ensalzar a Gui- hirsutos todos aquellos
tón de Arezzog a otros que no han sabido desprenderse de que son necesarios o sirven de adorno al vulgar ilustre.
vocablos y construcciones plebeyos. Designamos como necesarios aquellos que no podemos
evitar, como ciertos monosílabos, tales como sÍ, ,to, me, te, se, a,
VII. La realiztción de nuestro propósito exige ahora que e, i, o, z, las interjecciones y otros muchos. Las que sirven de
adorno son todas las palabras polisilábicas que,'mezcladas cort,
los vocablos refinados, producen una bella armonía de conjun.
to, a pesar de la aspere za de la aspiración, del acento y de las
duplicaciones, de las líquidas y de cierta prolijidad, como:
terra (tierra), honore (honor), speranza (esperanza), gravitate
otras varoniles; y de éstas algunas son rústicas y otras urbanas; (gravedad), al levia to (ligereza), impossibilitrí (imposibilidad),
y de las que llamamos urbanas, algunas son refinadas y suaves' benoven tur a I i s si mo (bienaventuradísimo), inani ma tissimame n.
otras duras e hirsutas; entre las refinadas e hirsutas encontra- te (inanimadlsimamsnte), disaventuratissimamenta (desdicha:
mos a las que llamamos altisonantes; y entre las suaves y duras dísimament e), s ourama gnicent is simomezle (sobremagnif,rcen.
están aquellas que tienen un sonido exagerado. De la misma tísimamente), que es un endecasílabo. :Se podría todavía
manera que en las grandes obras las hay que son en realidad encontrar una palabra o un verbo de más sílabas, pero corno
grandes y otras de puro excede la capacidad de todos nuestros v€rsos¡ no cae dentro de
puede advertir un cierto nuestro discurso, tal es el caso de aquelhonorificabilitudinitaté
quean la limitada línea que,en vulgar consta de doce sílabas y en gramática de tre.cet
aparecen más bien ruin con,dos acentos oblicuos. Más adelante hablaremos de cónro
atentamente, lector, cuán grande es el cuidado que debes tener se deben armoniz¿r las palabras refinadas con las hirsutas en
para seleccionar las palabras mejores; en efecto, si tomas en los versos. Y sea así suficiente lo que dijimos acerca de la
cuenta el vulgar ilustre, del cual deben se(virse los poetas que excelencia de los vocablos para una acertada selección. ,',
usan el estilo trágico en italiano, bomo antes se dijo, y a los que
,
ahora querefnos formar, procurarás retener en tu cedazo tan VIII. Preparada ya la leña y dispuestas las cuerdas para el haz,
solo las palabras más nobles. No podrás emplear de ninguna ha llegado ahora el tiempo de hacerlo. Pero Como en toda
manera las palabras pueriles, por susimplicidad, como mamá obra, el conocimiento debe preceder a la acción, de la misma.
y papá; ui las mujeriles, por su molicie, como dulzura y placen- manera que el blanco debe preceder al disparo de la flecha o del
tero; ni las rústicas, por su aspeteza, como rebaño; ni las venablo, veamos primero en qué consiste elhazque pretende.
urbanas, fáciles y complicadas, como hembra y cuerpo. V_erás mos hacer. Y si comprendimos bien todo,lo que se diJo, este hae
entonce.s que te quedan solamente las urbanaó, qu€ son refina- es la canción. Por lo tanto, veamos lo que es canción y qué en-
das e hirsutas; ellas son las más nobles y parte del vulgar tendemos cuando decimos canción. Hay, en efecto, la canción
ilustre, Llamamos refinadas aqpellas palabras que loq trisíla- según el verdadero significado del nombre, o sea el acto o el
bas o casi., sin aspiración, sin acento agudo ocircunflejor.sifi la efecto del cantar, como la lectura es el acto o el efecto del leer,
duplicación de z o de r, ni de las dos líquidas, o posición Pero tratemos de explicar lo que se ha dicho, es decir, si la
in¡nediata tras una muda, oasi lisas y que dan al hablante cierta canción es en cuanto acto o en cuanto efecto. Con respecto de.
suavidad como Amore (amor), donna (mujer),,ddsio (deseo), esto debemos considerar que el término canción tipne un doble
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ntb dice en relación con los p
dc F¡ancisco dc P. Samaranch).
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versos Donna me prega, perch'io voglio dire'
oor eiemDlo. si las estrofas fuesen dos y cada una de tres (Dispensadme, señora: os quiero hablar')
cinco versos, dos
á;;tilffi"r, viu irinte, en cambio,luviese los pies superan la
endecasllabos y tres hepiásílabos' A veces Y nosotros también decimos:
canción nuesta" Amor
.ói*n *ttosy sílabas como en aquella tu vrrtuo qer Donne, ch' avete intelletto d' amore.
che muovi tua-viruú dal cielo (Amor, que mueves
(Señoras, que comPrendéis el amor')
en todo Por la sirma, como en
onna Pietosa e di novella etate Así lo han hecho los españoles y llamo españoles a los que
poetizaron en el vulgar de oc.tt
bs dicho que la frente Puede
Américo de Belnui:
superar en
afirmamos Nuls hom non pol complir adrechamen.
supe¡ar en (Ningún hombre puede cumplir rectamente.)
hecho en u
tres estrofas Y dos Pies: no qued Hay otra estancia en la cual sólo se puede intróducir el
porque podemos hacer varias heptasílabo, y esto no se da sino en el caso en que la frente o la
iictrb dé h excedencia de los cola abra la composición, porque (como lo hemos dicho) en lor
a los P: pies y en las vueltas se respeta la igualdad de los versos y de las
osdel sílabas. Por lo tanto, no puede haber un número impar de
sotros aquí considerarnos los pies versos cuando no hay ni frente ni cola; pero donde las hay
hicierón los Poetas académicos' ambas, o al menos una, es lícito usar número par o irnpar en los
sos se forman de los Pies, Y versos, según el criterio de cada quien. Así como hay una
estancia que está formada por un solo heptasílabo, asl también
es posible que quede formada con dos, tres, cuatro o cinco,
siempre y cuando en el género trágico se comience con un
endecasílabo y este tipo de verso lo dominc. Sin embargo, hay
estrofas haY que observar esta algunas composiciones trágicas que empiezan con el hoptaslla-
exigencia. bo como en (Guido Guinizelli), Guido de Chisléri y Fabricio
hemos dicho anteriormente' de Boloña:
s considerar al comPoner los
ue rePetir lo que más arriba De fermo sofferire.
(Por el duro sufrimiento.)
rsos. Entre nosotros haY tres
el Privilegio de ser usados Y
asílabo, el hePtasílabo Y el
el trisílabo, como Ya fo hemos Donna, lo fermo core.
omponer en estilo trágico'.se (Señora, el ñrme corazón.)
En efecto, haY una estancla'
s que con endecasílabos' como rr Dante llama "españoles" A los trou"ior". catalanes de los siglos xlt-xlv.
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122
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Y también de las esfrofas; en efecto,los pies y las estrofas difieren
tan sólo en el lpgar, pues se denominan estancias los pies
Lo meo lonlano gire anteriores a la diesis y las estrofas posteriores a ésta. Y lo que
(Mi lejano andar.)
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dicho, están ordenados los pies y, por consiguiente, no podría ha dejado much
:i haber pies. Y lo que decimos de los pies hay que repetirlo irre un verso en
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lícito para un verso, lo es también para dos y tal vez para más. desinencias, este orden que se ha dicho puede quedar cambia-
Hay otros poetas, casi todos compositores de canciones, do. Nos parece conveniente además añadir a este capítulo
que nunca dejan en la estancia un verso que no esté acomiraña- algunas cosas que deben evitarse en materia de rimas, desde el
do de su rima correspondiente, ya sea de uno, ya sea de momento que no pensamos ya tocar nada más acerca de éstas
muchos. Y algunos poetas haqen diferencia'entre las¡imas que en el presente libro. Hay, pues, tres cosas que son inconvenien-
preceden la diesis y las rimas que la siguen; y otros'obran de tes para quien desea poetizar enforma cortesana, con respecto
distinta manera, mezclando las desinencias de la estancia ante- de la ordenación de las rimas: la demasiada repetición de la
rior con los versos de la que sigue. Lo cual se hace, sin embar- misma rima, a no ser que así lo exijan alguna novedad y el
go, con mucha frecuencia en la desinencia del primer verso de la intento artístico, como "el día de la milicia naciente", la cual
estancia posterior, que la mayorla rima con la desinencia no puede pasar sin mostrar alguna prerrogativa;así lo intenta-
última de la estrofa anteriol; y esta técnica noresulta en otra mos hacer nosotros en aquella canción que dice: "Amor, tú
cosa sino en una elegante concatenación de la misma estancia. bien ves que esta dama." La segunda cosa es la misma equivoca-
Por lo qüe se refiere a I ción innecesaria, que siempre merma en algo el contenido de la
frente como en la cola, obra; y la tercera es la aspereza de las rimas, a no ser que se
clase de licencia deseab mezcle con cierta suavidad: en efecto, la misma tragedia ad-
desinencias de los últim quiere cierta brillantez con esta mezcla de rimas ásperas y
que evitarlo en los pies, y sin embargo encontramos que se ob- suaves. Y esto nos parece suficiente en cuanto respecta a la
servó cierta ordenación. Y, haciendo una distinción,'decimos que ordenación artística.
el pie llega a su plenitud tanto con metro par como con el
impar, y en ambos casos la desinencia del verso puede quedar XIV. Habiendo tratado con suficiente amplitud los dos asun-
acompañada de rima o no. Nadie lo duda en lo que se refiere al tos relativos al arte de la canción, ahora se hace necesario tocar
metro par, y si alguien tuviera duda en cianto al otro metro, el tercero, es decir, el número de los versos y de las sílabas. En
recuerde lo que hemos dicho en el capítulo precedente acerca primer lugar habrá que ver algo relativo a toda la estancia, y
del verso trisílabo, cuando, al ser parte de un endecasílabo, después consideraremos sus partes. Entonces, en primer lugar,
responde como un eco de éste. Y si en alguno de los pies nos importa hacer una distinción entre las cosas que pueden
encontramos una desinencia carente de rima, es necesario de cantarse, puesto que ciertas estancias requieren cierta proliji-
todos modos que se repita en el otro. Pero si en cualquiera de dad y otras no. En efecto, todo lo que podemos decir con rima
los pies la desinencia tiene acompañamiento de rimas, es lícito lo cantamos ya sea en sentido favorable, ya sea en sentido
en el otro repetir o renovar las desinencias, ya sea en Parte o en desfavorable, ya que a veces nos toca componer para persuadir,
su totalidad, con tal de que se conserve enteramente la ordena: otras para disuadir, a veces para felicitar, otras para ironizar , a
ción de las rimas precedentes; por ejemplo, si las extremas veces para alabar, otras para despreciar. Las palabras que se
desinencias del trímetro, esto es, la primera y la última, se usan en sentido desfavorable se apresuran siempre hacia un
corresponden en el primer r de fin; y las demás, con decorosa amplitud, se van también poco a
la misma manera las desin si la poco hacia el extremo...ra
desinencia intermedia del que
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BIBLIOGRAFIA
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